capítulo 6 (beta)

Blue rose

El sol soberano se alzaba con suma arrogancia glorioso y digno sobre toda la capital de re-Estize. Las calles rebosaban de vida, como lo haría normalmente una ciudad de este estilo, el excremento de los caballos se acumulaba a lado de las calles empedradas por lo menos, porque se ha dicho, existían aun calles sin pavimentar, en las cuales se acumulaba aguas de lluvia formando variares mezclado con orina y heces humanas, que las personas arrojaban por las ventanas, al grito de agua va. Después de todo no existía un sistema de alcantarillado instaurado ni un sistema para tratar los desechos, ni siquiera una idea generalizada de la higiene para la plebe, después de todo cualquier tipo de enfermada, podría ser tratada por magia. Por lo menos, las zonas de clase media y baja eran de esta forma, las zonas de clase alta y de la nobleza, más privilegiados, contaban con alcantarillado y barrenderos que se encargaba de las heces de caballo en las calles además de seguridad patrullándola constantemente entre otras cosas

Los habitantes de los antros más bajo de lo bajo de la capital, no eren diferente a cerdos, no, eso sería un insulto para los cerdos, que eran animales bastante limpios, en estos lugares las condiciones de vida eran infrahumanas, el olor de las calles era tal que formaría una mueca en la cara de los caballeros con más fuerte estómago, para los habitantes de estas zonas tal cosa era normal, ya estaban acostumbrados.

Un joven niño rubio de ojos azules, sin nombre, puesto que ya había olvidado el que sus difuntos padres le habían dado, vagaba por las fangosas calles, en su paso se cruzó con varios niños jugando en las aguas amarillenta de un charco en medio de la calle, el cuerpo de un adulto tirado a los pies de las puertas de la cantina, tal vez inconsciente por tanta cerveza de mala calidad o muerto, no era extraño hallar muertos tirados en la calle después de todo, tampoco importaba, personas sospechosas en los oscuro callejones donde no llegaba la luz del sol, vendiendo sustancias de dudosa procedencia, mujeres ya ancianas o tan feas a las que ningún hombre tocaría ya ejerciendo la prostitución, todo eso eran cosas del día a día.

El joven seguía su camino, sin prisa y sin pausa, con el unico objetivo de llegar rápido a la plaza centrar de los barrios pobres. Allí se habían estado conglomerando una gran multitud de mendigos, ancianos, mujeres y niños de bajo recursos, todos con ojos de devoción y adoración, con el unico propósito de ver a su benefactora. La princesa dorada, desde hace poco más de una semana que había estado proporcionándoles ayuda alimenticia, que según los rumores el dinero venia de su propio bolsillo, una verdadera alma caritativa, no como esos nobles y comerciantes pretenciosos de alta cuna que solo los volteaban a ver para usarlos y después desecharlos.

El sol en su cenit, declaraba medio día, el suave galopeo de los caballos, por la calle más amplia que venía desde el distrito medio, una caravana se acercaba, eran 4 vagones de madera tirado por cuatro hermosos corceles cafés, liderando los cuatro vagones iba un hermoso carruaje blanco con adornos en oro, que, para cualquiera de la tierra, podría reconocer el diseño ingles sin lugar a dudas. A pesar del polvo levantado y la suciedad del ambiente, conservaban su prístino color, la seguridad de la caravana era de primera categoría, el mismísimo capitán guerrero iba acompañado por 50 de sus mejores hombres, pero había algo que llamaba más la atención que el propio capitán guerrero y su banda.

4 arcángeles de la llama se alzaba sobre el carruaje siguiéndolo de cerca con sus alas de luz y en el centro de los cuatro arcángeles iba como únicamente se podría describir un caballero alado, el caballero, que proyectaba una aura divina, media aproximadamente 2mts de alto, con dos enormes alas blancas saliendo desde su espalda, iba totalmente blindado con una armadura estriada bastante robusta, por no decir gorda, de oro sólido, un sobreste azulado con grabados en oro lo adornaba, y en sus manos, descansaba una enorme alabarda que emanaba poder divino de peso indescriptible, que ni siquiera guerreros de nivel adamantita, serian capases de blandir.

Toda vista de leyenda, despertaba el sentimiento de admiración y respeto en los corazones de los presentes, incluso en el del joven niño, esta vista se había vuelto en algo común en esta semana, al parecer era las invocaciones personales del nuevo ciervo de la princesa, ciervo, que se decía por las calles, era un demonio con forma humana, muchos de los presentes aquí habían reusado la ayuda de la princesa inicialmente, por temor que estuviera contaminada por el poder del demonio, por otro lado, los más necesitados no dudaron en recibir su ayuda, el país y la iglesia ya los había abandonado, con gusto venderían su alma al mismo diablo por un poco de ayuda, el joven estaba entre los pocos que habían aceptado la ayuda alimenticia sin cuestionar, los primeros días.

Una semana de ayuda junto a la demostración de magia divina superior a la de cualquier clérigo de los cuatro templos, había sido más que suficiente para convencer a los más renuentes, de que por lo menos el dichoso demonio era inofensivo, al menos mientras la princesa lo tuviera bajo su mando, algunos más desesperados decían cosas, como que era no un demonio, sino un ángel enviado por los cuatro dioses a servir a la compasiva princesa en pro de ayudarlos, no cabe decir que la iglesia no estaba contenta, con aquellos blasfemos, muchos habían sido silenciados ya, otros habían permanecido en silencio, el joven lo había notado.

Los cuatros vagones formaron un semi circulo en la amplia plaza, mientras el carruaje de la princesa Renner, se detenía a un lado, los 50 miembros de la banda del capitán guerrero descendiendo de sus caballos formaron un perímetro alrededor de los vagones para mantener el orden, mientras el caballero alado descendía de los cielos para ayudarlos, está de más decir que no había nadie lo suficientemente estúpido como para intentar algo contra tal fuerza, ni siquiera los miembros de los 8 dedos que pululaban la zona.

De los cuatro vagones que trasportaban la comida, varios cocineros salieron para preparase, colocando las mesas de madera, cuatro hornos mágicos para calentar la avena, sacando las canastas con pan, era un despliegue de disciplina unico.

El afamado capital guerrero descabalgo de su montura, para abrirle la puerta del carruaje a la princesa, todos los presentes soltarlo el aliento que no sabía que habían contenido, al momento en que la joven princesa entro en su campo de visión. Era hermosa, desde lo más hondo de su corazón el joven creía eso como una verdad irrefutable, su tés de porcelana, sus ojos agua marina, su cabello de lino de dorado, y su pulcro vestido blanco que adornaba su pequeña figura, emanaba una belleza sin igual, tendiéndole la mano el capitán guerrero la ayudo a bajar los escalones de su carruaje hasta que sus entaconados pies, tocaron el suelo, los arcángeles de la llama descendieron de los cielos para escoltarla personalmente, detrás de la princesa, otra presencia se hiso presente, era el ángel o demonio que ahora servía a la princesa, sus ojos relataban terrores inimaginables, a pesar que había demostrado ser inofensivo, no quitaba el temor en el fondo del ser humano hacia aquellos diferentes y superiores a ellos. En el corazón del joven había cierta envidia hacia tal criatura por poder permitirle ser el guardia personal de la princesa.

"haaa, que molestia"

Era lo que pasaba por la mente de Hikigaya, al ver tal multitud, ancianos, mujeres y niños, hacía calor, y preferiría estar en el castillo, además el olor era espantoso, su nariz era demasiado sensible, ¿es que este reino no tiene ningún tipo de sistema de salud pública?, considerando en que época se ambientaba, lo más probable es que no, ver que dejar a sus ciudadanos vivir en tales condiciones, ¿cómo pretenden progresar si dejan a su recurso más valioso en este estado?, no era la sal, minería, agricultura o ganadería, lo más valioso para un país, ¿de qué hablo?, ¡sí que lo es!, el punto es que la gente puede llegar a general ideas revolucionarias, el pro de un mejor vivir, ¡no subestimen la pereza!, la revolución industrial sería un gran ejemplo, ignorando todo lo malo de esta, dos cabezas piensan mejor que una, ahora que tal miles de cabeza e ideas diferentes.

Observo a la pequeña conspiradora, mientras saludad a la prevé, sin importarle nada y con una sonrisa en su rostro, como si fuera una estrella de su tiempo, en el nació cierto orgullo, y la imagen de los niños del orfanato se sobre puso ante ella, fue hasta que detecto dos presencias poderosas que entraron a la capital, Bueno poderosas era un decir, eran por lo menos superiores a su caballero alado, que era nivel 40, en si todavía no representarían una amenaza, eran seguidas a velocidad considerable por otras cuatro presencias por debajo del nivel de Gazef, aunque algo cerca.

Hikigaya había rodeado la capital entera con varios objetos de nivel reliquia que eran como estatuillas de caballeros de 30 cm, encantado con [estimación de enemigo en área] [detectar enemigo en área], 10 de estas estatuas habían sido más que suficiente para rodear la capital completa, las había enterado fuera del muro de la ciudad lo bastante profundo, para evitar que cualquiera los encontrara y las había protegido con otro objeto de nivel reliquia Escudo de protección anti robo, que era un escudo de torre de 30 cm que se adhería a cualquier objeto, el cual evitaba que cualquiera que no fuera su dueño los tocara, eran objetos que casi nadie usaba ya que estas mismas magias lanzada por un jugador, cubrían mayor rango volviéndolas más prácticas además que magia de anti información y de ladrón de rango alto bajo era suficiente para engañarlas, tenía un gran inventario de ellas nada de qué preocuparse.

Gracias a esto había descubierto que había varios individuos en la capital cerca del nivel de Gazef, por lo menos 5, uno de ellos estaba, peligrosamente cerca, en todo caso, volviendo a la existencia que había llamado su atención, parecía que iban rumbo al castillo, tendrá que prepararse, para el peor de los casos, de que estén usando magia de anti información para encubrirse, ya que serían capaces por lo menos de lanzar magia de octavo nivel, ese nivel ya era capaz de lastimarlo, rezo para que ese sea su límite.

Las filas se habían hechos y los cocineros comenzaron a repartir la avena en cuencos de madera acompañado de pan, percatándose tarde a causa de estar distraído con las entidades que habían llamado su atención, Hikigaya vio que Renner había corrido a ayudar a un joven, bastante mugroso que había tropezado derramando su avena y arrojando su pan al suelo.

-Estas bien-

Dijo con gentileza ayudándolo a colocarse en pie, los arcángeles de la llama, habían permanecido a distancia prudente, en espera en que cualquier indicio de ataque hacia Renner, se efectuase, pero en vez de eso, solo había un joven, que aparentaba tener su edad, con las mejillas coloradas.

-S..si, es…estoy bien-

Dijo el joven entre tartamudos, mientras Hikigaya se acercaba, viendo curiosa la escena.

-¡Oh!, alegro, Hikigaya-sama podrías-

le dijo Renner entregándole el cuenco de madera lleno de mugre.

-Claro mi princesa, [purificación menor]-

Canto dejando el cuento extremadamente limpio, todos sin excepciones, consideraron que usar magia sagrada para tal cosa, era demasiado, pero nadie dijo nada

-Ahora, ummm…cómo te llamas-

-N…No, tengo nombre princesa-

Respondió el joven, haciendo que la princesa pusiera una cara triste, en su corazón se reprendió por haber hecho que la princesa pusiera tal cara, por alguien como él.

-Ha si, entonces te daré un nombre-

-¡un…un nombre!-

-Sí, no quieres-

Un leve rastro de lágrimas corrió por las rosadas mejillas de la princesa, acrecentando la culpa del joven.

-¡s..si, seria un honor!-

-¡Genial!, entonces te llamaras Climb, ven vamos, le diré a los cocineros que te den otro plato de avena y pan-

Le dijo tomándolo de las manos, arrastrando al pobre joven hacia las mesas.

-¡Renner!-

El llamado repentino de su nombre interrumpió el ambiente.

….

Una joven Lakyus de poco más de 16 años cabalgaba salvajemente por las calles de re Estize, sus dorados risos revoloteaban con el aire y su miraba esmeralda trasmitían una férrea voluntad, se había adelantado a sus compañeras en demasía, en su espalda estaba su preciada posesión, la espada demoniaca Kilineiram, primero había ido al castillo y había preguntado por la princesa, normalmente tal pregunta no sería respondida, pero ella no solo era una noble de alta cuna, sino también se estaba ganando un nombre como la recién aventurera de rango adamantita que era y los guardias la reconocían como la amiga de la princesa, informándole que la princesa estaba en los barrios bajos, en una obra de caridad , partió inmediatamente a los barrios pobres.

"Que estás pensando Renner, al aceptar la servidumbre de un demonio"

A penas el rumor de aquello había llegado a sus oídos, había convencido a su mentora Rigrit y a sus 4 hermanas, la guerrera Gagaran que la había rescatado en su primera aventura en solitario, las asesinas Tía y Tina, que no hace más de un año que había intentado matarla y la maga Evileye que habían tenido que derrotar para convencerla que se unirá, aunque el mayor trabajo lo hiso su mentora. Para ir, por lo menos a confirmar si era verdad y evaluar al demonio, después de todo según los rumores había humillado al mismísimo Gazef Stronoff, a la guardia de elite de rey y a los magos del reino, claro los rumores, podrían ser una exageración, pero eso solo resaltaba la peligrosidad de aquel ser.

Su preocupación por su amiga, era mayor que la que sentiría alguien por un hermano.

"Tal vez ese demonio la había engañado o la estaba manipulando"

Conociendo lo inocente que era Renner, era posible, de camino de regreso se topó con sus compañeras.

-¡Que paso Lakyus y la princesa!-

Llamo la Gagaran que estaba a la cabeza del grupo.

-¡Está en los barrios bajos, no hay tiempo para explicar!-

-¡Alto hay niña!-

Proclamo su mentora deteniendo a sus caballos solo con su voz.

-Porque tanto afán, ¿acaso esta tu amiga en peligro? –

-Bueno, por lo que me dijeron los guardias no, pero-

Intento replicar Lakyus.

-pero nada, venimos a evaluar a ese demonio, no a buscar pelea, estoy demasiado vieja para eso-

Le reprocho Rigrit.

-Será mejor que calme tu ímpetu, o es que no has aprendido nada-

Termino de decir, golpeándola en la cabeza con su espada enfundada, un rastro de lágrimas se formó de sus ojos esmeraldas, una risa sin disimulo se escuchó de las gemelas asesinas.

-vamos abuela solo está preocupada por su amiga, no es algo que reprocharle-

Medio Gagaran con una sonrisa.

-Dices eso, pero que pasa si resulta ser malvado, una pelea no se podrá evitar-

Gruño fríamente la maga enmascarada Evileye.

-Incluso esa princesita quedaría atrapada en el fuego cruzado-

-¡No permitiré eso Evileye!-

Proclamo Lakyus.

-Venga enana, estamos aquí para evitar que le pase algo a la princesa y a las personas del reino, no para matarlas-

-Solo digo, que eso es lo que se busca, por hacer pactos con demonios-

-Todo a su tiempo llorona-

Intervino Rigrit.

-Si en verdad es peligroso, entonces, ya veremos, no he sentido ninguna presencia demoniaca desde que ingresamos a la capital-

-O se está escondiendo o te estas quedando senil Rigrit-

Dijo Evileye, las gemelas se mantuvieron en silencio analizando la situación, y Lakyus con temor en su corazón, de lo que le podría pasar a su amiga, fortaleció su voluntad, decidida en salva a Renner, Lakyus siguió su camino a los barrios pobres.

Al llegar a su destino se abrieron paso a través de la multitud hasta llegar al centro, allí vio a su amiga rodeada de cuatro arcángeles de la llama, sosteniendo la mano de un mugroso niño y aun lado, la encarnación de mal mismo.

-¡Renner!-

Llamo descabalgando su corcel con suma facilidad, dando un trote corto hacia su amiga, Renner al percatarse de Lakyus, dejo al recién nombrado Climb y se dirigió a su amiga, en el momento de su reencuentro la tomo por el brazo y la forzó a estar detrás de ella, desenfundando su arma para enfrentar al demonio frente a ella, que había detenido su caminar a ver tal acción.

"un espadón oscuro con las Skin del cielo nocturno"

Reconoció Hikigaya al ver el arma de nivel legado, eso ni siquiera era capaz de lastimarlo, seguramente su habilidad especial también estará personalidad, pero no era un problema, solo sería magia de sexto nivel a lo mucho.

-No conozco los modales del reino, pero estoy seguro que es de mala educación desenfundar tu arma, hacia alguien que no es hostil-

Le dijo el demonio frente a ella con voz cansada, no había ningún tipo de preocupación, y su postura estaba llena de apertura. En ese momento llegaron sus compañeras que, al ver la situación, descabalgaron sus monturas y tomaron formación de combate al lado de Lakyus sin mediar palabras, solo Evileye y Rigrit permanecieron atrás, sin apartar la mirada del supuesto demonio.

-¡Lakyus!, ¡estas siendo irrespetuosa con Hikigaya-sama!-

Le reclamo Renner con un puchero en su rostro.

-¡Pero Renner, es un demonio!-

-No, no lo soy-

Respondió Hikigaya, mientras el caballero alado descendía a su lado, sorprendiendo a Rigrit y Evileye, que tenían cierto nivel de información, de la criatura de leyenda frente a ellas.

-¡Mocosa!, la princesa tiene razón, baja tu arma-

-¡Pero maestra!-

-¡¿Estas respondiéndome?!-

Escupió enojada Rigrit.

-No-

Respondió Lakyus resignada, todas las demás miembros bajaron sus armas también.

-No te preocupes mocosa, ya usé, [detectar magia] y [ojos de mago], puedo asegurarte que la princesa no está controlada mágicamente, eso sí, parece que ha acumulado un gran poder sagrado-

Tal afirmación descoserto a todos los presentes, en especial a Hikigaya.

"poder sagrado, ¿de qué habla esta vieja?, yo no veo nada"

Aunque ahora que lo menciona, había cierta aura blanca alrededor de ella, era tan minúscula que apenas le era perceptible, no podrían ser los anillos que le había dado, solo eran anillos de protección de nivel legado, los cuales era Anillo de protección de acero, Anillo de placas mágicas, Anillo de resistencia a venenos, y Anillo de la mente de hierro, no había ningún tipo de magia sagrada allí, entonces eso dejaba solo a su comida o su presencia, su presencia quedaba descartada, ya que si fuera así, Gazef también seria afectado y por lo visto no era así, eso solo dejaba a su comida, pero la había hecho sin efectos de aumento, además en Yggdrasil, los efectos de la comida solo eran temporales, umm….le habían dado algo con lo que experimentar.

-Yo, ¿tengo poder sagrado? -

Cuestiono Renner inclinando la cabeza de forma infantil.

-Sí, y uno grande que parece que se está acumulando-

Respondió Rigrit.

- ¡Eso es impresionante Renner! –

Exclamo eufórica Lakyus, igual que todos los ciudadanos presentes que escucharon tal cosa, hubo susurros aquí y allá, llamando a Renner santa.

-Aunque su apariencia es algo parecida la del dios demonio íncubos, vieja, alguna vez has oído hablar de un demonio que use magia divina-

-No, aunque podría estar usando un artefacto-

intercambiaron breves palabras de escepticismo

-Hey Tú, ¿eres algún tipo de ángel? -

Le cuestiono Rigrit, por lo que ella sabía, solo un ángel de rango alto, sería capaz de invocar y controlar a un caballero alado.

-¡Oh!, un ángel, es la primera vez que veo uno que habla-

Soltó Gagaran, mientras las gemelas simplemente estaban en guardia, un ángel todavía no era una existencia totalmente buena, dependiendo de quién es su amo, podría comportarse como un demonio.

-¿Tu?, tengo un nombre sabes anciana-

Bufo Hikigaya lo más soberbio que pudo.

-Me llamo Hachiman Hikigaya humanas, y no me copares con esos mojigatos, no soy ni ángel ni demonio, soy un mestizo-

Había tal orgullo en sus palabras casi tanto como la de los dioses demonio que ambas lanzadoras de magia habían enfrentado, lo cual formo una mueca de disgusto, al recordar a esos seres, aunque solo fue visible en la cara de Rigrit, ya que Evileye portaba una máscara.

-Un mestizo, mentiroso, tal cosa no es posible-

Respondió Evileye fríamente, Rigrit solo observo, aunque no parecía estar en desacuerdo.

-Entonces, no solo niegas mi existencia, sino que me tratas de mentiroso, ¿Qué sabrás tú? -

"Que lo era, además de mal actor, ¡pero ese no era el punto!, sabía que actuar arrogante solo traería problemas"

-Tal insulto, exijo una disculpa-

Los arcángeles de las llamas, invocaron sus armas y el caballero alado preparo su alabarda, obligando a las aventureras a tomar posiciones defensivas, la expectativa estaba en el aire, ninguno de los civiles presente se atrevió a decir nada, era de conocimiento común, no llamar a nadie mentiroso en su cara, menos a los fuertes, y el rango de adamantita que ostentaba blue rose no era suficiente escusa.

Por eso Gazef intento mediar la situación.

-Vamos Hikigaya, no hay que llevar la situación a tal extremo, lo mismo va para usted maestras-

-¿Estas de su lado niño?-

Le cuestiono Rigrit.

-No se trata de eso, Hikigaya ha demostrado ser una existencia no dañina, para nadie, me parece un abuso de su parte-

-Gazef, esto no se trata de pelear o no, preferiría no hacerlo, pero ha insultado mi existencia e integridad, si no se disculpa, entonces no habrá paz-

-Hikigaya, te pido que no pelees-

Intervino Renner, apartándose de la espalda de Lakyus colocarse en medio de los dos grupos. Junto con Gazef.

-Como ordene mi princesa-

Respondió Hikigaya batiendo sus alas con una solemne reverencia con la mano en el pecho.

-En cuanto blue rose exijo una disculpa de parte de su maga, un insulto a mi sirviente, es un insulto a mi persona-

Declaro Renner con el porte digno de un gobernante, plasmando su imagen en los ojos de los presentes.

-Ya lo oíste llorona, discúlpate-

-¡Tch!-

-Ustedes son el pináculo de la humanidad, ¿por lo que es seguro afirmar que son 100% humanas cierto? –

Ante esta cuestión y las implicaciones detrás, Evileye palideció, él lo sabía, pero como era posible, ella llevaba un anillo para encubrir su naturaleza vampírica, y fue ahí cuando recordó, su pela con el rey demonio íncubos, su olfato era tan potente como para ver a través de la magia, incluso la de invisibilidad, la fría piel de Evileye se erizo de nuevo, en más de 200 años.

-Si, así es, estamos orgullosa de ello-

Respondió Lakyus.

-¿Enserio?, ahora quien es el mentiroso-

-¿Eh?-

Fue la reacción de las otras cuatro miembros del equipo adamantita.

-Está bien, lo siento-

-Un siempre lo siento no es suficiente, quiero que admitas estar equivocada y te disculpe correctamente con mi ama y conmigo-

-Admito que está equivocada y me disculpo con la princesa y con Hachiman Hikigaya-

-Aceptamos tu disculpa-

Declaro Renner.

-Princesa me permite hacerle unas preguntas a tu sirviente-

Rigrit, todavía no estaba convencida, con el acto de Hikigaya, alguien tan orgulloso como uno de los reyes demonio, no se limitaría a servir a una pequeña niña, y si era tan poderoso como un rey demonio, entonces podría darse el caso de necesitar la ayuda de Vaision para derrotarlo, ¿Cómo era posible que alguien tan poderoso pasara bajo su radar? sin importar cuales fueran sus intenciones, no le permitiría campar a sus ancha, en especial si era un ser de Yggdrasil.

-No me importa, pero será mejor continuar esta conversación en la seguridad del castillo-

Respondió la princesa.

-Capitán guerrero, podrías por favor, pedirte que te encargue de supervisar que la entrega de comida se lleve a cabo sin ninguna dificultad, yo tengo que atender a blue rose-

-Claro, déjeme todo a mí-

-Hikigaya, podrías dejar a tus ángeles como ayuda por si hubiera algún problema-

-Si es lo que ordena mi princesa-

Se limitó a responder Hikigaya.

-Excelente, ahora, ¿partimos?-