Aquí el primer extra... Espero no se me trauma nadie, jajajajajajaja. En el 2o se viene un trío rico, rico.

EXTRA 1

(Los obstáculos de Sasuke Uchiha)

Orochimaru x Jiraiya

Sentía que no me podía mover libremente y encima notaba cierto movimiento de balancín, que extraño… Ese no era mi camastro duro de la guarida. Abrí mis ojos viendo el suelo ante mi a cierta distancia, calculo que a un metro… metro y poco. Y mi cuerpo como flotando, pero a la vez sujetado con cintas gruesas. Una bien ancha en la zona del torso y abdomen, mis pies atados y manteniéndome las piernas abiertas y mis brazos sujetados hacia atrás. Parpadee confuso… ¿Era algún sueño de estos raros que tenía?

Un sonido de movimiento se oía por detrás mío. Bajé la cabeza y pude apreciar unos pies moviéndose en la pared más alejada. Me removí intentando alejarme e incluso mordí un poco mi labio para conseguir despertarme de ese sueño.

–Por fin estas despierto, Sasuke-kun… Kukukuku –Abrí mis ojos alarmado y me removí con mayores ansias. El dueño de esa voz caminó hasta llegar cerca de mi cabeza y se agachó para mirarme– Tienes el sueño muy profundo, he podido traerte desde tu cuarto, atarte y… Desnudarte.

–¿Que pretendes puto pervertido tarado?

–Que boquita más sucia Sasuke-kun. Te tendré que enseñar modales.–Se levantó ignorando la pregunta del joven.– Verás esto es un columpio.

–No me tomes el pelo, esto no es tal cosa… degenerado.

–Es un columpio sexual, no uno de esos para niños que hay en los parques.– Sonrió por la inocencia de su alumno, mientras le rodeaba acariciando la piel expuesta, le había quitado todo menos la ropa interior… Pero es que esa le gustaba romperla– Lo interesante de este artilugio es que tanto tu boca como tu entrada trasera, me quedan justo a la altura perfecta, en mi cadera.

Mientras iba diciendo esto de forma lenta volvió a acabar en su rostro y le acercó la cadera para que viera que si liberaba su pene quedaría justo para metérselo en la boca.

–Deja ya de bromas, Orochimaru… No le veo la jodida gracia a esto. Y estás yendo demasiado lejos.

El sannin era muy buen maestro y le había enseñado infinidad de jutsus, a su lado se había hecho increíblemente fuerte, pero… Era un puto pervertido, que cuando no estaba follando con su "pareja" o lo que fuera el otro maldito pervertido, y se aburría, intentaba corromperle a él, y decía corromper siendo muy suave.

Siempre tenía que ir con pies de plomo con ese hombre. Pues cuando no estaba intentando lamerlo con esa asquerosa y larga lengua, estaba intentando manosearle el paquete o el trasero. Y cuando conseguía evitar su contacto, le lanzaba descaradas insinuaciones. Sólo esperaba que su Naruto no tuviera esos mismos problemas con el pervertido declarado de Jiraiya… Con lo inocente que era SU dobe, porque si, ese usuratonkachi sería suyo como que se apellidaba Uchiha. Y como ese viejo le tocara de forma lasciva un pelo al rubio, le castraba… A la altura del cuello.

Sintió un apretón en una nalga y saltó, lo que ese aparató le permitió.

–Ya basta… Te voy a matar puñetero pervertido.

–Oh, vamos, Sasuke-kun… Si me has dado permiso para esto.– Vio la mirada molesta y negándolo todo de su pupilo.– ¡Si! Te he preguntado: ¿Me dejas jugar contigo y enseñarte los placeres de la carne para que luego los practiques con Naruto-kun? Y tu me has dicho que si. Piensa que la practica hace al maestro.

–Estaba dormido, idiota. ¿Cómo quieres que te haya dicho nada?

–Pues te he oído claramente: Mgh, oh siii, muéstrame.

–Estaba hablando en sueños…– Enrojeció, pero era mejor aclarar esa situación que no que su maestro, en pro de la educación y el conocimiento, le quisiera sodomizar– Estaba teniendo un sueño erótico con, ya sabes… el dobe y eso se lo decía a él.

–¡Oh! Ya entiendo, ¿Y tu eras el de abajo o el que se la metía?

Sasuke le miró mal y, Orochimaru en venganza le pasó la lengua por toda su columna…De una sola vez y con un solo toque.

–Me estaba mostrando ropa interior de encaje negra, que mostraba más de lo que tapaba– Se afanó en responder.

Jiraiya entró en la guarida de Orochimaru, como si fuera su propia casa. Aun le costaba entender como a su amigo le gustaba vivir en cuevas oscuras y húmedas bajo tierra, pero allá él… Así de paliducho estaba, y luego a la mínima que le tocaba el sol se quemaba de forma bárbara, se ponía rojo cangrejo por todos los lugares donde le había tocado el sol. Y entonces él o Kabuto, tenían que estar poniéndole cremita, antes de que se pelara entero como una de esas serpientes a las que idolatraba tanto. Era bastante asqueroso la verdad, por eso intentaba no acercarme esos días que estaba cambiando la piel por quemaduras solares.

Saludo a Kabuto que está haciendo no se que raro experimento con trozos de carne y vísceras, intento no mirar demasiado.

–Espere… Jiraiya-san– Demasiado tarde, el hombre de pelo largo y blanco se interna por los pasadizos de la guarida en busca que Orochimaru-sama. –¡Mierda! La que se va a liar…

Sabe que a Jiraiya no le va a gustar ver lo que está haciendo su amante, se oirían los gritos en todo el país del arroz.

Dejé el experimento que estaba realizando, guardé las muestras y ordené todo lo que había usado y me fui. Hoy era un gran día para dar un paseo por las afueras, así me libro de oír las broncas entre esos dos y de cómo harían las paces a posteriori… No se que era peor, la verdad.

Jiraiya siguió su camino de forma decidida hasta la puerta del azabache y entró sin llamar.

–¿Te apetec… – Su amante tiene a su alumno, casi desnudo atado al columpio sexual que instalaron hace una semana, y que aun no ha podido probar. Y parece dispuesto a jugar con el pobre Uchiha que tiene una expresión a caballo entre la ira y el miedo.– ¿Qué coño estás haciendo Orochimaru? Dijiste que me esperarías para probar el juguete. Y encima estás queriendo abusar de un menor.

Desaté a Sasuke y le ayudé a salir del artilugio, el muchacho agarró su ropa y miró con sharingan activado a su maestro.

–Sólo estaba jugando Sasuke-kun, no me mires así. –Luego me centré en mi antiguo compañero de pelo blanco–Sólo le daba una lección, para esto soy su maestro. Además… Tardabas mucho.

–Ya… Una lección. No me hagas reír, desde Itachi le tienes ganas a los Uchiha.

–En realidad desde Obito-san, esa vez que le pille con Kakashi-san… Son tan apasionados bajo esa apariencia fría y arrogante.

–Como sea… – Fruncí el ceño y le hice una seña a Sasuke para que se largara ya, cosa que el muchacho de mala manera me hizo caso. – No me cabrea que te acuestes con otros, dijimos que esto era una relación abierta, pero lo que de verdad me molesta es que PROMETISTE QUE ESTRENARIAMOS JUNTOS EL PUÑETERO COLUMPIO.

–Tsk

–No me hagas "tsk". Con lo que me costó de montar esta serie de cuerdas y sin olvidar lo que me costó intentar que alguien profesional te trajera el paquete. Ningún transportista, ni profesional de juguetes eróticos quería poner un pie en tu maldita guarida. Y al final tuve que traerlo yo expresamente y montarlo yo, con lo ocupado que estoy casi siempre.

–No es mi culpa que Kabuto necesitara un nuevo sujeto de experimentación.–Sin darle importancia al drama que estaba liando Jiraiya.– Y espiar a mujeres y hombres jóvenes no es una ocupación real.

–¿Uno? Fueron más de 20 los que desaparecieron tras traerte material…– El más alto se tocó el pecho en un gesto afectado por quitarle importancia a su gran trabajo de investigación.– ¿Cómo te atreves? Necesito material para mis libros… Te digo yo algo en contra de tu trabajo de investigación con cuerpos humanos o con tus experimentos…

–Se llama ciencia, lo tuyo es… entretenimiento del malo, bazofia que sólo leen pervertidos sin sentido del gusto. Eres pésimo, aun no entiendo como puedes tener tanto éxito… Mira que la gente tiene poca inteligencia para tragarse esa porquería que escribes.

Ahora si que Orochimaru la había cagado, nadie se metía con su obra literaria. Le hizo una llave sin que el otro lo esperara y lo hizo caer inconsciente. Una vez dormido lo desnudó y lo ató al columpio sexual, tal cual él había atado al joven Uchiha.

Jiraiya se desnudó él y procedió a despertar a su amante con unas sales aromáticas.

Orochimaru abrió los ojos encontrándose delante a un Jiraiya desnudo en toda su altura, masturbándose justo delante de su cara.

–Ahora si que vamos a probar el columpio…

–Ya era hora, Jiraiya– Sonrió relamiéndose antes de sacar su lengua y lamer el pene del otro.

El de pelo blanco jadeo y se acercó aun más a la cara del otro, que ni corto ni perezoso abrió la boca y dejó que el escritor se la metiera hasta el fondo. Adoraba el sexo con el escritor, era un gran amante y muy lascivo, perfecto para él.

Y mientras chupaba con gula, con su larga lengua rodeaba el miembro y lo lamía, para luego sacar la misma por su boca abierta y lamer los testículos, todo eso sin quitarse la gruesa polla de dentro, mientras dejaba que su saliva cubriera bien esa carne caliente. Mejor que dejara ese miembro bien lubricado, pues sabía que Jiraiya sería rudo al enterrársela en su apretado y deseoso ano, después de todo por eso le había cabreado antes. Le encantaba cuando su antiguo compañero se ponía agresivo durante el sexo… Bueno le encantaban todas las facetas que llegaba a mostrar Jiraiya durante sus encuentros, y saber que luego lo plasmaba en sus libros… Era tan erótico leer como lo había sentido el sannin de los sapos, porque si, le leía y si, le gustaba leer a su amigo y amante, aunque le hubiera dicho aquellas palabras.

Notó las manos de Jiraiya en su pelo y como tiró con fuerza.

–Ah, no, Orochimaru… Esto no es para que tu lo disfrutes… Te mereces un tremendo castigo.

El de ojos dorados miró de mala forma al otro antes de soltar un nuevo comentario mordaz, de esa saldría sin poder andar correctamente… Como lo iba a disfrutar.

–Las verdades ofenden, Jiraiya-san.–Se relamió sin poderlo evitar y su ano se contrajo en anticipación.

Jiraiya molesto agarró la cabeza con ambas manos y se introdujo en su boca con fuerza, empezó a penetrarle la boca sin descanso, chocando la punta de su polla con la garganta del sannin. Sin interesarle en no hacerle daño o preocuparse en si podía ahogarse, después de todo estaba follándole la boca a Orochimaru, el especialista en sacarse objetos de la misma o… en tragárselos. Le siguió penetrando con ímpetu hasta que se corrió en esa boca, pero no le soltó, quería que todo su semen bajara por esa garganta y de esta forma se lo tragara. A los segundos salió de esa húmeda boca con el pene ensalivado y su erección disminuyendo.

–¿Esto es todo lo que tienes, Jiraiya? Kukukuku – Rió el azabache luego de disfrutar el como su amante le había profanado con esa rudeza la boca y como el semen caliente bajaba por su garganta. Le gustaba el sabor que poseía su compañero.

–No… Déjame unos instantes y verás como te reviento ese culo apretado que tienes. –Respirando algo acelerado, pero no se detendría. Tenía una gran resistencia y no quedaría satisfecho hasta que no follaran durante toda la noche, no se detendría hasta dejar al otro con el ano rosado y dilatado, hasta que Orochimaru se quedara afónico de tanto gritar su nombre. Le iba a enseñar a esperarle…

Miró el cuerpo del peli negro allí atado, indefenso con esa piel tan blanca, tan perfecta para dejarle marcas, dejarla bien roja por sus toques y sus mordiscos. Pasó una mano por su espalda hasta esas caderas delgadas y llegó a ese culo apretado. Levantó su mano y le dio una fuerte nalgada, tan intensa que hasta se balanceó, mientras Orochimaru soltaba un jadeo cargado de lujuria. Si, eso le gustaba del azabache, su gusto por el sadomasoquismo.

Agarrando sus piernas lo mantuvo quieto mientras se agachaba y le mordía una pálida nalga, el otro gimió por la acción. Y acto seguido golpeó donde había mordido, causando un gemido más agudo por parte del otro.

–Jiraiya… – Se pene goteaba pre semen, se sentía tan necesitado de sentirse llenado, de que el peliblanco le follara duro, de que al terminar no pudiera andar correctamente. –Más… Te quiero dentro, ya. –Ordenó.

–¿Te olvidas de que esto tendría que ser un castigo para ti? – Mientras le agarraba una nalga y la separaba un poco para apreciar la pequeña y rosada entrada, donde introdujo su dedo gordo presionando con fuerza. El otro liberó un jadeo.

–Pues castígame, dame con todo lo que tengas… Estoy a tu merced. –Se sacudió mostrando que no podía soltarse.

El de pelo blanco, tiró de unas poleas haciendo que quedara más abierto de piernas y mucho más expuesto. Estaba tan forzado, sonrió mientras se relamía los labios. Le encantaba.

Y su amante no se hizo de esperar, se metió entre sus piernas y empezó a pasarle el erecto pene por las nalgas. Nalgas que aun le mantenía abiertas y con su dedo gordo explorando su interior. Suspiró y se retorció intentando mirar hacia atrás, algo que era imposible, pero el movimiento de las cuerdas a las que estaba colgado sacaron un suspiro del peliblanco y es que al moverse había iniciado un movimiento de balance y notaba la gruesa y húmeda polla de Jiraiya por todo su glúteo, golpeándole la piel. La respiración de ambos se hizo pesada por esos estímulos. Hasta que sintió una mano en el muslo y como el movimiento era detenido. Jiraiya se la enterró sin sacar su dedo de su interior. Jadeó largamente.

Y ahí el sannin pervertido, el de pelo blanco para aclarar, empezó un fuerte movimiento de cadera mientras tiraba de las cuerdas que le sujetaban causando que se le clavaran en la piel en un doloroso y placentero estimulo. No podía parar de gemir en alto, la verdad es que eso ya se consideraba gritar.

–Joder, Jiraiya-kun…No pares… – Si, cuando estaba en pleno disfrute Orochimaru podía llegar a soltar alguna palabra soez, sobretodo cuando estaba en ese nivel de excitación y, sólo si era con su ex compañero.

–No… Hace falta… que lo digas– No pensaba detenerse, se lo haría hasta que su cuerpo aguantase.

Sacó el dedo de su interior y le amasó los pálidos glúteos antes de soltarle un par de fuertes nalgadas. El grito del sannin de las serpientes fue agudo y muy alto, mientras tensaba el cuerpo del placer que sintió. Sonriendo travieso, Jiraiya se agachó un poco encima de la espalda de su compañero y mientras sus manos tiraban del cuerpo colgado en su columpio para penetrarlo con intensidad, y le mordió en las costillas. Orochimaru gimió por las penetraciones y se tensó por el mordisco.

Jiraiya siguió con el potente impulso que llevaba, haciendo que el sonido de las pieles al chocar inundara la habitación, sus pesados testículos golpeando los del otro sannin. Los jadeos roncos y los fuertes gemidos eran constantes ante cada embestida. Y es que Orochimaru no podía evitar gritar extasiado, con la boca abierta al sentirse ingrávido y al notar la profundidad que alcanza el otro y la violencia de cómo le penetra, al adelantar la cadera con ímpetu mientras le agarra de las piernas tirando hacia él. Demasiado bueno como para intentar retener su voz.

Sasuke que se había ido a su habitación, más bien fue una huida al intuir lo que se avecinaba y más conociendo lo loco que estaba su maestro… Capaz y convencía al pervertido del maestro del dobe que le incluyeran en sus perversiones. Ya en su cuarto se vistió y respiró en profundidad para calmar los alocados latidos de su corazón, y sus nervios. Que justo le había ido con esa vieja travestida de Orochimaru. Suspiró y buscó relajarse en su cama… Eso hasta que oyó los fuertes gemidos y sonidos lascivos, abrió los ojos como platos. Tapándose los oídos fue hacía el exterior de la guarida… ¡Si, hoy era un magnifico día para pasarlo en el exterior!

–¿Tu también estás aquí? –Oyó la voz del perro de Orochimaru desde las sombras de los árboles –Entonces es que debe haber empezado a gritar como gata en celo.

–Tch…

–Van a tardar, mínimo hasta mañana… Así que si tienes algo por hacer o un sitio donde ir a dormir… –Luego de eso, se acomodó y cerró los ojos.

Si Jiraiya estaba aquí follándose o dejándose follar por Orochimaru, eso significaba que Naruto estaba solo… Era un buen momento para visitarlo y con la excusa de entrenar, intentar meterle mano o algo. Se alejó de ese lugar para buscar al usuratonkachi.

Dentro de la guarida esos dos hombres seguían en su frenesí sexual. Orochimaru no fue desatado del columpio en ninguna de las rondas a las que le sometió el peliblanco y fue tanto el placer conseguido y tantos los orgasmos a los que llegó ya fuera siendo penetrado, como manipulado, como sodomizado por distintos consoladores uno cada vez o varios al mismo tiempo, fustigado y nalgueado, apretado con las ataduras del columpio… Todo tan bueno y tan morboso. Al final, acabó desmayado y laxo contra las cuerdas, demasiado agotado de tantos orgasmos. Lo primero que le pasó fue que su cuerpo dejó de correrse, ya no había semen para liberar y finalmente en un último grito sintiendo como Jiraiya se corría en su interior de nuevo, perdió el conocimiento.

Mucho más tarde, después de lo que suponía que fueron horas, se encontró despertando en su cama desnudo con un cuerpo cálido pegado a su espalda. Al darse la vuelta encontró que era su ex compañero que dormía boca arriba con los brazos tras de su cabeza, usándolos como almohada.

–Al fin despiertas… Aguantaste muchas rondas de mi tortura. Y, déjame decirte que ha salido mucho de mi esperma de tu blanco trasero. –Abrió sus ojos y se lo miró con esa chispa de humor que poseía en sus ojos negros, el orgullo bailando en sus pupilas por su gesta sexual.

Siempre había tenido una gran resistencia, después de todo desde joven fue un pervertido que había empezado a pajearse siendo apenas un crío de 13 años. Su primera experiencia sexual la tuvo a los 15 con una mujer mucho más mayor que él, y desde esa vez no paró de acostarse con gente, ya fueran mujeres como hombres. Si, tenía una grandiosa experiencia a sus espaldas, sabía como hacer llegar a intensos orgasmos tanto a hombres como mujeres sólo con sus manos, entonces ya ni hablamos de lo que era capaz de hacer con la boca, usando juguetes o con su pene. Y con Orochimaru tenía permiso para usar cualquier cosa que quisiera experimentar o probar. Había encontrado en su ex compañero de equipo al perfecto compañero de cama, el azabache no tenía reparos en probarlo todo, en experimentar, en usar juguetes, inventos, posturas… Lo que se le ocurriera. Definitivamente adoraba follar con su "amigo", con él podía liberar a la bestia de lujuria que llevaba dentro, el de las serpientes nunca le decía que parase o se contuviera, la verdad es que cuando más creativo o salvaje se ponía, más gritaba de placer y antes explotaba en ruidosos orgasmos. Si, Orochimaru era su perfecta contraparte.

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