-ya cálmate Cassandra estás siendo un poco exagerada-

-¡no Daphne-chan! ¡tenemos que irnos!-

-¿esto es por otra de tus alucinaciones?-

-¡no es una alucinación!-

Daphne miro con preocupación a su (única) amiga y compañera de familia, Cassandra Ilion, la azabache la había rastrado del comedor de su familia hacia su cuarto y le había dicho, no, ¡le había ordenado que empacara sus cosas!.

-no podemos irnos así porque si, sabes que Apolo-sama no nos dejara-

-¡eso no importa! Tenemos que irnos antes de que….-

La azabache se detuvo de golpe, callando su boca con su mano, como si no quisiera pronunciar las palabras que estuvieron a punto de salir de sus labios.

-¿antes de que eee….?-

-antes de que…..-

Cassandra hizo una pausa, la pelirroja frente de ella la miro despectivamente y como ligeros temblores sacudieron su cuerpo.

-antes de que Babel se pinte de negro-

Daphne parpadeo ante sus palabras, Cassandra siempre tenía sueños extraños con, según ella, mensajes ocultos que revelaban el futuro.

-jaah pues ya era hora, un poco de color no le vendría mal a Babel-

Rio ella ligeramente, para Daphne los sueños de Cassandra no eran más que una serie de sueños raros a causa de sustancias que creía su amiga secretamente consumía.

-¡es enserio Daphne-chan! Cuando una lluvia de rojo fuego, exhalada de las fauces de un iracundo Dragón con apariencia de conejo caiga sobre el murciélago, todas las paredes de Babel se pintarán de negro-

-¿un dragón con apariencia de conejo? ¿es enserio? En todo caso eso sería más adorable que aterrador, ¿no crees?-

Dijo Daphne con desinterés, ella avanzo sin ganas hasta sentarse en la desordenada cama de su habitación, la cual estaba llena de cosas que Cassandra estaba empacando.

-él no es adorable-

Dijo Casandra en voz baja.

-¿y quién es el?-

La azabache inclino la mirada al piso juntando sus manos al nivel de su pecho.

-no lo sé aun, en mis sueños solo vi un dragón con apariencia de conejo peleando con un murciélago -

-eso suena muy interesante la ver…-

Más la pelirroja no pudo articular palabra, pues una horrorosa aura de muerte les golpeo sin ningún tipo de contención, sintieron el piso bajo sus pies estremecerse y un peso caer sobre sus hombros.

Daphne difícilmente pudo articular palabras, sus temblorosos ojos notaron como poco a poco la luz iba abandonando la habitación, como si algo estuviese absorbiendo la luz del sol; rodo sus ojos a la única ventana del cuarto que, irónicamente les daba a una perfecta vista de la torre Babel la cual empezaba a ser privada de los rayos del sol.

-¿Qué….está pasando?-

Pregunto un poco impactada la pelirroja, parecía que el sol hubiese sido eclipsado de repente y sin aviso; el parloteo y cantar de los pájaros y cuervos resonaban en los cielos y un poderosos trueno provoco que se tapara los oídos.

-es Babel pintándose de negro-

Sus ojos pasaron a la azabache, estaba temblando, no, eso era decir poco, la chica estaba aterrada, lagrimas salían de sus ojos sin parar mientras susurraba en voz baja…

-tenemos que evitarlo, no podemos permitir que ese futuro pase, tenemos que evitarlo….-

Una y otra vez entre llantos y lágrimas asustando ligeramente a la pelirroja.

-oye Cassand...yyaahh!-

[Estruendo]

[Temblor]

Un grito salió de las bocas de ambas chicas quienes cayeron al suelo producto del fuerte temblor que sacudió los cimientos de su hogar.

-ya está aquí-


-familia…Apolo-

Bell confirmo con sus ojos, ya no había más responsables, solo familia Soma y familia Apolo, su aura se intensifico, la negrura que cubría su cuerpo se alzó por todo lo alto adsorbiendo todo rastro de luz solar y siendo visible por varias personas en Orario, desde la princesa de la espada aun en la muralla de Babel, por un grupo de camareras en cierto pub, una diosa de la belleza en lo alto de Babel, por un par de diosas pelirrojas en un taller de herrería, una diosa griega y su hija de ojos vi color y sentida por un dios que moraba debajo del gremio.

Bell bajo el cuerpo de Lili, la pallum estaba curada y con su cuerpo intacto, ella parpadeo y miro al peliblanco, un frio recorrió su cuerpo, Bell haciendo caso omiso, empezó su marcha hacia la morada de su primer objetivo.

-Lili ve al Gremio y espérame hay-

Con su orden dada se empezó a alejar cada vez más de la mencionada quien no tenía el valor de cuestionarle en ese momento. La negrura de su cuerpo se redujo considerablemente hasta desaparecer, no como su ira que fue todo lo contrario.

De su cuerpo empezaba a emanar calor de una forma extrema, era un calor tan abrazador que prendió completamente en llamas el cuerpo del peliblanco, el calor era tal que el concreto a debajo de sus pies se derretía convirtiéndose en espesa y roja lava, su piel, como si fuese arcilla seca empezó a agrietarse, y por las grietas fuego empezó a filtrarse como si por sus venas corriera fuego mismo.

Y sus ojos, iracundos, ya no eran de ese color rojo rubí que tanto lo caracterizaban, no, habían tomado un color blanco azulado, desde la córnea hasta el iris estaba iluminado del característico color del rayo, por su camino no había ningún alma, todos habían corridos despavoridos ante semejante aura de muerte que emanaba del peliblanco, dejándole la calle completamente libre.

Salvo por unas personas, unas amazonas, los ojos de Bell ni se deslizaron ni un centímetro para mirarlas, más sin embargo, en un acto estúpido y completamente suicida una de ellas se abalanzó sobre él.

Bell sacudiendo su mano de forma horizontal golpeo el brazo derecho de la amazona cuya cara se frunció de dolor al sentir como su piel se derretía y su carne era atravesada por sus rotos huesos, y con una velocidad alucinante y una fuerza descomunal salió disparada a un costado; travesando las pareces de casas y edificios, llevándose consigo a personas que tuvieron la mala suerte de cruzarse en el camino de la amazona cuyo avance fue detenido por nada más ni nada menos que la propia muralla de Orario.

Sus compañeras miraron horrorizadas como había sido lanzada como una pelota por solo un golpe de ese…monstruo, no había otra forma de describirlo, aterradas y temerosas de no querer recibir el mismo destino corrieron despavoridas con un miedo inmenso grabado en sus corazones, todas corrieron salvo una, quien permaneció firme, temerosa pero firme, observando la marcha del furioso peliblanco, que camino recto pasando por alto su presencia como si no estuviese hay.

Bell no miraba nada, sus ojos estaban fijos en su objetivo que estaba a la vista, la casa de la familia Apolo, en la entrada unos guardias custodiaban la puerta, estaban temblando, aterrados al ver la figura del peliblanco cuya expresión les gritaba que estaban por sufrir un inmenso dolor.

Sus piernas les fallaron haciendo que cayeran al piso, sus corazones latían a mil por hora, sus instintos de supervivencia les gritaban que corrieran, que salieran de su camino cuando vieron el puño del peliblanco levantarse, pero sus cuerpos no respondían, y solo pudieron permanecer con sus pies clavados en el piso viendo como Bell lanzaba su puño al aire deteniéndose a mitad de camino como si hubiese impactado con algo.

Grietas blancas se reflejaron en el aire, justo delante del puño del peliblanco, los guardias miraron con horror como grietas y grietas no paraban de crecer y expandirse por el aire llegando a medir casi 3 metros de alto, y en un instante lo sintieron, como sus cuerpos salían disparados en dirección contraria, como sus troncos se compactaban y sus órganos internos se sacudieron de una forma increíblemente dolorosa, como si la misma gravedad los hubiera golpeado.

Las puertas y rejas que estaba levantada alrededor de la casa de la familia Apolo salió volando echa una deforme masa de metal, al igual que la fuente que estaba en el medio del camino, producto de la invisible fuerza que los golpeo.


-(debo detenerlo, debo detenerlo….debo detenerlo)-

Cassandra corría desesperadamente por los pasillos de la mansión Apolo, el pánico estaba grabado en su rostro ante la idea de que la visión que tuvo en sus sueños se hiciera realidad, por eso, pese a su actitud tímida y nerviosa, tomo el valor de correr a la entrada de la mansión de su familia repitiéndose una y otra vez que debía detenerlo, debía impedir ese futuro.

-¡oye Cassandra espera! Es peligroso que salgas, quédate dentro de la mansión-

Detrás de ella la seguía Daphne, la pelirroja miro con sorpresa como Cassandra en cuestión de segundos había ganado una velocidad impresionante superándola a ella una nivel 2.

Pero su camino fue interrumpido, el chocar de dos cuerpos resonó en los pasillos y Daphne miro desde atrás como la azabache había chocado con su dios patrón.

-Apolo-sama-

Exclamo la pelirroja quien fue a ayudar a su amiga Cassandra quien sobaba su cabeza en un intento de hacer desaparecer el dolor; mas sus ojos temblaron al escuchar el nombre de su dios, abrió los ojos con un ligero miedo en ellos, Apolo estaba en el piso a unos metros de ella.

-¡oye fíjate por donde caminas!...se encuentra bien Apolo-sama-

A su lado estaba fielmente parado Jacinto, su hijo más "fiel" y devoto, quien le extendió la mano a su amado dios.

-A…¡Apolo-sama!-

El mencionado dios acepto la mano de su hijo poniéndose de pie ignorando el llamado nervioso de Cassandra.

-a…a dónde va?!-

Pregunto histérica la azabache, aunque en sus adentros ya sabía la respuesta.

-¿A dónde parezco que voy? Iré a ver quién ha osado a interrumpir y atacar mi hogar-

Arrogante y soberbio, el dios retomo su caminar en dirección a la entrada, Cassandra al escuchar esas palabras salto del piso poniéndose de pie en un instante.

-¡no puede ir!-

Exclamo saltando encima del dios, ella ya sabía lo que pasaría si Apolo iba a confrontar a esa persona, pero claro nadie más lo sabía aparte de ella, y por desgracia nadie le creería aunque se los dijera, Jacinto miro disgustado el cómo Cassandra se abalanzo hacia su dios, por lo que la tomo del hombro y la aparto con fuerza.

-no toques de esa forma a Apolo-sama-

Tirándola nuevamente al piso libero al dios quien se encamino nuevamente a la entrada principal, pasando por alto completamente la pequeña agresión hacia Cassandra.


-¿Quién eres y como osas irrumpir en mi morada?-

Bell, pese a que su apariencia gritaba lo contrario, espero pacientemente en la entrada de la mansión, sabía que su dios debía de aparecer en cualquier momento.

Pese que su arrancamiento hacia parecer que estaba siendo devorado por la ira, y no era para menos, parecía que el sol moraba en su interior; pero su mente estaba bastante calmada, Bell no era ningún estúpido, su ira lo llevaron a tomar en el pasado muchas malas decisiones, no fue hasta que conoció a su maestro quien lo inculco en el dominio del Senjutsu que logro mantenerse con la mente fría y calmada incluso en situaciones como esa.

-los tuyos….-

Refiriéndose a los hijos de Apolo.

-osaron lastimar y atacar a alguien que estaba bajo mi protección…quiero saber quiénes son-

Y aunque quería convertir a todos los presentes en cenizas, estaría castigando a quienes no tenían culpa de nada, y él era muchas cosas, pero era alguien justo que solo hacia caer su ira únicamente en quienes lo provocaban, o eso quería creer él.

El rubio dios parpadeo con recelo, mirando despectivamente al mortal parado en medio de su destruida y derretida fuente, se veía aterrador, su piel estaba agrietada y lengüetas de fuego salían de las aberturas de su piel, sus ojos blancos azulados parecían desprender rayos causándole un enorme pavor, pero claro su orgullo y arrogancia lo hacía ignorante del peligro que tenía justo en frente.

-hmpt de seguro que confundes los hechos, mis niños nunca lastimarían a nadie sin razón alguna, de seguro esa persona se lo busco-

El alarde del dios solo sirvió como combustible para su creciente ira, decidiendo ignorarlo empezó a buscar con sus ojos recorriendo los jardines de la mansión, los inmovilizados hijos de Apolo lo miraban con terror, ellos eran aventureros y conocían perfectamente la sensación de muerte sobre su piel, y el peliblanco provocaba esa sensación mucho más que cualquier monstruo de la mazmorra que había matado.

Tan pendiente estaba buscando de forma visual a alguna cara conocida entre los hijos de Apolo, que ignoro completamente como Jacinto se había parado detrás de su dios susurrándole algo en su oído.

-¿no hablaras de esa ladrona?-

Las cejas de Bell temblaron ligeramente ante la mención de la última palabra del dios.

-¿es esa la escoria de la que hablas?-

Ignorante de la bomba de tiempo que tenía en frente, cuya mecha el mismo está encendiendo, Apolo continúo vociferando con una mirada soberbia en su rostro.

-que estúpido eres ¿osas venir a mi morada a defender una peste como esa vil ladrona? Que no tienes dignidad, mejor márchate o…-

Mas callo su boca al sentir la asfixiante presión ejercidas de un momento a otro en sus hombros, encarando al peliblanco observo la muerte reflejada en su rostro.

-será mejor que tenga cuidado con lo que dice, yo tengo mucha paciencia, pero suelo perderla rápidamente-

Temeroso, pero demasiado necio para aceptar los hechos, Apolo respiro profundamente, creyendo tener una inexistente ventaja debido a los números, se sintió lo suficientemente confiado como para que su desagradable sonrisa se posara nuevamente en sus labios.

-desbordas arrogancia niño, ¿es que no sabes contar? Acepta la realidad, en un enfrentamiento tu estarías claramente en desventaja, asique porque no haces lo correcto y pegas tu frente al piso y pides perdón como es debido…-

-[Bell]-

-una persona como tu son los típicos que se creen invencibles…-

-[por favor no]-

-pero has de dar gracias que soy un dios muy benevolente…...-

Los hijos de Apolo miraron nerviosos a su dios rogando en sus adentros que parase, y como él señalaba al piso.

-quiero que tú y esa escoria a quien viniste a defender se arrodillen y me besen los pies como disculpa por los daños y prejuicios hacia a mí y mi familia…-

-[te arrepentirás]-

-hazlo o prepárate para sufrir las consecuencias-

El peliblanco se limitó a permanecer en silencio con una mirada levemente ensombrecida mientras el dios vociferabas sus crudas palabras, una de sus cejas estaba temblando sin control, y apretando su puño con fuerza lo levanto con una muy clara intención.

-[Bell, por favor no lo hagas, piénsalo bien esto te traerá muchos problemas y no va a remediar nada, te lo ruego reconsiderarlo]-

Una vez más Bell escucho la voz de Aria resonar en su cabeza, el peliblanco propiamente lo había dicho, tenía mucha paciencia, pero también la perdía muy rápidamente, por lo que Bell masculló en sus adentros por las palabras de la espíritu que residía en su mente.

-(sabes Aria, por primera vez estoy de acuerdo contigo….con esto no voy a revertir el daño que le hicieron a Lili)-

Aria suspiro aliviada de escuchar esas palabras, y sobre todo aliviada de que Bell haya entrado en razón, más sin embargo la espíritu olvidó un detalle importante…

-(problemas es lo único que me traería terminar con la vida de este imbécil…)-

Y es que Bell en ningún momento había bajado su mano.

-(pero como si eso me importara)-

Acto seguido un círculo translúcido envolvió la mano del peliblanco, Apolo al notar las claras intenciones agresivas de Bell sacudió sus manos un tanto nervioso, más aún al notar como hasta el mismo Jacinto parecía estar petrificado.

Apolo pronuncio palabras que jamás llegaron a oídos del peliblanco, quien flexionando levemente sus piernas se impulsó hacia el dios con clara intención de enviarlo al cielo, pero…

-¡e…¡ESPERA!-

Una temblorosa y llorosa melena azabache se interpuso entre el camino de Bell y el dios, Cassandra, pese a horrible miedo que el aura del peliblanco producía en ella, pese a saber que no era nada en comparación de él y que este podría hacerla desaparecer con solo un golpe, aun a sabiendas de todo eso se interpuso en su camino, más temerosa del futuro que se le presento ante ella que del mismo peliblanco.

Cassandra nunca en su vida se había molestado en intentar cambiar las visiones que se mostraban en sus sueños, a fin de cuentas, aun si lo intentara no podía hacerlo sola; y no es que alguien alguna vez le halla creído.

-po...por….por favor…e….escúchame….te…..te lo suplico-

Pero esta vez no podía quedarse de brazos cruzados, visión o sueño no iba a esperar a que sucediera para averiguar si las imágenes que se mostraban ante ella en sueños eran simplemente eso, sueños o eran algo más.

Por lo que mirando la aterradora expresión de Bell le suplico con la mirada un segundo de su atención.

-lo…lo que estas por hacer…esta…está mal-

-¡Cassandra!-

-Cassandra-

Exclamaron Apolo y Daphne respectivamente al observar como se había interpuesto en el camino del peliblanco, volteando a ver a Daphne, Cassandra le dio una mirada haciéndole una seña para que no se acercara, no quería involucrar a nadie más.

-e…escúchame ¿si?...solo un segundo-

Le rogó ella, Bell la miro despectivamente, era alguien completamente inofensiva, era débil y no representaba ninguna amenaza, pero era valiente, y Bell respetaba eso, por lo que bajo su puño al mismo tiempo que sus ojos cobraban nuevamente ese rojo rubí, se paró recto ante ella mostrándose dominante e intimidante.

-estas molesto lo entiendo pero….-

-¡Cassandra apártate!...¡tú no podrás con el-

Parándose de forma defensiva delante de Cassandra, Daphne salto a encarar a Bell.

-¡NO!-

Pero la azabache le abrazo por la espalda impidiendo que hiciera algún movimiento.

-Daphne-chan por favor no hagas nada estúpido-

-¡tú eres la que está haciendo algo estúpido suéltame y aléjate!-

Daphne comenzó a forcejear en un intento de liberarse del agarre de Cassandra.

-¡que…que están haciendo ustedes! ¡deténganlo!-

Grito esta vez Apolo hablándole a sus inmóviles hijos quienes observaban desde cierta distancia al peliblanco, pero ninguno tenía el valor o era suficientemente estúpido como las chicas quienes estaban forcejeando delante del peliblanco.

O casi ninguno, ya que gracias a las palabras de su dios Jacinto reacciono, y creyendo que Bell estaba distraído por la riña que tenían ambas miembros de su familia, desenvaino su espada y corrió en su dirección pensando ser lo suficientemente capaz de hacerle frente a Bell, grave error; pues apenas entro en el rango de ataque del peliblanco una invisible fuerza golpeo su cuerpo de tal manera que callo inconsciente y con más de uno de sus huesos rotos.

Cassandra, Daphne, y por sobre todo Apolo y el resto de sus hijos miraron con asombro como en instantes y sin mover ni un musculo Jacinto, su capitán y miembro más fuerte de la familia, quedo completamente fuera de combate.

-di lo que tengas que decir ahora, si no, apártate-

Con voz severa Bell le hablo a Cassandra, la azabache soltó a su amiga quien, entendiendo la gravedad del asunto dejo de forcejear y de querer ir en contra del peliblanco en un acto suicida.

-yo…tengo visiones…visiones del futuro…si tu….haces lo que estas a punto de hacer…..toda Orario se sumergirá en la ruina-

Bell levanto una ceja curioso ante las palabras de la chica, no parecía estar mintiendo, lo sabía con solo verla.

-¡QUE ESPERAN ACABENLO!-

Grito Apolo histérico solo para ser ignorado.

-en mis sueño, vi a un….-

Casandra paro, pensando que no sería buena idea llamarlo dragón con apariencia de conejo.

-te vi a ti, combatiendo con un murciélago…su batalla…trajo la ruina a Orario-

Termino de contar Cassandra, rezando para que sus palabras hicieran entrar en razón a Bell, pero Cassandra y todos los presentes desconocían una cosa.

-por mí que Orario arda en llamas-

Y es que a Bell nada o poco le importaba lo que pasara con Orario y sus residentes, por lo que pasando a un lado de la azabache sin que esta ni siquiera se diera cuenta se encamino nuevamente a Apolo, con su puño levantado y envuelto en esa misma energía translucida impacto con fuerza la cabeza del aterrado dios con su puño, la cabeza y cuerpo del dios del sol se distorsiono producto de la translúcida energía que estaba en el puño de Bell.

Sin contención alguna Bell dejo caer su fuerza sobre el cuerpo de la deidad, produciendo una fuerza que provocó que la mansión del mencionado empezará a hundirse.

Nadie tuvo tiempo de verlo más que el peliblanco, pues el pilar de luz dorada había aparecido antes de que alguien pudiera apreciar como la cabeza de Apolo se desprendía de su cuerpo.

Orario y todos sus habitantes miraron al cielo con una mezcla de asombro e impresión como un dios retornaba al cielo en el pilar de luz, ninguno más impactados que los propios hijos del dios quienes sentían como la conexión que la falna le daba con su deidad empezaba a desaparecer al igual que sus fuerzas.

No fue hasta que sintieron la monstruosa presión aumentar cien veces sobre sus cuerpos y como todo el terreno donde se encontraba su morada comenzaba a hundirse que volvieron a la realidad, una donde la misma tierra temblaba y rugía producto del monstruoso poder del albino quien parecía querer aplastarlos, y enterrarlos junto con la que fue alguna vez su mansión que empezaba a desmoronarse no siendo capaz de soportar la presión.

Aria miro con horror a través de los propios ojos del peliblanco el retorno del dios que fue obligado a volver al cielo por las propias manos del peliblanco, el derrumbe de su mansión, el hundimiento de sus tierras junto con sus hijos incapaces de poder moverse para salir de semejante situación, todo eso en tan sólo segundos; pero lo que más intranquilidad le producía era la insensibilidad de Bell al cometer semejante acto.

No paso ni siquiera un minuto para que lo que fue la mansión de la familia Apolo fuera reemplazada por un masivo y oscuro cráter, que no dejaba evidencia de que alguna vez hay estuvo el hogar de una familia.

Bell bufo en sus adentros mirando con total inexpresividad el cráter, y dando se la vuelta se encaminó a su siguiente objetivo.

-[tu…en verdad lo hiciste]-

-(creo que es más que obvio)-

Sacudiendo su cuerpo aparto las motas de polvo que se pegaron a sus ropas, detrás de él una gran nube de tierra se salva delatando con claridad el finalizar del derrumbe de la casa de la ex familia Apolo, y la posiblemente muerte de todos sus hijos.

-[¿Por qué? ¿Qué ganaste con eso?]-

-(para ser alguien que está dentro de mi cabeza no sabes absolutamente nada de mi Aria)-

-[¿pero no fuiste tú quien proclamo ser una persona justa?]-

-(el comportamiento de un dios refleja la personalidad de sus hijos, en esa familia ninguno es un santo)-

-[no tenías por qué matarlos a todos]-

-(no lo habría hecho si alguno hubiera mostrado la suficiente masa cerebral como para hacerle ver a su dios que estaba haciendo mal)-

-[¡pero!..]-

-(Aria…ese no fue el primer dios que envió al cielo, y créeme que no será el último)-


-él…..él a…-

Pronuncio Daphne como pudo, mientras que sentía como sus fuerzas, sus fuerzas de nivel 2 se iban tras el retorno de su deidad patrona, ella y Cassandra por alguna razón habían salido de un momento a otro de los que fueron los terrenos de la ex familia Apolo, siendo las únicas que lograron salvarse del cruel destino que amparo al resto de su familia.

Cassandra estaba igual de impactada, sus palabras y esfuerzo no habían valido de nada ante el peliblanco, apretó sus puños ligeramente, un temblor recorrió su cuerpo.

¿Cómo?

Se preguntó.

¿Cómo detener semejante calamidad?

-santo cielo-

Escucho decir de una impactada voz, ladeando su cabeza logro divisar a miembros de la familia Ganesha que habían llegado al lugar a causa del retorno de Apolo.

-¿pero qué paso aquí?-

Pregunto una de las hijas de Apolo, a Cassandra se le pareció familiar, con ese pelo azul corto al igual que sus ojos sintió que la había visto en alguna parte, pero eso de momento no importaba.

-debemos ir tras él-

Y tomando la mano de Daphne corrió en dirección por donde se había ido Bell, no podía quedarse a darles respuesta a la familia Ganesha, y pese a que huir de la escena del crimen las haría ver muy sospechosas, Cassandra no se molestó en pensar en la posibles consecuencias de ese detalle.

-¡ESPERA CASSANDRA!-

Grito Daphne soltando la mano de su amiga deteniéndola en el proceso.

-¡no estarás hablando enserio! ¡¿estás loca?! Viste lo que hizo ese sujeto, si vamos tras el no quiero imaginar lo que nos podría hacer-

Le dijo la pelirroja saliendo de su aturdimiento.

-además ye no tenemos falna, y aun si la tuviéramos que podrías hacer contra…-

-¡por favor Daphne-chan tienes que creerme!-

Grito levemente la azabache, su cuerpo se estremeció, y algunas lágrimas comenzaron a salir de sus ojos.

-muchas personas morirán-

Susurro ella, Daphne le miro algo preocupada, y tras dar un pesado suspiro le pregunto.

-¿Qué piensas hacer?-


-¡miren todas estas cosas!-

-¡prácticamente somos ricos!-

-¡¿cómo es que la imbécil de Arde abra conseguido todo esto?!-

-a quien le importa, ahora todo esto nos pertenece jajajsa-

Riendo de forma asquerosa miembros de la familia Soma vaciaban y dejaban caer al piso un sinfín de objetos cuyo valor era completamente desconocido para ellos, quienes únicamente veían objetos que podrían ser de alto valor y que podían vender.

-¡¿dónde está Arde?!-

Pregunto uno de los hombres quien tenía el cabello gris y portaba un par de lentes, el hombre tenía el saco de cuero que Bell le había confiado a Lili, el hombre no hacía más que mirar con anhelo y codicia el interior del mismo mientras que el reflejo de su contenido iluminaba su cara.

-quien sabe, la dejamos en un callejón con unos miembros de la familia Apolo, debe estar moribunda si es que no la han matado para este punto, ¡¿pero eso importa?! ¡ajajjasj!-

Rio altaneramente un obeso semi humano bebiendo licor de una de las botellas producidas por su dios.

-¡idiota! Probablemente tenga mucho más en su poder-

Exclamo el hombre de lentes quien no era más que el capitán de la familia Apolo.

Zanis se encontraba en su oficina realizando sus cotidianas labores como capitán de su familia, cuando llego el trio de hombres que en ese momento debían en su oficina con el saco contenedor de los invaluables objetos pertenecientes al peliblanco.

Zanis tenía en su escritorio objetos de diferentes formas, perlas, piedras preciosas, materiales que no conocía, armas y demás cosas cuyo valor y/o funcionamiento desconocía por completo, pero sabían que eran objetos mágicos por el poder y esencia que desprendían.

-¡vallan por ella y tráiganla ante mí!-

Exigió Zanis, probablemente Lili debería tener conocimientos del valor y funcionamiento de esos objetos.

-cálmate hombre, no la necesitamos para sacar beneficio de una u otra manera de esos objetos-

-veo que ustedes no entienden tontos ignorantes, si conocemos su funcionamiento podremos vender estos artículos por un mayor precio-

-oye y quien te dio a ti el derecho de decidir qué hacer con esos objetos-

Exclamo otro humano en la oficina.

-como capitán tengo pleno derecho de decidir que se harán con los bienes de la familia-

-¡a la mierda la familia!-

Exclamo el obeso y ebrio semi humano arrebatándole el saco a Zanis de las manos.

-con esto que está aquí ya no necesito ser más aventurero, podre llevar una vida de lujos y comodidades sin tener que volver a la mazmorra-

-estas ebrio Gerar, esos objetos me pertenecen…-

Hablo el humano.

-oigan yo fui quien encontró a Arde, por lo que yo tengo el derecho de…-

-el único derecho que ustedes tienen es el de morir-

Zanis torció su rostro en una expresión de confusión al escuchar una cuarta y extraña voz en la habitación, de momento a otro su vista quedo cegada por un extraño líquido que empaño sus lentes.

-ustedes son unos barbaros-

Creyendo que se trataba de alcohol que los hombres estaban ingiriendo se quitó los lentes para proceder a limpiarlos, no fue hasta que se los coloco nuevamente los ya limpios lentes que pudo apreciar como en su oficina ya no había nadie.

Y el líquido que ensuciaron sus lentes, el mismo que creyó que era alcohol en realidad era sangre, sangre que pintaba cada una de las paredes de su oficina, como si las personas con quienes antes estaba discutiendo literalmente hubiesen explotado.

No sabía que pensar, ni siquiera sabía si lo que estaban viendo sus ojos era real o alguna especie de broma o alucinación, no fue hasta que diviso la silueta de una persona por el rabillo de su ojo izquierdo que se dio cuenta de que no estaba solo como creía.

A un lado de su escritorio, con el saco poseedor de los objetos en mano, estaba Bell tomando los objetos que Zanis había dejado en su escritorio.

-tu….?-

Intento decir Zanis pero simplemente no sabía que decir en ese momento.

-¿extremidades o sentidos?-

La extraña…..pregunta del peliblanco confundió a Zanis.

-¿perdón?-

-si tuvieras que decidirte por uno u otro, con cual te quedarías ¿con tus extremidades o sentidos?-

Zanis estaba confundido, su mente aun no era capaz de procesar lo que estaba pasando, ni el brusco cambio de escenario, ¿realmente seguía en su oficina?.

-yo….no logro entender-

Pero por alguna razón su cuerpo no paraba de temblar, Bell, tomando el último de los objetos guardándolo en su saco, miro a Zanis de una forma desinteresada.

-creo que la pregunta más clara no puede ser, ¿si tuvieras que decidirte por tus extremidades o sentido, con cual te quedarías?-

-yo…..¿con mis extremidades?-

Zanis no sabía lo que le llevo a escoger esa respuesta, no la escogió por nada en particular, solo quería darle una respuesta al peliblanco esperando salir de su estupor, pero Bell solo lo miro con confusión.

-¿enserio? Bueno yo hubiese elegido lo mismo, pero, a ti te hubiera convenido más conservar tus sentidos-

Atando su saco a su cintura Bell golpeo el pecho de Zanis con su palma extendida, no fue un golpe duro o letal, pero si lo suficientemente fuerte como para enviar a Zanis a la pared cuarteándola en el proceso.

El capitán de Soma sujeto su pecho con fuerza, sintiendo como si sus fuerzas le abandonasen, lo último que vio, fue a Bell saliendo de su oficina, y pronto también sería lo último que vería, también la voz del peliblanco seria lo último que escucharía, su golpe lo último que sentiría y el olor a sangre lo último que olería.


-[¿era necesario privarlo de sus sentidos?]-

-(para personas asquerosas como él la muerte es un castigo muy suave, vivir completamente desconectado del mundo me pareció lo más ideal)-

-[pero aun así me pareció algo muy….cruel]-

-(puedo regresar a matarlo si así te sentirías mejor)-

Aria no respondió el comentario del peliblanco quien caminaba despreocupadamente por los pasillos de la casa de la familia Soma, pasando por unas cuantas habitaciones y doblando unas esquinas llego a su destino, la oficina de Soma.

La mencionada deidad, como rutinariamente lo hacía, mezclaba en una olla el licor por el cual su familia es conocida, Bell lo miro despectivamente esperando alguna reacción o palabra del dios quien nunca dijo nada, estaba más concentrado en su licor que en Bell.

-oye…-

Pero acercándose a él Bell intento llamar su atención solo para ser ignorado, cosa que al peliblanco comenzaba a molestarle, caminando a una de las estanterías tomo el atrevimiento de agarrar una de las botellas de Soma destapándola.

-he escuchado que no hay mejor licor que el del dios Soma-

Y dándole un buen trago dejo que el alcohol entrara en su cuerpo, Soma ni se molestó en dejar su labor, no fue hasta que Bell escupió su licor que Soma paso a prestarle atención.

-pero veo que es una completa mentira, esta mierda esta amarga y agria, me embriagaría más con un vaso de agua que con esta basura-

Poniendo la boca de la botella boca abajo esparció el licor de Soma por el piso, el dios no hizo más que mirar ofendido y molesto tal acción y falta de respeto hacia su creación.

-escucha lo diré una vez por lo que será mejor que prestes atención, un miembro de tu familia, Lili, quiero que le quites tu asquerosa falna, puedes hacerlo por las buenas colaborando, ¿o prefieres que te regrese al cielo para que le hagas compañía al otro imbécil que acabo de enviar?-

Los labios de Soma se entreabrieron, listo para darle una respuesta al peliblanco, respuesta que no pudo dialogar pues un temblor impidió que pudiera hablar.

Bell miro por la ventana un tanto extrañado el repentino temblor, pero un pensamiento y una explicación llego a su mente.

-(veo que está subiendo)-

Dijo Bell para sí mismo en sus adentros.

-[esta…..¿subiendo? ¿Qué está subiendo?]-

Le interrogo Aria.

-(hace unos momentos, sentí una energía provenir de la mazmorra, y sea lo que sea que tiene esa energía está subiendo)-

Dichas palabras no hicieron más que confundir a Aria, y sin molestarse en darle una mejor explicación, Bell pateo una de las paredes de la oficina de Soma demoliéndola por completo, con ahora acceso libre al exterior el peliblanco salto hasta posicionarse encima de un edificio.

En las profundidades de la mazmorra un…..monstruo se movía a tal velocidad que lo único que podía verse era un borrón blanco, a la criatura alada poco le importaba el techo que impedía a los monstruos voladores ascender hacia la superficie, subiendo con su cuerpo envuelto en una energía negra verdosa, rompía y destruía los techos de la mazmorra acercándose cada vez más a la superficie.

Sus verdosos ojos captaron al fin la entrada y salida a la mazmorra, agitando sus alas voló con más velocidad en su dirección, solo para chocar estrepitosamente con la barrera que impedía que los monstruos salieran. Iracundo golpeo incesantes veces la barrera quien no cedió ni un poco ante sus brutales ataques.

Era inútil, no podía atravesar la barrera pensó para sí mismo, pero una luz se divisó por el tobillo de sus ojos, al igual que una corriente de aire cargado con olores no pertenecientes a la mazmorra.

Dejándose guiar por su instinto la criatura voló en dirección a la fuente de esos olores, solo para encontrarse con una escena un tanto peculiar que era completamente nueva ante sus ojos, ruinas que no pertenecían a la mazmorra, eran resientes, pensó, lo sabía por la insana cantidad de cuerpos que podían deslumbrarse sobre algunas pilas de escombros.

Aun así, la criatura no se molestó en eso, sino más bien lo que estaba encima de esos escombros, una brecha, una abertura en los pisos de la mazmorra, por lo que sin pensarlo dos veces batió sus alas ascendiendo por la abertura hacia la superficie.

Los hijos de Ganesha miraban aun con asombro el masivo cráter donde antes estaba la mansión de Apolo, el temblor que sacudía los suelos no había sido suficiente para apartarlos de la orilla.

Incluso algunos civiles se acercaron para mirar como a través del agujero parte de los pisos superiores de la mazmorra eran visibles; y su atención no hizo más que incrementar cuando algunos destellos verdes comenzaron a elevarse a los cielos a través del agujero.

Un pilar de energía salió disparado a los cielos, civiles, aventureros y dioses fijaron su atención por igual en el pilar de energía, creyéndose que se trataba de alguna deidad que retornaba al cielo, mas sus ojos quedaron horrorizados al ver una figura alada por lo alto de Orario, al ver a un monstruo fuera de la mazmorra.

La criatura alada pasaba sus ojos por todo el territorio de Orario, cuantas cosas que ver, cuantas cosas nuevas que se mostraban ante él, pero el solo buscaba algo, y como si hubiese sido atraído por un imán, los verdes y rasgados ojos de la criatura localizaron entre los edificios un par de ojos rojo rubí; uno y otro se miraban, retándose, estudiándose, anunciándose ante el otro, y anunciando ante Orario el primer acto del desastre.


Bueno, bueno, bueno, ¿sorprendidos de verme por aquí? No lo estén, ya he comentado en alguna de mis otras historias que me no podido continuar este fic por estar trabado en esta parte y no saber exactamente como escribir reste cap, pero estos días me dije a mi mismo "lo escribiré salga lo que salga" y bueno he aquí el resultado.

Una pregunta ¿se esperaban este resultado de las familias Apolo y Soma? O se esperaban algo un poco más…..humillante/fuerte.

Bueno este cap fue una tremenda piedra en el camino por ese evento específicamente, y ya estaba tan cansado de reescribir una y otra vez este cap que me dije a mi mismo empezar a escribir y avanzar aun si no es lo que tenía previsto o no me terminara de convencer el resultado, porque enserio, valla dolor de cabeza fue este cap, espero que de ahora en adelante las actualizaciones sean un poco más constantes.

Y bueno por si alguien aun no lo sabe el monstruo/criatura que salió de la mazmorra es Ulquiorra de Bleach (magnifico personaje y uno de mis favoritos de la serie y del anime en general) ¡Y! en su estado de hollow puro, es decir, que aún no es un arrancar (ya váyanse haciéndose una idea de lo que eso significa)

Como dije en algún cap de esta historia pienso dividir este fic por arcos (cosa que nunca he hecho, pero me interesa probar) y para los más detallistas de seguro le prestaron especial atención en las últimas palabras "anunciando ante Orario el primer acto del desastre" y si nadie lo noto pues…recuerden esas palabras, que significan que llegaran muchos más desastres a Orari, no solamente la aparición de Ulquiorra (les mostrare porque Cassandra tiene tanto miedo de ese futuro).

Por cierto, quizás me esté precipitando/adelantando a decir esto pero, a lo mejor algunos ya están al tanto de los últimos spoiler CONFIRMADOS del volumen 17 de la novela de Danmachi, y para quien no tenga idea de lo que pasara en ese volumen se los resumo en tres simples palabras, Freya la cago (al menos su popularidad seguirá bajando en el fandom y sus haters creciendo).

Bueno a raíz de esto debo aclarar que tengo un "proyecto" GRANDE planeado para Freya; seré claro, quizás algunas cosas hagan parecer que odio a Freya porque…digamos que no la va a pasar muy bien, pero nada de eso, Freya es un personaje que me parece increíble y una boss de bosses de Danmachi, pero quiero….. darle un "uso" diferente al típico (no sé porque pero eso me sonó algo machista) y es algo que tengo planeado desde hace ya mucho, ya sabrán de lo que hablo, lo más seguro es que entiendan estas palabras e caps más adelante, cuando la pelea de Bell y Ulquiorra termine, y con la llegada del "Segundo Acto del Desastre" si es que todo va bien y no me atraso.

Bueno, no sé porque comente eso tan pronto pero me sentí en la necesidad de hacerlo ahora que hay tiempo y no cuando ya estén más enterados de los eventos del volumen 17 de la novela y que yo parezca otro hater de Freya.

Bueno creo que ya poco más tengo que comentar, usualmente no respondo muchas preguntas ya que suelo "responderlas" en los propios caps, asique supongo que eso sería todo.

Y ya para finalizar mencionar que me inicie en el mundo de los fics narrados de YouTube, la verdad no sé cómo de escribir fics de forma casual termine subiéndolos a Youtube pero lo hice, de momento únicamente tengo el prólogo de este fic subido, ojo y escogí este por encima de otros fics para subirlo a Youtube porque tengo la confianza de que podre darle un final y no por otra cosa. Apreciaría bastante que me apoyaran en este nuevo proyecto si es que está a su disposición y no les supone una molestia, pueden buscarme en YouTube como "Albionir Fanfics", y si no les aparezco también pueden buscar "Bell Cranel: Voluntad Humana" gracias de ante mano.

Y bueno que decir, supongo que nos vemos pronto…..espero.