Hola! Aquí el nuevo cap!
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Planes y sueños
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Un nuevo día había empezado, todo se veía común, ella continuando sus rondas, su pequeño dragón paseando a su lado, la gente tóxica inventado un nuevo tema para comer y así.
Nunca le había interesado una mujer, pero esa chica, era todo un libro, la iba a proteger sin importar qué, además de ser su asistente, era su compañera.
-Genkishi, tengo que irme, Irie sama pidió que fuera a hablar con el- Dijo la china mientras caminaba junto a él.
-A mi también- respondió.
Después de caminar hasta la base principal, se toparon a Shoichi Irie, La mano derecha de Byakuran.
- Necesito que presten atención, Vongola está planeado atacar, ustedes deberán ir a la base- Fue claro y conciso.
Los dos solo escuchaban, una misión era una misión y nadie debía de negarlo.
-Pero primero les explicó que haremos-
"Plan Music no herra"
"Gracias al maestro de I pin, sabemos que puedes cantar, vamos a convertirte en una idol de la mafia, luego te explico los detalles, por ahora hay que centrarnos en la estrategia.
Genkishi será tu "guardaespaldas" será de suma importancia ya que podremos analizar a cada guardián Vongola, en especial al décimo.
Tendrás prácticas tanto de baile y canto, ahora serás una estrella que brille entre las manos de la mafia.
El plan iniciará en 2 semanas, confío en ustedes, I pin, tienes talento. Aprovecha la juventud."
Terminó de hablar con una sonrisa.
Los dos jóvenes se habían ido de aquella sala, uno más confuso que otro.
"Lo siento Vongola, deben de aguantar un poco más" Suplicó ante el techo, "Toda está pesadilla tendrá un fin" terminó mientras apretaba sus nudillos.
...
-¿Entonces I pin la Idol?- Dijo entre risas el espadachín, definitivamente esto iba a ser entretenido, el estaría en primera plana y lo iba a disfrutar como nunca.
-"Hmm"- respondió avergonzada, de paso hizo un puchero.
Solo había sacado una carcajada en la cara del compañero.
-Estoy nerviosa-
El solo la observó
-Lo vas a hacer bien- le alentó.
fueron de regreso a su recámara.
...
La primera semana fue de locos, ella estaba aprendiendo cada maldita práctica, sus pasos, su sonrisa, sus manos, todo debía de ser sincronizado.
Su rutina había cambiado completamente, e incluso tuvo que recordar cómo se tocaban algunos instrumentos, obviamente ella era una genia total, todo se lo debía a su maestro que la había educado en China.
Mientras tanto el caballero fantasma estaba de mal humor, a cada rato debía de estar ensacado, debia de cumplir su rol de guardaespaldas como diera lugar.
-"Eso es todo por hoy, excelente trabajo"- Felicitó una mujer, -Debes de pensar en tu primer solo, esa canción debe de lanzarte a la fama y quedar con un puesto entre varios"- Volvió a regañar la mujer.
-Y tú, debes de mostar más seriedad- Se dirigió al hombre.
-"Eh?"- Fue lo único que habia mostrado, al parecer esa mirada y su aura lo decía todo.
-Creo que están listos- Dijo nerviosa aquella mujer.
Como había dicho Irie, en dos semanas todo estaría listo, Ella mantuvo la palabra con Irie, que lo disfrutaría ya que era un regalo para su juventud.
Ahora habia otro problema...
Genkishi.
Desde que habian empezado las prácticas, estaba desorientado, el decía estar bien pero ella con solo verlo, sabía que algo iba mal, su aura asesina estuvo apagada por esas semanas.
- Iré al departamento- Había dicho aquel pelinegro, se le veía cansado pero a la vez enojado.
"Algo no iba bien" volvió a repetirse la china.
...
Otra maldita mañana, estaba aburrido de despertar en ese lugar, no había ninguna pelea interesante y Byakuran no daba alguna señal que el pudiera corresponder.
Se había colocado su uniforme e iba rumbo a buscar a su secretaria, nuevamente como siempre ella estaba en la puerta esperándolo, lo único bueno de sus mañanas, verla a ella ahí, ya sea sentada o durmiendo en el piso esperando.
Unos buenos días fueron dichos por parte de ella, el solo respondió con su típica mirada, el sabía que eso significaba mucho.
Habían empezado a hablar sobre el comienzo de su vida de Idol, aún le causaba risa imaginar cómo sería ella cantando, pues todos los días la veía bailar.
Ella tenía un movimiento hipnotizante en sus caderas, sus manos lo invitaban a bailar, sus piernas lo enloquecía, era como una danza prohibida, pero aquellos labios, eso lo decía todo, además que siempre estaban acompañados con una gran sonrisa.
"Demonios" iba otra vez aquel pensamiento morboso, se mordía los labios en señal de abstinencia.
Esta vez iba a ser la última práctica de todas, mañana iban a empezar a grabar el vídeo y su estreno.
"Puedes ayudarme" había escuchado a la fémina desde una esquina, al parecer no podía girarse más.
Solo debía de ayudarla a estirar pero sus sentidos no colaboraban.
Sus manos estaban tocando sus caderas, ahora mismo no le importaba nada.
"Maldito sea el momento en que puso sus manos ahí"
Podía sentir como las caderas se estaban moviendo, lento, muy lento. Sus manos lo estaban agarrando, estaba dando vueltas sobre el.
"Estás bien?" Le preguntó la fémina.
"Hmm" fue lo único que dió como respuesta.
"I pin" Estaba comenzando a acercarse a la chica, sus manos habían dejado de estar en la cintura, ahora estaban en su rostro.
"Genkishi" susurró
Maldito sea aquel momento.
La había arrinconado a la pared, su respiración estaba de locos, lo que más había llamado la atención era su cuello.
Susurró un Te amo y había empezado a marcarla.
Todo había empezado con un simple beso, Luego estaba empezando a desprender todo aquello que la tapaba. al igual que sus trenzas, el la quería suelta, sin nada encima.
Quién diría que estuvieran teniendo sexo en una sala de entrenamiento. Sus manos la estaban sosteniendo fuerte contra la pared y sus espadas hacían juego en el acto.
Sus gemidos lo volvían loco, aunque solo daba una mordida sentía como su cuerpo respondía.
Su excitación estaba empezando a crecer, joder no podía dejar de morderle los senos, eran tan suaves que sentía la necesidad de marcarlos.
El quitaba todo a su paso, obviamente sin que nadie los viera.
Tuvo que frenar en una esquina ya que su erección estaba comenzando a ser molesta, tenerla encima fue de lo peor, sentía como su miembro palpitaba más rápido. Fue cuestión de segundos llegar a su habitación, mandó todo a la mierda y se habían tirado a la cama. En su rostro podía ver toda la lujuria, su sonrisa sádica decía todo, iba a marcarla hasta que él se desmayara.
Su nombre resonaba por toda la habitación, a pesar de solo succionar los senos, darle algunas mordidas, para dejarlos erectos h nuevamente repetir lo mismo. Ahora estaba bajando, sus manos estaban marcando todo su estómago, desde mordidas hasta pequeñas marcas que hacía con sus labios.
Lo más tedioso fue entrar, sentía como le apretaba su miembro, al parecer en la otra habitación solo había empezado a excitarse, pero aquí era distinto, Gracias a su posición podía verla completa, ninguna parte de su cuerpo estaba oculta. El vaivén estaba muy fuerte, Por poco daña su cama, el entrar y salir lo estaba volviendo loco, aquellos arañazos en su espalda lo excitaba más, esas manos tocandolo, su boca cubierta de su saliva, su rostro carmesí y que sólo podía pronunciar su nombre.
Era perfecto.
"Ipin" su cuerpo liberaba toda sustancia.
Aún continuó moviéndose, quería dejar todo ahí.
Ahora estaban recostados en su cama, estaban cansados pero eso no le impedía devorar su boca, su lengua estaba recorriendo cada esquina, no le daba suspiro alguno, el se dedicó a callarle los gemidos.
-Te amo Genkishi- Soltó la fémina.
Eso le bastó para volver a hacerle el amor esa tarde.
...
Un nuevo día había llegado consigo los recuerdos de aquella tarde, se había levantado, estaba sudando demasiado, sentía 2 molestías; una de esas era su miembro,
La cual estaba erecta y sobresalía en la sábana y la otra era Ipin...
"¿Ipin?" pensó
¡IPIN! Se gritó mentalmente.
Comenzó a recordar todo lo de la tarde anterior, ella estaba con el pelo suelto y recostada a su lado, su mano estaba sosteniendo la de él.
Maldita sea, su sonrisa había vuelto, solo le tocaba disfrutar de aquel momento, se volvió a recostar junto a ella y dejó que el tiempo pasara.
Pero no funcionó, La china se había levantado.
-Estas bien?- preguntó.
El solo la miró confuso.
Estuve preocupada por ti, ayer estábamos en la sala de prácticas y comenzaste a tambalear, Te pregunté si necesitabas ayuda y me ignoraste, luego comenzaste a balbucear cosas para nada lindas, decidí traerte hasta la habitación y quedarme a cuidarte, pero créeme que fue un infierno. no dejabas de tocarme, casi te reviento el rostro, pero llegó el capitán Ginger Bread y me dijo que te había puesto una especie de droga, solo para probarte la resistencia por qué ahora eres mi guardaespaldas, además me pidió que te vigilara, estuviste con fiebre en la madrugada, tuve que cambiarte la ropa y arreglarte.
Y eso no fue nada, cuando quise salir para cambiarme de ropas, habías trancado la puerta con tus llamas, no pude abrirla y menos irme por otro lado, tuve que ponerme tu uniforme y acostarme a tu lado,¡ pero ojo!
No dejabas de llamarme, en pocas palabras... No he podido dormir- Se quejó la China.
Su mente se habia vuelto un nudo, entonces todo fue un sueño... que decepción.
Ella lo habia visto, y le preguntó si estaba bien, este le dijo un NO rotundo, decidió preguntarle nuevamente y este la sorprendió
"Soñé que te hacía mía"
Su rostro habia cambiado unas 20 veces, Esas palabras ya las esperaba, aquel sueño ella lo habia sentido, en toda la noche se dedicó a llamarla y comenzar a tocarla sin memoria alguna.
"Y lo haré ya mismo"
Sabía lo que había provocado, ahora la situación habia dado un giro de 180, El la estaba arrinconando en una esquina, su mano la tenía en su mejilla, iba a ser tomada por fuerza.
-Que asco- Habló un niño de pelo naranja.
...
Continuará
