La primera vez que Harry y Dudley cocinaron juntos, bajo la supervisión de Petunia, hubo muchas miradas de sospecha por parte del azabache y miradas nerviosas por parte del rubio que simplemente se había dado cuenta de que quería conocer a su primo, de quien solía burlarse y a quien solía empujar, al final siempre felicitado por su padre.

En la primera comida que hicieron, que había sido una torta de chocolate por petición del niño más corpulento, habían seguido los pasos al pie de la letra, siempre nerviosos a su manera y Harry mirando receloso a Dudley por si se le ocurría sabotear la receta y luego culparlo para que tía Petunia nunca le permitiera pisar la cocina nuevamente.

Cuando, ayudados por Petunia, sacaron el dicho pastel del horno, pudieron ver que se les había quemado.

Petunia no había dicho nada, porque quería que los niños aprendieran por sí mismos a qué temperatura debía estar el horno, o cuántas horas debía estar en el horno el dicho alimento.

No los retó, pero sí les pidió que probaran la torta, que afortunadamente no era tan grande.

Dudley expresó un "¡aj!" sonoramente y se apresuró a mirar a Harry, quien hizo una mueca pero continuó comiendo su porción, probablemente porque algunas de las comidas que comía estaban quemadas o duras.


Notas: Sí... Petunia parece mejor madre/tía, pero tampoco olvidemos que está dejando que dos nenes de cuatro años se las arreglen en la cocina. Además, si parece demasiado justa con eso de "ellos tienen que aprender", podríamos pensar que está en conflicto sobre cómo tratar, al mismo tiempo, con el hijo que tanto ama y el sobrino que tanto odia cocinando juntos.