Una disculpa es un capítulo corto a comparación de los demás, pero no he tenido mucho tiempo para terminarlo. También me disculpo por cualquier error que puedan encontrar. Nada me pertenece todo es absolutamente para el disfrute del lector.
"Se tiene que ir Srta. White, si me disculpa tengo que volver a mi trabajo" y sin mirar atrás salió de la habitación.
Al llegar Emma a su casa marco al celular de la morena, pero no obtuvo ninguna respuesta, así que se dirigió a la habitación de la mujer abriendo suavemente la puerta para cerrarla nuevamente al confirmar que no se encontraba en la casa, así que como ultimo recurso le marco a Aurora
"Hola, Emms" contesto la rubia con alegría "Seguimos en las tomas del comercial, de hecho se encuentran maquillando a Ruby"
"Umm.. Rory de casualidad ¿sabes algo de Regina?"
"¿Regina? A mi no, espera un momento" se giro y le pregunto a Ruby "De casualidad ¿te contacto Regina?"
A lo que la morena dio un asentimiento para luego decir "Dijo que iría a visitar a su madre"
"Ah es verdad" Contesto la joven rubia para luego hablar nuevamente al teléfono "Dijo que iría a visitar a su madre"
"Gracias, no se metan en problemas" y sin darles tiempo de contestar Emma colgó.
Sentada en la sala la rubia no podía dejar de pensar en la morena y su cara herida luego de verla, incluso su mente la torturaba recordándole la conversación con la mujer diciéndole que no tolera la mentira y el engaño sin importar quien fuera. Y para aumentar sus problemas incluso su rodilla comenzó a molestarle al sentir punzadas de dolor lo que en cierto modo le reconforto porque a lo menos ese sentimiento le había acompañado desde que era niña.
Por otro lado la rubia llego a la casa de su niñez, su madre no se encontraba ya que estaba acompañando a Zelena para la cita con el médico o eso había dicho cuando llamo, al entrar a la sala vio la foto de su padre y la tomo en sus manos.
"Papá no sabes cuanta falta me haces" dejando el cuadro se sentó. Tomo su celular y vio tenía un mensaje de Zelena, varios de Aurora y finalmente uno de Emma. Dudando un poco en abrirlo finalmente dio click.
Tengo algo que decirte, por favor llámame cuando puedas
Revisando que tenía llamadas perdidas también se molestó que la rubia solamente le marcara una vez. "Que esfuerzo el que hizo" murmuró, decidiendo no contestarle se fue a su habitación tomo algo de ropa para entrar a darse un pequeño baño, al salir se puso un pijama viejo y se prepara para acostarse. Sonó nuevamente su celular y pensando en que quizá fue Emma lo tomo rápidamente para decepcionarse al ver que era un mensaje de su madre para decirle que se entretendrían cenando afuera.
"¿Por qué no me llama?" decía Regina "Debo dejar de pensar en esa mujer" al imaginarse su sonrisa murmuro "rubia tonta" lo que causo que sacudiera la cabeza "¿Qué sucede conmigo?, ¿Estoy atravesando la pubertad nuevamente?, o ¿estoy entrando a la menopausia? Supongo que por fin me volví loca" mientras seguía con su debate sonó nuevamente el celular.
Tiene un mensaje nuevo de Entrenadora
Sal.
Al leer esas tres letras el corazón de Regina empezó a latir como loco, no podía ser posible que estuviera afuera o ¿si?
Lo que más odio es tener frío.
Lo que causo que se pusiera aun más nerviosa tomando un abrigo largo se lo puso y salió para encontrarse a la rubia dándole la espalda a la casa. Al escuchar la puerta cerrarse Emma de manera inmediata volteo a verla dando unos pasos, quedando a un metro de distancia, ninguna dijo nada ambas se encontraban viéndose a los ojos tratando de comunicar lo que sentían.
"Ya que vine hasta aquí, creo que te toca caminar esos últimos pasos su majestad" dijo la rubia con una sonrisa juguetona que denotaba nervios. Sin dudarlo mucho la morena camino quedando a unos centímetros de la rubia, lo que no esperaba eran los brazos que la envolvieron.
"Eres cálida" murmuro la ojiverde lo que hizo que la morena se apartara un poco avergonzada. "Crees que podamos ir a algún lugar a platicar"
"Acompáñeme a unas cuadras se encuentra un parque, y tiene razón ocupamos platicar, no soy alguien impulsiva y mucho menos soy una persona que olvida las cosas fácilmente" cuando iniciaron a caminar Emma tomo su mano y entrelazó sus dedos para luego decir "Conmigo puedes ser impulsiva" lo que causo una mirada de la morena.
Continuaron así hasta llegar a sentarse a una banca del parque y Emma no soltó la mano de Regina ni siquiera cuando inicio a hablar
"Sabes no soy alguien que sea buena en lo sutil, así que solo voy a decírtelo todo. Cuando yo… era niña. Estaba muy enferma. Así que no tengo grandes recuerdos de caminar, correr o jugar por ahí. Mientras estaba enferma, mi madre falleció. Ni siquiera me dejaron ir al funeral de mi madre, le tenía miedo a mi padre y estaba triste por mi abuela. Era joven, débil y siempre enferma. El hogar que me dio una cuna de oro, no era feliz o cálido para mí, así que intenté evitarlo tanto como pude. Pero al final, volví luego de tomar el camino más largo".
Al escuchar eso la morena apretó la mano de la rubia y se dedico a verle el rostro, notando que la mujer se encontraba perdida en sus pensamientos.
"No es que no fuera a decírtelo, sino que simplemente no pude, así que por favor perdóname"
Pensando en lo que dijo la mujer rubia y preocupada por su salud le preguntó "¿Ahora no estas enferman?, ¿estás bien?"
Con una débil sonrisa la rubia le contestó "Estoy mejor" lo que no convencío a Regina moviendo su mano la ojiverde la acerco a su estomago para que tocara sus abdominales "Si esto no es mejor, nada lo puede ser" lo que le causo un golpe de la ojimarrón.
"Después de todo lo que te conté, me gustaría si tú estas dispuesta a ir a una cita conmigo"
Lo que causo una mirada seria de Regina "¿Está segura de lo que me pide señorita entrenadora? Salir conmigo ¿así tal como me veo?"
"Por supuesto, después de todo el cuerpo de Regina Mills es mío, ya que es mi corazón" Tomándola nuevamente para abrazarla le dijo "No te enfermes, esa es la cosa más bonita para mí. Estar sano es lo más sensual. Realmente me gusta tu calidez, me hace pensar en tantas cosas"
"De acuerdo, saldré contigo. Pero que quedé una cosa clara desde ahora tu cuerpo también me pertenece" lo que causo una sonrisa en la rubia.
"Muy bien, pero de una vez te digo que nuestra relación no va a influir en mi entrenamiento. Tienes que estar sana para probar la dulzura de la vida por mucho tiempo" Sin decir más caminaron nuevamente para la casa de la morena.
