Capítulo 6: Tú y tus días junto a mi… y Hanji.

La vida amorosa de Eren, atolondrado púber que comenzaba a rozar los 17 años, podía resumirse en dos simples, contundentes y hasta algo deprimentes palabras: Un asco.

Uno muy grande.

Hay ciertos tipos de cosas que ha descubierto de su sexualidad en general durante sus años de vida. Entre esos, que ahora en retrospectiva, no era tan malo cuando se colaba con Jean, Reiner y Marco, en el cuarto de los padres del primero y espiaban los viejos números de la PlayBoy que tenía el decente y fiel señor Kirschtein.

Sabe desde hace mucho que le agradaban las despampanantes tetas de Marilyn Monroe.

Cuando era ya un casi adolescente, Mikasa le robó su primer beso. Y fue horrible. Los picos no le agradan. O eso creía.

Más adelante le atrajo el cuerpo bien desarrollado de Sasha, era muy linda. Su cabello color chocolate y sus cachetes, tal como una ardilla, llenos de comida que Eren mismo le ayudaba a robar de la cafetería.

Fácilmente puede admitir que prefiere, por mucho, los cachetes llenos de comida de Braus o los asquerosos picos de Mikasa a las caderas delgadas, finas y atractivas de la actriz de los 50's.

Pero Marilyn, oh, Marilyn. Era hermosa.

Generalmente solía pensar que, de confesarse a Sasha, ella lo rechazaría por su condición de amigos. No es como si fuera tan fácil poner en riesgo una amistad con sus sentimientos, tal vez, poco valorados. Siendo tan joven, podía entenderlo.

Levi le dijo que lo hiciera, ya contando con 13 años. Lo hizo, siempre tuvo una insana obsesión por sorprender al mayor y porque se sintiera orgulloso de él.

Sasha lo rechazó, tal como temía. Se deprimió, lloró un poco y Levi le consoló.

Al final del día estaba infinitamente feliz.

Existía una anomalía más en la vida amorosa de Eren Jaeger. Aunque le fascinara los ojos expresivos y el cabello alborotado de Natalia Wood, no se comparaba en lo mínimo con la sonrisa pícara que solía poner Paul McCartney siendo más joven. O la tierna y fingida mirada de Tony Curtis. Nada que se comparara al escalofrío que le recorría de vez en vez por toda su columna vertebral cuando se atrevía a recorrer lascivamente el cuerpo de Robert Plant.

Todo ello definió su sexualidad.

Sin embargo, nadie era rival para su Levi. Manos suaves y frías. Pies sorprendentemente silenciosos. Mechones ocasionalmente rebeldes.

Pero había un problema: Sasha, gran cómplice de la infancia no volvió a hablarle hasta su reencuentro en la facultad.

Podía soportarlo con relativa facilidad, pero si Levi lo destroza, jamás acabará la tormenta.


Puede que el estilo de vida de sus últimos días se haya trastornado un poco de nuevo. Erwin es astuto, le marca ese punto a su favor. No es secreto para nadie lo que la presencia de Hanji en esa casa significa: Fuera de un par de años más para Levi, también que deben comenzar a fingir que se soportan. Es complejo.

Es mañana, casi madrugada; Hanji se quedará con Levi y al otro día Eren deberá arreglar sus cosas y volver al cuarto que comparte con Erwin. Es sencillo, dentro de fingir también tiene que ver en su relación con su esposo; el rubio le comento que era más prudente que volvieran a dormir juntos y le pidió perdón, además de que le había prometido a Hanji ese cuarto en específico. A Eren le costó aceptar, pero finalmente lo hizo. Sin embargo, pidió esa noche.

Toda la noche hablaron. De temas que no alcanzó a escuchar.

Hanji dejó sus maletas en la sala y, después de comer, tomaron una de las botellas de la licorera de Erwin, se metieron Levi y ella en el cuarto del abogado y pusieron música baja. Un par de horas después, el rubio se unió a ellos.

Creep de Radiohead.

Polly de Nirvana.

The Cure, the Police, the Beatles, the Rolling Stones, Led Zeppelin, Aerosmith, Pink Floyd, Scorpions…

¿Era normal estar muriendo de celos? Estaba mal, lo sabía, querer acaparar a Levi todo el tiempo.

Recuerda sus tiempos de antaño y como su gusto musical fue estimulado por el Ackerman, con sus tendencias rockeras y su look de los 18, malo y rebelde, destilando testosterona. Ay, qué envidia.

Cuando un par de risas se escucharon del otro lado, no pudo más. Eren dormiría lo que quedaba de la madrugada. Se echó en su cama y miró el techo absorto, analizando detenidamente cada imperfección en el estuchado de la habitación que lastimosamente tendría que cederle a Hanji al día siguiente.

Y se le ocurrió… tal vez, podría sacarle algo de provecho a la situación, poniendo incómodo a cada uno de ellos, de la mejor forma que Eren Jager puede hacerlo.

*Breve relato de cómo el astuto esposo de Erwin Smith y eterno enamorado de Levi Ackerman utiliza todos sus homosexuales trucos para echar a Hanji Zoe de su nido de amor con el abogado*

.Erwin.

Resulta que molestar a Erwin Smith es más sencillo de lo que parece, pues siendo el rubio una inmutable montaña de paciencia, Eren es un destructor terremoto de irritabilidad.

-Mis maletas, Erwin. -Musitó de mala gana.

-Claro. -Responde el rubio encogiéndose de hombros.

La escena que sigue es sencillamente monótona; A Eren le encanta el polish que lleva en las uñas y por el que Ewin paga bastante cada semana, le fascina jugar a quitárselo de las uñas. Sobre todo con los dientes metiéndose el índice lascivamente a la boca mientras miraba a Levi… Pero como Levi no lo mira solo se lo arranca con saña, hace mala cara y reniega de absolutamente todo.

-Carga con cuidado mis cosas, Erwin. -Dice cruzado de brazos y mirando mal.

-Eso hago, bebé.

-Pues no parece, deberías cargar esa valija con la otra mano.

-Con esta mano estoy bien…

-Mira, vas a tirar mis cosas. Se te van a caer. No, Erwin, que descuidado, usa bien las manos ¿Por qué te tiemblan? -Definitivamente Erwin no sabía que le comenzaba a irritar más si las constantes demandas de Eren o su tono chillón y enojado.

-Ya, Eren. Entiendo. -Respondió en cambio con una sonrisa torcida. - Relájate un poco.

- ¿Que me relaje? ¡Son mis cosas! -Chillo. Y solo ese agudo sonido bastó para que el rubio soltara las cosas del moreno que cayeron ruidosamente, haciendo que los demás huéspedes fueran a mirar. Eren contuvo una sonrisa. - ¡Si ves! -Bramó.

A Erwin se le frunció el ceño por inercia. Listo, Eren lo había conseguido. Comenzó a levantar las cosas del menor fastidiado mientras escuchaba más y más regaños de Eren y las risillas de Levi y Hanji que espectaron la escena desde que escucharon el estruendo.

- ¿Sabes, Eren? Si no fueras tan irritante tal vez no hubiera pasado esto. -Dijo en un tono grotesco y fastidiado, de nuevo Eren tuvo que esconder de una sonrisa.

- ¡Ah, sí! -Comenzó a exclamar.

-Okey, tampoco le hables así. -Lo interrumpió Levi. Al rubio se le olvidaba que no podía decirle nada a SU esposo frente a Levi. -Bájale un poco, Erwin. -Dijo Levi con parsimonia, y a pesar de su tono conciliador, se mostraba una extraña dureza en su semblante.

Erwin quería gritar, obviamente eso lo molestaba mil veces más.

Eren chasqueo.

-Voy a nuestro cuarto, levanta mis cremas. Necesito mi rutina de belleza.

- ¿Cremas? -Cuestionó Levi, pero el susodicho solamente lo ignoró.

Erwin resoplo. Bendito karma tener que lidiar con él. ¿Se equivocó en traer a Hanji?

.Hanji.

Molestar a Hanji no es tan fácil como hacerlo con Erwin. Ella es una mujer bastante relajada, se siente cómoda en su desorden y su extravagancia la hace estar de buen humor la mayor parte del tiempo. Pero, lógicamente, las personas suelen sentirse incómodas en un ambiente ajeno al suyo propio y sobre todo cuando se trata de peleas maritales.

Las discusiones entre parejas suelen convertirse bastante rápido en un dilema para las personas que lastimosamente son sometidas a escucharlas. ¿Qué hacer? ¿Intervenir? Y si lo hace -como Levi hace un rato- ¿A favor de quién? Lo que hace particularmente peligroso intervenir en las discusiones de pareja es que las parejas suelen terminar arreglando sus problemas entre ellos y la tercera persona que intervino en una posición bastante mala.

Así que Eren disfrutó arduamente la cara acomplejada de Hanji cada mañana durante el café mientras discutía con Erwin. "Odio tu corbata", "El café está demasiado dulce", "Mal esposo" y un montón más de etcéteras. Claro el truco siempre estaba en irritar al rubio desde la noche anterior con su rutina de "Belleza" donde simplemente se sentaba frente al televisor y manchaba absolutamente TODO con cremas y mascarillas con olores repugnantes: Aguacate con miel, fresas con huevo, etc. De manera evidente, era solamente para fastidiar a Erwin, Eren no necesita cremas, su cutis es perfecto.

Incomodar a Hanji, a pesar de todo, resultó ser bastante sencillo.

.Levi.

-Letrado, me perdonará usted la indiscreción, pero considero que una profesión debería conllevar un esfuerzo más allá de sentarse a releer docenas de veces las mismas anotaciones.

Extrañamente, el espacio de Levi dentro de la gran casona se había convertido en el gran sofá de la sala, al lado del supercomputador de Eren, que evidentemente era el espacio del muchacho dentro de la gran casona. Mientras Eren solía sentarse a jugar Hereos of the Strom por horas, Levi se sentaba con sus libros y portátil a leer por horas.

Levi sonrió.

-Pensar "conlleva" una tarea mucho más difícil que embadurnarse la cara con cremas olor a huevo.

Eren sonrió también. Si, él lo sabía, parecía un idiota.

-Traje té. -Dijo en cambio. Salvo la distancia del marco de la puerta hasta el sofá, dejó el té en la mesita de centro llena de hojas organizadas y se sentó en el antebrazo del mueble con su propio café dulce. Miro descaradamente la pantalla del abogado. -Tiene cerezas.

Sin dejar de sonreír Levi se quitó las gafas y apartó el portátil. Volteó su rostro un poco hacia arriba para quedarse mirando fijamente a Eren y levantó una ceja.

- ¿Sabes que es de mala educación mirar la pantalla de los computadores personales de las demás personas?

- ¿Ah, sí? -Musito Eren, agrandando su sonrisa.

- Hazte el bobo. -Respondió Levi con divertida ironía mientras se estiraba por su té. Eren se carcajeo.

-Para nada.

-Si, para nada. -Viró los ojos Levi.

-Me imagino que para ti debe ser especialmente molesto. -Comenzó con picardía.

-Bueno, dije que era de mala educación, pero molesto también entra en la definición.

-Y debe ser molesto -Cortó Eren. -Porque debes tener páginas, por decirlo de alguna forma, peculiarmente bizarras.

- ¿Bizarras? - Rio Levi. - ¿Como Bizarras?

-Si, Bizarras. Ya sabes, páginas que no son del gusto de todo el mundo. -Levi se llevó el vaso a la boca y continuó mirando a Eren.

- ¿A qué te refieres con que "no son del gusto de todo el mundo"?

-Que son muy, muy densas. -La expresión de desaprobación de Eren estaba acompañada de entonaciones vocales exageradas que divertían aún más a Levi.

- ¿Mucho, mucho?

-Muchísimo.

Levi acercó su rostro aún más al de Eren y comenzó a susurrar.

-Suponiendo que tu teoría sea verdad, ¿Qué supuestamente página densa estoy escondiendo?

Eren alejo su rostro de Levi y miró hacia todos los lados, cerciorándose de que nadie estuviera cerca, dramatizando aún más el momento. Se acercó de nuevo a su oído y susurro:

-Pornografía infantil, viejo lolicon.

Por regla general Levi odiaba que Eren le dijera así, se pondría de mal genio y bufaría, devolviéndole el insulto multiplicado.

Sin embargo, el buen humor no dejó el semblante de Levi que en su lugar rio audiblemente.

El rostro de Eren se contorsiono en confusión y tartamudeo dos sílabas sin sentido. Levi terminó de reír y se llevó el té de frutas a la boca.

-Pues… -Comenzó a decir, sin dejar de mirar a Eren, llevo una de las cerezas a su boca y la movió con su lengua llenándola de saliva. -Tal vez… -Dijo acercándose más a Eren, puso la pequeña fruta en su labio inferior y, pasándose el pulgar, la sacó de su boca y la puso frente a los labios de Eren quién por inercia los abrió y probó la fruta. -Sea cierto. -Termino Levi.

La cara de Eren se coloreo de un fuerte rojo y con la boca aún abierta saboreo la cereza hasta que le tembló el labio.

Estaba entrando en pánico.

Y Levi lo sabía.

Lo sabía y lo divertía en sobremanera.

Se levantó del sofá ante la cara de espasmo de Eren y se estiró un poco.

-Quiero una ducha. -Dijo con sencillez, comenzando a caminar hacia las escaleras. - Ah, y mocoso, compórtate mejor con Erwin y Hanji, ¿Quieres? -Eren asintió mirando a la nada y Levi dejó el lugar.

Mierda, mierda, mierda.

-Ah. -Gritó, comiéndose finalmente la cereza y tirándose cómicamente por el portátil de su sexy abogado. Volvió a gritar. -Claaaaaveeeeee.

Escucho a Levi reír desde arriba.

-Que las horas frente al computador te sirvan para algo más que darle puños a la mesa.

Grito de nuevo.

Mierda, mierda, mierda.

Definitivamente, Levi le había ganado.


Me perdí mileeees de años y si aún hay alguien por ahí que lea el fic, pues quiero que sepan que re amo los reviews y los he leído muchas veces y cada vez me rio como la primera vez.

Gracias por leer esto. Siempre pueden decirme cualquier cosas por los reviews.