Ladybug No me pertenece

Madriguera del conejo

Capítulo 6: Cerdo y pimienta

Luchar contra Volpina no fue tan difícil para Marinette en esta segunda ocasión, sobre todo porque sabe el poder que esta posee y sus ilusiones no la dejan a la intemperie como ocurrió la primera vez. Por eso cuando terminan sobre la cima de la torre Eiffel, suspira al ver que todo se ha recuperado a como era antes, para luego ver a Lila arrodillada y luciendo aun molesta. Según lo que entendió en medio de la lucha, esta buscaba a Adrien para demostrarle que no era una mentirosa, lo cual le hace dar una idea de que pudo causar el akuma en esta ocasión.

Camina a la chica, incluso ante el siseo de Chat Noir que claramente está molesto por Lila.

—¿Estas bien? —le pregunta amablemente ofreciéndole una mano, que la chica ve con desprecio unos instantes, antes de aceptarla con un rostro lastimero que conoce muy bien.

—Lo siento tanto Ladybug, no quería causar esto, debo disculparme con Adrien, yo no pensé que me convertiría en un akuma por lo que sucedió entre nosotros, él debió entender algo mal—dice la chica de forma "verdadera" claramente sin aceptar la culpa.

No es que lo fuera hacer alguna vez.

Le dio una suave sonrisa.

—No te preocupes creo que eres nueva en la ciudad porque nunca te había visto, entonces todo esto debe ser nuevo para ti, ten cuidado con las emociones fuertes nada más, pero si algo pasa puedes contar con nosotros—le indica con la tranquilidad y profesionalismo que puede conseguir.

Sabe que no siente emoción cuando esta le ve, incluso cuando finge estar emocionada, sabe que todo es un acto.

—No contaría conmigo, está claro que esta niña es una mentirosa compulsiva—masculla Chat Noir sin pensarlo cinco segundos.

Lila suelta un jadeo de horror, antes de abalanzarse sobre su espalda, sollozando por ser tratada de esa manera. No puede culpar a Chat, es solo un adolecente y ella no había reaccionado mejor que este la primera vez, una parte de ella igualmente está totalmente de acuerdo con este. Aun así, no puede evitar sentirse algo fastidiada, ya que el plan era que Lila no sintiera odio por los héroes de Paris, aunque con ese comentario y la forma en que Lila actuaba, temía que su amigo fuera el nuevo blanco de su odio.

Le dio una mirada de advertencia a Chat, quien siseo viendo a otro lado molesto.

—Chat eso fue grosero, Lila es una civil que acaba de pasar por un momento difícil, no hay que ser demasiado duros, pudo haber sido cualquiera—le advierte con seriedad, porque no quiere que este sea ahora un blanco de Lila.

Ella lo fue.

Ella sabe lo horrible que puede ser.

Aun así, siente que ha dicho algo equivocado, cuando este le da una larga mirada sin emociones, pero un destello de dolor y traición en sus ojos.

—Claro ponte de su lado, después de todo es tu mejor amiga—dice con cierto tono incrédulo y amargo, con el que nunca le había hablado, antes de irse del lugar sin chocar los puños o darle una segunda mirada.

Le preocupa.

—Lo siento tanto Ladybug, te has metido en problemas con Chat Noir por mi culpa—dice Lila ahora más tranquila, pero claramente siguiendo un acto.

Marinette puede ver en sus ojos el brillo de maldad al verlos a ambos discutir, sabe que en el futuro lo tomara como ventaja para cualquiera de sus razones personales. No le gusta admitirlo, pero siente que de alguna forma Lila ha ganado en algo hoy, tendrá que ver como solucionar las cosas con Chat Noir en su próxima patrulla. Siente que manejar a un Chat Noir molesto, será mucho más fácil que tener a una Lila por años torturándolos a ambos.

Suspira antes de palmear el hombro de Lila con una sonrisa, algo fingida, pero que parece convencerla.

—No te preocupes lo solucionaremos, lamento mucho lo de Chat últimamente no ha estado bien, pero lo solucionaremos. Además, me gustaría pensar que ahora somos amigas—siente que quiere vomitar al decir las últimas palabras.

Los ojos de Lila brillan con interés antes de sonreír como quien le han dado el mejor regalo de navidad.

La usara.

O al menos, eso piensa Lila.

Suspira antes de irse de regreso a casa, tiene que ir pronto con Fu, pero esta tan cansada de fingir, que espera que pueda ir mañana. Mientras tanto fotografía todo el libro, ya que sabe que tendrá que regresarle este a Adrien, para que Gabriel no haga nada estúpido. Aunque en realidad las fotografías no son tan importantes, ya que Marinette en realidad sabe todo lo que hay dentro del libro y todas las recetas necesarias.

Cuando su rostro cae sobre su cama, siente que va a caer dormida en el momento.

.

.

Adrien se siente frustrado como decepcionado, frustrado por que Lila resulto ser una mentirosa compulsiva que se ha convertido en akuma por haberla confrontado, decepcionado porque Ladybug claramente ha tomado el lado de Lila sin tomarse el tiempo para hablar con él. Parece que su compañera contra el mal no sabe lo que Lila dice sobre ella, no sabe que miente sobre ser sus amigos, no parece saber que ha estado todo el día probablemente llenando de mentiras a todos sus amigos. No dudo en Lila, no volteo a verle para preguntar su opinión y solamente la trato con amabilidad que no merece.

Se siente algo traicionado, porque ha elegido a otra persona que no merece sobre él de alguna forma.

Se supone son un equipo, se supone deben confiar en el otro.

Entonces apenas es enviado a su habitación por su padre (quien parece que aún no nota que su libro fue tomado por culpa de Plagg y que cree que alguien le ha quitado) no duda en transformarse nuevamente para salir corriendo por los tejados de Paris.

Al único lugar donde se siente tranquilo.

Toma un poco de aire antes de tocar la trampilla de forma desesperada, esperando pacientemente que alguien responda. Los segundos parecen demasiado largos, puesto que apenas se abre él se abalanza sobre la persona (que, si lo piensa bien ahora, pudo ser cualquiera) rodando hasta el suelo sobre la chica que había buscado desesperadamente. Esta gimotea un poco por el movimiento, antes de parecer que ha entendido de quien se trataba.

—¿Chat Noir? —pregunta con cierta confusión.

Adrien siente algo extraño en su pecho, porque de alguna forma quería que ella dijera su nombre, su nombre real y eso lo hace sentir más confundido que antes. Pero sabe que no es posible, lo cual está bien, se supone que Marinette solo conoce a Chat Noir sin necesidad de Adrien, que ambos no deben unirse nunca, pero igualmente le ha dolido.

—No soy amigo de Lila—gruñe lo primero que se le ha venido a la mente.

Esta pestañea antes de verlo, él hace un puchero deseando que alguien le crea, porque si escucha alguien más hablar de lo maravillosa que es Lila, se va romper.

Media hora después, nuevamente se encuentra en la cama de la chica con una colcha sobre su cuerpo, galletas frente a él que no deja de comer y un vaso de leche tibia. Frente a él esta Marinette con tranquilidad leyendo en su celular sobre Lila, comentando los lugares donde ha estado y lo que encuentra sobre las noticias. A pesar de sus dudas iniciales, Marinette sonríe tímidamente explicando que nunca pensó que eran amigos, que sabe que es importante las identidades secretas y que alguien que llega de la nada con todas esas historias es sospechoso.

Quiso recriminarle porque en la tarde parecía que confiaba mucho en Lila, pero tendría que revelar como sabe sobre el tema y se expondría mucho más de lo que ya ha hecho.

—Entonces en resumen Lila si ha viajado por muchos lados debido a sus padres diplomáticos, no creo que sea tan amiga de quienes dice ser, pero al menos debe conocerlos…tal vez solamente exagera mucho sus historias, pero al tener un grado de verdad se logra salir con las suyas, es alguien peligroso—admite Marinette con mirada calculadora, lo que le hace gimotear molesto.

Esa chica no es de su agrado, se siente molesto al lado de Lila, que parece pegada a él como una lapa.

Odia eso de Adrien, que otros lo vean sin verlo realmente, probablemente solo por su nombre o su padre, es tan frustrante.

—Debes tener cuidado Chat, una chica como esa podría causar problemas, aunque me moleste un poco sus mentiras, siento que no es tan mala chica, tal vez solo tiene un pasado triste y es su única forma de llamar la atención…tal vez se siente sola—medita al final ahora viendo a otro lado pensativa.

Si.

Confía en Marinette para ver el lado positivo de cualquiera, piensa Chat Noir con algo de molestia y diversión de su compañera de clase.

Es demasiado buena.

Aparta las galletas y la leche en la mesa del lado, para ser algo descarado y acostarse en el regazo de la chica. Esta ríe un poco al verle y comienza a acariciar su cabello, cual gato fuera. Suelta un ronroneo emocionado por la atención, pensando que sin duda podría quedarse aquí toda la vida y ser feliz.

—Eres demasiado buena princesa—admite con un suspiro de pesar.

Esta sigue con sus manos cálidas sobre su cabeza, no puede evitar sentir satisfacción por esto. Nuevamente su inquieto interior parece calmarse ante sus suaves manos, como la costurera que es, siente que cose cada uno de los hilos deshilachados de su interior.

Le da forma.

Su presencia lo hace sentir cómodo.

Como un pedazo de tela sin forma, esta comienza a coser cada uno de sus destruidos agujeros y dándole calidez que no quiere perder.

—Nadie es perfecto Chat, tengo defectos, muchísimos, pero intento pensar que todos tienen algo bueno y de esa forma el mundo podría ser un mejor lugar—admite con una sonrisa divertida.

Tal vez…

Se pregunta si conociera a su padre podría pensar eso mismo, si bien Gabriel Agreste le había alabado por el diseño de su bombín, no le había conocido en un ambiente más informal. Tal vez cuando conociera a su padre podría darse cuenta que no todos son tan buenos como ella quiere creer, ya que él que sabe cómo es su padre, a veces le cuesta pensar en eso.

En la bondad de este.

—Para mí eres hermosa, la chica más hermosa que he conocido—admite con sinceridad en su voz, esta ríe divertida.

—¿Qué hay de Ladybug? —pregunta como si quisiera continuar la broma, pero ante la seriedad de su rostro y su silencio, parece preocuparse un poco—¿Chat? —le llama confundida, pero no contesta.

Ama a Ladybug, no lo puede negar, aunque quisiera, una parte de él en su interior siente el amor de su primer amor latir de forma suave en su pecho. Pero al mismo tiempo algo no parece sonar del todo bien como hace algunos días atrás. La imagen de Ladybug parece ahora borrosa en su interior y algo molesto ante la idea de que la chica lejana, aceptara tan fácil a Lila.

¿No había dudado un poco?

¿No pensó en él?

No quiere hacerlo, pero lo hace, la compara con Marinette ahora mismo. Compara a la chica que parece dudar de Lila, que le ha aceptado de brazos abiertos y compartido sus postres con él. Ladybug siempre lo alejo, de alguna forma lo alejaba constantemente al igual que sus rechazos, pero Marinette dejaba que se acercara y le abrazara. Si bien siempre amo la libertad al estar al lado de Ladybug, ahora solo parecía, algo normal, algo que debe hacer, algo que es su obligación. La libertad que solía sentir con ella, ahora la siente con Marinette, porque sabe que esta no lo juzgara.

Si tan solo pudiera decirle quien es.

No lo hace por supuesto, incluso aunque tal vez no esté tan enamorado de Ladybug como pensó, jamás podría traicionar su confianza. Sabe que esto es por el bien de ambos, las identidades secretas son algo que los protegen y a quienes aman, no quiere poner en peligro a Marinette, aunque de alguna forma lo hace por visitarla tan seguido.

Pero desea tanto y desesperadamente que la chica lo vea de ambas formas y que sea uno, tanto Adrien como Chat, disfrutar de esta calidez todo el tiempo. Tal vez es codicioso, pero quiere que la chica lo ame por completo, como sabe que podría hacer.

—¿Está mal que me guste otra chica que no sea Ladybug? —cuestiona en voz alta viendo de reojo a Marinette, quien se ha quedado congelada por algún motivo.

Sus ojos parecen confundidos, antes de recomponerse de forma tan madura y sensata, que le cuesta pensar que tiene la misma edad que él.

Peor.

Técnicamente él es mayor por algunos meses.

—No está mal, no tienes una obligación de amar a alguien, puedes elegir a quien quieras…solo me parece extraño, pensé que amarías a Ladybug toda la vida—sus palabras parecen cuidadosamente elegidas, pero no puede culparla, ya que él esta confundido en este momento.

Lo único que sabe es que no quiere alejarse de aquí nunca.

—Yo también pensé eso—

—¿Qué cambio? —

—No lo sé, pero esta nueva chica, es simplemente asombrosa—

Adrien puede ver que el rostro de Marinette parece luchar con ponerle un nombre a la chica de la cual está hablando, parece inocente y adorable con el ceño fruncido, quiere gritarle que es ella, pero prefiere no hacerlo. Si bien con Ladybug siempre grito a los cuatro vientos que estaba enamorado de ella, como quiere hacer ahora con Marinette, no quiere hacerlo de esta forma. Quiere poner en claro sus sentimientos antes de hacer algo, para no herirla, para no lastimarse, sabe que ella lo ama, pero quiere regresarle ese amor tan puro.

¿Debería hablar con Ladybug?

No, no importaría, ella no lo escucharía o tal vez no le importaría.

Se acomoda un poco más en la cama y arrastra a Marinette, con un chillido para que este acostada a su lado, haciendo que esta patalee para que le deje tranquila cuando le intenta hacer cosquillas. Es en medio de risas mientras ella se levanta, que tropieza (es bastante torpe, averigua pronto) con su mochila y de esta salga un libro que reconoce.

Su rostro parece pálido al verlo, al tiempo que Marinette deja de reír para levantar el libro con tranquilidad.

—¿Dónde encontraste eso? —pregunta tímidamente y viéndola con incredulidad.

Esta no se inmuta, solo suspira antes de poner el libro sobre la cama entre ellos.

—Lo encontré en la basura, creo que Lila lo ha botado, pero estoy casi segura que lo vi a uno de mis compañeros de clase, debe ser importante para Adrien entonces pensé en preguntarle por este—dice con sinceridad levantando el libro entre sus manos.

Si.

Era muy importante.

Demasiado.

Se lo arrebata tan rápido, que esta pestañea antes de verlo con duda, él ríe nervioso.

—Tal vez ahora mismo lo esté buscando, ya sabes, debe ser importante, puedo llevarlo yo si quieres, soy un héroe después de todo—habla casi desesperadamente, esperando que le crea.

Esta lo ve por largos momentos que parecen eternos para él, antes de suspirar y asentir. Casi puede sentir cuando se derrite aliviado, porque no sabe que podría hacer su padre si se entera que le ha quitado algo y peor, no se lo regreso.

Esto sin duda ha sido un golpe de suerte poco usual en él.

—¿Puedo confiarte esta tarea? —

—Por supuesto princesa, soy un gato bastante bueno para el trabajo—

—Está bien—

Sus ojos brillan de forma maliciosa ante la idea que se ha formado en su mente, Marinette le da una mirada de advertencia que solo ensancha su sonrisa.

—Solo que, ya que voy hacer un trabajo tan importante, quisiera una recompensa—

—¿Cuál sería? —

—Bueno ya que eres una princesa y las princesas son conocidas por sus besos, pienso que un pequeño beso no sería un mal precio—

Adrien agradece que este vestido como Chat, porque está seguro que en su forma de Adrien jamás podría haber preguntado esto con tanta confianza. Sabe que es descarado y que no debería hacerlo cuando sus sentimientos aún son algo confusos, pero no puede evitar verse tentado. Piensa hacer una broma sobre que no tiene que hacerlo, pero al ver a la chica meditarlo por unos momentos, le hace sentir la semilla de la esperanza.

Su cola se mueve traicionándolo un poco ante sus sentimientos.

—Bien—dice Marinette con calma encogiendo sus hombros.

Quiere saltar de alegría y gritar por obtener un pequeño beso de su compañera, esto se está convirtiendo en un mejor día de lo que esperaba, luego de todo lo sucedido. Esta por alistar la mejilla para recibir un beso, casi sintiendo las mejillas enrojecer por la idea.

Pero algo está mal.

Piensa cuando la chica toma ambas mejillas para hacerlo bajar el rostro y en un suave parpadeo, unos suaves labios se posan sobre los suyos. Todo deja de tener sentido y su única neurona murió espontáneamente, al sentir la suavidad de los labios de la chica contra los suyos. No debe durar más de tres segundos, hasta que ella se aleja con una sonrisa pícara en su rostro y mirada brillante que logra hacer que su rostro se vuelva rojo, casi explotando.

Le ve con la boca abierta, ella sigue pareciendo tan, calmada, que se siente ajeno a la situación.

—¿Te comió la lengua el ratón? —pregunta la chica con maldad en sus ojos, haciendo que cerrara la boca rápidamente.

Su corazón comienza a latir demasiado rápido y debe desviar la mirada a otro lado, nervioso, despidiéndose rápidamente antes de abalanzarse como poseído a las calles de Paris. Incluso cuando corre por los tejados de su ciudad, con el frio de la noche contra sus mejillas, estas no dejan de estar rojas.

Se agacha en uno de los edificios, con ambas manos sobre su rostro y gimotea.

Su corazón sigue corriendo, siente los latidos en sus orejas, siente la falta de aire y el cosquilleo sobre sus labios.

Maldición.

Jamás podría olvidar ese dulce beso.

.

.

Marinette se siente algo culpable por el beso, pero no puede negar que no lo ha disfrutado, incluso si apenas fue un suave picoteo de labios, para ella le hizo sentir una calidez dentro de su interior. Había extrañado mucho estar al lado del chico de esa forma. Luego de los regaños de Tikki por aprovecharse del chico, las palabras de Bunnix sobre tener mayor cuidado con el pequeño Adrien, hizo que aceptara que había sido algo inmadura, pero en su defensa fue él quien le pidió el beso, entonces ella solamente había terminado aceptando su trato.

Bueno ya se las arreglará.

Conocer a Fu es difícil, ya que debe fingir que no conoce nada, cuando realmente lo conoce todo. Sería tan fácil poder decirle la verdad, correr donde Gabriel Agreste y solucionar todo, pero no pueden, eso es lo único que ha tenido claro. Hasta que no aparezca el sentimonstruo que convirtió a Fu en el guardián y destruyo la orden de guardianes, no puede hacer mucho con Fu, debido a que el sentimonstruo aún no aparece para volver a la orden de guardianes a la actualidad.

Solo gracias a ellos podría traer de regreso a la madre de Adrien.

Debe jugar sus cartas con cuidado.

Tikki tampoco era amante de mentir, pero ambas habían llegado a la conclusión que no era mentir, era omitir información. Pero para eso faltan varias semanas e incluso meses, para obtener a ese sentimonstruo, deben jugar con mucho cuidado sus cartas. Apenas tuvieran a ese monstruo podrían regresar todo a la normalidad, ella iría hablar con la orden de guardianes por su cuenta e incluso…buscaría la salvación para la madre de Adrien, pero estaba dentro de ese lugar.

Fu era el señor amable que recordaba y fue casi nostálgico hablar con este, con todo su conocimiento previo de los miraculous. Comento complacido por su madurez que había superado sus expectativas y ella no vio motivo para decirle la verdad, dado que la olvidaría cuando fuera libre de su deber como guardián. Otra cosa que Fu agradeció fue cuando comento sobre el libro, pero también tenía las fotografías de este en su teléfono.

Le había alabado por su buena idea, lo cual ella acepto nerviosa, ya que técnicamente había sido idea de Fu.

—Maestro… ¿alguna vez se arrepintió de ser guardián? —pregunto algo que tantas veces quiso hacerlo en el futuro, pero no pudo hacerlo.

La difícil carga del guardián es algo que siempre le dejo perturbada, pero lo había logrado llevar con dificultad.

—No—respondió con sinceridad al ver a Wayzz quien sonrió a este.

Se preguntó cuanta verdad tendrían sus palabras, antes de despedirse con la promesa de ayudarle a descifrar un código, que ella ya sabe. Se plantea la idea de ayudarle de forma disimulada, pero sin revelar toda la verdad. Si era sincera Marinette ya tenía la mayoría de mezclas guardadas en su hogar, solo por si la situación lo requiere, tanto las de Tikki como las de Plagg, no planea usarlas sin ayuda de Fu porque eso revelaría demasiado, pero ha aprendido a ser alguien cauteloso en lo que el destino depara.

Camina de regreso a casa con tranquilidad, viendo como Nadie la reportera envía una invitación a Ladybug como Chat Noir para una entrevista en vivo. La primera vez había aceptado por la inocencia de querer demostrar al público que estarían para ellos, pero en esta ocasión no duda en la negativa de inmediato.

Pronto podrá ver a Kagami, una leve sonrisa se posa en sus labios.

.

.

Marinette siente algo de culpa cuando al regresar a clases, Adrien no deja de evitarla con las mejillas rojas. Cuando alguien le pregunta que pasa, se hace la desentendida, ya que técnicamente no debería saber nada y en su lugar escucha las mil y un maravillas de sus compañeros sobre Lila. Esta vez no intenta convencerlos de lo contrario, después de pasar por el padre de Adrien como un akuma, lo cual claramente fue una farsa, solamente se enfocó en ver que Chat Noir comenzaba a ser bastante indiferente con Ladybug, no eran malos compañeros y aun trabajaban en equipo, pero este parecía alejado, de una forma que le trajo un mal presentimiento dentro de ella.

Se había disculpado por la situación de Lila, pero este solo acepto la disculpa de forma tensa y viendo a otro lado.

Había dicho que le gustaba una chica.

Pero era imposible, Kagami aún no había aparecido y esta fue la chica que le produjo sentimientos a Adrien además de ella. La idea de que de alguna forma sintiera algo por Lila, era descartada dado que este solía quejarse de ella en su versión Chat Noir, además de que como Adrien incluso buscaba excusas para no quedarse a solas con ella.

¿Quién podría ser?

Tikki comento la idea de que ella como Marinette podría ser su interés romántico, pero lo descarto rápidamente dado que no fue hasta después de Nueva York y China que se acercaron lo suficiente para que le notaran, incluso si Adrien siempre tuvo una debilidad por ella, de ahí a crear sentimientos romancitos, no creía.

Debe haber algo que no está viendo.

También siempre está la posibilidad que Adrien elija a alguien nuevo, no es malo, no debería sentirse obligado a sentir algo por ella, el destino no debe funcionar de esa forma, debería tener la posición de elegir. Incluso con el conocimiento del futuro que ella posee, jamás podría obligarlo a algo que este no quiera, por mucho que ella desee recuperar su vida.

Observo a Adrien por las escaleras del colegio, habían tenido un día especialmente complicado por culpa de Chloe quien fue reprendida por Adrien, entonces las posibilidades de que su mayordomo sufra de un akuma son grandes. Está a unos días de su cumpleaños, entonces los números no dejan de mentir, pronto estará todo solucionado, pronto Adrien podría ser feliz.

¿Y ella?

No lo había pensado, realmente ella le gustaría regresar a su tiempo, pero ahora que no es posible, debe luchar por encontrar nuevamente la felicidad en esta segunda oportunidad. Siempre estuvo feliz con Adrien, el chico que le había amado de todas formas posibles, pero ahora que puede que le guste otra chica, en este tiempo que parece retorcido, tal vez deba dejar que todo siga su curso.

No interferir de ser necesario.

Como guardiana había aprendido que su felicidad es secundaria, no importa que diga Tikki o los demás kwami, la felicidad de los demás estaría sobre la suya.

Casi cerca del ultimo escalón pudo ver de reojo a Adrien, hablando levemente con Lila luciendo incomodo mientras esta lo abrazaba de cerca. Hace mucho tiempo había dejado de sentir celos por las chicas que se acercaban a su novio, porque este siempre le dijo que ella siempre seria prioridad, que ella era la chica que siempre amaría. Pero incluso si no es Lila, la duda e incertidumbre comenzaron a crecer dentro de ella, imaginando una chica que podría ver a Adrien y este podría ver de igual forma.

Alguien que no era ella.

Entonces justo cuando iba a terminar de bajas las escaleras, dejo de estar ahí, como si todo a su alrededor hubiera cambiado, podía verlo. Era su novio, lo reconocería en ese traje de gato negro y en su mirada, no era el joven Adrien, era el chico que había estado a su lado todo este tiempo y le había pedido matrimonio. Lo veía con ojos llorosos mientras parecía abrazarle, gritándole porque despertara, pero ella estaba demasiado cansada.

—Nuestro destino es estar juntos, una y otra vez, siempre volveré a tu lado y tú al mío—

Le escucha decir con la voz entrecortada, mientras ella sube su mano llena de sangre para intentar tocar la mejilla de este. Ahora que vislumbra mejor, en las orejas del chico hay un par de aretes que ella puede reconocer, entonces entiende que esto es un recuerdo.

Quiere gritarle a Adrien para que se detenga, porque lo que va hacer es demasiado complicado y las consecuencias pueden ser muy grandes. Que incluso si ella muere, no debería destruir el mundo, porque es el mundo que ella ha cuidado con tanto anhelo.

Los ojos de Adrien lucen llorosos mientras sonríe.

Ella comienza a desesperarse.

Entonces vuelve a la realidad, como si todo hubiera pasado en un segundo, su pie tropieza en el aire antes de caer el ultimo escalón que le faltaba al suelo. Escucha gritos de sus compañeros e incluso el de Alya, pero no puede hacer nada por el intenso dolor en su pecho que ha aparecido como un rayo.

¿Qué está pasando?

Piensa desesperadamente mientras intenta arrodillarse jadeante, solo para comenzar a toser (lo que incrementa el dolor en su pecho) y detenerse al ver que, en su mano, ahora hay un rastro de sangre que ha salido de su boca. Ve la sangre en su mano con incredulidad, antes de sentir todo demasiado débil y lejano, que reconoce como sentir que se va a caer desmayada.

Cae en los brazos de Alya ante los gritos de los demás, soñando nuevamente con ese mismo recuerdo.

Adrien, es el último pensamiento preocupado antes de que todo se vuelva negro.

.

.

Chloe tuvo la decencia de cancelar su fiesta cuando Marinette fue internada en el hospital, lo cual agradece Adrien de todo corazón y la rubia no comenta nada en favor o en contra. Todos habían terminado atiborrando la sala de espera en búsqueda de respuesta, no tardo mucho para que los padres de Marinette aparecieran alterados y el doctor comento en tono preocupado, que Marinette había tenido un paro cardiaco casi al borde de sufrir un ataque al corazón y que habían logrado estabilizarle a tiempo.

Todos habían quedado congelados ante dichas palabras, pero el doctor aseguro que Marinette era alguien con mucha suerte, además de estar dormida luego de la situación. Comento sobre que su salud estaba en perfectas condiciones, pero que luego del examen exhaustivo detectaron algunas anomalías en su cerebro, pero nada de gravedad.

—Hay algunas áreas de su cerebro que parecen más desarrolladas que los jóvenes de su edad, pero no estamos seguros, ocupara más estudios—comento el doctor de forma pensativa, pero dando ánimos optimistas de que la chica estaría bien.

Esperaba eso.

Su mundo había casi colapsado cuando vio a la chica caer en el último escalón, luciendo claramente adolorida y jadeante, poco antes de caer en un desmayo. Había ignorado a su padre para estar en el hospital, sin querer moverse hasta que supiera que Marinette estaba bien, lo que le ganaría un regaño, pero no podría importarle menos.

La idea de perderla, de perderla como su madre, hizo que todo su interior se congelara y sintiera el deseo de caer en un agujero.

No soportaría perder a alguien más.

Adrien camino de forma frustrada a la parte del hospital donde tendrían algunas máquinas de comida, deseando un poco de café negro para este dolor de cabeza. Pero detuvo sus pasos cuando las voces llenaron el lugar, algo mezquino, pero con dolor de cabeza, asomo su cabeza para ver sorprendido como estaban Lila y Alya hablando, pero a diferencia de otros días, la primera parece algo molesta y Alya tiene una mortal seriedad.

Algo sucedió.

—Lo siento Alya si te confundí, solo comenté que todo fue muy extraño, no era mi intención que malinterpretaras mi preocupación por Marinette—dijo la chica en tono lastimero, pero en lugar de correr a ella y consolarla como hizo estos días, la mirada de Alya era de mortal seriedad.

Alya en estos días había defendido a Lila cuando algunos chicos intentaron hacerle daño, o al menos eso declaro la italiana, todos en su clase eran muy sobreprotectores con la italiana que aparentemente tenía muchas enfermedades y era la chica nueva del lugar.

Pero ahora, Alya lucia casi furiosa.

—Diste a entender que Marinette fingió todo esto, sé que fue raro, pero estaba sangrando, yo la vi y tú quieres hacer parecer que buscaba atención—gruño Alya sacando sus garras luciendo molesta.

Molestia que Adrien sintió al mismo tiempo, palmeando su rostro silenciosamente, porque esa chica parece no tener fin para sus mentiras. Pero el hecho de que pareciera dirigirse a Marinette, que no había hecho nada malo en contra de esta, incluso dándole el beneficio de la duda, hizo que quisiera sisearle en la cara.

Esa chica, sin duda era alguien de tener cuidado.

Marinette tenía razón.

—Jamás dije eso Alya, entendiste mal—hablo Lila haciéndose la ofendida, pero el rostro de Alya siguió siendo mortalmente serio.

—Lila eres una chica grandiosa, pero que hablen de esa forma de mis amigos, no es algo que pueda tolerar, Marinette es mi mejor amiga y una gran chica, jamás haría esto por atención—sentencio Alya habiendo tomado un bando en su elección.

Entonces algo cambio, Adrien vio con ojos levemente ensanchados como el rostro lastimero de Lila cambiaba, sin dejar rastro de la niña llorosa, para mostrar un rostro sin sentimientos y casi frio, que tenía una sonrisa burlona. Pudo notar la sorpresa en el rostro de Alya, así como la mirada algo fanfarrona de Lila que se veía las uñas, mostrando probablemente por primera vez sus verdaderos colores ante alguien más.

—Bueno hubiera sido más fácil si me creyeras como los demás, pero bueno, elegiste a la torpe de Marinette que no tiene nada de interesante, entonces solo lo diré una vez—comento caminando a Alya, quien parecía sorprendida por el cambio de actitud—no te metas en mi camino niña, si no me quieres creer está bien, pero no te metas en mis asuntos o todo lo que tienes caerá fácilmente, tengo contactos, podría hacer que jamás fueras periodista o hacerte la vida imposible en el colegio, así que será mejor que mantengas esa sonrisa fea en tu rostro y no te metas—le indica con tranquilidad y sonrisa maliciosa, antes de dar media vuelta e irse al final del pasillo.

Alya queda ahí congelada, Adrien se mantiene en la pared sin poder moverse.

Si.

Sin duda hay que tener cuidado de esa chica.

.

.

Marinette no recuerda cuando llego ahí, en medio de su departamento como de costumbre y sin entender como volvió del pasado. Pero no se queja cuando al levantarse del lugar, todo parece en orden e incluso su cabello ha vuelto a ser corto sobre sus hombros. Pasa unos minutos sentada sobre la cama mirando a la nada, meditando sobre si lo sucedido sobre volver al pasado con sus recuerdos, solamente fue un mal sueño o algo por el estilo. Al final decide levantarse cuando tiene mucha hambre y toma de forma desinteresada unas galletas de la alacena, aun con el rostro somnoliento.

¿Todo fue un sueño?

—¿Princesa? —dice alguien a su derecha y ella gira el rostro confundido.

No se sorprende de ver a Adrien luciendo con un piyama de la mitad del cuerpo, dejando su bien formado torso al descubierto. Deja que sus ojos vaguen en su novio de forma descarada, antes de verlo fijamente en los ojos verdes que tanto había amado, le da una sonrisa perezosa.

—Tuve un sueño muy raro gatito—acepta sentada en el desayunador, aceptando el beso mañanero del chico sobre sus labios.

Se siente bien, se siente correcto.

Recuerda como en sus sueños beso a su novio versión adolecente, este siendo rígido, sorprendido y nervioso, nada comparado con este beso tan sabroso y lleno de una familiaridad, que le hizo sentir calor en su alma.

Era él.

Era su otra mitad.

—Te amo demasiado—dice Adrien con una sonrisa algo apenada, que le hace sentir algo confundida.

Todo a su alrededor cambia, no está en su departamento y en su lugar parece estar en las calles que no reconoce. Los edificios parecen borrosos y la imagen de Adrien cambia para una de Chat Noir que tiene las orejas gachas, luciendo bastante amargado y deprimido. Quiere correr a él, pero por algún motivo siente sus pies pegados al suelo.

Debe gritar su nombre, pero no sale nada de sus labios.

Estira su mano esperando sujetarle.

—Espero algún día puedas perdonarme—le escucha decir con una leve sonrisa, que le hace sentir dolor en su pecho—pero soy un gato egoísta, no puedo perderte, no a ti, incluso si eso significa tener al mundo en mi contra—admite sin una pizca de arrepentimiento.

¿De qué habla?

Quiere ir con él, pero todo a su alrededor deja de estar borroso, para comenzar a desaparecer poco a poco, excepto Chat frente a ella.

Eso no debería ser posible, pero algo dentro de ella le entiende.

Porque son opuestos.

Donde Marinette daría cualquier cosa para proteger a las personas que ama, incluso su propia vida, Adrien es lo contrario a ella, que mantiene a los que ama protegidos en sus manos de forma egoísta. Si bien Marinette a veces tiene sus momentos egoístas, al final decide el bien de otros sobre el suyo, al mismo tiempo que Adrien es amable con todos, tiende a negar ir lo que ama cuando lo encuentra.

Se complementan.

Por eso lo entiende.

—¿Qué hiciste Adrien? —es lo único que sale de sus labios preocupada, pero este solo sonríe levemente.

—Volveré a ti y tu volverás a mí, esa es la única verdad que el universo necesita—le explica con calma, antes que su cuerpo terminara de desintegrarse.

Ella chilla mientras cae en la oscuridad.

.

.

Cuando abre levemente los ojos, no se sorprende de estar en un hospital o tener su cuerpo de adolecente nuevamente, dado que esta es la realidad a la cual se está acostumbrando nuevamente. Se incorpora en la cama viendo sus manos y sintiendo una ligera opresión en su pecho, pero nada lo suficientemente doloroso para llamar alguna enfermera. Después de todo no es necesario, piensa cuando ve de reojo a su lado donde sus padres duermen pesadamente, entre ellos se encuentra Alix versión adulta viéndola fijamente en una silla a su lado.

Le da una mirada seria, pero Alix no parece para nada afectada viendo rostro con indiferencia.

—¿Qué sucedió? —cuestiono con voz ronca, ignorando el dolor de su garganta al hablar, aun así, manteniendo un tono bajo para no despertar a sus padres.

Esta le dio una ceja alzada.

—Bueno no soy un médico, pero podría decir que fue un casi infarto—

—…—

—Vale no me veas así, no es mi culpa que tuvieras un paro cardiaco y sabía que no morirías por eso, no pensaba decírtelo porque no importa las opciones que tomara siempre lo ibas a tener—

—Un aviso hubiera sido lindo de tu parte—

—Bueno minibug no puedo hacer milagros, este no es el tiempo que vivimos, este es nuevo y muchas cosas no pasaran como recordamos. Algunas cosas van a mejorar y otras van a empeorar, no puedo decirte que exactamente, pero de ahora en adelante deberías tener cuidado de tu cuerpo—

Esos no son buenas noticias en realidad, son pésimas, muy pésimas noticias. Abraza sus rodillas de forma triste, sintiendo la máquina de latidos seguir funcionando como de costumbre. No quiere admitirlo a nadie pero le tiene miedo a la muerte, desde que viajo al pasado por lo que parece su muerte anterior, todo es confuso y atemorizante, porque nunca había pensado tanto en la muerte como ahora y…había estado tan cerca en dos ocasiones, bueno, en una técnicamente murió.

Giro su rostro para ver como Alix tocaba su hombro con una leve sonrisa en este, se sintió algo reconfortada, también Tikki se asomó por su almohada acurrucándose en su hombro.

Tiene miedo, pero no puede tenerlo para siempre.

—¿Cómo está mi yo del futuro? —pregunta en una leve esperanza de que todo esto funcione para algo, por la media sonrisa de Alix entiende su punto rápidamente.

—Está cansada y no deja de quejarse que tiene la mentalidad de una señora de 40 años, cuando apenas tiene 20—admite Alix con cierto tono burlón, pero con ojos grandes y amables.

El futuro está bien.

Eso es lo que importa.

Vagamente piensa en que deparara el futuro o que hará cuando su cuerpo vuelva a tener 25 años. Cuando Alix le acomoda nuevamente en la cama del hospital, se deja hacer porque aún está muy cansada, esta comienza a tararear una nana que le parece familiar, pero no termina de reconocer de donde viene. Todo su cuerpo parece querer dormirse de nuevo, pero sujeta la mano de Alix con temor de dejar ir a la única amiga de su edad que sabe todo como ella.

—¿Chat? —pregunta temerosa de su compañero de equipo y alma gemela.

La nana se detiene, ella no sabe cómo tomar ese extraño silencio momentáneo, antes que la nana vuelva a retomar el silencio del hospital.

—Bien, sigue siendo Chat, sigue siendo tu compañero, está bien—sus palabras no dicen mucho en realidad, pero es suficiente para ella.

Porque Chat está bien y es todo lo que necesita escuchar ahora, porque su sueño fue solo eso, un sueño sin significado, porque Chat no había desaparecido.

—Feliz cumpleaños adelantado minibug—es lo último que escucha decir a Alix en medio de un sueño nuevo.

.

.

Hay que darle crédito a su padre, este no lo ha reprendido por lo sucedido e incluso se toma la molestia de pasar por su habitación para tener una "charla" entre ambos. Desde lo sucedido con el libro, que regreso sin muchos incidentes (aparte de algunos regaños) y el akuma de su padre, entre ellos parecía que la relación había incluso mejorado. Entonces incluso cuando lo desobedeció, cuando había soltado al llano frente a este, por sus sentimientos de ver a su querida compañera casi al borde de la muerte, este había dejado su fachada fría para consolarlo en medio de un sofá.

No suele mostrar sentimientos frente a su padre, porque a este le gusta que sea fuerte, aun así confeso que estaba aterrado de perder a alguien como su madre y este le había abrazado dejando que llorara.

Fue acogedor.

Fue reconfortante.

Fue cálido.

Esa noche cuando por fin termino por dormirse, tuvo un extraño sueño de alguien viéndolo a la distancia, disculpándose con él por algo que no sabe que hizo, era una persona borrosa, pero reconocía que tenía el cabello rubio alborotado y parecía un adulto. También tuvo imágenes raras dentro de ese sueño, sobre unas calles que no recuerda, sobre alguien en el suelo, incluso sobre sangre en sus manos, que hicieron que se levantara alterado a media noche.

Ignorando las protestas de Plagg, salió desesperado a las calles de Paris en busca de Ladybug, con la esperanza de calmarse un poco al fin. Dado que Marinette estaba descartada, le hubiera gustado hablar con su compañera de luchas, que, para su sorpresa y preocupación, tampoco estuvo presente en ninguna parte esa noche, incluso cuando le llamo, no parecía contestar.

Confuso, camino hasta estar en un árbol cerca de la habitación del hospital de Marinette, donde pudo ver a la chica dormir tranquilamente, como lo había estado haciendo por horas.

Pronto seria su cumpleaños.

Aunque celebrarlo en estas condiciones, seguramente no sería tan bueno como pudo haber sido. Se mantuvo el resto de la noche en el árbol velando por el sueño de su amiga, sintiendo un leve cosquilleo en su interior ante el recuerdo del beso que compartieron. Había estado tan nervioso al verla los siguientes días después del beso, porque ella no parecía alterada (ya que no sabe que lo ha besado, debe pensar que beso a Chat Noir) y él era un mar de nervios a su alrededor.

Si antes tenía sentimientos por ella, ahora parecía que había roto una represa ante ese simple toque de labios.

Le quería, no podría negarlo de ahora en adelante, aunque quisiera, quería a Marinette y ahora sus sentimientos por Ladybug eran confusos. Cuando antes siempre había sido Ladybug primero, ahora no podía pensar en nadie más que Marinette, mientras que su compañera de batallas deja de tener esa importancia en su interior, le importa, siempre le importaría, de alguna forma están unidos por el destino y no puede estar enojada con ella por mucho tiempo.

Pero Marinette, ella era diferente, lo supo cuando casi la pierde, era alguien que estaba tomando importancia en su interior.

Demasiada importancia.

Suspiro antes de revolver su cabello sin entender estos sentimientos tan confusos. Un chico de 14 años no debería tener estas situaciones tan complicadas, debería estar disfrutando de video juegos, comida chatarra, anime y no pensar en que casi pierde al probablemente amor de su vida.

Sonrió levemente ante la idea de pensar en Marinette como el amor de su vida, porque hasta apenas hace unos días, pudo jurar que el amor de su vida era Ladybug, pero ahora pensaba que era esta chica.

Si.

Todo era muy confuso.

Giro a ver la luna de forma melancólica, le gustaría tener a su madre aquí para hablar de esos temas, todo parecía confuso y aterrador. Aunque ahora que han mejorado las cosas con su padre, tal vez este pueda ayudarle a descubrir que siente, tal vez apruebe a Marinette ya que ambos tienen tanto en común, tal vez su vida como Adrien podría dejar de ser tan dolorosa.

Todo era un hermoso…tal vez.

Continuara…

Bueno tenemos un nuevo capítulo que espero disfrutaran, como pueden ver no describo bien la lucha contra los akuma, dado que ustedes saben cómo son vencidos y no me gusta la idea de redundar en este punto, prefiero enfocarme más en los sentimientos o cosas nuevas de los personajes. Espero que este capítulo pudiera revelarles cosas que vendrán más adelante y crearles más dudas, porque al final las dudas son los que hacen que estemos al tanto de una historia :v

Soy mala lo sé, pero bueno.

Nos vemos en el siguiente capítulo amiguitos.