El sábado había iniciado para el curioso Bobby y la intrépida Wane, cada uno con una mochila de acampar; y particularmente, Wane tenía en su pierna izquierda un porta pistola ocupado por la arma en cuestión cargada con balines de plástico.
Delante de ellos un arco de madera daba entrada a un camino de tierra que llevaba a la profundidad de un bosque frondoso. Detrás de ellos una casa de campo se alzaba con elegancia y pudor, su armazón y estructura de roble tan limpia y resistente como el día en que se construyó; una alfombra de pasto verde conectaba al edificio, sus alrededores y la carretera, como si el lugar se tratase de un oasis verde que conectaba al mundo humano y la salvaje realidad de la naturaleza.
La última integrante del trio veía confundida como a sus espaldas el auto marca Aveo amarillo que los había llevado hasta allí a ella y a Bobby se alejaba en la distancia.
—Pensé que el tío Linc estaría acompañándonos…— Dijo esta antes de acercarse a Bobby, —¿Por qué nos dejó?
Bobby volteó hacia ella, —ahm… Loan, yo te dije que tú serias quien nos cuidaría.
—¿!Qu-q-que?! — Loan no pudo detener su cuerpo, el temblor en sus brazos era inminente, —B-B-Bobby, pensé que hablabas de un juego en el árcade o algo parecido. Yo no sé nada de acampar, ¡apenas y puedo sobrevivir con mamá cuidándome!
—No te preocupes, Wane será la que nos cuidara, ella tiene experiencia.
Wane entonces volteó hacia la perturbada chica, confusión la primera reacción que obtuvo al verla. —Cierto, no nos hemos presentado. ¿Tú debes de ser Loan verdad?
—Sí…— Wane extendió su mano a la chica, a lo cual Loan respondió estrechándola débilmente. —Me llamo Loan. Wane Geraldine, ¿Verdad?
Wane asintió, —Un gusto, Bobby me habló un poco de ti. Espero que esta experiencia te sea provechosa. La intemperie puede llegar a ser una buena maestra.
—Con sobrevivir me basta… — Loan dijo mientras se rascaba el cuello. Bobby de inmediato vio la señal que eso implicaba.
Oh, no… ya están ganándole los nervios.
—Loan, ¿te importa si me llevas de la mano? Me sentiré más seguro así. — Loan accedió de inmediato a la petición, su recurrente sonrisa chueca mostrándose sin pena alguna.
Es una mentira blanca… pero no importa si esto la hace feliz.
El trio se aventuró dentro del bosque, aunque los primeros minutos se podían considerar más como un simple paseo. Wane aprovechó la libertad de ese tramo seguro para darle rienda suelta a sus deseos.
En poco menos de medio minuto la chica corrió en vertical por un árbol, saltó hacia una de las ramas, se impulsó hacia la rama de otro árbol y con el mismo impulso del salto se balanceó y terminó parada sobre una rama gruesa. Estaba a unos tres metros por encima de sus otros dos amigos, mirando con cautela el paisaje cercano.
—¡Nawara! — Exclamó la niña, enfatizando la última vocal. — Los bosques de aquí son más frondosos, me hará falta subir más si quiero mejor información del panorama…
Loan arqueó una ceja, —¿nawa que? — Wane bajo con sutileza del árbol, lo que le permitió a Loan preguntarle directamente,
—¿Lo que dijiste, fue japonés?
Wane soltó una carcajada ante el comentario, y al parecer por el leve gruñido que soltó Loan, no pareció caerle bien esa reacción. La joven adulta ahora parecía incomoda por haber preguntado.
—Loan, — Bobby jaló de su suéter, — es solo un decir, te acostumbraras a esos.
—¿¡Pero qué quiso decir?!
—Por el tono que usó… — Bobby llevó su mano a la quijada y la frotó un par de veces, —tal vez estaba impresionada.
Wane chasqueó sus dedos y le sonrió al chico. —Parece que ya estas aprendiendo a traducirme, sin duda serás el chico del plan. Pero por ahora lo importante es que yo soy la chica de las direcciones, ¡así que síganme!
Wane les hizo un ademan y así empezó la verdadera travesía. Por el camino Bobby y Loan iban recogiendo las frutas y ramas que Wane les indicaba, un preparativo para cuando consiguieran un buen lugar para acampar. Mientras la vista y dirección hacia el claro se hacía más difícil de recuperar Bobby se aseguraba de checar a Loan.
La chica en cuestión, si bien estaba algo sudada, parecía no estar preocupada durante la expedición; un alivio sin duda para el pequeño Bobby, que ahora si se podía dar el gusto de ver el bosque a su alrededor y todos sus detalles.
Las aves e insectos moviéndose encima de ellos con sutileza entre el follaje, saltando de rama en rama como si estuvieran nadando por el aire, las ardillas correteando de entre las ramas, un pequeño zorro que escapó tan pronto como hizo contacto visual con ellos.
Unido a la existencia de estos animales, las sombras y luces batallando para llegar al fondo del bosque daban un sentido cálido, como si cada punto focal de sol que llegase fuera algo único; todo lo que la luz tocaba tomaba más detalle mientras que al mismo tiempo daba un sentido misterioso a las partes oscuras que les rodeaban.
Para finalizar la mezcla estaba la neblina asomándose a la distancia, una pared brumosa que intrigaba al pequeño Bobby y le influía un deseo de querer encontrar lo que el bosque ocultaba.
Es casi como un sueño…
La alegría del momento sobrecogió a Bobby éste y saltó varios veces mientras reía, alertando a Loan por accidente.
—¿Uh, huh?— Loan acercó su cara al niño, —¿Pasa algo Bobby?
—Es solo que en verdad estoy muy emocionado, — dijo este aun con la sonrisa aun impresa en su rostro, — es la primera vez que vengo a un bosque y en verdad parece que estoy en otro mundo.
—Un mundo bastante acogedor sin duda, — Wane añadió a la conversación, —Saben, me hubiera encantado tener un lugar así cuando era pequeña. Pero meh, ya el pasado no importa, lo que importa es que ahora tenemos este sitio para nosotros.
Después de un largo tiempo se encontraron con un riachuelo, el cual Wane vio como el mejor sitio para montar la tienda para acampar.
—Bueno chicos, veamos que tenemos hasta ahora… — Dijo antes de extraer una tela verde de su mochila y colocarla sobre el suelo, Bobby soltó las ramas que tenía allí, y Loan, los frutos. —Excelente, solo necesitaremos más madera, algunas piedras, algo de fibra seca, y carne. Ustedes pueden quedarse aquí y buscar las cosas fáciles mientras yo voy a cazar alguna presa… por este riachuelo debe de haber rastro de algún animal.
—Ahm… — Bobby se rascó una mejilla, —Wane, no puedes cazar aquí… al menos no esos animales.
—¿!Que?! Chamo que chimbo…
Bobby le explicó rápidamente a Loan que esa era otra jerga de Wane, luego de eso volteó de nuevo a la chica, — traje algo de comida así que no tenemos que preocuparnos mucho.
—No, no, no, nada de eso, — dijo Wane antes de ajustar sus mangas, —¡Tenemos que tener la experiencia completa! Estoy segura de que a nadie le importara si tomó algunos peces.
—Bueno… creo que no habrá problema si son unos pocos. — Loan añadió a la conversación.
Wane sacó del lote de ramas la más larga del montón, produjo un cuchillo multiuso de su mochila, y se dispuso a tallar la punta de la madera. —dejen sus cosas aquí y vayan a buscar lo que necesitamos, para cuando regresen ya tendré unos tres peces para la cena.
Loan había puesto su mano libre sobre su pecho, una mueca dejándose ver en su rostro.
Wane es su fuente de confianza mientras esta aquí… tal vez-
Los ojos de la joven se habían expandido repentinamente, algo malo estaba pasando para ella.
—Loan, ¿Sucede algo?
—P-pues es gracioso que lo menciones… r-resulta qu-que me acabo de dar cuenta de que me distraje y me confié de que una niña de once años podría ser nuestra guía por el bosque… ha, haha… como puedo ser ta-
Wane intervino antes de que Bobby pudiera reconfortarla, —Oye gafa, — Su tono frio y seco, —Bobby tiene colgando de su mochila un radio para comunicarse, de seguro el otro está en la casa de campo,— Wane le echó un ojo a Bobby, el cual afirmó de inmediato, y luego volvió a ver a Loan, —¿Vez? Todo fino. Vayan en línea recta y marquen los arboles con números de menor a mayor, así les costara perderse, igual si algo pasa no me tomara tiempo encontrarlos.
Loan se relajó al escuchar esas palabras, aun cuando el tono empleado sin duda fue grosero… Bobby sabía esto pero tomando en cuenta que Loan no parecía molesta decidió ignorar el asunto temporalmente y seguir adelante, tomando a su prima de la mano y saliendo junto a ella del claro.
Una vez lejos de Wane, Bobby quiso asegurarse de saber cómo se sentía su prima.
—Loan, ¿Estas bien? Sé que Wane fue algo ruda, pero te aseguro que ella no tiene intención alguna de...
—Oh, no te preocupe-es Bobby, la verdad ya estoy acostumbrada…— la chica sonrió, mas sus ojos caídos demostraban otro sentimiento, —Me reconforta saber que tenemos un plan de emergencia por si algo sale mal. Eso es suficiente.
Esas palabras habían dejado aún más preocupado a Bobby. El hermoso bosque a su alrededor ya no ocupaba ni el mínimo de su atención, su vista estaba fija en la cara melancólica de su prima.
—Loan… no deberías…
—¿P-podríamos no hablar de mi? — Loan entonces volteó hacia su primito, —S-solo quiero disfrutar de este momento, — Sus ojos se distrajeron entonces con el paisaje, —Si no me di cuenta antes de la situación en la que estaba, era porque me encontraba muy fe-fe-feliz como para hacerlo.
La chica inhalo lentamente, su cara ahora ostentando una expresión de serenidad, —Para este momento tendría un ataque de pánico de estar sola aquí. Pero al estar contigo, siento que todo estará bien. Incluso me está agradando la idea de buscar salir más a menudo.
Bobby notó un tenue rubor en la piel de Loan, seguido a esto se dio cuenta que su prima acariciaba cada tanto la unión entre sus manos. Aun no estaba seguro, pero le gustaba creer que su prima le tenía en alta estima… tal vez incluso… que ésta le tuviera afecto.
Usualmente él no pensaba mucho en su relación con su prima, apenas se habían conocido después de todo; y aun así, ella había sido muy cariñosa con él desde el inicio, dejando que su lado meloso estuviera a gusto, preocupándose por él, buscando formas de que él se divirtiera… a veces incluso en contra de su propio bienestar.
Y mientras su mirada se mantenía fija en ella durante el camino, no podía evitar pensar en lo que podría perder de no cuidar esa relación tan bonita que se había formado. Las noches de juegos, ver esa sonrisa en su rostro cuando él la recibía en las tardes… la calidez de su cuerpo cuando ella lo abrazaba y mimaba cuando veían la televisión juntos… el como ella apoyaba sus suaves pechos en su espald-
¡¿Huh?! El chico volvió en sí y sacudió sus pensamientos de vuelta hacia la realidad, ¡BJ no deberías pensar en eso!
—¿Bobby, Estas bien? — El chico soltó un leve quejido del susto al ver a su prima, —Estas algo rojo…
—Eh… Ah. Si. — El chico respondió, el pánico aumentando la velocidad de sus palabras, — Es solo que me siento algo cansado, mi chaqueta y la mochila me están asando, — inventó rápidamente antes de quitarse la mochila y ponerla en el suelo, dándole algo más de veracidad a sus palabras. De la mochila sacó una de las mantas y la lanzó hacia una de las ramas que estaban cerca cual tendero.
—Vamos a buscar por las cosas que Wane nos dijo, la manta servirá como punto de guía, yo buscare por la derecha y tú por la…
Loan atrapó su mano antes de que este pudiera terminar de apuntar a la otra dirección, los ojos de la chica se veían más pequeños que de costumbre, y la forma en la que respiraba se notaba apresurada.
—Bobby, me encanta este bosque, amo el aura de ensueño que tiene, los sonidos de los pájaros y el viento, y el hermoso verde que lo cubre todo… pero.
Loan evitó mirarlo directamente, su cara de angustia volteada hacia donde no se pudiera ver aquello que quería ocultar.
—Pero tan pronto como me separe de ti sé que esos sonidos se volverán alaridos de agonía, y que del frondoso verde saldrán sombras a atormentarme. Mi cabeza encontrara las formas de volver este lugar en una pesadilla.
Fue allí cuando Bobby notó que eso que Loan quería esconder era un odio, ¿Un odio hacia ella misma? ¿Hacia su condición? No estaba seguro.
—Que tonta me he de estar viendo… solo estaremos separados por unos segundos… y podré verte en todo momento. Y aun así…
—Está bien, Loan, — Bobby le ofreció una sonrisa, —no eres tonta, todos tenemos nuestras dificultades, y estas no nos hacen menos ni a nosotros, ni a ti. Además, me alegra saber que puedo ayudarte.
Los dos quedaron mirándose por un rato, degustando de cómo ese dulce momento nutria las raíces de su relación.
Hasta que…
—¡Hey tortolitos!
Bobby y Loan soltaron un quejido chillón del susto al unísono. Wane estaba detrás de ellos, su mano derecha sosteniendo de la cola a dos salmones y una trucha, mientras que en su derecha un cuchillo goteaba rastros de agua y sangre. La pose firme de la niña y su pecho inflado de orgullo.
—Mientras ustedes se estaban mirando los granos yo me puse a trabajar. Vamos, ya preparé el fuego, estos peces no se limpiaran solos. Podrán continuar con lo que hacían cuando estén los dos abrazaditos en sus sacos de dormir, ahora mismo los necesito enfocados, ¡vengan!
Aún abochornados, los dos siguieron a la pelirroja de regreso al claro. Al llegar vieron que dos estacas sostenían a otros dos salmones cerca del fuego, Wane aclaró rápidamente que las había preparado para Loan como gesto de buena fe. Justo después de eso Wane le indicó a Bobby que la siguiera al rio, pues había una roca plana y lisa que podían usar como mesa para cortar.
Wane entonces colocó la trucha encima de la piedra, le pasó los dos salmones a Bobby y procedió a quitarle espinas y escamas al que pez, su pericia tan por encima de la comprensión del muchacho que este solo pudo ver una serie de eventos aleatorios que dieron como resultado un pez limpio y listo para poner en una vara.
Al terminar Wane tomó el pez y le pasó el cuchillo al chico,—Listo, ahora te toca a ti.
—Eh… ¡¿Qué?! Apenas y entendí lo que hiciste. No, acabo de mentir, ni siquiera entendí que fue lo que vi.
—Oh~ cierto, tenía que haberte enseñado, hehe… disculpa. — Wane volvió a tomar el cuchillo y le dio el pez preparado al muchacho. —Okay, presta atención, esta vez sí explicare lo que hice.
—Entendido.
Wane se le quedo mirando por un breve momento, sus ojos inquisitivos un preámbulo a lo que iba a decir, —¿Porque estas tan lejos? Acércate más, no quiero que te pierdas de nada.
Extrañado en un principio pero conforme al final ante el pedido, Bobby acortó la distancia entre ellos de unos pocos centímetros, a milímetros. Una vez allí, la chica empezó a explicar con detalle cómo tratar con el animal, como quitarle las extremidades menos importantes, como sostenerlo al momento de pasar el cuchillo para quitar las escamas, y como abrirlo para quitarle las espinas prominentes.
Al finalizar la enseñanza Wane dejó a Bobby solo con la última presa mientras ésta se disponía a poner a cocinar los pescados. El chico comenzó con buen pie, pero pronto se sintió inseguro de sus habilidades, las escamas no parecían salir, los cortes de las extremidades habían quedado mal… y no recordaba como su amiga había logrado abrir al animal.
—Parece que aun tienes algunos problemas, no te preocupes, le agarraras el truco con el tiempo, ven.
Al escuchar ese "ven" Bobby pensó que su amiga tomaría las riendas y terminaría, pero para su sorpresa, Wane se puso detrás de él y le tomó de ambas manos, su cabeza ahora reposando en el hombro del chico.
—Bueno, siempre he dicho que para aprender algo tienes que hacerlo tú misma, así que esto es lo más cerca que puedo estar de ayudarte sin quitarte la experiencia.
El cuerpo de Wane fue una experiencia completamente nueva para Bobby, un calor intenso irradiaba de ella, uno que para el clima frio que los rodeaba resultaba reconfortante. No era como la calidez de Loan, era algo capaz de hacerlo sudar de no ser por el agua fría debajo de él.
El sentir sus manos siendo forzadas a moverse lo saco rápidamente del trance provocado por ese nuevo sentimiento, y pronto ese mismo calor le ayudó a calmarse y enfocarse más en su tarea.
—Sabes, tus manos son muy suaves, — Wane comento con un tono bajo.
—Uhm… ¿Gracias?
—No ósea, en serio, es raro incluso.
—Pues el calor que emanas tampoco lo consideraría normal, así que los dos tenemos algo extraño.
—Ni te creas, — Wane entonces presionó su cachete en contra del muchacho, —si alguien aquí va a ganar por ser excepcional, esa seré yo.
Bobby había terminado de cortar el salmón, por lo que Wane lo liberó de su agarre, este al verla le dio una sonrisa honesta, —¿Competir por quien es el más raro? Me gusta como suena.
—No, no, no. No somos raros chico, somos únicos, bueno al menos yo no he visto a alguna otra niña de mi edad capaz de hacer lo que yo… ah sí… Leia…
La voz de Wane se tornó más fría al decir aquel nombre, uno que Bobby reconocía.
—¿Leia? ¿Leia Loud?
—Sí, una de tus primas. No creo que sea capaz de sobrevivir en el bosque como yo lo hago, pero sin duda es alguien capaz de hacerme frente.
—Pero si solo tiene siete años.
—Eso solo la hace una rival más digna, — Wane entonces le quitó a Bobby el pescado, — Pero eso es tema para otro momento, vamos a preparar estos, nos tomara tiempo cocinarlos, y mientras estamos en ello también quiero preparar unas cuantas trampas.
El dúo volvió a tierra firme, donde lo primero que hizo Wane luego de poner la comida en su lugar fue buscar su mochila, de la cual extrajo unas cuantas cuerdas. Por su lado Bobby fue a por su flauta y por una hoja de papel con notas para practicar.
Loan por su lado considero que había comido suficiente pescado, lo que se traduce en unos cuatro mordiscos, por lo que fue al lado de su primo para apoyarlo mientras practicaba.
Bobby había estado practicando en sus tiempos libres, y en el proceso recibió varios consejos de parte de su tía Luna para controlar el uso de su diafragma, lo que se traduce en mejores notas y que estaba empezando a fallar menos, al menos en partituras simples.
Loan, disfrutó de la práctica en silencio, y Wane se encontró de momentos tarareando las notas mientras hacía redes con las cuerdas que había traído.
En un momento Bobby llegó a preguntar a Wane el porque estaba haciendo una red, a lo cual Wane respondió con un tono seco: —Alces.
Wane no comentó nada más, estaba demasiado concentrada como para expandir más en lo que dijo. Al mismo tiempo, Bobby tuvo la corazonada de que era un tema que no tenía que tocar.
Cuando terminó de cocinarse la comida Wane la empaquetó en el aluminio que envolvía las viandas de Bobby. Y ahora con nada ocupando la atención inmediata del equipo podían enfocarse en montar una tienda para pasar la noche y divertirse.
Para Bobby el simple hecho de ver la naturaleza era bastante entretenido, pero su amiga ya estaba acostumbrada al lugar; La idea de Wane para divertirse requería del esfuerzo físico. ¿Que sería esta vez? Wane lo llamó jiujitsu.
Para Bobby la palabra era nueva, por otro lado el cambio súbito de expresión en Loan le hizo notar que esta si sabía.
—¿Tu sabes qué es eso?
—U-un arte marcial, enfocada en los agarres y usar el cuerpo del enemigo en su contra, se enfoca en someter al adversario, o eso es lo que t-tengo entendido.
—Y además, — Wane fue rápida en intervenir, —Es un estilo de combate que funciona específicamente para defenderte.
Ese último detalle llevó una sonrisa al rostro del muchacho, —Oye, me gusta cómo suena eso.
Wane asintió y se puso manos a la obra, si quería practicar necesitaría un lugar seguro así que fue a buscar hojas para hacer bulto en el suelo. Mientras, Loan se acercó a su primo para preguntarle sobre esa nueva faceta en el que apenas venia conociendo.
—No sabía que te gustaría algo como esto.
—¿Eh? No, lo odio, hehe, — dijo este antes de dirigirle la mirada a su prima, —solo lo hago porque quiero poder mantenerme fuerte ante los brabucones…
Bobby por instinto volteo hacia su amiga.
—Y… bueno, también quiero poder defender a la gente que aprecio.
En un arrebato de emociones, posiblemente ante la ternura del momento, Loan lo atrapo en un cálido abrazo y estrujo su cara en el pelo frondoso de este.
—Hehe, me haces cosquillas…
—Eres un sol Bobby…
Loan se le quedó mirando, su cara alegre pero sus ojos perdidos en algo más allá de lo que Bobby podía ver. El momento duro unos pocos segundos antes de que Loan se retirara rápidamente y se empezara a disculpar.
—¿Ya terminaron? — Wane gritó, su sonrisa picarona dejando ver uno de sus colmillos antes de soltar un grito de batalla—¡Quiero echar coñazooooooos!
La chica se abalanzó sobre el pequeño para luego arrojarlo hacia la cama de hojas, forzando así el inicio de su sesión de entrenamiento.
Obviamente, Loan no vio con buenos ojos a Wane y sus métodos al principio. Pero la chica sabía los límites de Bobby y evitaba lastimarlo a toda costa. Poco a poco la perturbación de la joven rubia se disipo, y con ello parecía que se estaba dando cuenta que a Bobby le entretenía el pasar el tiempo con su nueva amiga.
Aunque, esas miradas confusas que le da a Wane cada tanto son extrañas… Pensó Bobby segundos antes de que su mano derecha fuera atrapada…
—¡Wo-Wow!
…y su cuerpo disparado al suelo. Wane tenía una pierna sobre el cuello del muchacho y la otra sobre el pecho, mientras que usaba su cuerpo para flexionar el brazo del muchacho.
—Si recuerdo bien, —Wane entonces mitigó parte de la fuerza usada en el agarre, —una vez tienes a tu oponente en esta posición solo debes impulsar tu parte abdominal hacia arriba con fuerza y la coyuntura del brazo te ayudará a someter al tonto que se quiera meter contigo. Te aconsejo usar la pierna que está en el pecho para impulsarte, mientras que la otra la presionas sobre el cuello. ¿Entendido?
—Esta se ve algo más fácil…— Dijo Bobby antes de notar dos pequeños detalles de ese agarre que pronto hicieron que su sangre fluyera más rápido por motivos no deseados. —Creo que ya entendí, ¿puedes soltarme?
—¿Eh? ¿Es eso miedo lo que escucho?
Bobby volteo por inercia hacia su prima, la mirada confusa en esta se estaba tornando en una de molestia. Al parecer ella también se había dado cuenta.
—E-es solo que, estoy algo incómodo…
¡Porque te estoy tocando el pecho y la entrepierna al mismo tiempo! El chico pensó antes de permitirse entrar en pánico dentro de su cabeza ¡Aaaaaaaaah esto es vergonzoso!
—oh… bueno, por el momento te creeré, — Wane dijo antes de liberar al pobre niño de su tormento, —pero solo porque ya estoy hambrienta.
Al parecer Wane no se dio cuenta de lo que había pasado, y posiblemente cree que Bobby le tenga miedo a ese agarre. El muchacho considero por un breve momento a ese evento como alguna faceta de Wane por conocer más adelante; cuando terminó de escribir esa nota mental, su enfoque regreso hacia su prima y la mirada consternada que esta tenia.
Al acercársele Loan fue directamente en búsqueda de alguna marca o raspadura en el cuerpo de su primito. —Oye, — pregunto esta, —¿t-tú y tu amiga entrenan de esta forma todos los días?
—Ahm… no… usualmente es mas a los golpes o con espadas de madera… — dijo el chico, su cara dejando ver un leve rubor rojo.
Loan tartamudeó algo incomprensible para Bobby y luego se tornó a un lado, dejándolo con la duda si ella estaba pensando lo mismo que él. El momento incomodo no duró mucho tiempo, la misma razón de que surgiera, Wane, se acercó con un salmón sujeto a una vara de punta agilidad.
Bobby agradeció por la comida y se sentó en el espacio que Loan había dejado libre entre sus piernas para él.
—¿Tu también quieres? — preguntó Wane.
—No g-gracias. Estoy llena. — respondió Loan antes de llevar su mano hacia la suave enredadera que el cabello de Bobby.
—Me sorprende la verdad que para comer tan poco te veas tan robusta…—
Loan se quedó callada, su aspecto era un tema relacionado con su condición, y tocar tal tema no era fácil. Bobby le hizo un pequeño gesto a su amiga para que cortara el tema. —Oh, verdad, preparé las redes y trampas pero no las he puesto. Ustedes quédense aquí, ya vuelvo.
—No te preocupes, no tenemos las agallas para movernos tampoco, hehehe… — Loan respondió y Wane se marchó hacia las profundidades del bosque. Al estar los dos solos Loan no pudo evitar elevar un poco más la cantidad de afecto que le daba a su primito—Es una buena amiga la que te conseguiste… espero que se lleven muy bien en el futuro.
—A veces se mete conmigo, —Bobby dio otro mordisco a su pescado, —pero siempre busca cuidarme y me encanta lo enérgica que es.
—Es bueno escuchar eso, — Loan entonces limpió la carita de su primo, —podre estar tranquila sabiendo que hay alguien cuidándote allá afuera.
—La verdad es raro que después de tanto tiempo siendo el mayor es ahora a mí a quien cuidan y protegen…— Bobby sonrió, —pero no me quejo en lo absoluto. Esto me encanta.
Loan abrazó al pequeño y se quedó callada por un rato, algo usual para Bobby de ver.
La noche había llegado al bosque, y el fuego de la fogata brillaba con vigor, protegiendo al trio del silencioso depredador que se escondía dentro de la niebla de los alrededores.
Cada tanto el monstruo dejaba mostrar sus colmillos y en respuesta el aire de los chicos se escapaba de sus pulmones en forma de vapor.
Aun así, el estar a merced de la bestia no les impedía relajarse dentro de sus dominios. Wane había conseguido más leña, y rocas lo suficientemente grandes y cómodas como para sentarse en ellas.
Se habían contado historias de terror, anécdotas de la vida de Wane en el frio bosque de Alaska, y las ocurrencias inusuales dentro de la vida de Bobby en el orfanato. Las golosinas que habían llevado no lograron aguantar ni la mitad de lo que duro todo, pero las risas lograron suministrar el mismo sabor dulce en sus corazones.
Incluso Loan se veía feliz aun cuando el clima fuera del pequeño oasis se había tornado misterioso y aterrador, y esto último atrajo la atención de Bobby hasta el punto en el que esa sonrisa en el rostro de su familiar se había transformado en un viaje por todos los momentos que había compartido con ella hasta ahora.
Y no solo ella, el viaje fue más allá, hacia los momentos en su escuela, los días conociendo a sus otras hermanas y hermanos, las noches pasando el tiempo y jugando con su padre. Tantas cosas habían cambiado en tan poco tiempo, era como si su vida hasta ese momento hubiera pasado en cámara rápida…
Por fin podía disfrutar del presente, de su presente. Eso lo llevo a querer inmortalizar ese sentimiento, darle valor a lo que acababa de comprender sobre el mundo y del deseo que había surgido en su interior.
Y lo hizo, a través de una canción…
¿Puede el futuro esperar?
¿Pueden los días en la banca quedar?
Podría disfrutar mi momento,
Apreciar mi tiempo,
Si cambiaran el tempo,
En el que todo se empieza a fugar.
Nada parece durar~
Sin un respiro que poder tomar,
Para poder reintentar.
Intentamos ahorrar,
Cada recuerdo atesorar~
Solo nos queda dejar el tiempo
Volar~
Al terminar la canción tomó un respiro lento que se transformó luego en un suspiro alegre.
—Era verdad, marico, ¡tu voz es hermosa! — Wane exclamó con alegría, — ¡Deberías olvidar eso de ser músico y dedicarte a ser cantante!
Bobby se sonrojó levemente ante la idea, —no creo poder hacerlo… me pierdo muy fácilmente cuando empiezo a cantar. Además solo puedo cantar bien cuando no hay mucha gente cerca, verdad Loa…
Una vez que volteó hacia su prima su serenidad se disipó, Loan tenía la cabeza escondida detrás de sus rodillas, y todas las alarmas dentro de Bobby gritaban que algo estaba mal.
—¿Loan, estas bien? —Preguntó este antes de acercarse a su prima, —puedes contarme lo que sea.
—n-no, — la voz de Loan sonaba al borde del quiebre, —s-solo… f-f-fue muy… bonita.
La chica sacó de su bolsillo su teléfono lo cual intrigó a Bobby puse la batería estaba baja y no había señal en el área, ¿para que iba a usar el teléfono?
La respuesta llego pronto, Loan abrió la aplicación de grabadora de voz y le hizo el gesto a su primo para que tomara el móvil.
—¿Quieres que la vuelva a cantar? — Loan asintió varias veces…—oh, vaya, es la primera vez que me pides algo así… me preocupa que te veas triste, pero si en verdad te gusta entonces no veo el problema… aunque, ¿puedes prometerme que me dirás porque estas así? Cuando puedas, claro.
Loan se quedó pensativa por un momento, pero al final afirmó ante la petición. Bobby se ajustó en su asiento y preparó su garganta, su objetivo: cantar una versión que superara a la original; lo cual logro, a costa de casi quedarse sin aire al final de la última estrofa.
—G-g-gracias, Bobby…
—Fue un placer.
—Bueno, bueno, — Wane interpuso al final, —creo que ya estuvo bueno por hoy. Pueden ir a dormirse, yo los acompañare en un momento, tengo que asegurarme de cuidar el fuego. Oh, y Bobby.
Las orejas del chico vibraron al instante y este giró hacia su amiga, —¿Dime?
—Tendrás a dos chicas durmiendo contigo en esa tienda, así que espero que te comportes…—Wane dejó relucir una vez más su sonrisa picarona, —porque yo no estoy segura de poder hacerlo.
El resultado fue inmediato, y aun con la noche intentando cubrirle, Bobby no pudo ocultar el tono escarlata en sus mejillas. Wane partió en risas al ver la cara de su amigo.
—¡Oh dios, eres muy fácil de joder! — Dijo antes de volver a reírse, —Solo estoy jugando, ya vete a dormir.
Loan ocultó la sonrisa producida a expensas del pobre chico, el cual refunfuñando y aun sonrojado se fue a la tienda, molesto por la broma, y apenado porque se le recordase la situación en la que iba a estar.
La mañana había llegado por fin, y la frescura de la misma se podía apreciar en los reflejos vistosos y coloridos que producía el hielo derritiéndose sobre las hojas y arbustos del bosque, así como también en la pulcra y radiante cara de Wane.
Pero… no se podía decir lo mismo de los que la acompañaban en su viaje de vuelta a casa…
—S-sonidos. D-demasiados sonidos. —tartamudeaba Loan, quien cargaba la mochila de Bobby en la espalda y al niño en cuestión en brazos, no solo porque este estuviera al borde de caer rendido en el suelo, sino porque tenerlo a su lado le ayudaba a sostener lo que quedaba de ella en pie.
—No pude… dormir nada…. —aullaba Bobby mientras intentaba quitarse las lagañas del rostro.
Wane suspiró ante las quejas de ambos, —ah~ que recuerdos, me acaban de llevar de vuelta a mi yo de hace unos años. No se preocupen, con el tiempo se vuelve más fácil dormir en el bosque. — los ojos de esta se enfocaron entonces en algo al frente del grupo, —hey, Bobby ¿no es ese tu papá?
—Tío. L-Lincoln. Ci-civilización. — fueron las últimas palabras de Loan esa mañana, pues justo después se lanzó a correr hacia su tío, o mejor dicho, hasta el auto que estaría cerca de él. Cosa que dejo perplejo al joven adulto al principio, y que al mismo tiempo fue motivo para reírse cuando vio a su sobrina y su hijo recostados en los asientos de atrás de su auto, ambos a centímetros de las puertas del reino de Morfeo.
— De tal palo tal astilla, parece que estos dos no aguantaron su primer día en la intemperie, — Lincoln le quitó con cuidado la mochila a su sobrina y abrió la maleta del auto, —bueno, al menos espero que no se hayan encontrado con un oso.
—¿Los ronquidos de Wane cuenta como uno?— preguntó el extenuado niño, justo a tiempo para que su amiga lo escuchara.
—Ya me he encontrado con esos, créeme, mis ronquidos son más fuertes, — Wane añadió a la conversación, su pulgar apuntando a su pecho inflado.
—Lo tendré en mente… —Bobby estaba ya en sus últimas, —cuando nos encontremos con uno… sabré… a quien defender…
Y con eso, el día de acampar había terminado, uno de muchos para Bobby y Wane; y al mismo tiempo un día donde Loan pudo demostrarse a sí misma ser capaz de perseverar en un ambiente nuevo, aun cuando tuvo que depender de sus medicamentos.
Nota del autor: la canción usada como referencia en este capitulo se llama "can't the future just wait" de Kaden Mackey.
Y una disculpa para los que ya habían leído el capítulo y con ello un detalle que se me paso, había colocado a Liena en vez de a Leia como la rival de Wane.
