Nuevos señores
La primera fuerza marítima del mundo navegaba a través del gran mar azul, con el objetico de reunirse con una fuerza igual de formidable, dirigiendo dicha armada estaba el Legatus Claudius con Landa con el propósito de someter a los piratas y a los bárbaros que habitaban en las tierras más allá del mar
-cuanto falta para llegar al punto señalado? –exclamo el Legatus al capitán mientras ambos admiraban los mapas de la costa - recuerde bien capitán, el emperador nos dio la tarea sagrada de detener a estos piratas que aterrorizan a nuestros comerciantes, y no tolero retrasos
-no se preocupe mi señor, según las cartas, estamos por encontrarnos con la segunda flota – el Legatus asintió complacido a la vez que escribía un pergamino en el cual expresaría su victoria sobre los salvajes – ya puedes retirarte capitán
-si señor – el hombre estaba por retirarse cuando un marinero entro corriendo completamente exaltado –espero una explicación por tal exabrupto marineros
-Legatus tienen que subir a cubierta – aun dudosos subieron siguiendo al marinero que caminaba consternado
-dinos que pasa muchacho
- capitán, tiene que verlo, por qué no sé cómo explicarlo – al llegar a la cubierta, el marinero señaló al mar donde ya muchos otros observaban apretando con fuerza el barandal, ambos apartaron a algunos para ver sus barcos navegaba por sobre los restos de la segunda flota, entre los restos de madera cuerdas y cuerpos mutilados, el legatus distinguió a un soldado sosteniendo una tabla
- ¡rápido subirlo a bordo! – aún consternado los marineros y algunos soldados ayudaron a subir al náufrago, el cual tenía la mirada perdida y fija en el horizonte, una vez más el capitán y el legatus apartaron al grupo de curiosos y arrodillándose a la altura del hombre hablo –soldado ¿Qué fue lo que paso aquí? – el hombre aún sin apartar la mirada en el horizonte solo susurro
-monstruo …. – para después vomitar sobre la cubierta, y tan rápido como reincorporo sujeto al comandante histérico - ¡tenemos que volver a tierra, por favor, haré los que sea por favor tenemos que volver a tierra – pero Claudius, hizo que lo soltara para después abofetearlo
- ¡ya basta soldado! Ahora me dirás que fue lo que le pasó a la segunda flota del glorioso Imperio
-no señor, un monstruo nos atacó, destruyó la flota completa, por favor, tenemos que volver a puerto, eso puede volver
-lleven a este hombre a descansar – exclamó con calma, apenas dijo eso dos hombres llevaron al pobre arrastrando al interior del barco, a la vez que el resto de las embarcaciones recogían a cuanto naufrago encontraban, el capitán miro fijo a su superior que solo respondió clavando su mirada indiferente al mar
-mi señor, deberíamos regresar, si hay un monstruo marino cerca, sería muy peligroso perder la flota
-yo no creo en los monstruos, si existiera alguno ya hubiera golpeado a los mercantes, deben ser alucinaciones, así como los estúpidos relatos de barcos de metal –para exponer su punto tomo el casco del rescatado y lo arrojó al mar – cómo dije, estupideces, debió ser alguna tormenta, que el resto de la flota se encamine a ese puerto, someteremos a esos salvajes y volveremos cómo vencedores
-sí señor – respondió aún temeroso,
El viaje continuo hacia el este precavidamente por los marineros que miraban atentos al océano con la esperanza de no vislumbrar a la bestia que ya se había cobrado las vidas de sus compañeros, sin prestar atención a los cielos, y al ave que no dejaba de seguirlos
Los submarinos habían ya regresado al pico de la doncella para repostar las municiones, en los que subían al dique veían a resto de la armada de navíos de línea marchar actuando como escoltas de un acorazado
El Puerto de Altomare se podía ver al frente, y a las tres enormes estatuas colosales por las que entraban los barcos,
-pero mira qué maravilla
-si, su conquista será contada por generaciones –contesto el legatus al soñar que esa ciudad sería un gran nuevo puerto por el cual expresar el poder de Sadera por estas nuevas tierras – ataquen a sus torres con las balistas, que los wyverns alcen el vuelo y hostiguen al enemigo, que entren rápido las naves y las legiones tomen la ciudad
-si señor –los Wyverns alzaron vuelo hacia la gran ciudad, se alzaron las banderas y las balistas y ballestas apuntaron a las fortalezas que había al pie de las estatuas, dando inicio al sitio de la ciudad – ¡fuego! –Las armas lanzaron las rocas hacia los muros de las fortalezas a la vez que una veintena de trirremes ingresaban por las entradas y los wyverns volaron sobre los tejados, los barcos que habían entrado atracaron sin oposición dejando salir a las legiones que se encontraban dentro, A Medida que las legiones marchaban sobre los muelles se afanaban de la fácil conquista, y ya soñaban con las riquezas que les esperaban,
-¡vamos hombres, marchemos a la Victoria!
-cuando esto acabe, las mujeres se inos lanzaran encima
-sus hombres no pueden defenderla,
-yo esperaba una mejor defensa de esta ciudad
-sí que son barbaros, si no pueden ni proteger su ciudad, conquistarlos será fácil
-huyeron cual cobardes
- ¡adelante ¡
- ¡tomen la ciudad!
Pero apenas los hombres bajaron de las embarcaciones e ingresaban en la ciudad, el silencio que reinaba y el abandono los pusieron nerviosos, los negocios estaban vacíos, sin mercancía alguna, al igual que las casas y almacenes, muchos comenzaron a inquietarse a medida que entraban en esa ciudad fantasma, los genwerles por el contrario presas aun de su orgullo empezaron la relajarse, la creer la ciudad abandonada, más apenas se relajaron, de los tejados saltaron las conejas guerreras que se habían quedado acompañadas por varios otros defensores que con piedra u arcos los atacaban con furia
Días antes La ciudad había hervido en actividad ya que toda la zona del muelle y áreas circundantes fueron evacuadas debido al aviso oportuno del inminente ataque, la gente recogió lo que podía y a medida que se dirigían a las puertas veían entrar a los soldados que recibirían al enemigo,
Los mismos marchaban con sus armaduras azules y estandarte, arqueros, caballeros, lanceros, y infantería con sus rifles, a la cabeza de destacaba una doncella blindada que portaba el estandarte con la bandera del reino, Al frente del destacamento venía el comandante de los regimientos, un lobezno de pelaje azulado, el cual llevaba con fuerza su lanza
La población se apresuraba a salir, salvo un pequeño grupo de que veían las maniobras, muchos de los cuales ya habían sufrido los ataques de Sadera, y deseaban devolver el golpe
-mama….
-ya mi pequeña, todo estará bien – Harai lo había perdido todo una vez por culpa de Sadera, no lo iba a perder de nuevo, ella y Muchas conejos guerreros se quedarían atrás entre los edificios con sus dagas, listas a pelear por su nuevo hogar –quédate con Homoka hasta que regrese por ti,
-si mamá
-Homoka gracias -le respondió a la anciana que ahora tenía abrazada a su hija, ambas ya estaban en una carrera que estaba por salir
-no te preocupes por ello, pero deberías venir con nosotros –la guerrera negó seriamente a la ver que con la miraba determinada acariciaba a su hija –aún hay tiempo
-no se si este reinó podrá defenderse de Sadera, pero si podemos quitarles del camino a dos y tres de ellos, serán dos o tres que no podrán dañarlos se alejó de la prospección que ya marchaba fuera de los muros de la ciudad, Harai de aproximo a un grupo de sus congéneres y otros que habían decidido quedarse y pelear –que dicen las noticias?
-dicen que tal vez en unas horas lleguen al puerto –
-Me sorprende que hayan ordenado abandonar la ciudad hace apenas un día antes
-es seguro que ya estaban esperando algo como esto –exclamo al ver la actividad que ahí se manifestaba,
…..
- ¡a la Victoria! –las legiones acostumbradas a pelear en campo abierto y formación, encontraron gran dificultad en la lucha entre las calles, aunque amplias, eran aun estrechas par a su formación, pero lograron formarse en línea de tortuga, haciendo retroceder a los defensores semi humanos, solo para encontrar más adelante una formación de escudos enemigos –¡formación hombres! –Colocaron sus escudos en formación de tortuga con las lanzas al frente listos a aplastarlo bajo el peso de su marcha, pero el enemigo tenía otros planes, No tuvieron tiempo cuando La primera fila de Sadera cayó sin vida o herida, al instante sus compañeros trataron de ayudarlos, o de seguir avanzando, pero una segunda ronda de disparos cayó sobre ellos, detrás de los escudos de la Unión, una línea de rifles Remington calibre 22 disparo
- ¡mantengan la formación, la gloriosa legión de Sadera no retro…. –no pudo terminar su oración al recibir un tiro de uno de los francotiradores que ahora destruían la línea de mando con sus rifles M1C Garand
- ¡avancen y mantenlos! –A medida que la Unión disparaba –¡no los deje reaccionar! –iban marchando hacia adelante entre los cuerpos muertos y agonizantes de Saderanos, el caos reinó en pocos minutos mientras los mensajeros eran enviados con las noticias
En los cielos los wyverns no se atrevían a acercarse a la batalla, apenas tomaban posición eran derribados por la magia hostil, aquello conmocionó a alto mando que había salido de su embarcación y tocado tierra hacía unos minutos
-como que la tercera legión está retrocediendo, apenas estamos arribando, ¿Qué acaso el tribuno Acista no es capaz de dirigirlos como se debe
-mi señor, el tribuno cayó muerto, nadie controla la tercera legión –dijo el mensajero arrodillado, otro mensajero llego inclinándose ante el Legatus, dándole un terrible calosfrió en la columna
-habla soldado
-señor nuestro wyvenrs son incapaces de acercarse a la ciudad, los que enviamos a explorar los alrededores no han regresado,
- ¿cómo es eso?
-la magia del enemigo los está matando apenas tratan de acercarse más allá de los muelles, la única bienaventuranza es que sus fortalezas no han respondido a nuestra flota
-bien, esos cobardes se resguardan en ellas, que tomen las fortalezas de la entrada, y que los wyvenrs salgan de nuevo, los abrumaremos para que su magia no pueda detenernos, quiero esta ciudad para el fin del día
-sí señor
-legatus, uno de nuestros exploradores descubrió una flota desconocida en nuestra dirección
-cuantos barcos
-un aproximado de 50 naves, el resto del escuadrón se quedó a hostigarlos,
-Tenemos que obtener ventaja, que se apresuren en la toma de la fortaleza de esta ciudad, y de los emplazamientos de las estatuas
-sí señor
-legatus, la segunda legión ya está por desembarcar – el legatus sonrió con complacencia, más un grupo de estruendos cayeron sobre ellos a la vez que su wyvenrs comenzaban a caer del cielo
-aéreos hostiles –sobre los cielos comenzó una batalla entre los wyvenrs que ya estaban en el aire y esta fuera enemiga conformada por extraños dragones negros cayeron sobre ellos sin darles oportunidad de reaccionar a tiempo para impedir que el fuego llegara a sus barcos que recibieron las explosiones de plasma de los dragones furias nocturnas que salían en picada sobre ellos,
-rapido, defiendan los barcos –los wyvenrs enemigos se les enfrentaron –¡por la gloria de Sadera, mantenlos a todos! –pero nada pudieron hacer ante los dragones negros, más rápidos, y cuyo aliento Violeta los destrozaba, a la vez las fuerzas terrestres eran obligadas a volver a los embarcaderos, para ver sus barcos destruidos por fuego y truenos
-que la segunda legión mantenga la posición –El legatus en tierra ahora trataba inútilmente de organizar sus fuerzas mientras más regresaban heridas –envía a los inútiles auxiliares como escudo, que nos den tiempo para organizarnos
-legatus, informe de las costas cercanas –la flota se había dividido en tres grupos para golpear desde las costas cercanas y así sitiar la ciudad –fue imposible desembarcar, la cuarta legión fue destruida en tierra por magia extraña
-legatus ya perdimos nuestra artillería, y muchos barcos, tenemos que retirarnos ahora mientras tenemos tiempo
-¡cómo te atreves a sugerir tal tontería, las legiones nunca se ha retirado de una batalla! ¡debería hacerte matarte como ejemplo! –El barco del que había bajado hacía unos momentos presa del pánico trató de salir del puerto para sorpresa del Legatus –¿qué está haciendo esos tontos? ordénales que regresen, aún no hemos bajado los suministros
-Legatus, no son los únicos, mire –su flota ya presa del pánico comenzó a darse la vuelta para escapar
-legatus, informe del pretor de la segunda legión –exclamo un mensajero exhausto y pálido –los semi humanos se han revelado uniéndose al enemigo
-que… ¡malditos traidores! ¡cuando esto termine los mandaré crucificar! –exclamo con odio a la vez que pateaba un trozo de madera –¡que la quinta legión refuerza de frente principal y restablezca el orden!
-pero mi señor, la quinta legión no pudo bajar de los barcos, no tenemos refuerzos,
- mi señor la tercera y cuarta legión han sido aniquiladas, los restos han regresado para reforzar los embarcaderos,
- ¡las fuerzas de Sadera nunca han retrocedido, y permitiré que lo hagan! – se encaminó hacia sus fuerzas, cuando un terrible estruendo lo detuvo, se giró sobrecogido al ver sus embarcaciones volar en pedazos por fuego proveniente de las fortalezas al pie de las estatuas, los cañones finalmente estaban resonando al ver su flota llegaba y rodeaban, muchos Trirremes avanzaron para embestir como sus espolones,
Más los navíos de línea abrieron sus troneras exponiendo los cañones antitanques que tenían, los cuales atacaron sin misericordia alguna sobre las desafortunadas naves,
Muchas fueron destrozadas de frente al prepararse para golpear, y otras de costado en grandes explosiones, dando como resultado que La batalla terminara tan rápido como había comenzado con los restos de la alguna vez grandiosa armada de Sadera, ahora convertida en no más que trozos de madera de la que los sobrevivientes se aferraban, en tierra las fuerzas de Sadera ya no era más que una banda desorganizada que hacían vagos intentos por ofrecer resistencia, a una fuerza empeñada en empujarlos al mar, el Legatus, y los pretores lanzaron una última carga de tropas ante las fuerzas que estaban entrando a los embarcaderos,
-¡formación de escudos! –Los soldados cerraron filas en su carga de escudos que bien había sido usada y dado grandes victorias –¡avancen por el imperio! –pero ahora no servía al ver frente a la posición enemiga grandes dragones con armadura, que llevaban enormes martillos,
-¡preparados! –Grito el comandante al ver como Los saderanos avanzaban en formación –¡carabineros al frente –Una fila de soldados con rifles Remington calibre 22 se pusieron al frente –atención, derriben a estos crédulos –las armas sonaron con una violencia que estremeció a las legiones en cuyo frente caían muertos, atravesados por fuego y metal
-¡echen a estos tipos de nuestra casa! –fue un coro de voces mientras los Charizards se abalanzaron y con los martillos destrozaba las formaciones, apenas terminaban y los enemigos trataban de reorganizarse, eran detenidos por una segunda ronda de fuego, y así sucesivamente,
Al final del día la alguna vez imbatibles fuerzas conquistadora de Sadera, ahora desfilaban por la ciudad de altomare derrotadas y en camino a las prisiones que serían su nuevo hogar por un largo tiempo, caminando con las miradas derrotadas y recibiendo burlas de los defensores, y la población que ya estaba regresando a sus hogares,
-majestad, mensaje de Altomare –Alejandro había sido avisado hacía mucho tiempo, y ya estaba en camino desde su tren especial a la ciudad, acompañado por su guardia y cinco mil (5,000) efectivos de la capital –majestad….
-Déjame verlo –el mensajero entregó la nota a un calmado Emperador, el cual al desdoblarla y leerla solo sonrió, a su lado la capitana de su guardia, y uno de sus generales aguardaban lo que el expresara con dicha misiva
-mi señor….
-mi querida Arturia, ha comenzado lo que tanto hemos tenido y ansiado –dirigió la mirada al mensajero, el cual permanecía firme esperando –da un aviso al almirantazgo imperial, lord Avalon, conde de Avalor –su secretaria preparo papel, tinta, y su pluma –sau, alt, leo, nueve, dos, uno,
-sí señor –el hombre salió a entregar el mensaje al sistema de radio dejando a los presentes serenos admirando un mapa de la masa de agua que separaba ambas costas
En el puerto de pico de la doncella un bullicio de actividad se presentaba prestando atención especial a los barcos que salían de dicho puerto, hacía unos minutos habían recibido las ordenes del propio emperador y la operación TEMPESTAD entraba en curso con Una flota conformada por seis acorazados y tres portaaviones, su misión estaba en las aguas de Sadera,
