Fic
La Boda de mi mejor Amiga
Por Mayra Exitosa
Capitulo SIETE
Un hijo de Candy
En el aeropuerto llegaba desesperado William Albert, bajaba del jet y un auto lo esperaba, apenas llegaba, notaba las altas horas de la madrugada, sabía que no eran horas de visita, pero tenía que ir y hablar con ella, ¿Cómo que se iba a casar con Alistar? Tanto buscarla y ella elegir a otro. Entraba a la mansión y quien estaba a esas horas con un té en el salón principal era su madre,
- ¡Hijo! Que sorpresa. - ¿Madre? ¿Qué haces despierta a estas horas? - Estaba esperando que sean horas prudentes para hacerte una llamada. - ¿A mí? - Si, a ti.
Candy llegaba en el auto a la casa de campo de su abuelo, tenía poco tiempo de haberla comprado, planeaba tener un lugar para llevar a Anthony y enseñarlo a montar, que estuviera lejos de la ciudad y de toda la mancha urbana, a nadie de la familia les gustaba el campo y la vida simple, todo era trabajo, olor a animales y la casa era pequeña e incómoda. Su abuelo, abría las puertas luego volvía al auto y le quitaba al niño para que ella pudiera bajar. Habían manejado durante toda la noche y estaban agotados, entraban y se iban a las habitaciones a descansar. Todo estaba limpio, el personal debía estar en la casita anexa.
El abuelo Richard entraba en una habitación, recostaba a su nieto y ella se quedaba ahí con él. Luego se iba a otra habitación y se dormía procurando que las cortinas estuvieran cerradas para que el sol no los despertara.
Los climas eran encendidos, tenía una subestación central de luz, la casa la había mejorado, estaba más limpia y acondicionada, pero seguía igual con solo dos habitaciones, contaba con un matrimonio que cuidaba la propiedad, tanto la granja como los caballos y animales que ahí tenía. - Descansa hija, si el niño despierta, te ayudaré. - No te apures abuelo, soy enfermera, sé doblar turnos y mi hijo si le doy de comer se quedará aquí conmigo. - Candy, sabes que no le avise a nadie. - Si, lo sé, Gracias. Es mejor así.
En la mansión Andrew, Albert escuchaba todo lo que había sucedido y como los Cornwall se ponían mal con Alistar cuando se supo que la novia era madre soltera. Su misma hermana Rosemary le había informado y todo el pueblo no hablaba de otra cosa que del niño que traía Candy. - Hijo, vi al niño, es muy parecido a ti.
Albert se sentía descubierto, lo había pensado, pero creyó que por ser su primera vez no habría consecuencias, más también recordaba que lo habían hecho en varias ocasiones y que ambos estaban muy efusivos por el vino que habían ingerido, ahora ella estaba de regreso y con su hijo.
- ¡Mamá! Yo… en la boda de Rosemary, habíamos tomado mucho y Candy igual, nos quedamos ahí, la seduje y me propase, la he amado desde que la conocí, para mi ella no solo era mi amiga de mayor confianza, era mi complemento, me gustaba cuando se ponía celosa y cuando me defendía de quienes comentaban algo de mi o de mi hermana, ese día Gloria apareció y dijo cosas muy desagradables, Candy las escuchó y se fue muy enojada, sin darme oportunidad de explicar nada, realmente me molesté por la falta de confianza hacía mí, la busque, pero sus abuelos la esconden cuando ella no quiere saber nada de alguien, ya había pasado antes con un hombre que la estaba persiguiendo, le ayude en aquella ocasión, cuenta con sus abuelos que son muy apegados a ella, lo que quería era que Gloria no asegurara que Candy y yo habíamos estado juntos, nadie nos había visto y deseaba cubrir su reputación, era su primera vez, ¡no nos cuidamos mamá!
Te juro que busque a Candy, pero estaba molesta, con justa razón, ese día entregue todo el salón de la boda de George y Ross, realice los pagos finales, para cuando termine ella se había ido y nunca me dejo encontrarla, tampoco la olvide, por eso vine, porque Stear me llamó, me dice que se va a casar y yo…siempre la he amado, mamá. Pauna lo abrazaba con ternura, no podía hacerle ninguna reclamación, era un adulto y ellos fueron irresponsables, pero eso tenía reparación. Ella con cierta sonrisa comentaba,
- Mi nieto es hermoso, apenas lo vi y me desmayé del impacto, luego al despertar, el niño me daba besitos… Creo que Alexandra también notaba ese parecido, no entiendo como Stear no lo comparaba contigo, son de la edad, le llevas algunos años, más en las fiestas siempre se veían como grandes amigos.
Pauna lloraba enternecida contándole como el pequeño tenía dos años y dos meses. Albert le decía que era la fecha exacta del matrimonio de su hermana y el embarazo de Candy. Luego abrazaba a Pauna, mientras continuaba enternecida,
- Tienes que casarte con ella, sabe que reconocí al niño, lo sabe. No dije nada porque estaba ahí Alexandra, pero como le decía que el niño era tan parecido a ti a su edad. Se llama Anthony, tengo un nieto precioso, William, un nietecito que camina y sonríe y es feliz.
- Mamá, yo soy padre, de un hijo con Candy. La única mujer a la que he amado incondicionalmente. - ¡Y es mi nieto, mi nieto!
- No puede ser que hayas dejado pasar tanto tiempo William, ni siquiera ir hasta donde estuviera, y que averiguaras lo que habías hecho.
- Mamá no quería obligarla, quería que ella estuviera tranquila, presionar a Candy es tratar con sus abuelos y ella teme al matrimonio, recuerda que somos confidentes, ella siente que su padre la abandonó y su madre sufrió horrores ante los ojos de ella, para ella el matrimonio es un cuento de hadas.
- Que casualidad que Stear encontró la forma de comprometerla, dice que fue público, que no le dio oportunidad de negarse, se le declaró en una avioneta y le puso el anillo frente a un restaurant completo. Vamos hijo, te faltó imaginación, ahora resulta que tu sobrino es mejor que tu en los negocios.
- ¡Mamá! Tu conoces a los Cornwall, nunca iban a aceptarle a Candy, menos con mi hijo, pero ella porque lo permitió ¿lo amaba?
- No, ella dijo que era un amigo, luego sabía que estaba ahí pegado a ella, que sus detalles la convencieron, y tu mientras tanto…
- ocupándome de todos los negocios que me dejaron, si madre, creí que Candy me perdonaría y me buscaría, pero nunca que me ocultaría a nuestro hijo, que culpa tienen ese pequeño.
- Ella lo sabe, conquístala hijo, y pobre de ti si se te escapa, ni a Stear se le fue y mira que es un Cornwall, su abuelo me molera cuando se entere que ese niño es un Andrew
- No lo permitas, sabes sus cualidades y… sus debilidades.
- Lo mismo te digo, quiero a mi nuera y a mi nieto y los quiero antes de que los Cornwall casen a su hijito.
- ¡Mamá!
-¿No puedes hijo?
Continuará…
Gracias por continuar leyendo y comentando esta y todas las historias que estamos escribiendo
Seguiremos con más Historias de Albert y Candy
Un abrazo a la Distancia
Mayra Exitosa
