Día 26 Doble penetración
Pareja: Kami/Aku x Oso
AU: Normal
Palabras: 769
En la residencia Matsuno toda la familia se encontraba en sus respectivas habitaciones durmiendo; en la recamara de los sextillizos el silencio reinaba casi en su totalidad, el primogénito se removía ligeramente incomodo en su lugar, repentinamente un calor se había apoderado de su cuerpo; despertó agitado, por su rostro se deslizaban algunas gotas de sudor, observo a sus hermanos, todos dormían plácidamente, sin hacer ruido salió del futón con cuido para poder bajar a la cocina, tras tomar algo de agua logro calmar el calor. Se encaminaba de regreso a su recamara cuando noto que la luz de la sala se encontraba encendida, curioso no dudo en deslizar a la puerta.
- ¿Tú? – cuestiono sin poder ocultar la sorpresa al ver al chico de rostro casi similar y polera blanca.
- Buena noche Osomatsu nii san – saludo cortésmente manteniéndose de pie y con las manos tras la espalda.
- P-pero… es imposible.
- No tienes de que preocuparte, no me quedare en esta ocasión, solamente queríamos verte.
La palabra "queremos" resonaba en la mente del mayor - ¿Te refieres a…?
- A mí – completo una tercera voz detrás del mayor.
Osomatsu se giró para mirar al recién llegado, bien podría haber confundido al chico con Ichimatsu por el cabello despeinado, pero este tenía dientes ligeramente más afiliados y una extraña mirada escarlata, además de una polera negra.
- Hola inútil hemrnao mayor – saludo el de negro mientras se acercaba al nini; in previo aviso lo sujeto del cabello para acercarlo y besarlo con fuerza.
Osomatsu apenas y logro reaccionar colocando sus manos en el pecho del otro para intentar alejarlo, sin embargo, el menor tenia mayor fuerza. La lengua colándose en su boca y moviéndose de forma posesiva le estaba haciendo sentir extraño.
Akumatsu le soltó y observo divertido el sonrojo que tenía el mayor quien subió su brazo para cubrir sus labios, como si aquello lo protegiera de un nuevo asalto.
- ¿Q-qué demonios fue eso? – cuestiono el nini molesto.
- Por favor no te enojes Osomatsu nii san – Kamimatsu se acercó lentamente – solamente teníamos ganas de pasar un tiempo contigo – sujeto con suavidad el brazo del mayor para poder retirarlo y depositar un suave beso en sus labios. Osomatsu enrojeció aún más.
- Basta de charla, hay que darnos prisa – Akumatsu camino nuevamente hasta Osomatsu para abrazarlo por la espalda y comenzar a pasear las manos por su cuerpo, sonrió de manera maliciosa antes de inclinar un poco la cabeza y alcanzar el cuello del mayor, mordió ligeramente obteniendo un suave quejido.
- Sólo relájate nii san – hablo Kamimatsu al acortar nuevamente la distancia para besarlo mientras comenzaba a desabotonarle el pijama, se separó solamente para bajar un poco el rostro y acercar sus labios a la clavícula del mayor; Osomatsu reprimió un nuevo quejido al sentir como Kami succionaba su piel.
En cuestión de minutos los menores habían sometido al mayor. Osomatsu no pensaba con claridad, su mente y cuerpo se habían perdido por completo en el placer.
Kamimatsu estaba recostado en el suelo con el mayor sobre él siendo penetrado; al nini ya no le importaba que sus gemidos fueran escuchados, se concentraba en subir y bajar las caderas cada vez más rápido.
Akumatsu, que se encontraba masajeando su propio miembro mientras observaba, decidió que era hora de continuar con la diversión – No tenemos mucho tiempo, habrá que compartirlo – advirtió al acercase a los otros dos.
Kamimatsu atrajo al mayor contra su pecho al entender las intenciones de Aku, abrazándole cariñosamente susurro en su oído – Relájate Osomatsu nii san prometo que te sentirás bien.
El mayor no comprendió aquellas palabras hasta que sintió como otro miembro comenzaba a entrar en su interior; el dolor al inicio parecía eterno, pero en cuanto Akumatsu comenzó a moverse el placer pasó a primer plano.
El orgasmo llegó primero a Osomatsu y en seguida a los menores que se vinieron dentro de su hermano.
- Tan lindo – menciono Kamimatsu acariciándole el cabello.
- Hay que repetirlo nii san – canturreo con cierta burla Akumatsu.
Aquello fue lo último que escucho Osomatsu antes de caer inconsciente
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Osomatsu despertó de golpe, miro alrededor notándose solo en la habitación, ¿Todo fue un sueño? Se cuestionó de inmediato, al intentar levantarse un dolor en la cadera lo regreso al suelo. El nini se estiro un poco al ver el espejo de Karmatsu sobre el sillón, temeroso observo su reflejo, una marca roja en el cuello y un chupetón en la clavícula resaltaban a la vista. Pasó sus dedos con suavidad por las marcas y una sonrisa inconsciente se dibujó en su rostro.
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Detesto cuando no tengo mucho tiempo para transcribir, este cap en papel resulto ser casi el doble de lo que leen aquí ;-;
En fin, ahora no hay mucha explicación del tema de hoy, la doble penetración es más conocida en mujeres, pero en hombres también se puede llevar a cabo, claro, con muuuuucho lubricante XD
Día 27 Crossdresser
Pareja: OsoTodo
AU: Meseros
Palabras: 676
En una pequeña cafetería el ambiente se mantenía tranquilo, las meseras andaban de un lado a otro entregando la orden de los pocos comensales presentes. Las chicas vestían un coqueto vestido negro sin mangas con holanes blancos, zapatos negros, calcetas y delantal en color blanco eran los complementos básicos de su uniforme, sin embargo, cada una portaba un moño en la cabeza de distinto color.
Osomatsu era el encargado del lugar, vistiendo un impecable traje negro se mantenía en una esquina pendiente de todo.
- Osomatsu san – se acercó una chica de lentes y moño verde atado en un chongo.
- ¿Qué ocurre Choroko?
- Totty está en la bodega y me pidió que lo llamara para revisar algo.
- Oh, ya veo, me hare cargo entonces, cuida el frente por mí – solicitó antes de encaminarse al lugar indicado. En el breve trayecto observo al resto de meseras, no negaría que todas eran lindas, pero, aun así, sólo una llamaba su atención. Llegó a la bodega y observo el moño rosa que resaltaba entre los grises estantes – Totty, ¿Me buscabas? – canturreo de forma melosa mientras cerraba la puerta.
- Al fin llegas, estaba revisando el inventario y hay varias cosas que están por terminarse – indicó observando unos papeles que tenía a la mano – y no veo que hallas realizado un pedido previo – le miró con molestia.
- ¿En serio? Qué bueno que estas aquí para resolverlo – sonrió ampliamente despreocupado ante la situación.
- ¡Eres un irresponsable! – Le reprendió de inmediato – debería dejar que te ahogues en tus problemas – se giró dejando los papeles en uno de los estantes.
Osomatsu se acercó y le abrazo por la espalda – no te enojes Totty, prometo ser más cuidadoso.
- Eso dices siempre… - murmuró mientras desviaba la mirada hacia las manos ajenas que comenzaban a pasearse por su cuerpo.
- Totty, ¿Estas usando mi regalo? – cuestionó bajando las manos hasta la orilla de la falda.
- Hey, no debemos hacer esas cosas aquí – objetó en voz baja, pero sin detener al otro.
Osomatsu le soltó y se posición enfrente, colocándose en cuclillas sonrió de forma traviesa – Déjame ver.
Totty se ruborizo al escuchar la petición, bajó las manos y con gran lentitud sujeto la orilla de su falda para levantarla.
Osomatsu amplió la sonrisa al admirar la ropa interior rosa con bordados en blanco, la prenda quedaba ajustaba sobre el miembro de Totty, aquella vista le excito, saber que su "mesera" favorita en realidad era un chico que gustaba de usar prendas femeninas encendía algo en su interior.
Totty se mantenía quieto, dejando que el mayor observara cuanto quisiera mientras el calor ya recorría todo su cuerpo, miro un momento la puerta, temeroso de que fueran atrapados. Se estremeció ligeramente al sentir un toque en su pene, regreso la vista a Osomatsu que parecía concentrado en delinear los bordados de la ropa interior con su índice; el toque era tan suave que le provocaba cosquillas.
Osomatsu sujeto las caderas del menor y lo acerco lo suficiente para poder colocar su rostro en la entrepierna, pasó su lengua por sobre la tela que cubría el miembro.
Totty coloco sus manos en la cabellera del otro, la falda ahora escondía levemente lo que hacía el mayor; le era inevitable dejar escapara algunos gemidos.
La puerta al abrirse les tomó por sorpresa, ambos se quedaron quietos, justo en la posición menos indicada para haber sido atrapados.
En el marco Choroko observaba en silencio, con una mano cubrió su boca para reprimir un grito de emoción y con la otra mostraba su pulgar en alto en forma de aprobación. Osomatsu imito la seña con un rostro de total seriedad. La chica cerró la puerta sin decir nada.
- ¿Qué demonios…? – Totty intentó preguntar, pero la lengua del mayor nuevamente en su entrepierna lo detuvo.
- No te preocupes, Choroko no cubrirá, tenemos algo de tiempo para jugar – aseguró aventurando una mano al trasero del menor.
Totty no se atrevió a replicar, en todo caso, después pensaría en una forma de agradecerle a Choroko.
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Crossdresser: Consiste en utilizar prendas del sexo opuesto, difiere del travestismo al no asumir una identidad contraria en público; por ejemplo, un hombre puede gustar de usar prendas femeninas únicamente en la intimidad. Esta práctica no se relaciona a la orientación sexual, un hombre puede practicar el crossdressing y aun así interesarse en las mujeres.
Día 28 Video llamada
Pareja: TodoKara
AU: Aeropuerto
Palabras: 708
Karamatsu estaba en un cuarto de hotel observando por la ventana, pese a ser de noche la ciudad parecía más viva que nunca con tantas luces y ruido alrededor, se lamentó nuevamente al sentirse solo. Aquel día había planeado una cita con su pareja, pero su trabajo como piloto importunó dicho acuerdo, tenía suerte de tener un novio tan comprensivo, pero eso no impedía que se sintiera mal por estar tan lejos.
- Karamatsu, vayamos a beber – entró repentinamente Osomatsu, su compañero en cabina y en esa ocasión, también compañero de habitación.
- Ve tú, hoy no estoy de humor – respondió sin despegar la vista del panorama.
El otro hizo una mueca, pero no dijo nada, sin querer molestarlo más simplemente se retiró.
El teléfono de Karamatsu comenzó a sonar sacándolo de sus pensamientos, fue en busca del aparato que dejo sobre la cama y una sonrisa inmediata se dibujó al ver quien le hacia una videollamada.
- ¡Totty, mi honey! – respondió de inmediato emocionado.
- ¿Qué pasa con esa reacción? – se burló un poco al otro lado de la pantalla.
- Simplemente añoraba verte y escuchar tu dulce voz my love, las noches son tan solitarias y frías sin tu presencia resplandeciente que me hace… -
- Entiendo, entiendo – se apresuró a interrumpirlo – solamente quería saber cómo estabas, me encuentro algo aburrido y no sabía que más hacer – evito la mirada mientras hacia un puchero.
Karamatsu suspiro con nostalgia – También te extraño – confesó tomando lugar a la orilla de la cama – lamento haber cancelado la cita.
- No importa, igual regresaras mañana, ¿No? – le observó con una suave sonrisa.
- Claro, mañana en la noche podre tenerte entre mis brazos.
- Sabes, se me ocurre algo que hacer, ¿Estas solo?
- Sí, Osomatsu se fue a beber y probablemente regrese en varias horas, a menos que me llamen para sacarlo del bar.
- Que bien, podremos jugar un poco entonces – habló con una expresión seductora.
- ¿A qué te refieres? – cuestiono con un repentino calor en su cuerpo por la forma en que el otro le observaba.
- Es algo simple, solo debes hacer lo que te diga.
- Bien… ¿Qué debo hacer?
- Primero, quiero que bajes la mano, desabroches tu pantalón y comiences a acariciarte.
Karamatsu se ruborizo - ¿En serio? – Todomatsu asintió con una leve sonrisa – Ok… lo haré – haciendo caso a la indicación se acomodó sobre la cama, recargado en la cabecera comenzó con la tarea.
- Quiero ver – indicó el otro.
El piloto bajo un poco el teléfono para que su pareja pudiese ver que, en efecto, había comenzado a masturbarse; pese a la distancia, sentirse observado comenzaba a excitarlo provocando que emitiera leves gemidos.
- Levanta más el teléfono, quiero verte por completo.
Karamatsu obedeció, alzando el brazo logró posicionarse de forma que en la pantalla se apreciara la mayor parte del cuerpo.
Todomatsu disfrutaba de aquella vista tan erótica, el rostro completamente rojo de su pareja era un complemento extra de lo que tenía en su imaginación, se veía tan sumiso pese a ser el mayor.
- Karamatsu, la vista es exquisita – murmuró perdido en la escena.
Aquellas palabras aumentaron el calor en el cuerpo del mayor, moviendo con mayor velocidad su mano y jadeando el nombre de su espectador no tardo en venirse sobre su mano. Respiraba a prisa, experimentar algo nuevo le provoco una grata sensación.
Todomatsu se relamió los labios, deseando poder estar con su novio en esos instantes.
- Totty… - habló en voz baja, todavía extasiado.
- ¡Karamatsu, traje las bebidas aquí! – exclamó Osomatsu al abrir de golpe la puerta y cargando varias cervezas.
El silencio incomodo se instaló de inmediato. En segundos Karamatsu intento cubrirse con ambas manos mientras dejaba caer el teléfono sobre la cama.
- Si querías tiempo a solas, sólo debiste decirlo – Osomatsu sonrió ampliamente - ¡Hey, que nadie entre a esta habitación, mi amigo está ocupado con las pajas! – gritó en el pasillo sin descaro alguno y con una gran sonrisa burlona.
- ¡Detente idiota! – Karamatsu no podría estar más avergonzado.
Todomatsu solamente escuchaba al otro lado de la línea, lamentaba la situación en la que había dejado a su novio, pero se aseguraría de compensarlo en cuanto volviera.
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Con las recientes tecnologías la distancia no implica dificultad alguna cuando se trata de relacionarse más íntimamente con la pareja; claro que, se debe tener cuidado con esta actividad, no es algo a llevar a cabo con cualquiera para evitar extorsiones o mal uso de los videos.
Día 29 Sexting
Pareja: AtsuTodo
AU: Normal
Palabras: 996
El teléfono celular era el tesoro más preciado del más joven de los sextillizos, raro era verlo sin dicho aparato, sin embargo, varias incógnitas se cernían alrededor de dicho asunto. ¿De dónde salió el teléfono? ¿Qué tanto hacia Totty con él? ¿Por qué nunca se lo prestaba a sus hermanos?
Habría que decir, que la última era la mayor duda de los mayores, ¿Por qué su hermanito era tan envidioso?
Fue así, qué por sugerencia del mayor, la creciente curiosidad y claro, el ocio general, se fue ideando una especie de "juego" en el que el ganador sería quien lograra tener en su poder el celular de Todomatsu. Las reglas eran simples:
° Podían pedirlo o robarlo, lo que les funcionara mejor.
° Para comprobar que lo tuvieron debían tomarse una foto y mostrarle al resto.
Sencillo, no había nada que ganar y quizá mucho que perder, pero ya no había vuelta atrás, todos aceptaron participar.
Jyushimatsu fue el primero en intentar de la forma menos sutil que su hermano le prestara el teléfono para tomarse varias fotos; Totty le dijo que si lo deseaba podían tomarse una foto juntos, pero que no soltaría el aparato temeroso de que lo rompiera. El quinto hermano falló.
Choromatsu le pregunto si podía prestárselo un instante para revisar ofertas de trabajo en línea; Totty le indico la dirección de un buen cibercafé en el que podría ver páginas de idol sin problema. El tercero fallo y se sintió avergonzado.
Osomatsu y Karamatsu intentaron pedirlo también con diferentes razones de por medio; Totty se los negó rotundamente aludiendo a que eran unos idiotas. El primero y segundo fallaron siendo ofendidos en el proceso.
El cuarto hermano no se atrevía a pedirlo, no encontraba una buena razón para ello., consideraba la opción de robarlo en algún descuido del menor; no obstante, la suerte estuvo de su lado en una tarde que se encontraban los dos solos en la sala.
- Ichimatsu nii san, mira esto – repentinamente Totty se había acercado al mayor que en ese momento miraba televisión, mostró frente a él su teléfono en el que se reproducía un video titulado "los gatos más lindos del mundo". El mayor quedo fascinado – sabía que te gustaría, acaban de compartírmelo – menciono con una suave sonrisa.
- ¡Estoy de vuelta! – se escuchó la voz de Matsuyo en la entrada.
- ¡Mamá, bienvenida! – se levantó Totty al recordar que le había encargado algunas cosas del mercado.
Un leve quejido se escuchó por parte de Ichimatsu cuando fue retirada la pantalla de su vista.
- Lo siento – se disculpó por aquello, pero al ver la triste mirada en su hermano no pudo evitar compararlo con un gatito suplicante – bien, termina de verlo sin mí – decidió sin pensarlo más y dejándole el teléfono. Salió deprisa en busca de su madre.
Ichimatsu recibió el celular y continúo hipnotizado con el video, una pequeña vocecilla en su cabeza le gritaba que aprovechara la oportunidad; en cuanto recordó el juego sonrió de forma maliciosa, sólo debía tomarse una foto y si el menor la descubría después igual funcionaría como prueba ante el resto. Sin tiempo que perder busco la cámara y se tomó una foto en la que su mueca era de total burla, entró en la galería para asegurarse de que lo había hecho correctamente y al deslizarse hasta el final no solo encontró su reciente selfie, sino un par de fotos más en las que aparecía Todomatsu, desnudo.
Ver a Todomatsu tomándose fotos para sus redes sociales no era de extrañar, pero aquello en definitiva tenía otra intención.
Mientras consideraba lo que debería hacer el teléfono comenzó a sonar, nervioso oprimió los botones para que el timbre no fuese escuchado por el menor, lo que consiguió fue contestar la llamada.
- Hola Totty, soy Atsushi, ¿Estas ocupado? – se escuchó al otro lado de la línea.
Ichimatsu acerco el celular – N-no, yo… - quiso explicar que no era Todomatsu, pero la otra persona no le dio tiempo a ello.
- Bien, sólo llamaba rápido para agradecerte las fotos.
El instinto de hermano mayor en el amante de los gatos pareció surgir en ese momento - ¡Maldito pervertido, no vuelvas a pedirle ese tipo de fotografías a mi hermano o juro que te matare! – Vociferó sin medir el tono de voz.
Al otro lado no se escuchó respuesta alguna.
- ¡¿Qué haces Ichimatsu nii san?! – Totty le arrebato el teléfono en cuanto cruzo la puerta, notó el nombre en la pantalla y simplemente colgó, al instante apareció su galería - ¿Por qué hablabas con Atsushi? ¿Por qué revisabas mi teléfono?, ¡Idiota, idiota, idiota! – comenzó a insultarlo mientras sentía su rostro ruborizarse.
El mayor rechisto - ¿Cómo se te ocurre enviarle esas imágenes? ¿Estás loco? – le recriminó molesto.
- No envié nada, esas fotos son para mí, me gusta… ver mi cuerpo… - aceptó aún más avergonzado esquivando la mirada.
- Pero, ese tipo dijo que agradecía las fotos – mencionó el mayor confundido y comenzando a sentirse culpable.
- Hablaba de las fotos de las chicas de una cita grupal… - refunfuño cruzándose de brazos. Ichimatsu no supo que decir, ahora se sentía como un idiota por asumir cosas antes de tiempo - ¿Por qué revisabas mi galería?
- Eso… q-quería tomarme una foto – habló bajo, deseando desaparecer.
Todomatsu miró el teléfono y confirmo lo dicho al revisar lo último de su galería – Debiste decirme… - respondió en el mismo tono.
- L-lo siento… - murmuró avergonzado.
- No importa, sólo no le digas al resto, ¿Bien?
Ichimatsu asintió de inmediato – Y-yo… eh, iré a alimentar gatos – salió deprisa, no podría mirar al menor a los ojos por un rato.
En cuanto Todomatsu estuvo seguro de estar a solas remarco el numero reciente en su celular – Atsushi, lo sé, lo sé; era mi hermano mayor, pero escucha, tendremos que dejar las fotos por un rato, regresemos a los mensajes simples – hablaba mientras una sonrisa traviesa se dibujaba en su rostro.
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Ya noté que de repente me surgen las ganas de escribir algo de tipo, casi familiar XD
Sexting: consiste en enviar a través del celular mensajes, fotos o videos con contenido erótico.
La misma cuestión que con el capítulo anterior, no lo hagan con cualquiera, de hecho, yo diría que con nadie :P
Día 30 Religión
Este cap nació en base a una bellísima imagen de Kara con Choro demonio; por desgracia aquí no puedo poner la ilustración pero si darle créditos por la inspiración a su creadora: Subliey
Pareja: ChoroKara
AU: Súcubos (al menos es el nombre que más he leído XD )
Palabras: 526
Ambos sabían que lo que hacían era incorrecto, ni siquiera deberían de intercambiar palabra alguna, convivir y mucho menos relacionarse más allá de la delgada línea que los proclamaba como enemigos. Aun así, no podían mantenerse alejados.
Karamatsu era un joven exorcista que pese a la edad poseía un gran poder para eliminar a los demonios a desarrollar, aunque solía ser algo torpe e ingenuo, sus superiores esperaban bastante de él.
Sin embargo, el exorcista ocultaba un gran secreto, uno que no solo le costaría su futuro puesto, sino que, probablemente le costaría hasta la vida. Una pequeña cabaña oculta en el bosque era el refugio seleccionado para esconder a cierta criatura.
En la recamara de dicha cabaña, Karamatsu se encontraba en la vieja cama sentado junto a lo que se podría describir como un demonio.
- Lo siento… - murmuró el exorcista de gabardina obscura mientras colocaba una gasa en la ancha espalda del otro ser.
- Te dije que no importa, mis heridas sanan rápido – habló con cierta molestia el demonio de grandes cuernos y alas. Choromatsu era el nombre dado a dicho ente que ahora estaba siendo curado por el humano; vestía un pantalón negro y una remera verde desgarrada – Sólo deja de meterte en problemas – índicó suavemente, relajándose ante el suave toque en su piel.
Karamatsu asintió a pesar de no ser visto por el otro, ya era bastante su culpa por tener que ser rescatado recientemente de una jauría de criaturas del averno que simplemente no se atrevía a decir una palabra más, pasó con cuidado un algodón por uno de los tantos rasguños.
El demonio giró un poco el rostro ante el repentino silencio, aunque a veces le irritaba tanta palabrería del humano, no podía negar que contrariamente le encantaba escuchar su voz, ni que decir de recibir sus cuidados.
- No estoy enojado – mencionó Choromatsu, pero al no recibir respuesta opto por otra medida. En un rápido movimiento se giró para recostar a Karamatsu y posicionarse sobre él – me alegra saber que estas a salvo – observó con detenimiento la mirada azul del otro que parecía cristalina, inclinándose besó suavemente al humano.
Karamatsu no se negó a tal acto, contrario a ello rodeo el cuello del demonio para poder profundizar el beso. Se estremeció al sentir las manos del otro desabotonando su gabardina para poder colar sus manos bajo la camiseta, el toque era ligeramente áspero pero placentero.
Los jadeos del exorcista comenzaban a inundar la habitación conforme las caricias avanzaban. Aquella no sería la primera vez que tenía sexo con el demonio, de hecho, era una práctica que se había vuelto cotidiana. Choromatsu disfrutaba de los gemidos que el humano no se molestaba en reprimir, poseerlo nuevamente recargaba por completo su libido.
Compartieron el éxtasis del orgasmo una y otra vez, teniendo que frenar cuando el humano se quedó sin energía.
- Creo que… no logre contenerme… - murmuró el demonio hincado junto a la cama observando a Karamatsu dormir, sonrió al apreciar el rostro tranquilo del humano, eso le hacía olvidar que su unión era incorrecta, pero nada más le importaba mientras tuviera al exorcista a su lado.
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Planeaba escribir algo sobre el AU religioso, pero en cuanto vi la imagen de Subliey no pude evitar querer escribir algo de ellos.
Los íncubos y súcubos son demonios ligados al placer sexual; el íncubo corresponde al demonio masculino y súcubo al femenino (aunque dejé el AU como súcubo, porque es el nombre más sonado).
En este caso deje a Choro sólo como un demonio para no entrar en tanto detalle de los íncubos.
Día 31 Libido
Pareja: KaraOso
AU: Normal
Palabras: 899
Una apacible tarde en la casa Matsuno, el padre está trabajando, la madre en sus labores diarias y cuatro de los hermanos han salido a distraerse, solamente los dos mayores se mantienen en la sala, el mayor miraba televisión a la par que disfruta de un cigarrillo mientras el segundo sextillizo estaba en una de las esquinas de la habitación con espejo en mano.
Karamatsu mantiene su espejo en alto, utilizándolo como mero pretexto para poder mantener la vista en el primogénito, sus ojos están atentos a cada movimiento del otro, la forma en que sostiene el cigarro y lo acerca a sus labios le provoca un extraño sentimiento, la idea fugaz de ser él quien pruebe la boca de su hermano lo altera por instantes.
- ¿Saldrás? – cuestiona Osomatsu al verlo encaminarse a la puerta mientras recarga un momento su cigarro en el cenicero.
- Iré a practicar un poco con la guitarra, es un beautiful day y debería aprovechar que the sunshine me sonríe – índico con una de sus clásicas poses "dolorosas"
- ¡Mis costillas! – se quejó el mayor rodando por el suelo.
Karamatsu sonrió levemente ante su acto, sin decir más salió de la habitación.
Osomatsu dejo de moverse en cuanto la puerta fue cerrada, se quedó mirando el techo, aguardando. En cuanto comenzó a escuchar la lejana melodía se colocó de pie, apago el televisor e ignoro el cigarro que termino por consumirse.
El de polera roja entro a la recamara que compartía con sus hermanitos, abrió un poco la ventana que estaba cerca del sofá y se recostó en el mismo, una dulce melodía se podía escuchar, le encantaba escuchar a su hermano tocar la guitarra, ocasionalmente Karamatsu pronunciaba frases al azar, oraciones que el mayor reconocía como letras de canciones famosas y otras que podría apostar eran de la autoría del segundo. La voz profunda junto a los acordes suaves eran una combinación fascinante y adictiva que le provocaba a Osomatsu perderse en un mundo de pensamientos inapropiados, fantasías que involucraban al dueño de tan cautivadora voz.
Los mayores se concentraron en su tarea, uno en grabarse cada nueva nota y el otro en disfrutar la melodía, ninguno supo cuánto tiempo pasó en realidad.
Karamatsu estaba por entrar a la recamara cuando diviso al mayor dormido en el sillón; con el mayor sigilo logró entrar sin despertarle; dejo su amado instrumento en un rincón y se acercó para apreciar el tranquilo rostro del mayor. Concentró su vista en los labios, recordando la forma en que su hermano fumaba y la sensación que aquello le provocaba, trago pesado, acorto la distancia y deposito un casto beso, apenas y un roce. De inmediato Karamatsu se apartó y cubrió su boca, avergonzado por lo que acaba de hacer, se giró un poco para constatar que el otro no había despertado, afortunadamente su hermano tenía el sueño pesado, se acercó nuevamente, ¿Hasta dónde podría llegar antes de despertarlo?
¿Qué importaba la razón? Karamatsu decidió que debía aprovechar su oportunidad, siendo el deseo su consejero se aventuró a cruzar la línea.
Inicio juntando sus labios con los del mayor, con ligeros movimiento y ayudándose con la lengua, logró abrirse paso en la cavidad ajena, bajó una de sus manos a la entrepierna del mayor y comenzó a acariciarlo por sobre la tela.
Osomatsu comenzaba a emitir leves suspiros.
Karamatsu se apartó para observar el sonrojo de quien continuaba con los ojos cerrados, ¿Estaría su hermano disfrutando cada toque? ¿Acaso soñaría que se encontraba con una mujer? Absurdamente, el ultimo pensamiento le molestó, pese a ser inventiva suya le enojaba pensar que su hermano mayor estuviese soñando con alguna otra persona que no fuera él.
Detuvo su mano y se levantó, sin tiempo que perder bajó sus pantalones junto a la ropa interior, hincándose junto al sofá comenzó a masajear su miembro con la diestra mientras que con la otra mano acariciaba el rostro del mayor, metiendo su pulgar en la boca de Osomatsu disfrutaba la sensación húmeda de la lengua ajena. En tal punto, todo pensamiento racional había sido corrompido por la lujuria, simplemente se dispuso a ir más lejos; usando la mano izquierda se abrió paso en la boca de su hermano, introduciendo lentamente su pene estaba dispuesto a recibir una felación de quien dormía; sin embargo, no esperaba que repentinamente el mayor le sujetara por las caderas con fuerza, impidiéndole huir.
La mirada llena de deseo en Osomatsu le hizo comprender a Karamatsu que no estaba en problemas, ahora sin remordimiento alguno comenzó a moverse dentro de la boca de su hermano, cada vez con mayor velocidad. Karmatsu salió de inmediato en cuanto sintió venir el orgasmo, su semen quedo esparcido en el rostro del mayor y parte del suelo.
- Karamatsu~ eres un chico muy travieso, atacar a tu onii chan mientras duerme, que malo – canturreo con un rostro lleno de lujuria mientras se sentaba correctamente.
Karamatsu se acercó para besarlo con fuerza, poco le importo lo que había hecho, ni siquiera consideraba el que alguien pudiese atraparlos, lo único que pasaba por su mente era poseer a su hermano mayor, las manos de Osomatsu rodeando su cuello, confirmaron el deseo de ambos.
El mayor no negaría que fantaseaba con ese pecaminoso encuentro, sabiendo de las intenciones del otro desde el primer intento de beso, no desaprovecharía la oportunidad.
Ya pensarían después en las consecuencias.
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Siendo para este ultimo día un tema libre, no lograba decidirme por que escribir, así que revise un diccionario de filias y parafilias para ver que encontraba :D
Capnolagnia o capnogalia: Excitación producida por ver la manera en que la otra persona fuma.
Fratrilagnia: Atracción por las relaciones sexuales incestuosas o al imaginar el sexo con un hermano o hermana. (Ósea, todos los ninis en mi imaginación XD )
Melolagnia: Excitación sexual provocada por la música; no debe ser necesariamente música con letra erótica.
Somnofilia: Atracción por acariciar y realizar sexo oral con una persona dormida hasta despertarla, sin utilizar la violencia.
Estoy muy agradecida si han pasado a leer por aquí; esto ha sido un reto muy entretenido y bastante útil para practicar un poco más el lemon 7w7
Aunque me di cuenta de que me aburre un poco escribir escenas sexuales capitulo tras capitulo XD
Gracias por leer ( ͡° ͜ʖ ͡°)
