Debido a su peligrosidad, Kyouya sería el siguiente objetivo a asesinar, Ryuuto ya no tenía muy en mente y necesitaba encontrar el momento, según pudo obtener de su investigación de él, siempre alimenta a un gato que se encuentra atrás de la escuela en un almacén, quizás en ese lugar ella se movería, para ese momento decidió moverse para ir a aquel lugar para averiguar algo al respecto.

- (Este almacén debe tener algo con lo que ella quizás lo mate, si puedo buscar muy a fondo, quizás…)

- ¡Takamaki-kun! – Para la sorpresa de Ryuuto, Michiru llegó en aquel momento, un aspecto que no esperaba realmente.

- ¡Ey Inukai! ¿Qué quieres?

- Bueno… quisiera tener una mayor cercanía con Nana-shan pero no creo hacerlo sola, pensé si podrías ayudarme al respecto, así que, si no estás ocupado, ayúdame a tener más confianza. – El peliverde chasqueó para sus adentros, quería invertir su tiempo en buscar la forma de salvar a Kyouya pero Michiru seguro no le dejaría en paz, la observó y creyó ver orejas y cola de pelo salir de ella además de dedicarle una mirada triste, era todo un canino.

- Claro, somos amigos, así que puedo ayudarte al respecto. – Su rostro se vio iluminado.

- Gracias, vamos entonces. – Empezó a jalarlo del brazo, Ryuuto gruñió por debajo.

- (Parece que no podré por ahora… lo dejaré para después, espero logre llegar a tiempo antes de que suceda…)

Sin decir algo más, acompañó a Michiru, ambos llegaron hasta el edificio de salones, como tal ella quería tener una reunión para que pudiera ser una mejor amiga para Nana, así entraron a este y ella se puso frente a la pizarra.

- Esta es la reunión para que pueda volverme una mejor amiga de Nana-shan. – Expresó la rubia mientras en la pizarra estaba escrito el titulo con un dibujo lindo del rostro de Nana y en la otra esquina el de Michiru, el peliverde empezó a aplaudir. – Ahora, lo que sé de Nana-shan es que es bastante amable, linda, se lleva bien con todos y es un rayo de luz en nuestra escuela.

- Todo eso y más mi querida Inukai, es la más linda de aquí. – Expresó Ryuuto con corazones saliendo a sus espaldas.

- Sería un sueño ser su amiga… por eso deseo hacer todo lo posible por conseguirlo. – Expresó con rostro decidido. – pero… realmente no tengo idea de como podría lograrlo… por eso te pedí ayuda Takamaki-kun, seguro podrás idear algo ya que eres su amigo ¿no?

- Futuro novio. – Corrigió el peliverde.

- Seguro sabes algo sobre ella, quizás sus gustos y demás…

- Ey, espera, quizás ella sea mi futuro amor pero tampoco es que lo sepa todo, no soy un acosador. – Afirmó, la rubia bajó la mirada.

- Entiendo… lo siento si dije algo así.

- No importa, para estos casos debemos ir a la seguro y eso es… ¡hacer postres! – Expresó extendiendo los brazos.

- ¿Postres? – En eso ella desvió la mirada mientras que empezó a sudar, el peliverde le vio con curiosidad.

- ¿Pasa algo?

- Es que… no es que tenga experiencia haciendo postres… digo, mi cocina es totalmente promedio, nada del otro mundo.

- Entiendo… eso significa que debo enseñarte. – Ryuuto extendió el pecho mientras se daba aires de superioridad. – Déjame decirte Inukai que he sido alguien muy autosuficiente por lo que tengo experiencia cocinando. – Claro que todo eso se debía a que desde pequeño se le enseñó por su maestro en casos donde debería de estar en misiones largas y no tenga nada a mano, también por alguna razón le enseñó a hacer postres por la energía que proporciona el azúcar. – Descuida, incluso tu podrás cocinar algo digerible bajo mi instrucción.

- Wow… muchas gracias Takamaki-kun. – Agradeció ella con una sonrisa, el peliverde sonrió por debajo.

- (Ella es muy descuidada… pero no creo que sea algo malo, la inocencia es algo que se ha estado perdiendo en esta época…) Entonces, es mejor buscar ingredientes, seguro el almacén tendrá.

Se pusieron en marcha, como tal recogieron lo necesario y es que harían brownies de chocolate espolvoreados, no sería tan complicado y de ese modo también es algo rápido, una vez termine con ella, podrá ir a vigilar a Kyouya. Una vez tuvieron lo necesario, ya se movieron a la sala de economía doméstica.

- Entonces Inukai, espero ya lo tengas todo listo y puedas seguirme. – El peliverde tenía un mantel encima del uniforme, ella igual y estaba lista para lo que sea.

- Por favor, enséñame… - Expresó. De ese modo empezaron.

- El arte de hacer brownies es algo que se remonta a tiempos antiguos, seguro sabes que esta receta es famosa por el hecho de que estuvo presente en muchos momentos históricos totalmente importante, a poco no sabes que en la subida a shogun de Tokugawa, los brownies estuvieron presentes.

- ¡¿En serio!? – Expresó ella con sorpresa, como si fuera un dato que realmente no conocía, Ryuuto estaba riendo para sus adentros de que ella se creyera semejante mentira.

- Eso habla bastante de lo importante que son, y por eso no debes ir a la ligera totalmente al momento de prepararlas ¿entendiste? – Exclamó con seriedad.

- Si. – Afirmó de la misma forma, hablaba de cuan enserio iría con esto, Ryuuto pensó en que quizás podría corresponder los esfuerzos de la rubia de la misma forma.

- Empecemos entonces, siempre es importante empezar con la masa y para ello tenemos la harina y huevos, así que debemos de romperlos, mira cómo. – Ryuuto tomó uno y entonces rompió para que la yema cayera en el tazón. - ¿Así ¿lo viste?

- Creo tenerlo… - Michiru tomó uno y buscó romperlo pero sin querer le puso fuerza y se derramó. - ¡Wuaah! Lo siento.

- No importa, supongo que no es fácil a la primera, inténtalo hasta que salga, después de todo tenemos varios huevos.

Michiru, a pesar de su torpeza y descuido, ella realmente iba en serio, en algún momento a Ryuuto le recordó a cuando era pequeño y también entrenaba bajo el manto de su maestro para volverse un asesino, él también pasó por dificultades pero el tiempo siempre lo acaba arreglando.

- Debes mezclar bien con la leche hasta que esté espeso, después de eso pasaremos a cortar las barras de chocolate. – Siguió explicando, Michiru se veía concentrada a pesar de los errores.

- Listo. – Afirmó ella.

- Bien, ahora vamos con el chocolate, será mejor que tengas cuidado con el cuchillo y no te cortes, en ese caso debes hacer pata de gato.

- Si. – Ella sostuvo el cuchillo aunque le empezó a temblar, Ryuuto soltó un gotón de su frente.

- Parece que será algo complicado…

- N-No tienes nada de que preocuparte, no soy tan descuidada como para cortarme…

- (Pero si que lo eres…) – Michiru empezó a cortar con lentitud, esperando no cometer un error. – (Donde estará Nana-chan ahora mismo… mientras pierdo el tiempo aquí, no llegaré a salvar a Kyouya…)

- Esto… Takamaki-kun ¿está bien así?

- ¿Eh? – Mientras la rubia le distrajo aun cortando el chocolate, sin querer se lastimó, haciéndose un pequeño corte en el dedo.

- ¡Ah, lo siento, te distraje!

- No es nada… - Buscó hacerle de menos, sangraba un poco, la rubia fue a sujetarle la mano.

- Eso no está bien, tenemos que tratarlo rápidamente. – En ese momento ella empezó a lamer la herida en el dedo de Ryuuto, no sabía para que lo estaba haciendo, en cuestión de segundos vio entonces como empezó a curarse, ya no quedaba nada ahí.

- Wow…

- Menos mal…

- Gracias por ayudarme. – Sonrió el peliverde. - ¿Ese es tu talento?

- Si… mi saliva tiene propiedades curativas, así que puedo curar directamente si lamo sobre la herida… el único problema es que no puedo curar en sí enfermedades terminales, solo heridas y demás.

- Ya veo, es un poder muy útil Inukai, la verdad es que con eso podrías ayudar a muchas personas. – La rubia se sonrojó levemente.

- N-No es nada… solo lo hice porque quería pero la verdad… espero que en el futuro pueda ser alguien útil y salvar a una persona no solo con este poder… lo siento, creo que me distraje. – Se rascó la nuca, ella parecía esconder algo al respecto, Ryuuto decidió no meterse más profundamente, seguramente con el tiempo ella hablaría.

Siguieron pasando el rato con la preparación de brownies, al final acabaron la masa y la mezcla de chocolate, solamente tuvieron que espolvorear el azúcar encima para luego meterlo al horno y esperar a que esté listo.

- Se terminó… - Ella se dejó caer sobre la mesa, su rostro estaba manchado de chocolate. – no pensé que hacer brownies era tan complicado…

- Pero lo hiciste bien para tu primer intento. – Respondió este con una sonrisa. – seguro cuando le entregues le gustarán bastante.

- Si, ya espero. – Solo quedaba esperar a ello y que finalmente pudiera darlos, pero en ese momento Ryuuto tenía otro asunto, debía de ir a vigilar a Kyouya.

- Entonces Inukai, si no te molesta, ya debería de…

- Espera Takamaki-kun. – Antes de irse, le detuvo, el peliverde gruñió para sus adentros.

- ¿Deseas algo más?

- Bueno… ya que me enseñaste bastante el día de hoy, no sabría como agradecértelo, así que… preparé esto en secreto cuando no veías. – En eso le mostró un tazón de tonkatsu.

- ¿En serio? No creo que debías hacerlo.

- Vamos, es una paga. – Michiru sonrió esperando que lo comiera, Ryuuto realmente quería ir a ver a Kyouya y de tal modo evitar que muriera pero Michiru metió presión con su mirada de perro abandonado, no tuvo de otra.

- Probemos entonces… antes de eso… - Ryuuto observó la comida, no parecía tener nada raro, así tomó los palillos para comer un poco, llevando un pedazo a su boca. - … No está mal, he comido peores.

- ¿En serio? Me alegra, creo es de las pocas cosas que se cocinar sin errores. – Expresó ella con una sonrisa. – Es algo tarde para almorzar también, perdimos tiempo haciendo los brownies.

- No importa, nunca desperdicio una buena comida… por cierto ¿no hiciste para ti?

- Bueno, solo lo hice para ti como agradecimiento… - En eso se escuchó el rugido del estómago de la rubia, ella se puso roja en ese momento, el peliverde empezó a reír.

- No te descuides, toma. – Agarró un pedazo con sus palillos y se lo pasó. – Abre bien la boca.

- ¿Takamaki-kun? – Ella se sorprendió porque le alimentara, el peliverde sonreía mientras mantenía los palillos, ella estaba un poco avergonzada al respecto, al final aceptó, abriendo la boca. - Es delicioso…

- ¿Cierto? Es mejor que comas, no querrás quedarte con hambre hasta la cena.

- Bien… - Ella seguía con la vergüenza pero sonrió por debajo. Al final pasaron el tiempo hablando juntos y sin saber, ya era de tarde, el horno terminó y los brownies estaban listos, así Ryuuto se puso los guantes para sacar la bandeja, ahí estaban estos ya totalmente listos.

- Huelen bien. – Probó a que Michiru igual lo hiciera, realmente olía bien.

- Ya está listo, muchas gracias por todo Takamaki-kun… no, Ryuuto-kun.

- Entonces… Michiru-chan entonces. – Ella sonrió. Ya decidieron empacar los brownies y buscar a Nana para que ella se los entregara.

- (Espero no sea demasiado tarde, si podemos llegar antes de que él entre a ese almacén, entonces…)

- Ahí está, Nana-shan. – Michiru logró encontrar a la pelirrosa, ambos fueron a donde estaba ella.

- Michiru-chan, Ryuuto-kun ¿Qué buscan?

- Bueno, es que… la verdad es que tengo algo que darte y… - En ese momento se escuchó una explosión cerca. - ¡Que fue eso!

- (Mierda) – Ryuuto apretó los dientes de forma disimulada.

- Por aquí. – Señaló Nana, los tres empezaron a correr hacia el origen de aquella explosión, al llegar vieron el almacén que estaba en llamas, entonces alguien saltó de la ventana.

- ¡Kyaaah! – Michiru gritó de terror al ver que era Kyouya, estaba envuelto, totalmente quemado. - ¡Onodera-kun!

- Eso no está bien… - Expresó Nana con asombro y miedo aunque era obvio que fingía.

- Necesita agua. – Señaló Ryuuto.

- No hay necesidad de preocuparse, para sorpresa de los tres, el peliblanco se levantó como si nada. – Esto no me hará nada.

- ¿Eh? ¿Cómo? – preguntó Michiru.

- Es cierto que no mostré mi talento… este me permite curarme de cualquier tipo de heridas al instante, si pudieran llamarlo de algún modo… sería inmortal.

- ¿Inmortal? – Preguntó Michiru.

- (… jeje… que ironía… la persona que deseaba matar Nana-chan es inmortal… me pregunto como se estará sintiendo ahora mismo) – Ryuuto no podía hacer más que estar divertido para sus adentros, en cambio Nana estaba enojada.

- (Inmortal… eso no puede… entonces él… no podré matarlo, pero entonces sería encontrar cuando no pueda regenerarse, evitar que lo haga… intentaré averiguar más)

- ¿No necesitas curación? – Preguntó Michiru, ya al cabo de unos segundos, el cuerpo del peliblanco estaba como si nada aunque su ropa quemada.

- Estoy bien, solo iré a cambiarme de ropa, no querrán tenerme en ropa interior siempre. – Al darse cuenta, la rubia se tapó los ojos de la vergüenza. – Nos vemos… - Sin decir más, se fue, aunque era obvio que sospecharía al respecto de que fue inducido, Ryuuto al menos sabría que lograría sacar provecho a su habilidad para el futuro.

- Nana-shan. – Michiru ya decidió hablarle y le dio la bolsa. – Toma, son brownies que hice con Ryuuto-kun.

- ¿Brownies? – La pelirrosa la tomó para ver, se veían buenos. – Gracias Michiru-chan, igualmente Ryuuto-kun.

- Todo sea por mi amor. – Exclamó el peliverde con una gran sonrisa. Ya luego que los tomó, se fue, igual Michiru se despidió de él para volver a su habitación, el peliverde se quedó ahí.

- (Así que Kyouya es inmortal y Michiru tiene poderes de curación externa… son talentos que podría aprovechar, así que ustedes… realmente los salvaré, sin importar que… todo sea por mi trabajo…)


El Redentor 777: En sí algunas personas morirán y la verdad se verá, pero bien digo que la gente menos agradable es la que tiene mayores posibilidades, al menos dentro de lo que tengo pensado, se verá más adelante.

Ya aquí acabamos el cap, decidí darle todo el foco a Ryuuto y Michiru con ese plan de hacer brownies que al final vieron el talento de Kyouya, no será fácil para Nana y Ryuuto lo aprovechará, nos vemos en el próximo cap. Saludos.