Tenia una idea diferente con este reto, pero no encajaba del todo, así que hice algo más sencillo.

Día 6: Madrastra/Hijastra


Madrastra

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La campana sonó dando por finalizado el día. Los gritos entusiasmados de los niños resonaron por todo el salón mientras guardaban sus cosas en sus pequeñas mochilas. Tenten se acercó a ayudar a uno de los niños que dejó caer su lapicera de colores. Los ordenó lo mejor posible y cerró la pequeña mochila de carros de carrera.

Salió a la puerta del aula viendo a los niños correr hasta el pequeño parque de juegos de la zona de la entrada del jardín de niños. Había varios columpios, un tobogán y una resbaladilla que los entretendría hasta que sus madres y algunos padres en sus horas de comida vendrían con ellos.

Tenten al ser encargada de la sección B, y cada una de las maestras, debía asegurarse de que cada niño fuese recogido por su padre. Siempre a las doce del día había gran cantidad de amas de casa esperando por sus hijos. Por lo cual la escuela se vaciaba con rapidez. Los conserjes realizaban su trabajo de limpieza para poder dejar todo listo para el día siguiente. Tenten ingresó al salón de clases para tomar todos sus apuntes y dibujos que sus niños habían hecho. Metió todo en sus carpetas y posteriormente a una bolsa grande que llevaba. Recogió algunos objetos perdidos para preguntar mañana por ellos. Ordenó lo mejor posible y salió del salón.

Su mirada se fue hacía el pequeño parque casi desierto. Una pequeña niña se columpiaba mientras miraba frecuentemente a la entrada. Se acercó y se agachó a su lado para quedar a su altura.

― Himawari ¿todo bien? ― Su rostro un poco decaído no le daba buen augurio.

Su cabello oscuro en picos y sus ojos de un azul tan bonito eran una combinación agradable. Adicional que era una niña bastante dulce y atenta.

― No han venido por mi.

Tenten se levantó viendo a la entrada que estaba vacía. Tal vez a su padre se le había hecho tarde.

Él era muy puntual por lo cual le parecía sumamente extraño. Neji Hyūga era un padre bastante responsable y atento. Un hombre reservado, caballeroso y debía admitir, bastante apuesto. Siempre los mejores partidos se iban primero.

― Ya vendrá, tranquila. Podemos jugar mientras tanto. ― Se puso tras ella y la empujó en el columpio generando una risa ruidosa.

Neji siempre lograba atraer toda su atención. Un hombre como él en medio de amas de casa que usaban la primera ropa que encontraban para venir por sus hijas. Él parecía siempre tan pulcro y perfecto. Al inicio del curso se sorprendio de encontrarlo en la entrada, entregando a Himawari. Luego de aquel día lo vio vez con vez en la mañana y unas horas después. Siempre tan puntual, siempre tan reservado pero penetrandola con esa mirada intensa.

Ino, la maestra del salón 2ª, mencionaba que era super ardiente y que debería intentar coquetear con él.

Tenten desechó la idea sin siquiera considerarlo. No podría meterse con un hombre casado, jamás. Por más apuesto que sea y más considerando que Himawari era una niña muy feliz.

Aunque la ausencia de su madre de la niña lo hizo dudar sobre si sería padre soltero, padre divorciado o viudo. Intentó preguntar varias veces de forma casual mientras entregaba a Himawari. Sin embargo, cuando el centraba su atención en ella, las palabras se atoraban en su garganta. Esos dos ojos color perla la hacían olvidar hasta su nombre. Solamente atinaba a despedir a la niña con su padre.

Regresó a la realidad cuando la niña pegó un grito estridente y saltó del columpio en movimiento. Tenten se asustó hasta que la vio correr con mochila en mano hasta la entrada. Se acercó por inercia. Encontrado al Hyūga un tanto desalineado, con un poco de sudor en el rostro y un traje puesto. Diferente a la ropa casual que solía traer.

― Siento la demora, una junta se alargó. ― Justificó al ver la escuela bastante vacía.

Había demorado una hora y ya no había rastro de otros niños en la escuela.

― Descuide, iba a esperarlo el tiempo suficiente. ¿Un largo día?

Neji simplemente asintió mientras le ponía la mochila en la espalda a la niña. Acarició su cabeza.

―¿Todo bien con Himawari?

― Por supuesto, siempre se porta tan bien. ― Se agachó y pellizcó la mejilla morena de la niña.

La niña rio y corrió alrededor de su padre. Tenten consideró la pregunta que anteriormente la martillaba.

―Disculpe, usted… ―Un grito llamó la atención de ambos.

Himawari apuntó a Tenten con una amplia sonrisa en el rostro, como si acababa de tener la idea del siglo.

― ¡Usted debería casarse con él ― Apuntó a Neji! ― y ser mi madrastra!

Ambos castaños brincaron del susto ante tal idea. Tenten se sonrojó levemente al pensar en tal imagen y considera que una niña había dicho algo como eso. ¿Una niña se había dado cuenta que era atraída por su padre!

―Himawari ― Hablo Neji con fuerza, a lo que la niña salió corriendo hasta el tobogán. – Lamento eso.

―No se preocupe, ocurrencias de niños. ―Tenten se preguntó en ese momento si eso significaba que él era viudo.

―Seria cierto si tan solo fuera mi hija.

Tenten pestañeó sorprendida ante esas palabras y buscaba entender esa cuestión. Neji vio su rostro lleno de confusión.

―Es mi sobrina. Su padre siempre esta ocupado. Mi hermana va a buscar a su hermano a la primaria, por lo cual se le complican los tiempos.

Tenten confundida jugueteó con su cabello. Aquella realidad era aún mejor. No tenía relación con nadie ¿cierto? Tal vez él ser un tio devoto no le dejaba tiempo para tener una relación. Sonrió para si misma. Neji llamó a su sobrina que llegó ante él.

―Déjeme compensarle este incidente. ―Le pidió su número.

Tenten sonrojada y un poco extrañada le dictó el número. Podría ser esta… ¿una excusa de él? Apretó los labios al ver el brillo en los ojos malva.

Tenten sonrió viendo cómo se alejaban. Si todo va bien, podría ser realmente la madrastra de Himawari.


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