Poe estaba a punto de salir del edificio cuando se encontró con Kaydel, ella tenía mucha urgencia para hablar en privado, así que la siguió de vuelta al interior, hacia una sala vacía.
Kaydel cerró la puerta mientras el piloto se apoyó en el panel de holos.
Agitó la mano para apartar un bicho que revoloteaba por su cabeza mientras se acercaba a Poe.
—He escuchado que han tenido un enfrentamiento en Bimmiel.
—Sí, eran naves extrañas—exclamó Poe masajeándose la barbilla—Parecen rocas gigantes y cada disparo nuestro, parecía que no les afectaba, los protegía una especie de escudo de plasma. Mi hija descubrió la antena que los protegía. Fue destruida y así logramos ganar, con la intervención del escuadrón de Bastián.
—Naves que parecen rocas…—musitó Kaydel—Mi esposo me mencionó algo parecido.
—Rafan es el director de la Inteligencia ¿Ha visto algo? —preguntó Poe, Kaydel se apoyó en el panel, al lado de Poe.
—Le llegaron informes que el Imperio de la Mano se enfrentó a un enemigo, de naves que parecen rocas. Ganaron por poco pero lamentablemente, nuestros espías no podían sacar más información, ya que la mayoría de los datos de alto secreto van a la Ascendencia Chiss.

Poe apretó los dientes, lamentaba que, en los últimos años, la Alianza no haya tenido un acercamiento con el Imperio. El resentimiento era más fuerte que cualquier acto de una alianza.
—¿Algo más?—preguntó Poe.
—Están en el sector Dalonbiano—exclamó Kaydel—Esa es la información que sacaron del Imperio. Sabes, me hubiera gustado que los agentes metieran más "las narices" pero no queremos correr el riesgo que nos pillen y provocar una crisis.
—Es increíble. Desde Ackdan dejó el cargo, nadie haya intentado buscar una alianza con ellos—exclamó—Sé que son una parte de la Primera Orden, Kaydel, pero hay que seguir adelante.
—Lo sé, pero no te llamé para hablar de esto. Hace días que no recibo información de ExGal, nuestro puesto de avanzada en Belkadan.
—¿Han enviado un equipo?
—Lo hicimos, pero no hemos recibido noticias de ellos— explicó Kaydel—Iba a escribirle a Rey, pero te vi aquí ¿Podrías decirle que me ayude a investigar cual es el problema de Belkadan?
—Belkadan…
—Ubicado en el sector Dalonbiano.
—Oh…Kriff. Eso empieza a oler mal—exclamó el piloto, poniéndose de pie.
—No recomiendo que abras un enlace a Shedu Maad desde aquí. Están intervenidos los holos.
—Tienes razón, la escribiré en mi nave.
Poe empezó a moverse, pero sintió la mano de Kaydel sobre su hombro.
—Veré que puedo hacer para movilizar algunas naves a ese punto.
—Con este Jefe de Estado, sería un milagro si terminase aceptando.
—Dameron… ¿desde cuándo aceptas un "no" por respuesta? —exclamó Kaydel sonriendo, lo cual contagió al piloto. Y los dos abandonaron la oficina.


Una vez que el Halcón Milenario aterrizó, sus ocupantes tomaron rumbos diferentes, a excepción de Shara, que se quedó en el hangar al ver a su amigo Lowbacca, el sobrino del legendario Chewbacca.
Lowie revisaba un speeder junto con Rori Carlissian, hija de Finn y Jannah, dos años mayor que Shara.
—¡Lowie! ¡Rori!
—Shara ¿Qué tal? —saludó Rori, Lowie ladró, lo cual su droide traductor informó que estaba saludando.
—Ha pasado muchas cosas—exclamó Shara.
—Sí, mamá me contó un poco desde que llegó—dijo Rori mientras Lowie volvía a lo suyo—Sobre Rommamol y Osarian. Pero ¿Qué tal Bimmiel?
—Participé en una carrera de deslizadores y fue emocionante pero lo que sigue después, no tanto.
Shara contó no solo la carrera, también sobre el ataque que sufrió el planeta y la victoria consiguiente.
—Posiblemente sean piratas—exclamó Rori—Con nuevos juguetes, pero, en fin, eso es problema de la Alianza.
—Ojalá sea así—exclamó Shara y vio el deslizador. —Ese deslizador es genial, Lowie.
Lowie ladró una respuesta, su droide tradujo que era un regalo de su tío Chewie y que solo lo estaba revisando.
—Yo y Lowie estuvimos hablando de probarlo—exclamó Rori sonriendo—¿Quieres unirte?
—Claro—exclamó muy entusiasmada.

.

Han atravesó el bosque hasta llegar a un espacio abierto, cerca de un lago cristalino, donde a las orillas, estaba Tara Chal, quien entrenaba movimientos con su sable de luz.
—Tara—exclamó el joven aprendiz, la mencionada se giró y sonrió, apagó su sable de luz, luego corrió hacia él.
—¡Han! Ha pasado un tiempo.
—Pensé que tu maestro estaría aquí.
—Está en el templo—exclamó Tara mirando al bosque—Solo me dijo que entrenase el Camino del Ysalamiri. ¿Estás bien?
—Sí, lo estoy—exclamó Han tocándose la nuca—Estoy un poco cansado, eso es todo. Iré a recostarme en un árbol ¿No te molesta si te observo? —preguntó con un leve rubor en las mejillas, su amiga sonrió.
—Claro que no, me gusta que me veas.
Sonrió Tara bajando la mirada, sintiéndose un poco abochornada, pero Han asintió y fue hacia el árbol, recostándose un poco. La adolescente y su amigo cruzaron miradas, luego ella reanudó con sus movimientos.

Kai fue un templo menor, era el lugar que funcionaba como un comedor público. El lugar no estaba atestado de gente, había un grupo de adultos conversando entre sí, y en otro lado, dos niños que comían, supervisados por un adulto, el joven avanzó mirando las filas, su línea de visión captó a una joven rubia con una mujer adulta de cabello gris.
Era la maestra Gawyn y su aprendiz, Ava; ambas se acercaban a donde estaba él mismo. El rostro de la joven se iluminó y corrió hacia Kai.]
—¡Kai! Me alegra verte.
—Lo mismo digo, Ava—exclamó Kai sonriente, Gawyn llegó a donde estaban los adolescentes.
—¿Kai?
—Sí, maestra Kora.
—¿Rey ha llegado contigo?
—Fue en dirección al templo mayor.
—De acuerdo, gracias, Kai—exclamó Gawyn y colocó una mano en el hombro de Ava—Por ahora, tómate el día libre.
—Gracias, maestra.
La maestra ciega sonrió y avanzó hacia la salida, Kai y Ava se miraron.
—Vamos ¿Quieres comer algo?
—Sí, por ello he venido aquí—exclamó Kai.
Una vez que se sentaron, el aprendiz diese su pedido a un droide camarero, Ava notó que su mejor amigo estaba un poco decaído.
—¿Pasa algo?
Kai respiró hondamente y contó todo lo que pasó ese día, desde su presencia en el Palacio hasta el enfrentamiento en Bimmiel.
El droide camarero llegó con su pedido, Kai dio un gran mordisco a su emparedado de nerf.
—¿Te preocupan esas naves rocas?
—Sí. No sé qué son y eso me deja un poco preocupado, además, toda esa campaña de anti Jedi.
—Sobre lo último, no lo tomaría importancia—exclamó Ava, colocando su mano sobre la de Kai—Son un grupo de ruidosos. Nuestras acciones son las que cuentan.
—Buen punto.
—Y sobre lo otro…creo que tu mamá y los maestros sabrán manejar esto. Y es posible que la Alianza decida ayudarles—exclamó Ava, la última oración provocó que Kai soltase una risa sarcástica—Oh, de acuerdo, olvida lo último.
—En serio—exclamó Kai—Espero que papá logre convencer a esos holgazanes.
—Bueno ¿podemos ir a los lagos? Creo que nadar nos podrán de mejor humor.
—Buena idea—exclamó Kai, un poco más animado.

.

En el templo mayor solo estaban Jannah reunida con Ayal Spur, un zabrak, Reil Tasin y Jacen, ellos se quedaron en silencio cuando Rey ingresó.
—Rey, que bueno que has llegado—exclamó Reil—Siéntate con nosotros.
La maestra Jedi avanzó hacia la tarima donde estaban sentados los maestros, se colocó al lado de Jannah.
—Jannah nos ha contado de su misión fallida en Rommamol—exclamó Jacen.
—¿Has escuchado la noticia?—preguntó Ayal pero Rey negó con la cabeza.
—Rommamol atacó a Osarian, la guerra civil ha empezado.
—Eso es terrible—exclamó Rey— ¿Hay una manera de ayudar a los civiles?
—Enviaremos a unos embajadores, que luego asignaremos—exclamó Jacen.
Gawyn llegó al umbral del templo, y ella se acercó a la tarima, sentándose al lado de Reil.
—Genial que estés aquí, Rey—exclamó la maestra, con el rostro en dirección a Jacen.
—Sí, lo mismo digo—exclamó la aludida.
—Y ahora, que estamos todos aquí—explicó Jacen—¿Cómo te fue con el Jefe de Estado?

Rey contó todo lo acontecido con el Jefe de Estado, sobre el castigo de Altmik, el grupo Anti Jedi y la amenaza de parte del Jefe de Estado, de revelar su ubicación y unirse a la Alianza.
—Bueno, la misión de Jannah ha fallado, evidentemente y eso seguro que nos echará en cara—argumentó Reil, sus lekkus se agitaron de la impaciencia.
—El aumento de apoyo del movimiento Anti Jedi es preocupante—exclamó Jannah—¿Cómo lo podríamos revertir?
—No le daría importancia—exclamó Rey—Nuestras acciones hablan por si mismas.
—Eso es esta bien—exclamó Reil— Pero has estado ausente en este planeta por tres meses, entrenando a tus aprendices. No te estoy culpando, recién ahora llegas a Shedu Maad…
—¿Qué está pasando?—preguntó Rey mirando a sus compañeros.
—Muchos padres de nuestros Iniciados están realmente preocupados—explicó Jacen—Ellos están escuchando las razones del movimiento, y están retirando a sus hijos del Templo Jedi. Hay una gran cantidad de Iniciados desertados.
—El número es tan grande que hemos tenido la necesidad de unificar los clanes. Es por ello, que he pensado que deberíamos tener un portavoz en el senado.
—¿Portavoz?—preguntó Rey—No, eso significaría que tenemos que revelar nuestra posición. La Alianza debe desconocer nuestro paradero, o querrán que formemos parte de ellos.
—Tal vez no un portavoz—exclamó Jacen— Un aliado en el senado, mencionaste que A'kla mostró su apoyo a los Jedi. Bueno, mi esposa lo conoce, mi madre también. Él podría ser nuestro aliado, si lo invitamos a Shedu Maad y le mostramos nuestro trabajo.

Rey estaba insegura, pero Jannah, Gawyn y Reil estaban de acuerdo.
—No quiero que la Orden se meta en política, eso fue unas de las razones porque cayó la anterior.
—No hay un "Palpatine" que sepamos.
—Podemos enviar a alguien que vigile a Borks—exclamó Reil.
—¡No! Nada eso—exclamó Rey—Todo este tiempo he evitado que la Orden se vea mezclada con la política. A pesar de que los niños se van, pero vienen otros, nunca han revelado nuestra ubicación. Es su decisión, tenemos que aceptarlo.

Jacen bufó en desacuerdo, no se molestó en ocultarlo, mirando a Rey con el ceño fruncido, Reil miró a Rey.
—¿Qué propones?
—Seguir el mismo trabajo que hacemos. Si estos padres deciden llevarse a sus hijos, tendremos que aceptar.
—Bueno, como no hay un "Concejo", haré lo que deba hacer—exclamó Jacen, mirando a Rey con desafío—Hablaré con Jess y planearé una cena en el apartamento de mi madre en Taris. Hablaré de la Orden Jedi y del trabajo que hacemos. Le pediré que sea nuestro embajador— y miró a Reil—No habrá espías y ni agentes siguiendo a senadores. No es nuestro trabajo.
—Bueno, eso es porque quiero que tengamos un Concejo—exclamó Jannah—Para evitar que cada uno haga lo que se le salga de los mismos y no poder prohibirlo. Por eso tenemos ese "libre albedrio".
—Es mi decisión, Jannah. Si tengo que salvar a esta Orden, haré lo que crea correcto.
—Maestros, sé que la situación nos está poniendo al límite, pero deberíamos bajar los ánimos—exclamó Gawyn, moviendo las manos para apaciguar—Lo del Concejo es buena idea. Una reunión donde un caballero o maestro exponga su idea y nosotros votaremos si estamos de acuerdo o no. Mira lo de Altmik, no consultó con nadie y fue por sí mismo.
—Esta bien, haz lo que quieras Jacen—exclamó Rey—Pero no reveles donde estamos. Ni siquiera los padres de los Iniciados han revelado donde estamos, entonces no deberías soltarlo en tu reunión. Sobre el Concejo, prefiero pensarlo bien.
—Rey, la Orden de Luke tuvo un Concejo Jedi, aunque no eran tantos—recordó Gawyn—Consulta con Karr si tienes dudas, él es nuestro historiador, sabe de estas cosas.

C3 PO llegó al umbral del templo, bastante agitado y dando trompicones.
—¡Ama Rey! Que buena que la encuentro, el amo Finn ha llegado y quiere verla con urgencia—exclamó el droide dorado protocolar, Rey se puso de pie, y el resto de los maestros siguieron su ejemplo.

Una vez que llegaron al hangar, Finn estaba acercándose lentamente, rodeado de sernpidalanos y algunos aprendices Jedi, quienes ayudaban a los sobrevivientes, entre ellos, estaba Kaity, ayudando a sus compañeros a atenderlos.
—¿Qué ha pasado?—preguntó Rey, el resto de los maestros observaban a los sernpidalanos.
—Una desgracia—exclamó Finn, mientras Jannah lo abrazaba.

El maestro Jedi contó todo lo que pasó en Sernpidal, desde cuando el meteorito que cayó hasta la destrucción del planeta, que fue realmente difícil rescatar a algunos sobrevivientes.
—Sé que algunos lograron escapar—exclamó Finn—Pero antes de saltar al hiper espacio, vi más rocas flotando.
—¿Rocas que no parecen rocas?—preguntó Rey.
—Parecían naves de textura extraña—recordó—Esto es raro.
—Si, lo sé. En Bimmiel fuimos atacados por unas naves de textura que parecían rocas, eran rápidas y difíciles de vencer.
—¿Están bien?
—Sí, lo estamos. Poe se fue a Taris, vamos, ellos necesitan recuperarse.
Finn y los sernpidalanos dejaron el hangar, dejando a Rey pensativa.

Cuando pasaron horas desde que Finn regresase de Sernpidal, Rey se hallaba en su recamara, sumida en sus meditaciones cuando fue interrumpida por Jannah.
—Disculpa, Rey, pero Poe quiere hablar contigo vía holo. Dice que es urgente.
Intrigada porque Poe querría hablar con urgencia, la maestra se puso de pie y siguió a Jannah hacia el centro de comando.
En el lugar, escuchó los pitidos de los droides, BB—8 y R2D2, quienes se le acercaron, y ella sonrió después de varias horas.
—Poe ¿Qué pasa? —preguntó Rey cuando llegó al generador de holos, donde estaba el busto del piloto en una imagen azulada.
—Bien, te lo resumiré. El Jefe de Estado no le hizo gracia que el Rogue One nos ayudase en Bimmiel, así que estoy bajo aviso de suspensión.
—¿Cómo? Eso no es justo.
—Lo sé ¿Qué puedo hacer? Bien, me encontré con Kaydel, cuyos informantes le han dicho que el Imperio y los chiss estuvieron luchando con naves de aspecto extraño ¡Como los de Bimmiel!
—Vaya.
—Sé que ellos saben el nombre de estos seres, pero parece que el nombre está oculto. Luego Kaydel me informa que el grupo científico en Belkadan no responde a los mensajes e incluso envió a un equipo de investigación, pero no se han reportado.
—Esto no puede ser casualidad.
—Belkadan se encuentra en el espacio dalonbiano, donde el Imperio y los Chiss lucharon con estos seres, además, ellos llegaron desde este espacio para atacar a Bimmiel.
—Tem dijo que se encontró con ellos cerca de Lah'mu.
—Y Lah'mu limita con el sector dalonbiano. Bien, Kaydel quiere que la apoyes con enviar a un grupo de Jedi a investigar. Esto es tan extraño.
—Bueno, Sernpidal también está en el sector Dalonbiano—exclamó Jannah.
—¿Sernpidal?
—Finn estuvo ahí y fue atacado, pero no te preocupes por él, esta a salvo ahora. Poe, cuídate, dile a Kaydel que lo investigaremos.
—Te lo agradecerá, Rey. Cuídate.

La comunicación se cortó, dejando a Rey apoyada en el generador y luego miró a Jannah.
—Bimmiel, Sernpidal y Belkadan. Estoy segura de que esos lugares tienen algo en común.
—Sí, iré a Belkadan ¿quieres unirte?
—Sí.
—Gracias, Jannah. Vamos ahora, tal vez estén secuestrados y necesitan de nuestra ayuda.
Ambas mujeres abandonaron el centro de comunicaciones.

Rey tenia la intención de llevar a sus dos hijos, pero Kai quería un entrenamiento dual con Ava, y había hablado con Gawyn para hacerlo posible. Rey pensó que eso era una buena idea y terminó aceptando la petición de su menor hijo.
Entonces eso significaba que Han iría con ellas, a Belkadan.
Han quería conocer Belkadan, sabía que allí era el centro científico y estaba curioso el porque no contestaban los mensajes.
Los tres, junto con R2D2 subieron al legendario carguero corelliano, mientras Rey y Jannah se acomodaban en la cabina de pilotaje, Han se sentó a la espalda de su madre.
—¿Estas bien, Han?—preguntó Rey, encendiendo la nave.
—Sí, solo un poco nervioso.
—relájate, tal vez no sea nada—exclamó Rey.
—Lo sé, mamá—sonrió Han.
Y el Halcón Milenario alzó vuelo nuevamente y se perdió entre las nubes de Shedu Maad.


El planeta Plooma es un lugar sin vida inteligente, árido y con altas temperaturas, en el pasado fue el escondite ideal de varios piratas y mercenarios.

Y ahora era el punto de reunión de un grupo, quienes habían aterrizado en el lugar, en dos naves diferentes.
Kubariet estaba de pie en el desierto, respirando lentamente cuando sintió alguien se acercaba a él, se giró.
Tres mandalorianos se colocaron enfrente de él, vestían túnicas Jedi.
—Nada mal.
—Estamos listos—exclamó Taryn—Grogu se quedará aquí para cubrir nuestra salida.
—De acuerdo, ya conocen el plan, vamos.
Kubariet y los tres mandalorianos lo siguieron al otro transporte estacionado, muy cerca de ellos.
Grogu observó en la cabina de pilotaje como el transporte se elevaba y partía hacia Helska IV.
Y sacó una esfera plateada, empezando a juguetear entre sus dedos.