500 palabras que me espantan XD
7. Celos
Heero estaba sorprendido de las ganas que tenía de asesinar a sus propios hombres. Los desconocía por completo. Siempre habían tenido una actitud más seria, ¿desde cuándo eran tan habladores y alborotados?
Y peor, ¿tan… irritantes? Nunca le habían parecido de esa forma. De hecho, le agradaban, los consideraba responsables y confiables. Sin embargo, estaban actuando totalmente fuera de lugar con Duo. Lo trataban como si fuese un camarada al que podían llamar por su nombre e incluso coquetearle.
Sí, porque mientras la gran mayoría del equipo parecía admirar a Duo, a un pequeño grupo parecía haberle llamado la atención de otro modo.
Ya había perdido la cuenta de la cantidad de veces en que señalaron lo atractivo y seductor que lucía el enviado de Preventers "enfundado en negro". Eran conversaciones que surgían nada más Duo se alejaba un poco, pero tampoco se cuidaban de que no llegaran a sus oídos.
El estúpido trenzado solo les sonreía divertido, como si le agradara ese tipo de atención sobre él.
Fue un alivio cuando llegó la hora de almorzar y pudo alejarse de todos. Como era parte de su rutina, se reunió con Relena a comer, quien le preguntó qué tal iba su segundo día "de trabajo cooperativo" y no presionó cuando no emitió palabras al respecto, aunque tuvo que soportar sus ojos azules escrutadores analizándolo cuando notó que no probó bocado.
Tenía un nudo en la garganta, o en el estómago, no estaba seguro. Era como si todo el estrés provocado esa mañana se hubiese quedado atascado allí, en alguno de esos dos puntos.
Después, más pronto de lo que le hubiese gustado, debió regresar al exterior para continuar viendo cómo Duo les planteaba diversos escenarios a sus hombres, solicitándoles que reaccionaran en consecuencia. Era lo mismo que había hecho durante la mañana, pero el colmo fue cuando, al terminar, uno de sus hombres lo invitó a salir directamente.
—Lo pensaré en un futuro —contestó Duo, desatando la risa de todos, menos la suya.
¿Era idiota o qué? ¿No sabía nada de ser profesional? No había venido aquí a compincharse o inmiscuirse con alguno de sus hombres, sino a hacer una evaluación.
—Ya basta —dijo frío y todos se volvieron a mirarlo. Parecieron recién recordar que estaba ahí y que debían actuar correctamente—. Dispérsense.
Sus hombres se disculparon y corrieron fuera de escena.
—Compórtate —soltó ofuscado.
Duo, sorprendido, levantó una ceja en su dirección.
—Oye, Heero, ¿acaso tú…?
Lo estaba mirando con curiosidad como si no pudiese terminar de creer lo que estaba pensando. Luego sacudió la cabeza, dijo "olvídalo" y se fue balanceando la trenza rítmicamente de un lado a otro.
Heero descubrió lo que había cruzado por su mente cuando, ya encerrado en su habitación, imaginó a su hombre y a Duo juntos. El estómago le ardió de tal forma que casi vomitó fuego por la boca y contuvo a duras penas las ganas de ir a gritarle que sobre su cadáver saldría con alguno de sus hombres.
