EL NOVIO DE MI HERMANA
CAPITULO
LAS HINO Y LAS FOREMAN
Habían pasado dos semanas desde que Makoto tuviera aquel accidente que la tenía incapacitada, y aunque nunca se lo habría imaginado, su estancia en la casa de la familia Foreman estaba siendo agradable. Durante las mañanas solía pasar gran parte del día en compañía de Sophie Foreman que había puesto todas las citas de sus pacientes por la tarde para poder estar en casa por si algo se le ofrecía a Makoto; y por las tardes Andrew llegaba antes de que su madre partiera al trabajo pese a que Makoto en más de una ocasión le había dicho que no era necesario que se molestara, ya que no era como que se quedara sola pues Lizzie después de llegar de clases pasaba el resto del día en casa haciendo tareas, viendo animes o de vez en cuando recibiendo visitas de sus amigas de la escuela; aunque en el fondo no se podía quejar, pues si bien Lizzie le parecía una chica agradable le gustaba más la compañía de él.
En los momentos que pasaba con Andrew, ya le había contado cosas sobre las diferencias entre oriente y occidente, algunas anécdotas sobre su vida en Japón con su difunta familia, y por supuesto sólo las que eran gratas de recordar porque los momentos tristes se los reservaba para ella. También en los momentos que se quedaba sola había hurgado entre los libros que se encontraban en el librero de él y había descubierto que tenían gustos literarios afines, lo cual también era parte de sus temas de conversación, y por supuesto, también a veces Andrew le hablaba de anécdotas de su vida que ella escuchaba con genuino interés; lo cual a veces le hacía pensar que casi se acercaba a lo que en su punto de vista era el hombre ideal, pues si bien era un inútil al cocinar al menos eso se compensaba con los lattes, pays y dulces de pumpkin spice que casi a diario le llevaba y que ella no podía salir a comprar por su cuenta; aunque luego recordaba que era novio de Wanda y además desleal como pareja y aquel pensamiento desaparecía de su mente.
—¿Y por qué te matriculaste en medicina si no te gustaba?— Preguntó Makoto luego de que le contara que había estado a dos semestres de graduarse como médico pero que había desertado. Lo cual le hizo entender porque en su guardarropa había una bata blanca colgada, o porque en el librero además de libros de obras literarias había otros tantos de farmacología, anatomía, embriología y otros tantos más relacionados con la salud humana.
—Pues, porque me veo muy bien con la bata blanca— Respondió con total seriedad.
Makoto se quedó sorprendida ante tal respuesta, pero Andrew soltó una sonora carcajada y ella no pudo evitar reír también, pensando que sí, seguramente la bata le sentaría bien. "¿Pero que no se le vería bien?" pensó para sus adentros.
Cuando recuperaron la compostura, entonces ya Andrew en modo serio empezó a hablar.
—Bueno. Ya hablando en serio, me matriculé en medicina por las razones equivocadas.
—¿Y se puede saber cuales son esas?— Preguntó Makoto
—Pues verás. La primera, que los Foreman de las tres últimos generaciones anteriores a mí han sido médicos y mamá también lo es, así que no era yo quien iba a romper la tradición. La segunda que siempre fui un buen estudiante y por puro ego escogí una de las carreras donde es más difícil quedar nada más para demostrar que si iba a ser seleccionado y la tercera por dinero y prestigio, ya que como mis padres siempre fueron médicos muy reconocidos habría sido fácil incorporarme al mundo laboral pues el apellido de ellos me daría respaldo.
Makoto se quedó sorprendida al escuchar aquella anécdota.
—¿Y tus padres no se enojaron?
—Pero por supuesto que se enojaron— Le respondió Andrew— Papá estaba furioso porque tuve la oportunidad de elegir la carrera que yo quisiera y le hice desperdiciar dinero durante cuatro años para al final no graduarme, y lo peor es que se enteraron hasta un año después cuando en vez de estarme graduando llevaba dos semestres en la carrera de Lenguas y Literatura.
—Yo te hubiera matado. Tanto dinero tirado a la basura.
—Pues nada más me retiraron su apoyo para pagarme otra carrera— Andrew hizo una pausa y continuó hablando— Mis padres hicieron una cuenta de ahorro para mí y para Lizzie desde que nacimos con el plan de darnos ese dinero cuando fuéramos adultos con una carrera terminada. Obviamente a Lizzie todavía no se le hace entrega de lo que se ha ahorrado para ella porque aún es menor, pero cuando se enteraron de lo que hice, me dieron el dinero que habían estado ahorrando durante años para mí y me advirtieron que no habría más apoyo de su parte y que si lo malgastaba ya sería mi problema. Con ese modesto ahorro terminé la carrera, me compré un departamento y gracias a eso existe la editorial.
—Así que modesto ahorro— Dijo Makoto en un susurro para si misma. Evidentemente Andrew tenía una extraña percepción de lo que era un "modesto ahorro". Ya le habría gustado que a ella también la castigaran dándole dinero para comprarse un departamento y tener la pastelería de sus sueños, o al menos para escoger entre una u otra cosa, pues aunque Arthur tenía los medios sólo le daba lo estrictamente necesario y si no fuera por el contrato que le había obligado a firmar segura estaba de que no le daría ninguna compensación de pura buena voluntad.
—A veces eres gracioso— Dijo Makoto
—¿Por qué?— Preguntó Andrew
Makoto iba a decir algo pero entonces escucharon el sonido de alguien tocando la puerta. Era Lizzie, quien venía acompañada de Rei y una chica muy parecida a ella aunque un poco más joven y de cabello corto un poco arriba de los hombros, que Makoto supuso debería ser Hotaru, la hermana de Rei.
—Pero que sorpresa encontrarte aquí, Andrew— Dijo Rei acercándose a él para saludarlo de beso en la mejilla— Me sorprende que de pronto te esté dando por venir a visitar tanto a tía Sophie. No es común en ti venir tan seguido desde que te mudaste a vivir solo.
—Pues alguien tiene que estar aquí cuidando de Mako cuando mamá no está. ¿No crees, Rei?
—Por las tardes siempre estoy en casa, hermano, así que no es necesario— Dijo Lizzie— Vienes porque quieres.
Andrew le lanzó una mirada amenazante a Lizzie y Rei
—Pues yo soy el que estudió ocho semestres de medicina. Así que estoy más capacitado que tú por si se presenta alguna emergencia.
—Pues yo la veo muy sana— Comentó la hermana de Rei— Para ayudarla a levantarse de la cama o traerle comida y helados no se necesita tener ni medio semestre de medicina.
A Andrew le estaban exasperando la imprudencia de aquellas tres mujeres, que juntas podían ser terribles.
—Bueno, Andrew. No es que quiera correrte pero hoy es mi despedida de soltera y venimos a ayudar a Makoto a arreglarse— Comento Rei— Será noche de chicas, así que, pues tal vez tú puedas ir a llevar al chico que vive conmigo a tomarse unas copas
—Claro Rei— Respondió Andrew— Recuerda que gracias a mí conociste a Darien, y como sigas de graciosa me lo voy a llevar a un table dance antes de la boda— Le susurró riendo triunfal, aunque Rei no le dio mucha importancia.
Makoto que había escuchado las amenazas de Andrew a Rei quedó sorprendida de su cinismo. ¿Cómo podía querer incitar al novio de Rei a serle infiel? Sin embargo, no comentó nada hasta que Andrew se fue.
—¿Escuchaste lo que te dijo?— Preguntó Makoto a Rei— ¿Cómo puede querer sonsacar a tu prometido a serte infiel?
Rei soltó una carcajada, lo cual dejó a Makoto desconcertada.
—No lo dice en serio. Así nos llevamos. Créeme. Los Hino y los Foreman nos queremos como familia— Dijo Rei— Andrew sería el primero en decirme si descubriera que Darien me es infiel, porque Darien puede ser su mejor amigo, pero yo soy como de la familia. Además él siempre me daba su opinión de que hombres no me convenían para que no terminara con el corazón roto.
Aunque Rei llamaba tía a Sophie y los hermanos Foreman llamaban tíos al matrimonio Hino, Makoto ya estaba al tanto de que no eran familia de sangre; pues en días anteriores Risa Hino había estado en la casa Foreman para visitar a Sophie y tener su "noche de chicas" a la cual habían incluido a Makoto y Lizzie. Reunión en la cual Mako se había enterado de que Risa Hino y Sophie eran mejores amigas desde su juventud, que mantenían desde entonces sus "noches de chicas" como algo sagrado y que habían acostumbrado a los hermanos Foreman a llamar tío y tía al matrimonio Hino y lo mismo con las hijas de los Hino a los miembros del matrimonio Foreman.
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Desde que Andrew estuviera de novio con Wanda y Darien con Rei, eran pocas las veces que los dos amigos se miraban en fin de semana pues esos días estaban reservados para sus respectivas novias, y aunque al principio de la relación de Andrew con su novia habían intentado tener salidas los cuatro juntos, aquello había sido imposible, pues para nadie era un secreto que tanto la novia de uno como la novia del otro se odiaban; además de que Wanda seguía con aquella loca idea en su cabeza de que Rei estaba enamorada de Andrew y quería quitarle a su hombre.
Sin embargo, en aquella ocasión, dado que Rei estaba celebrando su despedida de soltera que era exclusiva para mujeres y de que Andrew no había tenido comunicación con Wanda desde hacía mas de una semana, y dado que la soltería de Darien estaba a poco tiempo de terminar, se habían reunido con amigos de Darien a tener una especie de despedida de soltero, a la cual, alguno que otro colega de Darien había sugerido llevar chicas, pero el festejado se había negado por respeto a su futura esposa.
Aquella despedida de soltero había terminado temprano, y al final, en el departamento que compartían Darien y Rei, sólo quedaba Darien y Andrew que esperaba a que su madre le hablara para pasar a recogerlas donde quiera que estuvieran celebrando mientras se quejaba de no poder beber.
—... Y por eso no puedo beber hoy, porque cuando ya me iba de casa de mi madre, me la encontré y me entregó las llaves de su auto para pedirme que pase por ellas cuando me llamen porque tienen pensado tomar sin control— Se quejó Andrew.— Ya sabes, cuando se juntan mi madre y tía Risa no hay quien las detenga. Así que si te gustan las mujeres asiáticas por el estereotipo de que son sumisas, más vale que te vayas olvidando de eso.
En efecto, a Darien desde siempre le habían atraídos las mujeres de rasgos asiáticos y eso era algo que Andrew supo desde que lo conoció, inclusive desde antes de que le presentara a Rei, pues las dos ex novias anteriores también habían sido asiáticas, aunque no precisamente japonesas, sino coreanas.
—Sí. Siempre me gustaron las chicas de rasgos asiáticos, pero precisamente lo que me gustó de Rei además de su belleza física es su carácter fuerte y su rebeldía— Comentó Darien, que tras una pausa continuó— Y creo que de tanto que convives conmigo hasta mis gustos se te están pegando.
Andrew iba a decir algo, pero entonces el sonido de su móvil lo interrumpió. Creía que era su madre, pero cuando vio que en la pantalla de su celular aparecía el nombre de Wanda mejor no contestó la llamada.
—Es Wanda. Ahora no le quiero contestar.
—¿No?— Preguntó Darien— Pero si tienes una semana sin saber de ella. Yo no pasaría ni un día sin hablar con Rei
—Ya hablaré con ella en otro momento. Además, puede que me haya quedado sin novia.
—¿Y lo dices tan tranquilo? Pero si estaban con planes de boda para dentro de seis meses
—¿Y que hago?— Preguntó Andrew— Si no se quiere casar conmigo no la puedo obligar.
—¿Por qué te quieres casar con Wanda?— Preguntó Darien— ¿Qué te gusta de ella?
Andrew se quedó pensativo, buscando que decir además de alabar sus atributos físicos.
—Es guapa. El sexo es bueno y nuestros hijos serán bien parecidos.
—No suenas como un novio que ame a su novia— Dijo Darien.
—Claro que la quiero— Afirmó Andrew— Además después de llevar tres años de relación con la misma mujer ya me acostumbré y no me veo empezando de nuevo con otra.
—¿Recuerdas porque desertaste de medicina?— Le preguntó Darien
—Sí, porque no me gustaba. Odiaba las prácticas en el hospital. Y no quería pasar el resto de mi vida haciendo un trabajo que iba a odiar.
—Pues tus ocho semestres duraron más que lo que llevas de relación con Wanda y no te importó empezar de nuevo.— Dijo Darien— Tal vez deberías replantearte lo mismo con tu relación con Wanda. ¿Te imaginas pasar el resto de tu vida con una mujer con la que te peleas cada rato? ¿Una mujer que además no se lleva bien con tu hermana ni con tu madre ni con tus amigos? No sé. Yo me lo pensaría.
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La fiesta de despedida de soltera había iniciado en casa de las Hino, a la cual habían invitado a las empleadas de Editorial Foreman además de a algunas amigas de la festejada; sin embargo, después de que las invitadas se fueran y sólo quedaran las Hino, las Foreman y Makoto;, a Risa y Sophie se les ocurrió que era muy temprano para que la fiesta terminara y decidieron que merecían seguir el after party en un bar que estaba abierto hasta que el primer rayo de luz apareciera, pues como decían "una no se casa todos los días".
Para la fiesta de despedida de Rei Hino, Lizzie se había encargado de conseguirle a Makoto un vestido largo en color verde obscuro con el cual no era notorio el yeso en su pierna, sin embargo, aquel atrevido vestido tenía un profundo escote que casi le llegaba hasta el ombligo, y no es como que Makoto fuera precisamente recatada, pero pensó que quizá a Sophie Foreman o a Risa Hino aquello les pareciera "impropio", "indecente", pero tremenda sorpresa se había llevado cuando Sophie y Risa le hicieron comentarios diciéndole que tenía muy bonito cuerpo como para no presumirlo, o cuando las dos amigas quincuagenarias ya algo embriagadas de alcohol empezaron a hablar orgullosas de los tatuajes que se habían hecho en juventud, de algún par de novios que habían compartido, de su juventud en la que podían usar una estética muy punk antes de incorporarse al mundo laboral o de su primera vez fumando marihuana.
—... Y por eso tuve que cambiar mi imagen— Dijo Sophie Foreman ya con unas copas encima—Nadie creía que una chica punk pudiera llegar lejos, menos cuando a mitad de la carrera me embaracé y tuve a Andrew, pero les callé la boca a todos. ¿Te acuerdas Risa?
—Como olvidarlo. Yo era demasiado atrevida para el gusto de los Hino y tu para el gusto de los Foreman— Dijo Risa soltando una fuerte carcajada.
Las dos mujeres siguieron charlando de sus aventuras de juventud, después de sus éxitos laborales pese a los pronósticos que la gente hacía de lo que supuestamente les esperaba a las dos en el futuro, hasta que después empezaron a hablar de como cuando Andrew y Rei eran niños fantaseaban con la idea de que de adultos se hicieran novios y terminar de consuegras.
—Yo quería que Rei fuera mi nuera— Le dijo Sophie a Makoto que estaba sentada a su lado— Y Risa quería que Andrew fuera su yerno para que todo quedara en familia, pero pues entre ellos nunca se dio nada y el amor no se puede forzar... ¿Pero Wanda?... ¿De tantas chicas tuvo que escogerme por nuera a Wanda?
Makoto no podía evitar que los comentarios de Sophie le hicieran reír.
—Mako. Sé que Wanda es tu hermana pero es insoportable. Imagínate que fue a pedirme a mi casa que no recibiera a Rei porque cree que le quería quitar a Andrew. Obvio la corrí. Rei es como si fuera mi sobrina, pero lo que más le molestó fue que le dije que me hubiera gustado que Rei fuera mi nuera y no ella. Espero no te enojes Makoto.
—No se preocupe Sophie.— Dijo Makoto— A decir verdad Wanda y yo no nos llevamos mucho
Sophie puso una mano en el hombro de Makoto.
—¿Pero sabes? Yo no soy una bruja como suegra. Antes de Wanda, Andrew tuvo otras dos novias que me presentó. Yo sabía que no duraría mucho con ellas, pero no me caían mal como tu hermana— Le dijo a Makoto— Puedo ser buena suegra Mako, y Lizzie una buena cuñada. No sé. Deberías pensarlo. Tú eres muy linda y nos agradas ¿Apoco no es guapo mi hijo?
Makoto sintió como se ruborizaba con los comentarios de Sophie y empezó a reír nerviosamente.
—Tía Sophie. ¿Podemos hablarle a Andrew para que venga por nosotras?— Preguntó Rei
—¡Ay no! ¿Cómo que ya te quieres ir?— Regañó Risa Hino a su hija— Estás por dejar de ser soltera hija. No seas aguafiestas.
—¡Mamá! Ya deja de tomar o te dará resaca— La regañó Hotaru
—¿Las escuchaste Sophie?— Se quejó Risa con su amiga— Esta juventud está perdiendo los valores. Son unas aguafiestas.
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Wanda había esperado que en el transcurso de la semana Andrew le llamara por teléfono para disculparse y le dijera que elegía la monogamia para no perderla. Sin embargo, aquella llamada nunca había llegado y tras hartarse de esperar, aquel sábado ella le había marcado pero él no había respondido. De igual manera, había acudido a su departamento a buscarlo, y tras enterarse de que en los últimos días no se le veía llegar a su casa empezó a hacerse historias en su cabeza en las cuales las dejaba por otra. ¿Y qué tal si convencía a Molly de divorciarse de Kelvin Spencer y la tomaba por esposa? ¿O qué tal si se estaba revolcando con alguna empleada de la editorial o con alguna escritora a las que les editaban los libros? ¡La sangre le hervía de rabia!, pero ya le había marcado a Makoto a media semana para preguntarle si le sabía algo, y Makoto había dicho que nada, que Andrew no parecía tener interés en ninguna mujer en particular.
Finalmente, y como se había hartado de estarle llamando pasó por Claire. Su regordeta amiga con la cual le gustaba salir, pues el poco atractivo de su amiga la hacía ver a ella aún más hermosa, y la invitó a tomar unos tragos a un bar en el cual, tras echarle un vistazo al menú sin pensarlo mucho pidieron sus bebidas.
—¿No crees que tal vez no haya sido buena idea que pusieras a tu hermana a cuidar de tu novio?
—Tal vez— Dijo Wanda— La bastarda seguro debe estar muy entretenida tratando de seducir a una de las empleadas de Andrew en vez de hacer su trabajo.
Las bebidas de las chicas llegaron y empezaron a tomar mientras que Wanda hablaba sin parar.
—¿Ya viste quién está en aquella mesa?— Dijo Claire— Creo que es Makoto y... ¿Esa que está a su lado no es tu suegra?
Wanda volteó en dirección a donde miraba su amiga, y entonces las vio. En aquella mesa estaban tres de las mujeres que más detestaba: Su suegra, su cuñada y Rei Hino; además de la madre y la hermana de Rei y ¿Makoto?
Se preguntó que carajos hacía Makoto con aquellas mujeres y en su mente empezó a imaginarse que tal vez su medio hermana estaba ayudando a Rei a quitarle a su Andrew, pero lo que terminó por derramar la gota del vaso fue cuando vio a Andrew entrar al bar, acercarse a la mesa donde estaban aquellas mujeres y tomar las manos de Makoto.
Se dijo que eso no se podía quedar así. Esa bastarda desgraciada sabría quien es Wanda Welington y decidida a enfrentarla caminó en dirección a donde se encontraba su novio y el grupo de mujeres que tanto detestaba.
¡Hola!
Pues bien. Ya terminé un capítulo más. Gracias a todas las personas que pasan a leer.
Abel Gregov: Gracias por los review. Y pues, ejem, no, en este fanfic Andrew no es médico porque como en México decimos "Tiró la toalla", jajaja. Respecto al anime de los 90s nunca se dice abiertamente que estudiaba, sólo se menciona que es estudiante universitario y que es compañero de clases de Darien, y de Darien se dice que su sueño es ser médico, así que si son compañeros pues deben estudiar la misma carrera. Igual como este fanfic es un universo alterno y no una continuación, pues aquí no necesito apegarme tanto al anime. Eso sí, yo si que olvido a veces detalle del anime de los 90s y a veces tengo que echarme un clavado para mi otro fanfic que si es como una continuación; y pues Wandita ya se enteró, jajaja... posiblemente en el próximo capítulo se ponga bien loca... bueno, un poco más de lo que ya está, jejeje.
En fin.
Nos vemos y saludos a todos.
