Día seis: AU Espía


No estaba acosando, y por supuesto Bakugou Katsuki no estaba espiando a Uraraka Ochako.

La chica salió del local de donde estaba y entonces él optó por cambiar de posición, ambos estaban en el mismo centro comercial y al parecer para ella era muy divertido pasearse sola por las tiendas, porque se movía de un lado al otro sin preocupaciones.

Bakugou se despidió de la chica que atendía la tienda de zapatos donde él se encontraba y entonces decidió observar a través de una palma de plástico en el pasillo del mall. Uraraka para ese punto ni siquiera sospechaba que la estaba espiando, perdón, vigilando. Y si por casualidad ambos se encontraban, miles de ideas le pasarían primero por la mente antes de que supiera su verdadera intención, y eso era porque… ellos ni siquiera se hablaban.

Se conocían, sí, estaban juntos en la escuela, sin embargo sus conversaciones nunca pasaron de un buenos días, adiós. Uraraka era amiga de Deku, mejor amiga de hecho, y a pesar de ser atractiva con esa sonrisa boba que usaba de diario, nadie se acercaba a ella de otra forma ya que sabían que su corazón le pertenecía al chico nerd, o al menos eso pensó hasta que escuchó el rumor de que ella le había rechazado una cita diciendo que ya tenía planes con alguien más.

¿Sería posible? ¿La chica imposible resultaba no ser tan imposible?

No creyó lo que escuchó, sin embargo cuando cuestionó a Deku discretamente, éste no parecía desanimado por el rechazó, como si no le hubiese importado ella en ese aspecto. Entonces su curiosidad aumentó ¿Qué había pasado entre ellos? O mejor dicho ¿En realidad había pasado algo? Volvió a mirarla a través de la planta falsa, ella era una chica prohibida porque era la chica de su amigo, aunque ahora que las cosas habían cambiado…

¡No!

Él sólo estaba ahí para conocer al tipo que la hizo olvidar a Midoriya.

Uraraka volvió a salir de la tienda de dulces entonces ambos avanzaron ¿Quién sería el chico perfecto para ella? ¿Uno nerd como Midoriya? No, sería demasiado aburrido. ¿Uno alegre como Kirishima? Nop, eso haría que ambos derramasen miel por donde quiera que pasasen y terminaran siendo diabéticos. ¿Alguien líder como Iida? Tampoco, su actitud rozaba en lo ridículo, no se lo podría tomar enserio.

La mente de Bakugou siguió pensando sobre quién sería la cita misteriosa de la chica, ¿Lo conocería? ¿Sería alguien mayor que ella? ¿Menor? Con que no tuviese la cara de drogadicto como el hermano mayor de Todoroki podría aceptar su nueva relación.

No obstante Uraraka seguía caminando sin preocupaciones y nadie la interceptaba, ella no buscaba a nadie con la mirada, no parecía que en realidad estuviese a punto de tener una cita. Por lo que seguramente había llegado demasiado temprano y estaba haciendo tiempo.

El centro comercial tenía tres pisos, el tercero era exclusivo para locales de comida, el segundo y el primero compartían tiendas de ocio, ropa, e incluso un cine. Uraraka terminó de revisar las tiendas del primer piso y entonces se encaminó al segundo, cosa que hizo que Bakugou tuviese que salir de su escondite.

Salir de sus escondites y avanzar cada vez se hacía más difícil, con el pasar del tiempo más gente llegaba al centro comercial y lo veían como si fuese un loco, además de que los dependientes de la tienda le lanzaban miradas de enojo cuando veían que entraba a sus tiendas no a ver sus productos, sino a hacer poses raras para poder ver mejor a la chica.

Debía de hacer algo, cuando Uraraka pasó de largo una librería, él entró rápidamente y decidió que compraría algún comic o manga, y si veía una tienda gamer compraría un funko o una mierda como esa, no era muy fan, pero para ese punto del día debía de tener una coartada de qué hizo todo ese tiempo. Además reconoció un patrón en las andadas de ella, podría perderla de vista por cinco minutos sin problemas.

O tal vez no, porque mientras pagaba vio como Uraraka entraba a la tienda.

Mierda.

— ¿Bakugou? — Preguntó sorprendida mientras se acercaba a él — ¡No me esperaba verte por acá!

— ¿Cara redonda? — Preguntó él con indiferencia, por lo menos lo había atrapado haciendo una cosa muy diferente a su plan inicial, su encuentro sí había sido una casualidad.

— Uraraka — Soltó ella con una sonrisa que decía que no le molestaba su apodo, pero que prefería que usaran su nombre — ¿Qué haces aquí?

Él levantó su bolsa como si fuese obvio.

— Unas compras, comics y cosas de ese tipo. — Ella asintió pensativa mientras volvía a sonreír, carajo, no debía hacer eso, él dio un paso atrás para marcar un poco de distancia y ocultar el sonrojo que amenazaba con aparecer.

— ¿Y es todo lo que vas a comprar o vas a ir a otro lado?

— Me falta la tienda de videojuegos… — Dijo dubitativo.

— ¡Genial te acompaño!

— ¿Y tú no tenías un motivo específico para entrar aquí? — Preguntó él, y entonces ella se sonrojó.

— ¡Sí! Venía por unos libros de astrología y por la edición de unos clásicos, sin embargo ahora que te veo, creo que prefiero acompañarte, no urgen. — Él negó.

— Sí quieres verlos adelante, puedo esperarte.

— ¿Enserio?

— Adelante, sin prisas. — Dijo él mientras intentaba tranquilizarse, por todos los cielos, nunca creyó que tendría la oportunidad de pasear al lado de ella. Eso si bien le gustó, hizo que tomara tiempo para poder analizar lo ocurrido, ella actuaba diferente, como ansiosa, se había puesto demasiado amigable con él, y de paso no actuaba como si estuviese esperando a alguien.

Ella entonces entró directo con un dependiente y él se acercó lo suficiente para observarla de reojo sin invadir su espacio especial. Ella preguntó por una colección de libros y mientras el dependiente le enseñaba por lo que estaba preguntando, ella se giraba para confirmar que Bakugou estuviese ahí aún, y cuando él la atrapaba mirándolo, ella sólo sonreír y regresaba su vista a los libros.

Al término decidió comprar uno, "Cumbres Borrascosas" pudo leer él en la portada, se sorprendió, no sabía y nunca creyó que ese sería un género que ella elegiría para analizar en su tiempo libre.

— Lista ¿Nos vamos? — Dijo ella cuando tuvo si libro en una bolsa idéntica a la suya.

— Vámonos.

Ambos salieron de la tienda y por un momento Bakugou, el gran Bakugou Katsuki se quedó sin ideas para platicar, no sabía que decirle, estaba boqueado.

— ¿Te gustan mucho los videojuegos? — Preguntó ella mientras se encaminaban a la única tienda de ese giro.

— Algo, los normales.

— ¿Normales?

— Call of Duty, Gears of War, God of War… esos.

Ella asintió mientras asimilaba sus palabras.

— Mucho "of" en tus juegos. Yo sólo conozco Mario Kart.

Él se permitió reír por su ocurrencia y entonces ella se le quedó mirando.

— ¿Qué? — Preguntó él.

— Nada, es que nunca antes te había visto reír.

Él se quedó analizando la oración por un momento, siempre creyó que ella pasaba de largo cuando se trataba de él, pero al parecer lo había observado y analizado lo suficiente como para saber que no sonreír en la escuela.

— Te falta verme más… — Intentó sonar coqueto, y lo que ocurrió a continuación lo desconcertó. Ella se rio mientras lo tomaba del brazo y se recargaba en su hombro.

— ¡Sí! ¡Seguramente es eso! — Dijo con un tono más alto y más chillón. Él se sonrojó inmediatamente al sentir su contacto, y por reflejo levantó su mirada y la posicionó enfrente.

Al hacerlo se confundió mucho más, porque estaba viendo a sus compañeras de clases que se habían detenido al verlos juntos.

— ¿Uraraka? — Preguntó una chica que no le caía tan mal, Mina Ashido. — ¿Con el terrible Bakugou?

Le ofendió que le catalogaran así, sin embargo Uraraka se aferró mucho más a su brazo y lo guio hacia su grupo de amigas, él la miró por el cambio tan repentino de planes, pero ella sólo le dedicó una mirada suplicante que le pedía que siguiese con el juego. Si cualquier otra chica le hubiese pedido eso la habría mandado al diablo, pero bueno… se trataba de ella, podía hacer una excepción.

— ¡Chicas! ¡Hola! — Saludó con la mano libre, ella estaba sujeta a su brazo como si su vida dependiese de ello.

El grupo de sus compañeras se acercaron con los ojos abiertos y con la boca medio abierta, parecía que estaban presenciando una película de terror. Él se molestó, pero consiguió tranquilizarse, el tacto de Uraraka lo hacía de cierta forma.

— ¿Es enserio? — Preguntó una chica, Hagakure o algo así — Ósea ¿Es enserio?

Uraraka levantó los hombros divertida.

— Sorpresa...

— Vaya sorpresa — Repitió Mina, mientras una chica que llevaba una cola de caballo parecía que tenía los ojos brillosos. — Con razón eras tan hermética en este aspecto.

— Pues… Sí. —Dijo ella. Bakugou se tensó.

— Ya entiendo… — Dijo otra chica, una que tenía grandes ojos como una rana — Por eso no dices nada, porque Bakugou y Midoriya son amigos, y te preocupa cómo reaccionará. Kero.

— ¡Si exactamente! Aún… no sabemos cómo darle la noticia.

— ¿El temible Bakugou no sabe cómo actuar? — Le retó Mina, él estuvo a punto de contestar hasta que Uraraka lo sujetó con más fuerza del brazo, como si intentara controlarlo.

— Yo le pedí que no dijera nada hasta que me sintiera lista — La castaña intervino. — Ya saben… por… ….

Uraraka hizo un silencio y dejó que éste hablara. Después de un momento las chicas pretendieron entender sus palabras y entonces asintieron… como si hubiesen entendido un lenguaje invisible entre ellas.

— ¡Ah sí, si! — Dijo Yaoyorozu — Entiendo. Chicas vámonos.

— ¿Irnos? Pero si apenas… — Hagakure quiso protestar, pero una mirada por parte de Mina hizo que guardara silencio.

— Si también nosotros debemos de irnos — Aprovechó Uraraka. — Katsuki y yo debemos de ir a la tienda de videojuegos y de ahí…

— Por un helado, este calor me está asfixiando — Agregó él, haciendo que las miradas se fuesen directamente a él. — Además a Ochako le vendrá bien, sé que necesita su dosis diaria de azúcar.

Todas, incluyendo a la nombrada se le quedaron mirando como si le hubiese salido una segunda o tercera cabeza. Ahora él negó con los hombros, si se había involucrado en un papel extraño, por lo menos lo haría bien.

— Que lindo, inesperado pero lindo. Kero— Soltó la chica rana.

Ya no dijeron nada más. Uraraka y Bakugou siguieron caminando y ambos actuaron como si de la pareja más enamorada se tratase, claro, así estuvieron hasta llegar a la tienda de videojuegos.

— Gracias — Soltó ella, que todo el tiempo estuvo aguantando la respiración.

— Cual gracias, me debes una explicación. — Dijo el tajante, claro que había sido un sueño para él sentir aunque sea por un momento la calidez de ella como novia, pero por supuesto nunca creyó que se diese en esas condiciones tan precipitadas.

Uraraka suspiró mientras se encaminaba y acariciaba los peluches que la tienda vendía.

— Es un malentendido. — Soltó mientras sostenía un Pichu. — Y es mi orgullo hablando.

— Oh, yo conozco lo que es tener orgullo — Contestó él mientras ponía el Pichu en su lugar y hacía que ella se girara a con él. Y ella lo hizo, pero de nueva cuenta tomó el Pichu y lo sostuvo en sus manos, como su la suavidad del peluche le ayudara a controlar sus nervios.

— Bueno… es algo… — Suspiró y luego tomó aire y valor — Deku está saliendo con otra chica — Anunció. — Yo… creí que sería un enamoramiento casual, ya sabes, por la primera impresión. Decidí que le provocaría celos comentándole que yo también estaba saliendo con un chico… aunque… en vez de hacer que se interesara más en mí, se alejó más. ¿Qué ironía no? Al final los rumores se extendieron y tuve que venir aquí porque mis amigas me ayudaron en elegir la vestimenta y les envié fotos de cuando venía en camino. He pasado un poco más de una hora viendo tiendas para hacer tiempo y decirles que me fui, pero en eso me avisaron que venían para acá para conocer a mi chico. Pensé en esconderme en la librería hasta que se metieran al cine o algo… y fue cuando te vi. Perdón. Estaba desesperada.

Para ese punto Uraraka tenía la voz quebrada, era humillante para ella lo que le estaba diciendo.

— ¿Entonces tomarías al primer sujeto que se presentara enfrente tuyo como pareja? — Preguntó él, aunque sabía la respuesta. Uraraka había tenido la oportunidad de pedirle a extraño que fingieran estar con ella, sin embargo no lo hizo hasta que apareció él.

— ¿Estás enojado? — Preguntó ella. — Enserio, no fue mi intención meterte en problemas.

Bakugou se sentía contrariado, era de esperar que estuviese enojado por ser utilizado así, sin embargo no sentía ninguna emoción negativa.

— Lo que digan tus amigas no es problema mío ni me interesa, si a eso te refieres. — Contestó él, y entonces se giró para tomar uno de esos Funkos que tanto se habían puesto de moda. — Si me lo compras no diré la verdad.

A Uraraka los ojos le brillaron.

— ¿Es enserio?

Él sonrió.

— Y si te apresuras iremos por el helado del que hablamos y te dejaré tomarnos cinco fotos.

Uraraka lo abrazó, era un abrazo cálido y lleno de agradecimiento.

— ¡Hecho!

La chica tomó el Funko y se dirigió a la caja felizmente. Él sonrió mientras la veía, ahora tenía una excusa para comer un helado con ella y también para hablar, porque debían de ponerse de acuerdo en la historia que contaría frente a su clase, era obvio que todos se iban a enterar cuando llegase el lunes.

Luego volvió a ver el Pichu con el que estaba jugando, igual podría ir luego a comprarlo y entregárselo en la escuela, seguramente dejaría a todos con la boca abierta. No sabía porque le emocionó el hecho de que sus amigos pensasen que había conseguido salir con una chica tan linda como ella, era casi imposible incluso para él, pero ahí estaba viéndola pagar un obsequio/soborno para él.

Uraraka tomó su compra se dirigió hacia él, Bakugou aceptó la bolsa aunque también tomó la suya donde tenía el libro, debía de actuar como un caballero. Uraraka se percató de ello y entonces al salir lo tomó del brazo como hizo al inicio, él se podría acostumbrar rápido a aquello, y viendo que tenía una oportunidad para salir con ella, aunque fuese de forma inusual la tomaría.

No todos los días alguien tenía la suerte de conseguir una cita con la chica a la que ligeramente, había espiado.


¡Holaaaaaa! ¡Yo sé que "AU espía" se trataba más de Uraraka y Bakugou siendo espías de profesión. Sin embargo me ponía frente al word y ninguna idea aparecía en mi mente, entonces, cuando cambié la profesión de espía a verbo espía, ósea, espiar, esta linda historia llegó a mi mente, es super tierna y justo lo que mi corazón (ebrio cuando llegué al final) necesitaba escribir.

Así que espero que les guste así, sin drama, y lleno de pura buena vibra (wuuuuu) ¡los quiero y nos leemos a la próxima

Opiniones, criticas, sugerencias, amenazas de muerte ¡Todo en los reviews!

Nos leemos~~