Esta historia es la Segunda Temporada de "La noche del 3 de Abril", así que, si están confudidos en ciertos puntos es porque todas las explicaciones están en esa historia.
Sin decir más, comencemos.
El día transcurrió lo más normal y tranquilo posible, cada quién en sus actividades estudiantiles, musicales o deportivas.
En estos minutos el Sol ya había desaparecido del cielo, ahora el manto oscuro de la noche cubría el cielo, las estrellas brillaban, en el Internado muchos chicos habían cenado, otros recién estaban cenando y otros ya se encontraban en sus departamentos durmiendo.
Izumi era una de esas personas que ya había terminado de cenar y había tenido intenciones de irse a dormir, pero, debido a un mensaje no había podido, Takuya le había enviado un mensaje y en estos minutos se encontraba a las puertas de su departamento.
¡Toc, toc!
La puerta del departamento de los gemelos y de Takuya sonó.
El moreno hermano de Mimi, Takuya, se levantó de su cama y caminó en dirección a la puerta para abrir encontrándose con la rubia hermana de Yamato.
—Al fin llegas.— Habló el moreno.
—Buenas noches para ti también.— Izumi rodó los ojos— ¿Por qué me dijiste que viniera?
—Porque, necesito hablar contigo sobre el caso Minamoto.— Respondió Takuya abriendo la puerta— Entra.
Izumi hizo una mueca— ¿E? Takuya no creo que sea buena idea hablar de eso aquí.— Señaló el departamento.
—Tranquila, Kouji y Koichi llegaron tarde y bajaron recién a cenar.— Contestó Takuya— Así que, no nos escucharán.
Izumi suspiró y sin esperar más, ingresó al lugar.
Takuya cerró la puerta detrás.
—¿Por qué nuevamente me quieres hablar de este tema?— Preguntó la rubia.
—Porque, se me ocurrieron un par de ideas para comprobar que los gemelos y Rika son hermanos.— Contestó Takuya.
—¿Se te ocurrieron ideas?— Preguntó la rubia un tanto sorprendida— ¡Vaya! Eso si es un milagro, utilizaste tus neuronas para pensar en algo más que no sea el fútbol.
Takuya hizo una mueca— Ja, ja, muy graciosa.— Rodó los ojos— ¿Te interesa saber las ideas que tuve si o no?
Izumi suspiró— Si, si me interesa.— Se sentó sobre un sofá.
—Bueno, la primera idea que se me ocurrió es básicamente hacer lo mismo que hicieron Kouji y Rika, contratar a un detective.
—¿Contratar a un detective?— Cuestionó la rubia— Pero, si el detective que ellos contrataron lleva más de un mes buscando y aún no encuentra ni siquiera una pequeña pista de la verdad.
—Si, pero, en nuestro caso no es para que busque información sobre el padre de Rika, sino para que busque pruebas de que Kousei es padre de Rika.— Respondió Takuya.
Izumi llevó una mano a su mentón—Mmmm...comprendo.— Contestó— Es buena idea, pero ¿qué sucede si es igual de malo que el detective que contrataron Kouji y Rika, y no encuentra pruebas de que Kousei y Rika son padre e hija?
—Bueno, por eso tengo otra idea en mente que la saqué de una telenovela que veía Mimi, y esa idea es hacerles un examen de ADN.
—¿Un examen de ADN?— Cuestionó la oji-verde sorprendida.
—Si.
—¿Y como planeas hacerlo?
—Simple, le cortamos un mechón de pelo a uno de los gemelos y a Rika.— Informó Takuya— Y lo mandamos a un laboratorio.
—Puede ser.—Dijo Izumi pensativa—¿Pero al ser medio hermanos los resultados serán tan efectivos como si fueran hermanos completos?
—No lo sé.— Contestó Takuya— Pero, si tienen el mismo padre algo en el ADN de ellos debe decirlo ¿no?
Izumi se quedó en silencio unos segundos— Es buena idea.— Comentó— Pero ¿cómo lo haríamos para conseguir un mechón del cabello de Rika?
Takuya hizo una mueca ante esto— Mmm...—Llevó una mano a su nuca— No lo sé.— Admitió— Pero, no creo que sea tan dificil ¿no? es solo un mechón de cabello.— Suspiró— No importa lo dificil que sea lo importante es que encontremos alguna forma de decirles la verdad ¿cierto?
Izumi hizo una mueca y observó atentamente al moreno— Parece que en verdad tienes todas las intenciones de decirles la verdad.
Takuya asintió— Es que, no puedo evitar ponerme en su lugar, si yo fuera ellos me gustaría que me dijeran la verdad. Además, Kouji y Koichi son mis amigos.
Izumi suspiró, el chico estaba lleno de valor para contarle la verdad a los gemelos, ya que, los apreciaba y los quería, a pesar de que esta situación no tuviera nada que ver con ellos, Takuya quería ser sincero, cosa que le hacia simplemente preguntarse una cosa.
—¿Sabes? Takuya, entiendo que quieras decirles esta verdad, porque, son tus amigos, pero...— La chica se levantó del sofá y caminó hacia Takuya para tomar su mano.
—¿E?— Balbuceo el castaño sorprendido
—¿Por qué te armas de valor para decirle a Kouji esta verdad antes de decirle que sigues enamorado de mi?— Preguntó la rubia.
—¿Ir a la playa?— Preguntó Rika sorprendida de la propuesta que le habían hecho Takeru e Hikari hace unos segundos atrás.
Takeru e Hikari asintieron— Si, ir a la playa.— Contestó el rubio— Ya sabes, para despejar un poco la mente, dejar de pensar en estudios y todo eso.
—¡Ja!— Rika lanzó una carcajada— Yo nunca pienso en los estudios.
—¡Je!— Takeru llevó una mano a su nuca— Lo sé, pero, tú sabes a lo que me refiero con ir a la playa, ir a un lugar diferente, disfrutar de las olas y quizás, hacer un poco de surft.
Rika se cruzó de brazos—Ustedes saben que no me gusta mucho el mar.
—Si, lo sabemos, pero, podrías tomar un poco de Sol.— Esta vez habló Hikari—Dime, Rika ¿hace cuanto no vas a la playa a broncearte?
—Pues...—Dijo pensativa— Hace mucho.
—Se nota, mira lo blanca que estás.— Takeru señaló a la pelirroja— No te haría mal exponerte un rato al Sol.
—Mmmm...—Rika se mordió el labio inferior pensativa— Si les soy sincera no me dan muchas ganas de ir a ese lugar.—Contestó.
—¿Por qué no?— Preguntó Hikari.
—Porque, me da flojera el viaje de ida y de regreso, tener que empacar y eso.— Respondió Rika.
—Solo son treinte minutos de viaje, no es tanto.— Contestó Takeru.
—Y solo serán un par de días no es necesario que lleves una maleta llena de ropa.—Esta vez habló la Yagami.
Rika hizo una mueca y observó atentamente a sus amigos— ¿y por qué derepente vienen a hacerme esta invitación?— Cuestionó— Pensé que les gustaba pasar tiempos solos los dos ahora que son novios.
—Bueno, pues, simplemente queremos pasar tiempo con una amiga.—Respondió Hikari.
—Exacto.— Contestó Takeru— ¿Hace cuanto tiempo no hacemos algo divertido los tres?
Rika llevó una mano a su mentón— Buena pregunta.— Respondió intentando recordar la última vez que habían hecho algo como ir a la playa o algún lugar divertido solo los tres como amigos— Hace mucho no hacemos algo como eso.
—Entonces ¿por qué no quieres ir?—Preguntó Hikari.
Rika se mordió el labio inferior.
—¡Vamos! Solo es un fin de semana.— Animó Takeru— Para distraerse.
Rika suspiró, evidentemente Takeru e Hikari no se darían por vencidos aunque les diera mil raazones de porque no.
—Además, en el bar que queda cerca de la cabaña de playa de mis padres habrá una fiesta.— Comentó el rubio.
—¿Una fiesta?— Preguntó Rika sorprendida.
Takeru asintió— Si.
—¿Por qué no lo dijiste antes?— Los ojos de Rika se iluminaron, quizás, no le gustaba estar rodeada de personas, mucho más si eran desconocidos, pero, fiesta era sinónimo de música, alcohol y...sustancias— Vamos, entonces.
Yamato observó la puerta del departamento de su hermana, Izumi, debía hablar con su hermana, la secretaria de su madre lo había llamado para recordarle que mañana tenían hora con el sicólogo, Takeru, Izumi y él, así que, debía informarles a sus hermanos, pero, había estado desde hace una hora llamando a su hermana y no respondía, por ende, no le había quedado de otra que ir a su mismo departamento a hablar con ella.
¡Toc, toc!
Golpeo la puerta y luego de dos minutos de espera la puerta se abrió, pero, en vez de encontrarse con su rubia hermana se encontró con su castaña amiga, Mimi—¿Yamato?—Preguntó sorprendida la chica.
Yamato abrió los ojos de golpe y observó de pies a cabeza a la Tachikawa, se veía totalmente...guapa. Su cabello estaba amarrado en dos coletas, llevaba un top rosa corto con tirantes cruzados en el escote y unos calcetines blancos largos con encaje en los bordes hacia que se viera como una niña "inocente" pero, atrevida.
Mimi sonrió— ¡Hey! Yamato.
—¿E?— El rubio balbuceo.
—¿Hola?— La chica saludó de nuevo.
El rubio no contestó.
—¿Qué te sucede?— Preguntó sorprendida.
Yamato mordió su labio inferior, esa chica estaba hermosa, muy deseable— ¿E?— Balbuceo— Na-nada.— Intentó desviar la mirada, pero, era casi imposible esos shorts cortos, ajustados dejaban dejaban a la vista los perfectos muslos de la chica y el escote de esa ombliguera ajustada marcaban las curvas de sus pechos.
Mimi sonrió de lado— ¿Seguro?— Preguntó un tanto divertida, no era tonta, había notado la penetrante mirada que el rubio en ella y eso ¡le encantaba! últimamente se había dado cuenta que Yamato la observaba de una forma muy intensa, una mirada que hace años atrás la hubieran hecho sentir nerviosa o incómoda, pero, ahora la hacían sentirse mujer ¡Claro! Ahora ya no tenía solo quince años— Parece que te pone nervioso verme.
—¿Nervioso?— Preguntó el rubio un tanto nervioso— No, claro que no, Tachikawa.
—Yo diría que si.— Respondió Mimi.
Yamato se mordió el labio intentando calmar sus hormonas y los latidos de su corazón— Olvidalo Tachikawa.
Mimi observó divertida al rubio, no era tonta, era evidente que él la observaba, pero, con eso de que quería ir "despacio" y ser "amigos" no lo dejaba admitir la verdad de las cosas—¿Qué haces aquí?— Preguntó la castaña.
—Vine a ver a mi hermana.— Respondió el rubio— ¿Está?
—Acabo de salir hace cinco minutos, pero, dijo que volvería pronto.— Respondió la Tachikawa y abrió la puerta— Pero, si quieres puedes entrar y esperarla.
Yamato observó nervioso la puerta— ¿Entrar?
—Si.— Contestó la chica— ¿No te da nervios estar a solas conmigo? ¿cierto?
Yamato se mordió el labio inferior— ¿E?— Balbuceo y acomodó su chaqueta intentando controlar sus nervios—No.— Aclaró su garganta intentando no demostrar que si estaba nerviosa por Mimi— Claro que no.
Mimi sonrió ante el evidente nerviosismo del rubio— Entonces, entra.
Y sin esperar más, el rubio ingresó al lugar siendo observado cada segundo por Mimi.
—Toma asiento.
Yamato asintió y sin dudarlo, tomó asiento en uno de los sofás.
—Te ofrecería algo de tomar, pero, la cocina está muy lejos.— Comentó Mimi.
—No te preocupes.— Respondió el rubio— ¿Sabes cuando volverá?
—No, pero, como te dije ella dijo que volvería pronto.— Respondió Mimi caminando frente a él y el chico no pudo evitar observarla detenidamente, era hermosa, sin duda, su mirada no podía apartarse de ella y eso era algo que solo ella lograba, ninguna otra chica del Internado le había llamado tanto la atención como ella, y eso no debía ser, había sufrido tres años por ella, pero, ahora que volvía todo era más intenso, evidentemente los años habían jugado a su favor, era mucho más curvilinea y eso le encantaba—¿Es mi idea o tus ojos azules están centrados en mi?— Preguntó la Tachikawa divertida, sin esperar más, se acercó al chico y se encorvó sobre si quedando frente a frente al chico— A mi me pareció que me estabas mirando.
Yamato se mordió el labio inferior al sentir a la chica tan cerca de él y al ver el escote de la castaña. Sonrió de lado— ¿Qué te hace pensar eso?— Preguntó de forma un tanto desafiante.
—Tus ojos centrados en mi.— Contestó la castaña.
Yamato rodó los ojos divertido— Ya te gustaría Tachikawa.— Algunas veces se preguntaba ¿qué clase de amistad tenían? Hace tiempo era notable aquella tensión un tanto subida de tono entre ambos y eso se suponía que en una amistad no era común ¿no?
Mimi hizo una mueca— ¡Vamos, Ishida! Admite que te gusta mirarme.
El rubio se cruzó de brazos y ladeo la cabeza— ¿Eso es lo que crees?
Mimi sonrió de lado nuevamente y tomó asiento junto a el rubio— ¿Sabes? Cuano abrí la puerta pensé que me habías venido a ver a mi.— Comentó la castaña antes de estirarse en el sofá dejando sus piernas sobre las del rubio.
Yamato suspiró y alzó sus manos ante esto.
¿Por qué tenía que hacerle las cosas tan difíciles?
Se suponía que vería sin tocar ¡se suponía! Pero, la Tachikawa le hacia todo difícil, era jodidamente hermosa.
—Pues, vine a ver a Izumi.— Yamato se cruzó de brazos— Pero, quizás, si quería verte a ti.— Contestó.
Mimi sonrió y se acercó a Yamato posando sus brazos sobre su cuello— Lo sabía.
—Quería ver a mi amiga.
"Amiga"
Mimi rio para sus adentros— ¡Que buen amigo eres!— Comentó acercando su rostro al del rubio y rosó levemente sus labios con los del Yamato, ignorando completamente que con ese acercamiento provocaba que el corazón del Ishida latiera a mil por segundo.
Yamato mordió su propio labio inferior, cada se le hacia más difícil controlar sus hormonas y sentimientos con respecto a la Tachikawa, era la chica perfecta, con un cuerpo perfecto, hermosa. Suspiró y sus manos recorrieron la cintura de la castaña sentadola sobre sus piernas y provocando que las piernas de la chica rodearan su cadera.
Mimi se mordió el labio inferior, estaban tan cerca, podían sentir la respiración del otro, su corazón latía igual que siempre que estaba junto al rubio. Yamato cerró sus ojos, ella igual y en menos de lo que se dieron cuenta ambos se sumergieron en un profundo beso que tanto él como ella disfrutaron...
mariacredenza02: Jsjsjsj si se viene bueno el viaje a la playa jiji ya veremos si se llevan una sorpresa o no jsjsj aunque, yo creo que si jwjwj quiero que así sea jsjsj Creo que todos pensamos en la misma chica que Takeru, sobre Takuya y Zoe si están entre la espada ojalá puedan hacer algo por Kouji, Koichi y Rika jsjsj aunque, bueno, si quieres t epuedo dar un spoiler por Instagram sobre esa situación jsjsj Sobre la conversación de Sora e Hikari, desd el punto de la Takenouchi lo podemos ver de esa forma y pues, creo que está más que claro que el que cometio todos los errores fue Taichi, pero, ahora a él le tocará solucionarlos para merecer el amor de Sora y el perdónd e su hermana también. Ya veremos que ocurre con el viaje a la playa jiji ojalá sigas leyendo, comentando y te amdno un gran abrazo a la distancia.
Descripción de Personajes:
Sora Takenouchi, una de las mejores amigas de Mimi Tachikawa, es una de las chicas más
lindas del Internado, es amable, dulce y apoya en todo a sus mejores amigas. Tristemente, ahora está pasando por un momento difícil. Terminó con su novio Taichi y deberá olvidarlo, tendrá el apoyo de Mimi y Zoe para esto, pero, ya veremos si eso será realmente posible o no.
Taichi Yagami el capitán del Club de Fútbol del Internado, siempre se caracterizó por ser gracioso, amable y protector con su hermana. Tristemente esas características ya no son suyas. Por su sobreprotección exagerada, celos y machismos terminó alejando a su hermana de él y a su novia de él. Ha pasado un mes desde que Sora terminó su noviazgo y le ha costado reponerse. Ahora tendrá que remediar todos los errores que ha cometido, ya veremos si lograra recuperar la confianza de su hermana y el amor de Sora.
