Capítulo VI: Explicaciones y consecuencias

- Lena duérmete

- No.

- Te ves agotada

- No.

- Me quedaré contigo.

- No.

Lena a todo decía que no, por más que estaba exhausta, Kara le acarició más, incluso le olió su cabello, aún tenía el mismo aroma – ¿cómo es posible? – preguntó y Lena se encogió ante los recuerdos.

- Lo siento, lo siento mi Lee – dijo abrazándole – vamos a esperar a todos para que puedas decirlo una vez nada más – propuso y ella estuvo de acuerdo.

Por la mañana 6am, ambas se cambiaron, Kara deslizó su mirada por el cuerpo de Lee, no por obvias razones, sino porque quería ver si tenía cicatrices y demás cosas que sería normal tener dado lo ocurrido con ella. Lena no las tenía, eso le alegró.

Pero también le confundió.

Kara le ayudó a vestirse, ambas sonrojándose mucho.

Kara ya cambiada fue a abrir las persianas – no por favor – pidió Lena cubriendo con sus manos sus ojos.

- Ok, ok – soltó Kara haciéndole caso, ya sabría ella las razones después - ¿tienes hambre?

- Joder que sí – replicó Lena optimista y Kara sabiendo que Lena no podía ver nada, le llevó a la sala, sentándola sobre la alfombra, frente a ella una mesa de centro, dónde poco a poco fue poniendo mucha comida, sorprendiéndose cuando Lena empezó a comer de todo muy rápido y a beber, igual que lo hacía ella al desgastar su energía o incluso más rápido que eso.

- Lo siento – se disculpó Lena sintiendo que Kara la estaba viendo.

- No te disculpes Lee, ¿has pasado mucho tiempo sin comer? – preguntó, preguntándose quién sería el desalmado que no le daría comida a su ángel.

- ¿Cuánto tiempo llevo fuera? – preguntó Lena.

- 10 años – respondió Kara haciendo una mueca desagradable, Lena ni se perturbó.

- Bueno, ese es el tiempo que llevo sin comer – soltó ella con voz ronca, antes de morder su hamburguesa.

- ¿Qué?¡ - gritó Kara – eso es imposible.

- No lo es – acotó ella borde.

- Lo siento, lo siento – se disculpó ella.

Lena soltó un suspiro que sabía contenía – lo siento – se disculpó después. Kara pudo notar que su actitud era defensiva, ella pensó que era por su incidente.

- Oh no Lee, por favor – replicó Kara escribiéndoles a todos para que fueran a su departamento, éste estando a medias, a oscuras.

Después de una hora, Lena ya había comido y ahora estaba sentada en el sofá con una polera cambiada al habérsela manchado con salsa roja, cuando empezaron a llegar, Alex, Maguie, Eliza, Jhon y Lilian.

Todos se sorprendieron por la media oscuridad del departamento.

- Puedes abrir la que está más lejos Kara – pidió Lena concerniente a la ventana del balcón y así lo hizo ella.

- ¿Hija cómo estás? – preguntó Lilian y Lena le contestó borde teniendo la imagen de la Lilian de antes, no la que era ahora – lo entiendo amor – acotó ella y Eliza le miró con pena, Lilian realmente había cambiado.

- Lena, tenemos algunas preguntas por favor – pidió Alex y Lena asintió buscando con su mano la mano de Kara, entrelazando sus dedos cuando pudo.

- Voy a tratar de responder a todo lo que preguntes, sólo pregunta – le pidió pragmática.

Aún con la media oscuridad de la sala de estar, Alex pudo notar sus ojos color azulado con una bruma blanca sobre ellos.

- ¿Me puedes decir qué ocurrió? Sé que ha pasado mucho tiempo y es posible que no lo recuerdes.

- Lo recuerdo todo – soltó borde, defensiva, áspera, así era su actitud ahora. Alex y los demás lo dejaron pasar y esperaron a que ella tome aire y empiece a narrar – estaba en mi oficina, apareció una chica rubia – los demás se miraron, ellos no habían visto nada en las cintas. Maguie y Alex revisaron las cintas el día anterior para recordar todos los antecedentes – me dijo que yo no apreciaba la vida, ni a Kara, y que por ello me las iba a quitar.

- ¿Qué? – preguntó Kara al no entender la situación mirando a las demás que también estaban confundidas.

- Cuando parpadeé – siguió Lena – me vi rodeada de una inmensa oscuridad, no podía ver nada y en un inicio tampoco oír nada.

- ¿Y después? – preguntó Alex

- Después, fue más de lo mismo, estando ahí sentía hambre y sed, pero no había comida ni bebida, no podía ver nada, no había nada físico que tocar, no había muebles, tierra, agua, nada, parecía que el tiempo estaba congelado, sentí la eternidad – contaba ella apretando la mano de Kara para sentir que estaba a su lado – había momentos dónde se escuchaban muchos gritos, alaridos de monstruos, raspar de garras, etc, no había dónde esconderse. Cuando eso te atrapaba, con ambas garras te perforaba la espalda y como un método vikingo, así similar a ello, te arrancaba los pulmones de su posición.

- No tienes heridas, ni cicatrices – añadió Maguie.

- Llegaba a sentir todo y así ocurrió muchas veces, morí de infinitas formas, infinitas veces, mas al final parpadeaba y todo volvía a empezar. Todo el tiempo traté de esconderme de algo que no existía que llegaba a cogerme y a hacerme daño, pero no podía esconderme. Mi voz es rasposa, porque estuve gritando muchas veces por mucho tiempo, mis ojos se atrofiaron al estar rodeada de tanta oscuridad, los sonidos se intensificaron al haber tanto silencio.

- ¿Y cómo saliste de eso? – preguntó Kara esta vez.

- Parpadeé y seguía rodeada de oscuridad, mas esta vez era diferente, sentí la grava debajo de mí, el viento helado, fue diferente – concluyó.

Y se hizo un silencio sepulcral por escasos segundos.

- Sigues teniendo 28 años, el tiempo no ha pasado por ti.

- Pensaría que estuviste en la zona fantasma pero no fue así, lo chequeamos y no fue así – replicó Kara mirando a Alex quién asintió.

- Lo que me dices es fantástico, hay cosas que no encajan – replicó Alex, Kara le miró feo.

Lena la buscó con la mirada siguiéndola con el sonido de su voz, activando las luces en todo el departamento con el sonido de su voz al igual que lo había hecho cientos de veces antes – entonces dime ¿tú que crees que pasó? – le preguntó calmadamente mirándola intensamente con esa mirada tan helada y vacía.

- Ok, suficiente ustedes dos – soltó Kara, eso no había cambiado nada, la reserva de Alex para con Lena, seguía igual que hace diez años.

- ¿Puedes ver algo? – preguntó Lilian y Lena la miró, siguiendo el sonido de su voz.

- No realmente, sólo siluetas, la luz me hace doler los ojos.

- Apágalas entonces Lee – dijo ella y Lena lo hizo, regresando ese ambiente tenue que tenían.

- No entiendo realmente como avanzaron diez años para todos, menos para ti y ¿quién hizo esto? – preguntó Maguie, Lena levantó sus hombros – bueno ya tengo una declaración oficial, no hay sospechoso, no hay armas y no hay medios, fantástico – dijo con mucha ironía, Lena asintió añadiendo – así parece.

- Lena me gustaría hacerte más pruebas, poder ayudarte – acotó Eliza y como ella lo pidió tan bien, Lena asintió, ella no recordaba el rostro de la mujer, a las justas pensaba que recordaba el de Kara.

Y antes que alguien dijese algo más, el celular de Kara sonó, ella se alejó para contestar.

- Hola bebé, ¿cómo estás mi amor? – preguntó ella muy sonriente.

Lena estaba a nada de reaccionar cuando escuchó la respuesta – mamiiiiiiiiiiii te extraño mucho ¿cuándo vienes? – preguntó la voz más adorable que ella pudo escuchar en su vida – papi hace las tostadas quemadas, no me gustan quemadas mami – se quejó el pequeño y Lena sonrió por ello.

Alex y Maguie estaban de pie a punto de irse, por eso no lo vieron, más Lilian quién le miraba fijo sí.

Kara siguió hablando con su hijo, la pareja se paró para irse junto a Eliza en la DEO, pensando que Kara le llevaría de ser necesario.

- Hija, espero verte en la DEO – mencionó Eliza acariciando su mano, eso distrajo a Lena de la conversación con Kara ahora con un hombre, ella supuso que era el padre del nene y su esposo según parecía, eso le hizo poner una mueca desagradable.

Lilian seguía atenta a todo.

La conversación duró unos minutos más, en las cuales Lilian intentó hablar con su hija, mas Lena fue muy borde con ella.

Lilian enojada se puso de pie y se fue, no le refuto nada, ya que estaba feliz de que apareciera.

Kara le miró un rato antes de hablar – tu mamá realmente ha cambiado Lee.

- ¿Estás casada? – preguntó en cambio ella.

- ¿Qué?

- Estás casada – dijo esta vez sin preguntarlo – y tienes un hijo.

- Han pasado 10 años Lee.

- A mí me parece que fue más, no había un reloj ni calendario ahí Kara – susurró molesta y Kara puso un adorable gesto confuso, ella no sabía porque se había molestado su Lee.

Pero viendo que parecía estar a la defensiva o cabreada y borde la mayor parte del tiempo, ella optó por otra salida.

- Lee – le susurró arrodillándose frente a ella, entre el espacio de sus piernas, mirándole con una pequeña sonrisa.

- ¿Kara? – preguntó ella muy despacio.

- Lee

- Hmmm – murmuró ella y Kara le acarició su carita dulcemente – te quiero mucho.

- Yo también – replicó ella.

- Déjanos ayudarte Lee, sólo queremos ayudarte, por favor – le pidió con ambas manos cogiendo su carita y besando sus mejillas, cada una muy despacio, para luego darle besos ruidosos y mojados, como quién lo hace con un niño pequeño, Lena rió ante ello y Kara se felicitó al pensarlo, ella usaba esa táctica con su hijito – por favor Lee.

- Está bien, pero con una condición – pidió interrogante.

- La que quieras.

- Quiero besos.

- ¿Eh? – preguntó Kara sonrojada.

- Quiero besos – replicó sonrojada – sé que estás casada…

- Sí – asintiendo Kara.

- Pero francamente no me importa.

- Ok – replicó ella pensando en la moralidad de la situación – no voy a engañar a mi esposo Lee.

- Sé que no eres de ese tipo, no te pido que seas de ese tipo, pero quiero que entiendas algo.

- ¿Qué Lee? – preguntó ella sentándose a su lado y acomodando un mechón de pelo detrás de su orejita, Kara cogiendo su manita.

- He pasado una vida ahí, pensé que moriría ahí – susurró Lena y Kara le dio un apretón en su manito para incentivarle hablar – tu recuerdo me mantuvo cuerda, el pensar que te volvería a ver – dijo y ella se mantuvo pensativa un momento antes de seguir – cuando hicimos el amor me sentí plena, completa.

- Yo también Lee, pero no puede repetirse, estoy casada cariño – replicó Kara acariciando su mejilla – y aunque he tenido problemas con Mike, nunca le había sido infiel.

- ¿Mike? – preguntó bufando.

- Sí, Mike, es un buen hombre Lee – defendiéndolo Kara, Lena se mordió los labios, ella ya no lo recordaba, ni el sonido de su voz siquiera.

- Kara, al decirte que me sentí completa, no me refiero a lo fabuloso que fue – Kara tragó ante la imagen, ambas rojitas – quiero mantener eso, el contacto, la confianza, la intimidad de eso, no necesita ser sexual, eso necesito, mantenerme cerca de ti, la idea de eso fue lo que me permitió seguir viva, por favor, eso quiero Kar – le pidió finalmente.

Kara le acarició su rostro dulcemente, besando su mejilla, ambas muy rojitas con los ojos cerrados.

- Quiero eso Kar, después de estar sumida en tanta oscuridad, sólo quiero eso, por favor – le pidió y Kara asintió, ella podía cuidarla, protegerla y darle todo el cariño que le había faltado.

- Vale, pero no más dormir desnudas.

- No dormimos precisamente – replicó Lena muy orgullosa de sí misma, y aunque sus ojos seguían fríos, Kara recordó como de vivos solían estar.

- Lee – se quejó Kara y ambas rieron.

Después de ello, de acordar aquello, Lena permitió que Kara la lleve a la DEO, dónde las pruebas iniciaron.

Kara se quedó con Lena tanto como pudo, mas ella tenía sus labores de Supergirl y su trabajo en CatCo.

- ¿Dónde has estado Danvers? – oh oh Andrea le llamaba por su apellido cuando estaba molesta – Lena Luthor apareció y estamos teniendo la exclusiva ¿entiendes? – le pidió mas Kara ya lo había pensado antes.

- Y eso es exactamente lo que tengo – replicó Kara dándole la versión oficial.

Andrea igual se cabreó al ella querer hablar con Lena, contactarla y no poder hacerlo.

- ¿Y dónde se ha metido? Que está inubicable – le preguntó a Kara con las manos en la cintura.

- Andrea, Lena acaba de aparecer, eso es lo más emocionante que ha pasado en mi vida, eso y el nacimiento de mi niño – replicó con gran sonrisa.

- Curioso, no mencionas tu matrimonio – dijo su reportera interna cruzando sus brazos sobre su pecho con una sonrisa sardónica.

Kara volteó los ojos – déjala estar bien Andrea, deja que la evalúen, que la cuiden, que la interroguen.

- ¿Está en la policía entonces?

- Andrea, sólo digo que dejes que la cuiden, Lena vendrá alrededor ¿sí?

- Bueno – admitió ella desganada, gritándole a un interno que se ocurrió cruzarse por su punto visual.

- ¿Está cabreada eh? – preguntó Mike acercándose a su esposa y dándole un beso sobre los labios.

- ¿Qué diferentes? – se permitió pensar Kara al Lena incluso estando en medio de una pesadilla, sus labios seguían siendo infinitas veces más suaves y ¿deliciosos? - ¿Dónde has estado?

- Con Lena – respondió Kara - fue shockeante todo lo relacionado con ella.

- Debió serlo – admitió Mike acariciando el cuello de su nena – pero ya ha acabado supongo – soltó él esperando que ella diga – oh sí, joder sí.

Y pues no, joder no.

Recién había empezado todo.

- Lena ha pasado por demasiado Mike…

- Igual tú.

Ambos empezaron a discutir.

- Ella me necesita.

- Ella puede tener a cualquiera, ¿acaso no sufriste ya demasiado con su ausencia?

- Mike le acabo de encontrar.

- Y eso está bien amor, pero pienso que otras personas pueden cuidarla, doctores, Maguie, Alex, otras personas, no necesariamente tú.

- Mike, no me voy a separar de ella.

- ¿Y nosotros?

- Sigo estando contigo, con nuestro hijo, estoy muy comprometida con nuestro matrimonio Mike, ¿Por qué lo pones en duda?

- Porque recién aparece y ya te tiene en el dedo meñique Kar ¿no te das cuenta?

- No Mike, Lena ha sufrido terriblemente y no me voy a distanciar de ella.

- Espero que de nosotros tampoco Kara, debes empezar a reevaluar tus prioridades – le pidió Mike y Kara se enojó.

- Soy una gran mamá Mike, es el mejor trabajo que tengo en mi vida – replicó lentamente afirmando cada palabra.

- No lo pongo en duda – se defendió él levantando ambas manos al aire en señal de inocencia – sólo te pido que pase lo que pase con Lena, se quede con ella y no ingrese a nuestro hogar.

Y pues no.