Capítulo 6

Morgan se encontraba en un lugar oscuro y frío atronador.

Cuando se percató de la oscuridad, la peliazul busco su espada como pudo pero se percató que no la tenía en su mano.

En eso, gritos y gritos se empezaron a oír.

Miedo, ira, dolor y sufrimiento...de tantas personas pero había voces reconocidas...

_-Por favor...dejame!.- dijo una voz de una diva conocida junto a unos golpes atronadores.

El sonido de una silla intentado ser movida débilmente se escucho seguidamente con la voz de...

-Por favor...déjame salir...- era la voz de la tímida arquera de las águilas negras

-DOROTHA! BERNADETTA!.- la estratega empezó a correr intentado seguir los gritos.

Pero los gritos cesaron cuando una visión horrible apareció.

Eran todos los cadáveres de los miembros de su casa, cubierto con energía oscura atravesando su pecho y todo su cuerpo.

Dejando un gran charco de sangre que sus botas votaron, hasta que unos ojos rojos intensos aparecieron enfrente de ella.

-VOLVI...PLAGA DE NAGA!...-

-Eh?...- cuando se percató del mundo real, Morgan estaba enfrente de el espejo que había dentro de su habitación...

-Soy la sangre del estratega y de Grima... aunque no quiera...reconocerlo.- la peliazul sabia que un día llegaría que manifestará estas pesadillas.

Ella fue concebida cuando Robin no despertó a Grima pero la energia oscura de este...se transfirió parte a ella.

La sangre de su madre que tiene relación con Naga, le permitió suprimir la energía negativa pero parece que el poder oscuro se esta fortaleciendo y empezaron con esta pesadilla.

Se acercó a la espada [Falchion] y la levanto pars reflejarse en esta.

-Si por alguna razón horrible del destino el intenta aparecer en este mundo...acabaré conmigo para evitar provocar sufrimiento...- pensó con determinación antes de tomarla y colocarsela para salir de su dormitorio tranquilamente.

Mientras se dirigía al aula, Morgan estaba pensando si habría posibilidades de su aparición en este mundo ya que; no hay nada de su cuerpo para que tenga posibilidades.

Pero con el poder del dragón caido, no sorprendería que pudiera volverse un caos mas alla de su mundo.

Llegando al aula, se fue a sentarse a una de las mesas y saco la Falchion para empezar a limpiarla tranquilamente.

Sabía que el arma nunca se rompería o algo por el estilo pero nunca esta mal limpiar sus armas.

Habia adquirido un espada de acero, sus grimorios mágicos parecían recargarse solamente y destruirse como pasaría en su mundo.

Terminando de limpiar la espada, noto la presencia de Byleth entrando al aula; siendo semana de clases.

-Comencemos con esto rápido, ya que el conocimiento engrendra todo la experiencia.- dijo con su voz monótona mientras miraba su notas para la clase.

Por más que Morgan intentará ocultarlo, internamente sus ojos brillaron como si de una niña pequeña fuera.

Los temas fueron desde simples hasta algo intesivos, en eso se le ocurrió preguntarle a su profesor.

-Profesor, una duda...es sobre el manejo de la lanza; ¿cómo se puede adaptar a alguien de mi estatura?.- pregunto la peliazul a la reencarnación de su padre.

Byleth empezó hacer un análisis rápido, la estatura de Morgan era algo baja siendo casi de la misma estatura que Bernadetta.

-Podrias usar un estilo fuerte y firme, pero tendrías que mejorar tu fuerza física de manera considerable para poder compensar.- comento el mercenario de pelo verde oscuro.

-Gracias profesor!.-

Byleth mantuvo su mirada estoica pero muy adentro algo sintió felicidad por ella pero fue imperceptible.

...

Faltaba pocos días para encargarse del grupo de bandidos, Morgan se encontraba leyendo tranquilamente en la biblioteca hasta que el profesor Byleth entro.

-Morgan, necesitaré que en la misión que viene seas la segunda al mando.-

-La segunda al mando profesor? porque?.- La peliazul había cerrado el libro y miro al mercenario ante el comentario.

-Será la primera vez que muchos tomen una vida, deberás ser un apoyo emocional para evitar que se vean aturdidos después.- ya afuera de la biblioteca, empezaron hablar mientras caminaban hacia el área del comedor.

-Entiendo...siempre es difícil el tomar una vida, pero una vez mi padre me dijo una frase: El derramar la sangre no es lo que importa en ocasiones...-

-Si no de quién sea la sangre que se derrama. Conozco esa frase, mi padre me la dijo cuando inicie en ser mercenario.- contesto el profesor llegando al comedor junto a la estratega de cabello azul.

-Bueno Profesor, me retiro. Voy a practicar lo que me dijo para utilizar la lanza.- comento alegre mientras se empezaba a retirar.

La razón por la que Morgan quería aprender a usar esa arma, es para poder variar su arsenal y así ser menos predecible en el combate ya que podría poner en una situación al enemigo sobre que usará.

Aparte quería poder superar a su madre sobre el uso de diferentes armas.

Llegando a la plaza de armas, noto que se encontraba vacía a comparación de otras ocasiones; por lo que tranquilamente tomo una lanza de madera que servía de práctica.

-Estilo: Pesado y Firme...- con una respiración profunda, empezó a hacer movimientos que intentarán seguir acordé a lo que le dijo Byleth.

Pero siempre terminaba en una posición muy expuesta y que fácilmente terminaría con una apuñalada bastante profunda a manos de una espada de bronce incluso.

Se concentro tanto en seguir practicando que no se percató de que alguien había entrado al lugar y la observaba.

-Amateur!.- grito mientras daba un golpe pero sus pies no se estaban bien colocados, provocando que estás choquen y se cayera.-Wuaaaaa!.-

Pero fue detenida por los brazos de alguien que reconoció gracias a un color: azul.

-Parece que se te está complicando esto.- la voz de Dimitri de manera bromista mientras La peliazul se paraba.

-Me impresiona que puedas usar la lanza de manera que parezca simple, para mí es como si tuviera 2 pies izquierdos.- comento Morgan mientras mantenía la lanza de madera.

-Realmente es solamente dejarte llevar y crear tu estilo propio, como tú estilo de combate cuando usas la espada como si fuera un estoque o como una espada rudimentaria; dependiendo la situación.- le apoyo Dimitri mientras este también tomaba una lanza de práctica.

Morgan cerro los ojos e intento seguir el consejo de alguien experto en la lanza como el delegado de los leones azules, empezando con un movimiento centrado de apuñalamiento para seguir con movimientos de cortes; agachandose para aprovechar su estatura y termino con un corte hacia lo que sería la garganta de una persona.

-Bien, pero cuando hiciste esos movimientos dejaste aberturas que otro lancero con más experiencia hubiera aprovechado y te hubiera dañado.- comento con una mirada relajada, la peliazul sabía que puede sonar despectivo pero tenia razón.

Aparte no es tan duro como cierto sirviente de su abuelo que termino casado con la obsesionada con su padre, con una hija igual de loca que su madre.

-El destino es curioso sobre todo.-

En eso, recordó algo que planeaba hacer para ir preparando mentalmente a su delegada.

-Lo siento Dimitri, ocupo ir con Edelgard para hablar con ella. muchas gracias por tu ayuda!.- el rubio sabia que se refería la "nómada", la misión que tenia contra los bandidos.

-Cuidate Morgan, no sabes lo inesperado que puede salir todo. me gusta entrenar contigo, eres muy habilidosa.- dijo el rubio con sinceridad y una sonrisa, que fue correspondida por Morgan.

La peliazul se planeaba ir pero no pudiendo dejar su lado picara, se regreso corriendo para darle un beso a la mejilla a Dimitri y luego irse con una sonrisa traviesa.

-Vaya vaya, parece que nuestro león logro atrapar a la águila. Aunque me impresiona que hayas sido tan denso.- la voz de cierto moreno detrás de ellos se hizo presente.

-Siempre estuviste aquí?!.- El delegado de los leones se sorprendio por la presencia de Claude, que le saco un ligero susto.

Saliendo de la plaza de armas, se fue al aula de su casa; Edelgard estaba ahí la mayoría del tiempo en los tiempos libres.

-Edelgard!.- grito entrando al aura, llamando la atención de la peliblanca que estaba junto a Hubert, su sirviente.

-¿Ocurre algo Morgan?.-

-Ocupo hablar con usted a solas, Nos permites Hubert?.- el pelinegro se mantuvo serio, el asentimiento de Edelgard fue suficiente para que el tenebroso sirviente se retirará.

-Es sobre la misión, sabes lo que tendremos que hacer...- la voz seria y ligeramente triste hizo que bajará la temperatura en la zona donde estaban ambas.

La mirada de Edelgard se vio ligeramente entristecida, tendrán que tomar vidas humanas.

Sabía que tendría que hacerlo en algún momento incluso cuando tuviera que tomar el poder, pero incluso es complicado de mentalizarse.

-Mira Edelgard...yo cuando tome mi primera vida lo hice para defender a mi madre de unos bandidos; se sintió una sensación muy pesada ver cómo la sangre manchaba mis manos. Pero mi padre se me acerco y me dijo "Quitaste una vida...pero fue para proteger lo que amas y más vidas de otros. lo que importa es de quién derramas la sangre, un inocente o un ladrón... ahí esta lo importante".- la anécdota de Morgan, hizo que la peliblanca suspirara luego vino una cosa más

-El profesor me puso como el segundo al mando, estaré para poder calmar a quien más se vea afectado durante el combate.-menciono Morgan mientras calmaba su mirada.

Edelgard suspiro para luego poner su habitual vista serena y Morgan simplemente se fue a sentar para empezar a leer.

-¿Realmente que fue lo que vivió?.- La futura emperador sabía que solamente podían dar ese tipo de consejos, personas ya experimentadas en batalla donde se jugaron todo.

-Usted también se dió cuenta...lady Edelgard...- la voz calmada de Hubert se escucho cuando se puso a lado de su señora.

-Si Hubert, Ella oculta más cosas de lo que aparenta. su forma de dirigir durante el simulacro y esto me lo confirmó, ella ya está curtida en campos de batalla.- hablo Edelgard tranquilamente junto a su sirviente.

-Será divertido descubrirlo...-

Pasaron las semanas y el día llegó, rápidamente se cambió con su uniforme y se preparó para con su equipo para ir al vestíbulo dónde estaba todo el ruido creado por su casa.

Resulto que les habían informado que ya habían encontrado a los bandidos que llevan causando líos desde hace tiempo, acorralados en el "Cañón Rojo de Zanado"

y ahorita mismo, estaban siendo acompañados por tropas de los soldados de seiros para dirigirse y apoyar a las tropas que habían acorralado al grupo de bandidos.

-Escuchen todos, ahorita los que están al mando después de mi es la estudiante Morgan y la delegada Edelgard...por lo que las órdenes también pueden ser dadas por ellos.- la voz de Byleth era alzada pero sin mostrar enojo, para que se pueda oír entre todo el ruido que aumentaba mientras llegaban al cañón.

Ya en posición y con varios estudiantes con sus tropas puestas, Byleth empezó hacer su formación.

Puso al frente a Hubert y Bernadetta para darle encargarse de los que bloqueaban el puente.

Hubert se mantuvo sereno cuando vio al primero arquero caer ante uno de sus hechizos oscuros, mientras que Bernadetta...

-A mi no me importa que me roben! ¿¡me podemos ir ya a casa?!.-

Con un suspiro y el puente liberado, Morgan ordeno a las tropas avanzar mientras que Byleth y los demás estudiantes se encargaban de los bandidos.

Se juntaron Edelgard, Byleth, Caspar, Hubert y Petra por el este, mientras que Morgan, Bernadetta, Ferdinand, Linhardt y Dorothea fueron por el norte en una formación de pinza.

Encargándose de arqueros molestos por parte de los tres hechiceros de "Razón" mientras que Linhardt curaba a los demás usando su magia blanca.

Cuando encerraron al capitán bandido con la formación, dejándolo solo.

Desenfundando la Falchion de su vaina, se posicionó enfrente del maestro que estaba acompañando a Edelgard; estando las dos comandantes y el general si usaramos rangos militares.

-Esto se acabo Kostas, tus tropas estan acabadas y los unicos vivos ya fueron capturados...solamente rindete.- hablo con seriedad la joven peliazul mientras mantenía firme su espada.

En eso, miro con despreció a Edelgard y grito.

-Maldita noble...las niñitas ricachonas como tú deben morir!.- el lider de los bandidos escupió su oido sin sentido hacia la delegada.

-¿Crees que tu origen plebeyo te da el derecho de elegir quien vive y quién muere?, eres un despojó.- la molestia era palpable en el ambiente.

El hombre se abalanzó sobre Edelgard, que esta simplemente se vio ligeramente tomada por sorpresa debido a la fuerza y resistencia del hombre que pudo resistir un ataque de hacha directamente.

Cuando regreso para atacar dando un salto, Edelgard simplemente se movió a un lado para mostrar una Morgan en posición de contraataque.

Al momento en que la Falchion sintio un corto tiempo la fuerza del arma y su impacto.

SWING!

-Tu eras la niña...que acabo con mis hombres en aquel pueblo?...je, y dicen que el monstruo...soy...yo...- fueron sus últimas palabras antes de caer muerto al sentir el corte en toda su mitad.

Morgan se quedó quieta por unos momentos, para luego suspirar.

-Esto se acabó.-

Morgan estaba sentada contra una de las piedras respirando ligeramente agitada pero...su mirada se encuentra sobre la espada.

Siempre era difícil eso.

Una cosa era acabar con la vida de un resurecto en su línea de tiempo, a un bandido que no sabes porque eligió ese camino.

En eso, Edelgard se le acercó y le dio la mano para ayudarle a levantarse.

-Parece que a ti aun te afecta...hacer esto.-

-Ya sabes, siempre sera dificil matar a otro humano incluso si este es "malo"; nunca sabemos porque eligió ese camino. ya que nada es tan blanco y negro como lo puede plantear la iglesia.- dijo mientras miraba hacia el vacío.

-Es así. Hay que ir a hablar con el profesor ya que es hora de irse.-

Morgan solamente suspiro y empezo a acompañar a Edelgard, aunque algo en el mas profundo de su alma hablo...

-Esta escencia...NAGAAAAAAA!.-

El valle, donde habían quedado algunos cadáveres...empezaron a convulsionar cuando una energía oscura los empezo a cubrir y sus ojos brillando en un inteso rojo carmesí.

Eran resurectos...

Un parásito crecio más pero con la espada del dragon divino...su energía se disipa aunque con consecuencias...curiosas.

Fin del capítulo.

Waaaaa :3

Actualízate! :'v