Capítulo 6
Ranma
Me acerco con las manos temblorosas, cuando estoy a punto de tomar la cremallera, Akane gira la cabeza rápidamente —no mires nada, no seas pervertido— regresa a mirar al frente y yo bajo la cremallera lo más rápido posible. Ella se gira con las manos cruzadas sobre el vestido para evitar que caiga y da un portazo.
—¡Gracias!— se oye desde adentro de la habitación.
Me siento en el piso y me limpio la frente, creo que esta chica me está dañando la cabeza.
Oigo más cosas caer, unas cuantas quejas hasta que finalmente abre la puerta.
—¿Qué tal?— dice mientras se termina de peinar con la mano.
Se ha cambiado de ropa y ahora luce una falda roja corta con una blusa blanca de manga corta, con unos tenis blancos.
La miro desde abajo perplejo
—así estoy más cómoda- sonríe
Akane
Siento algo pesado y cálido sobre mi cabeza, aún no me atrevo a abrir los ojos. El dolor punzante en la frente me lo impide, solo se que estoy recostada en posición fetal en el duro suelo. Tanteo con la mano y me encuentro con otra mano mucho más grande que la mía. Me obligo a abrir los ojos, siento un olor agradable sobre mi, me toma un segundo darme cuenta que estoy envuelta en la chaqueta negra del traje de Ranma, la retiro lentamente y el frío de la mañana hace que se me erice la piel. Me estremezco. Giro la cabeza apenas un poco para ver qué Ranma descansa sentado, con la cabeza recostada en la pared, es él quien tiene su mano sobre mí, la tomo del meñique y la pongo en el suelo. Continúa dormido.
Me arrepiento de haberme puesto esta falda corta de U-chan, ahora tengo mucho frío.
Poco a poco empiezo a recordar lo sucedido anoche. U-chan estaba insistente con el sake, a diferencia de ella yo soy bastante blanda, con unos pocos tragos es suficiente para embriagarme.
Gateo hasta donde está mi amiga enroscada en su futón y la muevo un poco.
—U-chan, U-chan, despierta— susurro en su oído.
U-chan murmura unas cuantas cosas y se da vuelta sin despertarse.
—¡U-chan!— digo un poco más fuerte.
Mi amiga se frota los ojos y bosteza.
—Akane-chan… buenos días — dice entre dormida y despierta, parpadea un par de veces y observa su habitación. —¡Vaya fiesta la de anoche!.
—shhh— digo llevándome el dedo a los labios.
Ella se tapa la boca con ambas manos y se ríe bajito.
—pobre bello durmiente, ayer tuvo mucho trabajo.
—¿eh?
U-chan me hace un gesto con la mano para que la siga fuera de la habitación.
—¿Quieres desayunar?— me pregunta mientras bajamos a la cocina.
Niego con la cabeza lo que menos quiero en este momento es comer. —U-chan ¿Qué pasó ayer?
Ella me mira y se ríe de nuevo —¡Ay Akane-chan, eres muy divertida cuando tomas!
—¿um?.
De repente me llega un fragmento a la cabeza, uno no muy agradable en el baño del restaurante, abro los ojos asustada.
—U-chan discúlpame por lo del baño.
Ella me mira con sus grandes ojos y pestañea— no te preocupes, tu amigo Ranma se encargó de cuidarte muy bien.
—¿A qué te refieres?
—bueno, cuando te pusiste a cantar en el karaoke el se encargó de ahuyentar unos cuantos depravados que se dieron cuenta de tu estado y quería aprovecharse.
Me tapo la cara con las manos, ahora sí que recuerdo que trepé como pude al escenario e intente cantar algo, me quiero morir de la vergüenza.
—bueno, no te preocupes tanto, él tuvo cuidado de bajarte cargada sin que se te viera nada—dice apuntando a mi falda.
El color rojo de mi cara adquiere un nuevo nivel, me siento, o más vale me tumbó en una silla de la barra y dejo caer la cabeza sobre la mesa.
—¡U-chan! Por qué me dejaste tomar tanto.
Ella se apunta con un dedo, preguntándome sin palabras.
—si, tú.
—pero si yo estuve ocupada toda la noche, tú eras quien te veías muy feliz. DiQme ...— se acerca confidente a mi oído —¿acaso tienes algo con Ranma?
—ya te dije que no.
—pero bien que te cuido ayer, te sostuvo el cabello mientras vomitabas, te puso su chaqueta cuando tenías frío y casi que no durmió pensando que te podrías ahogar si vomitabas dormida.
Ante cada palabra dicha por U-chan siento que se me revuelve más el estómago, el sudor frío empieza a recorrerme la espalda.
—¡U-chan! Quiero abrir un hueco y meter la cabeza— lloriqueo
Mi amiga me da una palmadita en el hombro y me sirve un vaso con agua y me lo bebo hasta el fondo, siento la imperiosa necesidad de tomar algo helado. El palpitar en mi cabeza se acrecienta y las náuseas también.
—Entonces…¿no te gusta para nada Ranma?
Niego con la cabeza — él tiene una prometida.
—¿Prometida?— pregunta Ukyo arrugando la cara.
—ajá, es una chica muy linda, de cabello color lila y grandes ejem… atributos— digo poniendo las manos a la altura de mi pecho— además tiene un restaurante chino.
—¡Espera!— U-chan abre los ojos de forma exagerada—No me digas que Ranma es el prometido de Shampoo.
—¿La conoces?
—por desgracia—masculla U-chan—participamos en un concurso de cocina, es una tramposa y engreída.
No tengo tampoco una buena impresión de ella pero prefiero callar.
—Akane-chan.
Ukyo toma mis manos entre las suyas y me mira fijamente.
—yo quiero que sepas algo, ayer que te vi entrar con él… yo…pero hoy… es decir yo quiero que sepas que.
—¡Buenos días!—Saluda Ranma desde el principio de las escaleras.
Ukyo y yo giramos.
Él parpadea un par de veces —disculpen, ¿Interrumpo?
Miro a U-chan pero ella sacude la mano en el aire como espantando una mosca.
— no, no interrumpes nada— dice con desgano.
—así que resucitaste — dice Ranma con una sonrisa de lado.
me encojo en mi lugar y esquivo su mirada.
—no deberías tomar así, estamos cerca de empezar el torneo— insiste Ranma en un tono serio que no le he escuchado.
— Pareces el papá de Akane, cálmate Ranma—intercede U-chan.
Doy un grito y me tapo la cara —¡mi papá!
—tranquila Akane-chan, anoche hablé con el tío Soun, le dije que estabas conmigo, que llegaste cansada de tu entrenamiento con el maestro Happosai.
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El regreso a casa fue de lo más silencioso. A pesar que Ranma insistió en acompañarme, creo que lo de anoche fue demasiado bochornoso para los dos, más para mí. Por fortuna ya es fin de semana y podemos descansar de las locuras de Happosai.
Me despido de Ranma en mi estación con un —disculpa por las molestias— y salgo corriendo hacia mi casa sin voltear a mirar.
Ranma
Me quedo sentado sin decirle nada a Akane, mientras ella sale corriendo por las puertas del metro. Que bueno que al menos se disculpa porque sí fue una molestia, una molestia terrible con esa falda que le dejaba ver las piernas largas y que hacía que todos esos idiotas del bar quisieran invitarla un trago, invitarla a su mesa y otra cantidad de idioteces. ¡Es que acaso no se da cuenta!. No fue una molestia sostener su cabello mientras vomitaba hasta el cansancio para luego quedarse dormida abrazando la taza, pero lo que sí fue una gran molestia es que mientras la llevaba hasta el cuarto de su amiga me abrazara y tiritara de frío y lo más molesto de todo fue la preocupación que no se fuera a ahogar en su propio vómito durante la noche, lo que me obligo a quedarme junto a ella.
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—ya estoy en casa— anuncio mientras me quito los zapatos en la entrada del restaurante.
—¡Nito!— mi hermana corre haciendo estruendo por las escaleras.
—hola
—qué bueno que viniste— sonríe maliciosa— tengo mucha hambre.
—¿Qué no piensas en nada más ?— la regaño pasando de lado.
—Nito, por favor— ruega con las manos juntas— cocíname algo delicioso.
—cocínalo tú, estoy muerto de sueño.
Hayami me sigue hasta la habitación y se planta en la entrada, se empina y pega la frente a la mía
—¿Qué pasa?— digo arrastrando las palabras.
Agudiza la vista y me olfatea.
— estuviste tomando— asegura —y además vienes con una ropa diferente a la que llevaste para entrenar— me da vueltas como si fuera una maldita estatua de exhibición— no me digas que…
— no es nada — me apresuro a responderle.
— te fuiste a una fiesta con Akane-chan y además dormiste con ella— dice fingiendo estar impresionada.
Abro los ojos como platos mientras el color fluye hacia mi rostro —¡Hayami!— regaño sin más argumentos.
— está bien descansa de tu ajetreada noche, pero cuando despiertes me cocinas algo delicioso ¿ Si?
Suspiro y me dejó caer en el futón — está bien— rezongo antes de caer dormido.
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Esa niñita es una descarada, quiere que le haga la más grande comida del mundo y ni siquiera es capaz de ir ella por los ingredientes.
—veamos, ya tengo los vegetales, la soya, el jengibre…
Busco en el congelador y tomo lo que sé qué más le gusta a esa glotona. Una mano toma también el helado. Me giro sin soltarlo.
—Akane.
—Ranma.
Ahí está la causante de mi falta de sueño, parada como si hubiera visto un fantasma. Por más del tiempo permitido, si lo hubiera, para estos casos, permanecemos con una mano cada uno en el helado, casi rozando los dedos.
Ella carraspea y lo suelta tomando otro del congelador.
—es para mí hermana— dice mientras lo agita en el aire.
—no pensé que Nabiki fuera igual de glotona a mi hermana.
Ella se sonríe —no, es para mi hermana mayor, Kasumi — se acerca a mi oído y me susurra —tiene antojos por el embarazo.
—¡Oh!... Ya veo, entonces debes apurarte.
Caminamos juntos a la caja y nos despedimos en la puerta.
Cuando llevo media cuadra recorrida siento un extraño deseo de ir hacia el lado contrario, corro y no demoro en divisar su vestido blanco moviéndose al compás de sus pasos.
—¡Akane!— grito y ella se gira sorprendida.
En mi cabeza era una buena idea, pero el valor salió de mi cuerpo en cuanto la vi a los ojos.
—¿Ranma?
Finjo ver los autos que van pasando en ese momento.
—Hayami, me hizo comprar muchas cosas, si quieres puedes venir… tú sabes… a comer.
Ella me da fugaces miradas mientras parece pensarlo.
—gracias…voy a llevarle el helado a Kasumi— dice mostrando la bolsa de compras.
¡Pero qué torpe soy! Claro que está ocupada.
—y luego paso por tú casa ¿Nekohanten? En el barrio ¿Oizumi?— pregunta tranquila
Me invade una emoción inusitada y asiento con la cabeza con fuerza. Ella se aleja y yo regreso a casa, empiezo a caminar pero al momento siento la necesidad de acelerar el paso más y más.
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—esta...mmm no, mejor está— dice Hayami mientras sostiene varias de mis camisas y me las mide por encima.
—¡Hermana! Te digo que no es nada importante, solo le dije que viniera a comer porque traje mucha comida.
Hayami se lleva el índice a la boca y me manda a callar —shhh.
Ruedo los ojos, ya se que cuando se le mete algo en la cabezota no hay quien le haga creer o hacer lo contrario.
Finalmente toma una camisa china azúl cielo —¡Está!¡ Está es perfecta!
Tomo la camisa y me la paso por la cabeza rápidamente.
Bajamos a la cocina donde ya están hirviendo algunas cosas, nos ponemos los delantales cuando suena la puerta. Hayami me mira y me da un codazo.
— llegó mi cuñadita— sonríe pícara mientras me toca la mejilla con el dedo.
—cállate y ve a abrir.
—entiendo, no queremos que luzcas desesperado—me guiña el ojo.
—¡Ya ve!
Escucho el saludo entre las dos en la entrada. Me asomo por la cocina y la veo, se ha cambiado de ropa, ahora lleva otro vestido de falda campana azul cielo, parece que nos hubiéramos puesto de acuerdo.
—¡Hola!— me saluda agitando la mano
—Hola… en un momento salgo.
—ven Akane, cocinemos juntas— dice Hayami mientras la conduce a la cocina.
—no, yo...—tartamudea Akane
—tranquila Nito ya tiene todo listo, solo haremos la ensalada.
Akane se pone un delantal; cuchichea y se ríe con mi hermana mientras hacen la ensalada. Me limito a mirarlas de reojo.
No me gusta presumir pero la comida me quedó deliciosa. Hayami a hecho todo lo posible por sentarme en la mesa, lo más pegado a Akane posible. Me llevo un poco de la ensalada, que hizo Akane, a la boca, por más que mastico hay algo que no puedo pasar, además que tiene un sabor amargo, ¿Acaso utilizó demasiada sal?.
Me da pena arrojar el trozo de comida y más ahora que ella me mira expectante.
—¿Cómo está la ensalada?—pregunta Akane.
Miro a mi hermana que está a punto de llevarse un poco a la boca y le tomo el brazo con fuerza.
Ella me mira intrigada, niego con la cabeza casi de forma imperceptible, esperando que entienda, pero la muy cabezota se lleva un buen bocado. La veo hacer caras raras. No lo hagas, no lo hagas, no lo hagas por Kami-sama. Demasiado tarde, mi hermana y yo escupimos al mismo tiempo.
—¡¿Por qué no dijiste que no sabías cocinar?!— alzó la voz y me doy cuenta algo tarde que toqué un punto sensible, Akane deja caer los hombros y agacha la cabeza, no puedo ver sus ojos porque se esconden tras el flequillo.
—lo siento— dice y su voz suena quebrada.
Hayami me da un codazo y me hace señas, me rascó la cabeza, no se me dan bien las palabras.
—no te preocupes Akane-chan, mi hermanito es un excelente cocinero, él te puede enseñar.
De inmediato la expresión de Akane cambia, da un brinco de su silla la cual cae hacia atrás. Sus ojos brillan expectantes, me toma por las manos y me mira, me pongo también de pie y doy un paso hacia atrás.
—¿De verdad Ranma?— suplica
Miro a lado y lado, Hayami cruza la esquina llevándose su almuerzo, ¡Maldita Traidora!
— si… yo… claro.
Akane da brincos en su lugar mientras yo suplico que me libere las manos.
—vaya, con razón no me contestan, si están ocupados teniendo citas— dice Happosai, quien se encuentra sentado, quién sabe desde cuándo, en la mesa, comiéndose nuestro almuerzo.
—Maestro.
—¡Akane! Mi amor—
El maestro salta como de costumbre hacia Akane pero es interceptado por la ensaladera en su cabeza, no lo pensé demasiado, ahora Happosai está metido de cabeza en la ensalada que preparó Akane.
—¡Puaj!— se limpia la boca y escupe —soy el mejor maestro de todos, pero en todos estos años …¡No he podido enseñarle a Akane ni siquiera a preparar un té!— se tapa los ojos con el antebrazo y gimotea — ¡he fallado!
Miro a Akane quien parece ignorar el berrinche de su maestro, se ha sentado de nuevo y come mirando hacia la nada.
Happosai parece darse cuenta de esto, la mira con el ceño fruncido.
—¡Hora de entrenar!— grita mientras lanza una de sus bombas de humo.
¡Genial! Ahora me encuentro atado como una oruga, al lado Akane lucha también con la cuerda mientras Happosai se devora toda la comida que preparé con tanto esfuerzo.
—delicioso Ranma, creo que tú maestra sí te enseñó muy bien el arte de la cocina— dice Happosai mientras se limpia los dientes con un palillo. —¡Es hora de entrenar!
—¡Pero hoy es sábado! — repongo enfadado.
— estos muchachos de ahora solo quieren vivir descansando— el maestro nos carga como si fuéramos dos sacos de papas y corre con tremenda agilidad.
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Akane
Esto es perfecto, tener que atravesar una montaña en vestido y sandalias un sábado a mediodía, justo lo que tenía planeado. Miro a Ranma quién al menos no tiene el inconveniente de la ropa, pero es una lástima que en medio de este bosque se le vaya a dañar esa camisa que le queda tan bien. Me mira curioso y yo doy un respingo.
— ¿Qué crees que sea el tesoro que dice Happosai?—pregunta sin darse cuenta de lo que me causa.
—umm— digo fingiendo tener que recordar mientras intento alejar el pensamiento de Ranma sin camisa— dijo que era un tesoro que nos ayudaría a entrenar, que estaba en la cima de la montaña y que lo reconoceremos al verlo.
—¿segura que conoces el camino?
—ya te dije que sí, no seas desconfiado.
—¿y llegaremos antes de anochecer?
—lo dudo.
Apuramos el paso por el sendero que se ha demarcado en el suelo por el paso de caminantes que suelen hacer peregrinaciones ocasionalmente. Lamentablemente no tomaremos el camino fácil o no sería entrenamiento.
No tardamos mucho en llegar al río, el sol en su máximo punto se refleja en el agua haciéndonos entrecerrar los ojos.
—tendremos que remar un poco— apunto un viejo bote que se encuentra en la orilla.
Ranma se remanga la camisa y brinca al bote, me ofrece la mano. Aunque yo puedo dar otro brinco igual, le doy la mano mientras trato de no dar un espectáculo con mi falda.
El bote se tambalea, pierdo el equilibrio y me voy de bruces, cierro los ojos con fuerza pero el golpe nunca llega. Ranma me atrapa por la cintura y me carga como si no pesara nada sentándome, aparta la mirada sonrojado. Tiro de mi vestido acomodándome lo mejor que puedo mientras le dedico un escueto —gracias.
El río está un poco más revuelto de lo normal, miro hacia atrás donde debe nacer el río una nube negra descarga toda su potencia. No tengo que decirle nada a Ranma, él también mira hacia donde se generan nuestros miedos.
—mejor nos Apuramos— ordena Ranma mientras me pasa el remo.
—deberíamos estar en el sendero que conduce a la montaña en unos 30 minutos.
Las manos me sudan, intento controlar el temblor en las mismas. Este recorrido lo he hecho un par de veces, siempre acompañada del maestro. Ranma no tiene porqué darse cuenta de mi vergonzoso secreto. Reprimo un grito cuando Ranma impulsa el bote sacándome de mis pensamientos.
Nos toma unos minutos acompasar nuestros movimientos al remar. El río comienza a verse más turbio y nos cuesta trabajo mantener el bote en un buen trayecto, chocamos con algunas piedras.
—¡Maldición!— gruñe Ranma tratando de evitar chocar de nuevo.
Me aferro al remo y tenso mi espalda tratando de ser firme.
El bote se mece y cruje, en algún momento todo se sale de control, el río gruñe como si fuera un animal feroz, ya no es solo agua lo que veo detrás de mí, es más un amasijo de piedras, lodo, palos.
—¡Ranma!— grito desesperada
El gira para verme pero veo el terror en sus ojos por un momento al ver lo que se avecina, se acerca a mi de una zancada y me envuelve fuerte con sus brazos. El golpe llega inevitablemente , cierro los ojos con fuerza mientras me aferro a su camisa.
El viejo bote se rompe y la avalancha nos traga, intento contener la respiración, a fuerza me separó de Ranma, aunque aún puedo sentir su mano aferrándose a la mía. El barro me cubre el rostro, con la mano libre intento limpiarme los ojos pero es inútil, la fuerza de la naturaleza es más fuerte que nosotros, rápidamente me lleva lejos, siento la punta de los dedos de Ranma que pronto serán separados de los míos. Quiero gritar pero no puedo, no debo, o moriré ahogada. Las piedras me golpean el cuerpo. No quiero creer que vamos a morir así, por un estúpido entrenamiento de Happosai, me niego a morir aquí, trato de mantenerme a flote, pero solo soy una muñeca que es llevada por el inmenso río embravecido. Llegamos a una bifurcación del río, mi cabeza rebota en una piedra y pierdo la conciencia.
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Estoy en casa, me siento en casa, escucho a mi familia felicitarme por algo, aunque parece que sus voces se encuentran amortiguadas. Intento concentrarme y entonces tengo la sensación que mis oídos se destapan
—felicidades Akane, la comida está deliciosa.
Mi corazón salta de alegría, ¿De verdad mi comida es deliciosa?
Al fin puedo verlos a todos alrededor de la mesa, me continúan felicitando. Al lado mío Ranma se encuentra sentado como si fuera parte de la familia, también hay un señor de la edad de mi padre con un traje de entrenamiento y un pañuelo en la cabeza, además de una señora muy bonita, se parece un poco a Ranma. Todos ríen y comen felices lo que yo he preparado.
—Vamos, muchacho dale un beso a tu prometida, ha cocinado muy bien — dice mi padre con alegría.
¿Prometida?,¿Pero qué?... No tengo tiempo de pensar cuando Ranma se acerca a mí sonrojado y tímido. No puedo retroceder, estoy petrificada en mi lugar, siento sus labios tibios sobre los míos.
Una espesa niebla cubre todo el lugar y mi cabeza da vueltas, aprieto los ojos con fuerza, escucho un pitido que me aturde y luego se desvanece lentamente. Abro los ojos y lo primero que encuentro son los de Ranma quién está sobre mí, ¿acaso él está..
Me siento sobresaltada y toso desesperada, tomando aire como si nunca lo hubiera hecho. Cuando al fin me recupero veo a Ranma tendido en el suelo totalmente agotado, de no ser porque acabo de ver sus ojos azules juraría que se trata de un Paantu, aunque yo no debo verme mejor, no queda mucho de mi vestido azul, ahora solo tengo un color en todo el cuerpo, marrón.
—¿Estás bien?— digo mientras gateo a su lado.
—pesas como plomo— dice tratando de ser gracioso mientras apenas levanta la cabeza del suelo.
Me río sin ganas y me dejó caer nuevamente al suelo recuperando el aliento.
—Gracias, pensé que íbamos a Mo…
—¡No lo digas!— regaña Ranma aún sin incorporarse.
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Afortunadamente pudimos llegar hasta un lago cercano y quitarnos algo de lodo, a pesar que lo he llamado tantas veces pervertido Ranma tuvo la decencia de mantenerse mirando hacia el lado contrario mientras me bañaba. De todas formas estoy segura que cuando llegue a casa tendré que sumergirme al menos una hora en el ofuro para quedar medianamente limpia.
Ahora llevo la camisa de Ranma para tratar de cubrir aunque sea mi trasero, esta situación no puede ser más vergonzosa.
Ascendemos la montaña en silencio, llevamos una buena marcha, tal vez sí lleguemos antes del anochecer. Me giro un poco para ver a Ranma quién en ese momento se remoja los labios, me llevo la mano a los míos y me detengo en seco. Él también para.
—¿pasa algo?... No me digas que nos perdimos— dice preocupado.
Niego rápidamente con la cabeza.
—lo que pasa es que… acaso tú…— no puedo, no puedo preguntarle eso.
Ranma me mira confundido.
Reanudo la marcha un poco más rápido sin percatarme si él me sigue o no.
—¿Akane?
—no es nada, vamos— digo tan rápido como camino.
Trato de no levantar la cabeza para que no se note mi creciente color sonrojado en las mejillas.
Pero de repente una cara se cruza en mi campo visual. Ranma se encoge para quedar justo bajo mi mirada asustándome.
—oye ya dime qué pasa— dice sin cambiar su posición frente a mí.
Me doy vuelta rápidamente, pero él hace lo mismo y aparece frente a mí.
— es que… cuando desperté… tú estabas.
Él parpadea varias veces y me mira confundido.
—dime que pasó en el río— me rindo sin poder preguntar directamente.
—¿En el río?... Bueno nos arrastró la avalancha, te golpeaste la cabeza, te tuve que arrastrar a la orilla.
— si pero...cuando yo desperté tú estabas muy… cerca.
Ranma se rasca la nuca mientras mira hacia los árboles — estabas inconsciente, no respirabas, te tuve que reanimar…
— ya veo— sin querer me tocó nuevamente los labios y tragó saliva.
— no creerás que yo.
—¿Qué?
— que yo me aproveche de la situación— Ranma aprieta las manos, supongo que sintiéndose acusado. — yo no… fue solo respiración boca a boca, tampoco es como si nunca alguien se te hubiera … ejem… acercado.
— ¡Cállate!— por qué tiene que ser tan torpe no y no entender las cosas que pasan por la mente de una chica.
Seguimos caminando o más vale Ranma trata de seguirme el paso acelerado.
— pero no entiendo, ni que te hubiera besado, besado, fue solo respiración.
— ya se, ya se ¡Cállate ya!— me tapo los oídos en infantil arranque de intentar dar por terminada la conversación.
— ¡Si te quisiera besar lo haría! Sin aprovecharme de nada— grita como loco.
— ¡Cállate! Tampoco serías capaz
—¡¿Ah no?!
—¡No!
Nos hemos acercado hasta rozar la punta de la nariz , tiemblo de la cabeza a los pies como las hojas de los árboles que nos rodean, veo sus ojos azules que se han puesto algo oscuros, Ranma ladea un poco la cabeza .
Me giro tan rápido como puedo y de nuevo camino.
—¡obvio que no! porque yo no te gusto y tú ...estás comprometido con Shampoo— digo en voz baja.
No hablamos más hasta llegar a la cima de la dichosa montaña, si el paso al que vamos no es un entrenamiento intensivo entonces no sé lo que es, siento el latir de cada uno de mis músculos.
— allí está — apunto a una cabaña abandonada donde Happosai y yo descansamos cuando venimos a entrenar a este lugar.
Ranma pasa de largo como si el ejercicio de hace unos segundos no significara ningún esfuerzo para él.
No pienso quedarme atrás, Ranma abre la puerta de un manotón, adentro solo vemos polvo.
Recorremos la pequeña cabaña con los ojos, Ranma camina hacia un rincón, se agacha y regresa con la cara totalmente roja.
— no me digas que esto es el grandioso tesoro— masculla con rabia .
Tomo lo que me está pasando y doy un grito dejándolo caer mientras me tapo los ojos, la revista cae al suelo y se abre en la página central.
—¡Maldito viejo pervertido!
Continuará.
cuánto tiempo paso, me disculpo pero he tenido unas semanas algo difíciles. Espero les haya gustado el capítulo.
Algunas aclaraciones Paantu son seres sobrenaturales destinados a difundir la buena suerte, la gente en Japón se disfraza como ellos, llenos de barro y con una máscara de madera.
Si, era una revista de play boy. Ese Happosai.
Saludos especiales
Ferchis-chan
SARITANIMELOVE
chimiusa
Hikari
Vanezl
CARO
ElisaLJ
Dulcecito311
Alexandraa417
Bombi-chan
CarolF Vargas
RANMA LOVE
Iselaglezcam
Benani0125
Guest
Akanitacuri
