Hola a todos, aquí les traigo una nueva historia~ Espero que os guste, los personajes de Happy Tree Friends no me pertenecen, pero si la historia que cree con ellos. Aviso que los personajes están en versión humana con rasgos de animales. También informo que le he añadido omegaverse. Se agradecen comentarios y/o sugerencias.

Muchas gracias y que lo disfruten.

...

CAPITULO 6 Prejuicios e injusticia.

La felicidad que había inundando la ciudad no tardo en invadir el corazón del científico, quien desde lo alto del ayuntamiento miraba aquel maravilloso cielo. Ahora sabía que nadie debía de jugar con la madre naturaleza, ni hacerla enojar. Porque era benevolente si se trataba con cariño y amor, pero todo lo contrario cuando se intentaba domar en exceso. Era una fuerza libre e indomable que podía usarse para el bien común. Apoyando el brazo en la pequeña barandilla, dejándose llevar por esa tranquilidad. Finalmente habían resuelto ese problema tan nefasto, pero… ahora se empezaba a cuestionar quien había sido la rata mal nacida que toco su invento, ¿Y quien era ese tal "King of criminals"? Había demasiadas preguntas sin respuesta y por su parte iba a darle caza a ese desgraciado para usarlo como rata de laboratorio. Comenzó a reunir toda la información que poseían en ese momento en su cabeza, la conservaría hasta resolver todas esas preguntas y saciar su venganza. Sin embargo, no se percato de que Shifty se puso a su lado hasta que por su visión periférica pudo apreciar algo inusual… ¡Él peliverde estaba sonriendo sinceramente! Incluso un antisocial como él pudo percatarse que el contrario estaba sonriendo de verdad y no una llena de malicia o falsa. Sus orbes celestes se clavaron en ese hermoso rostro perteneciente a un simple beta… ¿Un beta? No, perteneciente a un ladrón que estaba llamando la atención de su corazón y sentía como lentamente el deseo de conocer más de él aumentaba. Era la primera vez que algo así le pasaba. Obvio tenia amigos pero el interés que había despertado el mayor de los gemelos, era un tanto diferente. Pero en sus pensamientos llego a la conclusión de que seguramente era por esa aura misteriosa que rodeaba al contrario y que nadie a excepción de Lifty, conocía.

Después de tantos días de tener esa infernal tormenta, sentir los rayos del sol, a pesar de ser alguien de especie nocturna, era gratificante. Incluso un ladrón como él sabía que existen cosas que no se podían robar y poseían un gran valor. Una de esas cosas era la felicidad junto con esa tranquilidad que no solo le invadía a él. El canto de los pájaros llegaba a sus orejas de mapache junto con la suave brisa que mecía sus hebras verdes. También podía escuchar las voces alegres de los ciudadanos como susurros, portadores de esa alegría y esperanza. Pero la sonrisa que se dibujo en sus labios no se formo por nada de eso, sino porque la gente volvería a salir de sus hogares y nuevamente podría robar junto con su hermano sin tantos obstáculos. Aunque eso tendría que esperar un poco hasta que pagara la deuda que tenia con Sniffles, no podría quedarle mucho después de esto… ¿Verdad? De solo pensar que ahora su igual iba a poder estar bien le calmaba el corazón, pues a fin de cuentas Lifty era su hermano y el estar juntos desde que tenían uso de razón les hacía tener esa unión, la cual por mucho que simularan no sentir siempre iría acompañada de esos sentimientos cálidos que sentía cualquier persona. No obstante, empezó a sentir como alguien le observaba y al girar su cabeza, su mirada verdosa se encontró con aquel par de topacios azulados que poseía el contrario como ojos. ¿Por qué estaba mirándole así, Sniffles? ¿Acaso los alfas también entraban en época de celo o algo así? Se sentía levemente confundido, más de lo que ya estaba, porque su cuerpo no apartaba la mirada, algo dentro de él le decía "Solo un poco más". Pero debía salir de ese trance, los alfas no eran gente de fiar y eso tristemente lo aprendió por las malas de su progenitora.

− Deberíamos irnos, Sniffles. − Dijo el peliverde antes de darse la vuelta y apoyar su trasero en la barandilla. – Aun tengo que pagarle a un científico loco su probeta. ¿Te lo puedes creer? Y eso que tiene muchos más en el laboratorio sin usar. –

− ¿Eh? – Le costó reaccionar, pero no aparto la mirada del muchacho ¿Qué le había pasado?

− Vámonos. −Riendo entre dientes de esa forma que tanto le caracterizaba.

Termino procesando que era lo que había pasado, haciendo que sonriera con cierta malicia. – No sé a que científico loco te referías antes, pero seguro que es bien apuesto y su inteligencia es superior a la de todos. –

− Nah, no te creas. Deja a un ladrón solo durante tres días en su casa mientras él esta encerrado en el laboratorio, ¿Quién deja solo a un ladrón tan maravilloso como yo? – Hablando en tono de broma y divertido al ver que el contrario le seguía el juego.

Asintiendo con la cabeza teniendo los brazos cruzados y con una mirada más seria. – Es verdad. Que irresponsable y… ¡Qué imprudencia! A partir de ahora te va a estar vigilando las veinticuatro horas del día y te pondrá un localizador hasta que pagues la deuda. –

− ¿Qué? ...Oye Sniffles… yo solo estaba bromeando. No me vas a poner un localizador… ¿Verdad? −Todo su buen humor desapareció. Estaba preocupado porque el peliazul era capaz de eso y de mucho más.

El silencio había reinado entre ellos dos durante unos segundos. En el transcurso de ese tiempo el científico seguía mirando con seriedad al preocupado mapache. Más ese silencio y tenso momento se desvanecieron con el sonido de una divertida risa. − Jajajajaja, ¡Debiste haberte visto tu cara, Shifty! ¿Cómo te voy a poner un localizador? Eso vulnera muchas leyes. – Comento Sniffles divertido y aun riéndose.

¿Todo se había tratado de una broma? Intento parecer molesto, pero incluso su risa se unió a la del contrario. – Vaya, vaya, así que Sherlock sabe reírse y gastar bromas. Eso si que no me lo esperaba de alguien como tú. –

− No soy tan sosainas, Shifty. Pero fue divertido, anda volvamos a casa. – Tomando la mano del muchacho para irse ambos de allí antes de que apareciera alguien.

El regreso fue mucho más tranquilo que la odisea que habían vivido hacia unas pocas horas atrás. Aun había corrientes de agua surcando las calles y dirigiéndose al puerto de la ciudad, pero no eran nada comparado con la velocidad con la que antes tenían. El que se hubiera ido esa tormenta junto con ese viento huracanado había hecho que toda situación cambiara por completo. Algunas personas curiosas los miraban intrigados desde sus ventanas, pero todos ellos con una suave sonrisa porque finalmente esa pesadilla había acabado. Era obvio que esas personas podían ver aquel dúo y saber de quienes se trataban. Pero por suerte para el mapache nadie grito nada para llamar a los superhéroes que debían seguir surcando los cielos salvando a las personas que lo necesitaran. Algo que agradecían tanto Sniffles como Shifty, pues ninguno de los dos quería que Splendid o Splendon't apareciera. Sin embargo, cuando estaban llegando a la casa del científico, en la lejanía se podía divisar a simple vista que algo pasaba. Destellantes luces de color rojizo y azul se vislumbraban. Varios coches de la policía se encontraban mal aparcados en la calle principal. Algo que no paso inadvertido para el ojiverde. Sus pasos se volvieron cada vez más lentos a medida que se iban acercando más. Hasta que termino por detenerse negándose a seguir avanzando. La ira y molestia comenzaron a inundarle por completo. Una mirada fría, llena de odio se clavo en el científico. ¿Cómo pudo haberle creído? Era lógico que llamaría a la policía en cuanto tuviera oportunidad. Todos los de esa maldita ciudad eran iguales, unas personas falsas que siempre hacían que nada pasaba si era tu amigo bipolar asesino quien te mataba cruelmente, ah, pero si eras un ladrón que solo robabas sin matar a nadie la cosa cambiaba. Eso sin mencionar que se sentía usado, Sniffles solo le quiso para que se encargara de la casa mientras él pensaba una solución para su máquina, ¿Cuánto tardaría en adjudicarse el merito de todo? Se sentía tan estúpido de haber creído y confiado en él…ahora a su memoria venían las palabras de su casero cuando les recogió de la calle: "Nunca confíes en nadie más que no sea Lifty."

No podía creer lo que estaba viendo, ¿Cómo era que la policía estaba en su casa? Ese Lumpy no pudo darse cuenta de lo que pasaba, además no se habría demorado tres di…si se habría demorado con la excusa del mal tiempo. Pero era imposible que pensara que Shifty estaba en su casa. Se acerco unos pasos más, todo debía de estar tratándose de alguna confusión o tal vez… ¿Irían a por él? A fin de cuentas, todo eso ocurrió por su invento, pero incluso en las noticias no dijeron nada. Eso sin mencionar que su jefe no diría nada, tenían un contrato. Entonces…si habían ido a por el peliverde. Cuando noto que este se había detenido del todo, se temió lo peor. No había más que mirar esa mirada llena de odio y rabia… ¿Por qué sentía esa punzada en su corazón? Intentaba buscar las palabras para aplacar esa ira, pero… ¿Qué podía decir? No quería que Shifty le mirase así. Dolía.

− Shifty, te prometo que yo no he llamado a la policía. – Dijo Sniffles con las primeras palabras que vinieron a su cabeza.

− ¡¿Y entonces que hacen en tu casa?! ¡¿Eh?! ¡¿Acaso han ido todos a tomar el té?! – Hablando con furia sin apartar la mirada con el ceño completamente fruncido.

Oírle así, le hacían sentirse mal y eso era algo nuevo para él. −Shifty, por favor, escúchame. Yo no se que hacen aquí. Por favor, espérame aquí escondido y yo iré a preguntar qué pasa. Te di mi palabra. Confía en mí, por favor. – Rogándole esperando que cediera y le diera un voto de confianza.

Debía de estar loco porque termino accediendo a esa petición. Su instinto no tardo en decirle que se iba arrepentir. Sin embargo, quería creer en el peliazul, pues de no ser que esa deuda que debía pagarle hubiera sido una excusa para atraparle. Pero eso no tenia sentido alguno. Eso sin mencionar que pudo llamar en todos estos días…y no había un teléfono en el laboratorio y el móvil del científico se lo dejo en el salón. Sus pies obligaron a su cuerpo a moverse para medio ocultarse tras un árbol y esperar todo lo pacientemente que pudiera en ese momento. Toda esa situación le enfurecía considerablemente, ni si quiera podía llamar a su hermano para que le ayudase a escapar de ser perseguido. Porque con ese corte en su pierna…no iba a poder correr mucho, de hecho, le dolía y estaba seguro que iba a necesitar unas tiritas de presión para que hicieran como de punto. Mirase como lo mirase no podía escapar, estaba cansado y su cabeza cada vez pensaba con mas lentitud. Si Sniffles le traicionaba ni si quiera podría salir de la cárcel escabulléndose. Un suspiro pesado salió de su garganta mientras recargaba la cabeza en el tronco del árbol. ¿Por qué ese empeño en confiar en el científico? Se sentía confundido y cuanto mas lo pensaba más le dolía la cabeza. Respirando profundamente mientras sus parpados se cerraban ante los pocos rayos del sol que lograban colarse entre las ramas y las hojas. Estaba dejándose llevar por esa calma y tranquilidad, quería descansar un rato e incluso dormir.

− ¡AQUÍ ESTAS SUCIA RATA DE ALCANTARILLA! −Grito Lumpy sin dudar en abalanzarse sobre el peliverde para derribarlo con fuerza contra el suelo. − ¡A todas las unidades, Shifty ha sido atrapado!... ¡ESTATE QUIETO, BASTARDO! ¡ESTA VEZ NO ESCAPARAS!

Sin esperárselo alguien le había derribado con tanta fuerza que termino en el suelo haciendo que se tuviera que aguantarse un grito de dolor por el golpe que se dio en la herida. No tardo en ver al salvaje que le hizo eso y sintió como su corazón se le quebraba…Sniffles le había traicionado, se fue a avisar a la policía de donde se encontraba… ¿Cómo pudo ser tan idiota de aun así darle un voto de confianza? ¿Qué esperaba? ¿Qué el peliazul cumpliera con su palabra? ¿Qué le dejara seguir siendo su ayudante? Intento forcejear movido por la rabia, pero todo fue en vano, Lumpy le tenia bien sujetado. Incluso sentía como la rodilla del contrario estaba presionándole en el cuello, algo que le estaba haciendo imposible el respirar con normalidad. Ni si quiera su voz podía salir para al menos gritar y sacar todo ese dolor de su pierna y su corazón mezclado con la rabia e impotencia de ese momento. Aquellos breves minutos en donde sentía como le faltaba se le hicieron horas, pero Lumpy se aparto tras esposarle las manos en la espalda. Fue entonces cuando comenzó a toser con fuerza, nunca pensó que el estar acostumbrado a que le ahogasen le serviría para aguantar consciente esa brutalidad policial. Pero tampoco pensó que volvería a sentirse así, la falta de aire era un sentimiento horroroso de por sí, pero aun más para él pues le recordaba a los "castigos" que le daba su progenitora. Fue agarrado sin delicadeza por el alce y levantado con brusquedad. Sin embargo, tal cual se levantó volvió a caerse al suelo de rodillas por culpa de su herida, tal vez debió decirle algo a… ¡No! Seguro que lo habría usado en su contra. Intento aguantarse la mueca de dolor mientras tosía, pero parecía que Lumpy se estaba tomando eso como algo personal, algo que tampoco le sorprendía ni le extrañaba. No pudo defenderse al ser tomado por el cabello, obligándole a su cuerpo a levantarse por el propio tirón. Sus labios siguieron sellados, ni si quiera un grito salió de estos o una queja de dolor. No le iba a dar ese gozo a quien estaba maltratándole. Solo le miraba con rabia y odio, la mirada de un criminal que tomaría venganza en cuanto le fuera posible.
Viéndose obligado a andar ante los tirones de pelo que le estaba dando Lumpy. Hasta llegar al coche de patrulla y ser arrojado a su interior, fue casi un alivio pues dejo de sentir esos tirones. Eso sin mencionar que al menos ahora podía estar tumbado y calmarse un poco, incluso reunir fuerzas y energías para cuando tuviera la oportunidad, escapar. No tardo en escuchar la voz del traidor de fondo, pero por su parte ni se iba a dignar a mirarle. De hecho, solo por haber cerrado los parpados y estar ahora más quieto, su cuerpo lo sentía frio, todo lo contrario a su cabeza que parecía arderle del mismo dolor. Terminando por empezar a caer dormido… ¿Tan cansado estaba? ¿O tanto le dolía la pierna como para estar así?

Intento hablar con los agentes nada más llegar a su casa, necesitaba saber que hacían allí porque él no les llamo ni si quiera les aviso de nada. Pero a medida que le fueron explicando menos lógica tenia todo. Para empezar, le costaba creer que Shifty hubiera sido tan descuidado de dejar a la vista las joyas del faraón…Era algo imposible de que pasara, además él mismo las habría visto y el mensaje del mó… ¡Era todo una trampa! ¿Pero quien le hizo tal encerrona al peliverde? Estaba hablando con los otros agentes intentándoles convencer de que Shifty no estaba ahí, que debían de irse cuando el walkie de los agentes emitió la voz de Lumpy y lo que estaba pasando. Su piel había palideció con levedad. Inmediatamente se dirigió a donde estaba el peliverde. Nunca antes había corrido por nadie y menos aun si era para defender a esa persona de una acusación. Siempre pensó que la gente debía de lidiar con sus propios problemas, pero con el mayor de los gemelos…era todo diferente y no entendía porque actuaba de esa forma. Sin embargo, al salir a la calle pudo ver como Lumpy estaba sujetando al muchacho, ¡Eso era abuso policial! La ira comenzó a inundar su cuerpo, ese día estaba siendo demasiado. Primero alguien tocaba su máquina para fines egoístas y ahora… ¡Estaban maltratando a su ayudante! Movido por la furia termino enfrente del alce, alzando incluso la mano estando mas que dispuesto a golpearle un puñetazo en toda la cara, pero… se detuvo a tiempo. Si pegaba al agente no beneficiaria a Shifty, complicaría todo aun más.

− ¡Ni se te ocurra llevártelo a prisión! – Medio frito Sniffles de forma amenazante y autoritaria, dejando incluso salir sus hormonas de alfas. − ¡Y como vuelvas a maltratarlo te juro que arruino tu vida! –

Se sorprendió a ver así de enojado a su amigo, seguro que querría hacer justicia con su propia mano. −Tranquilo Sniffles… ya sabes que primero van al calabozo, pero no puedes tomar la justicia como algo personal. Debes dejar que noso…−

− ¡¿Personal?! ¡¿Eres gilipollas?! ¡Shifty es mi nuevo ayudante! −Hablo el peliazul muy molesto.

− ¿Tu ayudante? −Pregunto Lumpy sorprendido y perplejo. Pero al ver que el contrario hablaba en serio se le abrió la boca de la sorpresa. − ¡¿ÉL?! ¡¿Por qué?! ¡Es un simple beta! –

Mirándole con el ceño completamente fruncido, terminando por cruzarse de brazos. Algo le decía que el peliazul estaba cambiando el significado de la palabra ayudante, pero le daba igual, no iba a lidiar con su retraso mental. − ¿Algún problema con eso? Porque supongo que sabes que eso es discriminación y racismo, ¿Quieres darme mas motivos para denunciarte, Lumpy? Libéralo ahora mismo, él es inocente. –

− ¿Por qué le defiendes? ¿Y por qué él tiene que ser tu ayudante? ¡Ha robado las joyas del faraón! ¡Es un ladrón! ¡Splendid le metería en la cárcel sin dudarlo! – El alce no estaba comprendiendo porque su amigo actuaba así por esa rata de alcantarilla.

Se quedo callado ante la mención de su héroe favorito, pero sabia que Shifty era inocente y Splendid no dejaría que alguien inocente pagara por un crimen que no cometió ¿Verdad?

− Me lo llevo al calabozo de la comisaria. −Sentencio el alce al ver que finalmente convenció al científico o eso pensó.

− ¡ÉL NO FUE! – Contesto rápidamente el ojiceleste. – Él ha estado recibiendo mensajes amenazadores del verdadero ladrón que robo las joyas, porque le adjudicasteis un crimen que no cometido. ¡Él es una víctima! –

Mirándole incrédulo parecía una excusa barata. −Sniffles…amigo, yo no se como te ha seducido ese beta, pero no creas nada de lo que te dice, él es un estafa…−

− ¡Él no me ha seducido! ¡Lumpy no seas idiota, por dios! ¡Yo mismo vi ese mensaje! − Se defendió Sniffles ante tales acusaciones.

− No te voy a multar por insultarme llevando el uniforme, porque eres mi amigo. Pero a Shifty me lo llevo y punto, si quieres seguir hablando ves a la comisaria. Ahí podrás pagar la fianza de este desgraciado si quieres. Buenas tardes, Sniffles, ten un buen día. –

La impotencia estaba inundándole y odiaba ese sentir con todo su ser. − ¡SHIFTY! −Llamando al peliverde para captar su atención, pero le notaba raro…No parecía enojado, ¿Entonces…? − ¡Voy a sacarte de allí! ¡Eres mi ayudante! ¡¿Me oyes?! ¡Te sacare de ahí, te lo prometo! ¡Y vamos a encerrar al desagradecido que te ha hecho esta encerrona!... ¡Suéltenme, idiotas! −Siendo agarrado por los otros agentes para impedir que estuviera cerca del coche. − ¡SHIFTY! – Gritando aquel nombre esperando, aunque fuera un simple asentir con la cabeza, pero no ocurrió tal cosa.

El coche patrulla ya se había puesto en marcha alejando al ladrón de su lado. Iba a ir inmediatamente a la comisaria, no permitiría que este estuviera ni una sola noche allí. Solo necesitaba tomar de casa su talonario, pero también llamaría a su abogado y le presentaría las pruebas que tenia para demostrar la inocencia del ojiverde. Sin embargo, ese par de gorilas no le soltaron hasta que el coche se alejo lo suficiente y se perdió de vista. Tras ser liberado pudo escuchar los murmuros de la policía: "Pobre Sniffles, otra victima de esa rata callejera." "¿Ha cuantos habrá engatusado ya a pesar de ser un beta?" "Seguro que Shifty uso su cuerpo para engañarlo." ¿Por qué decían esas cosas tan crueles? El mapache no era así. ¿Acaso se molestaron en conocerle? Puede que fuera un beta, pero era orgulloso y en ningún momento se le ofreció. ¿Todo el mundo era así con él? Porque empezaba a entender porque Shifty era tan frio y desconfiado, además de no pedir ayuda cuando estaba en problemas. Tomo su celular para llamar a su abogado y ponerle al corriente de todo lo que paso. Además de que fuera adelantando el papeleo para pagar la fianza pues algo le decía que iba a ser desorbitada. Sin embargo, el dinero daba igual, le había prometido que no le entregaría a la policía y… ¡Fue la primera promesa que no pudo cumplir! Pero iba a solucionarlo, iba a sacarlo de allí y asegurarse de que estuviera bien. Eso le hizo pensar… ¿Shifty no estaba muy apagado? Habría pensado que sería cosa del agotamiento por la travesía mezclado con la decepción que seguramente se llevó, pero… ¿Por qué sentía que pasaba algo más? Se sentía intranquilo ante esos pensamientos. Si Lumpy se había sobrepasado con él, tomaría severas represalias. El ladrón ya tenia bastante con ese mal nacido amenazándolo, eso sin mencionar que… ¿Quién era ese tal "King of criminals"? Debía de ser el mejor criminal si le llamaban rey. Tomando las llaves de su coche para ir a la comisaria, esperaba que Splendid estuviera quitando el agua de las calles, sino le iba a tomar mas tiempo de lo pensado en llegar y no quería que Shifty estuviera demasiado tiempo allí.

Un monitor le mostraba la entrada de la casa de ese científico entrometido. Pudo ver como este defendía al roba famas, al no haber cerrado la puerta principal. Pero también pudo ver de reojo todo lo que ocurría en la calle con ese alce idiota. ¿Una fianza? ¿Qué acaso ese ladronzuelo no había cometido suficientes crímenes para retenerlo SIN fianza? Bueno, los imprevistos como ese los había meditado profundamente y estaba preparado para ellos.

−Vaya, vaya, así que tenemos un bocazas. Nunca pensé que ese mapache encontraría a alguien que no le vendiera. Pero es hora de reclamar lo que es mío y que salgas a la luz, ¿No crees, "King of criminals"?

...

Notas de Shifty Braginski (Autor):

Cuando todo parecía calmado y podían tomar un descanso nuestros protagonistas, las cosas se torcieron aun más. Shifty ha acabado en prisión y…no esta precisamente bien de la salud. ¿Se dará cuenta Sniffles de ello? ¿Podrá llegar nuestro científico a sacarlo de la cárcel? ¿Y que planea ese villano? ¿Finalmente veremos quien es "King of criminals" o no?

Estas preguntas y muchas otras se irán respondiendo a lo largo de la historia.

Como muchos sabrán me cuesta escribir por motivos personales, pero siempre saco tiempo para ir poco a poco, además esta historia me tiene totalmente inspirada e intrigada. Espero mis mapachitos, que les haya gustado este capítulo y esperen el siguiente~
Como he mencionado con anterioridad, no me pertenecen los personajes de Happy Tree Friends, pero si la historia que cree con ellos.
...