Recibí varias solicitudes para hacer en castellano o inglés, así que decidí hacer mitad y mitad de cada. Disfrutad

I got some requests to do in Spanish or English, so I decided to do half and half in every languaje. Enjoy them

40. "At least we have this fire to keep us warm."

Leo había estado corriendo, más bien cojeando, por el bosque sin saber qué hacer. Llevaba despierto ¿Cuánto tiempo? ¿un mes? Cuatro desde que llegaron a esa casa de campo de la familia de April después de que él hubiese sido brutalmente apaleado por las tropas de Shredder según le habían informado sus hermanos. Y en ese tiempo, ya se las habían arreglado para meterse en problemas y sobre todo para crear nuevos mutantes gracias al mutágeno que encontraron en el sótano de la casa.

Y por desgracia, uno de esos mutantes, una especie de polilla, ahora había secuestrado a sus hermanos a April y a Casey y los había llevado quien sabe dónde. Y ante esa situación, era su obligación como hermano mayor y amigo el rescatarles. De hecho, Leo también habría sido secuestrado con total seguridad si la tortuga de pañuelo azul no hubiese estado en el granero entrenando, tratando de recuperar su fuerza tras tres meses de hibernación forzada.

Leo se detuvo para tomar aire. Tanto tiempo de inactividad le estaba pasando factura. De repente el hermano mayor escuchó un ruido y alzando la vista, vio lo que parecía un capullo de seda colgando de la rama de un árbol con algo que parecía moverse frenéticamente en su interior.

Abriendo los ojos como platos, a Leo le pareció reconocer la figura atrapada como uno de sus hermanos. Así que, sin pensárselo dos veces, sacó una de sus katanas y se preparó para saltar, procurando no poner demasiado peso en su pierna herida. Afortunadamente, el salto que debía realizar no era algo demasiado exagerado, era un salto que con entrenamiento básico podía realizar.

La tortuga de ojos azul oscuro saltó y cortó las sujeciones del capullo, haciendo que este cayera al suelo y un aullido de dolor saliera del ocupante de su interior. Leo se apresuró a liberar al prisionero, quien resultó ser Raph.

"¿Leo? ¿Qué-? ¿Cómo has llegado hasta aquí?"

"He visto como ese mutante se os llevaba a todos y, bueno ya sabes, he venido-"

Raph alzó una mano silenciando efectivamente a su hermano.

"Por favor no digas que has venido para ser un héroe como tu querido Capitán Rayan."

"¡No iba a decir eso!" se defendió la tortuga mayor.

"Oh, yo creo que sí." Respondió la tortuga de ojos verdes cruzándose de brazos y mostrando una sonrisa pícara en su rostro.

"¡No es cierto!" protestó Leo nuevamente.

Ante esa reacción, la tortuga de pañuelo rojo cerró los ojos y negó con la cabeza.

"Oh, vamos Leo, ¿no sabes aceptar una broma?"

"Ah, ¿eso era una broma?" respondió Leo con sarcasmo "Déjame decirte que no ha tenido ninguna gracia."

Raph sonrió ampliamente manteniendo aún sus brazos cruzados.

"Tranquilo hermano, solo quería relajar un poco los ánimos. No sé si has tenido ocasión de verte en un espejo, pero eras la viva imagen del estrés cuando me descolgaste de allí arriba."

La expresión de Leo cambió inmediatamente de furiosa a avergonzada. Y mientras apartaba la mirada, el hermano mayor respondió:

"Lo siento Raph, pero este es el efecto que produce el ver a tu familia porqué han sido secuestrados por un mutante peligroso."

Ante esas palabras, Raph se encogió de hombros.

"De acuerdo, como explicación, me parece justa. Bien, ¿vamos a buscar a los demás o nos quedaremos aquí toda la vida?"

"Vamos."

Los dos hermanos comenzaron a correr de nuevo y tras lo que parecieron horas de búsqueda, encontraron otro capullo como el que había mantenido cautivo a Raph. A quien encontraron a su interior, fue a Donnie en esta ocasión. Tras ponerse al día, los tres se pusieron nuevamente en camino. Por desgracia, la noche llegó, por lo que acordaron montar un campamento para pasar la noche y proseguir con la búsqueda a la mañana siguiente.

Apenas llevaban diez minutos parados cuando de repente Leo exhaló un suspiro.

"Lo siento chicos, si hubiese estado allí con vosotros, probablemente habría evitado que esto sucediera."

Donnie negó inmediatamente con la cabeza y podría decirse que comenzó a increpar a su hermano mayor por auto-culparse por todo.

"Discrepo contigo Leo, si hubieras estado allí, lo más probable es que esa polilla también te hubiese cogido a ti y te hubiera atrapado en un capullo como en los que nos encerró a Raph y a mí y probablemente a los demás."

"Ahora que sacas el tema, ¿por qué crees que nos encerró en capullos Donnie?" preguntó Raph con una pizca de curiosidad en su voz, aunque su rostro mostraba cierta expresión de asco al pensar en el mutante que se los llevó y su… parecido con otra clase de insectos con los que Raph aún no había logrado superar su fobia.

Donnie adoptó una postura pensativa y tras considerarlo un rato, finalmente respondió a la pregunta de su hermano.

"Probablemente lo haya hecho para dejar provisiones para el camino."

Ante esas palabras, los ojos de la tortuga con pañuelo rojo se abrieron como platos.

"Espera, ¿has dicho provisiones? ¡¿Ese monstruo alado quería comernos?!" exclamó la tortuga de ojos verdes con voz completamente alarmada.

"Es lo más probable." Respondió Donnie con voz mucho más calmada que la de su exaltado hermano.

Ver la exaltación de Raph y la calma de Donnie no ayudó en absoluto al propio estado mental de Leo, quien levantándose de un golpe exclamó:

"¡Tenemos que encontrar a los demás antes de que sea tarde!"

Raph también se levantó y puso sus manos sobre los hombros de su hermano mayor.

"Lo sé, pero esta noche no, necesitamos descansar."

"Cierto descansar…" dijo Leo en voz baja, luego dirigió su mirada hacia las llamas de la hoguera mientras se sentaba nuevamente "al menos tenemos este fuego para mantenernos calientes. Solo espero que no lleguemos tarde y podamos salvar a los demás."

"¡No hables así! ¡Los encontraremos!" espetó Raph, a lo que Donnie asintió y añadió:

"Cierto, no hemos sobrevivido a tantas situaciones potencialmente mortales para que ahora acabe con nosotros una Phthorimaea operculella mutada."

"¿Una qué? ¡Habla de forma que te entendamos Donnie!" se quejó Raph por las palabras usadas por su hermano cerebrito.

Donnie puso los ojos en blanco.

"Me refiero a la polilla."

"Ah, haberlo dicho desde el principio." Se quejó nuevamente el hermano con pañuelo rojo.

Donnie abrió la boca para responder a su hermano irascible, y viendo la deriva que ya llevaba la conversación, Leo temía que esto acabaría en una discusión entre sus dos hermanos, así que el mayor decidió cortar por lo sano y acabar con la discusión antes incluso de que empezara.

"Bueno, ya está bien. Mañana temprano seguiremos con nuestra búsqueda, encontraremos a los demás y los rescataremos a todos, sanos y salvos. No se acepta el fracaso."

Sus dos hermanos lo miraron con sorpresa, casi habían olvidado que él estaba allí también. De repente, Raph esbozó una sonrisa.

"Ese es el Leo que conozco. De acuerdo, todos a descansar. Hasta mañana."

Los tres hermanos se acostaron, y antes de quedarse dormido, Leo pronunció dos palabras dirigidas a su hermano que pensó necesitaba que él escuchara.

"Gracias Raph."