-Seven ¡Para! ¡Deja de tirar de mí! ¡¿Qué es lo que está pasando?!-exigió saber Green mientras seguía recibiendo tirones por parte de su compañero que no había dejado de arrastrarlo en ningún momento, Seven no se había detenido ni siquiera a mirarlo desde que salieron de los aposentos de la Dama, y el hecho de que estuviera llevándole de esa manera, casi como si estuvieran huyendo de algo, mientras habían dejando a Six sola con un chico que no conocían, le estaban haciendo saltar las alarmas.

Seven siguió sin responder en los siguientes llamados, y aquello a Green ya estaba dándole muy mala espina, así que clavó los talones en el suelo para obligarlo a que se detuvieran y, de paso, zafarse de su agarre de malas formas.

-¡Seven! ¡Ya es suficiente!-advirtió Green pero en cuanto vio que Seven tenía intenciones de volver a tomarle de la muñeca, dio un rápido paso hacia atrás poniendo distancia entre los dos.-¡Oye! ¡¿Se puede saber qué te pasa ahora?! ¡Estás actuando muy raro!

-Green, por favor, tenemos que irnos con los demás.-contestó Seven con un tono apurado intentando, de nuevo, agarrar a su compañero de la muñeca pero todo cuanto recibió fue un empujón.

-¡Por todos los demonios! ¡Estate quieto y explícame qué está pasando en vez de querer arrastrarme de un lado para otro!-exclamó Green demasiado desconcertado por aquel inusual comportamiento por parte del antiguo fugitivo.-¿Ése chico es el polizón que se ha colado en el barco? ¿Quién es? ¿Por qué le has dejado a solas con Six? ¡Verás lo enfadada que va estar por haberla dejado sola con un desconocido!

-Oh, no tengo ninguna duda de que se va a enfadar un montón...-gimoteó por lo bajo al imaginase el nivel de ira que Six iba a estrellar contra su cara en cuanto tuviera la oportunidad.

-¿Ah...?-musitó Green desconcertado ante las palabras de Seven y su evidente expresión de preocupación.

-¡Lo importante es que tenemos que reunirnos con los demás!-volvió a apurar Seven, esta vez siendo rápido en volver a agarrar a Green de la muñeca e intentar tirar de él, pero el muy maldito siguió clavando los talones en el suelo para que no le movieran del sitio.-¡Green...! ¡Hazme caso!

-¡Haz caso tú primero, cabezón! ¡¿No puedes entender que esto es demasiado raro, sobretodo tratándose de ti?!-señaló Green tirando también de Seven, quedando los dos en una curiosa posición que parecían estar jugando a tirar de una cuerda en cada extremo.-¡Hasta hace un rato estabas llorando como un desquiciado sobre Six y no dejaste que nadie se acercara a ella! ¡¿Y ahora resulta que la dejas sola con un tipo que no conocemos y que no sabemos cómo ha llegado hasta aquí cuando ella está durmiendo?! ¡¿Te das cuenta de lo siniestro que es eso?!

Seven se quedó parado en el sitio analizando lo que acababa de escuchar, y casi se quiso dar de cabezazos contra la pared al ver que sus acciones vistas desde fuera eran, sin duda, sospechosas. Pero, realmente ¿qué es lo que puede decirle? No podía contarle a Green ahora mismo quién es Mono o de qué conoce a Six, no había tiempo para dar explicaciones.

-Green, de verdad, necesito que confíes en mí, debemos reunirnos con los demás cuanto antes. Luego os explicaré todo a todos con todos los detalles que queráis, pero debemos ir con los otros e irnos hasta la Guarida.

-¿La Guari...? ¡¿Pero por qué tenemos que irnos tan lejos?! ¡¿Y qué hay de Six...?!

-¡Six estará bien! ¡Solo tienes que...!

Fue entonces cuando un ruido atronador se hizo eco en el barco, trozos de madera y metal saltaron por los aires cuando la puerta que correspondía a la habitación de la Dama literalmente había explotado, y el suelo tembló bajo los pies de ambos niños hasta tal punto que cayeron sentados.

Seven pudo escuchar un grito y apenas pudo captar en su campo de visión como una figura gris pasaba a toda velocidad por encima de su cabeza. Por instinto fue a mirar, y vio un cuerpo trajeado rebotar por el suelo hasta acabar estampándose contra la pared del final del pasillo, como un bicho en el parabrisas de un coche.

Seven tragó duro cuando pudo ver que se trataba de Mono, quién ahora estaba quejándose ante el tremendo porrazo que había recibido.

-¿Mono...?-llamó a duras penas sorprendiéndose de ver que se movía y se quejaba, el golpe había sido fuerte ¿cómo era posible que estuviera vivo...?

-Vale, supongo que eso me lo merecía...-siseó Mono sobándose detrás de su cabeza con expresión dolorida-Está claro que no estás teniendo un buen despertar ¿eh, Six?

Seven notó una ligera brisa acariciándole la nuca que le hizo tensar la espalda, dándole una sensación de absoluto peligro en el que su mente le gritaba que corriera y rezara por no ser encontrado. Lentamente se dio la vuelta, junto con Green, y se encontraron con la imagen de Six saliendo de los restos de lo que había sido la puerta que daba a la habitación, rodeada por una energía oscura que parecía que iba a desintegrar todo lo que tocara. Lo peor es que no era posible ver la cara de la héroe de The Maw, la capucha estaba cubriendo todo su rostro y todo cuanto se podía ver era como un hueco negro.

Al menos los primeros segundos, cuando Seven casi se sintió orinar en sus pantalones cuando pudo ver que entre la bruma negra dentro de la capucha empezaron a brillar unos furiosos ojos rojos.

-Tú...-siseó entre dientes Six mirando directamente a Mono, el cual seguía tranquilamente sobándose la nuca.-¡¿Cómo es posible que estés vivo?! ¡Tú estabas muerto! ¡Yo lo vi! ¡Te vi morir!

-Creo que ya tuvimos esta conversación antes ¿no, Six?-cuestionó Mono levantándose de donde estaba para sacudirse el polvo de su traje y colocarse bien su sombrero antes de darle a la chica una sonrisa socarrona.-Nunca me viste morir, solo me viste caer ¿recuerdas?

Six se crispó visiblemente ante sus palabras y Mono no pudo evitar saborear el momento con inmenso placer cuando sintió que la realidad estaba golpeando a Six con fuerza.

El sueño que los conectó, Six estuvo tan convencida de que era un simple sueño, una mera pesadilla que al final no tendría importancia, y ahora estaba empezando a darse cuenta de que, quizá, aquello era más real de lo que había pensado en un principio.

Six se llevó su mano al brazo en donde recordaba haber tenido marcas de dedos, de cuando Mono en su sueño le había agarrado y apretado con fuerza ¿No había sido un sueño...? ¿No se había hecho aquellas marcas a sí misma...? Espera, entonces, todo lo que había visto y oído de Mono en ese sueño fue...¿real?

La del chubasquero amarillo gruñó entre dientes cuando un rayo de comprensión azotó su cabeza.

La Torre de Señales

Oh, como odiaba ese maldito y asqueroso lugar...

-Eso es un detalle importante ¿no te parece?-siguió Mono hablando con arrogancia despertando a Six de sus cavilaciones.-Si te hubieras tomado la molestia de asomarte, aunque fuera por un momento, habría sido suficiente para que supieras que estaba vivito y coleando ahí abajo. Que mal te salió la jugada, querida...

Six gruñó como un animal al sentir que aquel imbécil estaba burlándose de ella emanando más poder oscuro que hizo temblar las pareces de su alrededor, sintiendo más rabia aun al ver que el que fue su compañero la miraba sin estar para nada impresionado mientras emitía su irritante estática para protegerse de los tentáculos de oscuridad que intentaban engancharle desde varios lados.

-Así que...Mono ¿disfrutaste de hurgar en mi cabeza esa vez...?-gruñó Six dándole una sonrisa torcida, pero que se deshizo al instante cuando Mono le devolvió otra que parecía una mezcla de diversión y burla.

-Oh, mi Six, disfruté de cada segundo. Fue agradable que me dieras esa cálida bienvenida a tu mente para que pudiera ponerme al día de tu vida. Gracias por ser tan cooperativa.

El tono que usó en sus palabras irritó, más si era posible a Six, y el techo comenzó a desprenderse por la cantidad de energía oscura que emitía.

Seven y Green estaban en medio de aquel fuego cruzado entre esos dos, sintiéndose atrapados al no saber por dónde salir huyendo sin ser víctimas de alguno de los ataques de esos dos.

Por parte de Seven miró a Mono totalmente desconcertado por la actitud que estaba mostrando ante Six ¿qué era lo que estaba haciendo...? ¿Por qué buscaba enfadarla de esa manera? ¿Es que quería que lo matara?

-¡¿Y a qué has venido a mi barco, desgraciado?!-gritó Six lanzando una onda de energía oscura pero ésta colisionó con otra de estática mandada por Mono, consiguiendo solo que se levantasen algunas tablas de madera del suelo y de las paredes-¡¿Acaso vienes a vengarte por haberte dejado pudriéndote en ese lugar?!

-Mmmh, tal vez.-contestó Mono encogiéndose de hombros como si aquello no fue gran cosa.-Tú y yo tenemos cuentas pendientes que debemos resolver, Six, y te agradecería que, si es posible, dejaras de lado ese mal genio que tienes y me acompañaras para que podamos charlar con calma.

Six sintió que el vello se le erizaba ante las palabras de su antiguo compañero, por un lado, el enfado de aquella actitud que nunca antes había tenido y por otro lado el temor de lo que aquél podría hacerle si no se defendía bien.

Aunque se hubiera estado sintiendo más segura con la adquisición de sus poderes, la presencia de Mono era algo con lo que no había contado en absoluto ¡Maldita sea! ¡Se suponía que él había muerto en la dura caída dentro de la Torre! Se suponía que tanto Thin Man como él se habían terminado...

"Aunque si hubiera sido así supongo que la Torre se habría destruido..."-pensó para sí misma, al caer en la cuenta de la posibilidad de que la dichosa Torre necesitase un "Thin Man" para poder expandir su señal hasta los confines del mundo, al fin y al cabo, la señal de la Torre sigue existiendo a día de hoy incluso cuando se supone que estaba derrumbándose cuando ella huyó de ahí.-"Entonces lo único que he conseguido con esto ha sido regalarle a la Torre un nuevo Thin Man...¡gran idea, Six...!"

Había hecho que Mono se convirtiera en lo que ella tanto temía, se suponía que al soltarlo y dejarlo caer, Thin Man moriría para siempre pero había conseguido justo todo lo contrario, había contribuido al nacimiento de un nuevo y peligroso Thin Man.

Uno que, encima, tenía todos los motivos del mundo para estar en su contra con todas sus fuerzas.

Mentiría si dijera que la situación no le preocupaba, Mono parecía ahora controlar muy bien los poderes que le dio su nuevo rol de Thin Man, y Six no estaba segura de si sus poderes serían suficientes para vencerle. Mono ahora era peligroso, ella misma lo había visto en sus ojos cuando estuvieron en la Torre, y estaba segura de que si se salía con la suya, sus días caminando por el mundo estarían contados.

Una leve risa salió de sus labios ante aquella idea.

Tal vez era algo de lo que cabría esperar. Al fin y al cabo, en este mundo...

...es matar o morir.

-¡Ja!-se carcajeó Six con amargura.-Con el tiempo que ha pasado y sigues queriendo jugar a fingir que eres un humano ¿eh...? Dime, Mono ¿cómo puede un monstruo como tú disfrutar tanto de jugar a convertirse en el héroe de los niños?

Mono achicó los ojos, incapaz de hacer como que no le dolía aquella insinuación, pero debía mantener el temple si quería que su plan funcionase.

-Con práctica y empeño, supongo.-rió él para desconcierto de Six ante su respuesta.-Pero quizá tengas razón y ahora mismo sea un mal momento para ponernos a jugar a mi juego, sobretodo porque tú no pareces tener muchas ganas de jugar y así no es divertido. Por lo que lo haremos a tu manera, jugaremos a tu manera pero quizá esto es algo que no querrás hacer con público delante ¿No...?

Mono dio un cabeceo hacia un lado y fue entonces cuando Six pareció darse cuenta de la presencia de Runaway Kid y Green a un lado del pasillo, ambos encogidos en el sitio, mirando temerosos a ella y a Mono mientras los trozos de madera volaban por encima de sus cabezas. La rabia de Six disminuyó de golpe dando paso a la preocupación al ver a los dos chicos en medio de todo eso, quedándose mirándolos con atención por si estaban heridos.

Mono, atento a cada gesto de ella, se sintió complacido por dentro. Six estaba una vez más, y a su manera, mostrando su preocupación por otros, le importaba lo suficiente como para dedicarles su atención en un momento así. Ahora que su atención estaba con los chicos, podría aprovechar que estaba distraída para noquearla, pero prefirió no hacerlo. Hacer daño a Six era algo que prefería evitar y, sinceramente, también estaba preocupado de que Seven y el otro chico estuvieran tan cerca de ellos en ese momento.

-¡Runaway Kid! ¡Green!-llamó Six haciendo que ambos chicos volteasen a mirarla de inmediato, temblorosos y asustados para disgusto de Six.-¡Éste tipo es peligroso! ¡Iros de aquí ahora mismo! ¡Ya!

Six alzó la mano hacia un costado y, con sus poderes, abrió un boquete en la pared que lo conectaba con diversos huecos y agujeros que había en su interior, dándoles una vía de escape inmediata para los chicos.

Green obedeció inmediatamente, cubriéndose la cabeza con ambos brazos mientras corría directamente hacia el agujero que había hecho Six y desaparecía en la oscuridad del mismo; Seven por otro lado, se había quedado paralizado en el sitio mirando a uno y a otro sin saber qué hacer.

-¡Runaway Kid!-gritó Six al ver que éste no se movía, nerviosa de que se hubiera quedado paralizado del miedo.-¡No te quedes ahí parado! Esto es peligroso ¡Vete de aquí!

Pero él no se movió de donde estaba, los gritos de Six exigiéndole que se marchara siguieron escuchándose en medio de la bruma de oscuridad y estática pero Seven solo pudo clavar sus ojos en Mono, intentando adivinar qué es lo que estaba planeando con todo aquello.

Para su sorpresa, Mono hizo contacto visual y, suavizando su mirada, le dedicó una diminuta sonrisa y sus labios se movieron de manera silenciosa, dándole un mensaje que pudo entender a la primera.

"No te preocupes, todo saldrá bien"

Seven quiso decir algo, pero de repente, la bruma oscura le envolvió todo el cuerpo y fue elevado en el aire ¿En serio...? ¡¿Otra vez?! ¿Qué tenían esos dos locos con poderes con mandarle por los aires con sus poderes? Entonces fue movido del sitio y trasladado al agujero de la pared, pudiendo ver como Six era la que estaba dirigiéndole hacia allí mientras lo miraba con ojos llenos de irritación.

-Maldita sea, Runaway Kid, eso de que no hagas caso a la primera va acabar por matarte.-siseó ella esta vez lanzándole ya sin contemplaciones hacia el agujero con un gesto brusco con el brazo.

Seven casi sintió que rodaba por el agujero mientras la bruma oscura lo soltaba del todo, se quedó tendido unos segundos, mirando aquellos dos, pero al ver que ambos habían dejado de prestarle atención supo que era momento de alejarse de ahí y llevar a los demás a la parte más recóndita del navío. Ahí iba haber una batalla campal, y si no mantenían las distancias acabaría pasando una desgracia.

Antes de irse, Seven lanzó una mirada hacia atrás, y rogó que no se matasen entre ellos.

-¿Runaway Kid? ¿Es en serio, Six?-rió suavemente Mono llevándose una mano a su boca en un vano intento de contener la risa que aquello le daba mientras Six lo acuchillaba con la mirada.-¿Ni por un nombre te diriges a un miembro de tu tripulación...? Creo que no se te da bien esto de ser capitana de un barco.

-Ríete mientras puedas, Thin Man-siseó ella sonriendo de manera torcida al darse cuenta de que Mono había tenido un pequeño tic en una ceja al escuchar que le había llamado así.-Ahora mismo no tengo porque tenerte miedo, como puedes ver he conseguido un par de cosas interesantes en el tiempo que llevamos sin vernos.

-Me he dado cuenta de ello-se cruzó Mono de brazos mirándola con fingida sorpresa ante sus poderes.-Lo cierto es que no todos los días uno puede ver desatarse tal poder como el que tú tienes, especialmente luego de que te tocaran de regalo con la comida ¿eh, Six...?

En respuesta, Six lanzó otra onda de oscuridad mientras que Mono golpeaba la estática contra el suelo y provocaba una pequeña explosión para poder impulsarse hacia arriba y así esquivar aquel ataque, quedando de pie sobre una viga de madera del techo.

-¿Qué pasa? ¿Tanto te enfada que te diga la verdad...?

-No me provoques, estúpido...

-Oh, mi pequeña Six ¿por qué te molesta? No es culpa tuya que no hayas nacido con poderes, a diferencia de mí. Nadie te culparía por robarlos, al fin y al cabo, es todo cuanto puedes hacer.

-¡MONO!-bramó con total indignación la del chubasquero amarillo, esta vez desatando su poder para abrir un boquete en el techo, casi como si hubiera dado un cañonazo. Mono tuvo suerte de saltar hacia atrás en cuanto la vio venir.

-Eres muy previsible cuando te enfadas...-comentó con un suspiro mientras negaba con la cabeza.-Solo estás atacando sin ton ni son, así solo te cansas más rápido. No vas a conseguir darme por mucho ataque que me lances.

-¡ESTATE QUIETO Y ASÍ TE DARÉ!-gritó lanzando una nueva onda de oscuridad, a lo que Mono respondió con otra de estática.

Ambos ataques colisionaron entre sí, mas trozos de madera se levantaba a su alrededor junto a la decoración de cuadros y jarrones que acababan hechos pedazos y flotando alrededor de ellos, pero ninguno de los dos poderes parecía poder penetrar al otro para alcanzar al portador. Al menos eso parecía hasta que se terminaron de anular entre sí, Six respiró agitadamente mientras que Mono, totalmente impasible y sin despeinarse, volvía a cruzarse de brazos y la miraba con tanta calma que solo aumentaba más la irritación de la del chubasquero.

Six lanzó un grito y con ello, convocó tentáculos de oscuridad que se abrieron alrededor de Mono, el cual solo alzó la cabeza mirando impasible lo que se le venía encima. Pero la estática se manifestó de escudo y los tentáculos se desintegraron nada más hacer contacto con ella para disgusto de Six.

-Te lo he dicho, solo estás atacando sin ton ni son, estate quieta ya...-suspiró Mono relajando sus hombros al ver que comenzaba a cansarse, bajando de donde estaba para volver al suelo y volver a estar frente a frente, a una distancia prudencial.

-Cállate...

-Estuviste herida antes ¿verdad? Debes de seguir exhausta. Venga, Six, para de hacer esto y ven conmigo, te llevaré a un buen sitio donde podrás descansar a gusto...-intentó razonar dando un paso hacia ella.

-¡TE HE DICHO QUE TE CALLES!-antes de lanzar otra onda de oscuridad pero, de nuevo, la estática protegió a Mono de cualquier golpe, haciendo que prácticamente todo lo que sintiera fuera el viento en su cara.-¡Maldita sea! ¡¿Por qué no te consigo dar?!

Mono se quedó mirando el rostro de su compañera y solo pudo sentir una inmensa pena al ver tanta rabia y miedo que expresaban aquellos ojos que siempre le habían gustado tanto. No tenía forma de hacerla entender por las buenas que no quería hacerle daño ni que era un peligro, pero la muy cabezota estaba en pánico y ninguna palabrería bonita funcionaria para convencerla de lo contrario.

"Lo siento, Six, intentaré que esto sea lo más rápido posible..."

Debía seguir con esa estúpida actuación de chico imbécil y arrogante…

-Querida, yo nací con mis poderes y, con ellos, maté al mismísimo Thin Man-presumió Mono volviendo a su actitud anterior y sonriendo a Six de manera arrogante.-¿Y tú? Lo conseguiste gracias a que tuviste un espejito a mano y porque la Dama te ofreció generosamente su cuello para que le hincases el diente. Creo que la diferencia de manejo entre tú y yo es muy obvia.

Six lo miró con la boca abierta ante tal alardeo y fanfarronería, aquella actitud era totalmente desconcertante.

-¿Qué diablos...? Me gustabas más cuando eras serio y calladito.-gruñó Six lanzando varias ondas de oscuridad hacia Mono el cual pudo esquivar corriendo hacia un lado y dejando que abriera varios boquetes en la pared.

-Oh, Six ¿eso es una confesión? ¡Aw! ¡Qué adorable! ¡Como si fueras mayor!-se burló Mono sacándole la lengua haciéndola erizar el cabello como si fuera un gato bufando.-Pronto serás mía, Six, así que te concederé toda la atención que necesitas de mi.

¡¿Es que ese estúpido payaso había recibido un golpe en la cabeza al caer de la Torre como para volverse así de tonto?!

-¡Deja de burlarte de mí! ¡¿Qué narices te pasa?!-gruñó ella volviendo a lanzar una serie de ataques, enrabietándose más cuando escuchaba a Mono reírse en medio de aquella lluvia de tentáculos y explosiones de oscuridad.-¡No recordaba que fueras así de estúpido!

-¡La vida se ve de otra manera cuando sabes que eres difícil de matar!-rió Mono asomándose cual topo entre un montón de escombros de madera, y volviendo a hundirse entre ellos cuando Six intentó volarle la cabeza con otra onda de oscuridad.

-¡PERO QUE ASCO DE TIPO!-bramó Six alborotándose el cabello totalmente frustrada mientras veía a Mono haciendo el tortugo apareciendo y desapareciendo entre los escombros sin dejar de reírse.

Aquel imbécil estaba jugando con ella, solo estaba defendiéndose o huyendo, no la había atacado ni una sola vez en todo el tiempo que llevaban ahí, y sinceramente, comenzaba a sentirse cansada. Aun no estaba recuperada del todo del incidente de antes y lo estaba notando demasiado con cada golpe que daba.

No estaba en las mejores condiciones para pelear, y menos contra alguien como Mono.

Esto no estaba yendo nada bien, estaba cayendo por completo en sus provocaciones y, si seguía por este camino, Mono no tendría que moverse para vencerla.

-¿Qué pasa, Six? ¿Te has cansado de jugar...?-preguntó Mono saliendo de detrás de una tabla de madera rota que se había quedado clavada en el suelo.-Sería una lástima, hacía mucho que no me divertía tanto ¿Y sabes qué? Estoy convencido de que podríamos pasárnoslo genial si estuviéramos más tranquilos ¡no puedo esperar para llevarte a casa y que podamos pasar horas divirtiéndonos juntos!

Un temblor recorrió a Six de pies a cabeza ante aquella frase ¿llevarla a dónde...? Miedo le daba preguntar y terror le daba pensar qué ideas tenía aquel demente para divertirse con ella...

Por alguna razón, su exhausta mente le hizo pensar en la posibilidad de hacer que se convirtiera de nuevo en Six Distorsionada, y Mono utilizara la influencia de la Torre para mantenerla dócil...

"¡OH, NO! ¡ANTES MUERTA QUE ESO!"-chilló Six dentro de su cabeza, horrorizada por la posibilidad.

-No vas a llevarme a ningún lado, Mono, antes moriré que permitir que me uses como a un juguete.-amenazó Six convocando a mas tentáculos de oscuridad a su alrededor, listos para lanzar el ataque.

Por un segundo, Mono achicó los ojos preocupado por esa declaración, Six estaba sintiéndose en el borde y podría cometer una tontería de un momento a otro. Debía poner fin a esto cuanto antes...

-Prefiero la buena compañía antes que los juguetes, Six.-musitó llenándosele los ojos de niebla mientras la estática se manifestaba a su alrededor, moviendo su cabello y su ropa.-Pero creo que ahora no puedes entender por donde voy...

Entonces los dos, con un grito de guerra, lanzaron sus respectivos ataques de manera simultánea, que colisionaron una vez más.

Las paredes de madera terminaron por desprenderse del todo viéndose las otras habitaciones hacia los lados, las escaleras que conectaban con el piso de abajo desaparecieron por completo, trozos de alfombra roja flotaba en el aire y lo poco de la decoración que había sobrevivido hasta ese momento se destruyó volviéndose partículas cada vez más pequeñas. Las piernas de Six temblaron ante la fuerza descomunal de la estática, apretaba los dientes con fuerza pese a lo que le dolía la mandíbula, mientras intentaba emitir más de su poder para contrarrestar la de Mono ¡pero el tipo parecía que no cedía ni un poco!

Entonces, ocurrió lo que Six no se esperabas, mientras estuvo con las manos alzadas, de repente, su poder dejó de salir de sus manos.

-¿Qu...?

No tuvo tiempo ni siquiera para preguntarse qué estaba pasando cuando la onda de estática la golpeó con tanta fuerza que la hizo volar por los aires, rebotando y rodando por el suelo hasta golpearse la espalda contra una pila de escombros de madera.

-¡SIX!-gritó Mono horrorizado por lo que acababa de ocurrir mientras iba corriendo en su auxilio.

Sabía que los poderes de Six estaban cayendo en picado por la batalla, ése era su plan, hacer que los malgastara, pero lo que no se esperaba es que fueran a dejar de funcionar de golpe, pensaba que iban a comenzar a fallarle poco a poco, y por ello había estado moderándose en la potencia de la estática. Y ahora que había visto a Six siendo derribada de manera tan bestia sintió que la sangre se le helaba y el miedo se instaló en su pecho.

¡Él no quería hacerle daño, maldita sea!

Pero para cuando estaba en apenas a dos metros de distancia de ella un sonoro gruñido se hizo notar en el ambiente, haciéndole detenerse en seco.

Por unos segundos, reinó el absoluto silencio, escuchándose solo de fondo el ruido de los escombros cayéndose por los alrededores mientras Mono se quedó con la mirada clavada en aquel cuerpo envuelto en amarillo brillante.

-Six...-susurró Mono apretando los labios, para a continuación volver a escuchar otro gruñido más fuerte que el anterior.

"Que buen momento, joder..."

Six se encogió en el sitio, poniéndose en posición fetal ante el tremendo dolor de estómago que acababa de atenazarle ¿qué narices...? ¿Otra vez...? Acababa de comer apenas hace unos minutos.

¡¿Por qué otra vez volvía a tener hambre?!

-Six...-la voz de Mono la hizo levantar la cabeza y todo su cuerpo se tensó cuando vio que estaba acercándose a ella con las manos en alto, como si fuera agarrarla-Es suficiente, déjame ayudarte, por favor.

-¡No te me acerques!-le gritó Six moviendo la boca como si estuviera amenazándole con darle un mordisco.

Al darse cuenta de ello, inmediatamente se tapó la boca con ambas manos, asustada por lo que iba a pasar en cuestión de minutos. No, no quería volverse así, ni siquiera con Mono quería que aquello saliera otra vez...no...por favor...no.

No quería ser un monstruo, por favor, eso no...

-Quiero ayudarte-dijo Mono arrodillándose en el sitio e intentando volver acercarse a ella gateando mientras observaba como la pobre se sostenía el vientre-Six, déjame que te ayude, no quiero verte así...

Six abrió apenas un ojo mirando a Mono, que ofrecía su mano para que ella lo tomara, mientras seguía intentando controlar los desagradables calambres de hambre que iban aumentando de intensidad por segundos.

Estaba en un momento de demasiada vulnerabilidad, no podía rendirse, no podía...si Mono la capturaba, todo se acabó para ella. No quería morir de esta manera tan patética, no luego de todo cuanto hizo para llegar hasta aquí ¡no quería perecer aquí!

-No...-siseó entre dientes y, para sorpresa de Mono, Six convocó una bola de oscuridad y la impactó justo contra el suelo.

Mono sintió que la onda expansiva lo empujaba hacia atrás haciéndole caer sobre su trasero y cuando volvió a mirar, Six había desaparecido dejando en su lugar un boquete en el suelo.

-¡SIX!

Mono rápidamente se asomó quedándose horrorizado de que el boquete no se limitaba a conectarlo con el piso de abajo, sino con muchos pisos más abajo ¡¿Six había caído desde esta altura?! ¡¿Se había vuelto loca?!

Con un gruñido, Mono saltó hacía el vacío cayendo en picado varios metros hacia abajo, cada vez con el corazón mas comprimido al sentir que aquello no parecía tener fin y rogando a toda divinidad o entidad demoníaca existente que Six estuviera de una pieza.

Entonces, justo en el fondo, pudo ver un destello amarillo brillante entre un montón de escombros de madera y piedra. Mono gritó por Six y amortiguó su propia caída con sus poderes antes de ir corriendo hacia el lugar donde la había visto.

-¡Six, estoy aquí! ¡Espera!-gritó Mono apartando los escombros de su camino.

Pero grande fue su decepción cuando, al quitar el último trozo de piedra, solo pudo encontrar el chubasquero amarillo, abandonado a su suerte en medio de aquel desastre. Mono soltó un jadeó pero luego pudo ver, un poco más allá, restos de sangre de algo que se había arrastrado y huido por un respiradero.

-Está viva...joder, está viva...-jadeó Mono pasando sus manos por la cara ¡esta chica iba acabar matándolo de un susto!

Entonces un ruido de estática llegó a sus oídos.

Extrañado por no ser la que él mismo generaba, Mono levantó la cara de sus manos y, justo al lado de donde estaba el hueco del respiradero, vio una figura oscura glicheada que estaba de pie mirando en su dirección con la cabeza agachada.

-Tú...-susurró Mono mirando aquella figura de arriba abajo, la figura de una niña con el pelo alborotado, y ropas anchas y sencillas que cubrían su cuerpo, desprovisto del chubasquero y que, sin embargo, Mono fue capaz de reconocerla bien.-Eres el Vestigio Disfuncional de Six ¿verdad...?

La sombra asintió con la cabeza, antes de mirar en dirección hacia el hueco del respiradero, indicándole de esa manera a Mono el sitio por donde Six había huido.

Mono suspiró y, con delicadeza, tomó el chubasquero amarillo del suelo y lo sacudió, quitándole todo lo posible el polvo y piedras que se hubiera quedado en él por la caída, para luego tenderlo y doblarlo hasta que pudo guardarlo en el interior de su traje, todo esto sin que el Vestigio Disfuncional le perdiera de vista. Aquel chubasquero era importante para Six, seguro que se pondría muy triste si no pudiera recuperarlo.

Una vez hecho esto, volvió a centrar su atención en la sombra glicheada, sintiendo cierta nostalgia de verla, tenía el mismo aspecto que tuvo Six la primera vez que la vio, en aquella habitación de la casa del Cazador.

-Estás cansada y quieres irte a casa ¿verdad...?

El Vestigio asintió con los puños a la altura del pecho y con los hombros caídos, parecía derrotada y exhausta.

Mono tendió su mano hacia ella y le sonrió con amabilidad.

-Ven conmigo, te devolveré a donde perteneces.-el Vestigio pareció animarse en cuanto escuchó esas palabras y, ni corta ni perezosa, fue en un adorable trote hacia Mono, alzando la mano dispuesto a tomarla. Por fin iba acabar todo ese sufrimiento.

Mono sintió como el Vestigio entraba en contacto con él entrelazando los dedos con los suyos y de golpe, la familiar sensación de hormigueo le recorrió por todo el cuerpo con su mente llenándose de recuerdos provenientes del Vestigio.

A diferencia de los otros que había liberado antes, el de Six le manifestó todas aquellas veces en la que Six había sufrido por su hambre, siendo testigo visual de todo su padecimiento, su dolor y su miedo que los sintió en sus propias carnes como si fuera propio hasta tal punto en que los ojos se le cargaron de lágrimas y un par se le escaparon por sus mejillas mientras se abrazaba a sí mismo ante el dolor que parecía querer destruir su propia alma.

"Por favor, sálvala..."-susurró la voz del Vestigio, misma que la de Six, en un ruego dedicado solo a él como última voluntad antes de que la electricidad estática fuera menguando hasta desaparecer.

Mono necesitó un poco de tiempo para reponerse de lo que acababa de vivir, sus piernas le temblaban y sus dientes castañeteaban como si estuviese muriéndose de frío. Sus experiencias anteriores con los Vestigios siempre fueron las de presenciar a cámara rápida los últimos instantes de sus vidas antes de que desaparecieran, en este caso, había sido toda una prolongación de los momentos de sufrimiento y vulnerabilidad más extremos de Six, una niña que a pesar de tener un Vestigio continuaba viviendo.

Puro dolor y miedo...

Mono se irguió de donde estaba, suspirando largamente mientras volvía a sentir que la sangre regresaba a fluir por sus extremidades, mirando su camino con los ojos brillando de determinación. Era hora de acabar con todo aquello.

Entró por el respiradero, siguiendo las marcas rojas que había por donde pisaba, encontrando que el recorrido era más largo de lo que esperaba, o quizá era él que estaba ansioso por terminar con todo aquello de una vez por todas, no supo si fueron minutos o segundos, pero al fin pudo ver el final de la travesía.

El respiradero daba a una habitación pequeña pero con el techo altísimo donde a duras penas podía filtrarse la luz, podía ver algunos zapatos ya comidos por la humedad tirados de cualquier manera, también podía ver alguna que otra muñeca de trapo en los rincones las cuales le faltaba la cabeza o alguna extremidad, y al final de todo, acurrucada contra una pared, podía verse el cuerpo de Six abrazando su estómago mientras lanzaba gemidos de dolor.

Mierda, se veía exactamente igual de pequeña y vulnerable que cuando la encontró en la habitación del Cazador junto a su cajita de música.

Mono sintió que el corazón se le apretujaba al verla así de indefensa y todo cuando quería hacer en ese momento era correr a su lado y estrecharla con fuerza, decirle que todo estaría bien, que estaba ahí con ella.

-Six...

La aludida levantó la mirada mostrando unos ojos rojos llenos de ira que a Mono le rompió el corazón ¿hasta cuánto Six seguiría empecinada en pensar que quería hacerle daño...? Se hincó de rodilla cerca de ella y quiso llevar su mano a su cabeza para tocarla y asegurarse que estaba bien, al ver que estaba sangrando por un brazo y se había hecho una brecha en una ceja. En respuesta, Six lanzó un débil grito de rabia y extendió su mano a la cara de Mono, intentando lanzarle un nuevo ataque de oscuridad.

Pero de su palma no salió absolutamente nada.

Six palideció ante este hecho, e hizo varios intentos, extendiendo su mano al rostro de Mono una y otra vez mientras el pánico iba apoderándose de sus facciones.

-¿Qué está pasando...? ¿Dónde están mis poderes?-cuestionó Six a nadie en particular mientras miraba su mano temblorosa, intentando entender qué es lo que estaba pasando.

Sintió dos manos posarse en la suya y al alzar la mirada se encontró con la melancólica sonrisa de Mono.

-Se acabó...

El tono suave de su voz junto a lo que había dicho erizó el vello de Six haciéndola negar con la cabeza vigorosamente, zafándose del toque amable de Mono.

-No...esto no puede...¡no puede terminar así!...no es posible...no es...no es...-balbuceaba ella volviendo hacer el inútil intento con ambas manos de manifestar sus poderes contra Mono.

-Basta...-susurró Mono tomando esta vez con suavidad las muñecas de Six, inmovilizándola para que dejara de hacer gesto con las manos.

-¡NO! Me niego ¡no quiero que esto acabe así! ¡NO ASÍ! No...-chilló Six golpeando el pecho de su antiguo compañero, desesperada por recobrar el control de la situación.

-¡Basta! ¡Para de pelear!-alzó Mono la voz tirando de las muñecas de Six hacia abajo para que detuviera sus golpes, ocasionando que sus rostros quedasen tan cerca que casi se tocaban nariz con nariz, dejando a Six paralizada ante él, y suavizando su tono, Mono prosiguió;-Es suficiente, Six...ya es suficiente...

Six se quedó varios segundos mirando aquellos pozos negros que la miraban anhelantes, rogando porque detuviera con toda aquella violencia. Poco a poco, las fuerzas la abandonaron y con un jadeo exhausto, Six finalmente se rindió.

Empezó a sollozar, moviendo los hombros y bajando la cabeza para poder ocultar su cara, muerta de miedo de lo que Mono haría con ella en ese momento, odiando sentirse indefensa ante él una vez más...

-No es justo...esto no es justo...-gimoteó ella mientras Mono la miraba con una pena infinita. Six parecía tan exhausta y derrotada, necesitaba desesperadamente descansar, necesitaba ser curada.

-No, esto es muy justo, Six, así es como todo debe acabar.-susurró Mono acercando su rostro a ella mientras una esfera de estática aparecía en la palma de su mano.-La justicia no es ni buena ni mala solo es...justa. Y es justo que esta lamentable historia termine así de una vez por todas.

-¿Qué...qué vas hacer conmigo...?-preguntó temblorosa la niña para a continuación notar como Mono pegaba su frente a la suya.

-Primero, tengo de devolverte esto...-susurró a duras penas antes de, sin que Six tuviera tiempo de reaccionar, introducir la esfera de estática dentro de su pecho.

Six gritó ante el desagradable choque de estática que sacudió su cuerpo, era como recibir una gran descarga eléctrica mientras Mono la sostenía con fuerza para que se quedara todo lo quieta posible mientras aceptaba dentro de si aquella energía. El proceso duró por unos pocos pero dolorosos segundos que, una vez pasados, Six se derrumbó por completo hacia delante en donde Mono la recibió, dejando que apoyara la cabeza en su hombro.

Mono había devuelto el Vestigio Disfuncional a su dueña, con esto, el hambre monstruosa desaparecería de una vez por todas. Thin Man fue el que había provocado la separación entre la humana y su Vestigio y Mono se había encargado de volver a unirlas otra vez, ahora todo estaba tal y como debería haber estado siempre.

-Ya está...ya está...ya pasó...shhh...shhh.-murmuraba Mono abrazándola con cariño y acariciando su cabeza intentando hacerla sentir mejor luego de esa desagradable experiencia.

Six sentía que no podía ya con su alma, su cabeza parecía estar yéndose por momentos y estaba a punto de perder la conciencia, le daba una rabia tremenda, muchísima. Mono la había vencido ¡y el muy maldito apenas tuvo que hacer nada para conseguirlo! ¡Ella como una tonta había caído en sus provocaciones y ahora...! ¡¿Qué iba hacer con ella?! ¡¿Qué le haría...?! ¡¿Qué...?!

Entonces escuchó a Mono tararear cerca de su oreja. Un tarareo suave que la arrullaba y la invitaba a que se dejara llevar, esa tonada que Six siempre asoció con el bienestar y la seguridad. Sin poder evitarlo, Six cerró los ojos, sin moverse ni un centímetro de donde estaba, concentrándose en la voz que la adormilaba y las caricias que recibía en su cabeza, todo aquello junto a la calidez que desprendía el cuerpo ajeno, transportando a Six a un tiempo de su vida en la que era totalmente ignorante a la naturaleza de su compañero, cuando su confianza hacía él era plena, hasta el punto de permitirse el dormir pegadita a él, buscando su calor en aquellos recovecos en donde se escondían para pasar la noche, huyendo de la tormenta, y Mono la mimaba acariciando su cabeza o su rostro, siempre asegurándole de que seguía ahí.

Recordaba a Mono abrazándola también en aquel entonces, ese chico serio y callado que la había rescatado de su miseria en la casa del Cazador, se tomaba siempre la molestia de asegurarse que estuviera cómoda aunque literalmente estuvieran durmiendo en una ratonera. Six casi podía escuchar el sonido de la lluvia mientras su mente se iba apagando al ritmo de la melodía que le era dedicada.

Lo último que pudo sentir fue un toque en la frente y la voz de Mono que le susurraba un "Buenas noches..." antes de sumirse en la oscuridad.

Ya nada importaba...

Mono se tomó su tiempo en aquella habitación, acomodando a Six contra su cuerpo, abrazándola y tratando de disfrutar un poco de la paz que se había formado ahí. No era momento de relajarse, y lo sabía, pero de todos modos quería permitirse aquel momento que para él era valioso, el fin de aquella triste historia.

La estrechó y frotó su mejilla contra la cabeza ajena, queriendo sentirla con él en todo momento mientras su corazón se llenaba de dicha y pena en partes iguales. Todo había terminado por fin, Six al fin había dejado de sufrir y a partir de ahora podría tener una vida normal, Mono podría darle la seguridad que tanto necesitaba. Iba a poder curarla como tenía que ser.

-Todo va a estar bien, Six, yo me ocuparé de todo...-prometió Mono con la garganta comprimida mientras las lágrimas aparecían por sus ojos, ahora llenos de alivio.-Cuidaré de ti...te lo juro...estarás bien...te cuidaré...te cuidaré mucho...te quiero...

Y sin ya aguantarlo, Mono se echo a llorar ahí mismo, apretando el cuerpo de Six contra sí mismo, queriendo sentirla en todo momento, la tensión abandonaba su cuerpo mientras el alivio comenzaba a relajarlo. Todo había terminado, por fin todo se acabó. Por fin estaban juntos.

Besó suavemente la mejilla de Six, antes de volver abrazarla y permitirse el acunarla unos minutos más.

Pronto estarían en casa...juntos.

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-¿Ha terminado ya...?-susurró un pobre y asustado pequeño entre los brazos de una de las niñas mayores que había allí.

Seven hizo una señal de que se mantuvieran en silencio, mientras miraba expectante a su alrededor, intentando escuchar algún ruido que se saliera de lo normal, luego de todo el concierto de sonidos que habían estado teniendo hasta hace unos minutos.

Bajo la guía de Seven y Green, todos los niños de The Maw habían sido reunidos y llevados hasta lo más profundo de la Guarida, atajando por los diferentes respiraderos y recovecos del barco y, para alivio de ambos chicos, no faltaba ni un solo niño y, como pudieron, los mantuvieron escondidos por el área, abrazándose entre ellos o escondiéndose bajo muebles o incluso cubos para protegerse de posibles derrumbes.

Pero no fue una tarea nada fácil hacerles mantener la calma y que se quedaran quietos en sus escondites, la batalla que se había desatado pisos más arriba entre la héroe de The Maw contra el polizón de ojos negros había hecho temblar el techo y las paredes, incluso algunas cosas se rompieron al caer al suelo y muchos chicos entraron en pánico cuando varias tuberías se rompieron y empezaron a encharcarlo todo. Por un segundo, todos temieron que el barco se estuviera hundiendo mientras seguía escuchándose ensordecedores ruidos como si estuvieran cayendo bombas desde el cielo.

Pero luego de un rato de absoluto caos, todo se hundió en un inquietante silencio.

Aun se notaba vibración en el suelo, sin embargo, los ruidos horribles habían cesado quedando solo el sonido del agua saliendo de las tuberías y los pasos de algunos de los niños al salir de sus escondites, mirándose entre ellos esperando a que alguien dijera o hiciera algo al respecto.

Seven fue el primero en incorporarse e ir hasta la salida más cercana para ver si había alguna señal de esos dos, sorprendiéndose al encontrar que gran parte del interior del barco estaba hecho trizas. La simple imagen del estado de los pasillos y salas destrozados era, como poco, impresionante, Seven tragó saliva al ver cómo había sido el descomunal choque de fuerzas que ahí había tenido lugar.

Está visto que aquellos dos eran un par de tremendos monstruos, y eso dicho finamente. Mono tenía razón, si no se hubiera llevado a los niños con él hasta lo más profundo del barco, tal vez estarían lamentándose por algo más que el daño que ha recibido el navío.

-Seven, ten cuidado.-le advirtió Green cuando vio que el chico estaba empezando a caminar en dirección hacia donde estaban los destrozos pero Seven solo hizo un gesto con la mano indicándoles que se quedaran donde estaban mientras él iba a echar un vistazo, aun podía ser peligroso y el suelo no parecía ser muy estable en ese momento.

Como era de esperar, Green no le siguió, estaba demasiado asustado como para acompañarlo, y no quería dejar a los demás sin vigilancia, algo que Seven agradeció mentalmente, ahora mismo no quería ninguna clase de compañía.

Estaba demasiado preocupado por cómo habían acabado esos dos.

¿Quién había ganado? ¿Six o Mono?

-Sea quien sea, espero que ninguno haya salido mal herido...-musitó Seven caminando por toda la pila de escombros que se encontraba a su paso, buscando cualquier señal de esos dos.

Algunos trozos seguían cayendo del techo, y el suelo levantado hacia que fuera difícil caminar por él. Seven incluso tuvo que hacer uso de su habilidad para colgarse de algunas piezas sueltas para poder cruzar al otro lado de un boquete ¡la pelea tuvo que ser tremenda!

Pero ¿qué habían sido de esos dos...? ¿Dónde estaban?

-¿Six...? ¿Mono...?-hizo el intento de llamarlos con inseguridad, casi en apenas un susurro, sin saber si temía ser respondido o no.

Miró a todos lados, buscando alguna señal de vida, y al no encontrarla, puso ambas manos en cada lado de su boca y, haciéndolo pasar como un megáfono, alzó mas la voz, llamándolos a ambos.

Su voz rebotó como un eco por el destrozado pasillo, y casi se estremeció por el silencio que era lo único que le contestaba ¿y si los dos...?

Entonces, un ruido de estática se hizo notar a su derecha, y por instinto se apartó, justo a tiempo para que la pared que estaba ahí se terminase de caer por completo, levantando una pequeña ola de agua que salpicó a Seven.

Seven se limpió la cara con la manga de su ropa y miró en dirección al nuevo boquete en la pared, viendo la silueta de Mono salir por ahí, con Six inconsciente en su espalda.

Mono, al darse cuenta de su presencia, le sonrió, al parecer contento de poder ver una cara amiga. Seven quiso devolverle la sonrisa, aliviado de ver que estaba bien, pero viendo que Six no parecía tener la misma suerte, su preocupación lo empujó a saltar por los escombros para ir corriendo hacia donde estaba el niño trajeado, que lo esperó pacientemente donde estaba.

-¡¿Ella está...?!-iba a preguntar con el rostro desencajado de preocupación, pero Mono solo negó con la cabeza sin perder la sonrisa.

-No, tranquilo, ella está bien, solo inconsciente.

Seven sintió que el corazón volvía a latirle con esas sencillas palabras y, con mimo, se acercó a Six acariciar su cabeza mientras que con la otra apretaba el hombro de Mono.

-Me alegro tanto de que los dos estéis bien...-gimoteó con apenas un hilo de voz.

-Creo que te hemos preocupado más de la cuenta ¿eh, Seven...?-cuestionó Mono un poco abochornado al ver la cara que cargaba el otro pobre-Ambos estamos bien, pero te puedo asegurar que necesitamos una buena siesta, estamos molidos.

-¿Molidos, vosotros...? ¡Mirad lo que le habéis hecho al barco! ¡menudo destrozo! ¡Tardaremos toda una vida en arreglarlo!-bromeó Seven pero pronto miró a Mono con una duda que ahora le preocupaba.-¿Y ahora qué va a pasar...?

Mono se quedó callado unos segundos, mirándole largamente, antes de responderle con sinceridad.

-Me llevaré a Six al sitio que te conté. Es un buen lugar en donde ella podrá recuperarse del todo y, bueno, arreglar todo lo que en ella está roto.

Seven apretó los labios y miró a Mono con el disgusto reflejado en sus ojos.

-¿Te la llevarás...? Eso significa que...¿no volveré a verla?

-¡No!-exclamó rápidamente Mono dando un paso hacia Seven, no queriendo que se hiciera ideas equivocadas. Él no iba a quitarle a Seven la posibilidad de ver a Six ¡no!-No, claro que vas a volver a verla, pero ahora mismo, Six necesita esto, Seven. Esta demasiado destrozada, tiene miedo y ahora mismo no puede confiar en nadie, ni en ti, ni en mí ¡ni en nadie!, y hasta tú sabes que no durará mucho en este mundo si se aísla de esa manera de los pocos humanos que quedan.

-Pero...¿no puede quedarse aquí? Yo también podría ayudarla, aquí todo el mundo la respeta, podríamos, entre todos...

-Seven.-cortó Mono con suavidad.-Six no va a quedarse en The Maw si puede evitarlo, ni mucho menos querrá quedarse con vosotros. No puede confiar en nadie ni aunque quiera hacerlo.

-Pero...eso lo dijo por lo peligroso que es su hambre...y también...-Seven se quedó callado cuando lo pensó mejor al recordar las conversaciones que tuvo con Six antes.

El hambre solo era uno de los motivos, pero Six le había dejado bien claro que no estaba interesada en cuidar de nadie ni de juntarse con nadie, dejó muy claro sus planes de abandonarlos a todos en cuanto tuviera un nuevo objetivo que seguir.

Si Six se marchaba, Seven no podría hacer nada para cuidarla ¿qué es lo que podría hacer él si Six ni siquiera lo escuchaba?

-Sabes por dónde va esto ¿verdad...?-preguntó Mono al ver el rostro pensativo de Seven.-Six necesita tiempo para recuperarse y sentirse segura para poder volver a confiar en otros, pero eso aquí no va a poder conseguirlo, lo siento.

-¿Y...puede conseguirlo contigo?

-Si...-susurró convencido mientras echaba una mirada hacia atrás para ver a Six, totalmente dormida en su espalda, frotando con mimo su mejilla contra la cabeza ajena por unos segundos.-Va a ser difícil, y te puedo asegurar que ella me va a dar todos los problemas posibles hasta sacarme de quicio, pero seguirá teniendo una mejor oportunidad de recuperación si se queda conmigo que si se queda aquí para luego acabar yéndose por su cuenta.

Seven, sintiéndose impotente, acarició el cabello de Six fijándose en su rostro dormido, tranquilo y libre de pesadillas ¿cuándo fue la última vez que Six pudo dormir así de calmada...? Mono había logrado algo tan…sencillo mientras que él…

-¿Y no puedo ir con vosotros...?-preguntó con la voz tembloroso, sabiendo con anticipación la respuesta, pero aun así resistiéndose aceptar separarse de ellos. No quería que se fueran sin él…

Mono entristeció la mirada y negó con la cabeza.

La Torre de Señales podría ser el lugar más seguro del mundo, pero al mismo tiempo era el causante directo de todo lo podrido que había en el mundo y Mono también era participe de que se continuase la corrupción de la humanidad, no estaba convencido querer que Seven estuviera allí, especialmente porque conocía a la Torre y sabía que no permitiría otra presencia humana además de la suya propia y de Six.

Sabía que la Torre tenía sus propios planes al permitir a Six viva con él, más allá de cumplirle su capricho de tenerla consigo, no tenía muy claro aun el qué, pero era obvio que tenía otras intenciones al respecto.

No pensaba arriesgar la vida de Seven, la Torre seguía siendo peligrosa para cualquier otro...

-La gente de The Maw te necesita a ti, Seven.-dijo Mono sonriéndole con amabilidad.-Sin Six aquí para darles seguridad, no sabrán qué hacer y te van a necesitar para que mantengas el orden y se sientan seguros.

-¿Y de qué servirá eso...?-cuestionó Seven con aire derrotado.-Six tiene razón, The Maw va acabar siendo una trampa para ratas en vez del lugar seguro que queremos que sea. La comida se terminará, nos quedaremos en algún momento sin combustible pero si se nos ocurre ir a tierra tendremos toda una fila de monstruos esperando el momento para acabar con todos nosotros ¿qué haremos entonces...? ¿Cómo vamos a salir adelante sin Six?

Mono parpadeó ante la situación que le planteaba Seven, siendo consciente de lo difícil que estaba la situación para él y los demás niños. Era cuestión de tiempo que The Maw dejara de ser un lugar seguro, y tan solo con el destrozo que había ocasionado su batalla, los niños iban a necesitar materiales para hacer el intento de reparar todo lo que había sido roto. Mono se sintió fatal por ellos, no podía irse y dejarlos a su suerte.

-Tal vez...hay algo que puedo hacer por vosotros.-musitó Mono mientras pensaba en las posibilidades.-Si, creo que si puedo hacer algo por vosotros.

-¿Eh...?

-No puedo darte muchos detalles pero allá donde yo soy...bueno, digamos que tengo mucha influencia y...creo que puedo ayudaros con vuestros problemas con el barco e ir a tierra.

-¿Qué quieres decir...?

-Que a partir de ahora, el navío The Maw queda colocado bajo mi protección.-declaró Mono sonriendo-Da igual dónde estéis, mis poderes llegarán a vosotros. Mantendré a los monstruos alejados de la costa en donde atraquéis, podréis repostar con tranquilidad, pero el conseguir los suministros, materiales y todo lo necesario dependerá únicamente de vosotros.

Seven se quedó mirando sorprendido a Mono, ante la seguridad con la que hacía esa promesa ¿cómo podía prometer tal cosa...? Y de poder hacerlo ¿qué tipo de poder tenía en su mano como para asegurarles algo así?

-Mono...¿quién eres tú?-se atrevió a preguntar.

Mono rió ante la cara de incredulidad de Seven antes de guiñarle el ojo de manera cómplice.

-Solo soy alguien que quiere que los niños mantengan la esperanza por un futuro mejor.

CONTINUARÁ

¡Y aquí termina el capitulo! Y solo queda el siguiente y el epilogo, oh dios, me está dando penita saber que estamos ya muy cerca de terminarlo.

Aquí terminamos con el viaje de Six por The Maw, Mono ha ganado la batalla y ahora se llevará consigo a Six a la Torre tal y como había planeado.

No quise extenderme demasiado con la pelea porque describir escenas de combate se me da igual de bien que escribir lemon…o sea, soy un cero a la izquierda (No se nota ¿eh?) pero debo reconocer que se me hizo muy divertido hacer que Mono se burlara de Six durante su pelea.

Estuve pensando cómo hacer que Mono provoque a Six para hacerla malgastar sus poderes hasta que se terminaran, pero tampoco quise hacerle comportarse serio y fingiendo ser malvado, básicamente porque aunque es verdad que Mono es serio ¡es un niño! Me puse a pensar cómo actuaría un niño de verdad cuando quiere fastidiar a un amiguito.

Obviamente la respuesta vino sola; ser un cojonero de mierda, o lo que es lo mismo, un grano en el culo, jajajaja, admitámoslo, cuando un niño se pone tonto ¡no hay dios que lo aguante! XD

Me hizo mucha gracia poder hacerle comportarse como un niño, ya confiado y risueño porque, como él mismo dice, ahora es alguien difícil de matar y eso se nota enseguida en su comportamiento. Six por otro lado se ha enfadado y aterrorizado por partes iguales, me ha dado penita, pero luego manejaba a Mono y ya se me pasaba la pena XD.

Es Mono ¿qué se le va hacer? Jajajaja.

Algún comentario me pidió que sea como acabe esto, que Seven no se quedase solo pero lastimosamente es lo que va tocar, porque la Torre tiene conciencia propia y si a aceptado que Six viviera con Mono no es por bondad de su corazón y Mono lo sabe, no sabe cuáles son sus planes al respecto, pero sabe que no tiene libertad de llevar a cualquier humano que le caiga bien al interior de la Torre y, si lo hace con Seven tal vez el pobre niño acabe convirtiéndose en parte de la masa con ojos o acabe retorciéndose para volverse una versión distorsionada de si mismo igual que ocurrió con Six la primera vez. Por lo que es más sensato para Mono no llevarse a Seven con ellos pero, al mismo tiempo, no quiere dejarle solo y desprotegido, así que Mono decide que, aunque sea desde la distancia, seguirá protegiendo a Seven y a The Maw hasta donde pueda. Tal y como haría un buen hermano mayor ¿eh? Aunque también, en parte, Mono no quiere que Seven sepa que él también está contribuyendo a que la corrupción del mundo siga existiendo, Mono no podría soportar que Seven lo odiara, por ello prefiere callarse.

¿Cuál es el plan de la Torre, entonces? Es una entidad inteligente y como tal aprende de sus errores. Perdió a un Thin Man y estuvo a punto de autodestruirse con la muerte de éste, el obtener a Mono, un niño con el mismo tipo de poder que Thin Man fue simplemente un golpe de suerte que la Torre aprovechó para poder seguir existiendo, pero no permitirá tentar a la suerte una vez más.

La Torre es consciente del infinito cariño que Mono le profesa a Six, y también sabe que es muy probable que en unos pocos años el amor de Mono por Six pase a ser también algo físico. Creo que ya os hacéis una idea de por dónde va la vaina ¿verdad…?

Yep, la Torre permite que Mono tenga a Six viviendo con él porque espera que ella se convierta en la madre de un próximo Thin Man en el futuro, así aunque Mono muera por cualquier otra cosa, un hijo suyo podría ocupar su puesto. En este fanfic, por si no se ha notado, el famoso "ciclo" no es temporal. No es Mono repitiendo la misma aventura una y otra vez, lo que es un ciclo es que cada cierto tiempo, un nuevo Thin Man ocupa el asiento de madera en la Torre, a seguir trasmitiendo la señal hacia donde todo alcance. Por tanto cada Thin Mas es distinto al anterior, es la forma que la Torre tiene de mantenerse con vida.

No se sabe si los poderes de Mono pueden ser hereditarios, ya que Mono nació de dos Espectadores sin ningún tipo de poder o potencial de algo así y aun así nació un niño con los mismos poderes que Thin Man. Quizá son poderes que aparecen de manera aleatoria o quizá puede ser algo que se hereda. La Torre eso no lo sabe pero su anterior Thin Man no tuvo descendencia, así que prefiere arriesgarse con Mono. Y si tiene a una niña que le gusta para la Torre la mitad de la tarea está hecha, así no tendrá necesidad de obligarlo a reproducirse.

Uh ¿muy retorcido? Pues como la Torre misma, jaja.

Bueno, como siempre muchísimas gracias por los comentarios dejados, responderos a todos vosotros e incluso tener un hilo de conversación es muy divertido y me lo paso genial. Espero seguir viéndoos así de motivados, y ya sabéis, que si tenéis dudas, ponerlas y os responderé tan pronto sea posible.

Un saludito a todos ¡y hasta el próximo capítulo!

Ahora ¡a responder a los reviews que recibí del capítulo anterior!

Luis Hernández: Me alegro mucho de que te haya gustado, y dado que tenías tantas ganas de uno nuevo ¡aquí lo tienes! Aunque ya te digo que no suele ser normal que yo actualice tan rápido una historia.

Iscord323: ¿De qué…?

Mari: Responderé a tu review en un mismo apartado xD. Primero que nada disculparme porque es verdad que no especifiqué claramente las edades que tenían los niños dentro de esta historia, di algunas pinceladas pero no dije claramente la edad que tenía cada uno. Bueno, pegándome al canon, Six durante su aventura por The Maw en el juego canónicamente tiene nueve años pero por lo que sé no ha pasado mucho tiempo desde su aventura en Ciudad Pálida con Mono hasta lo que vivió en The Maw, por lo que yo interpreto que pudo pasar unas semanas o unos pocos meses entre una aventura y otra. También canónicamente, Mono es solo un año mayor que Six y eso se mantiene en este fanfic. Consultando la wiki en español, pone que Seven tiene once años en su DLC sin embargo, en la wiki en inglés solo pone "Young", oficialmente, Seven no tiene una edad canónica hasta la fecha pero si que parece ser mayor que Six. En mi historia, han pasado varios meses desde que Six se hizo con el barco, el suficiente tiempo como para que ya haya cumplido diez años, y Mono y Seven están a punto de cumplir once años (por lo que ambos se llevan un año con Six, siendo ella la menor de los tres) Entre Seven y Mono hay muy poca diferencia de edad, apenas un mes y, de hecho, Mono es el mayor de los dos ¿cómo es posible esto? Echa un vistazo a notas de autor en otros capítulos en donde explico el proceso de reproducción en este mundo como para hacer que estos dos medio hermanos que comparten la misma madre se lleven solo un mes XD

Y si, a Seven le choca mucho el hecho de conocer a alguien capaz de volver sobre sus pasos solo para recuperar a una niña que había sido capturada. Para Seven, que también tiende ayudar a otros, es algo que no hay precedentes porque hacer eso es como más fácilmente puedes acabar muerto, para Mono, que es un niño solitario hambriento de cariño, de querer y ser querido, la vida no merece la pena si solo sobrevive para acabar quedándose solo ¿Seven ser capaz de sacrificarse por Six? Sí, pero no comprometería su vida a ello. Es un mundo hostil y aunque a nosotros se nos hace poético y noble lo de "dar tu vida" o "sacrificar tu vida" por alguien querido, la muerte es el fin de todo. Estando en la situación de estos niños, estar toda su vida sobreviviendo para que todo termine en que acaben muriendo igual para que otro sobreviva es, simplemente, un sinsentido. Es como un pan para hoy, hambre para mañana.

Y para acabar ¡oh dios! ¡No tengas miedo en dejarme biblias! Me encantan los reviews largos, me pongo super contenta al saber que alguien se toma la molestia de escribir un review largo ¡es totalmente un deleite para mí! ¡Así que no tengas miedo de explayarte que lo leo TODO! Muchísimas gracias por cada una de las palabras que le dedicas a este trabajo, haces que sienta mucha alegría de subirlo a FF.

Diana: Si, no eres la primera a la que le pasa el triángulo familiar, pero dado la forma en que se procrean los humanos, tan artificial, era más que probable que acabasen de esta manera XD. Como le dije a Mari más arriba, Six en este fic ya ha cumplido los diez años, Mono y Seven están a punto de cumplir los once, por lo que ambos se llevan un año con Six (y entre ellos, solo un mes, siendo Mono el mayor de los dos). Yo lo siento, pero veo a Seven demasiado parecido con Six como para shippearlo con ella, esté Mono presente o no, para mi es y siempre será el hermano mayor de Six XD.