Los personajes le pertenecen a Stephenie Meyer

Capítulo 5

-Solamente voy a decir esto una vez- Dijo de manera fría- Es Isabella, no "mi Bella", y si me vuelves a tocar sin mi consentimiento te arranco las manos-.

Edward no podía creer lo que estaba viendo, tirado en suelo, con Bella presionando su cuello con su tacón y lista para atacar.

-¿Entendido?- Le preguntó quitando su pie de él

-Entendido- Dijo el poniéndose en pie

-Este no es el lugar para hablar, pero hay un bar a unas cuantas calles de aquí al que podemos ir- Bella comenzó a caminar con Edward siguiéndola

Caminaron por 15 minutos hasta que llegaron a la puerta de un bar que se veía bastante sospechoso para el gusto de Edward, no entendía cómo podría este lugar ser más cómodo para hablar que cualquier otro pero no sentía que debía opinar al respecto. Bella se acercó al portero y le sonrió coquetamente, era claramente vampiro.

-Peter- Se acerco a un más, haciendo sentir incómodo y celoso a Edward

-Bella- Peter sonrío y colocó su mano su cadera, Bella colocó la suya en su pecho -Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que te vi- Edward entendió el tono sexual en el que el hombre habló y quiso romperle la cara en ese momento. Bella solo río.

-Tuve que salir de la ciudad a resolver unos asuntos- Peter era alguien en quien en qué confiaba, habían sido amigos mucho antes de tener sexo por primera vez, él siempre respetaba lo que ella quería, y nunca pedía más de lo que ella quería dar- Pero este fin de semana estoy libre, llámeme- le dio un beso en la mejilla.

-Hecho- Rió encantadoramente y volvió a ver a Edward, a quien le sonrió amablemente- Hola mucho gusto, mi nombre es Peter -extendió su mano y a pesar de que Edward se notaba claramente molesto la aceptó.

-Edward Cullen- dijo entre dientes y lo vio a los ojos, y fue cuando notó que eran rojo vivo.

-Bueno, espero tu llamada- interrumpió Bella al darse cuenta que Edward se había puesto a la defensiva, odiaba las escenas.

Lo empujo por la puerta del local, era un bar como cualquier otro , lleno de humanos. Pero en lugar de ir a alguna de las mesas lo hizo bajar a lo que parecía el sótano del local, en donde había otros puerta con un segundo vampiro regulando la entrada, Bella lo saludo y los dejaron entrar.

-Bienvenido al sótano- Señaló Bella el local, era más grande que el de arriba y contaba con mesas y una pista de baile en el centro, y especialmente, estaba lleno de vampiros.

-¿El sótano?-.

-Sí, el nombre no es para nada original pero entre mas genérico menos atención llama y de esa manera los humanos no sienten el deseo de intentar entrar- Bella camino hasta unas mesas que parecía pequeños cubículo privados.

Se sentaron uno frente al otro viéndose fijamente por unos minutos antes de que alguno lograra decir media palabra.

-¿Qué es este lugar?- Preguntó finalmente Edward

-Es un bar par vampiros- Dijo Bella confundida.

-¿Un bar para vampiros?-.

Conforme Bella fue entrando en la vida de la inmortalidad fue descubriendo diferentes cosas de las que Edward nunca le habló, ella siempre creyó que él simplemente no quiso hablar del tema. Pero ahora estaba comenzando a creer que más bien nunca supo ni la mitad de lo que ella ya sabía.

-Dame un instante y ya regreso-.

Edward observó a Bella caminar a la barra y hablar amenamente con el bartender, volvió a sentirse celoso a pesar de que sabía que no tenía ningún derecho, espero unos cuantos minutos hasta que Bella regresó con dos jarras, aunque no podía observar su contenido. La puso frente a él y solo tardó un segundo en oler la sangre que contenía la jarra.

-¿Qué es esto?- Los ojos de Edward estaban abiertos como platos.

-Yo creería que es obvio- Bella rodó los ojos- Es sangre.

Edward se quedó sin palabras, no sabía qué decir.

-Para ser un vampiro de más de 100 años de edad, eres muy ignorante, la tuya es de animal, no quería interferir en tu dieta - dijo de manera sarcástica - La mía es O positivo, la necesitaré para sobrevivir a esta conversación-.