Escrito para la DabiHawksWeek21.
Continuación directa del capítulo anterior de esta recopilación. Parte de Enfoque manual.
Prompt: Final feliz
Capítulo 3 - Confesiones
Olvidó pronto al paparazzi, restándole importancia dado que en ese edificio vivían muchas personas y él había salido solo. Para cuando llegó a su oficina ya lo único que quedaba en su mente era la agradable noche que había pasado con Keigo. Se concentró en su trabajo y cuando recibió un mensaje de su novio, mandándole una selfie mandándole besos e invitándolo a pasar de nuevo la noche, no pensó que horas más tarde estaría peleando con su padre.
Pasó a su casa por un cambio de ropa, antes de irse al departamento de Keigo. La ventaja de siempre vestir casi igual es que la gente no se fija si traías lo mismo de ayer, pero igual él necesitaba sentirse más limpio. Cuando abrió la puerta y Fuyumi llegó corriendo con cara de angustia supo que algo no estaba bien.
—Papá lo sabe.
Fue toda la advertencia que recibió antes de que saliera su padre de la sala, echando fuego por los ojos. Traía el celular en la mano y se lo puso a dos centímetros de la cara.
—¿Me quieres explicar qué significa esto, Touya?
Dabi parpadeó un par de veces, le quitó el celular para poder ver bien qué es lo que le estaba mostrando. Era la página de LA revista de noticias de celebridades.
«¿Quién es el misterioso amante de Takami-san?»
El día de ayer se vio al top model Takami Keigo muy acaramelado con un hombre misterioso en el concierto que All Dynamite dio en el café EraserCloudMic, conocido por ser el café del DJ Present Mic. Posteriormente ambos se retiraron al departamento del modelo y pasaron la noche juntos.
Tratamos contactar al modelo para su declaración, no tuvimos éxito. Pero contactamos a una fuente anónima que los vio durante el concierto y que nos dijo lo siguiente:
«No parecía ser una primera cita, ambos se notaban cercanos y cariñosos. Luego del concierto Shouto se acercó a ellos y parecía conocerlo».
Seguiremos tras la pista.
Ilustrando el artículo aparecían dos fotos: una de ellos tomados de la mano y echándose miraditas en el café, de muy mala calidad, pero se alcanzaba a ver clarito que era Keigo; y la que tomó el paparazzi esa mañana de Dabi saliendo del edificio.
—Teníamos un trato —dijo Enji, cuando Touya le regresó el celular.
—En ningún lado del contrato que me hiciste firmar decía que no podía tener pareja.
—Takami es famoso, Touya. Obvio la gente va a querer saber con quién sale. Van a investigarte.
—El maldito contrato decía que YO no podía decir nada, y lo he cumplido y lo cumpliré.
—¡Touya!
—Papá —Fuyumi se metió, tocando el brazo de su padre, tratando de tranquilizarlo.
—Corta con él —Enji se cruzó de brazos.
Dabi bufó.
—No.
—Touya.
—No voy a cortar con Keigo. tampoco diré nada. Trataré de ser discreto, pero si las cosas salen a la luz, la culpa va a ser tuya. Yo nunca estuve de acuerdo con que dijeras que estaba muerto, pero accedí por mamá. No voy a seguir cargando con tus errores, Enji Todoroki.
Dicho eso pasó por un lado de su papá, esquivándolo para evitar que lo detuviera y corrió a su cuarto, puso seguro y se tiró en su cama. Hablar con él siempre lo ponía nervioso. Temblando sacó el celular y vio que tenía un mensaje de Keigo.
«¿A qué hora llegas? Estoy pensando en pedir comida árabe, ¿se te antoja?».
«No me siento bien, Kei, ya no voy a ir».
Dejó caer el celular a un lado y metió la cara en la almohada. En momentos así, deseaba aún poder llorar. Ignoró los golpes en la puerta de su padre, gritándole que abriera la puerta. Y no se dio cuenta cuándo lo venció el sueño.
Cuando se despertó vio que tenía dos llamadas perdidas de Keigo, una de su jefa en la revista y varios mensajes de Keigo y uno de Fuyumi.
Abrió primero el de Fuyumi y respiró aliviado. Enji se había regresado a su casa.
Los de Keigo iban de un tipo de preocupación:
«¿Estás enfermo? ¿Quieres que te cuide? Tengo un traje de enfermera de cuando hice el comercial del hospital 😉»
A otro:
«Mierda, Dabi. Me acaba de decir mi representante de la noticia. ¿Quieres hablar?».
«¿Estás enojado?».
«Voy a tu casa».
En eso tocaron la puerta de su cuarto, suavecito. La voz de Keigo sonó del otro lado.
—¿Dabi? ¿Me dejas pasar?
Se levantó, modorro aún por la siesta y abrió la puerta. Keigo se adelantó para abrazarlo pero se detuvo en seco, temeroso del rechazo. Dabi acabó por cerrar la distancia y abrazó a Keigo, escondiendo su rostro en su hombro.
—¿Estabas dormido?
Dabi asintió. Keigo suspiró aliviado y acarició la espalda de su novio con cariño.
—Pensé que te habías enojado conmigo, por lo del artículo. Me dijiste que querías ser discreto y ayer te llevé a un lugar muy p…
Lo interrumpió el beso que le dio Dabi. Cuando lo soltó se quedó mirándolo con sorpresa.
—Mi cuarto es un asco, pero pasa, te voy a contar qué pasó. Y también lo otro que me preguntaste ayer.
Lo jaló hasta su cuarto y cerró la puerta. Se dejó caer sobre la cama y señaló a Keigo que hiciera lo mismo. Sentados en ella Dabi empezó su historia.
—Ocurrió durante la grabación de Héroes Eternos 5, tenía trece años y «una carrera por delante» como dijeron los tabloides y el set se incendió. La versión oficial fue que había sido un accidente con el fuego de los efectos especiales que iban a meter, que el encargado de ello no había controlado bien las llamas. No es cierta esa versión. Ese día me peleé con Enji… mi papá, porque me dijo que era la última película en la que iba a salir yo, estaba muy grande para mi papel e iba a ser mi hermano Shouto el que me remplazaría en la siguiente. »Mi sueño siempre había sido ser actor como mi padre, compartir con él las películas y ganar cientos de premios; me había dicho que sería su heredero en la empresa, también, y saber que Shouto me quitaba lo de ser actor me hizo pensar que también me quitaría todo lo demás. Así que en mi berrinche me encerré en el cuarto donde guardaban las cosas de utilería y… no estoy orgulloso, ¿vale? Destrocé todo.
»Enji se enojó conmigo, como era de esperarse, pero llevó su enojo aún a la cámara. Cuando empezamos a grabar me aventó más fuerte de lo que debía hacia las llamas, el traje que tenía puesto era de látex. Para cuando me lograron sacar…
Dabi hizo un gesto con la mano señalándose a sí mismo. No quería mirar a Keigo así que tenía los ojos mirando la pared.
—Fue un escándalo. O bueno, lo hubiera sido, pero Enji pagó muchísimo para que no saliera a la luz que había sido por él que había caído al fuego. La película se dejó de grabar, yo di al hospital. Mi padre prefería que el mundo supiera de un hijo muerto que uno desfigurado, así que esa fue la versión que se dio. Ese día mi nombre lo cambiaron a Dabi y, la verdad, lo prefiero. Ese día murió Touya, junto con el ideal que tenía de mi padre. Murieron mis sueños y todo.
Keigo se sorbió los mocos y Dabi lo vio, estaba llorando.
—Es terrible eso.
—Lo es. Pero es tiempo pasado, o lo debería ser. —Dabi se sobó los brazos en un gesto nervioso y luego se encogió de hombros—. Pero Enji vive asustado de que la verdad salga a la luz, una mentira sencilla se convirtió en un gran engaño y si el mundo se entera la imagen que tienen de él se caerá en pedacitos. Así que cuando pedí estudiar fotografía y entré a trabajar a la revista mi padre me obligó a firmar un contrato, no puedo hablarle a nadie de esto ni hacer nada que pueda exponer mi identidad. Salir en las noticias, por ejemplo.
—No lo sabía. Pensé que simplemente eras muy privado. Hubiera sido más cuidadoso si…
—No, no es tu culpa Kei. —Finalmente se atrevió a mirarlo a los ojos—. No sabías y además. Es un riesgo que estoy dispuesto a enfrentar.
—Pero, ¿y tu padre?
—Se puede meter el contrato por el culo.
Keigo soltó una risita, pero se puso serio de inmediato.
—Me dijo Fuyumi que estuvo aquí y que se pelearon. Me preocupé mucho cuando no me contestaste.
—Me pidió que cortara contigo, ¿puedes creerlo? ¡Por supuesto que no lo voy a hacer! —Se apresuró a agregar al ver la expresión de terror en su novio—. Va a ser muy cursi esto pero: eres lo mejor que me ha pasado.
Los ojos de Keigo volvieron a llenarse de agua, aunque sonreía. Abrazó a Dabi con mucha fuerza y le susurró.
—Tú también eres lo mejor que me ha pasado. Y, ¿Dabi?
—¿Mmm?
—Si sale a la luz que eres Touya, o lo que pase, estaré ahí contigo para lo que sea. ¿Si lo sabes?
Dabi sólo abrazó con más fuerza a su novio, conmovido.
—Te amo —dijo Keigo por primera vez.
—Te amo —contestó Dabi.
Tres semanas después.
Keigo llevó a Dabi al EraserCloudMic de nuevo, esta vez no había ningún concierto así que cenaron tranquilos. Era la primera vez desde que el mundo se había enterado de que Takami tenía pareja en la que salían a un lugar público. Sin miedo a los paparazzi se tomaron de las manos e incluso Keigo lo besó en la mejilla en algún momento.
—De algo sirvió la paranoia del viejo —dijo Dabi sonriendo.
—No puedo creer que haya pagado a alguien de la revista para que dijera que eras un primo lejano de los Todoroki y con eso ya haya quedado contenta la prensa —dijo Keigo antes de meterse un bocado de tallarines.
—Y yo no puedo creer que hayas hecho una declaración oficial sobre nuestra relación.
—¿Te molestó?
—No, me lo preguntaste antes y te dije la verdad. De hecho, fue lindo —sonrió.
—Tú eres lindo.
—¡Oh, por dios, Keigo! No digas esas cosas de la nada que me vas a matar —dijo Dabi sonrojándose y poniendo las manos sobre su pecho.
Keigo se encogió de hombros.
—Lo siento, pero es la verdad.
Dabi sólo agitó la cabeza, sonriendo como siempre que estaba a lado del hombre que amaba.
