Es frustrante, pero lo entiendo
I
Años atrás...
Lynn trató de contener a Luan que de un momento a otro quería nuevamente agarrarse de los cabellos con Lori. Lynn no entendía por qué tanta agresividad de una chica que usualmente se reía de cosas no tan graciosas y tenía la apariencia de no dañar ni a una mosca.
—Deberías calmarte, suspiro… —Lucy quería calmar las cosas como las demás.
En el segundo nivel, Lori sí estaba hecha una furia, no podía creer que su hermana menor desafiara su autoridad. Leni estaba muy asustada, Luna trataba de contener a Lori con sus brazos y hablándole en voz alta.
—¡¿Qué se ha creído?!
—Sis, tranquilízate —se ponía frente a ella—. Yo hablaré con ella.
—¡Nada de eso! ¡Yo lo terminaré! —trataba de sacar de su camino a Luna, pero ella era algo fuerte.
De repente se escuchó que alguien tocaba la puerta de Lori y Leni. La segunda rubia tomó la iniciativa para abrir. Era Lincoln algo fastidiado que quería hablar con su hermana mayor.
II
Años atrás…
Luan salió con Lynn y las demás para ir a ver a Lincoln, pero al pisar el último peldaño superior de la escalera, pudo ver como Lincoln salía más tranquilo de la habitación de Lori y Leni.
—Ya todas vuelvan a lo suyo, ya todo se arregló, literalmente —pareciera como si no hubiese pasado nada para ella.
Luan y sus hermanas menores no entendían que es lo que había pasado en esos minutos que estaban en el sótano. La comediante no iba a quedarse con las dudas, pero antes de que ella hablara, Lincoln la tomó de su brazo y se la llevó a su habitación. Luan pudo percatarse de una sonrisa maliciosa por parte de Lori. No dudaba que se había salido con la suya.
—Ya todo está bien —la sentó en su cama—. Ya no hay necesidad de que se peleen, Risitas —lo dijo mirándola a los ojos.
Estaba muy confundida, ella quería encarar nuevamente a Lori por lo de Lincoln y por su forma de ser de esas semanas.
—Se fue en Vanzilla con nosotras y te dejó, te grita por cosas absurdas, te abofetea y ahora dice que todo se arregló… ¿Cómo le puedes dejar pasar tantas cosas? —Luan quería estallar en enojo y también se sentó.
—No es eso, lo hice por ti y por todos, es absurdo que estemos peleados, Luan —lo decía con algo de tristeza.
"Lo hice por ti", solo esa frase se repetía una y otra vez en la cabeza de Luan por esos momentos. Lincoln se percató que su hermana estaba ahondada en algo que pensaba.
—Luan lo que hiciste… siento que te debo mucho, sé que está mal que ambas se abofetearan, pero… algún día haré algo así por ti. Te defenderé, te lo debo —le dio un abrazo.
Para ella eso era como un premio, unas lindas palabras y el cariño de su hermano, eso era suficiente para una chica que daría todo por el chico que la inspira y quiere mucho.
Luan no dejó pasar el golpe que Lincoln tenía retratado en su rostro. Fue al baño y en menos de un minuto sacó una caja de primeros auxilios para atender el golpe de su hermano. Tanta había sido la discusión que todas se habían olvidado de atender a su hermano. Usualmente no dejaban pasar nada en él.
—¿Te sientes mejor? —preguntó Luan luego de untarle una crema vestida con un guardapolvo y su nariz roja, parecía Patch Adams.
—Sí… —respondió feliz por la atención de su hermana.
—¿Quieres que te cuente un chiste? —se notaba muy animada.
—Por su puesto.
—¿Qué le dice un vendedor de zapatos a un atleta? Mis precios son tan buenos que estarán a tu alcance… Lo sé, es malo, pero trato de que mejorar en cada ocasión —lo decía esperanzada.
—Serás la mejor, te lo aseguro.
—¿Y tú estarás allí cuando lo sea?
—Espero que sí —lo decía sonriente.
No pensó que todo eso desembocaría en algo lindo para ella y feliz para Lincoln. Pasaron hasta la hora de dormir hablando de varias cosas.
Lola observaba con curiosidad la forma en que se comportaba su hermana Luan, estaba en el ducto de ventilación con Lucy y Lana. Las tres querían saber qué le diría Lincoln a Luan.
—Supongo que está bien así, suspiro… —expresó Lucy con serenidad.
—Sí, pero no por ello debemos dejar pasar la actitud de Lori —recalcó Lola.
—A Brinquitos tampoco le gusta como se porta Lori —mostraba a su rana con gesto de fastidio.
Salieron de los ductos antes de que Luan se fuera de la habitación de su hermano, pero antes pasaron por la alcoba de Lori y Leni, notaron que ella se sentía de lo más tranquila. Eso las indignó.
III
Lincoln conducía un viejo coche que consiguió a un bajo precio, con él se trasladaba a todos lados, y estos momentos iba con Luan y su bebé Loan.
—Espero que Lori esté despierta, las últimas veces suele estar descompensada y no puede ni moverse o despertarse —contaba algo apenado.
—No te preocupes, estamos de la mano con Lisa… nuestra chica sabe lo que hace —le daba ánimos.
Lincoln veía por el retrovisor a su bebé despierta y jugando con el dedo de su tía, también escuchando los chistes que su bebé no entendería.
—Me alegra que te lleves bien con Loan —le decía sin distraerse del camino.
—¡Es un encanto de bebé! —lo decía muy feliz.
—Espero que cuando tengas el tuyo uses toda tu experiencia con mi pequeña rubia —hablaba con mucha sinceridad.
—Primero debo encontrar a alguien que me soporte —lo decía apenada.
—No seas mala contigo, ya no eres esa chica que hace bromas por cualquier cosa, eres la mejor persona que alguien puede conocer —la miraba a los ojos por el retrovisor—. Nos estás dando una mano sin sentirte obligada, eres alguien que cualquiera amaría, ¿entiendes? —lo decía con sinceridad y un tono jocoso.
—¿Me amas? —eso la hizo formar una pequeña sonrisa.
—Eso ni lo dudes, Luan. Te amo y amo lo que haces, eres la hermana y amiga por la que me jugaría mi vida. Te lo dije hace años, yo también te defenderé y protegeré —no podía obviar el recuerdo del problema con Lori de hace años.
A pesar que comenzó como algo que se inclinaría por lo romántico, Luan no dejaba de sentirse feliz de compartir los mejores momentos de la vida de Lincoln y su hermana en la suya. No se arrepentía de estar al lado del chico que amaba en secreto.
El auto se aproximaba a la entrada de ese lugar de retiro donde estaba Lori Loud. Se aparcó en el estacionamiento. Luan recién se percataba que el retiro era enorme, pero el bosque era inmenso. Caminaron con dirección a ver a Lori.
IV
Años atrás
—¡Bubu osito, después de días que estamos juntos! —Lori estaba emocionada de poder hablar con él.
Desde hace días que los dos están sumamente ocupados en muchas cosas, y una de esas es la sorpresa que le preparan al otro por el tiempo que son novios.
—¡Yo también, linda! —la abrazaba con el mismo entusiasmo.
Leni y Luna observaban como Lori era demasiado cariñosa con Bobby, a veces parecía que lo atosigaba, pero al final parecían tal para cual porque él la soportaba.
Mientras caminaban por los pasillos para irse cada una a buscar a sus amigas, no pudieron dejar pasar el que Dana estuviera sentada en el pasillo y recargada en su casillero. Notaron que estaba… ¿triste? ¿melancólica?
—Girl, ¿qué haces sola?
—¿Estás bien?
—¿Eh? … ¡Oh, sí! —se levantó con lentitud y se limpiaba su falda—. Solo… solo pensaba… en varias cosas… nada más —parecía que estaba divagando.
Las dos hermanas se miraron y no dijeron nada más. Dana les recalcó que estaba bien.
No lo decía a nadie, pero Dana se sentía mal, en las últimas semanas, cada vez que veía a Lori y Bobby juntos. No soportaba darse cuenta que Bobby no cumpliría con su palabra.
Quizás nunca haya sido la más cercana a Lori porque ella la conoció solo por medio de Bobby, pero no podía soportar lo que sabía de su amigo.
Tal vez ella era exagerada en darle mucha importancia a lo que vio y escuchó aquella vez en un parque donde estaba Bobby y una persona más que ella conoció una sola vez en la vida.
—¡Ahí estás, Dana! —le recriminaba Whitney.
—¿Qué haces sola? —preguntaba Teri.
Dana se dio cuenta que por el pasillo pasaban Lori y Bobby charlando de quién vaya a saber.
—Nada… vamos.
Se levantó y siguió el camino con ellas para encontrarse con Carol y Becky.
V
Años atrás
—Creo que me tocó contigo —le mostraba el papel con la letra L de color azul.
Se iba a realizar como un evento de amistad entre USA, México y Canadá para conmemorar la unión continental. Era como un evento de tradiciones y costumbres entre naciones amigas, solo que sería entre escuelas.
Un grupo de estudiantes se iría al país del sur y el otro al del norte. La maestra Johnson les mostró unos pequeños papeles donde había letras azules y rojas para el sorteo. Los azules se irían a Canadá.
—Eso es agradable, Cristina —le respondía Lincoln.
Su grupo de amigos le tocaría ir a México, por fin Ronnie Anne conocería parte de la tierra de sus padres, aunque eso no le agradaba porque dejaría a su hermano solo por unos días.
Cristina aprovecharía cada momento con Lincoln para demostrarle que en verdad quiere ser su amiga. Aún nota cierta distancia entre ellos, quizás era porque Lincoln se mantenía enamorado de ella…
