CAPÍTULO VI: Los Jinetes de la Vida Color de Rosa.
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Ya habían pasado algunas horas desde que partió en busca de alguien que pudiera ayudarla, pero no daba con el paradero de ninguno de los dos.
El archipiélago era increíblemente grande.
A unos cuantos metros escuchó bastante escándalo. Era una pelea clandestina entre dos bandos. Observó bien.
"Esos eran… ¿Los Jinetes de la Vida Color de Rosa?"
Parecían heridos.
"¿Qué demonios hacían allí?"
Miró con detenimiento.
Estaban custodiando el barco de los Sombrero de Paja.
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"Nos encargaremos de ellos, capitán". Uno de los hombres perteneciente al grupo pirata informó con arrogancia.
"Allí deben haber bastantes tesoros". Otro de ellos exclamó. "El material de ese barco es de buena calidad".
Los acompañantes blandían sus espadas, con el objetivo de eliminarlos del camino.
"No dejaremos que dañen el barco". Duval respondió. "El joven maestro se decepcionará de nosotros si se enterara que personas como ustedes nos vencieron en batalla". Concluyó con estilo.
"¡Vamos, chicos!"
"¡Sí! ¡Hanbara!"
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Esa escena le parecía bastante conmovedora. Parecían un grupo de vándalos, pero eran de buenas intenciones.
Los había juzgado mal.
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"¡Ustedes!" la chica alzó la voz para que todos la escucharan. "Deténganse... Ahora". Ordenó con voz autoritaria.
De inmediato, los presentes dirigieron su atención hacia la fémina que había osado interrumpir el combate.
"¿¡Y tú quién mierda eres!?" Uno de los hombres cuestionó a la recién llegada
"Capitán… Solo es una z*rra" Otro sujeto comentó con sarcasmo.
"Llevémosla también con nosotros, jefe" Un tercero sugirió, escaneandola de arriba hacia abajo. "No está nada mal".
"Al menos servirá para cale-" No pudo terminar su frase porque una fuerte patada fue recibida en su estómago. El hombre terminó impactando a unos cuantos metros, destrozando un árbol en su paso.
"Tienen diez segundos para largarse de aquí". Estaba realmente furiosa… ¿¡cómo se atrevían a tratarla como una p*ta!? "O los castro". Su rostro reflejaba la ira en su estado más puro. Ella era capaz de cumplir su promesa aunque eso significara que ellos quedaran sin descendencia.
Inconscientemente, los 'Jinetes de la Vida Color de Rosa' dirigieron ambas manos cubriendo su entrepierna, en un vago intento de protección
De inmediato, el grupo pirata abandonó el lugar.
La kunoichi trató de tranquilizarse. Se volvió hacia donde estaba el otro grupo para asegurarse de que se encontraran estables.
"¿Están… bien?" Preguntó con duda. ¿Cómo habían logrado resistir ante un grupo pirata tan grande? Eran unos chicos admirables.
"¿Acabas de decir que soy guapo~?" Preguntó con un leve sonrojo en las mejillas. Le guiño un ojo como muestra de aprobación.
¿Eso fue un intento de guiño? Una gotita recorrió la sien de Sakura. Necesitaba contar hasta tres. "Este tipo también es muy desagradable".
"Si quieres podemos tener una cit-" No continuó hablando porque recibió un puñetazo en el rostro.
El hombre gimió de dolor, el golpe lo había tumbado al suelo.
"¡Hanbara!/¡Jefe guapo!" Sus subordinados fueron a socorrerlo rápidamente
"¿¡Cómo te atreves a golpear el perfecto rostro de Duval-sama!?" Uno de sus hombres le recriminó a la muchacha, señalándole con el dedo índice.
"¡Espera, Hiro!" Otro de los jóvenes lo detuvo. "Mira… El rostro… del jefe… "
"No puede ser"
"Es imposible"
"¿Qué ha pasado con mi rostro?" Preguntó Duval con verdadera angustia. Esto no podía estar pasando... Su perfecto rostro no podía estar arruinado ¿verdad?
Uno de sus chicos le trajo un espejo para que se observara él mismo.
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"Eres… Aún más guapo que antes". Le contestaron al unísono.
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"Nee-sama". La Haruno arqueó una ceja. La situación no podía parecerle más extraña.
Todos los hombres estaban postrados ante ella. La hacían sentirse muy importante, como si se tratase de una deidad.
¿¡Y por qué la llamaban nee-sama!?
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"Escuchen, Jinetes de la Vida Color de Rosa" Duval cambió el semblante de su rostro a uno de completa seriedad.
"El día de hoy… Renacemos aún más atractivos que antes". Todos asintieron, mostrándose totalmente de acuerdo.
"Ahora seremos conocidos como 'Jinetes Superguapos de la Vida Color de Rosa'."
"¡Hai!" Todos exclamaron con lágrimas de júbilo. No existía un momento más sublime que ese. Se podía escuchar el coro de los cantos celestiales.
"¿Es en serio? Solo le agregaron 'superguapos' a su lema". Sakura sentía pena ajena por cada uno de ellos.
"¿Hay algo que podamos hacer por tí, nee-sama?" Duval le preguntó a la ojijade. El joven maestro le había dado una nueva oportunidad, pero con su nuevo semblante estaba seguro de que prosperaría aún más.
Al menos ella podía sacar beneficio de todo esto.
"Necesito que busquen a cierto hombre por mí". Les respondió con neutralidad.
"¡Cualquier cosa por tí, nee-sama!"
"El nombre de esa persona es…"
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"¿¡Eh!?" Cada uno exclamó con bastante sorpresa.
"¿Es que acaso ustedes no mantendrán su promesa?" El rostro de la muchacha se oscureció. Un aura bastante sofocante comenzó a rodear a los jóvenes.
Negaron con rapidez.
"Nuestra primer misión como 'Jinetes Superguapos de la Vida Color de Rosa' es..."
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"Me extrañaste bastante, ¿¡verdad rosadita!?" El pelirrojo le preguntó con altanería.
La pelirrosa se limitó a rodar los ojos. No iba a perder el tiempo en pláticas sin sentido.
"Hasta mandaste a algunos hombres en mi búsqueda". Le comentó a la muchacha con tono burlesco. En ningún momento borró esa maldita sonrisa.
"Sé que no estoy en condiciones de hacerlo, pero…" La chica comenzó a explicar. No se observaba ninguna pizca de diversión en su rostro. "Necesito pedirte un favor". Le dirigió una mirada suplicante. Porque él era la única persona a la que podía recurrir.
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"¿Estás seguro de esto, Kidd?" El rubio intentó concientizar a su mejor amigo. "En estos momentos es peligroso acercarse hacia ese lugar".
"¡Bah!" Eustass chasqueó la lengua... "Estuviste de acuerdo antes". Le respondió con simpleza. "No nos acercaremos tanto, Killer".
"¿Pero no será peligroso para ella?" Cuestionó el enmascarado.
"La frentuda fue la que me lo pidió". Le contestó al joven. "No es de mi incumbencia lo que pueda llegar a pasarle".
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"¡Bastardos!" Alzó la voz para llamar la atención de sus tripulantes. "He traído a una invitada especial".
Después de haber pronunciado esto, todas las miradas se posaron en la joven kunoichi.
"Pero si es… Sakura-san". Uno de los subordinados la reconoció. Jamás olvidaría a una mujer como esa. Poseía una fuerza bastante descomunal.
La Haruno sonrió con nerviosismo.
"Tardaremos un par de días en llegar". El capitán anunció a cada uno de sus compañeros.
"¡A levar las anclas!" Ordenó el pelirrojo. Todos los hombres tomaron sus posiciones respectivas y se prepararon para abandonar el archipiélago.
"Yo…" La kunoichi comenzó a balbucear lo suficientemente coherente. "Jamás había viajado en barco". Estaba fascinada con lo que veía. El movimiento de los marineros, la sensación de estar viajando en un medio de transporte marítimo…
El mar… era tan… magnífico.
"¿¡Estás bromeando!?" El hombre emitió una risa socarrona. "¿¡En qué clase de jaula vivías!?"
La chica agachó la cabeza. "Los shinobis no tenemos muchas libertades". Susurró como respuesta. "Hace poco tiempo… estábamos en guerra". Comentó dolida. Los recuerdos comenzaron a inundar su mente… Las miles de vidas que se perdieron, la muerte de sus padres, la partida de Sasuke. Eran muchas cosas para procesar.
El joven no hizo más que escuchar con atención. Él no sabía cómo tratar a las mujeres, pero al menos dejó que la mujer se desahogara.
"Estás muy fea". ¿Ella había escuchado bien? ¿Tan solo estaba dejando salir todo lo que sentía y él se limitaba a llamarla fea? Su rostro se contrajo en una notoria expresión de ira contenida. "Te ves horrible llorando" El hombre le aclaró.
Las lágrimas cesaron. Y sin quererlo soltó una risa cantarina.
"¿Está tratando de hacerme sentir mejor?" Trató de justificar las palabras del pirata.
"Te daré una habitación, para que puedas pasar la noche"
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"No es necesario. Estoy acostumbrada a dormir en la intemperie". Negó rápidamente. No quería ser una molestia.
"Además. No voy a dormir en medio de tantos hombres". Hizo un puchero, como muestra de desacuerdo.
"Lo hiciste en el bar".
"Era una situación distinta". Trató de justificarse.
"Entiendo. No me dejas otra opción". El rostro de Sakura se relajó bastante. Cuando él quería, era comprensivo. Su sonrisa se borró al sentir como alguien la tomaba de la cintura.
"¿Qué mierda crees que estás haciendo?" Replicó al ser cargada como un saco de patatas.
En cambio, el pelirrojo la ignoró olímpicamente.
"Suéltame o te rompo las extremidades" lo amenazó. Ya había pasado suficiente vergüenza en el día.
"Como si te tuviera miedo". Le contestó tajante.
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"Yo te dije que me soltaras". Refunfuño al ver al joven con las costillas rotas. Ahora lo llevaba a rastras hacia la habitación que le había destinado.
Sin más por hacer, recostó al joven en la cama para poder curarlo mejor.
"¿¡Qué demonios crees que estás haciendo, estúpida!?" Preguntó al sentir las manos suaves de la joven sobre su torso. La situación ya era bastante incómoda, debía admitirlo.
"Te estoy curando, baka".
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Después de haber tratado las heridas del hombre, la joven lo dejó reposar. Necesitaba respirar aire fresco.
"Jamás había visto el mar con tanta claridad como lo estoy haciendo en este momento". La vista le parecía de lo más exquisita. Sobre todo porque la puesta del sol estaba en su máximo esplendor.
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"Gracias por todo". La ojijade fue la primera en romper el silencio. "Tengo una deuda muy grande contigo".
"No me debes nada". Contestó el pirata mientras cruzaba sus brazos. Lucía impasible.
Ella sonrió de oreja a oreja.
"Eso no es cierto". Le contestó con diversión.
"Después de todo… Eres un pirata". Susurró pero su comentario fue lo suficientemente audible para el chico.
"¿¡Qué mierda estás tratando de decirme!?" Le reprochó con enojo fingido
"Ya sabía que al 'cabeza de antorcha' le faltaban unas neuronas, pero no creía que fueran tantas." La kunoichi le dirigió la mirada por varios segundos hasta que se decidió...
"Considera esto como un regalo de despedida". Buscó entre sus pertenencias y le entregó al hombre una botella de sake.
"Originalmente, ese licor iba a ser un regalo para Tsunade-sama, pero no me arrepiento de nada."
"Está bien" El pelirrojo se limitó a aceptar el recipiente lleno de bebida alcohólica.
Ambos jóvenes se sumaron nuevamente al silencio, pero esta vez a ninguno de los dos les importó. Se sentían bien el uno con el otro.
El lugar comenzaba a observarse desde donde se encontraban.
"Marineford, ¿eh?"
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"Hasta aquí es lo máximo que podemos llevarte" Killer le informó a la pelirrosa.
"Está bien para mí". Le respondió con gratitud.
"Muchas gracias". Se inclinó para hacer una breve reverencia. "Me aseguraré de devolverles el favor".
"No me mires con esa cara". La ojijade sentía la mirada pesada del capitán sobre su persona. "Estaré bien". Le afirmó alzando el pulgar de la mano derecha.
Ya había pasado por tantas vergüenzas. Hasta que una idea cruzó por su mente. "¡Awww!" Exclamó en voz alta. "¿¡Estás preocupado por mí!?" Necesitaba burlarse de él. "No te preocupes. Soy una mujer fuerte". Le dió una palmadita en el hombro.
Un tic comenzaba a formarse en el rostro del hombre. Estuvo a punto de comenzar una nueva discusión si no hubiera sido por la intervención de su vice-capitán.
"Te daremos un bote". El rubio no permitiría otra de sus peleas infantiles, el tiempo era muy valioso como para desperdiciarlo en cosas triviales. La vida de una persona estaba en juego.
"No es necesario".
"¿¡Y cómo piensas llegar hasta allá!? Eustass no se quedaría con el rabo entre las patas. "¿¡Nadando!?" Le cuestionó con burla.
En cambio, la muchacha no le contestó… Se limitó a saltar del barco hacia el agua. Utilizó parte de su chakra para evitar hundirse en el agua.
"Te paraste en el agua…" Estaba asombrado. Esa mujer era un imán de sorpresas, pero no lo demostraría tan abiertamente. "No hay duda… Eres un mosquito".
"¿¡Cómo me llamaste!?" Su rostro estaba completamente rojo. Era la segunda persona que lograba sacarla de sus casillas en tiempo récord. Sin embargo, se vio en la necesidad de tragarse su orgullo y despedirse.
Se sentía triste, pero estaba feliz de haberlos conocido.
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"Tal vez esta no sea la última vez que nos veamos".
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Todo iba bien. Hasta que un maremoto la hizo desestabilizarse. Le tomó más tiempo de lo esperado.
Estaba por llegar pero una sombra cubrió gran parte del sitio en el que se encontraba.
Dirigió su mirada hacia el cielo.
No podía ser cierto.
¿¡Qué demonios era eso!? No pudo evitar preguntarse. Estaba por caer un gran barco y personas sobre ella
Hasta que lo observó mejor…
Ese era… ¿¡Luffy!?
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N/A:
Estoy de vuelta otra vez. Perdonenme por abandonarlos tanto, como saben, yo estudio Medicina y el tiempo es muy limitado. Estuve en exámenes semestrales por dos semanas. La siguiente también será igual de estresante :c … Lamentablemente en esta plataforma no puedo dar mis avisos parroquiales como usualmente lo hago en Wattpad.
Aprovechando la oportunidad lo haré en este momento.
AVISO PARROQUIAL:
1. Estaré editando todos los capítulos de esta historia. Como sabrán, este es mi primer fic y me gustaría modificar algunas cosas… Especialmente por la redacción. (A veces siento que estoy redactando un reporte de laboratorio jajaj) Así que no se asusten si ven tantas notificaciones mías. La trama principal no se perderá, así que no se preocupen.
2. Perdonen si los capítulos son algo cortos, pero yo los culmino hasta donde creo que sea necesario, para evitar complicaciones al momento de leerlos.
3. Iba a publicar el capítulo ayer, pero me quedé chismeando con una amiga y se me olvidó, pidoperdón.
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@[Invitado/a: No sé quién seas, pero te agradezco por leerme jsjsj. También tqm ok
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Sin más que decir, cuídense mucho, los tqm
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BRB
