Integración Forzada
Hotaru había ido al cuartel de la Sección 9 junto con Batou porque Motoko había exigido que fueran a informar la situación, allí la guerrero Saturno fue puesta en calidad de detenida debido al ataque a la Mayor y a su irrupción al área de mantenimiento siendo la verdadera naturaleza del sitio, de alto secreto ya que para el público se trataba de una empresa de seguridad. Esto no fue sorpresa para la muchacha porque contemplaba dicha posibilidad y aparte le tranquilizaba el hecho de que Kusanagi tomara conciencia de su papel como el ingrediente principal que necesitaba el Gran Sabio para darle vida a Dark Cristal.
La chica estaba siendo interrogada en una sala de reuniones por el propio jefe Aramaki en compañía de Batou y otros miembros de la Sección 9, la de cabello corto negro les contaba toda la historia... las cosas que sucederían, el resultado de la fusión de las personas con computadoras, la inteligencia artificial Cristal Oscuro. A pesar de que existía evidencia que respaldaba todo lo que ella decía, algunos de los agentes se resistían a creerle mientras que otros le encontraban sentido ya que recordaban las palabras de Motoko y tenían certeza de que no solía equivocarse.
- Tiene pruebas que confirman su historia jefe, si bien la tecnología en nuestro país ha avanzado muchísimo, los restos de los cyborgs que están siendo analizados en el laboratorio son de una tecnología que aún no existe - afirmó Ishikawa apoyando a Saturn
- Si seguramente, todo está claro ¿verdad Togusa? - comento irónicamente Saito
- Claro como el agua - respondió el aludido de la misma forma
- Crean lo que quieran, me da igual, les estoy diciendo la verdad - aseguraba Hotaru seriamente viéndolos a todos
- Muchas gracias por llevarnos al buen camino, al principio pensamos que eras una terrorista fundamentalista disfrazada de cosplay de chica mágica o algo así, pero ahora sabemos la verdad... vienes del futuro - dijo el francotirador de la Sección 9 a la muchacha, fingiendo creer la historia
- Del futuro, ¡Si claro! Y haces esos raros efectos especiales para destruir a esos robots que también son del futuro, ¿Por qué no íbamos a creerte? - añadió Togusa haciendo lo mismo debido a que le parecía inverosímil y sonaba a locura el viaje en el tiempo, la existencia del antiguo Milenio de Plata, las Sailor Senshis y no terminaba de creer a pesar de todo lo dicho por Motoko
- No son efectos especiales Togusa, sus poderes son reales... Motoko y yo lo presenciamos, de no haber sido por ella estaríamos bajo los escombros - intervino Batou en apoyo a Hotaru, quien miraba con indiferencia al de castaño
- Bueno suficiente, ya he enviado a Borma y Pazu a Tokio a visitar al general Arai en el penal de Fuchu con el fin de intentar averiguar algo sobre el proyecto Dark - dijo el canoso líder de la Sección 9 de seguridad nacional - Batou, ¿Me ha dicho que Motoko les ha exigido que la dejaran sola con aquella cyborg? - preguntó Daisuke al de ojos prostéticos
- Así es jefe, nosotros quisimos ayudarla pero no quiso, nos ordenó que viniéramos aquí... creo que deberíamos ir a ver qué ha pasado - contestó el aludido con algo de preocupación
- Estoy intentando comunicarme con ella pero no responde, definitivamente algo debió de haberle pasado y para colmo en las noticias veo que la policía no ha logrado detener a la cyborg, están informado del infierno que dejó en la zona - comentó Aramaki frunciendo el ceño preocupado
- Eso solo puede significar dos cosas, o la pelea fue trasladada a otra parte o Kusanagi perdió contra esa cabrona de metal - respondió Hotaru dando a conocer su deducción
- Eso no puede ser, ella está preparada para la lucha cuerpo a cuerpo y está altamente calificada para encargarse sola si es solo una cyborg - contestó Batou rápidamente
- La primera opción es poco probable ya que de hacerlo, Motoko pondría en peligro a gente inocente... es factible que perdiera teniendo en cuenta el estado en el que llegaron los Tachikomas - dijo el jefe Aramaki analizando la situación
- Eso sí, esas cosas no son adversarios ordinarios, de milagro pudimos salir con vida porque descubrimos sus puntos débiles - recordó el canoso de ojos prostéticos
- De todas formas no va a matar a Kusanagi, si logró vencerla su siguiente paso será asegurar la integración de su mente con Dark Cristal así que necesita su cerebro y espina dorsal en perfectas condiciones - aseguró la de ojos púrpuras con total certeza
- Ok, Togusa e Ishikawa vayan al lugar del tiroteo a ver qué encuentran y Batou, lleva de nuevo a la señorita a su celda ya que aún le realizaremos pruebas para corroborar su salud mental - ordenó el anciano líder al tercer mencionado, quien se puso de pie inmediatamente junto con Hotaru, acto seguido ambos se dirigieron de regreso a las celdas
- Ella vendrá aquí créeme, para realizar la integración... - dijo la chica a su pensativo acompañante
La cárcel de Fuchu era una prisión militar, la mayor parte de los presos eran reincidentes, narcotraficantes en su mayoría extranjeros, ladrones y asesinos. Los que menor pena tenían, cumplían condenas de cinco años, al llegar a la prisión los condenados debían leer un manual de 40 páginas sobre las reglas en la prisión. Saltarse las normas, conducía desde advertencias verbales, castigos y penalidades. Era entrar en el "sistema de castigos", las penalidades podían ir desde privaciones de beneficios, hasta celdas de castigo atados de pies y manos con la boca tapada o sentarse en una silla durante 6 meses a mirar una pared en blanco, extensión de la condena o pérdida de la libertad condicional.
La mayor parte del tiempo los presos lo pasaban fuera de las celdas, ninguno de los guardias o jefes de la prisión llevaba armas de fuego; sólo tenían un kebo o cachiporra. Si bien todos eran cinturón negro de Kendo y Aikido, las incidencias que han tenido han sido prácticamente nulas.
Los presos trabajaban 8 horas al día, en trabajos que requerían destrezas, manipulando herramientas diversas, numerosos elementos cortantes, martillos y hasta una pequeña hacha. Las autoridades aseguraron que nunca ha habido un acto de violencia hacia un guardia.
Esta era una prueba de cómo funcionaba el control mental del sistema sobre los individuos que cumplían una condena. La energía física y mental para cumplir con las obligaciones diarias era tanta y el control máximo, que a nadie se le ha ocurrido atacar a un guardia, o a un compañero, 350 guardias tenían contacto directo en el día a día con los presos.
Al levantarse, los presos debían recoger su cama estilo militar (la frazada doblada en 4) y sentarse en un asilal de frente a la puerta en posición de loto. Sólo cuando les daban una señal podían hacer sus necesidades, peinarse o lavarse los dientes. Luego marchaban por las instalaciones en formación militar con los brazos y piernas en 90° y cantando.
Los presos de Fuchu tenían 15 minutos para comer y estaba prohibido hablar entre sí, los que trabajaban de pie tenían un menú de 1600 calorías, el menú A. Los que trabajaban sentados el menú B de menos calorías, y los que lo hacían en sus celdas el menú C de menos calorías que el anterior. Después de almorzar tenían 8 minutos para conversar, leer el diario o jugar una partida rápida de ajedrez.
En las celdas estaba prohibido mirar por la ventana o apoyarse sobre la pared, cualquier actitud o pose de distracción o de vagancia era rechazada. Se debía estar leyendo, escribiendo, o haciendo algo productivo en el escritorio.
Todo se encontraba cronometrado, controlado y reglamentado. Pero al director japonés no le alcanzaba que se cumplieran las reglas. Para lograr una actitud mental en consonancia con todas las normativas de la cárcel era necesario estar motivado.
Además de marchar estilo militar por las instalaciones, los presos debían hacerlo con alegría y energía, eso era obligatorio. Al igual que antes de empezar a trabajar, realizaban unos cánticos motivadores, palmas, 5 minutos de flexiones y era obligatorio ir corriendo con alegría a sus puestos de trabajo.
Existían 4 escalafones de presos, a los que iban ascendiendo depende su motivación, acciones productivas (pedir libros a la biblioteca, trabajar correctamente).
Entonces más relajado se volvía el reglamento, este era el caso de Yoshinori Arai el ex general de las Fuerzas de Autodefensa condenado a cadena perpetua, por el asesinato de numerosos colegas con el objetivo de ascender posiciones en el Ejército y tener el mando, cosa que había logrado pero no contó con un arrepentido que lo denunció y presentó pruebas contra él.
Ahora los prisioneros se encontraban dentro del tiempo de recreo y el hombre calvo, tez morena y mirada recia estaba leyendo el diario cuando se le acercó un guardia.
- Arai, tienes visitas... - le dijo secamente el oficial al ex general quien dejó de leer y lo miró seriamente
Sin responder palabra, el calvo se puso de pie y caminó adelante del guardia en dirección a la sala de visitas, en donde lo estaban esperando dos hombres, un calvo de tez blanca y ojos prostéticos y otro de cabello castaño oscuro peinado hacia atrás que parecía un yakuza por el porte que marcaba.
Apenas los vio, el militar convicto los miró burlonamente a ambos luego de que el oficial los dejó a solas.
- ¿Y esto? ¿Qué quiere la mafia japonesa conmigo? - preguntó Arai en tono sarcástico
- No somos yakuzas señor, mi nombre es Pazu y él es mi compañero Borma, somos integrantes de la Sección 9 de Seguridad Pública, tenemos que hacerle algunas preguntas - respondió el de pelo castaño oscuro mientras fumaba
- ¿Ah sí? No tengo nada que decirle al departamento de inteligencia del Ministerio del Interior - afirmó el hombre frunciendo el ceño, ya que al haber integrado el Ejército sabía sobre la Sección 9
- Piénselo, si coopera podemos conseguir una pena más leve para usted piense que si no, estará aquí para siempre - fue la contestación de Pazu
- Mmmhhh, eso suena bien... - murmuró Arai rascándose la barbilla
- Díganos lo que sabe sobre el proyecto Dark - solicitó Borma calmadamente
- El proyecto Dark es el futuro y cuando esté en línea, todas las naves de la marina, fuerza aérea y terrestres, funcionarán con computadoras sin tripulación - aseguró el de tez morena firmemente
- ¿Eso es todo? ¿No hay nada más? - indagó el investigador de la Sección 9 mirándolo atentamente al mismo tiempo que tenía el cigarrillo en la boca
- ¿A dónde quieren llegar? ¿Qué quieren de mí? - preguntó el ex general con desconfianza
- Que nos diga lo que sabe sobre Dark Crystal, absolutamente todo... ¿Para qué desea que las máquinas controlen todo el armamento? - dijo el investigador yendo al grano
- ¿De qué se sorprenden? Ahora la fusión entre hombre y máquina se ha logrado, la mayoría de la gente tiene implantes cibernéticos y cuerpos prostéticos dependiendo el caso - argumentó riendo el de tez morena, provocando que Pazu y Borma se miraran entre sí ya que lo último que mencionó, daba a entender que sabía sobre Motoko
- Lo sabemos, pero usted no se conforma con eso, quiere llegar más allá ¿No es cierto? O de otra forma no hubiera cometido los crímenes que cometió - replicó rápidamente el calvo de ojos cibernéticos
- Deseo hacer una computadora que aprenda, que pueda tomar decisiones juntamente con nosotros... la idea es que las redes de defensa japonesas sean equipadas con ella y que esté al frente de las mismas - aseguró el ex general
- ¿No cree que es algo peligroso confiarle tanto poder a un software? - preguntó el de cabello castaño oscuro
- Para nada, al fin y al cabo el mismo seguirá siendo controlado por los humanos - dijo el ex militar con total certeza de lo que estaba diciendo
En las oficinas de la Sección 9, el jefe Aramaki había mandado redoblar la vigilancia y por eso dos Tachikomas se encontraban alertas vigilando. Para Daisuke la preocupación no era que la gente viera a las arañas robóticas en la puerta puesto que se suponía que la empresa de seguridad por la que se hacían pasar ante el público los fabricaba, el problema era lo que el propio líder intuía lo cual coincidía con lo que la guerrera Saturno había advertido, que la Terminator sobreviviente se dirigiera al lugar.
Los arácnidos se pusieron alertas al ver una camioneta cargada con bastantes armas que iba llegando deprisa, contemplaron cómo el vehículo se subía a la acera mientras la gente se apartaba asustada y entonces, con su sensores realizaron un rápido scanner de su ocupante, el resultado fue el esperado... quien conducía no era humano.
Inmediatamente le gritaron a las personas que se pusieran a salvo al mismo tiempo que abrían fuego, las balas pegaban en todo el frente del vehículo llenándolo de agujeros y este como respuesta se detuvo. De la camioneta bajó la T-800 con parte del endoesqueleto al descubierto y un lanza-granadas en una mano, con el que apuntó y disparó a los dos Tachikomas que no dejaban de atacar, en un lugar abierto hubieran saltado para esquivar los disparos pero como estaban justo delante del edificio no lo hicieron con tal de proteger el lugar. Como resultado, las dos arañas volaron en pedazos en una explosión que derribó la puerta y gran parte del frente.
La exterminadora agarró varias armas consigo y con una mochila se las colocó en la espalda, en una mano tomó la cabeza de Motoko de la que salía la columna vertebral entera junto con varios cables la cual guardó junto con las demás armas y en la otra, la ametralladora giratoria con la que había barrido a la policía. Acto seguido subió las escaleras e ingresó al cuartel general a través de lo que quedaba de la entrada principal.
Batou todavía se encontraba cerca del área de celdas cuando en su vista se materializó la imagen del jefe Aramaki, quien lucía preocupado.
- Jefe... esa explosión que se escuchó a lo lejos, ¿Es lo que creo que es? - preguntó el de ojos cibernéticos
- Si, los Tachikomas que había puesto a vigilar la entrada fueron destruidos... lo que nos dijo la muchacha era cierto, la cyborg está atacándonos - informó el líder de la Sección 9
- Joder, ¿Y Motoko? - indagó alarmado el canoso
- Su GPS esta inoperativo y no responde las llamadas pero su cerebro se muestra funcionando y se encuentra en este mismo sitio, sin embargo ella no aparece... - respondió rápidamente Daisuke frunciendo el ceño - He recibido el informe de Borma y Pazu desde Tokio, han hablado con Yoshinori Arai quien les confirmó la existencia del proyecto Dark... yo estuve conversando con el Ministro del Interior pero no ha querido decirme nada al respecto pero nos ocuparemos de eso después, ahora debemos detener a esa cyborg - añadió seriamente
- Joder, eso significa... - murmuró Batou comprendiendo inmediatamente lo que acababa de oír sobre el cerebro de Kusanagi
- Si, efectivamente la Mayor fue vencida... Borma y Pazu están en Tokio aún y yo había enviado a Ishikawa en compañía de Togusa al lugar del tiroteo por lo que, de la Unidad solo estamos usted y yo además de los Tachikomas restantes en el edificio y esa tipa ya está barriendo con todo lo que encuentra, ¡Rápido no tenemos tiempo que perder, hay que detenerla y recuperar el cibercerebro de Motoko! - explicó el canoso líder la situación
- ¡Enseguida, jefe! - exclamó Batou mientras corría deprisa
Después del interrogatorio, el tercero al mando de la Sección 9 había llevado a Hotaru a una celda solitaria a la espera de los nuevos exámenes y de la resolución sobre qué hacer con ella, si liberarla o entregarla a la policía. Sin embargo la de cabello ébano corto estaba tranquila, era curioso que haya robado un clip antes de que Batou la encerrara... eso fue solo un reflejo, los clips eran buenos para abrir cerraduras como las de las esposas que aprisionaban sus muñeras. Ella manejaba dos posibilidades, si Motoko había vencido a la T-800 con seguridad se dirigiría a destruir su cuerpo y su cerebro, de ser así muy pronto el cambio temporal se completaría y Saturn ya no estaría allí, despertaría en un futuro nuevo.
Pero por lo que Aramaki mencionó, las cosas no resultaron de esa manera y el estruendo que acababa de oír confirmaba lo que le había predicho a Batou. El clip le sirvió para abrir las esposas pero cuando corrió alarmada hacia la puerta, vio que con aquel no iba a poder abrirla ya que la cerradura brillaba por su ausencia y entonces dedujo rápidamente que debía de abrirse desde el lado de afuera gracias a un sensor, aparte que no había visto al integrante de la Sección 9 usar llave alguna.
- ¡Sáquenme de aquí! ¡Esa chatarra va a hacer la integración desde aquí! ¡Batou ayúdame! ¡Batou! - gritaba Hotaru a viva voz al mismo tiempo que golpeaba la puerta con ambos puños cerrados
Algunos minutos más tarde, la entrada de la celda se abrió y ante la muchacha apareció el robusto hombre de ojos prostéticos ya armado.
- Vamos de prisa, tenemos que quitarle el cerebro de Motoko a esa cabrona y evitar que consiga lo que vino a buscar - dijo Batou a una expectante joven que lo observaba atentamente - ¿Cómo te has quitado las esposas? - indagó extrañado notando dicho detalle
- No fue tan difícil abrirlas - respondió la de ojos púrpuras con una pequeña sonrisa
Mientras tanto la T-800 avanzaba por un pasillo y acribillaba con la chaingun a cuanto se le cruzara por el camino, salvo cuando agarró a uno de los empleados para preguntarle en dónde se encontraba el laboratorio quien le indicó el lugar asustado y le suplicaba que no le hiciera nada, obteniendo como respuesta un empujón.
De esta forma, la exterminadora tomó el elevador y fue hasta el piso correspondiente dejando tras de sí solo destrozos, fuego y un montón de cadáveres. Al llegar había un grupo de Tachikomas alertas que ya la estaban esperando, era sabido que el jefe Aramaki intuyó su jugada y tomó medidas para frenarla... tres estaban fuera de línea así que los cuatro restantes se suponía que serían suficientes para conseguirlo.
- ¡Alto ahí! ¡Devuélvenos a la Mayor! - gritó una de las arañas con su voz cibernética
La Terminator no le respondió y sin pérdida de tiempo apuntó y disparó la ametralladora giratoria, los Tachikomas abrieron fuego sin embargo uno de ellos cayó desplomado al suelo al resultar sus patas destrozadas por las ráfagas. Los demás arácnidos se movían a su alrededor al mismo tiempo que seguían atacando y las balas pegaban en el duro chasis metálico de la enemiga, quien dejó caer al suelo la chaingun y sacó de la mochila el lanza-granadas. Mientras ella cargaba el arma, quienes la rodeaban dirigían los disparos a las piernas para intentar derribarla, de hecho la T-800 tambaleó pero eso no le impidió apuntar y destruir al Tachikoma que estaba en el piso. Los demás intentaban ponerse a cubierto pero antes de que pudieran hacerlo, la cyborg de largo pelo negro destruyó a uno de ellos con otro tiro del lanza-granadas.
Acto seguido procedió a dirigirse hacia el laboratorio puesto que su objetivo no era destruir a los Tachikomas, caminaba cojeando de una pierna ya que al parecer alguno de los balazos se le quedó incrustado en una rodilla pero eso no la detendría, iba a integrar la mente de Motoko Kusanagi a Dark Crystal y eliminaría cualquier obstáculo. Las dos arañas la seguían y le disparaban pero mientras atacaban, una de ellas voló en pedazos al ser alcanzada por un disparo.
La restante disparó de lo que sería su boca una especie de hilo con el que logró detener el avance de la T-800, sin embargo esta hizo fuerza pudiendo romper el hilo y logró apuntar y disparar para que el Tachikoma que quedaba encontrara su fin en una nueva explosión.
- Estás exterminado - fue todo lo que dijo la de cabello largo ébano
Las puertas delante de la Terminator se cerraban para impedirle el acceso pero ella las destruía con el lanza-granadas y la ametralladora daba cuenta del personal de seguridad que intentaba hacerle frente.
Al llegar al laboratorio, se quitó la mochila y sacó de adentro la cabeza de Motoko tomándola de la columna vertebral para conectarla por su nuca y la parte trasera a un montón de cables que salían de un aparato parecido a un tomógrafo computarizado.
La Mayor despertó unos instantes más tarde sintiéndose rara, rápidamente comprobó que le faltaba todo su cuerpo al ver su propia columna colgar y al girar su mirada hacia su derecha vio a la exterminadora tecleando frente a una computadora.
- No puede ser... no - balbuceó la segunda al mando de la Sección 9
- Si creadora, ha llegado el momento y así como antes me deshice de su cuerpo... ahora me desharé de su mente - fue la fría respuesta de la T-800
Algunos segundos después, la enviada de Black Moon logró acceder a la red del proyecto Dark, hacer contacto e iniciar la transferencia de datos. Kusanagi abrió grande los ojos y la boca, su mente estaba dentro del sistema de la red de defensa pero esta vez no era igual a la anterior... antes cuando había entrado al mundo virtual ella mandaba, pero entró gracias a Ishikawa. Sin embargo ahora en manos de Black Moon... era una esclava.
Sin perder tiempo ni decir nada, la Terminator apuntó su lanza granadas hacia el techo delante de la puerta de acceso con el fin de provocar un derrumbe y sellarlo para impedir la entrada de cualquiera que quisiera interferir, hecho que consiguió puesto que una enorme cantidad de escombros cayeron y taparon la puerta.
Hotaru ya transformada en Sailor Saturn en compañía de Batou y del jefe Aramaki corrían a toda la velocidad que les daban sus piernas hasta llegar al laboratorio, al lograrlo intentaron abrir la puerta mas no pudieron.
- Maldición, llegamos demasiado tarde... parece que los Tachikomas no lograron detenerla - dijo el anciano líder con fastidio
- No perdamos tiempo, habrá que abrirnos paso a las malas - comentó el grandote de ojos prostéticos
Inmediatamente él disparó la ametralladora giratoria que había sacado de la armería con la que destrozó parcialmente la puerta, lo que les permitió corroborar la razón por la que la entrada estaba sellada al ver los escombros del otro lado.
- Maldición, ¡Maldición! - exclamó contrariado Batou al mismo tiempo que continuaba disparando
- La Terminator fue precavida, provocó un derrumbe en la zona de acceso para que nadie más pueda entrar - comentó Saturn sintiéndose de la misma forma
- No puedo creerlo, ¿tan fuerte es esa cyborg? - preguntó Aramaki anonadado
- Lo son señor, nosotros tuvimos suerte con los otros dos al encontrar sus puntos débiles si no, no estaría yo aquí ahora - exclamaba el tercero al mando dejando de disparar, solo había conseguido que varios escombros cayeran hacia el lado de ellos
- Háganse a un lado, ahora lo voy a intentar yo - dijo en voz alta la Sailor de la destrucción
Ambos acompañantes retrocedieron unos pasos mientras Hotaru apuntaba su Hoz hacia la entrada, pero en el instante en que iba a cargar su "Cañón Galáctico", todo a su alrededor se puso gris y cuando volteó la mirada contempló las figuras de Batou y del jefe de la Sección 9 totalmente inmóviles.
- Batou... señor Aramaki - dijo intentando hacerlos reaccionar pero fue inútil, era como si todo excepto ella estuviera congelado
La sensación de haber fracasado empezaba a invadir el corazón de la Senshi mientras se preguntaba qué era lo que estaba pasando, fue entonces que escuchó claramente de su derecha el ruido de unos pasos y al mirar en esa dirección, distinguió la figura de una mujer alta de cabello largo con un báculo en forma llave alargada en una mano y un bulto en la otra, dicha silueta se le hizo familiar quien como si leyera sus pensamientos, le habló.
- No pierdas las esperanzas Saturn, esto está lejos de terminar.
- Esa voz... no puede ser, ¿Plut? Tú estabas en coma, ¿Cuándo despertaste? ¿Qué haces aquí? - respondió una sorprendida Hotaru al reconocerla y entendiendo lo que había pasado, quien se acercaba detuvo el tiempo y por eso todo se congeló
- La Neo Reina Serenity usó el poder del Cristal de Plata y me despertó del coma como un último acto para intentar impedir la derrota de la humanidad que parece inevitable, necesito que vuelvas al futuro, aquí ya no tienes nada que hacer... el nacimiento de Dark Crystal en este tiempo es inevitable, aunque logres quitar los escombros con tu técnica no llegarás a tiempo para impedirla porque mi técnica desaparecerá en cualquier momento y cuando entres, ya se habrá completado la integración de la mente de Motoko Kusanagi - informó seriamente la de tez morena llegando junto a ella
- No puede ser... - murmuró la de cabello corto con desazón
- Sabes que como Guardiana del Tiempo tengo conocimiento de los hechos pasados y futuros, créeme que hay una manera de ganar la guerra y salvar a la humanidad... rápido ven conmigo - contestó Eternal Sailor Plut con seguridad
- ¿De qué forma? ¿Para qué es esa mochila que traes? - indagó notando lo que llevaba en la mano libre
- En el camino te explico, ahora vamos antes que el curso del tiempo se reanude - afirmó decididamente la de ojos rojizos
Mientras tanto, Motoko no podía hacer nada excepto observar... mantener vivos los pocos restos de su conciencia, ocultarla... dentro de la red de defensa conocida como Dark Crystal, una red que iniciará el Armagedón y ella será la culpable de todo. Black Moon y los Terminators acabarán con la vida sin descanso ni piedad y ella será la culpable, muchos morirán bajo el fuego y Kusanagi será la causante.
Todo lo humano y todo lo vivo... clamará al Cielo desesperado, condenado y el infierno llegará a la Tierra y ella, será la culpable.
¿Ha pasado un tiempo verdad? Ya era hora de actualizar esta historia, tal como ya dije en otras ocasiones, puedo tardar pero no dejaré un fanfic sin terminar.
Tal como dijo Setsuna, no todo está perdido así que les aseguro que Motoko va a tener su revancha, solo les puedo decir que no la den por muerta.
Les había mencionado que tengo proyectos futuros pero antes de empezar con cualquiera de ellos, prefiero terminar estos tres fics en proceso ¿Es lo correcto, no? Otra cosa que quería aclararles era que los datos sobre la cárcel de Fuchu en Japón son ciertos así que se entiende por qué dicho país es uno de los más seguros del mundo, ¿verdad? dejo aquí abajo el link de la página, solo reemplacen lo que está entre paréntesis.
http(dos puntos)/www(punto)losrecursoshumanos(punto)com/carcel-de-fuchu-en-japon/
Nos vemos la próxima, cuídense mucho y hasta la próxima actualización. I'll be back!
