Al ingresar a su nuevo hogar, Mikasa fue guiada por el asistente de Historia.

—Bien, en el piso superior se encuentran las habitaciones. Como este lugar era tan grande, en total pudimos contabilizar diez cuartos, en los cuales cuatro de ellos son en suite. Esos podrían utilizarlos usted y sus asistentes—sugirió el hombre mientras le explicaba a la Ackerman.

—Me costará acostumbrarme a un lugar tan grande, pero estoy agradecida por esto—sonrió.

Así era. Su cabaña era lo que más amaba y cuidaba desde que lo había construido con tanto empeño. Además, los niños que estaban bajo su tutela también habían aportado un gran esfuerzo al ayudar a Mikasa, creando el hogar que siempre soñó.

—Nuestra reina debe estar muy contenta también y por eso pidió expresamente que acondicionaran este lugar para cuando culmine su misión.

—Los niños estarán a gusto con este gran espacio al aire libre—acotó Levi mientras inspeccionaba rápidamente el lugar—. Es algo que necesitan, más que nada la luz solar.

"No quiero que ellos conozcan las burlas por las cuales he pasado a lo largo de mi vida. Merecen algo mejor que ser unos mocosos enanos."

Mikasa miraba a Levi y asentía ante lo que él exponía. La oscuridad de la Ciudad Subterránea azotaba en su potencial crecimiento.

—Concuerdo contigo—respondió y captó la atención del Ackerman—. Los niños deben disfrutar del espacio libre, jugar y aprender a vivir en este sitio de paz. Nuestra infancia fue dura y complicada, pero ellos tienen la oportunidad de tener una mejor vida—suspiró.

Tanto Levi como Mikasa sabían lo difícil que era el mundo en tiempos donde los titanes podían atacarlos y devorarlos cuando menos lo pensaban, el no poder dormir más de cuatro horas seguidas o tomarse un relajante baño después de una larga expedición.

El sacrificio de Eren obtuvo a cambio un lugar pacífico para las futuras generaciones, algo que los Ackerman valoraban con mucha tristeza, ya que el joven Jaeger no podría disfrutar de ella.

—Bien, debo retirarme—resopló y estiró su mano para saludarlos cordialmente—. En los próximos días estaré pasando por aquí. Aún no tengo la certeza de cuándo, pero volveré por usted, señor Ackerman.

El aludido asintió y desvió su mirada.

—Si. Aunque fue algo corta esta estadía, debo hablar con la reina y regresar a Marley—respondió.

Cuando Mikasa estaba saludando al hombre, volteó inmediatamente hacia Levi y lo miró fijamente con un deje de decepción. Él se percató de aquello y decidió enfrentarla cuando el asistente de Historia abandonó el lugar.

Los niños estaban con los ayudantes de Mikasa, así que podrían hablar libremente.

—¿Cómo que te irás? —inquirió con tristeza —¿No te quedarás en Paradis? —se paró frente a él y suspiró.

—Desde aquel día, algo en nuestras vidas cambió y creo que debería quedarse así—expresó con desinterés—. Tú tienes una vida hecha en Paradis y yo estoy volviendo a empezar en Marley...

¿Cómo es posible?

—Niku... —murmuró y trató de controlar sus labios temblorosos— Él estará muy triste y...

—Es un niño y pronto me olvidará, como todo el mundo—respondió y cruzó sus brazos, colocando el bastón entre ellos—. La vida es un ciclo que todos debemos superar y yo soy alguien más que dejarán atrás cuando crezcan...

Todos sabían que Levi no solía aferrarse al cariño de las personas por miedo a perderlas y ese temor no se desvanecería tan fácilmente de su ser.

Su mayor pánico era apegarse a personas que abandonarían el mundo sin conocer su felicidad.

No obstante, su espíritu aún no se acostumbraba a los tiempos de paz y el miedo persistía.

—¿¡Cómo puedes pensar eso!? —llevó sus manos hacia sus hombros y frunció el ceño— Nadie podría olvidarte ni dejarte atrás. Tú eres alguien increíble y admirable...

Eran algunas de las virtudes que Mikasa siempre vio en Levi, las mismas que jamás se atrevió a mencionar.

—Ya no soy tu capitán—afirmó—. Ahora soy simplemente Levi Ackerman, un hombre que decidió reescribir su miserable vida para dejar atrás el sufrimiento que lo desgarró por años.

Resignada, enojada y triste al mismo tiempo, Mikasa decidió pensar cuidadosamente cada palabra. Sabía que Levi podía llegar a actuar como un tozudo en ocasiones. Sin embargo, ella era igual o peor.

—Entiendo tu postura—suspiró y cerró sus ojos. Estaba lista para continuar—, pero esos niños están muy apegados a ti y el hecho de que te hayan conocido es lo mejor que pudo pasarles en la vida. Comprende, su corazón es frágil, no es como si tratases con tus antiguos subordinados—gruñó.

Levi comenzó a reír, sorprendiendo a Mikasa. Era la primera vez que ella se atrevía a hablarle así de frente.

Estaba seguro de que la Ackerman ocultaba algo más detrás de su insistencia.

—¿Estás segura de que hablas por ellos? —inquirió sin rodeos. Al comprender lo que estaba preguntando, Mikasa se ruborizó y desvió la mirada —Si tú tienes algo que decirme para que me quede, hazlo. Los niños lo harán por sí mismos, no necesitan de un portavoz para solicitar que me quede.

—Yo... —alejó sus manos y dio media vuelta— Es por ellos— mintió.

—Te creo, Mikasa—exclamó en un tono más suave, aunque no creía nada de lo que ella decía—. Hablaré con ellos y les explicaré la situación. No te preocupes por Niku, sé que entenderá. Es un niño muy inteligente y astuto.

Era sencillo de explicárselo a los niños. Sus corazones comprendían la dificultad de sobrevivir en la Ciudad Subterránea. Sin embargo, era complejo de asumirlo en el de Mikasa.

¿Por qué su pecho dolía tanto? ¿Por qué, de pronto, sintió la necesidad de no dejar ir a su antiguo capitán?

"Verte de nuevo me trajo muchos recuerdos. A su vez, algo impide que te deje partir..."

[...]

Después del almuerzo, los niños salieron junto con Mikasa y sus asistentes al jardín. Como era costumbre, se sentaron en una gran ronda para que los nuevos integrantes que provenían de la Ciudad Subterránea se presentaran ante los demás.

Por otra parte, Levi observaba la secuencia desde lejos después de haber degustado una taza de té negro. Hacía tiempo que había olvidado su particular sabor.

—¿Te encuentras bien? —de pronto la suave y tierna voz de Niku lo trajo de aquel estado de vacilación en el que estaba inmerso— ¿Por qué no vienes con nosotros? Mikasa dijo que jugaríamos a las escondidas.

—Bueno, es que ya estoy algo viejo para jugar con mocosos, ¿entiendes? —justificó y suspiró.

—Pero Mikasa también es grande como tú y le encanta divertirse—espetó y ambos miraron fijamente a la Ackerman.

Mikasa estaba cantando. Los niños se mostraban asombrados y las niñas, emocionadas. Niku esbozó una amplia sonrisa y tomó la mano de Levi. Él volteó hacia el pequeño y con su otra mano acarició su cabello.

Suspiró y alzó la mirada nuevamente hacia el cielo.

—Mikasa es increíble. Es una mujer que da vida y alegría a todo aquel que esté cerca suyo —murmuró—. Incluso a un amargado y triste hombre como yo...

Niku apretó su mano para captar su atención. La luz solar reflejaba su inocencia y esperanza.

—Tú eres genial y muy fuerte. Mis padres te adoraban por ser uno de los únicos en salir de la Ciudad Subterránea y antes de que fallecieran, me pidieron que siempre crea en ti. Por eso, cuando te conocí, sentí que ellos te enviaron para salvarme—expresó con congoja —. Gracias por regresar y darnos la oportunidad de conocer a este lugar, a Mikasa, los demás y a ti, Levi.

"Creí que podría alejarme de ellos sin que lo notasen.

Mikasa, tenías razón respecto a estos mocosos. Los lastimaría si llegase a irme sin una buena explicación.

¿Cómo podré continuar si él me dice tantas cosas agradables?

Dime Mikasa, ¿seré capaz de volver a ser ese hombre que habías conocido o este que soy hoy es alguien digno de admirar?

Me siento bastante tonto, pero necesitaría una opinión de esta nueva Mikasa Ackerman para continuar adelante. Quiero dejar atrás mi pasado, pero no olvidar a la gente que creció allí. Es difícil, pero sé que puedo hacer algo por ellos y eso intentaré. No obstante, el hecho de que sientan ese apego me da pavor y no quiero volver a experimentar ninguna otra pérdida.

¿Qué podré hacer?"


Hola a todos! Cómo han estado? Me da gusto volver a actualizar esta historia y ver sus hermosos comentarios.

Quería contarles que estamos muy cerca del final de esta obra y espero que sea de su completo agrado. Este hurt/confort me da mil años de vida y sé que a ustedes también

Esta semana estaré trabajando en la continuación de "Scapegoat", así que espero poder escribirlo lo antes posible.

Muchísimas gracias por el aguante, el amor y el apoyo!