EL SECRETO DE SAILOR JUPITER

CAPITULO 6

CELOS

18 años antes

Yo también quiero que el ciclo escolar ya termine, pero aún faltan tres meses— Respondió Makoto a Ami y Serena mientras comían el almuerzo en la azotea de la preparatoria de la cual estaban a punto de dejar de ser estudiantes.

Mako-chan ¿Qué te sucede?— Cuestionó Ami— Tienes días que andas muy distraída

¿Por qué lo dices?— Preguntó Makoto

Mako, yo también ya quiero que termine el ciclo escolar para casarme con Darien— Dijo Serena mientras sonreía— Pero no estábamos hablando del fin del ciclo escolar. Lo que te decía es que faltan cinco días para navidad, y te pregunté si podrías acompañarme al centro comercial a comprar un regalo para Darien

Oh. Lo siento Serena. No creo que pueda— Dijo apenada Makoto— Después de salir de clases tengo que ir a trabajar al crown. Luego a hacer tarea y termino muy cansada.

Desde que trabajas en el crown center ya casi no tienes tiempo para nosotras— Se quejó Serena— ¿No será que estás saliendo con Andrew?— Preguntó Serena pícaramente.

La pregunta que acababa de hacer Serena hizo que a Makoto le diera un vuelco al corazón y se pusiera nerviosa ante la idea de saberse descubierta.

Serena ¿Cómo se te ocurre cuestionar la lealtad de Mako-chan?— La regañó Ami molesta— Nosotras somos unas sailors. Hicimos un pacto de castidad.

Serena soltó una sonora carcajada, dejando más nerviosa a Makoto que era incapaz de decir palabra alguna en ese momento.

¡Es una broma!— Exclamó Serena

Gracias, Serena— Respondió Makoto sintiéndose más tranquila

No dudaría de ti, Mako-chan— Le dijo Serena mirándola a los ojos— Aunque sabes que no estoy de acuerdo con ese absurdo pacto de castidad. Si encuentras el amor en un hombre, yo estoy dispuesta a apoyarte a pesar de...

¡No estoy interesada en Andrew!— Exclamó Makoto— Si, hace años lo estuve porque se parece físicamente al chico con el que estuve obsesionada, pero ya he madurado. Ya no me interesa tener un novio y mi deber de Sailor es primero.

No te enojes, Mako. Era una broma— Aclaró Serena una vez más— Además sabemos que Andrew tiene novia y está muy enamorado de ella. Tan enamorado que a veces envidio a Reika por la relación que tienen. El año pasado días antes de la navidad me encontré a Andrew en el centro comercial buscando el regalo ideal para Reika, la ha apoyado en sus estudios aunque eso implique tenerla lejos, trabaja mucho para poder ir a visitarla al extranjero; además, a principios de este año cuando vino Reika, Darien y yo tuvimos una salida de parejas con Andrew y ella y el amor se les nota. Por si fuera poco ella es tan guapa y sofisticada. Pero en fin, supongo que Darien muy a su manera también me ama, aunque no sea tan bueno para expresarlo ni se le note tanto como a Andrew.

Chicas. Voy al baño. Ahora vengo— Puso de excusa Makoto, pues no quería seguir escuchando sobre los regalos que Andrew le compraba a Reika, ni de lo enamorado que se veía ni nada.

Mako. ¡Se te cayó esto!— La llamó Ami.

Makoto se dio media vuelta y entonces temió ser descubierta cuando se dio cuenta de que lo que se le había caído era la caja de pastillas anticonceptivas que estaba tomando.

Son mi tratamiento para los quistes de ovarios— Mintió Makoto. Y en realidad no es que tuviera quistes, pero debido a que había descubierto que los condones le causaban alergia, Andrew la había llevado con un ginecólogo para que le recetara un anticonceptivo y le había comprado aquellas pastillas.

Ya sospechaba que tenías quistes por esos cólicos tan fuertes que te dan— Comentó Ami— Me da gusto que al fin hayas ido al ginecólogo, pero no sólo sirven para no embarazarse y para tratar problemas de ovario poliquístico, sino también para tratar problemas de acné.

No lo sabía. Gracias— Respondió Makoto que enseguida huyó al baño para evitar hablar de temas que le incomodaban.

-0-0-0-

DIARIO DE MAKOTO

Querido Diario:

No dejo de pensar todo el día en lo que hoy comentó Serena sobre la relación de Andrew con Reika. Y me duele porque no puedo evitar compararme y saber que a un lado de ella yo soy tan insignificante. Ella es hermosa, femenina, elegante, sofistica, inteligente y una mujer de mundo que ya ha viajado; y yo, bueno, yo soy no soy tan linda como ella, seguramente ella debió tener mejores notas que las que yo tengo y además yo ni siquiera he salido de Japón; y aunque Andrew es lindo conmigo no puedo evitar pensar en todo lo que ha hecho por ella: Seguir con la relación aunque ella no esté, ahorrar para ir al extranjero dos veces al año a visitarla.

No puedo evitar preguntarme cosas como ¿Haría por mí todo lo que ha hecho por ella?

Bah. Ahora que lo pienso. Ni siquiera sé que somos, pues después de que nos acostamos no ha vuelto a mencionarla pero tampoco puedo asegurar que piense dejarla.

P.D.: Querido diario. Decidí que no voy a estar triste. Si Andrew está conmigo seguro es porque hay algo que le debe gustar de mí. Hoy quedó de venir a verme en la noche, pero sé que está muy ocupado porque pronto tendrá exámenes en la universidad, así que mejor voy a sorprenderlo. Cocinaré lasagna, me pondré el vestido verde que dice que se me ve sexy, lencería nueva e iré a darle una sorpresa y de paso a poner las cartas sobre la mesa y hablar de Reika y de nuestra extraña relación. Él es siempre quien me visita, creo que sería lindo ir a visitarlo yo y prepararle cena ya que seguro sólo tienen ramen instantáneo o pizza congelada para cenar.

P.O.V. MIDORI

—¿Ya estás lista, Midori?— Pregunta mi padre afuera de la puerta de mi recamara, así que interrumpo mi lectura.

—Sí— Le respondo y le abro la puerta.

—Vamos. Sube el auto. Yo llevaré tu maleta— Dice papá mientras carga con mi equipaje.

Creí que convencerlo de llevarme a Cambridge con él sería difícil, pues no es partidario de que falte a clases si no es por una razón de peso mayor, y cuando le dije que quería ir porque últimamente estaba considerando estudiar medicina se rio en mi cara y me hizo ver que no creía mi repentino interés por seguir sus pasos.

Y pues en efecto, tiene razón. Ni loca estudiaría medicina. No me gusta el olor a hospital e incluso me desmayo cuando me sacan un poco de sangre para hacerme análisis. Ni hablar de que soy un poco hipocondríaca y no me gusta hablar de enfermedades; pero me encanta un futuro doctor que estudia en Cambridge University.

Como el recurso de inventar que estaba considerando estudiar medicina no me funcionó, entonces le dije que como era viernes al siguiente día yo no tendría clases y que no pasaba nada con que faltara un día. Además le hice ver que tal vez lo entretendrían algunos colegas suyos y que tal vez no podría regresar a Londres tan temprano como lo planeaba, que se le podría hacer tarde y yo iba a estar sola en casa. Por supuesto también tuve que sincerarme y decirle que me importaba una nada escucharlo hablar sobre cirugía plástica y le dije que sencillamente tenía ganas de ir de paseo (sí, no le he hablado de Aries), y como a él no le gusta dejarme sola aunque sepa defenderme, al final accedió a sacar un permiso en mi escuela para llevarme y que mi ausencia esté justificada.

Así que ahí voy. Rumbo a Cambridge a sorprender a mi chico. Le he preparado unas galletas de chocolate porque sé que ama el chocolate, y por supuesto las he escondido de papá para que no se las coma.

Como el viaje va a a durar más o menos una hora dependiendo del tráfico y no tengo sueño, una vez que mi padre enciende el motor del auto para ir rumbo a Cambridge doy comienzo a nuestra charla.

—Antes de que me tocaras la puerta estaba leyendo el diario de mamá. Serena parecía buena amiga y dispuesta a apoyarla si encontraba el amor en un hombre.

—Pero al final no lo hizo— Responde mi padre

—Según como la describe mi madre parecía buena persona

—Y lo era— Contesta mi papá— Pero también muy débil de carácter

—Bueno, no quiero hablar de Serena. Mejor cuéntame. ¿No te dabas cuenta de que mamá estaba sufriendo al pensar que tú aún amabas a Reika?

—Sí me di cuenta. Te voy a contar lo que sucedió para que el trayecto a Cambridge no sea tan aburrido.

18 años antes.

Después de calentar por tres minutos su ramen instantáneo en el microondas, Andrew regresó a la sala en cuya mesa de centro se encontraban apilados sus libros y cuadernos. No le faltaba mucho para terminar su tarea para el siguiente día, pero decidió que primero comería algo y después se apresuraría a terminar lo que le faltaba para ir a visitar a Makoto .

De pronto, al ver el desorden en su departamento pensó en lo distintos que eran Makoto y él respecto a sus habilidades para las labores domésticas, pues mientras ella siempre tenía todo limpio y perfectamente bien ordenado; el departamento de él, aunque lo limpiara por higiene, era un caos; pues en el sofá aún estaba su ropa limpia luego de que el fin de semana la recogiera de la lavandería, ropa que muy probablemente no alcanzaría a ser colgada en el guardarropa antes de que le diera uso y de nuevo tuviera que ir a parar al cesto de la ropa sucia. Ni hablar del escritorio que estaba a un lado del librero y en el cual no se había sentado a hacer su tarea porque tenía apilados un montón de documentos en desorden de los cuales aún necesitaba ver cuales tenía que tirar y los demás separarlos; o peor aún, las bolsas de la despensa que había ido a comprar al supermercado hace tres días y que seguían en la barra de la cocina porque no se había dado tiempo de acomodar las cosas en la alacena con el pretexto de que eran alimentos enlatados; y eso que hace meses había decidido deshacerse de sus platos, vasos y palillos para no tener que lavar trastes y los había sustituido por desechables.

Por su mente cruzó de pronto la idea de que tendría que aprender a ser más hábil con las labores domésticas por si un día se casaba con ella no tener problemas por causa de la meticulosidad con que ella ordenaba todo en casa; y de pronto le hizo gracia estar pensando tan a futuro con Makoto cuando apenas tenían quince días teniendo una relación y además ella todavía ni terminaba la preparatoria, y él aunque estuviera a pocos meses de graduarse aún quería estudiar la especialidad.

Decidió que en vez de estar divagando con pensamientos demasiado a futuro se pondría a comer su ramen para luego terminar su tarea e ir a verla, pero entonces escuchó sonar el timbre de la puerta y se puso de pie para ir a abrir.

Se sorprendió al darse cuenta de que era ella. Desde que Makoto había entrado a trabajar al crown y antes de que pasara lo que había sucedido en la noche en que ella cumplió años sólo la había invitado a su departamento una vez que lo tenía bien ordenado porque Unasuki había ido a ayudarle con eso a cambio de que le ayudara con sus deberes escolares, pero desde entonces no lo hacía por pena a que viera el caos que era su casa.

Mako— Susurró cuando la vio afuera de su casa. Iba vestida con un abrigo verde obscuro, bufanda negra, medias y botines también de tono obscuro.

¿No me vas a invitar a pasar?— Preguntó ella

La inesperada visita de Makoto no era algo que hubiera deseado en ese momento. No porque no le gustara estar con ella, sino por como estaba su casa ese día; pero tampoco podía ser grosero y no invitarla a pasar, menos en una noche fría de invierno.

Pasa. Pero te advierto que tengo un desorden— Le dijo él— Siéntate y deja me doy una ducha y salimos. ¿Qué te gustaría ir a cenar?

Traje lasagna para comer aquí— Dijo ella dejando en la mesita la bolsa de plástico dentro de la cual había un contenedor de vidrio.— Sé que tienes muchos exámenes en unos días, asi que te traje comida para que no comas esos insípidos ramen instantáneos y no tengas que salir de casa.

Makoto se quitó el abrigo y lo dejó en el sofá, dejando a la vista su armoniosa silueta que se podía apreciar bajo aquel corto vestido color verde obscuro de mangas largas que se ceñía a su cuerpo.

Espero te guste— Susurró ella acercándose a él y echándole los brazos alrededor del cuello para después besarlo en los labios.

Claro que me gusta— Le respondió él llevando sus manos a las caderas de ella.— Se te ve bien ese vestido, aunque te ves mejor sin nada.

Yo hablaba de la comida— Dijo ella quitando las manos de él de sus caderas.— Come y después veremos.

De acuerdo— Le respondió él con una sonrisa— Pero primero me voy a meter a duchar.

Te acompañaría pero me acabo de duchar— Dijo ella— Mientras yo pondré un poco de orden en esta casa— Comentó mientras se dirigía la barra que separaba la sala de la cocina y comenzaba a sacar los alimentos enlatados que aún estaban dentro de las bolsas de plástico.

No hagas eso— Le dijo él quitándole la bolsa de plástico.

¿Por qué no? No es la primera vez que pongo tu casa en orden— Comentó ella— Y la primera vez no pareció molestarte.

Pero en ese entonces no estaba interesado en darte una buena impresión. Además este es mi desorden y tú no eres mi sirvienta— Hizo una pausa y continuó hablando— Tengo que aprender a ser más ordenado y tomarle gusto a las labores del hogar ¿Sino como voy a poder ser un buen marido algún día?

Makoto se quedó asombrada al escucharlo hablar de querer darle buena impresión y desear ser un buen marido. No sabía como tomarse aquello aunque le pareció lindo, pero antes de que dijera algo, Andrew continuó hablando.

Me voy a duchar rápido. Ponte cómoda.

-0-0-0-

Pese a que Andrew le había dicho que no hiciera nada, Makoto quería ayudarlo; así que después de colgarle la ropa en el armario, se dirigió a la cocina a acomodar las latas en la alacena, por último se dirigió a la sala decidida a poner orden en el escritorio pensando que seguramente estaría más cómodo si no tuviera aquel amontonadero de documentos, pero de pronto vio una figura de la Estatua de la Libertad que le recordó que Andrew hace unos meses, durante la golden week había viajado a Estados Unidos para visitar a Reika, quien al poco tiempo de haber regresado de África había decidido continuar sus estudios en Nueva York. ¡Ahí estaba de nuevo la punzada de los celos! Otra vez estaba comparándose.

Dejó la estatuilla donde estaba diciéndose que debía ver aquello como un simple souvenir de un viaje al extranjero, después de todo ¿No es eso lo que suelen hacer las personas cuando viajan al exterior? ¿Comprar objetos de recuerdo de sus viajes?

Tratando de ser más optimista empezó a poner orden en aquel escritorio. Separando recibos y facturas de pago en un lado, tickets de compras en otro; pero de pronto en medio del desorden encontró fotos de Reika ¿Era tan jodidamente hermosa? Luego fotos donde aparecían juntos, ambos mirándose con cara de enamorados, él tan atractivo y ella tan hermosa, luciendo como la pareja perfecta

Te dije que no era necesario que acomodes mis cosas

La voz de Andrew detrás de ella la sorprendió. Había estado tan sumida en sus pensamientos que no había escuchado en que momento salió de la ducha y llegó a la sala.

-0-0-0-

Cuando Andrew se percató de que lo que tenía Makoto en las manos eran fotos de Reika, supo que habría problemas. Makoto estaba de espaldas a él pero era evidente que estaba tensa. Ya se imaginaba con un puñetazo bien dado en la cara o una patada en la parte que más le gustaba de su cuerpo por parte de su fuerte chica, pero entonces la escuchó sollozar bajito, como si tratara de reprimirlo.

Mako. No es lo que estás pensando— Le susurró

Ella se apartó de su lado y tomó el abrigo que estaba en su sofá.

Está bien—Dijo ella limpiándose las lágrimas—Lo entiendo. Debes ser difícil estar en abstinencia mientras ella está fuera de Japón. Además tú y yo no somos nada.

Makoto, deja que te explique

Que disfrutes la cena, Andrew. Dile a Reika que le mando saludos cuando le hables.

Makoto quería irse. Ya no soportaba estar ahí, pero cuando estaba punto de abrir la puerta sintió la mano de Andrew tomándola con fuerza de la muñeca.

Ya terminé con Reika

Las palabras de Andrew la sorprendieron, y se dio la media vuelta encontrándose con su mirada.

Si la amé mucho y no voy a negarlo, pero ella ya es mi pasado. Ahora tú eres mi presente. Te amo a ti y ya te lo dije— Dijo Andrew con total sinceridad.

Me lo dijiste después de tener sexo— Aclaró ella

Mako. No sé si vayas a creerme y me da mucha vergüenza decírtelo, pero esas fotos estaban extraviadas desde hace meses. Desde mucho antes de que entraras a trabajar al Crown Center. Nunca supe donde habían quedado porque como puedes ver mi departamento es un desastre y desde enero no he puesto orden en ese escritorio

Makoto estaba sorprendida, aunque no sabía si su sorpresa era mayor por saber que él ya no estaba con Reika o por enterarse de que no ponía orden en aquel escritorio desde hacía casi un año.

Ven— Dijo Andrew tomándola de la mano y llevándola hasta el escritorio— Fíjate en las fechas. Estos son recibos del año anterior y algunos de principios de este año. Estos también son tickets de compras del año pasado y estas son tareas escolares de hace dos semestres.

Andrew deslizó uno de sus dedos por el escritorio, marcando aquel espacio lleno de polvo por el que era evidente que no había pasado ningún trapo en un tiempo considerable.

Y aunque no hubiera querido que te dieras cuenta. Por este escritorio no ha pasado ningún trapo en meses.

Las lágrimas empezaron a salir de nuevo de los ojos de Makoto.

Por favor. Créeme— Le suplicó Andrew

Sí te creo.

Andrew la tomó de las mano, la atrajo hacia él y la abrazó.

Pensé que ya me iba a quedar sin mi novia.— Le dijo mientras sus miradas se encontraban.

¿Novia?— Susurró Makoto sorprendida.

Pues sí— Le dijo Andrew— ¿No te he dicho ya que te amo?

Es que. No sabía si me lo decías sólo para...

Andrew lo entendía. Que le hubieran roto el corazón tantas veces había hecho de ella un tanto insegura a pesar de ser irresistiblemente hermosa.

De acuerdo. No creí que fuera necesario ser tan explicito, pero si te hace feliz te lo pregunto ahora. ¿Makoto Kino, quieres ser mi novia?

Sí— Respondió Makoto emocionada.

Andrew la besó, y entonces todas las dudas que ella tenía sobre los sentimientos de él desaparecieron. Ya no había cabida en sus pensamientos para compararse con la ex novia de Andrew, ni para pensar en sus deberes como Sailor. Deseaba por primera vez pensar sólo en ella y dejarse llevar por el sentimiento de amar y ser correspondida.

P.O.V. MIDORI

—¿Y cómo fue que terminaste con Reika?— Le pregunto a mi padre luego de que me termina de contar como le propuso ser su novia a mi madre.

—Eso creo que te lo contaré más tarde cuando me desocupe— Dice mi padre mientras aparca el auto en el estacionamiento de Cambridge University— Faltan quince minutos para que empiece el congreso. Así que debo estar en la sala de conferencia ya. Y como sé que no te interesa nada relacionado con la medicina te doy permiso de que recorras el campus. Sirve que averiguas sobre los planes educativos que pueden interesarte. También aquí cerca hay lugares a donde puedes ir a comer pero por favor no vayas muy lejos.

—¡Sí, sí!— Le digo mientras pongo los ojos en blanco— Conozco Cambridge, papá. Hemos venido muchas veces. No me perdería en esta ciudad, pero descuida. No voy a ir lejos. Lo prometo.

—Siempre vas a ser mi niña. Sin importar la edad que llegues a tener ni quien eres.— Me dice y después me da un beso en la frente— Te veo más tarde.

Cuando mi papá se pierde de mi vista saco el móvil de mi bolsa y le marco a Aries. Sé que los viernes entra un poco más tarde y que no va a entrar al congreso donde estará mi padre porque ese va dirigido a estudiantes de medicina de los últimos semestres y Aries apenas está iniciando, así que debe de estar en su casa que no está muy lejos de aquí

Midori-chan, buenos días. ¿Cómo estás, hermosa?

¡Me encanta cuando Aries me llama Midori-chan o me dice "linda" y "hermosa"! Aparte de estar tan guapo como un actor de dorama japonés es tan lindo.

—Bien. Pensaba en ti y decidí llamarte.

Yo también siempre pienso en ti— Me dice— ¿Pero no se supone que ahora mismo debes estar en clases?

—Pues sí— Le digo— ¿Pero qué crees? ¿Recuerdas que te dije que papá es cirujano plástico?

—Pues está en Cambridge University porque va a dar una charla en el congreso de cirugía plástica, Y ¿Adivina quien lo acompaña?

Esperaba que Aries mostrara felicidad, pero hay puro silencio del otro lado de la línea. Hasta que escucho su voz que no muestra la más mínima emoción.

Midori. Hoy no estoy en Cambridge. ¿Recuerdas que te dije que mi hermana vendría a visitarme?

—Sí— Le respondo desilusionada.

Pues esta mañana hemos partido a Liverpool así que no estaré en la ciudad, pero te prometo que el fin de semana que viene iré a Londres a visitarte. ¿De acuerdo?

—De acuerdo

No estés triste Midori. En verdad eres muy importante para mí. Y también tenía muchas ganas de verte.

Nuestra llamada finaliza con promesas de que irá a verme el próximo fin de semana. Me siento desilusionada. Así que desobedeciendo a papá, tomo un taxi para ir a Lion Yard, uno de los centros comerciales más importantes de la ciudad. Papá se va a entretener mucho, así que sé que alcanzo a regresar a tiempo para evitar que se de cuenta de que fui lejos.

Al llegar recorro las boutiques que más me gustan, pero hoy no me emociona. Yo quería ver a Aries. Así que al final decido comprar un cappuccino de chocomenta y sentarme en una de las bancas que están en el mall y saco la caja de galletas que tengo guardada en mi bolsa y que había preparado para Aries. Abro la cajita y saco una llevándola a mi boca para saborear aquella delicia, aunque parece que por hoy hasta el sentido del gusto he perdido pues no encuentro placer al probarla, y entonces, de pronto lo veo. Es él. Es Aries y está afuera de una boutique de ropa femenina. ¿No que estaba en Liverpool? De pronto, de la tienda veo salir a una chica de largo cabello negro con reflejos azules enfundada en una corta minifalda negra y top azul rey que lo abraza efusivamente, y él corresponde a ese abrazo.

Parece que a pesar de estar con suficiente distancia de por medio él se percata de mi presencia, pues su mirada color violeta se cruza con la mía. Luce asustado y toma de la mano a aquella joven obligándola a ir en sentido contrario, y cuando menos lo espero las lágrimas traicioneras salen de mis ojos.

Me levanto y tiro a la basura aquellas galletas que no me quiero comer y que preparé para un imbécil que tiene novia y sólo estaba jugando conmigo.

-0-0-0-

Faltaba un día para noche buena, y Makoto que no podía ser más feliz desde que había iniciado su relación con Andrew ya le había comprado su regalo para ese día tan especial, además de los ingredientes para prepararle el Christmas Cake que a ella le quedaba delicioso. Había querido también comprar los ingredientes para preparar el pollo al estilo KFC que le quedaba igual que el que vendían en la reconocida cadena de tan famoso restaurante americano, pero Andrew le había pedido que no gastara su dinero ni cocinara porque él iba a comprar los insumos necesarios para la cena y le ayudaría a preparar la comida para no dejarle a ella todo el trabajo.

Mina que ya se encontraba recuperada de aquel virus que la había tenido en cuarentena, las había invitado a su casa a ella y a Ami para pasar la noche buena, pues por sus deberes de Sailor sus dos amigas no tenían novio, sin embargo, Makoto les había inventado que tenía los mismos síntomas de aquel virus que había atacado a Mina y que por si acaso quería permanecer aislada. Por supuesto se sentía mal por mentirles, pues las dos tendrían que pasar la festividad solas ya que Serena obviamente lo pasaría al lado de Darien y Rei todavía no regresaba a Tokio; pero sus ganas de pasar aquel día tan especial al lado de Andrew eran mayores que su remordimiento de conciencia por mentirles a Mercury y Venus.

Ahora sólo le faltaba comprar un vestido lindo para el siguiente día, pero antes de ir a recorrer las tiendas se sentó en una de las mesas del Food Court del centro comercial Juban para disfrutar de un cappuccino de amaretto cuando de pronto escuchó una voz femenina conocida.

¿Makoto?

Al levantar su vista sintió un vuelco al corazón cuando se dio cuenta que la mujer que tenía frente a ella era Reika Nishimura, la ex novia de Andrew.

¿Puedo sentarme?

Makoto se quedó sin habla. Temía que fuera a reclamarle por ser la causante de que Andrew la terminara, pero Reika para su sorpresa estaba siendo amable y se miraba feliz.

Sí— Contestó tras varios segundos. No había motivos para ser grosera con Reika, ni para decirle que no cuando todas las mesas estaban ocupadas.

Tenía mucho tiempo sin verte. ¿Cómo has estado?— Preguntó Reika luego de pasarse un sorbo de su café

Muy bien— Contestó Makoto— Muy presionada con las clases, ya que me faltan tres meses para terminar la preparatoria y entrar a la universidad. ¿Y tú? ¿Qué haces en Tokio? Pensé que vivías en el extranjero.

Me dieron quince días de vacaciones— Dijo Reika— Los americanos suelen darle más importancia a la navidad que aquí en Japón. Para ellos es una época de estar en familia, y se lo toman tan en serio que en las escuelas de todos los niveles suelen dar vacaciones desde poco antes del día 24 hasta pasado el primero de enero. Así que aproveché para venir a ver a Andrew.

Makoto empezó a toser, pues se había atragantado con el cappuccino cuando escuchó que Reika estaba en Japón por Andrew.

¿Estás bien?— Preguntó Reika con aparente preocupación

Sí— Respondió Makoto cuando se sintió mejor.—¿Dices que estás aquí por Andrew?

Sí— Contestó Reika— No sabe que estoy aquí. Quiero darle una sorpresa porque no se lo espera. No nos vemos desde mayo cuando fue a Nueva York a visitarme, y no pensábamos vernos hasta la próxima Golden Week porque tiene muchos gastos ahora que faltan tres meses para graduarse, pero yo vine a él

No sabía que seguían juntos— Comentó Makoto aparentando tranquilidad, pero sintiendo un nudo en la garganta.

No ha sido fácil mantener una relación a distancia, pero seguimos juntos— Dijo Reika— Tengo un novio maravilloso que me ha apoyado en todo, pero por fin esa distancia va a terminar porque en Septiembre va a irse a vivir a Nueva York conmigo. Va a estudiar la especialidad en Estados Unidos y por fin vamos a estar juntos.

¡Hola!

Pues bien. Aquí les traigo un capítulo más terminado y ¡Ay, Andrew! jajaa, como decimos en México ¡Ya se le juntó el ganado! jajaja.

En fin, ya poniéndome en modo seria, sé que soy súper rápida para actualizar y eso es porque desde que abrí esta cuenta de fanfiction fue porque estaba en casa incapacitada y me aburría mucho en mi encierro, sin embargo, ya recuperé la salud y después de más de un mes ya vuelvo a mi trabajo el jueves, así que ya no tendré tanto tiempo para el ocio y seré más lenta actualizando (pero eso sí, ya no me voy de fanfiction porque le agarré gusto, jajaja)

Gracias a quienes me han dejado sus reviews o me han mandado mensaje: Perla, Abel Gregov, Milenio y Aracox.

Aracox y Perla: Este fanfic si lo voy a estar actualizando seguido porque me tiene muy inspirada. El de RETANDO AL DESTINO, lo voy a actualizar lentamente, porque como en ese la protagonista no es Makoto (aunque obvio tiene importancia), las musas del fuego y la luna se me duermen, jeje. Me encantan las otras sailors, pero tengo más facilidad para escribir de Makoto. Esto de la inspiración es como una musa caprichosa que se larga y regresa cuando quiere.

Respecto al capítulo les aclaro cosas que tal vez pudieran parecerles extrañas. Que Andrew no le haya pedido a Makoto ser su novia antes y diera por hecho que ya lo son es porque según leí los japoneses no tienen la costumbre de preguntar "¿Quieres ser mi novia?", sólo dicen lo que sienten (aunque se tardan mucho) y si ven que la otra persona corresponde a sus sentimientos dan por echo que ya hay una relación. También en el capítulo se habla de que en tres meses terminarán la escuela porque en Japón el ciclo escolar acaba en marzo y vuelve a empezar en abril. En cuanto a eso de que estén planeando pasar la noche buena juntos es porque investigando me enteré de que en Japón la nochebuena es más bien una fecha que se pasa con la pareja y no algo familiar como solemos hacerlo acá en occidente.

En fin. Probablemente me cambie el nickname porque SailorJupiter1987 no me gusta y suena poco original.

Saludos.

Me pueden llamar Edythe (o Edith) porque pues, no me llamo Sailor Júpiter.