Varios días después, Misa y Rem se encontraban en un parque, descansando de una sesion de modelaje... y discutiendo.
—¿Entonces ya lo decidiste?
—Sí, Rem, y no me harás cambiar de opinión. Ya sabés lo que tenés que hacer.
Su decisión se reafirmó aún más cuando vio a Light a lo lejos hablando con otro chico.
Se le había ocurrido algo.
—¿Así nada más?
—Sí, Rem —murmuró, caminando por el parque y cambiando de dirección para ir a donde estaban Light y el otro chico—. De lejos veo que su nombre es L, no puede ser coincidencia... ¿"Lawliet"? ...Bueno, tenía que tener un... ¿O ese es su apellido?
Se encogió de hombros ante la forma, claramente extranjera, en la que estaba escrita el nombre. Era una pista más del lugar del que podría proceder L y quizás algunos de los que trabajaran para él. Le podría ser útil.
—... ¿En serio? —El tono sarcástico, que Rem usó luego de echar un vistazo al presunto L, no desanimó a Misa.
—Sí —afirmó sin inmutarse—. Y si al final no es L, igual tengo que llamar la atención al "querer" ver a Light-kun. Light-kun ya me dijo que L sospechaba de él... —Luego agregó, en un tono exageradamente cantarín—: No debería ver a Light a plena luz del día.
Viendo el punto de Misa, Rem, cuando la rubia la miró expectante, asintió para demostrarle que había entendido.
—Voy a acercarme y presentarme como su novia.
Y entonces comparó las que serían sus futuras acciones con las que había llevado a cabo en su último encuentro con Light, en el que verdaderamente quería verlo.
Luego, con una suave sonrisa y con un despreocupado tono, agregó:
—Quedaré como una idiota ante Light, pero ya sabés que después no importará.
Aunque Rem no aprobara algunas partes, se le escapó una sonrisa al pensar en los resultados del plan innegablemente peligroso.
—Entonces encontrarán a la segunda Kira, la chica enamorada que indirectamente dio a entender que había encontrado a Kira...
—Misa... —No pudo evitarlo, intentó decirle de nuevo que no lo hiciera.
—Lo sé, Rem: quizá me capturen. Pero no vas a estar por mucho tiempo... —Fue algo sorprendente que su voz segura y relajada se quebrara tan rápido y de repente.
Aunque hubiera pasado menos de un mes con Rem, Misa había llegado a considerarla una amiga.
Quizá el tema del cual más discutían (o más bien el único y demasiado constante) era sobre Kira. Quizá Misa no se interesara mucho por preguntarle a Rem sobre ella y viceversa.
Quizá algunas cosas simplemente se deducían.
A Misa le gustaba que le dedicaran atención, que la escucharan y que le respondieran.
Rem no era muy habladora, pero con gestos, actos y con pocas palabras lograba transmitir más que suficiente.
Misa apreciaba cada aspecto de Rem y lo demostraba de vez en cuando.
Como en aquel preciso momento, al pensar en las implicaciones de su más reciente plan; pero aceptándolas aún así, viendo que no había otra manera.
Y Rem no se quedaba atrás: aunque estuviera feliz y de acuerdo con la mitad del plan, odiaba tener que irse cuando encerraran a Misa. Sin embargo, también estaba al tanto de que Ryuk (ya fuera por genuina preocupación o por su hambre de diversión) estaría pendiente de ella.
Antes de que Rem pudiera decir algo para consolar a Misa, la aludida limpió con prisa unas pocas lágrimas que habían escapado y marchó corriendo hacia Light, fingiendo que recién lo había vislumbrado.
—¡Light! ¡Ahí estás! —exclamó cuando estuvo a dos pasos de él, con una gran y amplia sonrisa que alguien parecía haberle pegado con cinta adhesiva.
Y balbuceó, aún sonriendo. Habló de haber venido de una sesión de modelaje, y que justo había divisado a Light (a quien se lo veía dividido entre querer matarse o querer matarla).
—¿Es un amigo tuyo? Es diferente, único —comentó Misa al ver a L, la arrugada vestimenta de L, la pálida cara de L, la expresión extraña de L y la mala postura de L.
L Lawliet lucía único e inolvidable.
Ignoró la significativa mirada de Light que sintió y se presentó.
—Soy Ryuga Hideki —Le contestó él.
Mm, pensó Misa. Interesante.
Observó maravillada la perturbadora expresión de L, que lucía aún más espeluznante junto con el resto de su cara. Por su pálida y blanca piel que hacía un gran contraste con sus desordenados y negros cabellos, por sus profundas ojeras que enmarcaban unos grandes ojos cuyos grises iris rodeaban sus pupilas totalmente negras y dilatadas...
En aquel minuto, con solo ver los ojos muy abiertos del presunto detective, se notaría su parentesco con los de un niño mirando maravillado o contemplativo a animales en un zoológico. Su rara sonrisa (más parecida a una mueca), sin embargo, estropeaba un poco la suposición de Misa, ya que la distraía: resaltaba muchísimo en la combinación inusual de rasgos faciales, en la expresión antinatural y a la vez fascinante de L.
Ignoró la baja risa que el azabache soltaba entredientes, y que Light escuchaba con el corazón en la boca ("¿Se habría dado cuenta?", pensaba el castaño).
Misa luego pensó en que, como "Ryuga Hideki" había dicho un nombre falso, era probable que hubiera engañado a todos y que también hubiera escondido su verdadero nombre a simple vista. (Entonces habrían más posibilidades de que fuera el detective.) Porque (pasaría por las mentes de la mayoría), ¿quién se llamaría "L" (como la letra)?
—Te admiro...
Al escuchar débilmente aquellas palabras luego de uno o dos minutos de silencio, Misa dedujo que alguien, quizá L de nuevo, se dirigía a ella, por lo que volvió a prestar atención a su entorno.
—...saliste en la portada de la revista "Dieciocho".
Y cuando Misa le respondió que era muy dulce, una chica a un par de metros la escuchó y al darse cuenta de quién era, chilló emocionada su nombre, atrayendo así a al menos diez personas.
Entre la confusión, alguien tocó a Misa de manera inapropiada, y cuando lo mencionó, L fue el que se puso a divagar sobre lo indignante de aquello mientras Light miraba en silencio, quejándose en su interior por todavía no poder preguntarle a Misa el verdadero nombre de L, ya que estaban presentes todas esas personas y el propio L.
—¡Tomar ventaja de esta situación es imperdonable! —exclamaba Ryuga.
Armando una escena, Ryuga caminó rápido alrededor de Misa, que estaba en medio de la pequeña multitud de fans (quienes se habían puesto a una distancia respetable de ella luego del "incidente").
Y entonces agitó con dramatismo sus puños.
—¡Encontraré al responsable!
Misa encontró a "Ryuga" divertido. Apenas se lo estaba diciendo cuando una mujer de su trabajo la había ido a buscar. Tenía el cabello negro, usaba unos pequeños y cuadrados anteojos, y un rodete ordenado y alto. Ella señaló en tono estricto que "era hora" y que no debía llegar tarde de nuevo.
Misa se despidió de Light y de L. Siguió, un poco alejada, a la ahora callada mujer, pero se distrajo con las constantes cuestiones y sugerencias de Rem.
"¿Estás segura?; No creo que sea necesario ir en busca de Ryuk; ¿Y si mejor dejamos que Light se encargue de todo?" Aquello era lo que más había captado Misa de las palabras que brotaban de su boca como un río que se dividía sin cesar.
Iba a callarla con un mascullado y casi irritado "Sí, estoy segura, Rem"; pero ni siquiera alcanzó a abrir la boca...
Porque un hombre la había agarrado, había juntado sus manos atrás de su espalda y había colocado una venda temporal alrededor de sus ojos.
Amane Misa intentó gritar, pero cuando sintió unas esposas apresando sus manos, se relajó, pensando que la estaban arrestando (como había previsto que harían) y no secuestrando.
Aún así se retorció mientras la llevaban a un auto.
