N / A: Diferentes tipos de diálogos en la historia.

- Diálogo Normal -

Diálogo escrito

"Diálogo mental o telepático"

Diálogo con el lenguaje a señas

Sucesos Inesperados y Papá Bienestar.

POV: Edward.

Cuando ya falta poco para llegar a la casa Swan, me bajo del auto de mi padre y me interno en el bosque, para acercarme lo más posible a la vivienda, sin que haya riesgo de que Isabella pueda verme; por suerte su hogar está un poco alejada del pueblo y rodeada del bosque, por lo que se me es muy fácil esconderme; cuando ya estoy lo suficientemente cerca de la casa, me concentro para poder escuchar los pensamientos de Isabella y me desconcierto al no escuchar nada, así que me acerco más para escuchar mejor, pero sigo sin escuchar nada.

Esto es algo raro, normalmente puedo escuchar los pensamientos de las personas a un kilómetro de distancia, pero en el caso de mi familia, puedo escucharlos a más de 10 kilómetros, ya que estoy más familiarizado con sus mentes; por eso no entiendo por qué no puedo escuchar los pensamientos de Isabella, cuando estoy a menos de 30 metros de su casa, normalmente ya habría escuchado y hasta divisado lo que hay en su mente.

Sin embargo, es como si la casa estuviese vacía, porque no se escucha nada, no hay ningún sonido que proceda de esa casa. Esto me extraña porque se supone que Isabella estaría esperando a mis padres, así que dudo mucho que haya salido. Entonces empieza a preocuparme la idea de que algo le haya pasado al estar sola en casa, después de todo, ella está muy enferma, por lo que tal vez pudo haberse desmayado y perdido el conocimiento; decido acercarme lo más que puedo, para tratar de escuchar algún sonido que me indique que haya alguien en la casa.

De pronto lo escucho, es suave y late muy despacio, como si requiriera de mucho esfuerzo, el seguir funcionando, son los latidos de corazón más suaves y lentos que he escuchado en toda mi existencia, sus palpitaciones no son normales y la verdad es que me preocupa que pueda detenerse en cualquier momento; y también empiezo a escuchar la suave y acompasada respiración que acompaña los latidos del corazón, también son respiraciones muy lentas y forzadas, como si le costara el seguir respirando, sin embargo debo admitir que es un sonido muy relajante y acompasado, hasta puedo decir que es muy pacífico.

"¿Qué te parece hijo? ¿Cómo está ella?"

Los pensamientos fuertes y claros de mi padre, me recuerdan la razón por la que estoy aquí y frunzo el ceño cuando me doy cuenta de que los únicos sonidos que escucho de la casa, son los latidos y respiraciones suaves y acompasadas, supongo que son de Isabella, pero sigo sin poder escuchar sus pensamientos.

"No lo sé, no puedo escuchar sus pensamientos, sólo escucho su respiración y los latidos de su corazón, son más suaves y lentos de lo normal, pero no estoy seguro de si ha perdido el conocimiento o si le pasa algo malo"

Le digo a mi padre preocupado, después escucho a través de su mente las posibles causas que pueden impedir que yo escuche los pensamientos de Isabella, considera la posibilidad de que se haya desmayado y esté inconsciente en la casa, pero no sabe cómo podemos ayudarla, sin tener que entrar a la casa a escondidas y aunque lo hagamos, no podremos acercarnos mucho a ella, para ayudarle y brindarle asistencia médica.

"¿Qué pasa hijo? ¿Crees que le haya pasado algo malo?"

Me pregunta mi madre preocupada, porque puede ver lo preocupado y tenso que se ha puesto mi padre, los dos ya casi llegan a la casa de Isabella y mi padre planea estacionarse detrás de una vieja camioneta roja que hay en la entrada de la casa.

"No lo sé, no puedo escuchar los pensamientos de nadie en la casa"

Le informo a mi madre con sinceridad, pero de pronto el sonido de unos pasos por las escaleras nos alertan de que ella está en casa y no está inconsciente, mi padre se estaciona detrás de la camioneta y los pasos se detienen, para después empezar de nuevo, más apresurados, hasta su corazón y su respiración se ha agitado y acelerado un poco, pero su corazón y pulmones parecen funcionar con gran esfuerzo y me preocupa que pueda tener un infarto.

"No te agites Isabella, no es necesario que corras"

"¡Oh no! No corras, no tienes que agitarte"

Los pensamientos preocupados de mis padres, están en sincronía con los míos, los tres podemos escuchar la gran dificultad que Isabella tiene para respirar y para que su corazón y pulmones sigan funcionando, no hay duda de que no es normal y su condición es muy delicada; y lo peor es que simplemente se ha apresurado para bajar las escaleras, eso sólo demuestra lo grave y delicada que es su enfermedad, porque cualquier cosa, puede provocarle una crisis o un infarto, así que tendremos que tener mucho cuidado, para que no se agite, ni altere demasiado.

Pero de repente escucho cuando ella se detiene justo al otro lado de la puerta, sus respiraciones se vuelven más profundas y lentas, como si ella está tratando de tranquilizarse; mis padres están en el vestíbulo esperando que Isabella les abra y se aseguran de mantenerse alejados de la puerta, para que sus presencias no le afecten.

Pasan varios minutos hasta que Isabella logra tranquilizar los latidos de su corazón y sus respiraciones, pero aun así puedo asegurar que sigue nerviosa por la llegada de mis padres; y yo tengo que darle la razón a mi padre cuando dijo que mi presencia imprevista pudo haberle afectado más, porque sí ella se pone así por la llegada de mis padres, que ya esperaba, se pudo haber puesto peor, al ver que yo llegaba sin ser invitado.

Cuando Isabella finalmente abre la puerta, puedo verla a través de los pensamientos de mis padres, y me quedo totalmente cautivado y sorprendido por su belleza, nunca y en ninguna de las mentes de toda mi familia pude ver una imagen que se le acercara a su belleza; aunque el hecho de que mi familia y yo, la imaginamos como una niña inocente, tiene algo que ver; en especial porque después de que vimos su fotografía en el volante, la seguimos imaginando de la misma forma. Pero en definitiva, ella no es la misma niña, sino que es la adolescente más hermosa que he visto en toda mi existencia; ahora entiendo la razón por la que los agentes quedaron fascinados con ella y la describían como una señorita muy especial.

Ella es pequeña, es un poco más baja que Alice y yo siempre le he dicho duendecillo a mi hermana; es delgada pero no en exceso, su rostro tiene forma de corazón, con rasgos muy finos y delicados, su larga cabellera ondulada es color castaño oscuro, con las puntas rizadas, su piel es muy blanca como la porcelana y con solo verla a través de la mente de mi padre, puedo imaginar lo suave y delicada que es su piel, sus labios son rojos y llenos, pero lo que más me ha cautivado, al igual que mis padres, es el color marrón de sus ojos, parecen pozos profundos de chocolate derretido y no hay duda de que son una ventana a su alma, porque se pueden ver todas sus emociones en esos expresivos pozos de chocolates… Isabella es una hermosa señorita, ya no es una niña porque en su rostro se puede ver mucha madurez, pero todavía sigue conservando algunos rasgos de su infancia, por lo que es evidente lo inocente que es, ella es la encarnación de la belleza, delicadeza, inocencia y pureza, al menos esa es la mejor descripción que se me ocurre de ella y eso que sólo la he visto a través de la mente de mis padres.

Isabella también ha estado viendo a mis padres, parece asombrada, tímida y nerviosa al mismo tiempo, puedo ver, como los observa con curiosidad y admiración; pero también distingo un poco de temor, preocupación y tristeza en sus ojos, tanto que hasta siento el deseo de ir a su lado para abrazarla, consolarla y mantenerla a salvo de todo.

"Es hermosa y muy adorable, es una niña muy bella, parece tan inocente y tierna, no hay duda de que es una niña muy especial"

"Es sólo una pequeña, una hermosa pequeña, no se compara a nada de lo que había imaginado, sólo espero poder ayudarla"

Los pensamientos de mi madre y mi padre me regresan a la realidad, ellos al igual que yo, se han quedado cautivados y sorprendidos por la belleza de Isabella y por eso no han hecho nada más que verla desde que ella les abrió la puerta; pero entonces me doy cuenta de que sigo sin poder escuchar sus pensamientos, por más que trato de entrar en su mente, no puedo hacerlo, incluso soy capaz de escuchar claramente su respiración y los suaves y lentos latidos de su corazón, pero sus pensamientos… nada, es como si ella no estuviera ahí.

"¿Edward? ¿Puedes escuchar sus pensamientos? ¿Qué es lo que piensa de nosotros?"

Me pregunta mi padre, al ver que Isabella sigue contemplándolos con curiosidad y asombro, es evidente que se ha sorprendido por la apariencia de ellos, pero yo sigo sin saber lo que piensa.

"No lo sé, no puedo escuchar sus pensamientos, pero no creo que sospeche de nosotros, aunque parece algo preocupada y nerviosa"

Les digo a mis padres, ellos se sorprenden al escucharme, no saben el motivo por el que no puedo usar mi don con Isabella y mi padre se pregunta si es por la extraña condición de ella, ya que tal vez, ella tiene algo que mantiene alejados a todos, pero no sólo de forma física, sino que también de forma mental.

"Bueno, no creo que tenga miedo de nosotros, es normal que esté nerviosa, lo único que podemos hacer es tratar de ganarnos su confianza, para que no se asuste o altere, no podemos permitir que tenga una crisis"

Nos dice mi madre, con sus pensamientos y mi padre y yo le damos la razón, ellos tienen que tratar de ganarse su confianza para que esté tranquila, porque podemos escuchar que su corazón y pulmones siguen trabajando con gran dificultad.

De pronto veo a través de mi padre, que Isabella se recupera de la sorpresa, por lo que se ruboriza y baja la mirada avergonzada, al darse cuenta de que los ha estado observando; y yo sólo puedo pensar en lo adorable y tierna que es; sin embargo lo que hace después nos toma por sorpresa, porque ella hace una reverencia llena de elegancia, delicadeza y gracia, muy propia de las que hacían las doncellas en el siglo pasado, mis padres están sorprendidos y lo único que se les ocurre hacer, es responder de la misma forma su saludo respetuoso.

- ¡Buenas tardes! Tú debes de ser Isabella, soy Esme Cullen y espero poder ser tu tutora, para ayudarte con tus estudios – escucho que la saluda mi madre, veo en su mente que Isabella la mira con timidez y luego hace algo que ni mis padres, ni yo esperábamos.

- B-Be-lla… - susurra ella con suavidad

Por la forma en que lo dijo, suponemos que no le gusta ser llamada Isabella, además recordamos que en el volante la nombraban Bella y no Isabella, así que quizás ella prefiere que la llamen así; por mi parte, estoy de acuerdo en que Bella es perfecto para ella, aunque Isabella es un hermoso nombre y muy apropiado para ella.

Sin embargo lo que nos sorprendió a mis padres y a mí es que haya hablado; aunque su susurro fue tan suave que no parece que ella lo dijera para que la escucharan, sino más bien fue un impulso porque no le gusta su nombre completo; por eso fue tan suave que yo no lo habría escuchado, de no ser por lo concentrado que estoy en tratar de escuchar sus pensamientos, además de que quiero seguir escuchando el suave, acompasado y relajante sonido de su respiración junto a los latidos de su corazón.

- Entonces Bella será – le dice mi madre y veo a través de sus pensamientos que Bella se sorprende y alivia porque mi madre la haya escuchado, eso es bueno, porque así se sentirá más segura y en confianza para hablar con mis padres – tienes un nombre muy hermoso y tú también eres una señorita muy hermosa y adorable – sigue diciendo, provocando un suave y delicioso rubor en las mejillas de Isabella, quien trata de ocultarlo al escribir en su libreta.

Veo que ella se agacha y desliza la libreta, para poder comunicarse con mi madre, ya que esa es la forma en que generalmente lo hace a no ser que lo haga por el lenguaje a señas; mi padre se agacha para recogerla y pasársela a mi madre; y cuando Esme lee, yo también sé lo que ha escrito y me sorprende lo respetuosa y amable que es para expresarse, no hay duda de que Isabella Swan está llena de sorpresas, su forma de actuar y de expresarse es propia de las doncellas del siglo pasado y no de este tiempo, es como si ella perteneciera a otra época, dándole un toque de inocencia, elegancia, delicadeza, pureza, amabilidad, dulzura y belleza; ella es Bella, tal como su nombre lo indica, total y completamente Bella.

Después mi madre comenta lo adorable que es, le pide que la llame Esme para que no sea tan formal y le asegura que sólo ha dicho la verdad sobre lo bella y adorable que es, esto causa que Isabella sonría con timidez y yo deseo poder ver por mí mismo esa hermosa y tierna sonrisa, es increíble lo mucho que ella me está afectando, todo lo que hace me intriga y fascina, también despierta muchas y nuevas emociones en mí, es algo que nunca antes he sentido.

Cuando mi madre le presenta a mi padre, Isabella centra su mirada en él y lo saluda con una respetuosa y elegante reverencia; mientras mi padre sólo piensa en lo adorable y tierna que es, al momento de inclinarse para responder a su saludo; después mi padre le dice que desea poder ayudarla y ella escribe de nuevo en su libreta, para decirle lo honrada que se siente de conocerlo y lo mucho que le agradece a él y mi madre la ayuda que le brindan al aceptar ser su doctor y tutora y le agradece por la ayuda que le dieron con su viaje.

Mi padre le dice que no tiene nada que agradecerles, porque es un placer para él y mi madre poder ayudarla y le dice que no sólo quiere ayudarla respecto a su salud y educación, sino que también en todo lo que ella necesite, porque quiere ser su amigo y no sólo su doctor.

Las palabras de mi padre afectan mucho a Bella, porque puedo a través de mi padre que sus ojos se llenan de lágrimas de emoción, aunque ella baja la mirada para que mis padres no noten lo emocionada que está.

- Y-yo… g-gra- g-gra-ci… g-gracias… - tartamudea Bella con su suave y dulce voz, mientras hace gestos que expresan su gratitud y emoción

Esto hace que mi madre se emocione y siente el deseo de poder abrazarla y brindarle mucho cariño y consuelo; y debo admitir que mi padre y yo sentimos lo mismo que Esme, ya que es evidente que Isabella necesita recibir cariño y seguridad, ella ha estado sola y aislada por años, algo que decido tratar de cambiar.

Mis padres le dicen que no tiene nada de qué agradecerles, porque ellos desean ayudarla, conocerla mejor y pasar tiempo con ella; algo que provoca que Isabella llore emocionada y agradecida; después les dedica una hermosa y adorable sonrisa, mientras hace una reverencia para agradecerles su ayuda y palabras.

Es evidente lo mucho que le ha afectado las muestras de cariño de mis padres, lo cual es comprensible porque ella ha estado aislada mucho tiempo, sin poder recibir el cariño de nadie; pero tanto mis padres como yo, nos preocupamos porque aunque Bella parece sentirse feliz y agradecida, su respiración y corazón se han agitado mucho por tanta emoción y si sigue así, podría provocarle una crisis, algo que no queremos que pase; además de que el estar expuesta al frío clima podría enfermarla, después de todo, ella no está acostumbrada al clima de aquí.

"Tantas emociones y el frío de afuera puede provocarle una crisis, lo mejor es que entre a la casa y se tranquilice"

Piensa mi padre preocupado y enternecido a la vez, porque su deseo de ayuda y proteger a Bella se ha incrementado; yo estoy de acuerdo con él y le trasmito a mi madre su preocupación; por lo que Esme le dice a Bella que mejor entren a la casa para que no se enferme.

Isabella frunce el ceño confundida y mira a su alrededor como si hubiera olvidado, dónde está; mi padre le recuerda que el clima en Forks es muy diferente al de Phoenix y por eso tiene que cuidarse, para evitar enfermarse; Isabella se sonroja y sonríe avergonzada antes de escribir con rapidez en su libreta, para después pasárselas a mis padres, ellos la leen y yo sonrío porque se está disculpando por no haberlos invitado a pasar antes, les explica que por lo emocionada que estaba de conocerlos, lo había olvidado y les pide que la sigan a la sala, donde podrán protegerse del frío y tomar un refrigerio que ella les ha preparado.

Esto me asombra mucho, porque a pesar de su condición y de todo lo que ha sufrido, ella se ha tomado la molestia de recibir a mis padres de la mejor forma posible, su amabilidad, respeto, cortesía y dulzura es algo que ha cautivado a mis padres y a mí; además de que es evidente que su condición no le impide hacer varias actividades por sí misma, es sorprendente lo madura, responsable e independiente que es a pesar de ser tan joven y lo mucho que ha sufrido en los últimos años.

Mi madre le dice que no tiene nada por qué disculparse y le asegura que ella también está muy feliz y emocionada por haberla conocido y mi padre se disculpa con ella, por no poder aceptar su invitación, ya que es hora de que se vaya al trabajo.

Isabella sonríe comprensivamente y escribe en su libreta de nuevo, donde le dice que comprende perfectamente que tenga otros compromisos y el placer que es para ella haberlo conocido y saludado, asegurándole que lo estará esperando para poder darle la información que le pidió sobre su condición; después le desea que todo le vaya bien en su trabajo y se despide con un "Hasta pronto" de mi padre.

Carlisle está totalmente cautivado con lo tierna y dulce que es Isabella, ahora que la ha conocido desea más que nunca poder encontrar una forma de poder ayudarla a ser feliz de nuevo, porque considera que alguien como ella, no merece tanto sufrimiento, como el que ha pasado y sigue padeciendo al estar sola y aislada de todas las personas.

Mi padre les desea a las dos una tarde placentera y se despide de mi madre con un abrazo y beso de la mejilla; para mí es normal ver esa muestra de amor entre ellos; pero según lo que noto a través de los pensamientos de mis padres, Isabella no está acostumbrada a presenciar esas muestras de afecto, porque los mira curiosa y sorprendida, como si nunca ha visto algo así antes.

Pero al recordar que desde que ella tiene los 8 años ha estado aislada, sin tener contacto alguno con los demás, no me parece tan difícil de creer que ella no esté acostumbrada a las muestras de afecto, esto hace que me llene de tristeza y enojo, porque no es justo que alguien tan maravillosa y especial como ella, viva de esa forma, ella merece recibir mucho amor, protección, comprensión, seguridad y confianza, algo que yo estoy dispuesto a brindarle de ahora en adelante.

Isabella hace otra reverencia de respeto, cuando mi padre se despide de ella, por lo que Carlisle también se inclina para despedirse de ella y se aleja para subir a su auto; mientras mi madre le dice a Bella que entren a la casa porque hace frío, por lo que Bella asiente y se gira para entrar en la casa; yo tengo el deseo de quedarme el resto de la visita para seguir contemplando y descubriendo lo especial que es Isabella Swan pero…

"Creo que todo va bien, Hijo, así que no es necesario que te quedes el resto de la tarde, estoy seguro que Esme podrá manejarlo sola"

Me dice mi padre, mientras arranca el auto y yo sé que tiene razón, pero eso no significa que no quiera quedarme.

"Mejor me quedo, después de todo no puedo escuchar sus pensamientos y puede ser que ella sospeche de nosotros"

Le digo como pretexto, aunque hasta yo sé que mi excusa es débil e innecesaria, pero en verdad deseo quedarme.

"No creo que sea necesario, Bella no parece sospechar de nosotros y creo que hasta confía un poco en Esme; además tus hermanos deben estar esperándote para saber lo que pasó con Isabella y por las llamadas perdidas que tengo de ellos, sospecho que están impacientes por saber lo que pasó; mejor regresa a casa y diles que todo salió bien y en la noche que Esme y yo lleguemos, les diremos todo lo que pasó el resto de la visita"

Me dice mi padre con ese tono que demanda obediencia; así que sólo puedo aceptar sus órdenes y regresar a casa para tranquilizar a mis impacientes hermanos, quienes hasta a mí me han dejado varias llamadas perdidas que me he negado a contestar por estar atento a todo lo que pasaba con Bella y porque sigo un poco molesto con ellos por sus burlas.

"Está bien, los estaremos esperando en casa y les sugiero que no tarden demasiado, porque dudo poder soportar la impaciencia de los cuatro y no estoy de humor para las tonterías de Emmett ni de los otros"

Le digo molesto, ya que mis hermanos y especialmente Emmett tienen una gran capacidad para desesperarme y hacerme enojar con sus tonterías y bromas inmaduras.

"Ellos siguen siendo tus hermanos, Hijo, no olvides que por mucho que te desesperen son tu familia y nada sería lo mismo sin ellos, así que ten un poco de paciencia y trata de comprenderlos y llevarte bien con ellos, estoy seguro que podrías acercarte más a ellos y hasta se divertirían mucho, si hicieran cosas juntos"

Me dice y yo me contengo de decirle que no creo que eso sea posible, ya que después de escuchar en las mentes de ellos, una y otra vez los juegos y actividades que les gustan, es algo aburrido y repetitivo para mí hacer lo mismo con ellos; y de todas maneras a ninguno de mis hermanos les gusta hacer lo que a mí me gusta, simplemente no tengo nada en común con ellos y eso impide que hagamos cosas juntos.

"Es mejor que regrese a casa, nos vemos en la noche papá"

Me despido de mi padre, sin hacerle falsas promesas de lo que me ha pedido, él suspira resignado y un poco triste de que mis hermanos y yo, no seamos tan unidos como él y mi madre desean; pero no es tan malo, ya que al menos saben que nos preocupamos unos por otros y sea como sea sabemos que somos hermanos y por eso nos cuidamos y nos amamos a nuestro modo, aunque no seamos tan unidos y seguido discutimos entre nosotros.

Mi padre se va en su auto hacia el hospital, pidiéndome que cuide a mis hermanos y evite que causen problemas; yo empiezo a correr por el bosque hacia la casa, aunque una parte de mí desea regresar y acercarme lo suficiente para escuchar los pensamientos de mi madre y seguir viendo a Bella; pero Esme, como toda madre, tiene algo como un sexto sentido que le avisa cuando hago algo que no debo; y estoy seguro de que si me quedo, ella notará mi presencia y después de regañarme por espiarla, bloqueará sus pensamientos para que no los escuche y al final terminare regresando a casa; por lo que mejor no tiento a la mala suerte y regreso a mi casa para cuidar a mis hermanos, al menos así no me arriesgo a enfrentar la furia de mi madre.

Mientras corro por el bosque pienso en el hecho de que no he podido escuchar los pensamientos de Bella, eso es muy extraño y es la primera vez que me encuentro con alguien en quien no pueda usar mi don; por una parte me preocupa porque entonces no sabré si Bella llega a sospechar de lo que somos, pero lo que más me inquieta y frustra es que tampoco podré usar mi don para ayudarla, ya que al no poder acceder a su mente, nunca sabremos lo que pasó hace seis años, ni podré ayudarla a superar su trauma de lo que sea que haya pasado ese día; así que ahora tendremos que esperar a que ella confíe lo suficiente en nosotros y pueda hablar de eso o al menos pueda escribirlo, ya que hoy noté lo difícil que es para ella hablar.

Como sigo pensando en este imprevisto al entrar a la casa, no presto atención a los pensamientos de mis hermanos y me sorprendo cuando Alice se aferra a mí con fuerza, ella casi me hace caer por el impacto de su abrazo, pero logro sostenerla y mantenerme en pie, mientras la miro sorprendido y confundido porque ella está muy asustada y solloza desesperada, ni siquiera puedo comprender sus pensamientos desordenados. Alzo la vista y veo a mis otros hermanos que me miran aliviados y preocupados a la vez, la verdad no entiendo qué pudo haber pasado para que estén en este estado; por suerte Jasper usa su poder para calmarnos a todos y espero que tenga una buena explicación para esto.

- ¡Oh Edward…! Me alegra tanto que estés bien… ¿No estás herido verdad? … ¿Y Esme… y Carlisle? … ¿Dónde están? … ¿Están bien? – Me pregunta Alice muy preocupada y alterada, sin dejar de sollozar y temblar entre mis brazos.

- Tranquila Alice, estoy bien – murmuro sin salir de la sorpresa por lo alterada que está, sólo la he visto así una vez y no es algo que me agrade – mis padres también están bien, Esme está en casa de Bella y Carlisle debe estar por llegar al hospital, no nos ha pasado nada malo ¿Por qué estás asustada? ¿Qué te pasa? – Le pregunto confundido porque ella no suele ponerse así, no es normal que Alice se asuste tanto y menos que solloce como lo está haciendo ahora, Jasper se acerca y la abraza para tratar de tranquilizarla con su don.

- Por suerte llegaste pronto, estábamos a punto de salir a buscarlos – me informa Emmett muy serio, está confundido, preocupado y aliviado de verme, yo lo miro incrédulo.

- Es cierto, Alice ha estado muy nerviosa y alterada, dijo que algo malo les había pasado – sigue diciendo Rosalie, quien también está preocupada; yo sigo sin entender qué les ha pasado a mis hermanos para que estén así, ¿Acaso Alice tuvo una visión que la pusiera en ese estado?

- Pero no ha pasado nada malo, Carlisle, Esme y yo estamos bien, no ha pasado nada, sólo fuimos a casa de Bella y todo salió bien – les digo confundido.

- ¿Bella? – Pregunta Jasper, sin dejar de abrazar a Alice quien solloza en su pecho y lo abraza con fuerza, como si quisiera aferrarse a él.

- Sí, es Isabella Swan, pero prefiere que la llamen Bella, ella es muy especial… – le contesto, sin poder evitar sonreír al recordarla –… Pero no entiendo lo que dicen, por qué están preocupados, cuando nosotros no hemos estado en ningún peligro – digo, mientras los miro con seriedad.

- Es por Isabella… – solloza Alice un poco más calmada, todos la vemos confundidos al escucharla tan preocupada – Yo… sigo sin poder verla… por más que trato no consigo tener una visión de ella… y como hoy era la visita, traté de verlos a ustedes para saber lo que pasaría… pero… pero no pude hacerlo… tampoco pude verlos a ustedes… era como si sus futuros hubieran desaparecido de un momento a otro… no podía saber cómo estaban o si regresarían… no había nada… no pude ver nada… era como si todos ustedes hubieran… hubieran… muerto… – dice entre sollozos y sujetándose la cabeza porque está teniendo una visión

- Ya puedo ver a Carlisle… él está en el hospital y parece estar preocupado o molesto porque tiene muchos pacientes y no quiere tardar mucho en regresar a casa de Bella… – dice con el ceño fruncido, porque después de eso, la visión se vuelve borrosa hasta que todo se pone negro, ella sigue tratando de ver algo pero no lo consigue, después trata de tener una visión de nuestra madre pero sólo hay oscuridad, no hay nada.

- Sigo sin poder ver a Esme… - dice a mis otros hermanos, antes de contener otro sollozo - Lo siento… es sólo que… yo… yo me asusté mucho… porque hasta hace un momento no podía ver a ninguno de los tres… y creí que algo les había pasado… y temí que no llegáramos a tiempo para ayudarlos… porque ni siquiera sabía dónde estaban… después sólo pude verte a ti… mientras venías corriendo a casa… y estabas muy serio y preocupado… pensé que estabas herido y que Carlisle… y Esme… ¡Estaba tan asustada! – explica sollozando y cubriendo su rostro con sus manos.

Decir que estoy sorprendido, es quedarse corto, nunca imaginé que esto podría llegar a pasar, es comprensible que mi hermana se haya asustado tanto, ya que si el futuro de alguien desaparece de forma inesperada y su futuro se oscurece, significa que esa persona ha muerto o está a punto de morir; así que para Alice, mis padres y yo habíamos muerto o al menos estábamos a punto de morir de forma imprevista e inmediata; también es lógico que me viera a mí primero, porque yo fui el primero en decidir regresar a casa, porque mi padre planea regresar a casa de Bella en cuanto su trabajo se lo permita, mientras que Esme se ha quedado en casa de Bella y planea estar con ella el resto de la tarde, por eso sigue sin poder verla en sus visiones.

Esto me lleva a preguntarme, si Bella tiene algo que impide que usemos nuestros dones con ella, porque ni Alice ni yo podemos usar nuestro poder con ella; pero para Alice es peor ya que cuando el futuro de nosotros se mezcla con el de Bella, mi hermana tampoco puede vernos a ninguno de nosotros mientras estemos junto a ella.

Todo eso es muy preocupante y desalentador, ya que en ese caso será más difícil para mi familia ayudar a Bella, porque no podré escuchar sus pensamientos y Alice no podrá ver lo que le pasará; y lo peor es que es muy probable que ninguno de nosotros podamos usar nuestros poderes con ella, eso hará que todo sea más complicado al momento de socializar con ella.

Los sollozos de Alice me sacan de mis pensamientos y recuerdo que ella sigue muy afectada por lo que había pasado, ya que por un momento creyó que habíamos muerto y ella no podía hacer nada para evitarlo, eso es lo que la tiene tan asustada y alterada; también recuerdo que mi deber como el hermano mayor es cuidarla y asegurarme de que se tranquilice, ya que Jasper también está muy preocupado por ella al sentir sus emociones tan alteradas y por eso nos transmite a los demás esas emociones; así que ahora todos mis hermanos están preocupados y asustados, por eso hago a un lado mis preocupaciones por Bella y me centro en ayudar a mi hermana más pequeña.

- Tranquila Alice… Estoy bien, todos estamos bien, ¡Ven acá Pequeña Duendecillo! – Le digo con ternura, mientras la abrazo y separo de Jasper

De esa forma él no seguirá transmitiéndonos las emociones de Alice a los demás; de nuevo recuerdo que sólo he visto a Alice así una vez y no quiero que se repita, además todos mis hermanos están asustados y preocupados, así que hago algo que muy pocas veces he hecho y es ser tierno y amable con mi hermanita

- Tranquila Duendecillo… – la arrullo con ternura – Nada malo ha pasado… Carlisle está bien… él está feliz de estar trabajando, ya sabes lo mucho que ama su trabajo… y Esme está muy bien… de hecho está muy contenta al estar con Bella… porque es una niña muy especial… no es como todos la imaginábamos, es muy dulce y adorable… Esme se encariñó con ella de inmediato… y creo que lo peor que le puede estar pasando en este momento, es tener que comer el refrigerio que Bella le preparó, pero sabes que eso no le hará daño… y como a Esme le encanta cocinar, estoy seguro que soporta la comida humana más que nosotros… es más, hasta creo que debe estarle pidiendo la receta a Bella para poder hacerlas ella misma – le digo divertido y sincero a la vez, para hacerla sonreír.

- ¿De verdad? – Me pregunta Alice curiosa - ¿Ellos están bien? ¿Y Bella es así como dices? ¿En serio es tan especial?

Al escucharla me percato de que todos mis hermanos están muy atentos a lo que digo, tienen mucha curiosidad por Bella, así que sólo sonrío y afirmo con la cabeza, sin dar más detalles, ignorando sus miradas insistentes, hasta que…

- ¡Qué esperas! Cuéntanos lo que pasó – me pide o más bien me ordena, Alice emocionada, yo me rio porque ya está más tranquila y es la misma de siempre – No me hagas esperar Edward Cullen, sabes que no me gusta, quiero saberlo todo – exige con impaciencia, mientras me arrastra hacia el sofá y se sienta a mi lado, para que le cuente lo que ha pasado; yo me carcajeo, porque esa sí es la Alice que conozco.

- Yo también quiero saber sobre Bella – declara Emmett sentándose en la alfombra, frente al sofá, Rosalie se sienta en el sillón de al lado y Jasper se acomoda en el sofá, al otro lado de su esposa.

- Creo que todos tenemos curiosidad sobre Bella Swan – murmura Jasper divertido por las emociones de ellos, Rosalie asiente levemente.

- Como no estar curiosos cuando Edward dice que es muy especial, dulce y adorable – replica Alice divertida – parece que te agradó mucho – añade mirándome con ojos entrecerrados; yo esquivo su mirada al escuchar su insinuación, sintiéndome extrañamente avergonzado, tanto así, que estaría muy rojo si los vampiros pudiéramos sonrojarnos - ¡Ja! No estoy equivocada, ella te gusta ¿Verdad? – Dice aplaudiendo emocionada.

- ¿Te gusta Bella Swan? – Pregunta Emmett sorprendido y divertido a la vez, Jasper sólo me mira con mucha curiosidad, mientras Rosalie parece estar muy asombrada.

- ¡No me gusta! – Exclamo con nerviosismo, los cuatro me miran con una ceja alzada, de incredulidad, y yo me siento cada vez más nervioso y avergonzado, aunque en realidad no sé por qué – Bueno… no en esa forma… a la que ustedes se refieren… sólo me agrada – trato de explicarme y arreglar las cosas, pero al parecer no lo hago bien, porque todos ellos me miran divertidos, mi nerviosismo sólo aumenta.

- ¿Y a qué forma nos referimos? – Pregunta Rosalie divertida, yo maldigo internamente.

- Bueno… ya saben… a esa forma… ¡Ya saben a lo que me refiero! – Exclamo nervioso, ellos sonríen más al escucharme y por primera vez, deseo patearme a mí mismo.

- No Edward, no lo sabemos, tendrás que explicarnos a qué forma te refieres – pide Emmett y parece estar controlándose para no soltar una carcajada.

- También debes decirnos por qué estás tan nervioso – exige Jasper divertido.

- Explícanos Edward ¿A qué te refieres con esa forma de gustar? ¿Y por qué estás tan nervioso al hablar de lo especial que es Bella Swan? – Sigue preguntando Alice con una sonrisa traviesa y divertida, sí, definitivamente es la misma Duendecillo Travieso de siempre.

- ¿Qué ocurre Edward? Tú siempre has podido decir las cosas claras y sin rodeos, nunca te he visto tan nervioso como ahora, ni siquiera puedes explicarte con claridad – comenta Rosalie sonriendo divertida y sorprendida.

- ¡Ya dejen de burlarse! – Exijo molesto y exasperado porque ellos tienen razón, no sé lo que me pasa, bueno, en realidad, sí lo sé, pero no lo comprendo del todo, porque nunca me había pasado esto que estoy sintiendo

- Entonces explícate – replican los cuatro a la vez, haciéndome poner los ojos en blanco, porque no hay forma de que salga de esto, lo mejor es acabar de una vez por todas.

- Lo que quiero decir es que no estoy enamorado de Isabella Swan… no me gusta de esa forma… simplemente me agrada y me sorprendí al conocerla, porque no es como esperaba… además tienen que recordar que sólo tiene 14 años… es una niña… y también está su condición y enfermedad tan delicada – les explico y recuerdo a la vez, los cuatro olvidan las burlas de inmediato y recuerdan todo lo que saben de Bella - ¡Exacto! Ya saben que su situación es muy especial y delicada.

- Es cierto – admite Alice con tristeza y arrepentimiento – Entonces dinos lo que pasó ¿Cómo es ella? Dices que es muy especial y que no es como la imaginamos – Me pide con curiosidad y nada de bromas.

- Porque es verdad – recalco, sonriendo con alivio – Cuando mis padres la vieron, los tres nos sorprendimos mucho, es una chica muy hermosa y no lo digo sólo por el físico, aunque para ser sincero tiene una belleza muy delicada y pura, me recuerda a las muñecas bailarinas que ustedes tienen en su habitación, las que son de porcelana y cristal – les cuento a mis hermanas

Las dos alzan las cejas sorprendidas y de inmediato corren a sus habitaciones y bajan con varias de sus muñecas de porcelana y cristal, que acomodan sobre la mesa de centro con mucha delicadeza.

- ¿A cuál se parece Bella? – Pregunta Alice muy emocionada, por alguna extraña razón, tanto a ella como a Rosalie les ilusiona la idea de que haya una humana que se parezca a sus muñecas.

Yo centro mi mirada en todas las muñecas y trato de compararlas con la hermosa imagen que tengo de Isabella, todas las muñecas son muy hermosas y delicadas, pero no se comparan con la belleza natural y delicada de Bella… Así que agarro dos muñecas, una de cristal y otra de cerámica y se las muestro a mis hermanos

- La verdad es que ninguna se compara a su belleza – aclaro, antes de alzar la muñeca de cristal y mostrárselas – pero Isabella tiene una belleza muy similar a la de estar muñeca, sus rasgos son muy delicados y muestran una pureza y gracia como esta muñeca de cristal, de hecho también se mira muy frágil a la vista y con su enfermedad Bella es muy delicada, pero al ver sus ojos puedes ver que tiene una gran fortaleza y no es fácil de romper ni destruir, como el cristal

- Entiendo, tiene una belleza llena de pureza, delicadeza, gracia y fortaleza a la vez – murmura Rosalie alzando su mano para que le pase su muñeca, se la doy y ella la sostiene con mucho cuidado, contemplando todos sus rasgos para grabarlos en su memoria.

- Pero esta muñeca también me recuerda a ella – digo alzando la muñeca de cerámica – porque ella tiene una piel muy similar a la porcelana, tanto en el color como en la apariencia, se ve igual de lisa, aunque supongo que debe ser muy suave como el terciopelo… pero aunque su piel es muy blanca, también adquiere un hermoso tono rosado cuando se ruboriza por algo, realzando el color rojo de sus labios… - digo sin dejar de ver la muñeca que sostengo - Y su cabello es muy largo y de color castaño oscuro, pero es muy curioso porque aunque no es rizado como el de Rosalie, tampoco es liso como el de Alice, es más bien una combinación de las dos, su cabello es ondulado con las puntas rizadas… Pero creo que el rasgo más hermoso de ella, son sus ojos… son grandes y almendrados, con gruesas y rizadas pestañas oscuras que resaltan el color marrón de sus ojos… No, no son de color marrón, son del color del chocolate derretido, como si estuvieras viendo dos lagunas llenas de chocolate derretido que muestran todas sus emociones… en sus ojos puedes ver lo que piensa y siente… son como las ventanas de su alma – explico

- Parece que es muy hermosa – susurra Alice, sacándome de mis pensamientos, yo la miro y le paso su muñeca con la misma delicadeza que ella la recibe.

- Sí, Bella es muy hermosa – afirmo con sinceridad – pero no sólo en apariencia, ella también parece tener una personalidad muy hermosa… con sólo verla es evidente de que es muy inocente, dulce, adorable, amable y especial, nunca he visto a alguien así – admito sonriendo al recordarla – Ahora entiendo por qué el agente J quedó totalmente cautivado al conocerla, basta con verla una vez para sentirte atraído por sus belleza tan pura y delicada… - confieso y mis hermanos me escuchan totalmente sorprendidos y admirados, mientras tratan de imaginarla en sus mentes, comparándola con las dos muñecas y añadiendo los rasgos que les he mencionado.

- Pues parece que es mucho más hermosa y especial de lo que habíamos imaginado – dice Jasper, tratando de imaginar a una niña humana con una belleza que sea capaz de cautivar a todos los que la miren – Creo que yo sólo la imaginé como una niña muy delicada y enferma, por todo lo que ha tenido que pasar – admite y mis otros hermanos asienten de acuerdo con él.

- La verdad es que me cuesta mucho creer y aceptar que alguien tan hermosa como ella, tenga un pasado y una vida llena de dolor, tristeza y soledad… Al principio hasta dudé que fuera ella, porque no podía creer que una persona tan bella y pura tenga una vida llena de sufrimiento… pero al verla con mis padres… al ver su forma de comportarse… me di cuenta de que no había ningún error – digo con tristeza

- ¿Y cómo fue? ¿Cómo se comportó Bella al ver a mis padres? – Pregunta Rosalie muy interesada y yo no puedo evitar sonreír al recordarlo - ¿Qué?

- Es que me sorprendió mucho ver la forma en que interactúa con los demás – confieso – y lo que más me sorprendió fue que habló con mis padres…

- ¿Habló? – Pregunta Emmett desconcertado, mis otros hermanos sólo me ven sorprendidos y hasta un poco incrédulos – Creí que ella no podía hablar

- Es cierto, Carlisle nos dijo que ella no podía tener ningún tipo de contacto físico con nadie y ni siquiera podía comunicarse con los demás – dice Jasper confundido

- Pero habló con mis padres – repito sin dejar de sonreír - fueron pocas palabras y le costó mucho hacerlo… pero habló con ellos – Mis hermanos me miran sorprendidos.

- ¿Cómo es que pudo hablar con ellos cuando acaba de conocerlos? – Pregunta Emmett sin salir de la sorpresa

- Bueno, es evidente que ella tiene muchas dificultades para expresarse oralmente… Bella habla en susurros entrecortados, su voz en muy baja y tartamudea mucho al hablar… es como si tuviera mucho tiempo sin hablar y por eso tiene dificultades para hacerlo, en especial porque dudo mucho que un humano sea capaz de escucharla y entenderla – les explico y mis hermanos sonríen con tristeza al imaginar lo mucho que le cuesta expresarse a Isabella

- Ya veo… ¿Y qué fue lo que dijo cuando habló con ellos? – Pregunta Rosalie, haciéndome reír al recordarlo

- La verdad es que fue un poco gracioso – admito divertido - lo que pasó es que mi madre la llamó Isabella y creo que por puro impulso, ella la corrigió, sólo fue un susurro muy tímido y entrecortado, como si no esperara que la escucharan y sólo fue como un acto-reflejo, porque en cuanto mi madre la llamó por su nombre, ella replicó diciendo "Bella" porque al parecer no le gusta que la llamen con su nombre completo… y si recordamos el volante, parecer ser que todos la conocen como Bella… la verdad no creo que lo hizo para que lo escucharan mis padres, fue más bien un impulso y por eso se sorprendió mucho cuando mi madre acordó llamarla Bella, fue como si no pudiera creer que la hubieran escuchado ni entendido.

- Ummm… creo que en cierta forma es muy comprensible, porque ella no está acostumbrada a socializar con otras personas y menos con extraños, después de todo ha pasado los últimos seis años totalmente aislada, sin poder relacionarse con otras personas y si dices que un humano tendría problemas para escucharla y entenderla, ella debió dejar de intentar hablar con los demás al ver que nadie la escuchaba – murmura Jasper muy pensativo – Sí es ese su problema, no creo que haya mucho problema en hacer que aprenda a hablar de nuevo, sólo necesitamos que adquiera confianza y siga practicando, hasta que pueda hacerlo sin ninguna dificultad.

- Sí, tienes razón… yo también creo que debemos aumentar su confianza en sí misma para que poco a poco pueda recuperarse – digo sonriendo y sintiendo un poco de esperanza porque tal vez podamos ayudarla después de todo – Aunque no creo que sea tan fácil aumentar su confianza en sí misma y los demás, porque ella es muy tímida, insegura y algo temerosa, lo cual es normal si ha vivido aislada varios años… Pero lo curioso es que también es muy amable, respetuosa y dulce, no sé cómo explicarlo, pero su forma de comportarse y relacionarse con los demás, no es de esta época – les digo y ellos me miran confundidos

- ¿Cómo así? ¿Qué quieres decir con que no es de esta época? – Pregunta Emmett confundido

- Es que ella se comporta como lo hacían las doncellas del siglo pasado, es muy respetuosa, incluso saludó a mis padres con una reverencia de cortesía y respeto, eso fue lo primero que nos sorprendió, además su vocabulario y forma de expresarse es muy cortés, porque cuando escribió en la libreta, sus palabras eran muy amables y respetuosas; y sus gestos y movimientos también son delicados y elegantes, muy parecido a la forma en que se comportan los personajes de las obras clásicas… es igual a los que hacían las doncellas de nuestra época Rosalie – le explico, ya que ella lo comprenderá mejor.

- No hay duda de que es especial – susurra Rosalie sonriendo al recordar la forma en que se comportaban las doncellas en su tiempo, también imagina a una chica de este tiempo actuando de esa forma y no como lo hacen los jóvenes en este tiempo.

- Pues yo creo que eso es muy raro – murmura Emmett sorprendido – Me refiero a que no es normal que se comporte así y menos una niña de 14 años – aclara cuando lo vemos con el ceño fruncido.

- En este tiempo, es fuera de lo normal – estoy de acuerdo.

- No creo que sea tan difícil de comprender – comenta Jasper pensativo – Recuerden que el señor Swan dijo que ella no ha tenido mucho contacto con el mundo actual, ella nunca ha socializado con muchas personas de este tiempo y sólo sabe lo que sus maestros y padres le han enseñado; quizás por eso se comporta de esa forma, ya que así se lo enseñaron o debió aprenderlo en los libros o novelas que hablan de etiqueta y normas de cortesía, por eso se comporta así… creo que sólo quiso ser amable y respetuosa con nuestros padres y lo hizo de la única forma que conoce – nos explica, después de todo ha estudiado varias carreras de psicología y filosofía, por lo que tiene un gran conocimiento sobre el comportamiento humano.

- Eso puede ser cierto, sí lo vemos de ese modo, es comprensible que actúe así – admite Alice de acuerdo con él, los demás sólo asentimos dándole la razón.

- ¡Oh cielos…! ¿Eso significa que tendré que leer esas novelas para poder comunicarme con Bella? – Pregunta Emmett haciendo una mueca, hasta ahora ha logrado evitar leer todos los clásicos que Esme le ha pedido que lea, lo único que ha hecho es leer los argumentos y resúmenes, pero ahora le preocupa la idea de tener leer todas esas novelas para poder hablar como lo hacen los personajes de esos libros.

- Emmett se supone que debiste haber leído esos libros hace mucho tiempo, además son parte del programa de estudio y en el instituto nos han estado evaluando algunos de esos libros – le recuerdo entre divertido y exasperado por su irresponsabilidad

- Sí, pero no es necesario leer los libros para aprobar los exámenes que nos hacen los profesores de aquí – replica encogiéndose de hombros – basta con sólo leer los resúmenes, argumentos y ver las películas con mamá para aprobar los exámenes con excelentes calificaciones – se defiende y mis otros hermanos asienten totalmente de acuerdo con él; lo que significa que de nuevo soy el único que hace lo que se supone que debemos hacer. Es vergonzoso saber que de todos mis hermanos, soy el único que ha leído todos los libros y novelas que nos han dejado en el instituto.

- Ash… son un caso perdido – me quejo

- Ya deja de regañarnos y mejor contesta mi pregunta ¿En serio tendré que hablar y comportarme como lo hacen los personajes de esos libros para poder hablar con Bella? – Pregunta con impaciencia, yo pongo los ojos en blanco

- No, no creo que sea necesario que actúes como los personajes de las obras clásicas – contesto con sinceridad, antes de añadir – Aunque sí te recomiendo que pongas en práctica todas las reglas y normas de cortesía que mamá nos ha enseñado, porque Bella es muy respetuosa, cortés y amable, así que tú tendrás que actuar igual, deberás ser muy educado, respetuoso y amable cuando hables con ella y no deberás hacer ninguna de tus travesuras ni bromas de mal gusto, porque creo que sólo la asustarías y ella ya no querrá estar cerca de ti nunca más – le advierto

- Bien… me comportaré – acepta resignado

Yo me sorprendo al escuchar en su mente que incluso está considerando la idea de leer todos esos libros por si acaso, ya que nunca prestó mucha atención a nuestra madre cuando nos explicaba la forma correcta y educada en que debemos comportarnos al conocer a otras personas y como de todas formas no nos relacionábamos con nadie fuera de la familia, nunca creyó que necesitaría poner en práctica esas enseñanzas porque siempre trata de mantenerse alejado de los otros humanos, incluso evita hablar o relacionarse con los estudiantes del instituto, pero ahora está decidido a conocer y hacerse amigo de Bella, por lo que necesitará poner en práctica todas las normas de cortesía y respeto.

- ¿Y qué fue lo que escribió Bella a nuestros padres? – Pregunta Alice queriendo saber más sobre Bella.

- Bueno, ella les dijo que era un honor y placer poder conocerlos y les agradeció la ayuda que le brindaban al ser su doctor y tutora… también les agradeció la amabilidad con la que la trataron mis padres, ya que Esme le dijo que era muy hermosa y adorable y ella le dio las gracias por sus amables y dulces palabras – les cuento.

- Eso es muy dulce – dijo Rosalie sonriendo con sinceridad y ternura, los demás le damos la razón, pero nos sigue sorprendiendo su actitud con Bella.

- Después mis padres le dijeron que para ellos era un placer poder ayudarla y que lo harían en todo lo que necesitara, mi padre le dejó claro que no sólo querían una relación profesional como médico y profesora, sino que están dispuestos a ayudarle en todo lo que ella necesite y que esperan conocerla mejor… – les sigo contando – esto hizo que Bella se emocionara mucho al escucharlos, tanto así que se puso a llorar y de nuevo se esforzó mucho para darles las gracias, le costó mucho decir bien la palabra, pero lo hizo y también se los agradeció por medio de gestos, fue muy tierna y es evidente que no está acostumbrada a que otras personas la traten con mucha amabilidad ni que se preocupen por ella – digo con tristeza al recordarlo.

- Por eso se emocionó mucho cuando Carlisle y Esme lo hicieron – murmura Alice comprensiva y triste a la vez.

- Después mis padres le dijeron que mejor entraran a la casa porque hacía frío y podría enfermarse; la verdad es que a Carlisle le preocupó lo mucho que sus emociones le afectan y no quería que tuviera una crisis por el clima frío y por tener tantas emociones fuertes – les explico y mis hermanos asienten al comprender – pero lo gracioso fue que cuando Esme le dijo que entrara, Bella se sorprendió y confundió al principio, incluso miró a su alrededor como si no supiera dónde estaba y después se apresuró a escribirles una nota donde les rogó que por favor perdonaran su falta de cortesía y respeto al tenerlos afuera cuando hace tanto frío… y les explicó que por la emoción que tenía de haberlos conocido, había olvidado pedirles que entraran y se pusieran cómodos en la sala y donde podrían protegerse del frío… también les dijo que había preparado galletas, té y limonada para que juntos disfrutaran de un refrigerio mientras seguían conociéndose, después de eso los invitó a pasar adelante y les dijo que eran bienvenidos en su casa – les describo la nota

- En serio es muy adorable y dulce – halaga Rosalie sonriendo – es evidente que se esforzó para recibirlos con amabilidad y cortesía, tal como se hacía en mi tiempo y lo más admirable es que lo hizo a pesar de su condición y de ser tan pequeña, eso es muy amable de su parte – comenta, esperando conocerla pronto.

- Es cierto, además me sorprende que pueda cocinar y se tomara tantas molestias, no cualquiera lo haría en este tiempo y menos en su situación – dice Emmett sorprendido.

- Eso pensamos mis padres y yo – digo sonriendo.

- ¿Y qué pensó Bella de ellos al conocerlos? – Pregunta Jasper curioso y enternecido por la actitud de Bella.

- Bueno… hay algo que tengo que hablar con ustedes – digo más serio y ellos me ven curiosos y un poco preocupados – Hoy que fui a casa de Bella, me di cuenta de que no puedo escuchar sus pensamientos ni puedo acceder a su mente… - admito -… por más que traté de acercarme y escuchar o leer su mente no pude hacerlo… Por suerte todavía podía escuchar los pensamientos de Carlisle y Esme, pero no los de Bella… aunque es evidente que estaba pensando en muchas cosas, porque tal como les dije hace un momento, sus ojos son muy expresivos… – sonrío al recordarlo – Y según lo que vi a través de la mente de mis padres, ella estaba sorprendida, curiosa, admirada y un poco nerviosa, asustada y preocupada cuando los vio por primera vez… pero es normal que se sintiera así por su situación y nuestra apariencia… pero por más que lo intenté, no pude escuchar sus pensamientos… Incluso podía escuchar su respiración y los latidos de su corazón, pero no escuché sus pensamientos, era como si no estuviera ahí, su mente es como una pared en blanco – les explico y mis hermanos me ven sorprendidos.

- Tal vez ella tenga algo que impida que usemos nuestros dones en ella – murmura Jasper pensativo – me pregunto si yo tampoco podré usar mi poder en ella – comenta y mis otros hermanos se preguntan lo mismo.

- Tendremos que esperar para comprobarlo – digo pensativo.

- Al menos todavía podías seguir escuchando los pensamientos de nuestros padres aunque estaban cerca de Bella – murmura Alice frunciendo el ceño – En cambio yo, no sólo no puedo tener ninguna visión de Bella, sino que tampoco puedo ver a nadie que esté cerca de ella… es como si el futuro de todas las personas desapareciera al estar cerca de ella… Eso es muy frustrante

- Sí, tienes razón – digo frunciendo el ceño – Creo que es porque los pensamientos están acorde a la mente de cada persona, es decir que es algo personal… En cambio nuestro futuro puede variar y cambiar a medida que tomemos decisiones e interactuemos con los demás, lo que quiero decir es que nuestro futuro puede cambiar mientras estemos con ella, porque no sabemos cómo vamos a actuar al estar con ella – le explico y ella asiente y trata de asimilar lo mucho que este imprevisto la afectará de ahora en adelante.

- ¿Y qué pasó después de que los invitara a pasar? – Pregunta Rosalie cambiando de tema, porque desea saber más de Bella, yo la miro y sonrío, me agrada esa parte de ella, desde hace mucho tiempo no muestra esa parte de su personalidad[1].

- Mi padre se disculpó con ella al no poder aceptar su invitación, ya que tenía que ir al hospital, pero le dijo que regresaría para hablar de su condición y ella le escribió una nota donde le decía que lo comprendía perfectamente y que lo estaría esperando para darle la información que había pedido de su situación, también le deseó que todo le fuera bien en su trabajo y se despidió con un "Hasta pronto"

- Ella es una niña muy dulce y tierna – dice Emmett sonriendo, los demás asentimos.

- Después pasó algo que llamó mi atención y me recordó lo difícil de su condición – les digo con tristeza, mis hermanos me miran preocupados – cuando Carlisle se despidió de Esme con un abrazo y beso en la mejilla, Bella los miró curiosa y sorprendida, es como si nunca antes hubiera presenciado algo igual

- Bueno, con su condición, ella no ha tenido ningún contacto físico, ni afectivo en varios años, además sus padres están divorciados, así que dudo mucho que se den muestras de afecto cuando están juntos y ella sólo ha tenido contacto con ellos y sus tutores – explica Jasper comprensivo y triste a la vez, todos mis hermanos piensan en lo sola, aislada y triste que es la vida de Isabella.

- ¿Qué pasó después? – Pregunta Emmett con tristeza.

- Mi padre se despidió de ella y Bella hizo otra reverencia de respeto, que mi padre correspondió con una inclinación y mi madre le dijo que entraran a la casa y lo hicieron; mientras mi padre me decía que regresara a la casa, porque Esme podía manejar sola la situación y de todas formas yo no puedo usar mi don con Bella – les digo haciendo una mueca porque no me gusta no poder escuchar los pensamientos de ella – al principio pensé en quedarme por si acaso ocurría algo, pero mi padre me dijo que mejor regresara y la verdad es que ahora me alegro de haberlo hecho o ustedes hubieran llegado a buscarnos y habrían asustado a Bella – comento divertido y serio a la vez, Alice sonríe avergonzada.

- Lo siento – susurra con timidez – Pero me asusté al no poder verlos, nunca me había pasado algo así… La verdad es que aún me inquieta el no poder ver a Esme, pero al menos ahora sé que está a salvo con Bella, porque ella es muy dulce y especial – dice más tranquila, yo le sonrío comprensivo y Jasper la abraza.

- Bueno, eso es todo lo que pasó – digo con tranquilidad.

- Gracias por contárnoslo – me dice para mi gran sorpresa Rosalie con una sonrisa sincera.

- Fue un placer – digo sonriendo con amabilidad, me sorprende y alegra ver que ella se comporta de esa forma tan amable, que muy pocas veces muestra.

- Ahora sólo queda esperar a que Carlisle y Esme regresen y nos cuenten más sobre Bella – dice Emmett resignado a tener que seguir esperando.

- Sí, por ahora podemos hacer lo que queramos, menos destruir la casa y causar problemas que hagan enojar a Carlisle y Esme – les indico tranquilamente, mis hermanos asienten divertidos por las condiciones que les pongo y se levantan para hacer lo que más les gusta hacer a cada uno.

- ¡Qué lástima! Y yo que pensaba remodelar el jardín un poco – se queja Emmett divertido y fingiendo mucho pesar al no poder hacerlo, mis hermanos se ríen y yo rodo los ojos.

- Sólo eviten causar problemas – les pido con sinceridad, antes de decirle mentalmente a mi hermano – "Además deberías empezar a leer esos libros para que sepas cómo comportarte y hablar con Bella cuando la conozcamos" – le recuerdo al ver que planea jugar con sus videojuegos

- "Sí… supongo que no hay de otra" – accede con resignación, para mi gran sorpresa

- "Creo que en el estudio de mamá hay uno o dos libros de etiqueta donde explican la forma correcta de comportarse al momento de relacionarse con otras personas… Así no será necesario que leas todas las obras clásicas" – le recomiendo, al ver en su mente que planea leer toda la colección de libros clásicos de mi madre

- "Ummm… sí, supongo que eso sería más fácil" – acepta con gran alivio – "Gracias Edward… eres un buen hermano" – me dice con sinceridad, antes de dirigirse al estudio de mi madre para buscar esos libros

- "No hay nada que agradecer" – digo sorprendido por la sinceridad de su gratitud, mientras camino hacia mi habitación, donde pienso escuchar música el resto de la tarde, al menos así no podré escuchar los pensamientos de mis hermanos y podré pensar con tranquilidad.

Pongo mi disco favorito, donde tengo todas las grabaciones de las melodías que más me gustan de mis compositores preferidos y me recuesto en el sofá que hay en mi habitación, para estar más cómodo y tranquilo; pero frunzo el ceño al darme cuenta de que Alice me ha seguido.

"Puedo hablar contigo un momento por favor, prometo no molestarte mucho"

Escucho sus pensamientos, ella está parada frente a mi puerta, sin atreverse a tocarla para no molestarme, es raro que esté tan insegura, ya que generalmente suele entrar a mi habitación sin ser invitada, cuando intenta animarme para que haga cosas divertidas y quiere sacarme de mi vida aburrida que ella asegura que tengo. Yo bajo el volumen de mi estéreo, dejando la música de fondo.

"Claro, puedes pasar"

Le concedo a través de mi mente, ya que sospecho que quiere mantener esta conversación en privado o de lo contrario habría hablado en voz alta. Ella entra, cierra la puerta y se sienta en el suelo, frente a mí, parece insegura de empezar a hablar y yo la miro curioso, porque está bloqueando sus pensamientos.

- "¿Qué ocurre Alice?" – Pregunto telepáticamente, ella sonríe con timidez.

- "Sólo quería agradecerte lo que hiciste por mí, allá abajo cuando yo… yo… Bueno, sé que perdí el control y parecía una loca por la forma en que reaccioné… y bueno… quería disculparme, porque por mi culpa casi hago que los demás fuéramos a casa de Bella listos para un ataque… y bueno… lo lamento, sé que pude haber arruinado todo, sólo por perder el control" – Se disculpa y puedo darme cuenta de que en verdad se siente muy avergonzada por lo que pasó.

- "No tienes nada de que disculparte Alice" – Le digo con sinceridad – "Es comprensible que te asustarás tanto, ya que tú y yo sabemos que cuando el futuro de alguien desaparece de repente, significa que ha muerto… y tú dejaste de ver nuestros futuros al mismo tiempo, para ti debió ser, como si todos hubiéramos muerto de repente sin que pudieras hacer algo por evitarlo, ya que no podías vernos; eso debió ser muy frustrante y preocupante para ti… después de todo, se trataba de Carlisle y Esme, tus padres, es normal que reaccionarás así" – le explico comprensivo y me alarmo cuando ella empieza a sollozar de nuevo, por lo que sé que todavía está preocupada por eso.

- "¡Fue horrible! No podía verlos… por más que traté y traté… no pude ver nada… y la idea de perderlos… fue… ¡No me gusta no poder verlos!... Me da miedo que les pueda ocurrir algo… y yo no pueda hacer nada para evitarlo… ¿Cómo puedo asegurarme de que estarán a salvo si no puedo verlos? … Tengo miedo de que les pase algo malo mientras no pueda verlos… eso sería... ¡Insoportable!" – Solloza asustada, yo actúo por impulso y la levanto del suelo para sentarla en mi regazo y poder consolarla mejor; después de todo es mi hermanita más pequeña y no me gusta verla así – "¡No puedo perderlos! … Ustedes son la única familia que conozco… y no quiero… no puedo perderlos… no quiero estar sola de nuevo…" - me dice entre sollozos

Yo me apresuro a abrazarla protectoramente cuando veo en su mente el recuerdo del tiempo que estuvo sola en su cuarto, encerrada en ese manicomio, sin poder recibir visitas de nadie, donde estuvo muchos años sola en la oscuridad, una oscuridad muy parecida a la oscuridad que ve cuando no puede tener visiones de nosotros al estar Bella… Ahora sé lo difícil que es esto para ella, no sólo le preocupa no poder tener visiones, sino que la aterra la idea de volver a estar sola y no poder ver nada más que oscuridad, porque si algo nos llega a pasar y morimos, ya no podrá tener visiones de nosotros, sólo habrá oscuridad cuando trate de vernos.

- "Eso no va a pasar, no tienes nada que temer, sabes que nuestra familia es muy poderosa y fuerte, no es fácil acabar con nosotros, así que no nos perderás… Incluso estoy seguro de que somos capaces de enfrentarnos a los Vulturis en cualquier momento si quisiéramos,[2] no es fácil que alguien pueda lastimarnos y mucho menos podrán matarnos y apartarnos de ti" – Le aseguro para tranquilizarla, ella sonríe levemente porque sería una total y tremenda locura hacerles frente a los Vulturis.

- "Pero eso es por nuestros dones… ¿Qué pasa si yo no puedo ver nada y nos atacan de imprevisto, sin darnos tiempo para defendernos?" – Me pregunta aterrada, yo suspiro profundamente, no hay duda de que ella está muy asustada y parece una niña pequeña.

- "Recuerda que todos somos buenos en combate y aunque no tuviéramos nuestros dones, somos capaces de defendernos y atacar mucho mejor que los otros vampiros, estoy seguro que sería muy difícil que puedan vencernos" – le aseguro, ella afirma de acuerdo con eso – "Sin embargo, dudo mucho que no podamos usar nuestros dones, contra nuestros enemigos, yo creo que la condición de Isabella es única y especial, ella tiene algo que impide que usemos nuestros dones en ella, pero eso no significa que no podamos usar nuestros dones con los demás ¿Ya trataste de ver algo que no tenga nada que ver con Isabella?" – Le pregunto con suavidad.

Alice frunce el ceño y se concentra en los Vulturi, puede verlos en Italia, viviendo igual que siempre, ni siquiera piensan en nuestra familia, también piensa en nuestros amigos en Denali y logra verlos fácilmente, luego trata de vernos en el instituto, pero no puede vernos con claridad, es como si algo le impide que vea claramente lo que pasará, sólo tiene imágenes borrosas, puede ver que todos iremos y hasta sabe la ropa que usaremos, pero sólo son imágenes, no puede ver todo lo que pasará.

- "Recuerda que Isabella irá al instituto el lunes, tal vez por eso no puedas ver todo, sólo puedes ver aquello que no tiene nada que ver con ella" – Le recuerdo, Alice frunce el ceño, frustrada por los limitantes – "Mejor trata de ver si nuestros padres estarán hoy en la noche con nosotros" – sugiero – "así podrás saber que ellos estarán bien y regresaran a casa sanos y salvos"

- "Lo intentaré" – dice concentrándose.

Una visión llega a su mente, donde toda la familia está reunida en el comedor hablando de algo que parece ser importante, pero no puede saber de qué estamos hablando, aunque Alice sospecha al igual que yo, que se trata de Isabella; la visión cambia y aparecemos siempre en el comedor, pero estamos divididos en grupos, como si estuviéramos investigando algo importante, hasta tenemos nuestras computadoras y varios papeles que parecen ser importantes; después ve que Esme se levanta muy alterada, enojada y muy molesta, por lo que se va de la casa, la siguiente en irse es ella, parece estar muy enojada y alterada con lo que ha descubierto en su investigación, así que sale de la casa y se reúne con Esme en el bosque; la siguiente imagen es de Rosalie reuniéndose con ellas, parece que las tres están muy afectadas; después vemos que todos estamos de nuevo en el comedor y nos vemos muy tristes, enojados y preocupados por algo; pero la última imagen que tiene, es la más alarmante, porque toda la familia está corriendo en el bosque, estamos muy enojados, como si hemos perdido el control y estamos a punto de cazar, para desatar nuestra furia contra alguien.

- "¡Basta Alice!" – Le grito mentalmente, para que no siga viendo lo que pasará, ella me mira confundida y asustada con la vista desenfocada.

Es evidente que sigue desorientada por todo lo que ha visto y hasta yo me encuentro preocupado, porque no es normal que todos perdamos el control de esa forma y en la visión parecía que estábamos a punto de desatar nuestra furia contra alguien; pero ni Alice, ni yo, sabemos la razón por la que reaccionaremos así, sólo sabemos que tiene algo que ver con lo que investigaremos, aunque una parte de mí, sospecha que también tiene que ver con Bella.

- "¿Edward?" – Me llama Alice preocupada y muy asustada, empezando a sollozar de nuevo, está muy afectada por lo que ha visto y por no saber con exactitud lo que pasará, ya que así no podremos evitarlo – "¿Qué haremos Edward?" – me pregunta asustada, yo la abrazo, tratando de calmarla.

- "No lo sé" – digo con sinceridad, sin dejar de abrazarla y acariciarle la espalda.

- "Tengo miedo Edward… no quiero perder a mi familia… no quiero que eso pase… sí algo les pasara a ustedes… yo no podría soportarlo… no puedo perderlos… no puedo perder a mi mamá… mi papá… a Jasper… o a mis hermanos… Rosalie… Emmett… ni a ti… no puedo perderte… no a ti… no puedo perder a ninguno…" - solloza asustada.

- "Tranquila Alice, no nos perderás, no estarás sola de nuevo, te lo prometo, no dejaré que vuelvas a pasar por lo mismo, eso quedó en el pasado, no volverá a pasar, todos nosotros estaremos contigo, somos una familia muy fuerte y poderosa, nadie nos separará y si hay algún problema, lo resolveremos juntos, haremos todo lo posible para proteger a nuestra familia y para seguir unidos, te lo aseguro, confía en mí" – le digo con suavidad, sin dejar de consolarla.

Yo conozco y comprendo la verdadera razón por la que está tan asustada, después de todo, sé todo lo que sufrió en el manicomio cuando era humana y lo sola, asustada y perdida que se sintió cuando despertó después de ser convertida en vampiro, en el cuarto oscuro donde había pasado casi toda su vida humana.

- "¿De verdad?" – Me pregunta sollozando.

- "Sí, te aseguro que haremos todo lo que sea necesario para proteger a nuestra familia y estar juntos" – le aseguro con una sonrisa.

- "¡Gracias Edward! Gracias por estar con nosotros, por ser mi hermano mayor y sobreprotector… Gracias, tú siempre nos cuidas y nos ayudas, aunque te molestemos y te hagamos enojar… Eres un buen hermano, gracias… Te quiero mucho Edward… Gracias por estar conmigo – Me dice emocionada, mientras me abraza con fuerza.

Yo me sorprendo al escucharla, Alice es la más cariñosa, divertida y entusiasta de toda la familia, pero conmigo siempre ha mantenido cierta distancia, aunque a veces trata de obligarme a hacer cosas que no quiero, porque quiere que me divierta más, ella sabe que yo soy el mayor después de Carlisle y me respeta por eso; también sabe que no me gusta que me molesten y por eso mantiene cierta distancia conmigo; pero nunca imaginé que ella en verdad me considerara su hermano mayor y supiera lo mucho que me preocupo por ellos; mucho menos creí que me tuviera tanto cariño, siempre he pensado que ella sólo me tenía respeto y cierto aprecio, ya que somos una familia, pero ahora puedo ver lo mucho que me quiere y confía en mí, ella en verdad piensa en mí como su hermano mayor y sobreprotector y me quiere mucho por eso.

- "Yo también te quiero, Pequeña Duendecillo Travieso" – le digo con ternura, ella sonríe por la forma en que la llamo y me besa en la mejilla con cariño – "¿Estás mejor?"

- "Eso creo" – piensa más tranquila – "Sea lo que sea que pase, estaremos juntos ¿Verdad?"

- "Ni siquiera lo dudes, es imposible que nos separen, somos una familia y nos cuidamos unos a otros, porque nos queremos y las familias siempre están juntas" – le aseguro sonriendo, ella se anima al escucharme, pero sigue preocupada por las visiones que ha tenido de nosotros.

- "¿Qué podemos hacer?" – Pregunta preocupada.

- "Por el momento sólo podemos esperar y ver lo que pase, no sabemos lo que nos hará actuar así y esa investigación parecía ser importante para todos, así que es necesario que la hagamos, así descubriremos lo que nos alteró tanto y sabremos qué hacer al respecto" – digo deseando al igual que ella, que todo salga bien.

De pronto tiene una visión, donde toda la familia está en la sala viendo lo que parece ser una película y todos reímos y estamos emocionados con lo que vemos, parece que será mañana en la madrugada y en esta visión ya no estamos furiosos, ni alterados, parece que estamos felices y tranquilos.

- "¿Ves? Aunque no puedas ver todo con exactitud, puedes asegurarte de que después habrá algo que indique que todos estaremos bien… Cada vez que no puedas vernos, por estar cerca de Isabella, trata de ver algo donde no estemos con ella, así sabrás que al final regresaremos sanos y salvos" – propongo

- "Tienes razón, cada vez que no pueda verlos, trataré de ver más allá, hasta que pueda verlos de nuevo, eso significará que todo estará bien al final" – dice sonriendo más animada, porque podrá saber cómo estaremos.

- "Bien, ahora creo que deberías ir a buscar más ropa que comprar, porque creo que al final, Carlisle dejará que vayan de compras pronto ya que no pudieron ir este fin de semana y ya es tiempo de que tengas que comprar ropa para todos" – comento divertido, ella me mira sorprendida y emocionada – "después de todo estamos en invierno y si vamos a socializar más con Isabella, tenemos que vestir adecuadamente… y no es por nada, pero yo ya usé cuatro veces toda la ropa que tengo, es un record, porque tú no permites que la usemos más de una vez y como máximo nos dejas usarla dos veces" – digo como si fuera lo peor que podría pasar.

- "¡Cuatro veces!" – Exclama horrorizada, yo afirmo divertido – "No puede ser, Edward, debiste haberme dicho antes, no puedo creer que usaras el mismo atuendo varias veces y cómo es que no me di cuenta" – dice incrédula, yo me río porque ya es la misma de siempre.

- "Es que la he combinado de diferentes formas, así no parecía que usaba lo mismo varias veces y cómo tú no tenías una visión donde me obligabas a cambiar de ropa, significaba que combinaba bien mi ropa" – explico divertido y orgulloso de poder vestirme bien, sin la ayuda de Alice, quien se encarga de que todos vistamos apropiadamente.

- "Eso es… increíble…" - piensa sorprendida, pero después niega con la cabeza – "Pero no importa, la próxima vez, dime que necesitas más ropa y yo te la compraré, no puedes usar la misma ropa varias veces" – ordena con firmeza

- "Por eso te lo estoy diciendo, ya no se me ocurre otra combinación que pueda hacer con la ropa y planeaba repetir el primer atuendo" – digo divertido, porque sé que eso nunca lo permitirá, ella me mira horrorizada – "después de todo, dudo que los demás lo recuerden, lo usé hace dos meses…"

- "¡Nunca! No usarás algo que usaste hace poco" – Exclama escandalizada – "Ahora mismo iré a buscar ropa para ti, todavía tengo un poco del dinero que me quedó de las últimas compras que hice, será suficiente para comprarte el atuendo de la siguiente semana… no llevarás al instituto algo que ya hayas usado antes, Isabella nos verá y no quiero que te vea usando ropa vieja… No, te compraré los atuendos que usarás hasta que pueda hacer las compras para el resto del invierno" – declara, levantándose para ir a buscar ropa para mí en los catálogos, yo sonrío porque al menos ella estará distraída el resto de la tarde y no pensará mucho en sus visiones.

- Gracias Edward – me dice girándose antes de salir de mi habitación.

- Fue un placer – digo sonriendo, ella asiente y sale de mi habitación cerrando la puerta.

Mientras baja escucho en su mente toda la ropa que planea comprarme, al parecer quiere asegurarse de que no pueda repetir ningún atuendo de nuevo y eso que se supone que es sólo para una semana porque mi padre le ha dicho que el otro fin de semana podrá comprar la ropa de toda la familia, para el resto del invierno; yo sólo suspiro resignado, porque por muy loca que parezca, mi hermanita en serio es amante de las compras y la verdad, prefiero que esté comprándome ropa, a que esté asustada y preocupada por sus visiones.

"Gracias por ayudarla Edward"

Escucho que Jasper me dice en su mente, desde la biblioteca, donde ha estado leyendo un libro, él ha percibido las emociones de Alice y aunque se preocupó mucho por su esposa, sabe que ella necesitaba hablar conmigo, ya que soy el que mejor podía ayudarla a sentirse mejor y eso es algo que él respeta y hasta me agradece. Ahora él se siente muy agradecido conmigo por haberla ayudado a tranquilizarse, ya que siente lo emocionada y aliviada que está su esposa en este momento.

"No tienes nada que agradecer, ella es mi hermana y haré lo que pueda por ayudarla cuando me necesite"

Le digo mentalmente, para que sólo él pueda escucharme, es una de las ventajas de mi don, yo puedo comunicarme telepáticamente con cualquier persona, incluso puedo hacerlo con varias personas la vez si deseo, por eso soy capaz de tener conversaciones privadas con los demás cuando es necesario.

"Lo sé, tú eres un buen hermano, pero eso no quiere decir que no me sienta agradecido, por ayudarla a sentirse mejor; así que de nuevo, muchas gracias Edward"

"Fue un placer"

Le digo sorprendido por la sinceridad de sus pensamientos, Jasper asiente mentalmente y vuelve su atención al libro que ha estado leyendo; yo pienso en lo que acababa de pasar, porque hoy tres de mis hermanos me han dicho que soy un buen hermano y los cuatro me han dado las gracias por algo… Eso me hace sentir bien conmigo mismo, ya que aunque no soy muy unido a ellos, me preocupo bastante por todos ellos y soy capaz de hacer todo por mi familia.

Después de eso presto atención a lo que hacen mis otros hermanos en la casa, Alice ya está en la computadora, viendo diferentes diseños de ropa que me comprará, Rosalie está en el taller, jugando con el motor de su convertible y piensa en lo mucho que le gustaría poder llevar a Isabella a pasear a algún lugar lindo, donde pueda pasar un buen rato, me sigue sorprendiendo que se preocupe tanto por Isabella y que quiera ser su amiga, pero creo que es porque se siente identificada con Bella y por eso desea poder ayudarla a ser feliz de nuevo.

Mientras que Emmett está en el estudio de mi madre leyendo uno de los libros que ha seleccionado, tratando de aprender la mejor forma en que deberá comportarse cuando conozca a Bella, porque en serio espera convertirse en su amigo para poder ayudarla a ser feliz de nuevo. Esto es algo que me sorprende mucho, porque normalmente estaría jugando videojuegos para matar el tiempo, mientras nuestros padres regresan.

Luego de confirmar que todos están bien, subo el volumen de mi estéreo y cierro los ojos, para dejarme llevar con la suave y relajante melodía, es lo más parecido a dormir que puedo hacer, me siento relajado y tranquilo al estar recostado en mi sillón, escuchando mis melodías favoritas; pero de pronto dejo de prestar atención a la música cuando el recuerdo del rostro delicado de Isabella viene a mi mente, ella me sonríe con las mejillas ruborizadas y sus ojos chocolates brillan de emoción y felicidad, su cabellera cae alrededor de su rostro en suaves y delicados rizos; es una imagen muy hermosa y llena de inocencia y pureza, que me llena de mucha paz.

Pierdo la noción del tiempo, al estar rodeado de la suave melodía de mi estéreo y el hermoso recuerdo del rostro de Isabella; por lo que me sobresalto al sentir que mi celular vibra, lo agarro y me sorprendo al ver que es mi padre quien me está llamando, veo la hora y frunzo el ceño porque se supone que debería estar en casa de Bella con Esme; así que bajo el volumen del estéreo antes de contestar.

- ¿Qué ocurre Carlisle? – Le pregunto preocupado al contestar y en dos segundos todos mis hermanos entran a mi habitación.

Alice tiene una visión de Carlisle en la entrada de la casa de Isabella, pero no mira a Esme, ni a Bella.

- ¿Dónde estás Edward? – Pregunta mi padre preocupado, yo frunzo el ceño.

- Estoy en casa con mis hermanos – contesto confundido - ¿Por qué? No se supone que deberías estar con Esme y Bella Swan – le digo preocupado, Alice empieza a preocuparse de nuevo.

- Se supone que así sería, pero no hay nadie en la casa – me dice mi padre muy serio – ya le llamé a Esme, pero no contesta el celular y por el rastro, creo que se subieron en un auto, por eso te llamé, creí que te habían llamado para que las llevarás a algún lugar – explica preocupado.

- No, Esme no me ha llamado, yo me vine a casa rápido, tal como me dijiste – le digo un poco asustado, porque Alice cada vez está muy asustada y las visiones de todos nosotros muy enojados y alterados en el bosque se repiten una y otra vez.

- Eso es extraño, me preocupa que Esme no conteste mis llamadas y no nos avisara que saldría con Bella, ella no suele actuar así – dice mi padre muy preocupado.

- Voy a tratar de comunicarme con Esme y te aviso cuando lo haga, pero si no me contesta, creo que deberíamos salir a buscarlas, porque Alice no puede vernos cuando estamos con Bella y eso la asusta mucho – le explico la situación.

- Debe ser por la presencia de Bella, no hay duda de que ella es muy especial – comenta Carlisle pensativo – Trata de comunicarte con Esme y me avisas, yo seguiré esperándolas y si no te contesta, saldremos todos a buscarlas, seguiremos el rastro del auto en el que se subieron – Me indica.

- Está bien, haremos eso – acepto antes de colgar, mis hermanos están nerviosos, preocupados y asustados, Jasper abraza a Alice, quien está sollozando en su pecho.

- Alice, trata de tranquilizarte Duendecillo, recuerda lo que hablamos y trata de ver lo que harán mis padres mañana temprano – le sugiero, mientras marco el número de mi madre.

Alice tiene la visión de mi madre leyendo tranquilamente en la biblioteca, mientras escucha música y mi padre está en su despacho, revisando varios expedientes, todos nosotros estamos en la casa, haciendo las actividades que más nos gustan.

- Eso significa que todo saldrá bien – digo más tranquilo, ella asiente entre sollozos, con una tímida sonrisa, al vernos a salvo.

Sin embargo cada vez estoy más preocupado porque mi madre no contesta el celular, pero sigo con la esperanza de que al final todo salga bien. La llamo por quinta vez y deseando con todas mis fuerzas que conteste o saldremos a buscarlas. Estoy a punto de colgar y decirles a mis hermanos que nos vayamos cuando contestan el teléfono, así que hablo antes de que Esme diga algo.

- ¡Esme! ¿Dónde estás? Carlisle está preocupado porque no estás donde se supone que deberías estar y ni siquiera contestas el teléfono – le reclamo desesperado, preocupado, molesto y aliviado a la vez; de pronto mis hermanos y yo escuchamos la risa divertida de Esme y todos miramos confundidos el celular y después escuchamos una respiración profunda.

- ¿H-hola? – Escuchamos un suave, nervioso y tímido susurro, que hace que casi suelte el celular de la impresión, esa no es la voz de mi madre, sino que es la suave y melodiosa voz de Isabella, mis hermanos están más confundidos.

- ¿Isabella? ¿Eres tú? – Pregunto sorprendido y confundido, aunque sé que es ella, pero no entiendo por qué tiene el celular de mi madre.

- No… s-soy… Bella… - me corrige y yo rodo los ojos divertido, no entiendo por qué no le gusta su nombre completo, aunque debo admitir que Bella le queda perfecto, mis hermanos sonríen divertidos porque me acaba de corregir; y todos escuchamos la risa de Esme seguido de un susurro de ella que se escucha muy lejano por el fuerte sonido de un motor que suena al fondo.

- No podía contestar, síguele la corriente a Bella, es la primera vez que llama por celular – me indica mi madre en un suave susurro, aunque mis hermanos y yo la escuchamos claramente, yo pongo lo ojos en blanco de nuevo, en este momento no estoy para juegos, por muy tierno que me parezca que Bella nunca haya usado el celular y esta sea su primera vez.

- ¿Está Esme contigo? – Le pregunto a Bella lo más amable que puedo, después de un momento de silencio, porque ella no dice nada y en serio necesito hablar con mi madre, sigo algo molesto porque nos habíamos preocupado mucho, mientras Esme sigue riendo como si nada.

- Si… - contesta Bella con tranquilidad, no dice nada más y mis hermanos empiezan a reír, porque no me da las respuestas que quiero y ellos saben que eso es algo que me desespera mucho, nunca he tenido mucha paciencia y odio que me hagan perder el tiempo.

- Podrías darle el teléfono por favor – le pido tratando de ser amable, pero sigo ansioso y preocupado por el susto que habíamos tenido, Bella tarda en contestar.

- No… - dice simplemente después de un momento y todos escuchamos la carcajada de Esme, ahora mis hermanos ríen porque Bella acababa de negarme algo y eso casi nunca pasa, la poca paciencia que tengo se está agotando rápidamente.

- ¿Por qué no? – Pregunto molesto, pero no con ella, sé perfectamente que Esme le dijo que no contestaría.

- Por-que… no… - contesta Bella de forma pausada y firme a la vez, Emmett y Alice ríen a carcajadas, igual que Esme.

- ¿Qué está haciendo? – Le pregunto ya cansado de este juego de preguntas y respuestas cortas, mi paciencia ya llegó a su límite y las risas y burlas de mis hermanos y Esme no me ayudan mucho.

- C-condu-ciendo… - contesta Bella con mucha tranquilidad, yo sigo escuchando la risa de mis hermanos y Esme, por lo que exploto, estoy harto de esta tontería.

- ¡Y sólo por eso no contesta! – Le reclamo molesto – Mi padre está preocupado por ella, porque no está donde debería… ni siquiera se toma la molestia de avisarnos que saldría para que yo vaya y la lleve a donde sea que fueron y todavía se niega a contestar el teléfono… en este momento no estoy para juegos tontos – estoy muy enojado; pero recibo 2 fuertes golpes de parte de Alice y Rosalie, mientras Emmett y Jasper niegan con la cabeza molestos, además de que escucho el gruñido furioso de Esme.

- ¡Edward Cullen, no seas grosero con Bella! – Gruñe Esme muy furiosa y yo me doy cuenta de que acabo de descargar mi frustración en Bella y no sólo le he hablado de forma brusca, sino que hasta le grité. Estoy a punto de disculparme cuando…

- ¡Basta! – Me dice Bella molesta y dolida, yo me quedo mudo al escucharla – Esme… sólo… con-tes-tará… cuando… le… compres… un… auto… más… rápido… y… lindo… así… usted… no… tendrá… que… ser… su… chofer… además… ella… es… su… mamá… así… que… ya… no… reniegue… y… mejor… sea… un… buen… hijo… y… cómprele… una… camioneta… y… además… el… tonto… es… usted… – Me ordena enojada, ha dicho varias palabras, aunque lo hizo de forma pausada; pero Bella en verdad acaba de regañarme, reprochado y ordenado por ser un mal hijo y no comprarle una camioneta a mi madre y también me llamó tonto, aunque en realidad no puedo culparla pero aun así, nunca nadie me ha llamado tonto…

De pronto todos mis hermanos empiezan a reír a carcajadas, cuando escuchan la fuerte carcajada de Esme y en el caso de Alice y Emmett hasta están rodando en el piso por la risa, yo sigo en shock, por todo lo que Isabella me ha dicho y ordenado.

- ¿Es una broma verdad? – Es lo único que puedo preguntar, sigo desconcertado y aún no me recupero de la impresión. Esme y mis hermanos siguen riendo divertidos por la situación.

- Lo… siento… Esme… este… joven… es… muy… terco… gruñón… y… grosero… y… no… quiere… comprarte… tu… auto… nuevo… para… salir… a… pasear… – escucho que Bella le dice a mi madre, suena muy decepcionada y triste a la vez; mientras yo estoy incrédulo, porque ahora Bella me acaba de decir terco, gruñón y grosero, sin preocuparse porque yo puedo escucharla; aunque recuerdo que esta es la primera vez que habla por el celular. Mis hermanos se ríen más fuerte al escuchar esto último, sin duda esto es algo que no olvidarán en siglos.

- No te preocupes Cariño, ya hablaré con él después – escucho que Esme le dice con ternura y diversión, como si la estuviera consolando; aunque también distingo un tono amenazante en su voz y sé que estaré castigado muy pronto – Ahora mejor cuelga el teléfono, para que no hables más con ese joven grosero, terco y gruñón – le pide mi madre y yo quiero patearme mil veces por ser tan descortés con Bella.

- ¿Cómo… cuelgo? – Le pregunta Bella a mi madre, yo sonrío al escucharla, es muy inocente y adorable.

- Sólo dile "Adiós joven" y cierra el teléfono – escucho que mi madre le explica.

- Bien… - susurra Bella al comprender y yo me alarmo.

- ¡No, espera Bella! – Le pido desesperado, no quiero que cuelgue, necesito disculparme con ella y también deseo seguir escuchando su dulce y melodiosa voz, pero Bella me ignora.

- Adiós… joven… - se despide Bella con timidez y dulzura, antes de colgar.

Yo escucho el pitido del teléfono cuando la llamada termina, ni siquiera pude despedirme y siento un extraño y doloroso vacío en mi pecho, porque deseaba seguir hablando con Bella; pero ahora tampoco puedo culparla por estar molesta conmigo, la traté con mucha descortesía, y ni siquiera estaba molesto con ella, sólo me dejé llevar por la preocupación y los nervios, al creer que algo malo podría haberles pasado. Pero al parecer están bien y mi madre se escuchaba muy feliz, emocionada y divertida con Bella; pero lo más sorprendente es que ella está hablando, se está comunicando oralmente, aunque le cuesta un poco hacerlo, pero lo hace y su voz es la más hermosa, dulce y melodiosa que he escuchado.

- ¡No hay duda! Bella me agrada mucho, ¡Es muy divertida! – Exclama Emmett, tratando de calmar sus risas y levantándose del suelo, mis otros hermanos siguen riéndose divertidos.

- No podemos negar que tiene carácter – dice Alice entre risas – Te dejó mudo cuando te regañó y hasta te ordenó que le comprarás un auto a Esme y tiene que ser una camioneta rápida, sí quieres ser un buen hijo – añade divertida.

- Lo que más me gustó fue cuando se disculpó con Esme porque eres un joven muy terco, gruñón y grosero – agrega Jasper entre risas.

- Es muy adorable – comenta Rosalie sonriendo – Esta era su primera llamada por el celular, ni siquiera sabía cómo colgar – sonríe enternecida, pero después frunce el ceño y me pega enojada en la cabeza, Alice también lo hace - ¡No debiste ser grosero con ella! – Me reclama.

- Es cierto, Bella no tenía la culpa y te desquitaste con ella – sigue reclamándome Alice, yo me quedo en silencio, porque tienen razón.

- Mejor háblale a Carlisle y dile que están bien – me sugiere Jasper comprensivo, sabe que estoy muy arrepentido por hablarle así a Bella; yo hago lo que me recomienda.

- ¿Ya lograste comunicarte con Esme? – Me pregunta mi padre preocupado, cuando contesta el teléfono.

- Sí, ellas están bien, al parecer Esme está conduciendo un auto y salió con Bella, por eso no contestaba el celular, pero ellas están bien, creo que no tardaran en llegar, mejor espéralas – le explico a mi padre lo que ha pasado.

- Ya veo… - murmuró mi padre pensativo – Tienes razón, ellas están llegando, vienen en una vieja minivans y escucho las risas de las dos – dice mi padre confundido y sorprendido – Voy a colgar, porque ya llegaron, nos vemos en la casa – dice mi padre antes de colgar.

- Con razón te pidió una camioneta rápida, los viejos modelos de minivans son camionetas espaciosas pero muy lentas – murmura Rosalie divertida, yo sonrío al recordar la vieja camioneta que estaba estacionada frente a la casa de Bella.

- Esa minivans es muy vieja, creo que es de los 50ʼs o 60ʼs, recuerdo que estaba estacionada frente a la casa de Bella – les cuento y ellos asienten.

- Quizás el señor Swan compró una camioneta para llevar a Bella a pasear, así no usará la patrulla de policía – comenta Jasper pensativo.

- Debe ser eso y como las minivans son espaciosas, Bella puede viajar con alguien más, sin que le afecte su cercanía – dice Emmett, todos estamos de acuerdo con eso.

- Y como Esme estaba conduciendo – sigue diciendo Alice – no quiso contestar, porque se supone que no se debe hablar por teléfono cuando se conduce; debe querer que Bella se sienta muy segura a su lado, por eso está siendo muy precavida.

- Es cierto, pero debió pedirle a Bella que contestara para no preocuparnos – dice Jasper, comprendiendo lo que había pasado.

- Pero creo que Esme también le dijo a Bella que quiere tener su propio auto – agrega Alice divertida, después frunce el ceño – Ya no puedo ver a papá – se queja algo molesta

- Debes aceptar que cuando estemos con Bella, no podrás vernos – le dice Jasper abrazándola

- Lo sé, pero es inquietante no poder verlos, es como si murieran – se queja frustrada.

- Trata de ver más allá, así sabrás que todos estaremos bien – le recuerdo, ella sonríe al tener la visión de todos nosotros en la sala, viendo una película, donde todos sonreímos y estamos felices.

- Creo que ahora debemos relajarnos, porque hoy nos hemos alarmado y asustado dos veces y no había ningún motivo para hacerlo – sugiere Emmett con seriedad, todos lo vemos sorprendidos, porque no es ninguna broma o juego lo que ha dicho, sino que está siendo serio y razonable – "Aunque creo que tú también deberías leer el libro sobre etiqueta y cortesía para que aprendas a no gritarles a las señoritas" – añade mentalmente para mí, yo pongo los ojos en blanco y lo ignoro

- Hagamos lo que dice Emmett – les digo a mis hermanos sonriendo – "No necesito leer un libro para saber eso" – replico mentalmente, para que sólo él me escuche, haciéndolo reír mientras los demás asienten y salen de mi habitación para retomar sus actividades personales, hasta que nuestros padres regresen; yo salgo con ellos, sintiendo la necesidad de tocar mi piano.

Necesito relajarme porque los últimos días han sido muy largos, con todas las cosas nuevas y extrañas que han pasado; y lo peor es que todo se debe a Isabella o mejor dicho Bella, ella ha venido a romper con toda la rutina y el aburrimiento que teníamos en la familia y algo me dice que esto es apenas el inicio y por alguna razón, eso me hace feliz; así que mientras dejo que mis dedos se muevan por todas las teclas, pienso en Bella y en lo que estará haciendo con mis padres, pero luego suspiro resignado a tener que seguir esperando para saberlo.

POV. BELLA

- ¡Hola Cariño! Fuimos de compras, porque Bella necesitaba algunas cosas – le dice Esme a su esposo con una sonrisa tranquila, mientras que yo no dejo de sentirme mal por haberlo hecho esperar afuera.

Pero al ver al doctor Carlisle, me doy cuenta que no parece estar molesto, más bien lo noto muy sorprendido, aliviado y hasta algo curioso; y su rostro sigue mostrando mucha amabilidad, comprensión y generosidad; así que suspiro aliviada y camino hacia la casa, él se hace a un lado para no afectarme con su cercanía y ayuda a Esme con las compras.

- Me extrañó mucho que no hubiera nadie en la casa y como no contestaste las llamadas me preocupó que algo les hubiera pasado – le dice con una sonrisa aliviada, yo abro la puerta y me apresuro a entrar en la casa, para que no estemos bajo la lluvia con todas las compras, sé que ellos me seguirán, por lo que camino hacia la cocina.

- Vamos a la cocina para que dejes las cosas – escucho que Esme le dice, junto a los pasos de ellos y el sonido de la puerta al cerrarse, yo empiezo a acomodar las compras en la alacena; pero me giro para verlos cuando entran a la cocina.

- Hola Bella – Me saluda el doctor Carlisle sonriendo, yo sonrío y empiezo a hacer señas para saludarlo, no estoy segura de poder hablar con él, de la misma forma que lo hago con Esme.

Buenas tardes doctor Cullen, lamento mucho haberlo hecho esperar afuera, con un clima tan frío y lluvioso, fue muy descortés de mi parte y espero me pueda perdonar.

Me disculpo a través de señas, sé que él entenderá porque Esme me dijo que toda su familia conocía el lenguaje a señas, ella me sonríe comprensivamente, al ver que no hablo, pero luego me guiña un ojo para darme ánimos, yo le sonrío agradecida.

- No te preocupes Bella, no hay nada que perdonar, Esme me dijo lo que pasó y me alegra que te haya ayudado, es mejor que ella te acompañe, para que no vayas sola – me dice sonriendo amable y comprensivo, yo sonrío aliviada al escucharlo.

- Gracias… doctor… - Le agradezco con sinceridad y esta vez, Esme sonríe emocionada cuando hablo y su esposo me mira sorprendido.

- Llámame Carlisle, ya te dije que no me gustan los formalismos – me pide sonriendo – y no hay nada que agradecer, recuerda que te dije que mi esposa y yo estamos aquí para ayudarte en todo lo que necesites… así que me siento más tranquilo al saber que le pediste ayuda a mi esposa para que te acompañara al supermercado y espero que de ahora en adelante no dudes en pedirnos a mi esposa y a mí cualquier cosa que necesites – me asegura y sé que lo dice sinceramente

- Está… bien… Carlisle – acepto sonriendo.

- Bien, ahora que estoy aquí, me gustaría tener la oportunidad de hablar contigo un momento Bella – me pide con un tono amable – porque me temo que es muy poco lo que sé sobre tu condición y para ser sincero, nunca antes había escuchado algo similar, pero te aseguro que haré todo lo posible para poder ayudarte lo más que pueda - explica

- Muchas… gr-gracias – susurro agradecida, aunque sé que es imposible cambiar mi situación.

- Es un placer Bella – me sonríe – pero para poder ayudarte, necesito saber todo sobre tu condición.

- Entiendo… en mi… habitación… tengo lo que… me pidió… si gusta… vamos a… verlos… sólo… déjenme… pasar o… Esme… puede guiarlo… ella… conoce… el camino… y yo los sigo… – le propongo, porque me siento más cómoda con Esme presente, por suerte ella me sonríe al comprender y me guiña un ojo en complicidad.

- Por supuesto, sígueme Cariño – dice a su esposo, mientras sale de la cocina con Carlisle a su lado, yo los sigo lo más cerca que puedo – Te va a gustar su habitación, Bella la decoró y arregló ayer en la tarde que vino y quedó muy hermosa, parece una noche mágica – cuenta emocionada, mientras abre la puerta de mi habitación.

- Tienes razón, es una hermosa habitación, creo que muestra su propio estilo y estoy seguro que a Alice le gustaría verla – comenta el doctor entrando a la habitación. Ellos se paran al otro lado de la habitación, para que yo entre.

Saco el sobre con toda la información que pidió y se lo paso por la mesa del escritorio, mientras me siento en la silla que está frente a la computadora, él se sienta en la otra silla del escritorio, pero la coloca al otro lado de la habitación, junto a la silla mecedora, donde Esme se ha sentado.

- Ahí está… todo lo… que pidió… – le informo con un suave susurro que ellos parecen escuchar perfectamente. Al parecer los dos tienen un oído muy desarrollado y sensible por lo que no tendré tantos problemas para comunicarme con ellos.

- Ya veo – murmura Carlisle mientras revisa los informes y me mira sorprendido y preocupado, a medida que se da cuenta de todo lo que me ha pasado, noto que le pasa algunos papeles a Esme, pero otros los conserva y supongo que es para no asustarla, ni preocuparla y yo se lo agradezco internamente; también me doy cuenta de que le da más importancia al test que contesté que a los informes que enviaron del hospital y del manicomio, algo que me hace sentir halagada y aliviada, porque ahora sé que él le dará mucha importancia a mi punto de vista y no se dejará llevar por lo que los otros doctores diga.

- Bueno, gracias a esto, podré comprender mejor tu condición – me dice sonriendo, mientras sostiene las páginas del test que contesté; pero a pesar de que lo dice sonriendo, noto que en sus ojos hay mucha preocupación, tanto que hasta parece que se han oscurecido y han perdido un poco de su brillo dorado; yo sonrío levemente, pues sé al igual que él, que no hay nada que se pueda hacer por mí.

Observo en silencio, mientras ellos leen más sobre mi caso y cuando Carlisle lee las noticias e informes de la explosión, me mira alarmado, esos tampoco se los pasa a Esme, quien sigue revisando otros expedientes; yo la miro preocupada, porque no quiero que se asuste o se sienta triste y preocupada por la gravedad de mi condición. Soy consciente del daño que le he hecho a mi madre, quien desde ese día no ha dejado de estar preocupada y triste por mí y no quiero hacerle lo mismo a Esme.

- Esme, podrías dejarme a solas con Bella un momento, para que le haga unas preguntas en privado, por favor, después podrás regresar – le pide con amabilidad al darse cuenta de mi preocupación, yo le sonrío agradecida, sintiendo que puedo confiar también en él.

- Claro, estaré en la cocina, terminando de guardar y acomodar las compras – dice sonriendo con tranquilidad – llámenme si me necesitan – nos pide, Carlisle y yo asentimos.

- Gracias… Mamá Corazón – le digo sonriendo, Esme me sonríe para darme ánimos, antes de salir y cerrar la puerta; y noto que Carlisle nos mira sorprendido al escuchar como la he llamado.

- Bueno Bella, según estos informes y expedientes, lo más grave de tu condición, es el daño que tienen tus pulmones y corazón, ya que la cirugía quedó incompleta – dice preocupado, yo lo miro sorprendida porque no sabía eso – y dice que cuando te alteras, agitas y fatigas demasiado o cuando alguien se te acerca demasiado, tienes fuertes crisis cardiopulmonares, que de no ser controladas con prontitud, pueden llegar a provocar tu muerte, en sólo cuestión de minutos; pero los doctores no saben por qué tienes esas crisis, sólo dice que descubrieron que cada vez que alguien se te acercaba entrabas en crisis y hasta quedabas inconsciente cuando no se alejaban de ti.

- Sí… ellos se me… acercaban mucho… - susurro haciendo una mueca al recordar todas las veces que los doctores se me acercaban sólo para ver si era cierto que tenía crisis.

- Ya veo – murmura muy serio, como si no estuviera de acuerdo con lo que hicieron los doctores – Pero a pesar de que tuviste varias crisis, nunca determinaron la razón por la que la cercanía de las personas te provocaban crisis…

- Es que siempre… que tenía una crisis… por mucho tiempo… me desmayaba… y creo que los… doctores tenían miedo… de que muriera – digo lo que pienso, él asiente de acuerdo conmigo, pero sigue estando muy serio.

- Es cierto, ellos no tendrían que haberse arriesgado a provocarte una crisis, si de todas maneras no sabían la verdadera causa por la que la cercanía de otras personas te provoca estas crisis… – me dice – Hasta el momento tengo una o dos teorías sobre la razón por la que tienes estas crisis, pero antes de decírtelas, quisiera que tú me digas lo que piensas al respecto, tal como te pedí que contestarás en tu test – dice sujetando el test que contesté – Quiero comparar las respuestas que escribiste aquí, con lo que me dirás ahora, porque creo que la que más me puede ayudar a entender tu verdadera situación, eres tú misma, después de todo, tú eres la que sientes los síntomas – me explica.

- Bueno… yo contesté el test… pero no sé si lo que escribí… es lo mismo que lo que… aparece en mis… ex-expe-di-en-tes… - le aclaro – yo nunca… he sabido… lo que los doctores… me hicieron… mientras estuve… en coma… como lo de la… cirugía… in-completa.

- Ya veo y según Charlie, tus padres tampoco saben mucho sobre tu verdadera condición, ya que los doctores no les dijeron nada – me dice frunciendo el ceño – pero de todas maneras, estoy seguro que podré entender mejor tu condición, si me dices lo que sientes en realidad al momento de tener una crisis – me dice dejando los expedientes a un lado y quedándose sólo con el test - ¿Te gustaría explicarme algunas de tus respuestas, para poder entenderte mejor?

Muerdo mi labio inferior con nerviosismo, porque no me gusta hablar de eso y se me dificulta mucho hacerlo, pero entiendo que quiera saber lo que siento en realidad; lo único es que hay algunas cosas que no estoy segura de cómo explicarlas, como la presencia de esa luz blanca en mi interior; yo sé que esa luz es la que me provoca las crisis, pero no sé cómo explicárselo y tampoco estoy segura de sí me creerá si se lo digo, no quiero que piense que lo estoy inventando o peor aún, que crea que estoy loca.

- Tranquila Bella, te prometo que voy a revisar todos los expedientes y la información que me enviaron los doctores y también voy a revisar con más detenimiento el test que contestaste, pero me gustaría hacerte unas preguntas para aclarar algunas cosas que no están muy claras, sólo quiero asegurarme de comprender bien… pero te prometo que si me dices que no quieres hablar de algo en específico, yo lo entenderé y no te exigiré nada, porque sé que es difícil hablar de esto para ti – me asegura y veo en sus ojos mucha sinceridad – Sólo aceptaré lo que puedes decirme – promete.

- Está bien – susurro más tranquila.

- Bien, vamos a empezar por algo sencillo – me dice sonriendo, yo lo miro atenta – ya tengo claro que la cercanía de las personas puede provocarte una crisis y que no toleras ningún tipo de contacto físico con nadie ¿Verdad? – Dice, mirándome fijamente, yo afirmo levemente, preguntándome qué quiere saber – Pero mi pregunta es ¿Cuál es la distancia más corta que puedes soportar con otras personas sin que te provoque ningún tipo de malestar?

- Oh… - susurro al comprender la pregunta, frunzo el ceño tratando de recordar la distancia que han mantenido mis padres sin provocarme ningún malestar

- ¿No lo sabes Bella? – Pregunta con suavidad, yo muerdo mi labio tratando de encontrar la forma de poder contestar

- Es que… no estoy… segura – contesto con sinceridad

- ¿Por qué no? ¿Hay alguna razón por la que no puedas saber la distancia que debes mantener para evitar sentirte mal? – Pregunta frunciendo el ceño

- No suelo… estar cerca… de nadie – le explico – sólo… mis padres… - admito y él alza las cejas un momento, pero después asiente y anota algo en su expediente antes de preguntar

- Entiendo… ¿Y tus padres a qué distancia se mantienen?

- Ummm… creo que… lo más… cerca que… han estado… es al otro… lado del… es-cri-to-rio…– le contesto, indicando con mis manos la superficie larga del escritorio

- Ya veo… entonces tus padres suelen mantener una distancia aproximada de dos metros o más de ti – dice anotando de nuevo antes de ponerse de pie y dar un paso hacia mí, yo lo miro alarmada, temiendo que trate de acercarse mucho – Tranquila Bella, yo nunca trataré de acercarme mucho a ti – asegura y yo suspiro aliviada - Sólo quiero que hagamos un pequeño ejercicio para estar seguros de la distancia que debemos mantener de ti para evitar provocarte un malestar – me explica

- Bien… - susurro aliviada y viendo que se detiene a un metro exacto del escritorio

- Para esto necesito que al igual que yo, te pares al otro lado del escritorio, pero manteniendo la distancia de un metro – me indica, yo hago lo que me pide de inmediato – Muy bien, el escritorio mide dos metros exactos y como tú y yo hemos añadido un metro cada de distancia, podemos decir que ahora tenemos 4 metros de distancia entre nosotros ¿Verdad?

- Sí… - susurro, mirándolo con curiosidad

- Bien, ahora yo avanzaré un metro hacia el escritorio, pero quiero que me digas si a medida que avanzo empiezas a sentir algún tipo de malestar, si eso ocurre, debes avisarme de inmediato y yo me detendré y me alejaré de nuevo ¿Entiendes lo que acabo de explicar? – Me pregunta, mirándome a los ojos

- Sí… entiendo – susurro

- Bien, ahora caminaré y tú me avisas si debo detenerme – dice antes de avanzar un metro hacia el escritorio.

De inmediato siento que la luz blanca reconoce su cercanía, pero a pesar de que soy consciente de que él es peligroso, no siento ningún tipo de amenaza de su parte, por lo que la luz se mantiene tranquila y no hace ningún intento de querer salir y atacarlo; pero noto que de nuevo empieza a querer rodearme de forma protectora, pero sin causarme ningún dolor en el pecho.

- ¿Sientes algún malestar? – Me pregunta él, sacándome de mis pensamientos

- No… estoy bien… - susurro, sin dejar de sentir que la luz blanca sigue rodeando mi cuerpo

- Bien, entonces no hay ningún problema si los demás se mantienen a tres metros de ti – me dice sonriendo, yo afirmo de acuerdo con él – Ahora quiero que tú avances lentamente hacia el escritorio y que me digas si empiezas a sentir algún tipo de malestar – me indica.

Yo respiro profundo y empiezo a caminar hacia él muy despacio, el hecho de que la luz blanca me mantenga rodeada ayuda mucho.

- Eso es… espera un momento – me detiene cuando sólo he avanzado medio metro – Ahora hay dos metros y medio entre nosotros ¿Sigues sin sentir ningún malestar?

- Ummm… no duele – admito un poco insegura

- Bien, pero aunque el pecho no te duele ¿Te sientes incómoda con la cercanía o tienes algún otro malestar?

- No… sólo es la… cercanía… - contesto con sinceridad

- Bien, como has pasado mucho tiempo aislada de otras personas, es normal que te sientas incomoda y hasta un poco asustada con la cercanía de otras personas, en especial si son extraños – me explica y yo afirmo totalmente de acuerdo con él - ¿Crees que puedes avanzar un poco más?

- Sí… - susurro antes de avanzar otro medio metro, quedando al otro lado del escritorio

- Bien, ahora estamos a dos metros de distancia ¿Sientes algún malestar?

- No… pero la… cercanía… es un poco… incomoda… no creo… poder estar… más cerca… y menos con… otras personas… - le explico, porque la luz blanca ya no quiere que me acerque más y sé que si lo hago, empezará a tratar de salir y entonces empezaré a sentir mucho dolor al tratar de contenerla

- Entiendo, de todas maneras no te iba a pedir que te acercarás más – me tranquiliza, antes de retroceder para sentarse de nuevo en la silla y anotar en su expediente – Creo que por ahora es seguro decir que puedes soportar una distancia de dos metros sin ningún malestar y sin riesgo de entrar en crisis – me informa, yo afirmo de acuerdo con él – así que indicaré que por regla general todos deben mantenerse a dos metros de distancia de ti

- Bien – susurro aliviada, porque en ningún momento trató de forzar su cercanía hacia mí, él cada vez me demuestra más que puedo confiar en él y eso es muy tranquilizador, sólo desearía que todos los doctores fueran como él.

- Ahora bien, los agentes me informaron que el día de ayer estuviste a punto de tener una crisis porque muchas personas trataron de acercarse a ti – me cuenta, yo afirmo y me estremezco levemente al recordarlo – Pero también me dejaron claro que en todo el viaje, ellos no dejaron que nadie estuviera a menos de tres metros de ti ¿Es eso cierto? – Pregunta con seriedad, yo afirmo de nuevo – Sin embargo eso no evitó que te sintieras mal y hasta estuviste a punto de tener una crisis – recalca, yo afirmo de nuevo - ¿Tienes alguna idea de lo que pudo provocar tu malestar? ¿Fue el hecho de que estuvieras rodeada de muchas personas? ¿Fue su cercanía? ¿O crees que fue el hecho de que te asustara la idea de que se te acercaran demasiado? ¿Qué crees que lo ocasionó?

- Creo que… fue porque… eran muchas… personas… y porque… me asustó… ver que… querían… acercarse… a mí… tenía miedo… de que… se acercaran… mucho… y me sentí… incómoda… al estar… rodeada… de tantas… personas… des-conocidas – le explico, él asiente y vuelve a anotar en su expediente

- Ya veo – murmura pensativo – Debo admitir que esto me preocupa un poco Bella… en especial porque el lunes irás al instituto y ahí estarás rodeada de muchos estudiantes y profesores – me informa y yo lo miro un poco preocupada – Sin embargo te aseguro que tu padre y yo hemos hablado con el Consejo Educativo y hemos establecido varias medidas preventivas para evitar que tengas una crisis mientras asistes al instituto, la primera medida es que tanto tu padre y yo hemos dejado claro que nadie debe tratar de tener ningún tipo de contacto físico contigo, eso significa que nadie puede tratar de tocarte de ninguna forma – asegura y yo suspiro aliviada

- Gracias…

- No hay de qué Pequeña – me sonríe con ternura – Otra medida es que nadie se te acercará a menos de dos metros y medio, por eso quería asegurarme de que soportaras esa cercanía – me explica y yo sonrío agradecida – y la tercera medida más importante es que si por alguna razón llegas a sentirte mal o ya no soportas estar en el instituto, no podrán tratar de atenderte ellos, sino que deberán ponerse en contacto conmigo y con tu padre, quienes iremos lo más pronto posible a traerte, así que no debes preocuparte por el hecho de que alguien se te acerque demasiado y la verdad es que me gustaría que confíes en nosotros para que no estés asustada por tener que ir al instituto, no quisiera que tuvieras una crisis sólo por estar asustada – me pide

- Entiendo… - susurro sonriendo – Tr-trataré… de estar… tr-tranquila… al menos… ahora sé… que nadie… podrá… acercarse… a mí – digo aliviada y él asiente

- Bueno, desde que supimos que tendrías que ir al instituto, hemos tomado varias precauciones para hacerlo de una forma segura para ti – me asegura, yo le sonrío totalmente agradecida, ahora ya no me queda ninguna duda de que él es el mejor doctor de todos

- Muchas… gracias – susurro con sinceridad

- Es un placer Pequeña – sonríe con amabilidad – Ahora sigamos con las preguntas… me gustaría que tratarás de explícame con tus propias palabras lo que sientes cuando una persona se te acerca mucho y cuando tienes una crisis, trata de describirme lo que sientes cuando entras en crisis – me pide sonriendo para darme ánimos.

- He… yo…- tartamudeo nerviosa, no estoy segura de poder decirlo en voz alta, así que decido usar el lenguaje a señas para explicarme mejor - Cada vez que alguien se me acerca mucho… me asusto y me pongo muy nerviosa… también me duele el cuerpo… siento que todo mi cuerpo se quema… lo siento caliente por dentro… tanto que me quema y me duele mucho… todo me duele mucho en especial el pecho… - explico señalando el centro de mi pecho, él asiente y anota algo en su libreta, pero está muy atento a todos mis gestos - también me cuesta mucho respirar… es como que por más que respire… no llega oxígeno a mis pulmones… y por eso siento que me ahogo… y siento como si mi corazón… latiera más lento de lo normal… por eso me duele mucho… es tanto el dolor en mi pecho… y la falta de oxígeno… lo que hacen que… pierda la consciencia y me desmaye… porque me debilito mucho… la vista se me nubla… y todo se oscurece… me siento muy mareada… como si todo me da vueltas… yo lo comparaba a cuando… estoy mucho tiempo bajo el agua… sin poder respirar… pero el agua es muy caliente… y me quema todo el cuerpo… y me siento atrapada y sin poder salir del agua caliente… porque no sé dónde es la salida… y llega un momento en que me canso y todo se pone negro… eso es lo que siento… y creo que es como usted… le dijo a mi mamá… que quizás se me baja la presión… y la glucosa… y por eso me siento débil… y hasta me desmayo - le explico lo mejor que puedo y me aseguro de señalar los lugares donde me duele.

- Entiendo y según lo que has notado, ¿Qué es lo que te provoca las crisis? – Pregunta sin dejar de tomar apuntes – claro, aparte de la cercanía de las personas – esa es fácil de contestar, así que lo hago verbalmente.

- Las emociones… fuertes… como… miedo… enojo… p-preo-cu-pación… alegría… y… nervios… también cuando… me canso mucho… o me agito… por algo – le contesto entre susurros entrecortados, él anota de nuevo.

- Bien, hay otra cosa que quiero aclarar, ya que según los expedientes de los doctores, tu enfermedad y condición actual, se debe a una fuerte y misteriosa explosión en la que te viste afectada y dice que la explosión fue causada por una bomba de un ataque terrorista – me dice con el ceño fruncido, yo gruño molesta al escuchar eso y niego molesta – sin embargo, no hay mucha información sobre lo que pasó en realidad, ya que fuiste la única sobreviviente y hasta donde sé, nunca has hablado de lo que pasó ese día – murmura, no parece querer que le cuente lo que pasó y mucho menos, quiere obligarme a hablar de eso; simplemente, está aclarando los hechos, así que afirmo con la cabeza – Pero lo que me llama la atención, es que en tu test, tú no mencionas que la explosión es la que provocó tu enfermedad – me dice con suavidad y yo me estremezco al entender lo que quiere que le aclare – ¿Podrías aclararme esto Bella? ¿Cuál crees que es la causa de tu estado actual? – Pregunta.

- Ummm… yo… lo siento… yo sé… cuál es.. la causa… sé qué es… lo que… provoca las crisis… y sé lo que causó… la explosión… pero… no… no puedo… hablar de eso… no puedo – me disculpo entre sollozos, sin poder contener las lágrimas, me siento muy culpable, por lo que hice ese día.

- Tranquila Pequeña – me consuela con ternura y suavidad – Te prometí que no te forzaría a hablar de eso, entiendo perfectamente lo difícil que debe ser para ti y te prometo que nunca trataré de obligarte a hablar o hacer algo que no quieras, no quiero que te alteres ni te preocupes por eso; además estoy muy seguro que cuando estés preparada, podrás hablar de eso con alguien – me anima.

- ¿Lo… cree? – Pregunto entre sollozos, no creo que eso llegue a pasar, pero sus palabras me tranquilizan y me llenan de esperanza.

- Sí, estoy muy seguro de eso – afirma sonriendo - ¿Quieres que te diga por qué? – Me pregunta, yo lo veo curiosa – Bueno, según estos expedientes, después de que despertaste del coma, tú no podías comunicarte, ni expresarte de ninguna forma con nadie, quedaste en un mutismo total, lo único que hacías era gritar, asustarte y entrar en crisis cuando alguien se te acercaba; pero con el tiempo buscaste y encontraste varias formas de comunicarte, ya sea con gestos, escribiendo notas y hasta aprendiste el lenguaje a señas, después empezaste a decir una o dos palabras y aunque hablas en susurros entrecortados, ahora eres capaz de decir varias palabras, hoy te he escuchado hablar mucho más de lo que creí que podrías considerando el mutismo en el que estabas al despertar del coma… Pero ahora eres capaz de decir lo que quieres, piensas y sientes, también haces muchos gestos al expresarte y sonríes más, incluso puedes hacer varias cosas por ti misma, eres muy independiente y autosuficiente… Tampoco hay que olvidar que te has atrevido a salir de casa y mudarte a un nuevo lugar; todo esto es un gran avance y mejoría para ti… Por eso estoy convencido que algún día, lograrás superar tus temores y podrás sentirte más segura, hasta podrás encontrar a alguien en quien confíes mucho, alguien con quien podrás hablar de lo que te pasó; sólo tienes que tener paciencia y aprender a tener confianza en ti misma y en las personas más cercanas a ti, si logras hacer esto, podrás superar todo lo que has vívido – me anima

- Pero… han pasado… más de… seis años… – susurro con tristeza, hace mucho tiempo perdí toda la confianza en mí misma y los demás, además no es seguro que esté cerca de otras personas y tampoco me queda mucho tiempo de vida.

- Eso no importa Pequeña – me aclara con ternura – En ningún momento he dicho que será fácil, debes entender que tú has sufrido un fuerte trauma y todas las personas tardamos años en superar y recuperarnos de los traumas y situaciones difíciles… Y según estos informes y expedientes, el trauma que has sufrido, es mucho más difícil que los que la mayoría de personas han vivido… además de que estoy seguro de que hay mucho más, de lo que aparece en estas hojas y eso es algo que sólo tú sabes… Por eso sé que no es tan simple de superar lo que has pasado, pero te recuerdo que si comparamos la condición en que estabas al despertar del coma, con la condición que tienes ahora, te darás cuenta de que has hecho grandes progresos y lo más admirable es que esos progresos los has hecho por ti misma… Estoy seguro de que si encuentras a alguien confiable para guiarte y apoyarte, podrás seguir mejorando y hasta podrías superar tu pasado – me explica

Yo sólo lo miro sorprendida, porque todo lo que ha dicho es cierto, a pesar de lo enferma que estoy, he logrado hacer varios progresos, en especial desde que decidí mudarme aquí y los conocí a él y a Esme, ellos me han animado a tratar de hablar y en sólo unas horas he podido pronunciar muchas palabras y hasta hablé por teléfono con alguien a quien ni siquiera conozco y tengo que admitir que esta es la tarde más divertida y agradable que he tenido desde ese día, me he sentido muy cómoda y segura con Esme y con Carlisle, aunque acabo de conocerlos.

Así que debo admitir que él tiene razón en lo que me ha dicho, yo he mejorado mucho en los últimos años y estoy segura de que si paso más tiempo con ellos, podré seguir mejorando, no sólo en mi expresión oral, sino que también podré sentirme más cómoda, segura y tranquila al convivir con ellos, eso es algo que me agrada mucho. Sin embargo no pudo olvidar que sin importar los progresos que haga o la ayuda que reciba de parte de ellos, hay algo que no podrán cambiar y es que mi tiempo se está acabando, sin importar lo que ellos hagan, nada cambiará el hecho de que la hora de mi muerte está cerca, eso es algo que tengo muy claro.

- Otra cosa que debes tener en cuenta es que algo que te podría ayudar mucho a superar tu pasado, es que puedas expresar y desahogarte con alguien de confianza – me aconseja y yo lo miro muy insegura, porque nunca he podido hablar de eso con nadie – Tranquila Bella, yo sé que no será fácil para ti encontrar a alguien en quien puedas confiar lo suficiente como para poder hablar de todo lo que te ha pasado – me sigue diciendo al ver mi renuencia – primero tendrás que conocer a alguien que te haga sentir muy segura y en confianza, alguien que tú consideres que podrá escucharte, comprenderte y que sea capaz de ayudarte a superar todo lo que has pasado – me sugiere – Y tampoco esperes que podrás hablar y contarle todo a la primera, lo mejor sería que lo hicieras por partes, podrías empezar diciendo algo que no sea tan difícil para ti, hasta donde puedas y después continuar desde donde te quedaste, hasta que seas capaz de expresar todo… Por eso tiene que ser alguien que pueda ayudarte, para que no te presione, sino que te escuche y te ayude a desahogarte y a sacar todo lo que llevas en tu interior, para que después te pueda ayudar – me explica con paciencia.

Yo escucho atentamente y pienso en todo lo que me ha dicho. Él me da un poco de tiempo para que me calme y lo piense, porque sigue revisando los informes. Y después de varios minutos, me doy cuenta de que él tiene mucha razón en todo lo que dijo; en especial porque ni ha mencionado nada sobre mi enfermedad, hasta el momento él no ha hablado de mi salud mental o la condición de mis pulmones y corazón que es lo que poco a poco me está matando, sino que sólo ha hablado de mi salud mental y emocional, como si quisiera asegurarse de que al menos pueda sanar mental y emocionalmente, ya que debe saber que no hay nada que pueda hacer para sanar mi cuerpo.

Esto es algo que yo no había considerado al venir aquí, antes me consideraba lo suficientemente preparada y resignada a esperar la hora de muerte, pero después de escucharlo y al recordar lo bien que la he pasado con él y con Esme, me doy cuenta de que el hecho de que voy a morir, no significa que tenga que hacerlo llena de sufrimiento y soledad, como planeaba hacerlo. El día de hoy me ha demostrado que puedo confiar en ellos dos y que me siento segura y tranquila al estar con ellos, hasta me han hecho reír y hablar, algo que creí que nunca volvería a hacer. También me han demostrado una y otra vez que ellos respetarán mis límites, por eso son muy cuidadosos de mantenerse a una distancia segura de mí y están pendientes de que yo esté cómoda y tranquila, así que es seguro estar con ellos sin temor a que me hagan entrar en crisis o que provoque otra explosión…

Entonces la pregunta es si ¿Podría arriesgarme a confiar en alguien lo suficiente como para hablar de mi pasado? ¿Podré encontrar a alguien que me ayude a superar lo que ocurrió ese día? Y si encuentro a alguien ¿Podrá esa persona ayudarme a sanar mental y emocionalmente? ¿Podrá esto ayudarme a morir en paz? Estas son varias preguntas que debo considerar con mucho cuidado, porque no es seguro que me acerque mucho a cualquier persona… Y creo que eso es lo más difícil para mí, porque sé que no será sencillo encontrar a alguien que sea lo suficientemente confiable, que me crea y no piense que estoy loca… Pero tal vez no es imposible, difícil sí, pero no imposible… Además creo que sería bueno poder hablar de esto con alguien, al menos no me gustaría morir sin haberle dicho a alguien lo que en verdad pasó, creo que no es justo que yo oculte algo tan importante y si Carlisle tiene razón, eso podría ayudarme a superar mi pasado y sanar mental y emocionalmente, hasta podría ayudarme a morir en paz y tranquilidad… Así que lo mejor es seguir su consejo y contárselo a alguien antes de morir.

- Creo que… tiene razón – admito después de varios minutos, él me sonríe amablemente y pienso en que tal vez no será tan difícil encontrar a alguien de confianza, porque creo que sería muy fácil confiar en él.

La verdad es que al pensar en alguien con quien hablar, sólo pienso en él y Esme, porque nunca podría hablar de eso con mis padres, ya suficiente daño emocional les he causado a los dos, como para agobiarlos con eso, sólo los haría sufrir más; y aparte de mis padres, sólo se me ocurren Carlisle y Esme como personas de confianza… Pero me preocupa que Esme se asuste y le afecte tal como he afectado a mis padres, creo que Esme es demasiado sensible y empática, por lo que podría afectarle mucho mi pasado; en cambio el doctor Cullen parece ser el más preparado e indicado para esto, después de todo él es muy amigable, comprensivo, confiable y parece saber muchas cosas, no es como los otros doctores que he conocido, ni siquiera usa su bata ni carga un maletín con instrumentos y cosas médicas que me asustan…

No, estoy segura de que él no es un doctor que sólo hace su trabajo porque sí y ya, él parece ser una persona que en verdad se preocupa por los demás y que trata de ayudar a otros en todo lo que puede, tal como lo hace conmigo, aunque acaba de conocerme; de hecho, estoy segura que él es una persona que se preocupa por el bienestar de los demás y no sólo en el aspecto físico o médico, tiene una personalidad llena de amabilidad, amor, comprensión, serenidad, sabiduría, inteligencia, paciencia, respeto, generosidad y tiene algo que lo hace ver muy paternal…

Porque así como Esme tiene la personalidad perfecta para ser la mejor mamá de todas, también he notado que él tiene todas las cualidades que un padre debe tener, y no tengo ninguna duda de que debe hacer sentir a sus hijos muy seguros y amados, estoy convencida de que al igual que Esme, él se preocupa mucho por sus hijos y se asegura de su bienestar, seguridad y felicidad. Hasta imagino a sus hijos acudir a él, en busca de consejos, protección, ayuda, consuelo, comprensión y amor. Sólo me pregunto si él también tiene dudas al respecto, me parece muy triste que los dos duden de su papel como padre y madre, cuando son los mejores.

- Usted es… un buen papá – susurro con sinceridad, él deja de leer y me mira sorprendido y me entristece ver un poco de duda en sus ojos, no entiendo cómo él y Esme pueden dudar de que son el padre y la madre perfectos para sus hijos, aunque sean adoptados

- ¿Eso crees? – Me pregunta con una sonrisa amable y con mucha duda e incertidumbre en sus ojos de color ámbar.

- Sí… creo que… sus hijos… tienen mucha… suerte… de que… usted… y Esme… sean sus… padres… - declaro con firmeza – He visto… que usted… se preocupa… mucho por… los demás… no es como… otros… doctores… que sólo… hacen… su trabajo… usted vela por… el bienestar… de los demás… tanto físico… p-psi-co-lógico… moral, afectivo… y espiritual… de las… personas… eso es bueno… y tiene una… personalidad… muy paternal… que hace sentir… seguridad… confianza… t-tran-qui-lidad… com-prensión… amabilidad… y cariño… a los demás… usted es… un buen… doctor… y un maravilloso… padre… a la vez… … …Sí… estoy segura… de que… usted… no sólo es… un doctor… ni un padre… común… No… usted es… Papá Bienestar… el mejor papá… de todos… por eso es… Papá Bienestar – le explico con sinceridad, mientras trato de expresar lo que siento con mis manos.

Él me escucha con la misma emoción, agradecimiento y ternura, con la que Esme lo hizo antes y después de leer mi nota, cuando traté de asegurarle que era una buena mamá para sus hijos; sólo espero que ahora los dos dejen de tener dudas al respecto y acepten que son unos verdaderos padres para sus hijos.

- Muchas gracias Pequeña – me dice sonriendo y con sus ojos llenos de emoción, sus ojos ahora sí parecen tener un color dorado muy hermoso – significa mucho para mí, escuchar tus palabras y saber lo que piensas de mí, Gracias Pequeña – yo sonrío feliz de poder decirle lo que pienso y miro hacia la ventana, contemplando la suave lluvia que cae.

- ¿Sabe algo…? – llamo su atención de repente, él me mira curioso – Antes, nunca había notado lo hermosa… que es la lluvia cuando cae… incluso solía tenerle miedo… y me deprimía mucho… por eso no me gustaba… pero ahora que dejé mis miedos… y prejuicios… a un lado… puedo ver lo hermosa… especial… y variable que es… - le digo a través de señas, tratando de describir lo que la lluvia me hace sentir – Ahora la forma en que cae… me parece muy hermosa y relajante… es como si las gotas de agua… danzaran al caer… siempre de una forma diferente… haciendo que cada lluvia… sea única y especial… es muy hermosa… y creo que siempre ha sido así… sólo que antes no me había dado cuenta… porque mis miedos y prejuicios… me impedían ver la como en verdad es…

- Tienes razón – asiente, mirando la lluvia por la ventana – creo que a veces no vemos las cosas como en verdad son, sólo vemos la parte superficial, concentrándonos más en las cosas negativas, por eso no podemos ver, descubrir, contemplar ni valorar la verdadera belleza de todo lo que hay en nuestra vida - me dice con una sonrisa llena de sabiduría y amabilidad.

Sonrío al escucharlo, porque comprendió lo que quería decirle; al igual que Esme, él puede entender perfectamente lo que quiero decirle. Esto me motiva y me ayuda a decidirme, por lo que respiro profundamente, antes de empezar a hablar.

- Por ahora… sólo puedo decirle… que la… e- explosión… no fue por… una bomba… y no fue… un ataque… te-rro-rista – admito con tristeza, él me sonríe.

- Creo que eso ya lo sospechaba, nunca creí que fuera por una bomba o un ataque terrorista lo que provocara la explosión – confiesa, yo sonrío aliviada de que me crea.

- Nunca he hablado… con nadie de eso… porque nadie me… c-creería… sólo pensarían… que estoy loca… y me llevarían… de nuevo al… hospital o… manicomio – susurro aterrada al recodar lo que me hicieron en ese lugar – yo… yo no quiero… regresar a ese… lugar de nuevo – admito con dolor y temor.

- Según este informe, pasaste un año en un centro psiquiátrico – dice con tristeza, sujetando unas páginas – Pero tus padres te sacaron después de un año, cuando vieron que no te estaba ayudando y descubrieron que tuviste varias crisis el tiempo que estuviste internada – murmura muy serio, yo me estremezco al recordar todo lo que me hicieron.

- Ellos… ellos fueron… malos… yo no estoy… loca… y… y ellos… se me… acer-ca-ban… mucho… - explico entre sollozos, él me mira muy serio y hasta parece molesto al escucharme, antes de revisar las páginas de nuevo.

- Aquí dice que estuviste en una habitación aislada la mayor parte del tiempo y que nadie se te acercaba por las crisis constantes que te daban… ¿No fue así? – Pregunta con el ceño fruncido, yo niego y me estremezco de nuevo, abrazándome a mí misma, para calmarme - ¿Trataron de acercarse a ti, para que superaras tu trauma? – Me pregunta muy serio, yo afirmo con la cabeza levemente, empezando a sollozar – Bella… ¿Te sedaron o te inyectaron mucho el tiempo que estuviste ahí? – Yo afirmo de nuevo y él respira profundo antes de volver a preguntar - ¿Te metieron en bañeras de agua con hielo? – Pregunta y escucho que gruñe furioso cuando me estremezco al asentir - ¿Te dieron descargas eléctricas? – Me pregunta sin molestarse en ocultar el furioso gruñido en su voz, yo me abrazo a mí misma y sollozo mientras afirmo de nuevo – Bella…

- D-de-cí-an… q-que… t-to-do… est-ta-ba… en… mi… men-t-te… y… …q-que… y-yo… est-ta-ba… … …lo-ca… - tartamudeo entre sollozos – fue-ron… ma-los… muyyy… ma-losss…

- Tranquila Pequeña, respira profundo y trata de tranquilizarte Pequeña, todo está bien, nadie te hará daño de nuevo, estás a salvo Pequeña – me susurra con ternura, mientras yo hago lo que me dice y trato de respirar profundo – Eso es… sigue respirando profundo… Muy bien Pequeña… - me felicita cuando mi respiración empieza a normalizarse un poco.

- Bien… Ahora quiero que sigas respirando profundo y que me escuches con mucha atención Pequeña – me pide y yo lo miro curiosa – Escúchame Pequeña, sé que sufriste mucho en ese lugar, lo sé… Pero te aseguro… No, te prometo que eso no volverá a pasar, yo no creo que estés loca y te prometo que nunca, nunca te llevaré a ningún lugar como ese, tampoco te llevaré al hospital, no haré nada que pueda lastimarte, ni permitiré que nadie te lastime como lo hicieron esos… doctores… Ahora yo te cuidaré y me encargaré de que nadie te vuelva a lastimar – me promete con firmeza y veo en sus ojos la seguridad y sinceridad que me aseguran que él me cuidará y protegerá siempre.

- G-gracias… p-pa-pá… Papá… Bienestar… muchas… g-gracias – digo sonriendo y limpiando mis lágrimas, él me sonríe emocionado al escuchar como lo llamé.

- Me agrada como suena eso – dice sonriendo emocionado – y no tienes nada que agradecer Pequeña, lo único que deseo es poder ayudarte y eso es lo que voy a hacer, sin importar nada, puedes confiar en mí, yo no te juzgaré, sólo trataré de ayudarte – me asegura, yo acepto agradecida, sin dejar de limpiar mis lágrimas que caen por mis mejillas.

- Yo… …la… verdad… es que… tampoco… le dije nada… a nadie… porque no quiero… que se… asusten – confieso con tristeza – ese día… pasaron… muchas cosas… que no… comprendo… son cosas… malas… y muy… horribles… y… dolorosas… - ya no me preocupa que él me vea llorar, porque me siento segura y en confianza con él.

- Comprendo Bella, debieron pasar muchas cosas que te asustaron y confundieron mucho ese día – dice comprensivo, yo le doy la razón – Pero hay algo… sólo una cosa que quiero saber y que me gustaría que me aclares Pequeña – me pide muy serio y algo precavido, yo lo miro curiosa - ¿Fue la explosión lo que causó todas tus heridas y todo el daño que tuviste en tu cuerpo? – Me pregunta muy serio y revisando el test que contesté, yo lo veo sorprendida, nunca nadie me ha preguntado eso, todos asumieron que fue la explosión lo que causó mis heridas – Es que en tu test, sólo escribiste que tenías heridas hechas con navajas, pero no explicas cómo fue que obtuviste esas heridas y no mencionas nada de tus fracturas, por eso quería saber si la explosión te afectó de alguna forma…

- No… no fue la… ex-plosión… - contesto muy segura, él me ve fijamente – yo ya tenía… todas esas heridas… antes de la… ex-plosión… lo único que no tenía… eran las… frac-turas… en mis brazos y piernas… pero no creo que la… ex-plosión… las causara… yo estaba… in-cons-ciente… y no sé lo que pasó… pero sé que… nada de lo que… me pasó ese día… fue pr-pro-vocado… por la ex-plosión… eso no fue… lo que me… lastimó – le explico con seriedad

- Entiendo, eso es algo muy importante que quería tener claro – me dice, anotándolo en su libreta – Pero no entiendo, por qué no aparece eso aquí – dijo revisado los otros expedientes de los doctores – Como te dije antes, la información que me envían es muy escasa y vaga, deja muchos espacios en blanco y hay varias cosas que no coinciden con el test que contestaste, según los expedientes, tus heridas y lesiones fueros causadas por la explosión – me dice frunciendo el ceño, yo niego de nuevo – pero tú afirmas con mucha seguridad que no fue así y yo te creo a ti, porque las lesiones que describen no parecen ser provocadas por una explosión.

- Es que… nunca lo… preguntaron… - le explico

- Ya veo, eso es una pena – me dijo con tristeza – por cierto, me sorprende que no muestres ninguna prueba de todo lo que pasaste, porque según esto, tus heridas y lesiones eran muy graves, pero no veo ninguna cicatriz en tu rostro o manos – dijo mirando mis manos – también te mueves con mucha normalidad, como si nunca hubieras tenido ninguna fractura como las que mencionan en tu expediente.

- Es que yo las cubro… – explico sonrojada y triste a la vez – mi rostro… cuello… cla-vícula… manos y pies… son los únicos… lugares… donde no tengo… cicatrices… pero no son… cicatrices… normales – aclaro, mientras me quito la chaqueta y la blusa para que las vea.

- Ya veo a lo que te refieres, esas cicatrices no son como las que suelo ver en mis pacientes, nunca he visto unas cicatrices como esas en otras personas – dice sorprendido y curioso, mientras me mira muy pensativo, como si tratara de confirmar algo – Y… ¿Estás segura de que todas fueron hechas con navajas? – Pregunta muy serio, sin dejar de ver mis cicatrices

- Ummm… sí… creo que… sí – contesto estremeciéndome al recordar a esos hombres hiriéndome con sus navajas

- Ya veo… - murmuró pensativo y sé que es porque no parecen cicatrices normales

- Siempre he… creído que… parecen dibujos… tampoco las puedo… tocar… cuando las toco… es como si no las… tuviera… - digo acariciando las cicatrices de mis brazo izquierdo.

- Así que no las puedes sentir – comenta sorprendido y anotando algo en su expediente, pero yo niego con la cabeza y él me ve curioso.

- No es eso… yo sí las siento… porque duelen… y queman… - aclaro con seriedad y por un momento veo que se alarma, mientras me ve fijamente, queriendo confirmar algo, pero no sé qué es y él no me lo dice, sólo me ve fijamente, así que sigo explicándole – lo que… quiero decir… es que yo… no las puedo… tocar… pero sí las puedo… sentir… sobre todo… cuando alguien… se me acerca… y tengo crisis… queman mucho… también cuando… hace frío… el frío hace… que me duelan… al igual que las… art… ar-ti…

- Articulaciones – me ayuda con una sonrisa, yo afirmo – Bueno, es normal que las articulaciones y lugares donde tuviste lesiones y fracturas te duelan con el frío, pero no es normal que las cicatrices te duelan ni te quemen también – me dijo pensativo, yo asentí.

- Pero duelen… y queman mucho… cuando se irritan… - aseguro haciendo un puchero – después de que… tengo una crisis… se ponen rojas… se inflaman… y arden… me duelen… y me queman

- Eso es algo extraño – dice pensativo y anotándolo en su expediente, yo me pongo la blusa de nuevo – también veo que tal como dijiste, tus heridas fueron hechas con armas blancas, como navajas y cuchillas – comenta con el ceño fruncido.

- Fue con… navajas… - susurro con dolor y él asiente y anota de nuevo, pero sin preguntarme más sobre eso, algo que yo agradezco sinceramente.

- Bien, creo que eso es todo por hoy, al menos ya aclaraste lo que más me interesaba saber y sé que hay cosas que aún no puedes decírmelas, así que no te presionaré y esperaré a que estés lista para hacerlo; mientras tanto me llevaré todo esto y lo revisaré más detenidamente en casa, especialmente tu test, ya que es más confiable que los informes médicos – dice con tranquilidad y le doy la razón en eso. Me agrada que él confíe en mí y prefiera creerme más a mí que a los otros doctores.

- Papá Bienestar… – lo llamo con timidez, él me ve sonriendo, porque le gusta que lo llame así, por lo que decido hacerlo más seguido – t-trataré…de contarle… la verdad… más adelante – le digo decidida, él sonríe y veo un poco de orgullo, gratitud, alivio y admiración en sus ojos, aunque no estoy segura de por qué en realidad.

- Eso me alegra Bella – dice sonriendo – estoy seguro que eso te ayudará mucho, ya sabes que puedes confiar en mí, yo no te forzaré para que hables, puedes tomarte tu tiempo y cuando desees hablar de eso o de algo más, no dudes en hacerlo – me ofrece, yo sonrío agradecida por su amabilidad y comprensión – de todas formas vendré a verte más seguido, cuando venga a dejar y recoger a Esme – asegura y de inmediato recuerdo la camioneta de Mamá Corazón.

- ¿Por qué no… viene ella sola… en su auto? – Pregunto como si nada, aunque por dentro estoy nerviosa y avergonzada, él me mira primero confundido, pero después parece sorprendido y divertido por algo; y de repente empiezo a sentir que mis mejillas se calientan mucho.

- Porque Esme no tiene auto – me contesta con una sonrisa divertida – ella casi no sale de casa, así que no necesita su propio auto, además mis hijos o yo, podemos llevarla a donde ella quiera ir, sólo tiene que pedirlo – me explica y yo muerdo mi labio nerviosa y esquivo su mirada, porque cada vez siento que mis mejillas se calientan más y más, sé que me he sonrojado ya que él me ve curioso, divertido y pensativo a la vez.

- Pero… ahora está… trabajando… y tendrá que… venir muy seguido… a mi casa… también me llevará… a hacer las… compras… - comento muy nerviosa y avergonzada, porque él sólo me mira – yo… yo creo que… sería mucho mejor… que Mamá Corazón… tenga su propia… camioneta – susurro avergonzada y esquivando su mirada.

- ¿Eso crees? – Pregunta, divertido, yo afirmo levemente, sin atreverme a verlo – puede ser, pero generalmente la lleva uno de mis hijos o yo cuando necesita viajar, por eso me sorprendió y extrañó mucho que hoy no nos pidiera que las lleváramos de compras.

- Es que… fue mi culpa… - susurro avergonzada – yo le dije… que no quería… molestarlos… además la camioneta es… para que yo viaje… por eso Esme… me llevó… aunque la camioneta… que papá compró… es un poco lenta… y muy ruidosa… por eso nos tardamos – le explico.

- Entiendo, creo que ella me dijo algo similar – murmura Carlisle pensativo, yo respiro profundamente para seguir hablando.

- Por eso creo… que es mejor… que ella tenga… su propio auto… - insisto sonrojada - y así no… tendrá que… esperar a que… ustedes… la lleven… a algún lugar… siempre que quiera… ir a algún lugar… … Bueno… eso es lo que… pienso yo – susurro, mirándolo con timidez, él sonríe divertido y yo creo que ya tengo fiebre por lo caliente que siento mis mejillas.

- Creo que lo pensaré – acepta divertido y sincero a la vez, yo suspiro aliviada, esperando haber podido ayudar a Esme a conseguir su camioneta; y ya que no pude convencer al joven gruñón, tal vez pueda convencer a Papá Corazón – Ahora, creo será mejor que bajemos a ver lo que mi amada y traviesa esposa está haciendo en tu cocina – comenta divertido, yo acepto al escuchar algunos ruidos en la cocina.

Los dos bajamos y al entrar en la cocina, vemos a Esme preparando una ensalada, noto que en el horno hay algo y percibo un delicioso aroma a lasaña. Yo la miro sorprendida al ver lo que ha hecho, pero Carlisle parece muy divertido, como si ya se esperaba algo así.

- Veo que no me equivoqué al suponer que estarías cocinando – le dice divertido, Esme se sorprende y se gira para vernos con una sonrisa muy inocente y traviesa a la vez, muy parecida a la de un niño pequeño que es atrapado haciendo una travesura.

- Bueno, ya sabes que me cuesta quedarme quieta – se defiende, para que no la regañe; yo me rio al escucharla, porque de nuevo parece una niña pequeña, ella me ve – Yo sólo quería ayudarte con la cena, ya que sé que estabas ocupada hablando con Carlisle y después tendrías que apresurarte para terminar la cena a tiempo – me aclara, haciendo un puchero, yo sonrío agradecida y ella corresponde a mi sonrisa - ¡Y así verás lo bien que cocino! – Exclama con orgullo y emoción, Carlisle y yo nos reímos.

- Gracias… Mamá Corazón – agradezco divertida y sincera, ella me guiña un ojo con una gran sonrisa.

- ¿Sabes una cosa querida…? – comenta Carlisle de repente, Esme lo mira curiosa – Bella me estaba diciendo hace poco que sería bueno que tuvieras tu propio auto, así no tendrías que esperar a que nosotros te llevemos a cualquier lugar que desees ir, sobre todo ahora que saldrás seguido de casa – le informa, mirándola pensativo, Esme sonríe emocionada al escucharlo.

- ¡Eso es una maravillosa idea! – Exclama sonriendo con inocencia – Después de todo, Bella es muy inteligente – asegura, yo me rio porque noto que ahora Carlisle la mira con los ojos entrecerrados - ¿No te parece que es una buena idea? Así podría hacer mis compras sin tener que rogarles a ustedes, para que me lleven – sigue diciendo con un puchero en sus labios y mirándolo suplicante, Carlisle suspira resignado y yo contengo una carcajada.

- Lo pensaré, Amor – promete resignado y Esme sonríe emocionada, parece que después de todo, sí tendrá su camioneta.

- Bien, ya terminé la ensalada y la lasaña estará lista en 15 minutos – me informa, recogiendo todo lo que ha usado para lavarlo.

- No te molestes… - digo avergonzada - yo lo lavo.

- No es molestia Cariño, además yo lo ensucié, así que yo lo limpiaré – comenta como si fuera una ley - ¿Por qué no le muestras a Carlisle la vitrina de tu infancia? Para que sepa lo talentosa que eres, al haber ganado todos esos premios y para que vea lo hermosa y adorable que eras de pequeña, aunque claro, eso ya lo sabe, porque ahora también eres muy hermosa – me propone, haciéndome sonrojar al escuchar que Carlisle se ríe en voz baja.

- Mejor haz lo que dice, porque ella no se rendirá – me recomienda él en un susurró lo suficientemente fuerte, para que yo lo escuche; pero tal como lo esperaba, Esme también lo escuchó.

- ¡Te escuché Carlisle Cullen! – Le reclama con un tono indignado y un poquito enfadado, pero también noto en sus ojos que sigue divertida.

- Sabes que es cierto, Amor – se defiende, sonriendo inocentemente.

Me rio al escucharlos, los dos son muy divertidos y es evidente lo mucho que se aman y lo unidos que son; me recuerdan a las parejas que aparecen en mis novelas preferidas que leo y me hace feliz saber que también en la vida real, pueden haber parejas que se amen verdaderamente.

- Vamos… Papá Bienestar… la vitrina… está en la sala – digo divertida, él sonríe y sale de la cocina primero.

- Papá Bienestar… Suena muy lindo y le queda perfecto – murmura Esme sonriendo enternecida, yo sonrío y salgo de la cocina para acompañar a Carlisle.

Él ya está viendo la vitrina cuando llego a la sala, se gira al escucharme y veo en sus ojos mucho orgullo, admiración y sorpresa.

- Esme tiene razón, es sorprendente ver lo talentosa que eres a pesar de ser muy joven, no hay duda de que eres muy talentosa y especial, además de que te ves muy hermosa y adorable en las fotografías, eres una caja de sorpresas Pequeña – me dice con un tono lleno de admiración.

- Gracias… pero eso es… parte del… pasado… es otra vida… y nunca regresará – susurro con una sonrisa triste.

- No te des por vencida Pequeña, tal vez puedas volver a hacer todo lo que antes hacías – me anima – no dejes que lo que te pasó ese día, acabe con todos tus sueños y aspiraciones, tienes mucho talentos y dones, eres una chica maravillosa y especial, eso no lo cambiará nada, ni nadie – me asegura con convicción

Es muy difícil escuchar lo que piensa de mí, porque al igual que mis padres, él espera que algún día vuelva a ser la misma niña de la vitrina, todos ellos esperan que vuelva a ser la de antes; pero yo sé que eso es imposible, yo ya no soy la misma niña de antes, esa Bella murió ese día y lo que quedó de ella, también morirá muy pronto…

Y la verdad es que ya estoy cansada de que los demás me digan que volveré a ser la misma de antes, cuando yo sé que no es así, ya nada es igual, yo no soy la misma Bella de la vitrina; y ya no quiero seguir ocultando lo mucho que me duele haber perdido todo. Porque yo también quisiera volver a ser la misma de antes, también me gustaría volver a recuperar todo lo que perdí ese día y no hablo sólo de mis sueños o mi antigua vida y de la música, no, lo que más quisiera recuperar es a mi amado amigo, daría todo por volver a estar con él. Pero sé que es imposible, así como es imposible el que vuelva a recuperar mi antigua vida y eso es algo muy doloroso para mí.

Es demasiado doloroso, tanto que es insoportable y ya estoy cansada de tener que ser fuerte ante los demás, tal como he tenido que serlo frente a mis padres, para evitar hacerlos sufrir más; desde ese día he tenido que ocultar mi dolor, sin poder desahogarme con nadie y viviendo aislada de todos para que ya no pueda lastimar a nadie más.

Pero ahora también me siento culpable con los Cullen, ellos son muy buenos y amables conmigo y yo no merezco estar con ellos, no cuando sé que puedo hacerles daño, no es justo para ellos estar con un monstruo como yo y sé que si sigo con ellos, lo único que conseguiré, será hacerles mucho daño, tal como lastimé a mis padres, a Leo y a esos hombres, porque eso es lo que hago, lastimo a todos los que están cerca de mí… Pero no puedo seguir haciéndolo, no puedo hacerles lo mismo a Esme y a Carlisle, no a ellos, no cuando sé lo buenos que son; así que tendré que alejarme de ellos también.

Mis lágrimas empiezan a caer al darme cuenta de que también los perderé a ellos, ya no podré pasar tiempo con ellos, ni podré hablar con Carlisle de mi pasado para tratar de superarlo, no podré hablar con nadie de eso, porque al estar cerca de los demás, sólo estaría poniéndolos en peligro y ya no quiero ser la responsable de la muerte de nadie más; así que lo mejor es que me separe de todos, por muy doloroso que sea.

- Eso no es… cierto… - confieso sin importarme que él me vea llorar, no cuando estoy a punto de perderlos para siempre con lo que les voy a decir – La niña… de la vitrina… ya no existe… ella murió… hace años… y sólo quedé… yo… y yo no soy… como ella… yo soy un… monstruo… soy mala y… peligrosa… lastimo… a los demás… provoco… explosiones y… destruyo y… mato todo… a mi alrededor… por eso no puedo… estar cerca de nadie… soy peligrosa… y ya no puedo… tocar el piano… ni el violín… ni puedo bailar… ni cantar… ni siquiera… puedo hablar… ni acercarme… a los demás – ahora que por fin estoy hablando de esto, no puedo detenerme, por muy duro que sea – la música es… maravillosa… y muy hermosa… pero desde… ese día… toda la música… desapareció… para mí… yo no soy… digna… no la… merezco… así como… no merezco… que ustedes… sean amables… y buenos… conmigo… no lo merezco… soy mala… y debo estar… sola y aislada… por siempre… no puedo… estar con… ustedes… no puedo… soy mala…

- Bella… - susurra Carlisle con tristeza – entiendo que te sientas así, pero… – trata de animarme, pero niego con la cabeza, sin dejar de llorar, él no entiende.

Una parte de mí quiere decirles que se vayan, que se alejen de mí lo más que puedan, para no lastimarlos; pero otra parte de mí, desea que él y Esme se queden y me ayuden, porque los necesito, necesito a unos padres como ellos, que me hagan sentir amada y cuidada, tal como me han hecho sentir hoy, hace años que no me sentía tan tranquila y segura como me sentí al estar con ellos y no quiero perderlos, no quiero volver a quedarme sola; sin embargo sé que lo mejor es que se alejen de mí para protegerlos, porque no soportaría que algo malo les pase a ellos también, por estar conmigo, antes prefiero seguir estando sola.

- Escúchame Pequeña – dice Carlisle con seriedad, llamando mi atención – Entiendo que te sientas así y creas que eres un peligro para los demás, yo no sé con exactitud lo que pasó ese día, pero sí sé algo – asegura y lo veo curiosa, entre sollozos – yo sé con certeza, que tú no eres mala y sea lo que sea que pasó ese día, estoy convencido de que no fue tu culpa, no es tu culpa porque tú no deseabas que eso pasara y no puedes ser culpable de algo que no deseabas que pasara, por eso no es tu culpa… Yo estoy seguro y muy convencido de que todo tiene una explicación y razón de ser… aunque a veces no lo comprendamos y por eso nos asustamos y pensamos cosas que no son así, es como los doctores que creían que estabas loca, ellos no sabían lo que te provocaba las crisis y por eso pensaban que era producto de tu mente, pero yo sé que no estás loca y también sé que no eres mala… Ni mucho menos eres un monstruo, tú no puedes ser un monstruo, porque eres una persona especial, hermosa y muy maravillosa, con muchos talentos y dones para compartir con los demás, esa es la única verdad – me asegura con ternura y convicción.

- Carlisle tiene razón, Cariño – dice Esme con sus ojos brillando de comprensión, yo la miro sorprendida, porque no me había dado cuenta de que había llegado – eres la niña más hermosa, especial, dulce, tierna y maravillosa que he conocido, además estoy muy segura de que la música no te ha abandonado, porque sigue en tu interior y está esperando el momento para salir de nuevo, ya verás que sólo necesitas tiempo para volver a hablar, cantar, tocar y bailar como antes, porque la música es parte de ti y nunca te abandonará – me asegura sonriendo.

No puedo creer que aun después de lo que les dije, ellos sigan diciendo todo eso de mí; pero puedo ver que no lo dicen sólo por decir… No, ellos en verdad creen eso, para ellos no soy un monstruo peligroso y tampoco soy mala, Carlisle admite que no sabe lo que pasó, pero está seguro de que no fue mi culpa porque yo no quería que eso pasara; y debo admitir que tiene razón en eso, yo no quería que eso pasara, nunca quise nada de esto.

Al pensar en eso, comienzo a preguntarme algo muy importante, ¿Cómo puedo ser culpable si yo nunca deseé que eso pasara? No tiene sentido, yo nunca quise que eso pasara y no sólo eso, hay muchas cosas que no comprendo de ese día… No sé por qué esos hombres llegaron y nos lastimaron… eso es algo que me he preguntado siempre, pero nunca lo comprendí… Tampoco quise que la luz blanca saliera, ni siquiera sé por qué hay una luz en mi interior que lastima a las personas y que causa explosiones… Sólo sé que nunca quise que nadie saliera lastimado… Y definitivamente no quise que mi mejor amigo muriera ese día… no lo quise, pero ocurrió… Sin importar lo que yo quería o no, eso no cambia el hecho de que pasó, sólo demuestra que yo no quise que pasara… Y yo no puedo ser culpable de que pasara algo que no quería ¿Oh sí?

Según lo que dijo Carlisle, yo no puedo ser culpable de algo que no quería que pasara, tampoco puedo ser mala, porque nunca quise que alguien saliera lastimado ni muriera… Entonces tal vez, yo no sea la responsable de eso, tal vez pasó por una razón desconocida, tal como dice él y como es algo que no entiendo ni comprendo, sólo asumí o creí que yo era la responsable… Eso quiere decir que he hecho lo mismo que esos doctores cuando me acusaron de estar loca, sólo porque no comprendían lo que me pasaba…

Además Esme asegura que no he perdido todo totalmente, ella y Carlisle están convencidos de que la música es parte de mí todavía y que sólo está esperando por salir… ¿Puede ser eso cierto? Siempre creí que había perdido la música porque soy mala y la música es demasiado maravillosa para estar con alguien malo; pero si ellos tienen razón al decir que no soy mala persona, entonces existe la posibilidad de que la música siga en mi interior aún…

No lo sé, es difícil aceptar lo que ellos me dicen, es difícil aceptar o creer algo así, después de pasar varios años repitiéndome a mí misma que soy un monstruo malvado; pero a pesar de que aún no estoy segura de que ellos tengan la razón y de que aún me preocupa y aterra la idea de lastimarlos, no puedo evitar sentir un poco de esperanza en que ellos estén en lo cierto y la esperanza es una emoción que no he sentido en mucho, mucho tiempo.

- Gracias… yo… muchas… gracias… de… verdad… - sollozo entre lágrimas – yo… gracias…

Esme me sonríe con ternura y veo en sus ojos el deseo de poder acercarse a mí y abrazarme, pero eso es algo imposible; así que saca un pañuelo y lo pone en la mesita de noche, donde puedo agarrarlo, para limpiar mis lágrimas. Sé que tengo que controlarme, porque el pecho me duele mucho y me está costando mucho respirar con normalidad; por las fuertes emociones que he tenido hace un momento; y entonces me doy cuenta de todo lo que les dije entre lágrimas… No puedo creer que por fin haya hablado de eso con alguien, es la primera vez que lo hago.

- Lo siento mucho… - me disculpo avergonzada a través de señas, porque me duele el pecho y por el momento no puedo hablar – creo que perdí el control…

- No te preocupes Cariño, todos necesitamos desahogarnos en algún momento – me tranquiliza con ternura.

- Esme tiene razón, Pequeña – añade él – no te avergüences de expresar tus emociones, al contrario, es algo bueno que lo hagas, estoy seguro que si te expresas más, evitarás perder el control de tus emociones y así habrá menos riesgo de tener una crisis – me explica, yo lo miro sorprendida, ese es otro punto a considerar.

- Gracias por todo – digo antes de acariciar mi pecho, en un intento de calmar el dolor.

- Es un placer Cariño, sabes que puedes contar con nosotros para lo que necesites – me asegura Esme y Carlisle asiente de acuerdo con ella.

- ¿Te duele mucho el pecho? – Pregunta mirándome preocupado.

- Un poco – admito con una seña, me siento agotada, sigo tratando de respirar profundamente para calmarme, pero es difícil, en especial porque el dolor sigue aumentando, no quiero tener una crisis justo ahora, pero tampoco me sorprendería si la tuviera, porque me he alterado mucho y por eso tengo problemas para respirar bien.

- Tranquila Bella – instruye Carlisle más serio, al notar lo que me pasa – sigue tratando de respirar profundamente y no te asustes, eso sólo lo empeorará.

- Duele y no puedo respirar… – me quejo – duele y quema mucho…

- Escúchame Bella, mírame a mí y respira igual que yo – indica Esme, yo la miro y empiezo a tratar de seguir sus movimientos para respirar igual que ella, por lo que me pongo de pie tratando de acoplar mis respiraciones a las de ella, según me va indicando las inhalaciones y exhalaciones con el movimiento de sus brazos.

- Bien hecho Pequeña – me anima Carlisle – sigue respirando y no dejes de ver a Esme, respira hasta que te sientas más tranquila – su suave y profunda voz me guía y relaja, por lo que concentro en su voz y sigo imitando las respiraciones de Esme – Eso es Pequeña… sigue respirando… despacio… profundo… y continuo… Eso es Pequeña… inhala… contenlo… y exhala… muy bien… sigue respirando… sin prisa… sólo respira… y relájate… así Pequeña… Muy bien…

La verdad es que no sé cuánto tiempo pasa, hasta que finalmente logro tranquilizarme y respirar mejor, sigo sintiendo las molestias en mis cicatrices y pecho, pero al menos estoy segura de que ya no entraré en crisis.

- G-gracias… es-toy… me-jor… - susurro entrecortadamente, sin dejar de respirar profundamente y masajeo mi pecho, tratando de aliviar el malestar; después me siento en el sillón individual, porque no quiero correr el riesgo de desmayarme, por lo agotada y débil que estoy.

- Bien, escúchame Pequeña – dice Carlisle sentándose en el sofá frente a mí, yo lo miro atentamente – Cada vez que empieces a agitarte mucho o cuando tengas una emoción muy fuerte o pase algo que te haga sentir mal, quiero que hagas lo que hicimos hace un momento para evitar una crisis, el respirar profundamente, tal como lo hiciste hace un momento con Esme… y si es posible trata de imitar las respiraciones de alguien más, eso te ayudará a tranquilizarte más rápido y podrás respirar mejor cuando te agites o alteres, evitando que entres en crisis – me explica, yo acepto, comprendiendo sus indicaciones, después cierro los ojos con cansancio y sigo acariciando mi pecho.

- ¿Te sigue doliendo mucho el pecho? – me pregunta preocupado, yo niego con la cabeza.

- El… dolor… ya… bajó – susurro agotada – sólo… estoy… un… poco… cansada… y…mareada…

- Eso es porque tu presión y glucosa han disminuido – me explica.

- Por eso traje esto – dice Esme dejando una charola con comida en la mesita de centro, ni siquiera me di cuenta de cuando fue a la cocina y regresó – bebe un poco de té con miel y come fruta picada para que te sientas mejor – me pide con dulzura, yo acepto, empezando a beber un poco de té.

- Gracias… mamá…- digo, sintiéndome mucho mejor después de un momento – gracias… papá… - los dos sonríen y me miran con ternura y cariño.

- No tienes nada que agradecer Cariño – asegura Esme y Carlisle asiente.

- ¿Ya te sientes mejor? – Me pregunta él con una sonrisa, yo afirmo con un gesto, pero él sigue viéndome muy preocupado.

- Sí… me siento… mejor… el pecho… ya no me… duele mucho… y esta vez… no fue tan… grave… no se… preocupen… estoy bien… no fue una… crisis fuerte… - les aseguro para no preocuparlos, cada vez se me hace más fácil hablar, porque el pecho no me está doliendo mucho.

- Bien, ahora quiero que comas tu cena y después te acuestes, para que recuperes tus fuerzas, no quiero que tengas otra crisis por no descansar, ni alimentarte bien – me dice él con seriedad, yo sonrío levemente.

- Como usted… diga doctor – susurro bromeando, Esme se pone a reír; y Carlisle niega divertido con la cabeza.

- Sabes que lo digo porque me preocupo por ti y no porque soy tu doctor – me aclara con el ceño fruncido, yo sólo sonrío con inocencia, porque eso lo tengo muy claro.

- Lo sé… Papá Bienestar… y te prometo… que cenaré… lo que mamá… hizo para la cena… y después… me iré a dormir – le prometo en un tono solemne, levantando mi mano izquierda y poniendo la otra en mi pecho, para que vea que soy sincera.

- Así me gusta – acepta sonriendo, Esme sigue riendo divertida.

- ¿Puedo tomar… una ducha… antes de dormir? – Pregunto, alzando la mano como si fuera mi maestro.

- Sí Pequeña, sí puedes tomar una ducha – accede divertido, pero después frunce el ceño y agrega – Pero que sea una ducha corta y con agua tibia, para que no te resfríes – me ordena, yo me contengo de rodar los ojos y sólo sonrío con inocencia.

- Está bien… papá – acepto sonriendo y él no puedo evitar sonreírme con ternura al escucharme.

- No te preocupes Bella, él no puede evitar ser un papá sobreprotector – me asegura Esme divertida y Carlisle la mira indignado.

- No soy sobreprotector, sabes que me preocupa su salud y no quiero que le pase nada malo a mi Pequeña – se defiende él, cruzándose de brazos, yo sonrío emocionada al escucharlo, es evidente que en serio me ve como su pequeña hija.

- Sí claro, lo que tú digas Cariño – murmura Esme sin ocultar el sarcasmo en su voz, Carlisle la mira con los ojos entrecerrados y yo me río al verlos – Por cierto Bella, ya apagué el horno, la lasaña ya está lista y espero que la comas junto a la ensalada y el té de limón que está en el refrigerador – me indica en un tono maternal que deja claro que debo obedecerla en todo.

- Y ahora quién es la mamá sobreprotectora – murmura Carlisle divertido, yo le doy la razón, pero Esme sólo se encoge de hombros.

- Toda mamá se preocupa por el bienestar de sus hijos – recita Esme en tono solemne y Carlisle asiente de acuerdo con ella.

- Y ustedes son… los mejores… papá y mamá… de todo el mundo… – les aseguro con una sonrisa, porque para mí, ellos son como mis padres adoptivos.

- Gracias Pequeña Bella – dice Carlisle sonriendo.

- Lo digo sinceramente… ustedes son muy especiales para mí… son los primeros con los que me siento… cuidada… segura… y querida… confío en ustedes… … … hace mucho que no me siento así… son como unos padres para mí… y son mis amigos a la vez… los quiero mucho… y estoy muy agradecida con ustedes… porque ahora son mi Papá Bienestar y mi Mamá Corazón – les confieso con sinceridad y timidez, a través de señas, me siento avergonzada de tener que decirles lo que en verdad significan para mí, cuando tengo muy poco de haberlos conocido; pero ellos sonríen.

- ¡Oh cariño! Tú también ya eres una hija para mí y sabes que te quiero mucho – me asegura Esme emocionada, con gestos y palabras a la vez.

- Para mí también eres mi Pequeña Bella – me asegura Carlisle con ternura, también lo dice con palabras y con gestos, yo sonrío emocionada y halagada.

- Gracias… Mamá Corazón… gracias… Papá Bienestar – digo sin ocultar mi emoción y felicidad.

- Recuerda que estamos para todo lo que necesites, sea lo que sea, no dudes en hablar con nosotros, para que podamos ayudarte – Me asegura él, yo acepto agradecida y él me sonríe con ternura – Bueno, creo que ya es hora de irnos – añade mirando la hora – los chicos nos están esperando y creo que Charlie no tardará en llegar.

- Sí, es cierto – acuerda Esme resignada – Bella Cariño, sabes que estamos para lo que necesites, tú ya eres una hija para mí y te quiero mucho – repite, yo sonrío emocionada y agradecida.

- Ahora eres nuestra hija más pequeña, eres mi Pequeña Bella – afirma Carlisle con ternura.

- Esperen un momento por favor… - les pido con gestos al recordar algo, ellos asienten y me apresuro lo más que puedo hacia mi habitación, para buscar dos pares de tarjetas, unas para sus números y otras para darles mi numero; también agarro un CD y video de mi caja de recuerdos que tengo para dárselos y bajo de nuevo a la sala, ellos están sentados en el sofá.

- Podrían darme sus números por favor – pido con timidez, sentándome en un sillón individual y pasándoles por la mesa las tarjetas.

- Esta tarjeta es hermosa – comenta Esme sonriendo y escribiendo su número en la tarjeta que tenía un dibujo de una mamá sonriendo y cocinando, en el sartén había un gran corazón.

- Lo mismo digo – concuerda Carlisle sonriendo, su tarjeta tenía el dibujo de un doctor que sonreía, con un gran corazón en el pecho.

- Gracias… yo las hice – digo sonrojada y pasándoles una tarjeta con mi número de teléfono y dirección, tenía el mismo dibujo de las otras tarjetas que les di, pero también tenían una campana de cristal con una rosa azul[3] entrelazada con una iris azul[4] en su interior y con varias notas musicales alrededor de la campana – Es la dirección… y teléfono… de aquí para que… los tengan – explico con timidez.

- Es hermosa, gracias Cariño – me sonríe Esme, agarrando la tarjeta y pasándome la suya.

- También tiene algo de ti – añade Carlisle al ver la mía y pasarme la suya también - ¿Te gustan las rosas azules y las iris azules?

- Son mis… favoritas – confirmo, él asiente.

- Es hermosa y tiene las notas musicales, porque amas la música – dice Esme emocionada, yo afirmo y les paso el video y el CD.

- Para que lo vean y escuchen… – explico con señas, cuando me miran curiosos – el video es de una de mis últimas presentaciones… fue para un concierto… que hice en el día de la familia… ahí canto, toco el piano y el violín… y también bailo…

- Entonces lo veremos con toda la familia, estoy seguro que nos gustará mucho – dice Carlisle, Esme aplaude emocionada.

- El CD se los regalo… es el último que grabé… y es una recopilación de varias… de mis canciones y melodías… que compuse con el piano y el violín.

- Estoy ansiosa por escucharlo – dice Esme emocionada.

- Espero que les gusten… así verán una parte de mí… que no puedo… mostrarles hoy… – susurro con tristeza y timidez.

- Estoy muy seguro que nos gustará mucho, lo veremos lo más pronto posible con toda la familia – me asegura Carlisle – pero ahora debemos irnos, porque los chicos se preocuparan al ver que no llegamos – le dice a Esme, quien asiente.

- Es cierto, lo mejor es que nos vayamos o ellos destruirán la casa con sus travesuras, bromas y juegos – acuerda Esme divertida y preocupada a la vez, yo me rio porque no creo que sea para tanto.

- Sí, tienes razón - confirma Carlisle pensativo – Pero ya sabes Bella, puedes llamarnos por cualquier cosa que necesites, sin importar la razón o la hora que sea, Esme vendrá seguido a tu casa para tus clases y yo vendré cada dos días, pero quiero que me avises si te sientes mal o tienes una recaída o si hay cualquier cosa diferente en tu salud, que te cause malestar; también puedes llamarme a mí o a Esme por cualquier otra cosa que quieras, aunque no sea referente a tu salud, tú puedes hablarnos cada que vez que lo desees y te repito que no importa la hora que sea, nosotros siempre estaremos para escucharte cuando lo desees, tienes mi número de celular, de la casa y de mi consultorio, llama cuando quieras Pequeña – me pide.

- Gracias… Papá Bienestar – le sonrío agradecida.

- Promete que nos llamarás para cualquier cosa que necesites, Cariño – suplica Esme mirándome a los ojos – no esperes hasta que Carlisle y yo vengamos a verte, si es de noche, de madrugada o a cualquier hora del día, tú puedes llamarnos, nosotros estaremos pendientes de ti, para lo que sea – me asegura.

- Lo prometo… Mamá Corazón – digo sonriendo, aunque sé que nunca los despertaría en la madrugada, sólo por mis pesadillas, eso es algo con lo que yo debo afrontar sola.

- Bien, vendré el lunes a las tres de la tarde – me dice sonriendo, yo sonrío aliviada porque la veré pronto.

- Los quiero mucho… Mamá Corazón y Papá Bienestar – les digo con gestos y palabras, sin dejar de sonreír, me siento a salvo con ellos y sé que ellos en verdad me quieren y se preocupan por mí, hasta la luz blanca los reconoce y acepta, por eso ya no trata de atacarlos y permite que me sienta cómoda con ellos.

- Yo también te quiero mucho, Cariño, no lo dudes nunca – dice Esme emocionada, haciendo gestos mientras habla – eres mi niña más pequeña, mi dulce, tierna, hermosa y adorable hija Bella.

- Ya sabes que te quiero mucho mi Pequeña Bella – me dijo Carlisle sonriendo con ternura y haciendo señas de lo que decía – Cuídate mucho hija y no dudes en llamarme si necesitas algo, lo que sea, yo estaré aquí de inmediato – asegura, mientras se levanta para irse.

Esme y yo también nos levantamos de nuestros asientos; yo los acompaño lo más cerca que puedo, hasta la puerta, viendo cómo se alejan y se suben a sus autos para ir a su casa donde los esperaban sus hijos.

- Adiós mamá… adiós papá – susurro sin estar segura de si ellos me pueden escuchar, pero sonrío al ver que los dos sacan la mano desde las ventanillas para despedirse antes de arrancar el auto, yo también saludo con las manos – Los quiero… - susurro mientras el auto se aleja cada vez más.

Después de perderlos de vista, cierro la puerta y llevo la bandeja a la cocina, donde sirvo mi cena y como todo lo que Mamá Corazón ha preparado, me sorprendo al comprobar lo deliciosa que está la cena y me emociono al saber que ella me enseñará a cocinar.

Mientras ceno pienso en todo lo que ha pasado esa tarde; es sorprendente que ahora tengo unos padres adoptivos, que me quieren tanto como yo los quiero. No es que haya olvidado a mis verdaderos padres, Reneé y Charlie siguen siendo mis padres y los amo mucho, siempre lo haré; pero al mismo tiempo, siento que Carlisle y Esme son también mis padres y con ellos puedo ser yo misma y hablar de todo, sin tener que esconderme o preocuparme por hacerlos sufrir, porque ellos me hacen sentir más segura, comprendida, cuidada, aceptada y amada.

Sé que es algo extraño, ya que acabo de conocerlos, pero no puedo evitar sentirme así con ellos, lo único de lo que estoy segura es de que ahora ellos también son mis padres y que por alguna extraña razón, la luz blanca los acepta y me permite estar cerca de ellos sin tener miedo de que los ataque; aunque claro, la luz también me recuerda lo peligrosos que son y creo que por una parte siempre estaré un poco alerta, pero con la confianza de que ellos nunca me lastimarán intencionalmente.

Cuando Charlie llega a la casa, yo ya he terminado de cenar y hasta terminé de lavar los platos sucios, por lo que sólo le deseo buenas noches y subo para darme una rápida ducha antes de acostarme; porque a pesar de sentirme feliz, me siento agotada por todas las emociones del día y la crisis emocional que tuve hace poco. Mientras me baño, noto que mis cicatrices están un poco irritadas, pero no puedo hacer nada para remediarlo, así que me acuesto y me quedo dormida enseguida, deseando poder descansar aunque sea algunas horas, antes de que las pesadillas me vuelvan a atormentar.


[1] Más adelante se sabrá más del pasado de Rosalie y la relación que tiene con Edward.

[2] Aunque Edward lo dice en broma, hay un trasfondo en esta frase, que se descubrirá más adelante.

[3] Rosas Azules: Simbolizan amor eterno, esperanza y buena suerte para alcanzar sueños imposibles y brindan tranquilidad, esperanza, confianza y serenidad.

[4] Iris Azules: Asociada a las buenas noticias, para aliviar a los corazones preocupados, brindan esperanza y tranquilidad.