CAPITULO 6.
Sakura había solicitado en la biblioteca todo lo concerniente a los Arai de la arena. Y básicamente no había nada, cero información al respecto. Solo había un libro muy viejo que contaba una especia de cuento de hadas que nombraba a un clan Arai. Ella no estaba segura de que pudiese servirles de algo, pero por si las dudas, decidió sacarlo de la biblioteca unos días y leerlo a fondo.
Todavía faltaba una hora para lo que asumía era la hora en la que usualmente la Sakura del futuro/universo alterno iba por los niños. Pero tal vez podría aprovechar de hablar un poco con su madre y a través de ella conocer un poco más de su vida actual como esposa del Hokage, cuando menos desde los ojos de su madre. También tenía curiosidad sobre como sus padres se habían tomado que su esposo fuera su antiguo sensei, a ella le parecía escandaloso, aunque nadie más con quien haya interactuado hasta ahora parecía escandalizado con todo el asunto.
Mientras más se acercaba a casa de su madre, más se llenaba de nervios, porque no tenía ningún apuro por ver a los niños de nuevo. No solo por la responsabilidad, esa parte podría manejarla, era lo que implicaban, el tipo de decisiones que tomó que la llevó a esta vida, en la que Kakashi-sensei la había embarazado, dos veces. Lo que dejaba bastante claro que por lo menos dos veces estuvo íntimamente relacionada con su sensei y de solo pensarlo se sonrojaba. Ella había hecho cosas con Sasuke, cuando se fue de viaje con él, pero eso terminó con ella volviendo a la aldea sola y con el corazón roto. Y sin embargo nunca tuvo ninguna interacción con él que la hubiese llevado a embarazarse.
No culpaba a Sasuke, sabía que él también estuvo muy decepcionado cuando ella decidió que lo que él le ofrecía no era suficiente para ella. Él no quería volver a la aldea y ella lo entendía, entendía todas las razones que Sasuke tenía y por eso lo respetaba, por ser sincero con ella. Pero la vida de Sakura era en la aldea, en el hospital, cerca de sus padres y amigos. Fue una decisión mutua, dolorosa pero justa. Ahora, como eolucionó de Sasuke a Kakashi, no podía comenzar a entenderlo. Y honestamente temía un poco conocer la opinión de Sasuke al respecto, y Naruto…
Apenas tenía pocas horas en esta realidad, pero todavía nadie había nombrado a Naruto, necesitaba saber que había sido de su vida. De donde ella venía, Naruto y Hinata tenían poco tiempo de haberse casado ¿Qué opinará Naruto de su familia con Kakashi?.
Más pronto de lo que hubiese preferido, la casa de sus padres estaba frente a ella. Antes de tocar la puerta escuchó una sonora risa de niño que definitivamente venía de Kenta-chan. Sakura respiró profundo y tocó la puerta. Pronto la madre de Sakura estaba abriendo la puerta.
"Sakura, llegas temprano" dijo la mujer volviéndose a mirar un reloj en la pared.
"Solo quiero pasar un poco de tiempo contigo mamá, estoy tan ocupada todo el tiempo" respondió Sakura, algo que seguramente era tan cierto en esta realidad como en la suya. Su madre le regaló una amplia sonrisa y entró dejando la puerta abierta para ella.
Sakura dejó el libro y carpetas que traía consigo en una mesita, se sentó en el piso y comenzó a quitar sus zapatos cuando dos pequeños brazos rodearon su cuello y sintió el calor del pequeño cuerpo de Kenta presionado en su espalda, antes de escuchar en su oído, tal vez más fuerte de lo necesario un "Mamá, bienvenida. Te extrañé mucho" No había forma de negarse a sí misma que esas palabras le hicieron sentir un calor en el centro del pecho que no había experimentado antes. Gentilmente separó los brazos del niño de su cuello y se volteó para devolverle el abrazo. Diciéndole al oído "yo también te extrañé" y solo esperaba que el niño no notará lo incomoda que estaba con decir esas palabras, pero para este momento no podía simplemente no devolver el gesto al niño. Los niños deben recibir amor, sí esta niño creía que ella era su madre, ella daría su mejor esfuerzo por el tiempo que le toque serlo.
"¿Ya nos vamos a casa? Todavía no termino de pintar un dibujo que le estoy haciendo a papá" Sakura lo miraba hablar absorta. Todavía no superaba el hecho de tener esta mini versión de su sensei frente a ella, llamándole mamá.
"Puedes terminarlo, todavía no nos vamos" el niño soltó un gritico de alegría y corrió de vuelta dentro de la sala de la casa de sus abuelos y lo podía escuchar anunciando a su abuela que todavía tenía tiempo de terminar de pintar su dibujo. Sakura terminó de sacarse los zapatos y entró a la habitación.
Su madre estaba en la cocina contigua calentando agua para un té, mientras Sayuri-chan estaba acostada y atada a una especia de silla para bebés, jugando con un muñequito que estaba amarrado también a la silla. Esta niña parecía tener el temperamento tranquilo de su padre, a veces tenía la misma mirada aburrida que a Kakashi le encantaba poner la mitad del tiempo. Sakura se acercó y se agachó frente a la bebita, quien finalmente la notó, la niña hizo a un lado su juguete y le dio una linda y tierna sonrisa que le hizo sentir de nuevo ese calor en el pecho que había sentido antes. Sin siquiera pensarlo se acercó y dio un beso en la frente de la pequeña Sayuri y acarició la mejilla suave de la bebita.
"¿Cómo has estado Sakura?" su madre preguntó al acercarse con dos tazas de té caliente. Sakura volvió a colocar el juguete en las manos de la bebita, se puso de pie y se sentó en un sillón cercano, tomando la taza de té de su madre. Kenta estaba del otro lado de la habitación, frente a una mesa baja pintando con mucha energía. Desde esta distancia podía ver que había muchos colores en ese dibujo.
"Todo está bien madre ¿Cómo has estado tú? ¿Y mi padre?"
"Tu padre salió hace un rato a su trabajo. Se va muy contento cuando puede pasar un rato con los niños" explicó la mujer, Sakura sonrió aliviada al escuchar que sus padres amaban a estos pequeños niños "¿Todo bien en casa?".
"Si madre ¿Por qué preguntas eso?" respondió Sakura tensándose un poco. No ha pasado un día completo y ya su madre tenía sospechas, e qué no estaba segura todavía. Su madre la miró directo a los ojos, esa mirada a la que no podía mentirle.
"Porqué tu esposo se comportó de forma muy extraña está mañana" respondió la mujer bajando la voz luego de mirar que Kenta estaba ocupado en su dibujo agregó "Todos los matrimonios tienen problemas en algún momento Sakura-chan, no debes sentir vergüenza con tu madre por eso. Hokage-sama lucía molesto y prácticamente te arrastró lejos de la casa, sin despedirse de los niños"
"Todo está bien. Kakashi solo ha estado un poco estresado estos días, mucho trabajo en la oficina" trató de excusarlo.
"Todos vimos al Hokage estresado cuando nació Sayuri-chan. Incluso entonces siempre fue muy amable, siempre…No quiero inmiscuirme en tus asuntos. Solo quiero que sepas que puedes hablar conmigo" Sakura no sabía que responder, pero tal vez seguir en esta conversación le ayudaría a obtener algo de información sobre su relación con Kakashi. Ambos necesitaban aprender cómo se comportaban alrededor de las otras personas, para tratar de actuar lo más parecido posible a eso, no podían crear sospechas en todo el mundo.
"Tuvimos una pequeña discusión muy temprano en la mañana, pero nada de qué preocuparse madre. Los hombres a veces pueden ser muy tercos" susurró Sakura, recordando que Kenta estaba cerca felizmente pintando con creyones.
"Es verdad, pero yo sé muy bien que tú también puedes ser muy terca, hija. El matrimonio se trata de hacer muchas concesiones" Sakura asintió, sintiendo que su madre no estaba exactamente tomando su lado en esta discusión ficticia con su ficticio esposo.
"¿Crees que me casé bien?" preguntó Sakura, esta pregunta pareció alarmar más a su madre, a juzgar por la expresión de su rostro "Todo está bien madre, solo me gustaría saber tu opinión" La mujer no pareció relajarse del todo pero respondió.
"Sakura –chan, te casaste con el Hokage. Por supuesto que te casaste bien. Además de eso, no que alguna vez tuve dudas de tu esposo, pero si las hubiese tenido se hubiesen esfumado de solo verlo esos días horrorosos después del nacimiento de Sayuri-chan. Estaba en una situación imposible, no solo podía preocuparse por su familia, tenía que seguir ocupándose de toda la aldea" Sakura no podía imaginarlo, era como si le estuviesen contando la vida de otras personas "Por fortuna Tsunade-sama estuvo con ustedes, ocupándose de tu salud y tomando las funciones de Hokage. Partía el corazón ver a ese hombre con un niño pequeño y una bebé recién nacida. Todos ofrecían su ayuda, pero él mismo quería ocuparse de sus hijos. Solo permitía que alguien los cuidara cuando iba a visitarte. A veces llevaba a Kenta-chan con él, esos días solo permitía que yo cuidara a Sayuri-chan" Sakura podía ver que los ojos de su madre se humedecían con el recuerdo, ella definitivamente podía imaginar a su sensei siendo así de abnegado, no conocía una personas más leal y comprometida que él "Por fortuna, gracias a esa marca que tienes en la frente, solo estabas recuperando tus fuerzas mientras volvías a nosotros" Sakura asintió. Era una pieza más en el rompecabeza. Había usado todo su chakra y al parecer consumió también su chakra almacenado. Definitivamente necesitaba hablar con Tsunade-sishio, porque no todo encajaba, tomaría casi todo su chakra almacenado para colocarla en un coma. Estamos hablando de una gran cantidad de chakra "en todos estos años, nunca lo había visto comportarse contigo como lo hizo esta mañana" está ultima oración sacó a Sakura de sus pensamientos.
"No te preocupes, madre. Estamos bien" anunció Sakura con una sonrisa, con la esperanza de calmar las dudas en su madre. Decidió cambiar el tema un poco "¿Recuerdas cuando te dije que me casaría con Kakashi-sensei?" su madre sonrió, volviendo su mirada hacia Kenta-chan y tomar un sorbo de té.
"Tuvieron un cortejo bastante corto. Algunas personas parecían estar preocupadas porque fue tu sensei. Pero tu padre y yo confiamos en ti. Además, un día le confiamos a ese hombre tu vida, cuando tenías solo 12 años ¿Cómo podíamos dudar de él? Además tu padre estaba totalmente encantado luego de que vino personalmente a pedir tu mano" Sakura abrió los ojos como platos. Definitivamente no imaginaba a su sensei pidiendo la mano de nadie, imaginarlo con su padre era todavía más inverosímil.
"¿Y qué le dijo a mi padre?" preguntó antes de tomar un sorbo de su té
"Tu padre dijo que fue una conversación de hombres y no la iba a divulgar. Pero que lo aprobaba, mientras tu estuvieses de acuerdo en casarte, tu padre también lo estaría"
"Listo" anunció Kenta-chan desde donde se encontraba, se puso de pie y corrió hacia ellas "taraaaaan" cantó mientras les mostraba una hoja de papel donde estaba lo que parecía un perro, pintado en todos los colores del arcoíris "éste dibujo es para mi papá" anunció el chico con una gran sonrisa satisfecha en el rostro.
"Estoy segura que le va a encantar" le dijo su abuela con una sonrisa. La alegría del niño era contagiosa.
"Yo también lo creo, ya sabes cuánto le gustan los perros a tu padre" dijo Sakura y el niño asintió.
Luego de hablar con su madre un rato más y recoger todo lo de los niños, Sakura se dio cuenta que con las cosas de los niños, las cosas que ella había traído y el hecho de que tendría que llevar en brazos a Sayuri, no sabía cómo haría para llevarse todo. Su madre la miró con expectativa, como si Sakura conocía la respuesta a este problema, pero no tenía idea de cómo cargar un bebé, un gran libro, los historiales médicos, los bolsos de los niños y además sostener la mano de un niño de cuatro años. Cuando Sakura intentó recoger los dos bolsos su madre decidió darle la respuesta a todos sus problemas.
"¿Por qué no le pides a los dos amables ninja enmascarados que tu esposo siempre tiene alrededor de sus hijos para que te ayuden un poco?" la mujer lo dijo como tratando de recordarle algo a Sakura, así que ella fingió que lo había olvidado, aunque realmente no sabía que esto era una ocurrencia recurrente.
Sakura salió sosteniendo a Sayuri-chan contra su pecho. Cerró la puerta dejando adentro a Kenta y a su madre. No sabía cómo normalmente pedía ayuda a estos hombres, no quería generar más sospechas a su madre. Dio unos pasos y miró a su alrededor, como buenos Anbu que eran, estaban bien escondidos y no podía verlos, se aclaró la garganta antes de decir en voz alta "ehhh ¿equipo Anbu?" Dos hombres con máscaras se materializaron frente a ella "¿Podrían ayudarme a trasladar unas cosas a casa? Solo son dos bolsos" Un Anbu miró al otro y asintió. El segundo Anbu desapareció de la vista, probablemente volviendo a las sombras para mantener la guardia.
Durante todo el camino Kenta-chan no paraba de hacer preguntas al hombre que los acompañaba, quien respondía cada pregunta de manera monosilábica. Sakura estaba un poco divertida con la situación del hombre, Kenta-chan era un niño muy curioso y no se limitaba por las respuestas cortas del hombre. "Gracias por la ayuda. Siento mucho que tu misión hoy haya sido cargar unos bolsos para mí" dijo apenada, antes de que el hombre soltara los bolsos en el piso de la entrada de la casa de Kakashi.
"Cuidar de la familia del Hokage es la misión más honorable que haya podido recibir cualquier día" dijo el hombre antes de hacer una pequeña ovación y desparecer por la puerta. Sakura tendría que acostumbrarse que ser la esposa del Hokage tenía sus ventajas.
Luego de dejar el dibujo de un perro muy colorido sobre la mesita de centro de la sala, Kenta corrió escaleras arriba hacia su habitación, prometiendo a Sakura guardar todos sus juguetes. Cuando menos era un niño organizado. Algo le decía que Kakashi tenía mucho que ver con eso.
Sakura miró a la bebé en sus brazos, ya necesitaba colocarla en algún lugar, sus brazos comenzaban a entumecerse. Sakura caminó hacia la cocina, donde estaba el corral de bebés donde podía colocar a la niña. Tan pronto colocó a la bebita adentro, la niña comenzó a jugar con algo que encendía y apagaba un luz al apretar un botón, eso pareció hipnotizar a la pequeña casi en seguida, de pronto otro botón hizo el ruido de una vaca y la niña soltó un carcajada tan sonora y hermosa que Sakura no pudo evitar sonreír también, casi se queda allí apretando el botón del sonido de vaca solo para volver a escuchar esa pequeña risa, pero probablemente era más sabio aprovechar la distracción de la niña. Cuidar de esta bebita, hasta ahora estaba resultando muy fácil.
Se dirigió al menú de los niños pegado al refrigerador y se dispuso a buscar los ingredientes para hacer el almuerzo. Al poco tiempo Kenta-chan volvió y se sentó frente a su hermana, parecía estar intentando enseñarle palabras, lo cual era demasiado temprano para la pequeña Sayuri. Pero Sakura no los molestó, los dos niños estaban distraídos y ella necesitaba terminar la comida. Al rato, los dos niños habían comido, ella comió lo mismo que había preparado para Kenta y supuso que era hora de hacerlos dormir la siesta.
Hasta este punto todo había fluido con tranquilidad, sonaba fácil dormir a la bebé, luego dar algún ejercicio fácil de control de chakra al niño. Ponerlos a dormir un buen rato sonaba fantastico. Finalmente podría leer todos los historiales médicos y comenzar con el libro que sacó de la biblioteca.
Pero eso fue una fantasía, nada ocurrió como lo pensó. Intentó colocar a la niña en su cuna y dejarla allí, pero antes de llegar al piso de abajo la escuchó llorar, volvió arriba, la sacó de la cuna y la calmó, pero cuando intento acostarla, comenzó a llorar de nuevo. Reviso el pañal, estaba húmedo, lo cambió, la niña siguió llorando sin parar, la cargó por toda la casa. Habían pasado aproximadamente 15 mins y la bebita no paraba de llorar, de hecho parecía llorar cada vez más fuerte. Durante todo esto Kenta la seguía por todos lados haciendo preguntas a las que no tenía respuestas, como "¿Por qué el cielo es azul y las nubes blancas? ¿De qué están hechas las estrellas en el cielo?" al principio intentó responderlas, pero llegó un punto en el que no tenía la claridad mental para hacerlo. El llanto de la niña se habían vuelto gritos y ya estaba preocupada porque hubiese algo mal con la bebé, pero luego de un rápido chequeó constató que estaba bien de salud. Ya a los 20 minutos de gritos, llanto y las preguntas de Kenta, también gritadas para poder ser escuchado por sobre su hermana Sakura se estaba volviendo loca, estaba contemplando llamar de nuevo al Anbu que estaba tan honrado de cuidar de los hijos del Hokage y darle la niña para que le diera un paseo.
Caminó por toda la casa, de arriba abajo con la bebita en brazos. Brazos que estaban agotados de cargar por un largo periodo de tiempo el peso de la niña. Le daba miedo usar chakra, los bebés tienen cuerpos delicados y frágiles. Ya sin saber que hacer se sentó en el piso en el medio de la sala, meciendo su cuerpo de un lado otro.
Cuando escuchó la voz preocupada de Kenta preguntarle por qué lloraba fue que se dio cuenta que lo hacía. Y el pequeño niño comenzó a llorar también, para este punto la única esperanza que tenía era que los dos niños y ella misma se cansaran de tanto llorar y se durmieran aquí mismo en el piso.
Y fue en esa posición en la que Kakashi los encontró, ella sentada en el piso llorando con la bebita en sus brazos llorando y Kenta abrazado a su cintura, llorando.
Cuando Sakura escuchó la puerta y levantó la mirada, el rostro de Kakashi se palideció, se paralizó por un segundo antes de casi correr hacia ellos, tan pronto lo tuvo en frente depositó la niña en sus brazos y se abrazó al cuerpecito de Kenta-chan, quién todavía la abrazaba como un pulpo. Kakashi le preguntaba qué había pasado, pero para este momento no podía responderle. Había fracasado como madre, estos nunca podrían ser sus hijos, porque era incapaz de cuidarlos sin que terminasen en el piso llorando desamparados junto a ella.
Sakura escondió su rostro en el cabello del niño, fue cuando escuchó a Kenta responder desconsolado a Kakashi "Porque todos lloran" que Sakura se alejó lo suficiente para ver el rostro hermoso de este niño, tan lleno de empatía que comenzó a llorar porque todos los demás lloraban, le limpió las lágrimas del rostro con las manos y le dio un beso en la frente.
"Todo está bien Kenta-chan" le dijo mirándolo a los ojos, podía notar que la mano de Kakashi estaba sobre la cabeza del niño, y también notó algo más. La bebé no estaba llorando. Y volvió su mirada a ella. La pequeñita los miraba con los ojos rojos pero la mirada aburrida "¿Qué hiciste? ¿Cómo la calmaste?" preguntó mirando a Kakashi con los ojos abiertos de sorpresa.
"No hice nada, solo la sostuve y casi de inmediato dejó de llorar ¿Qué ocurrió Sakura?" claro, Sayuri-chan era una niña de papi, con solo seis meses de vida ya la odiaba a ella y amaba a su padre. Cuando menos algo hizo bien con el pequeño que todavía estaba pegado a su cuerpo. Sintió celos, y por más ridículo que sabía que era, no pudo evitar el sentimiento.
"Más de 20 mins, Kakashi. Estuve cargando a tu hija por toda la casa tratando calmarla y a ti te tomó solo un segundo" Kakashi miró a la bebita que estaba más dormida que despierta en sus brazos.
"Tal vez ya estaba cansada, Sakura-chan...de tanto llorar" Sakura sintió que el cuerpo de Kenta se hacía pesado en su cintura y lo miró. El niño también se estaba durmiendo. Aunque ella todavía tenía los brazos entumecidos, estaba re energizada por la ira, concentró un poco de chakra en sus brazos y levantó al niño del piso alejandose de Kakashi. Subió al niño y lo colocó sobre su cama. Cuando se volteó Kakashi estaba en la puerta con la bebé todavía en los brazos mirándola, la confusión era obvia en su mirada.
"De seguro tienes mejor suerte que yo colocándola en la cuna" susurró con un poco de odio cuando le pasó por un lado para salir de la habitación de Kenta-chan.
Sakura entró en la habitación de Kakashi, la cual al parecer también era la suya ahora, y se contuvo de tirar la puerta con todas sus fuerzas. Se tiró en la cama y puso una almohada sobre su cara. Necesitaba un minuto de silencio, uno.
Por fortuna Kakashi le dio algo más que un minuto, escuchó cuando la puerta de la habitación la abrieron y cerraron con cuidado. La casa se escuchaba silente, así que de seguro Kakashi no tuvo problemas acostando a la niña. Sintió que el colchón se hundió un poco junto a ella y un segundo después que intentaban quitar la almohada de su rostro y por un segundo se resistió, pero Kakashi insistió con más fuerza y logró quitársela.
"¿Estas bien?" Sakura se volteó a mirarlo, lucía preocupado.
"No…no sé cómo cuidar de esos niños, no tienen ni dos horas conmigo y fui un total fracaso ¿Cómo no puedo cuidar de mis hijos? No se supone que es algo natural" preguntó indignada.
"No son tus hijos, Sakura. Probablemente lo natural toma un poco de tiempo. La Sakura que si es madre de ellos ha tenido meses para conocer lo que le gusta a la bebé para dormir" respondió Kakashi siempre tan lógico.
"Aparentemente lo que le gusta eres tú. Odia a su madre pero ama su padre. Puede ser porque su madre no estuvo con ella cuando nació, estuvo contigo sus primeras semanas" Kakashi frunció el ceño al escuchar eso. Sakura podía ver la pregunta en la expresión "mi madre me lo dijo, tu no quisiste que nadie más cuidara a la bebé, quisiste ocuparte tú mismo de tus hijos mientras yo no estaba" Kakashi se acostó en la cama junto a ella mirando el techo fijamente, y todo lo que Sakura podía pensar al ver el perfil del hombre era en que quería verle el rostro de nuevo.
"Suena como algo que yo haría…Mi padre lo hizo conmigo, después de todo" Era casi imposible sacarle alguna historia personal o del pasado a Kakashi. Esa pequeña frase decía mucho sobre su infancia "Sí este es el futuro, tendremos que olvidarlo cuando regresemos. Estamos aprendiendo muchas cosas sobre decisiones que tomamos en estos cinco años" Sakura comenzó a mirar el techo también.
"¿Deberíamos seguir investigando sobre lo que ha pasado en nuestras vidas estos cinco años?" preguntó, encontrando el techo muy relajante.
"Es importante que aprendamos aunque sea un poco sobre nuestras vidas aquí, todavía no sabemos qué hacemos en esta realidad, mientras tanto la única forma de sobrevivir esto es perteneciendo"
"¿Conseguiste algo en los archivos sobre los Arai de la arena?"
"No, nada ¿tú?"
"Solo un libro de cuentos de hadas. Está abajo con las cosas de los niños" respondió Sakura adormilada.
"Lo leeremos luego, descansa" escuchó la suave y confortante voz de Kakashi antes de quedarse dormida.
