CAPÍTULO 7
Tras el incidente con las Marlow la joven enfermera necesitaba un tiempo para estar a solas y acomodar sus pensamientos, mismos que en ese preciso instante eran un caos. Se encontraba caminando sin un rumbo fijo y sin prestar atención en la dirección en que sus pasos la llevaban. "Me pregunto si algún día tendré una vida normal" pensó mientras recordaba toda su historia: la falta de sus padres, el haber crecido sola, las humillaciones de los Ligan, las muertes de Anthony y Stear, así como la triste separación con su amado. Después de esta última, había intentado rehacer su vida, estaba decidida a ir al frente y afrontar las difíciles circunstancias a como diera lugar pero una vez más sus planes cambiaron de manera inesperada pues ahora, el actor había terminado su compromiso con Susana.
"¿Qué haré ahora? desde que lo conocí he sentido que no podemos estar juntos, siempre hay algo que nos separa" suspiro pesadamente ante la idea que cruzaba su cabeza al tiempo que sentía un dolor en el pecho. Ella anhelaba estar con Terry, era lo que más deseaba, pero no creyó que fuese capaz de soportar otra desilusión. A pesar de que la situación era favorecedora para ella, no podía olvidar a los hombres que sufrían en batalla y que necesitaban de su ayuda. Sabía perfectamente bien que si aceptaba al inglés no podría ayudar a los heridos pero si aceptaba ir a Europa no podría estar con él. Después de pensarlo un largo rato y frustrada por no encontrar una solución satisfactoria decidió regresar a casa. En ese momento se percató de que se encontraba justo enfrente al hogar de Terry.
-Candy, ¿Qué haces aquí?-
-Yo… yo ya me iba- se dio la vuelta para alejarse lo más rápido posible pero el joven la tomó del brazo para detenerla.
-Espera, tengo que hablar contigo. Ayer fue la mejor noche de mi vida hasta ahora- dijo Terry una vez que estuvieron dentro del apartamento
-Eso es de lo que querías hablar?- preguntó fríamente
-Nada ha cambiado en mí- Confesó el actor con nerviosismo
Sin embargo, para Candy ese momento era el menos indicado para abrirse, pues las circunstancias la pusieron a la defensiva -por favor no- dijo para sí misma. -No podemos estar juntos- se dirigió a Terry siendo presa de los muros que construyó para su corazón.
El hombre sintió aquellas palabras como una espada en su alma, le había costado mucho valor liberarse de su deber y mostrarle a la chica frente a él sus sentimientos, siendo que no acostumbraba hacerlo. Hace unas horas estaba lleno de ilusión, esperanza y amor pero todo parecía ir mal ¿Qué había pasado? ¿acaso era otra pesadilla?
-¿Por qué no?- preguntó con amarga tristeza
-Le prometí a Susana que no me interpondría entre ustedes-
-¿Y es más importante la promesa a Susana que tu felicidad o la mía?
-No malinterpretes las cosas Terry-
-¿Estás bromeando? no mal entendí nada, tu misma has dicho que no podemos estar juntos por Susana-
-No es así- mintió
-¿Por qué haces esto de nuevo? Hace dos años ambas decidieron mi vida sin que les importara lo que yo quería y te fuiste sin mirar atrás- las lágrimas comenzaron a brotar de los bellos zafiros. -Esa vez te envié un solo boleto porque no deseaba que regresaras a Chicago, esperaba que te quedaras aquí conmigo y no te dije sobre el accidente para no preocuparte porque mis planes continuaban siendo los mismos. Creí que juntos lo resolveríamos pero me diste la espalda-
-Terry- la rubia pronunció el nombre en un susurro, había elegido ese camino para facilitarle las cosas pero jamás imaginó que su decisión lastimaría tanto a quien más amaba.
-No sabes cuanto me arrepiento de haberme resignado a la situación, debí ir detrás de ti esa noche- dijo con suavidad dispuesto a no dejarla ir . -Te amo más que antes y aun quiero que estemos juntos. Candy, mírame a los ojos y dime si aun me amas- pidió tiernamente mientras tomaba el rostro femenino con ambas manos para obligarla a verlo.
Ella no pudo contener las lágrimas que comenzaron a brotar de sus ojos. Esa voz aterciopelada y cariñosa y la mirada llena de amor lograron derribar todas las barreras existentes. Inesperadamente se puso de puntillas y unió sus labios con los de él en un beso tan inocente como apasionado, reflejando sus sentimientos y logrando que el corazón del joven se hinchara de alegría por el contacto. -Claro que te amo Terry, nunca he dejado de hacerlo- se aferró al cuerpo masculino -Pero tengo miedo de lastimarnos- sollozó.
-Eso no pasara pecas- la consoló abrazándola con fuerza. Inmediatamente aflojo su agarre y se acercó a esa deliciosa boca, con ternura se apoderó de los labios deseados, colocó una de sus manos en la nuca de ella y con la otra acarició su talle. Los brazos de la muchacha se situaron alrededor del inglés entrelazando sus dedos en el cabello de su amado, abrió un poco sus labios, acto que el hombre aprovechó para profundizar el beso. Aquel contacto era nuevo pero encendió una llama imposible de apagar. Terry la condujo hasta el sillón donde la acomodo con sumo cuidado, después abandonó los labios de la chica para besar el blanco cuello. La respiración de ambos jóvenes se aceleró. A pesar de que Candy no deseaba interrumpir maravillosas sensaciones que experimentaba, sabia que debía hacerlo para sincerarse completamente esperando que el joven con el que estaba la comprendiera y ayudara.
-Terry- susurro -yo… me ofrecí como enfermera voluntaria-
él dejó de besarla y la miró a los ojos - ¿Por qué hiciste eso amor? -
Los hermosos zafiros reflejaban amor y confianza, por lo que ella no tuvo miedo de responder -Me gusta mucho mi trabajo, puedo ayudar y cuidar a las personas. Pero soy más útil en el frente- Como no obtuvo respuesta continuó -También quería hacerlo porque no tenía nada que perder, me dolía tanto el alma y por eso pensé que me ayudaría. Pero ahora es diferente porque podemos estar juntos-
Él se quedó en silencio por unos minutos, sabía perfectamente bien que Candy amaba la enfermería como él amaba el teatro pero también necesitaba mantenerla a salvo. -No quiero que vayas a un lugar tan peligroso como ese pero no puedo impedir que seas tu, tan amable y preocupándote por los demás- dijo mientras la abrazaba. -Haz lo que sientas que debes hacer, pero, no olvides que yo hare los mismo para protegerte-
Se que me tarde bastante en publicar este capítulo, a pesar de eso disfrute mucho escribirlo, espero que a ustedes les guste también. Por otra parte, me encantaría saber sus opiniones ¿irá solo Candy al frente o también Terry? Saludos y bendiciones a todas.
