Miho esperaba en la cama a Seiya habían vuelto del restaurante y el decidió tomar una ducha antes de dormir, ella pensó en unirse a su esposo pero recordó que aún seguía la tensión entre ellos por lo que reconsidero su idea. Tenía la esperanza de que la cena con sus amigos arreglara la situación y volvieran felices a casa, pero la presencia de las invitadas de Hyoga no ayudó mucho que digamos. En ese momento Seiya salió del baño con su pijama ya puesta

—Miho pensé que ya estabas dormida cielo—dijo el metiéndose bajo las cobijas

—Te estaba esperando—sonrió tímida—Además estaba pensando en lo que pasó esta noche—

—Si, yo también no pensé que Hyoga fuera a invitar a su novia—

—Es muy bonita, me cayó muy bien de hecho—admitió Miho pues era la verdad

—Y mi amigo esta verdaderamente loco por ella—dijo Seiya con una sonrisa

—Se le nota me recuerda a nosotros cuando comenzamos a salir—

—Tienes razón, solo espero que sea la mujer correcta para mi amigo y no se equivoque—

Ante tal respuesta Miho se quedó sin palabras, esperaba que le dijera lo lindo que fueron esos días cuando eran unos jóvenes enamorados... Pero no eso, o sea que él se había equivocado al casarse con ella? Era eso lo que quería decir?

—Seiya me amas como el primer día que nos conocimos?—quiso saber

—Miho por supuesto que si, eres mi esposa—y la atrajo hacia el para abrazarla

—Entonces jurame que jamás me abandonaras por otra mujer—

—Miho por qué dices esas cosas?—

—Porque últimamente he pensado que ya no soy joven y hay cientos de mujeres bellas en tu mundo—dijo con tristeza—Dime que te has fijado en alguien que no sea yo?—

Seiya trago en seco no esperaba esa pregunta por parte de Miho, si bien era cierto que en la oficina había mujeres muy bellas, el nunca se había puesto a verlas ni mucho menos a fantasear como la mayoría de sus compañeros que tenían uno que otro amorío con alguna secretaria o colega. En otros momentos el hubiera podido responder esa pregunta sin titubear, pero se le vino a la mente Saori la joven que recién había conocido en el Santuario. No sabía a ciencia cierta que le producía esa chica pero de alguna forma le atraía...

—Seiya? Porque no me respondes? Acaso tú me has sido infiel?—

—NO!, como se te ocurre pensar eso sabes que sería incapaz de herirte—su respuesta fue un gran alivio para Miho quien lo volvió a besar como lo hacía hecho anteriormente en el restaurante

—Sabia que nuestro amor es para siempre—susurro antes de quedarse dormida.

Pero Seiya se quedó pensando hasta que notó que su esposa dormía profundamente. Con mucho cuidado quito los brazos de Miho de su alrededor y salió de la habitación, necesitaba aire fresco.

Saori llegó a casa y fue directo a su habitación. Estaba molesta consigo misma por tener celos de un hombre casado, ella no debía preocuparse por eso pero le afectaba demasiado. Suspiro cansada y si estaba enamorada la sola idea le causó terror. Para estar enamorado de alguien significaba perder la libertad y para muestra tenía a Fler quien ahora no hacía absolutamente nada sin consultarlo con su novio. No definitivamente ella no podía caer en las cursilerias de cupido "Tengo que olvidar este sentimiento a como de lugar" pensó.

—Mami por fin voy a estar con papá?—pregunto un niño pequeño

—Claro que si Zubaru le daremos una gran sorpresa—su madre le respondió con una sonrisa de lado

Volverás conmigo Seiya y esta vez para siempre...

CHAN CHAN, QUIEN SERÁ LA MUJER. NO SE PIERDA EL PRÓXIMO CAPÍTULO.

ME ALEGRA QUE LES GUSTE MI TRABAJO GRACIAS PUBLICO.

LOS AMO!