Que divertido era desesperar a los humanos. Sobre todo, ahora más cuando tenía a ese humano bloqueado, tratando de realizar una pintura que lo llevará a la fama nuevamente, la cara de preocupación, las manos presionando el pincel y los ojos fijos en el papel. Todo un espectáculo satisfactorio para él.
—¿Qué harás esta vez? .-se acercó a susurrar al oído del humano mientras sonreía-. ¿Un paisaje? Eso ya aburre~
—Basta .-sollozó el hombre presionando los ojos tratando de no escuchar al demonio que tenía tras de él-. Por favor.
—¡Oh! ¿Un retrato de la mujer de la galería? .-Gen se carcajeo tomando la mano del hombre. Había visto más de una vez el rostro de la mujer en la mente de su pertenencia-. ¿No crees que será muy acosador de tu parte? .-presionó el pincel en el papel y automáticamente un dibujo del perfil de una mujer sonriente apareció-. ¿Qué pensaría de ti? ¿Crees que le gustará? .-sonrió malévolamente al notar el temblor en las manos del artista-. Eres patético. No creo que con eso la convenzas de salir contigo.
Ah, cómo adoraba ver a los humanos caer lentamente en la locura y ansiedad. Cómo ellos se frustraban o se sentían presionados al punto de no saber qué hacer con su vida, era la mejor forma de alimentarse según él.
Quería seguir entreteniéndose con aquel desesperado hombre, pero sintió la presencia de su amigo y príncipe cerca de ese lugar. Era un fastidio que Senku apareciera cuando se estaba divirtiendo tanto, pero ya estaba lo suficientemente satisfecho por ver al tipo tiritar y sollozar. Gen adoraba ser un demonio de la mente y del fraude.
—Me voy por hoy~ Nos vemos en tus sueños y espero pienses en lo que ese retrato significa para ti y tú carrera.
Desapareció de allí justo cuando el tipo soltó el pincel para tirarse al suelo llorando por todo lo que decía. Que maravillosa comida tuvo.
Se apareció justo en un club nocturno de la zona, eso no era uno de los lugares que Senku frecuentaba así que era sumamente curioso, sobre todo porque lo estaba viendo, sonriendo en una mesa cercana de donde se había aparecido.
Lo humanos eran idiotas, cualquiera que fuera un demonio o divinidad se hubiera dado cuenta de que él apareció de la nada allí, pero ellos seguían bebiendo, drogándose y bailando. Tantas mentes que atormentar.
—¡Senku-chan~! Es una sorpresa verte más de una vez en una semana o mes .-sonrió mientras se sentaba junto al príncipe quien lo había convertido en lo que era-. Supongo que esta visita inesperada, la cual interrumpió mi comida, no es para nada grata.
—Sé que se sienten que te interrumpan cuando comes .-la sonrisa que tenía desapareció para dar paso a una mueca-. Me encontré con Tsukasa.
Oh-oh. No hace mucho Gen le había informado a su reina que Senku no tenía idea de dónde estaba Tsukasa, tendría problemas.
—¿Lo encontraste? ¿Dónde? .-su círculo era el del fraude y la mentira. Era un experto en eso, después de todo por eso lo habían asesinado cuando era humano.
—Cerca de mi nueva pertenencia .-se llevó un trago de su vaso de Whiskey a la boca-. Quiero que averigües cuáles fueron sus votos.
—Si hago eso y Lillian-sama se entera mi cabeza estará rodando por todos los círculos del infierno .-no solo eso, también lo enviaría al purgatorio donde tendría que sufrir en el jodido río al paraíso-. Y ni hablar de lo que me hará tu padre.
Las negativas nunca fueron algo que le gustaran al principito. Pues en ese momento Senku lo miraba con una cara que amenazaba con ser él mismo quien lo enviará a sufrir tormentos en el infierno.
—Te estoy dando una orden. No pregunte, Gen .-se levantó para comenzar a caminar fuera del lugar, pero se detuvo al notar que el demonio de la mente no lo seguía-. ¿Qué esperas, bastardo?
Que desgracia era tener que tratar con Senku así, y lo peor de todo era que se notaba que había estado comiendo bien, incluso de más. ¿Por qué ese mal humor?
Resignándose a que era mucho mejor seguir disfrutando en el mundo mortal, lo siguió por detrás, buscando algún indicio en su comportamiento inusual, algo que lo pudiera salvar de hacer algo que no quería.
—También necesito que hagas otra cosa.
—Lo que sea por su majestad infernal .-Gen rodó los ojos mientras seguía a Senku por la calle, no sabía dónde lo estaba llevando.
—Encuentra a Ibara.
—¡¿Qué?!
Ibara, el demonio más repugnante que había conocido y uno de sus torturadores en sus años de castigo, había solicitado al igual que Tsukasa los votos de perdón, alegando que no se sentía satisfecho solo siendo un vil demonio a la sombra de Byakuya y, además, el asqueroso se había encaprichado con una mujer de la que se enamoró, amor que no era correspondido por lo que escuchó.
—Necesito sacarle información al asqueroso .-Senku hurgó en su oído cambiando la dirección de sus pasos.
—Pe-pero, ¡¿Por qué?! ¡¿Qué tiene que ver con Tsukasa?! .-era una locura. Senku mismo odiaba al tipo con todo su ser.
—No dije que tuviera que ver con Tsukasa .-detuvo sus pasos cuando llegó frente a una universidad, exactamente en la que estudiaba su excitante nuevo juguete-. Y cuando descubras los votos de Tsukasa, trae a los demás vagos frente a mí.
—¿Qué estás planeando? .-se quedó viendo el perfil del principito, notando como las marcas en su rostro aparecían mientras sonreía macabramente.
—Venganza, Gen. Haré sufrir a ese bastardo tanto que ruegue volver a tener un pacto conmigo.
Lo sabía, sabía que a Senku aún le dolía la traición y por eso cambiaba su forma de pensar tantas veces, pasando desde querer torturar a Tsukasa a simplemente querer eliminarlo. Su amigo no había superado la traición y muy en el fondo, tenía esperanzas de que el que alguna vez fue su mejor demonio, volviera arrastrándose por su perdón.
—Está bien .-suspiró para ver el edificio frente a él-. ¿Qué hacemos aquí?
—Aquí estudia la putita de Tsukasa .-sonrió mientras se acercaba a la reja de la institución-. Empezaré jugando con ella un poco.
—Te lo digo como amigo. Senku-chan, si tu padre se entera mil años escapando de las tretas de Xeno no serán nada .-estaba un poco cansado de escuchar el plan nada serio de su amigo.
—Si tu no le dices, no se tiene por qué enterar ¿O vas a traicionarme tú también Gen?
Si tuviera que volver a ejercer su antigua profesión, diagnosticaría a Senku con un trauma por abandono.
—Jamás .-sonrió mientras sus mismas marcas demoníacas aparecían en su rostro, recordando su pacto con Senku-. Jamás traicionaré a su alteza el príncipe Senku, mi vida eterna le pertenece a la familia infernal.
Eso era verdad, porque de solo pensar en la imagen que tenía Lucifer en el infierno era algo que lo detendría de cometer cualquier traición, eso y que Senku era su amigo, el único que le había echado una mano cuando no sabía qué hacer después de su tortura.
Pero no quitaba el hecho de que sus peticiones lo llevarían a un terrible problema.
Una mierda estaba siendo sus últimas dos semanas. Lo único que la reconfortaba era que sus calificaciones habían subido después de los últimos exámenes, pero estaba frustrada, todo por culpa del vil incubo que había estado siendo más constante en sus acosos. Seguía besándola, seguía tocándola y cuando se sentía caer en sus juegos, se iba de allí riendo como que hubiera hecho la mejor jugarreta de la historia.
Sinceramente, no entendía a Senku. Primero parecía ser firme en su decisión de... De tener sexo con ella, pero ahora solo se lo decía.
"Déjame cogerte"
Y si ella se negaba, él se reía para poder desaparecer de allí, incluso su aroma se notaba mucho más en su cuarto, pero ¿Por qué? ¿Qué era lo que había hecho que su Demonio personal dejará de ser así con ella?.
Y pensando en el diablo, allí había aparecido esa noche mientras ella estaba realizando sus deberes.
—¿Qué haces, Leona? .-se apareció justo en la cama de la rubia, moviendo su cola de un lado a otro.
—¿Por qué siempre te apareces así? .-soltó un gruñido mientras se giraba para verlo. El muy maldito demonio tenía una sonrisa egocéntrica en su rostro-. ¿Es que acaso no tienes ninguna manera de avisarme? Algo como "Oye, voy en camino a acosarte sexualmente y después irme como si nada pasará, porque soy un demonio hijo de puta".
—Nop. Es divertido verte dar saltos cuando aparezco .-se carcajeo antes de levantarse para mirar la laptop de la Leona-. ¿Qué se supone que haces?
—Tarea, los humanos tenemos que hacer horribles tareas, pagando en una universidad que solo nos hace soltar lágrimas, sudor y una que otra vez sangre .-bufó mientras se volvía a girar para continuar sus deberes-. No sé cómo sea el infierno, pero estoy segura de que ya lo vivo en la universidad es peor.
Eso simplemente hizo que el demonio detrás de ella volviera a carcajearse. Estúpido bastardo que no notaba su sufrimiento.
—¡Definitivamente el infierno es mucho peor, Leona! .-lo divertía, de todas maneras, lo divertía esa humana-. No puedo esperar a tenerte en el segundo círculo, prometo atormentante más que la universidad y ver cómo te tragas tus palabras.
—Ah, que seductor que digas eso antes de comenzar con tu comida .-rodó los ojos mientras seguía tecleando en la laptop-. Escucha, tengo que terminar esto. Así que, por favor, por los dioses o quien quiera que sea tu jefe ¿Puedes dejar que lo acabe? Solo demorará un par de minutos más, puedes ir a comer a otra parte mientras.
—Aburrida .-sonrío mientras volvía acercarse a ella-. Puedo divertirme de otra manera mientras.
Kohaku se giró para quedar cara a cara con el maldito, apuntándole con su dedo de forma acusadora.
—Te lo ruego. Seré cooperativa si me dejas tranquila por un rato, pasó todas las mañanas por tu departamento para que comas, haces que me duerma en el metro y que casi no llegue a mis clases. Solo hoy déjame estudiar tranquila, entiéndelo maldito Incubo.
Quizás tuvo que haber sido un poco más clara con sus palabras, porque el demonio sonrió como si le dieran un dulce a un niño.
—Vale .-Senku volvió a la cama para recostarse-. Van dos veces que te pregunto algo, ya te dije que odio repetir las cosas.
—Es un ensayo nutricional .-suspiró frotando sus sienes, sentía que en cualquier minuto tendría un dolor de cabeza-. Cualquiera diría que mi carrera estaba alejada de todas las cosas que tuvieran química, física o matemáticas. Pero no, tienen mucho que ver al parecer.
—Si tanto lo odias ¿Por qué simplemente no dejarlo? .-se acomodó de mejor manera para no perder la mirada de la rubia-. Los humanos se estresan por cosas que ellos mismos provocan. Si no te gusta algo, déjalo. Si te disgusta hacer algo, no lo hagas. Si odias algo, elimínalo.
—¿Quién dijo que lo odiaba? Se supone que puedes leer mi mente y sabes todo sobre mi.
—Estoy tratando de no aburrirme, así que por estos instantes no leeré nada .-sí, podía simplemente entrar en la mente de ella para saber que pensaba, pero si se quedaba quieto sin hablar se aburriría demasiado.
—Te odio .-suspiro sin dejar de teclear-. Nunca fui buena en los estudios.
—Eso ya lo sé. Dime algo nuevo, leona.
—¡No soy una Leona! .-gruño nuevamente tratando que eso no la distrajera de sus deberes-. Nunca fui buena, siempre tuve ayuda de un amigo o de mis amigas en las materias, pero siempre quise entrar en esta carrera. Y no la odio, es algo que algún día me hará feliz, es con algo con lo que podré realizar mi sueño a futuro.
—Sé de eso .-sonrió con un poco de burla, a ver si su energía no se agotaba antes de que cumpliera lo que se proponía-. Pero para ser más un dolor de cabeza para ti. Te has ganado varias discusiones con tu padre, malas miradas de tu hermana .-la señalo mientras ensanchaba su sonrisa-. A esa hermana que salvaste, por cierto.
—Las miradas de Ruri-nee son más de lástima .-aunque estaba cansada de escucharlo hablar, decidió que lo mejor sería seguirle el juego si de esa manera la dejaba trabajar tranquila-. Mi padre no lo entiende, pero me apoya... Muy a su manera lo hace.
—¿Por qué los humanos son tan patéticos con sus sueños? .-su sonrisa no se borraba, había algo que lo divertía en hablar con aquella humana-. Podrían ser más originales con lo que quieren.
—¿Nunca has tenido un sueño? ¿Nunca has querido lograr algo en tu vida?
El demonio se quedó en silencio un buen rato, ella no le tomó importancia y continuó con lo suyo, no le faltaba tanto y era algo que tenía que entregar al día siguiente.
—Tengo libertad de hacer lo que quiera .-la humana frente a él se sobresaltó un poco, pero disimulo bien. Eso le hizo gracia-. He logrado todas las cosas que me he propuesto, hay veces en que mi viejo me recuerda mi destino, pero no se interpone en lo que hago… .-frunció un poco el ceño recordando, nuevamente, que quizás esa última parte no era del todo verdad puesto que Byakuya solo lo detuvo en eliminar al traidor-. No tengo sueños, ni nada por el estilo. Tengo derecho a hacer lo que quiero, puede que después de hacerlo me lleve algún castigo, pero lo hago.
—¿Cómo es eso? ¿Qué clase de castigo puede tener un demonio? .-vale, ahora sí tenía su atención.
—Los demonios somos torturadores y torturados .-las marcas en su rostro aparecieron sin siquiera pensarlo, quizás era emoción de hablar de eso por primera vez-. Después de todo, el infierno está hecho para pecadores.
—¿Y tú padre te castiga? .-giró la cabeza para verlo un par de segundos, notando como su cola seguía moviéndose de un lado a otro-. ¿No puedes dejar esa cosa quieta? Me perturba.
—No es un castigo, solo lo que merezco por ser como soy, pero como dije, tengo la libertad de hacer lo que quiera .-sonrió sentándose en la cama mientras cruzaba las piernas-. Puedo, pero si te perturba lo haré con más ganas, Leona.
—Justo cuando estabas comenzando a caerme bien .-suspiró volviendo la vista a la laptop. Por un momento pensó que esa era la primera conversación real que tenía con él.
—Me odias, lo sé .-cruzó las piernas sin borrar su sonrisa egocéntrica, nunca había hablado tanto con una pertenencia, más que nada se centraba en torturarlas-. También pensaba que era nuestra primera conversación real, pero no te acostumbres humana.
—¡Dijiste que no leerías mi mente, bastardo! .-gruño y se giró hacia él-. Bien, ya acabé. Ahora terminemos con esto para que te largues de una vez y me dejes dormir en paz.
—Hace tiempo no me reclamas por tus sueños, ya sé que te encanta verme allí .-se carcajeó mientras la acercaba a él con la cola enrollada en su cintura.
—Eres una escoria .-quería golpearlo, pero ya sabía bien que si lo intentaba no serviría.
Senku solo se rio antes de acercarse a besarla mientras la sentaba sobre su regazo. Como de costumbre ella trató de resistirse un poco pero siempre caía, sobre todo cuando el Incubo metía la lengua a su boca, ella terminaba por corresponder a todo eso, incluso ahora que él tenía las manos sobre su trasero como si nada, pegando sus caderas a él para que pudiera sentir lo que no quería, su maldito miembro.
—Así que te gusta eso .-con su cola atrapo sus muñecas y la levantó para dejarla sobre la cama-. ¿Te gusta que use mi lengua, Leona? .-colocándose sobre ella, se acercó a lamer su cuello lentamente hasta llegar al lóbulo de su oreja.
—N-no dije eso .-mordió sus labios cerrando los ojos al sentir la lengua del demonio pasar por su cuello, había sentido un escalofrío.
—Sé dónde te gustará más que la ocupe .-sonrió bajando sus manos hacía el pantaloncillo de dormir de ella-. Voy a probarte, Leona.
—¡¿Qué cre-crees que haces, idiota?! .-trato de patearlo, pero fue en vano. Senku ya leía todos sus movimientos.
—Dijiste que cooperarias, no cambies tan rápido de círculo .-sonrío cuando por se deshizo del molesto pantalón.
Kohaku no podía con el ardor de su rostro, el maldito demonio le sujetó las piernas de manera que estaba viendo toda su intimidad, quería golpearlo, en serio que quería golpearlo y mandarlo directo a donde sea que vayan los demonios cuando murieran.
—Después de esto, no vas a querer que me vaya .-se relamió sus labios mientras sujetaba con fuerzas sus piernas, bajando la cabeza hasta poder olfatear la intimidad de su pertenencia-. Voy a darme un festín aquí, leona.
—N-no lo ha-hagas .-cerró los ojos tratando de liberar sus muñecas, qué manía tenía el de maniatar sus manos con esa cola.
Kohaku soltó un quejido cuando la lengua de Senku se acercó a lamer sus labios mayores, solo usando la punta de está.
¿Cuánto tiempo más podría resistirse a él?
Oh mierda, sabía condenadamente bien esa humana.
Alzo sus piernas para poder tener un mejor acceso, ignorando todas las quejas que ella le ponía. Todavía podía leer su mente, lo cual lo dejaba un poco aliviado porque sabía que ella seguía pensando en qué podría resistirse ¿Cuántas más iba a pelear? Lo divertía, sí, pero algún día se iba a cansar y simplemente la tomaría por la fuerza, como con todas sus otras pertenencias.
Acercó su lengua para poder lamer el pequeño botón que sobresalía en su intimidad y rio ronco cuando ella soltó un gemido nuevamente, la energía que ella transmitía en esos momentos era exquisita, el festín que se daría si ella llegaba al orgasmo sería mucho mayor. Con su lengua recorrió desde su clítoris hasta su entrada, la cual estaba húmeda y solo por una leve lamida, la humana era demasiado sensible, eso le gustaba, demasiado, pero se tenía que contener para comprobar la teoría que llevaba practicando esas semanas. Si era su placer lo que lo detenía de leer su mente o era el de ella, hasta ahora no había fallado del todo, pero no sabía cuál era la brecha entre su placer y el de la humana.
Sin dejar de lamerla, acarició los muslos de la chica provocando que ella temblara aún más ante su tacto, que sensible. Sonrió para pegar su boca y comenzar a succionar el clítoris, haciendo que Kohaku soltará más de esos gemidos, claro que la mayoría venían acompañados de insultos y algunas súplicas porque se detuviera, pero su mente era otra cosa.
—Sabes bien, Leona .-sonrió mientras soltaba una de sus piernas para acariciarla suavemente-. Lo estás disfrutando, no me pongas esa cara .-rio mientras presionaba la pierna contra la cama, evitando que Kohaku hiciera un movimiento estúpido.
—¡Eres una escoria! .-sus ojos seguían cerrados, en parte por el miedo que sentía y por el placer que le provocaban las lamidas.
Él solo la ignoró para continuar con su tarea, está vez lamió de un lado a otro el clítoris en lo que ella arqueaba la espalda tratando de alejarse de aquella juguetona lengua. Al notar como ella dejaba la pierna quieta, alejo su mano para comenzar a pasar la punta su dedo índice en la entrada de su intimidad, sin llegar a meterlo pues le divertía como ella movía las caderas tratando de alejarse, pero solo hacía que él lamiera mucho más rápido.
Dejó de jugar después de que sintió como su entrada comenzaba a mojarse y sin más, metió su dedo escuchando un grito por parte de ella. Estaba mojada, completamente mojada y solo con tan pocas caricias, vaya humana más divertida era esa. Comenzó a meter y sacar el dedo lentamente alejándose un poco para ver la cara de su querida pertenencia, sus ojos estaban cerrados y los gemidos seguían saliendo de su boca.
—Pa-para, po-por favor .-lloriqueo un poco, pero sonó más como una súplica para sus oídos y el sonrío satisfecho con la reacción.
Así que simplemente metió otros de sus dedos y ella...
—¡Se-Senku! .-grito su nombre, era un grito más que un gemido.
Y allí, fue el momento en que él dejó de leer su mente. Bien, se acabó la diversión por ese día.
—Bueno, satisfecho .-alejó sus manos y soltó tanto sus piernas como muñecas-. Podríamos haberla pasado mejor, pero lo arruinaste .-bufó mientras se sentaba en la cama, notando como ella respiraba agitada.
Ah, la maldita humana quería más de eso, pero nunca fue de su agrado cumplir cosas que estaban fuera del trato, no cuando él no podía divertirse leyendo los pensamientos de sus pertenencias, pero por alguna razón, sintió algo extraño cuando ella abrió los ojos para mirarlo con los ojos oscurecidos de deseo ¿Qué mierda? No. No iba a continuar si ella le bloqueaba sus pensamientos, así que simplemente se desapareció de allí para volver a su departamento, su olor esta vez provocaría que ella se durmiera y no recordará eso, por esta vez no quería que ella lo recordará.
Se recostó en su cama viendo el techo pensando en la mirada de la rubia, no era la primera vez que una humana lo miraba de esa manera, pero había algo en sus ojos que lo desconectaron de sus propios pensamientos por un momento.
A la mierda, mañana era el día que comenzaría con sus planes de venganza. Lo que esa humana quisiera no era importante.
Lo que importaba ahora era empezar a hacer sufrir lentamente a ese traidor.
Kohaku suspiró mientras miraba por la ventana de su cuarto. La noche anterior el maldito Incubo se había pasado de la raya, o eso era lo que recordaba antes de quedarse dormida sobre su cama. Por alguna razón, sus recuerdos solo llegaban hasta la parte en que Senku se acercó a su intimidad, pero nada más. Solo sabía que el maldito había hecho algo que la dejó agotada.
Vio la hora en su celular, era tiempo de levantarse para ir a la universidad... Y alimentar a ese jodido demonio para que no la molestara en todo el bendito día.
El departamento ya estaba vacío, su hermana se había ido a trabajar hace un buen rato, lo cual era mejor porque cuando Kohaku se vio en el espejo tenía unas ligeras ojeras, todo culpa del maldito bastardo. Simplemente se ducho, desayuno lo primero que encontró y se encamino al departamento de enfrente, pero no hubo respuesta.
Bueno, ella no era la única que le daba de comer después de todo, quizás estaba jodiendo a otra persona. Mejor para ella.
—Por fin, un día completamente normal .-estaba demasiado aliviada, había podido llegar a tiempo a la universidad.
Pero, como siempre la mala suerte que tenía desde que hizo el trato con Senku se hizo presente.
—Sé que estamos a mitad de semestre, pero eso no quita que tengamos una alumna transferida. Les quiero presentar a su nueva compañera, Ishigami Homura .-su profesor habló animadamente mientras dejaba pasar a una chica pelirrosa que conocía bien, la súcubo hermana de Senku.
Casi de inmediato, la hermana de su querido demonio le dirigió la mirada y además de eso, una mueca de asco ¡¿Quién se creía que era?!
—¿La conoces? .-Kirisame susurro en su oído, su amiga claramente se había dado cuenta del choque de miradas.
—No .-negó mientras volvía a tomar atención a las clases, lo que sea que la súcubo estuviera haciendo allí, no era de su importancia.
Las clases terminaron sin ningún drama, apenas vieron a Minami ese día porque la chica se encontraba en su semana de exámenes, tanto Kohaku como Kirisame estaban agradecidas de ya haber pasado esa pesada semana, pero la mala suerte de Kohaku, nuevamente se hizo presente en la salida. En carne y hueso, de hecho.
—¿Ese no es tu novio? .-Kirisame señalo al estacionamiento y efectivamente, allí estaba Senku sonriendo en su dirección.
—¡No es mi novio! .-¡¿Por qué estaba allí?! ¡No podía ser verdad!
El desgraciado, simplemente se acercó a ella, de verdad que quisiera darle un golpe en la cara en esos momentos.
—Hola leona.
—¿Leona? .-la de rastas alzo la ceja mientras veía a su amiga divertida con el apodo.
—Es una Leona .-sonrió evitando el golpe que Kohaku trato de darle con el codo-. Ishigami Senku, un placer.
—¿Qué estás haciendo aquí? .-Kohaku gruñó viendo como el trataba de estrechar la mano de su amiga, inmediatamente se colocó en medio de ambos.
—Que mal educada, Leona. Solo quería presentarme con tu amiga .-la jaló hacía él para robarle un beso rápido, mientras presionaba su muñeca con algo de fuerzas-. No seas celosa .-rio un poco al soltarla, aún con la mala mirada que ella le daba.
—A-ah, y-yo pue-puedo de-dejarlos so-solos .-Kirisame no hallaba donde meterse, sintiendo que estaba haciendo un mal tercio allí-. So-soy Ayanami Kirisame, por cierto.
En serio, que Senku ya le estaba fastidiando mucho la vida como para molestarla en la universidad también. Encima tratando de meterse con su amiga, no eso no se lo permitiría.
—Tranquila Leona .-nuevamente sonrió al leer los pensamientos de la chica-. Solo he venido por mi hermana .-señalo detrás de ella ensanchando su sonrisa al notar con la persona que venía Homura.
Kohaku de inmediato se dio vuelta, y casi suelta un grito al notar que Homura venía acompañada de una sonriente Minami.
¿Qué mierda estaban planeando esos hermanos demoníacos?
Continuará…
Ya, todos/todas/todes sabemos que cuando nombran o aparece Ibara las cosas se ponen feas xD
También, aquí está la verdad porque Senku deja a nuestra querida Leona con las ganas, a ver si no se lo terminan arrimando a él primero… Digo, que pena por ella x/D
¿Cuál es el plan de Senku? ¿Qué quiere del asqueroso viejo? uwu
¡Perdón por lo poco! Gracias por quienes siguen leyendo esto.
Perdón por las faltas de ortografía y la mala redacción.
¡XOXO!
