Capítulo 6: Retornando a la Normalidad.

Naruto se había levantado temprano. Había dormido bien a pesar de todo; eran las 6:00 am aproximadamente y ya estaba ataviado con su nuevo equipo de misión, estaba fuera de forma, pero debía retomar prontamente su entrenamiento, ya que no aguantaba las burlas de Kurama cuando le decía que estaba a punto de oxidarse. Tomó un pan tostado y algo de café y se dirigió a toda velocidad al campo de entrenamiento #3, cuando llegó al lugar ya alguien se encontraba entrenando allí.

Vio una silueta atrayente, una kunoichi de espaldas que traía un kimono corto de color lavanda, pantalón corto y medias de seda con botas a la rodilla, de repente sintió algo de temor ante un evidente ataque.

- "¡Shugohakke Rokujuuyonshou!" …

- "¡Hinataaaaaaaaa no me mates por favor, prometo que no pasara lo mismo de anoche, Dattebayo!" grito Naruto desconsolado y poniendo sus brazos en el rostro. Hinata, quien estaba entrenando, no lo había visto venir, pero al verlo suplicando por su vida, se echó a reír imparablemente.

- "¿Qué haces tan temprano aquí Hinata? ¿Por qué estás sola? ¿ése es tu nuevo equipo de misión? Preguntó curiosamente Naruto.

- "¡Bueno… verás… siempre he entrenado aquí, incluso desde antes de la guerra. Este campo de entrenamiento se convirtió en mi lugar favorito, solía venir con Neji-Niisan…" Hinata se sentó en un tronco de madera que estaba allí. Continuó: - "éste fue el lugar donde él me pidió perdón por los pecados que había cometido contra mí en nuestra infancia, y aquí mismo nos dedicamos a entrenar arduamente para enfrentar la guerra, siempre que vengo aquí siento a Neji-Niisan conmigo, como si él no se hubiera ido, así que vengo todos los días a entrenar con él…" y de un suspiro hacia el cielo, Hinata finalizó su explicación.

Era la primera vez que Naruto y Hinata hablaban sobre Neji después de finalizada la guerra, el ninja rubio también sentía afecto por él y pudo percibir las dos caras de la moneda; por una parte, había sido testigo del acto liberador de Neji y cómo le había ganado la batalla a su destino, y por el otro lado, darse cuenta de la terrible soledad en la que ahora se había sumido Hinata. Pudo notar cuánta falta le hacía a su vida la presencia de Neji y sus enseñanzas; Naruto pudo entender, que más que soledad, era el temor a sentirse sin fuerzas para enfrentar la vida.

Ella, la bella y noble Kunoichi, era quien ahora se sentía incompleta y tal vez sin saber que hacer; Naruto se sentó junto con ella en el tronco y le hizo una proposición:

- "Sé que no puedo compararme con Neji, pero deseo que sepas, que siempre puedes contar conmigo para lo que quieras Hinata… no sé si sea atrevido de mi parte, pero, ya que te falta un compañero para entrenar y yo que aún no estoy a mi nivel, pues… yo… si tu quisieras… etto…" Naruto se sentía ruborizado y apenado, le daba muchos rodeos a la situación, pero tomó valor y continuó: - "Hinata, tu ¿quisieras ser mi compañera de entrenamiento? Eres experta en Taijutsu y yo en Ninjutsu, podríamos intercambiar conocimientos… ¿Qué dices? Eh".

- "Está bien Naruto-Kun, te lo agradezco mucho" Contesto Hinata a punto del desmayo.

Expectante por su respuesta, Naruto parecía atónito mirándola, por lo general, la había conocido con amplios ropajes y su excesiva timidez no le ayudaba, ahora, sentada junto a él, ya no la veía como una adolescente bicho raro, ¡Claro que no! Veía en ella a una sensual kunoichi, tanto que no podía dejar de observarla y ella sabía que él la auscultaba de pies a cabeza, Naruto aguardaba las respuestas a las preguntas que le había formulado anteriormente, pero ella parecía en otro lugar…

Una atmósfera tensa cayó, el sentía un impulso indescifrable… ella le incitaba a algo, pero no sabía que era, sabía que Hinata estaba mirando hacia otro lugar y Naruto agachando un poco la cabeza para hablarle, le tomo el brazo y cuando la llamó, volteó su rostro rápidamente quedando ambos de frente, muy cerca, tan solo bastaban unos milímetros para encontrar el roce perfecto con sus labios de coral, roja como un tomate se desmayó desapareciendo el encanto creado en el lugar.

- "¿Qué le hiciste idiota?" Gritaba Kiba montado sobre Akamaru. Shino también estaba llegando al lugar.

- "La pregunta es ¿qué hacen ustedes aquí?" Chilló Naruto aun teniendo a Hinata desmayada en sus brazos.

- "Hokage-Sama requiere de nuestra presencia ¿Por qué? Porque necesita encargarnos de algo, pero no nos dará la información si no estábamos completos y sólo faltaban ustedes dos" Dijo Shino con su característica calma fría…