Notas especiales: Este sería mi primer capítulo .5 y no todos los capítulos lo tendrían, en esta ocasión decidí hacerlo porque el momento lo amerita.

El capítulo 6.5 estará centrado en Harrison Wells, espero que lo disfruten :D


Capítulo 6.5 El lado opuesto de una moneda

Una semana antes

Todo plan suele tener un contratiempo, a veces uno sueña con cumplir un objetivo a toda costa... sin medir las consecuencias que podría llevar esas acciones. Yo, era un claro ejemplo de ello. Durante gran parte de mi vida soñé con convertirme en aquello que más admiraba y cuando fui capaz de lograrlo comprendí que ese nunca había sido mi destino.

Mi verdadero camino fue convertirme en todo lo opuesto a lo que representaba mi objeto anhelado llegando al punto de ser una especie de cáncer que lentamente iba desgarrando su vida y la de todos su seres queridos, después de todo, los únicos momentos que él y yo compartíamos era cuando convertía toda su vida en un verdadero infierno.

A pesar de ello y sin importar cuantas veces corriéramos con la intención de acabarnos, nunca lo hicimos, nunca fuimos lo suficientemente rápido como para acabar con el otro hasta que un día finalmente conseguí asesinarlo de la peor manera posible pero al hacerlo cometí un muy grave error y ahora tenía que ser yo la persona que trajera de vuelta a la vida a quien tanto trabajo me costó asesinar.

La ironía existe pero aún así y sin importar que tenga que ser yo quien lo reviva, en lo que a mí respecta, nada estaba perdonado.

"¡Pid-Pid!" "¡Pid-Pid!"

De repente una alarma de seguridad se había activado y cuando gire la mirada hacia las cámaras de seguridad ubicadas dentro del ascensor principal de los laboratorios STAR, vi como el general Wade Eiling se hacía presente tan descaradamente ante mí.

A decir verdad, ya había anticipado su aparición desde el primer encuentro que él y yo tuvimos durante el día anterior. La mentalidad de aquel general del ejército era tan fácil de predecir para alguien como yo.

Antes de que mi invitado llegase aquí en el cortex me encargue de ocultar cualquier evidencia que pudiera delatar a mi querido e irreemplazable Barry Allen y luego me preparé para recibirlo colocándome los anteojos y actuando como un hombre paralítico.


-Me equivoque sobre usted, Harrison. Sigue estando un paso adelante. Es muy impresionante, para un hombre paralítico-.

Felicito el general con los brazos cruzados usando un tono de voz un tanto amigable pero que al mismo tiempo ocultaba sus verdaderas intenciones.

-Temo que no sé de qué habla, Wade-.

Respondí indiferente.

-Una chica que puede transformar los objetos ordinarios... en explosivos con sólo tocarlos. Hoy vi a un hombre que podía moverse más rápido que un parpadeo-.

Resalto el general.

-¡Extraordinario!. La noche que tu acelerador de partículas se destruyó... fue la noche en que nació lo imposible. Creo que hay que volver a trabajar juntos Harrison-.

Él buscaba dar comienzo a sus tantos experimentos inhumanos como lo fue hace cinco años.

-Creo que deberías retirarte-.

Respondí de forma amenazante mientras tenía ambas manos entrelazadas.

-Podría traer un escuadrón de soldados aquí... en minutos-.

¿A caso esa era la gran amenaza que se le pudo ocurrir?

-Podría traer un ejército de periodistas aquí así-.

Advertí chasqueando los dedos de mi mano derecha.

Aunque eso ni se acercaba a ser una amenaza comparado a lo que yo podría hacerle al buen general si decidiera en este momento dar un paso al frente.

El shock que le provocaría sería tan complaciente al igual que la sensación de su corazón siendo destruido dentro de su caja torácica. Eso era muy tentador, pero al mismo tiempo podría alertar a Barry de que yo era algo más de lo que aparentaba y aún no era el momento de que iniciemos la carrera de nuestro destino.

Hasta entonces el camino a seguir seria seguir jugando el papel del buen Harrison Wells.

-Créame, general, estaría más que contento... en testificar por su participación... en actividades que eran inhumanas. Amenáceme de nuevo y terminaré con usted, General. Y no hablo de su carrera-.

Mis palabras provocaron que la respiración del general se detuviera y una sonrisa forzosa se dibujo en su rostro. En ningún momento tuvo oportunidad contra mí.

Wade dio media vuelta y se retiró caminando hacia el ascensor principal.

-Sabe, descubrí su secreto, Wells-.

Recalco el general girando media vuelta.

-No pasará mucho antes de que el público lo sepa también-.

Fueron sus últimas palabras antes de entrar al ascensor y retirarse.

Era consciente de que con el tiempo todos tendrían que enterarse de las consecuencias que provocó mi acelerador de partículas pero todo eso sería a su debido tiempo.

Me tomo quince años hacer que FLASH volviera a nacer, el público podría esperar unos cuantos meses más antes de que lleguemos al punto medio.


45 Horas antes del primer golpe supersónico

"Revisa los cálculos. Tus modelos de dispersión no se relacionan"

"Lo hacen si consideras las fluctuaciones de temporada en los ciclos de reproducción"

Había pasado una semana desde que el general Wade junto a sus hombres tuvieron que abandonar Central City luego de que él y yo charlamos aquí en los laboratorios STAR.

Ahora me encontraba camino hacia el cortex mediante el uso de mi silla de ruedas mecánica y justo antes de ingresar al salón había escuchado una extraña conversación entre la Dra. Caitlin Snow y Cisco.

-¿Exactamente qué están debatiendo?-.

Les pregunte girando la cabeza en dirección a ellos sin la necesidad de mirarlos.

Cuando se trata de ellos dos debatiendo un tema en concreto puede ser algo completamente tonto o algo científicamente interesante aunque últimamente todo demuestra ser la opción número uno.

-El promedio de insectos que se traga Barry en un día corriendo-.

Contesto Cisco dándome la razón a mi primera afirmación.

-Espero con ansias verlos aceptar su premio Nobel-.

Dije forzando una sonrisa mientras hacía que mi silla acelerase con mayor velocidad.

Cuanto más me adentraba en el cortex, más fuerte era la sensación de que algo no parecía andar bien y mis sospechas se confirmaron cuando a lo lejos vi el cuerpo de Barry Allen tirado en el suelo en muy mal estado.

-¿Barry?-.

Preguntó Cisco alarmado al ver a su amigo en tan mal estado mientras que Caitlin avanzó bastante rápido junto a él.

Seguí el mismo camino que Caitlin había tomado junto a Barry mientras que Cisco se desvió hacia el otro lado del escritorio principal para llegar junto a él.

-¿Barry? ¿Estás bien?-.

Suplico Caitlin cuando llego junto a él y Barry gimió de una forma bastante dolorosa cuando ella movió levemente su rodilla.

Al verlo en ese estado tan frágil una parte de mí se angustio e incluso temió por la vida del mismo pero no se acercaba al nivel de preocupación que Caitlin mostró.

-Oh no... no, no, no...-.

Ella había dejado de respirar y su corazón pareció latir de una forma bastante salvaje, le estaba por dar un ataque de pánico.

-¡Caitlin!-.

La llame cuando agarre uno de sus hombros.

-¡No podrás ayudar a Barry si te da un ataque de pánico!-.

Mis palabras hicieron que ella entre en razón y darme un asentimiento levantó junto a Cisco el cuerpo de Barry para llevarlo hacia una de las camillas médicas. Para Barry debió ser todo un infierno que lo trasladasen en ese estado y Caitlin hacía un gran esfuerzo mental para no derrumbarse. Ella ya había perdido a muchas personas a lo largo de su vida, probablemente el temor de perder a Barry la haya llevado a ese punto.

Me pregunto quien habrá sido capaz de causarle ese daño a Barry.

Fue el pensamiento que tenía dentro de mi mente.

En este momento el único que había logrado dañar significativamente a Barry fue Snart quien ni siquiera era metahumano y Nimbus cuya habilidad metahumana es convertirse en gas venenoso pero las heridas en Barry fueron provocabas exactamente por algún objeto físico, ahora la pregunta era que clase de individuo habría provocado eso.

-¿Qué te paso?-.

Pregunto Caitlin con la voz muy quebrada sacándome de mis pensamientos.

Ella ya había terminado su chequeo automático, incluso ya lo había conectado a un monitor cardíaco y le había tomado una radiografía. Un trabajo bastante rápido para alguien que no es velocista.

-Eso no se ve para nada lindo-.

Comentó Cisco al ver la radiografía de los huesos de la mano de Barry.

-Buen trabajo Caitlin-.

La felicite en lo que ella ya había comenzado el proceso de reparación en la mano el sr. Allen.

No pierde el tiempo.

-¿Estará bien? ¿Y si cae en coma de nuevo?-.

Pregunto de repente Cisco y Caitlin lo fulmino con la mirada.

-¡No hagas esas bromas!-.

Grito provocando que Cisco casi se cayera de espaldas.

-Oye, tranquila... solo estaba...-.

-¿Jugando? No es divertido, Cisco-.

Lo interrumpió con un tono bastante serio y me acerque junto a ellos.

-No peleen, ahora lo que importa es que Barry mejore y saber que fue lo que provocó que terminase en estado en primer lugar-.

Cisco y Caitlin asintieron al mismo tiempo y ella continuó con el tratamiento para ayudar a mejorar a Barry.


La noche finalmente había llegado, en estos momentos Barry Allen se encontraba estable, tuvo que pasar todo el día aquí en los laboratorios STAR descansando en la camilla móvil. Lo que él había enfrentado era un metahumano de acero, difícil de enfrentar cuerpo a cuerpo pero no invencible. Existe una forma para detenerlo pero para ello Barry necesita ser mucho más rápido aunque eso sería un tema para otro día.

-Buenas noches, Dr. Wells. ¿Seguimos mañana?-.

Quien hizo esa pregunta fue Cisco quien ya había terminado sus actividades del día de hoy.

-Por supuesto, descansa Cisco. Ten por seguro que Barry lo detendrá-.

Me despedí de él al hacer girar mi silla en su dirección justo cuando salía del cortex.

Siendo honesto nunca pensé que pudiera encariñarme de tal forma con una persona como lo es Cisco, ese chico me ha demostrado en más de una forma lo que se siente tener un hijo, me gustaría pensar lo mismo de Caitlin como alguna clase de hija pero eso para mí sería prácticamente imposible pues a diferencia de Cisco, sé con exactitud cual es su destino.

Ella y Barry un día puede que se conviertan en una pareja realmente peligrosa, dudo mucho que exista alguien a parte de otros héroes que sea capaz de enfrentar a ese dúo.

Por suerte para mí aún faltan un par de años para que Caitlin despierte su verdadero ser y al mismo tiempo Barry apenas está comprendiendo lo que en verdad es capaz de hacer.

Mientras avanzaba dentro del gran salón que era el cortex vi a Caitlin quien aún seguía aferrada a Barry, él descansaba pacíficamente en la camilla mientras seguía recuperándose y ella estaba sentada en una silla de escritorio que acercó al lado de la camilla, sus manos se encontraban unidas y ella en ningún momento se había percatado de que los estaba viendo.

-Barry no está en coma, puedes retirarte e ir a descansar si quieres-.

Susurre para no despertar al velocista a lo que ella negó con la cabeza.

-Quiero quedarme junto a él...-.

Musito con un bostezo cansado.

-¿Y a qué se debe ello?-.

Sabía lo que estaba sucediendo pero tenía la curiosidad de saber que tan fuerte ya era esa conexión que ambos desarrollaban, es por ello que hice esa pregunta mientras la veía con una ceja algo arqueada.

Ella pareció dudar antes de contestar a mi pregunta hasta que una sonrisa se formó en su rostro cuando centro su mirada en el rostro tranquilo de Barry.

-Desde el momento en que perdí a Ronnie toda mi vida se derrumbó-.

Susurro comenzando desde el inicio.

-La vida una vez más volvió a quitarme aquello que era lo más preciado para mí..., también mi reputación... mi promedio-.

Antes de continuar tomó un profundo respiro, no era fácil contar las tragedias que uno vive sin sentir la carga emocional que eso conlleva.

-Me dijiste que todo iba a estar bien... incluso con lo que a ti te paso te mantuviste optimista... yo no podía serlo...-.

Al oír eso no pude evitar que una sonrisa se forme en mi rostro.

-No tenía ningún motivo para estarlo... pero entonces Barry despertó-.

Barry... siempre logrando lo imposible.

-En un inicio no creí que llegaríamos a ser muy unidos... pero él me mostró lo imposible, no solo cuando corre-.

La voz de Caitlin cuando hablo de todo lo malo que le ocurrió desde la explosión del Acelerador de Partículas se mantuvo un poco frágil hasta que mencionó al joven quien en este momento descansaba pacíficamente frente a ella.

-Él me salvó de mi soledad. No creí ser capaz... de empezar de nuevo...-.

Parece que al fin pudo superar la muerte de Ronnie, le tomó casi un año, incluso pudo tomarle más años de no ser por Barry.

¡Esto es increíble!

Las cosas que él ya hizo y también las que hará en un futuro, incluso al saber lo que le deparará el futuro mi corazón de alguna forma no puede evitar sentirse orgulloso por Barry, mi Barry, este Barry que yo mismo forje desde un principio.

Tal vez Joe West sea la persona que lo crió durante más de 15 años pero fue gracias a mí que todo esto fue posible.

Incluso fui capaz de unir dos almas tan especiales como lo son Barry y Caitlin mucho antes de que siquiera se conocieran.

Barry estaba destinado a juntarse con la hija de Joe, Iris West, luego la perdería a manos del que sería su más grande enemigo para que luego de unos años conociera a Caitlin Snow.

La línea de tiempo es muy maleable cuando sabes que hilos mover en el momento adecuado, aunque las consecuencias de esas manipulaciones pueden desencadenar nuevas posibilidades o incluso adelantar los sucesos o como Cisco dice cada vez que se enfada con algún juego que le gusta por la velocidad en que alzan su contenido "rushear contenido". Mis acciones al parecer no fueron muy diferentes y eso ocasionó que algunos sucesos nunca se puedan llevarse a cabo como lo habría sido en una línea de tiempo anterior.

-O de amar de nuevo...-.

Tal como lo supuse.

-Me alegra que por fin seas capaz de seguir adelante con tu vida, Caitlin. Te lo mereces, Barry es muy afortunado de tenerte, espero que el amor que se tienen-.

-No estamos juntos-.

Antes de que pudiera terminar de felicitarla ella me interrumpió.

¿No lo están?

Me parece curioso y muy extraño a la vez.

-¿Por qué no?-.

Pregunté a Caitlin y la sonrisa que ella tenía cambió a una expresión algo melancólica.

-Él sigue enamorado de Iris. No voy a obligarlo a que sienta lo mismo que yo-.

Explicó al negar con la cabeza y tuve que hacer un esfuerzo para no golpearme la cara con una de mis manos.

-¿Entonces dejarás ir a Barry?-.

Al hacerle esa pregunta ella se encogió de hombros.

-No importa lo que pase en el futuro, estaré a su lado, verlo feliz es suficiente para mí-.

Dijo con una voz no muy sincera. No lo quería aceptar.

-Que yo sepa, la hija de Joe ya tiene a alguien más. Si no haces algo es muy probable que aparezca otra chica de la nada y te quite tu oportunidad-.

Ella sabe que eso es muy probable, su silencio me lo confirmó.

-¿Alguna vez te hable sobre Tess?-.

En silencio asintió con la cabeza.

-Entre ella y yo siempre hubo una chispa especial. Cuando estábamos juntos nada nos podía detener, nos comprometimos tanto en el trabajo como en el uno con el otro-.

Nunca suelo hablar sobre ella, era una gran mujer, mi amada esposa, aquella que me impulso a algún día crear todo esto, el lugar donde ahora ella, Barry y yo estamos.

-Caitlin, cuando sientes algo por alguien no dejes que los otros se interpongan en tu camino, uno nunca sabe cuando sería la última vez que se vean-.

Lo que le dije provocó que se quedara pensativa.

-Buenas noches-.

Me despedí de ella dejándola junto a Barry.

Cuando eres Harrison Wells tienes que actuar como tal tanto física como mentalmente. Durante 15 largos años me convertí en lo que soy ahora y puedo decir con certeza que me siento orgulloso aunque una parte de mí que todo este tiempo mantuve enterrada odie cada segundo que paso aquí.

Una moneda tiene por un lado la cara y por el otro la cruz. En mi caso la moneda que me caracterizaría tendría dos caras diferentes en cada lado de la moneda. Por un lado soy Harrison Wells y por el otro... alguien que un día se convertirá en todo lo opuesto que representa mi querido Barry.


Al día siguiente

Cuando Barry finalmente logró recuperarse de las heridas causadas por aquel peligroso metahumano lo primero que hizo fue prepararse para ir al CCPD y conseguir una información más eficiente con respecto a quien era el hombre de acero aunque ya tenía una vaga idea de quien podría ser.

A parte de Barry, Caitlin también se había quedado aquí en los laboratorios, no quiso separarse del sr. Allen y muy probablemente lo que le dije durante la noche seguiría circulando en su cabeza.

Conozco más o menos como es ella.

En estos momentos ella fue a su departamento y Cisco ya estaba en camino pero cuando observe la cámara del ascensor me llevé una gran sorpresa al ver que quien venía no era otro más que el detective Joe West.

¿A qué se debe la visita?

Esa pregunta pronto sería respondida.

El detective ya estaba a unos cuantos pisos de llegar al nivel 600 donde se encuentra el cortex y mediante mi silla de ruedas me dirigí hacia el ascensor para recibir a mi invitado.

-Dr. Wells-.

Saludo West.

-Supongo que se enteró del incidente de Barry anoche. Si lo está buscando, creo que está en la estación-.

Dije al suponer cuales serían sus intenciones más obvias.

-De hecho, vine a verlo a usted-.

Corrigió y la curiosidad dentro de mi mente se disparó.

Es muy extraño que a estas alturas alguien quiera verme a mí. De Cisco y Caitlin puedo entenderlo, de Barry también pero del detective West, es un tanto complicado de comprender y si él quiere verme a mí deduzco que no sería para formar alguna clase de amistad.

-Necesito su ayuda para resolver un viejo caso mío-.

Dijo el detective provocando que me cruce los brazos.

-¿Qué caso es ese?-.

-El asesinato de la madre de Barry-.

...

Al parecer las cosas se complicaron un poco antes de lo que había anticipado.


-Barry describió un tornado de rayos rojos y amarillos dentro había un hombre vestido de amarillo. Entonces, bum. Está a varias cuadras de en la calle. No sabe cómo llegó allí. Cuando llegué, el lugar era un desastre-.

Me explicó el detective West.

Cuando lo había recibido Barry, Caitlin y Cisco ya se encontraban en el cortex por lo que cite a Joe a un sector más privado fuera del alcance de sus oídos.

De todos modos Cisco me mantendría al tanto de como iban las cosas con aquel peligroso metahumano.

La sala en la que nos encontramos era similar al cortex que siempre suelo usar, con la diferencia de que aquí no hay un sector médico y tampoco algún traje de velocista para Barry, lo único similar era el espacio, el escritorio principal y muchos monitores que en este caso servían como análisis para el caso del homicidio de la madre de Barry.

Mientras Joe seguía explicándome esos sucesos de hace 15 años yo jugaba con un bolígrafo que tenía en mi mano derecha.

-Nora Allen muerta-.

Dije cuando su explicación principal terminó.

-Una apuñalada en el corazón. Henry Allen estaba cubierto en su sangre-.

Resaltó el detective.

-Y a pesar de la evidencia de que Henry Allen es culpable, ¿ahora crees que este... qué, hombre de amarillo es el responsable?-.

Cuestione al detective.

-Anoche, vi a Barry rescatar a un chico de ser atropellado, y se vio exactamente como lo que Barry describió que le ocurrió a él. Me puso a pensar, ¿qué tal si alguien con las habilidades de Barry mató a Nora?-.

¡Fascinante!

Es realmente fascinante la capacidad intuitiva que alguien como Joe puede poseer una vez que ve lo imposible en acción.

Cualquier otra detective no le daría tantas vueltas a ello pero Joe... incluso llegó a la conclusión de que puede existir alguien como Barry.

-Sin embargo hay una falla con su teoría, detective, y es que todo eso ocurrió hace 14 años, que es mucho antes...-.

Dije al acercarme un poco hacia él extendiendo mis brazos hacia los monitores que mostraban en alta calidad aquel homicidio.

-Que su máquina le diera a Barry sus poderes-.

Completo el detective.

-Un accidente le dio a Barry sus poderes-.

Volví a corregirlo.

-¿Cree que es posible que alguien con la súper-velocidad de Barry podría haber existido antes de la explosión?-.

...

-Detective, me baso en probabilidades como un científico, y en este caso... es muy poco probable-.

"¡AHHHHHHHHHHHHHH!"

Desde el cortex principal se había oído un fuerte grito.

-¿A caso ese fue...?-.

Joe preguntó preocupadamente.

-Al parecer el plan de Cisco no funcionó, habrá que seguir viendo como detener al metahumano de acero-.

Dije al forzar una sonrisa en mi rostro.

-Entiendo... ¿que tal si mañana vamos a beber? Se de un buen bar al que podrías ir mañana-.

Ofreció el detective West. Tal parece que este caso aún continuará.

-Por supuesto. Nos vemos mañana detective-.

Asentí con una sonrisa la cual cambió a un semblante bastante serio al momento en que se retiró.


Hora de mostrar quién soy en realidad

Un nuevo día había comenzado, luego de la conversación pasada que tuve con el detective West, Cisco y yo comenzamos a analizar las posibles alternativas para que Barry pudiera enfrentar a este metahumano que por algún motivo ocasionaba que Barry se sintiera afligido.

Lo más probable es que algunas respuestas a esas preguntas las consiga con Joe ya que a diferencia de mi persona, el conoce mejor la infancia del muchacho.

En estos momentos había llegado al bar que Joe me invito en el día previo, él aún no había llegado y pude sentir cierta tensión por parte de las otras personas dentro del bar.

Ellos sabían lo que había hecho, no era muy popular estos días y la única fama que se hablaba sobre mi persona era sobre incidente de hace 10 meses.

Cuando Joe finalmente llegó la mayoría de las personas dejaron de observarme pues al parecer conocían al detective y eran conscientes de la autoridad que él podía representar.

Poco después de que él vino ordenó unas tequilas, el mesero asintió y nos la trajo en seguida cargando cada uno de nuestros vasos.

"¡Brindis!"

Ambos chocamos nuestros vasos tomando el primer trago.

-Agradezco que vinieras-.

Dijo el detective con muy buen humor.

-Bueno en estos días es muy raro encontrar alguien que se alegre de tomar un trago conmigo-.

Sin contar a Caitlin y Cisco claro, Barry no creo que cuente ya que al ser un velocista nunca podría disfrutar de la buena tequila. Quizá Caitlin algún día logre crear la bebida perfecta para un velocista.

-¿Cómo van las cosas en los laboratorios?. El capitán Singh me informó que el sujeto es Tony Woodward-.

El detective hizo una mala cara al mencionar ese nombre, la actitud de Barry tampoco fue buena contra ese individuo. ¿Será que hay algo de historia entre ellos dos?

-Cisco y yo seguimos trabajando en una forma que le permita a Barry poder enfrentarlo-.

Antes de continuar él y yo bebimos nuestro segundo trago.

-¿El grito de ayer? Fue de Barry, ¿tiene que ver con la forma de como enfrentarlo?-.

Una sonrisa se formó en mi rostro.

-Cisco había construido un avatar mecánico con la intención de entrenar a Barry. No funcionó pero Caitlin estuvo ahí para él-.

El detective West arqueo una de sus cejas cuando le comente aquello.

-A parte de ella. ¿Barry conoció alguna otra mujer?-.

Su pregunta provocó que mi cabeza fuera inclinada hacia uno de mis hombros.

-Felicity Smoak de Starling City, Bette Sans Souci la metahumana que murió la semana pasa y su hija detective, Iris West. ¿A que se debe la pregunta?-.

Antes de responderme él y yo volvimos a tomar otro trago.

-Mi Barry estuvo gran parte de su vida enamorada de mi hija, ella ahora sale con mi compañero y mi muchacho parece que conoció a alguien especial-.

Lo entiendo, como padre siente gran curiosidad por la vida personal de Barry quién es su hijo adoptado.

-Si Barry ya no está enamorado de Iris. ¿Me permitiría retirarle su sombrero norteño?-.

En ese instante el detective comenzó a reír con fuertes carcajadas, la risa fue contagiosa y no tarde en unirme a él.

-Estuvo buena, estuvo buena. Quién diría que el Dr. Wells sabría una broma como esa-.

"¡Segundo Brindis!"

-Siempre que sea el lugar y momento correcto. ¿Que me puedes contar de Woodward? creo que hay cierta hostilidad por parte de Barry hacia él-.

Joe asintió comprensivamente.

-Tony era un bravucón que se la pasaba hostigando a Barry en la escuela primaria. Nunca podía dejarlo en paz-.

Interesante...

El acelerador de partículas lo convirtió en un matón de acero. Por ello era que Barry estaba tan frustrado con él, necesita cerrar ese capítulo de su historia con él.

-Ahora estoy seguro de que lo hará, Barry no tiene límites cuando se lo propone, él vencerá a Tony y al siguiente metahumano que se le ocurra aparecer y así sucesivamente-.

Dije muy orgulloso del Barry Allen del presente.

-Dejando eso de lado, sabes, nuestra conversación de ayer me dejó pensando. Usted dijo, que como científico, ¿busca lo probable?-.

Y aquí vamos de nuevo.

Al parecer toda buena conversación tiene que poseer un final amargo.

-Eso es correcto-.

Asentí con una sonrisa.

-Y ambos hemos visto recientemente cosas que han redefinido lo probable-.

-Sí, las hemos visto y ambos sabemos la causa directa de esas cosas-.

Aclaré después de él.

-La explosión de su acelerador-.

-Los saltos evolucionarios siguen a la creación de nuevas tecnologías. Es así de simple-.

Antes de beber otro trago Joe volvió a reír.

-Como la rumba-.

Dijo con humor.

-Sí, como la rumba-.

Dije estando de acuerdo y volvimos a tomar otro trago.

-Entonces, sígame la corriente. Si sabemos que los metahumanos fueron creados por el acelerador de partículas y los testimonios muestran que un metahumano puede haber estado involucrado en el asesinato de la madre de Barry Allen hace catorce años, a mí me parece... que en ese entonces debe haber habido otro acelerador de partículas-.

Por un momento las palabras de Joe me habían dejado sin palabras.

-¿Otro acelerador de partículas?. Puedo asegurarle que eso es extremadamente improbable, detective, y si lo fuera no recuerdo ninguna tormenta de rayos de materia oscura antes de mudarme a la ciudad. ¿Y usted?-.

Ahora fui yo el único que bebió otro trago.

-No, no, yo no. ¿Cuándo se mudó a la ciudad, Dr. Wells?-.

...

Y eso fue todo. Finalmente Joe West había revelado sus verdaderas intenciones.

La expresión en su rostro cambió de una cara amigable a una que muy probablemente utiliza en los interrogatorios.

-Algo me dice que usted ya sabe la respuesta a esa pregunta, detective. Todo este "Ayúdeme a resolver el asesinato de Nora Allen", nunca estuvo buscando mi ayuda, ¿verdad?-.

Los ojos del detective ahora me veían como si yo mismo fuera el posible causante de la muerte de Nora.

-Usted abrió su laboratorio un mes después del asesinato de Nora Allen. ¿Le importaría decirme qué estaba haciendo en Central City antes de eso?-.

Negué con la cabeza y de mi billetera retiré un billete de $100 golpeando la mesa con enojo, luego volví a mirar al detective con una expresión decepcionada.

-Estaba recomenzando-.

-¿Recomenzando qué?-.

Esta conversación ya no tenía sentido para mí así que encendí la silla de ruedas para despedirme de él y volver a los laboratorios.

-Creí que éramos sólo dos tipos tomando un amistoso trago. ¿Quiere respuestas, detective? Tess Morgan, búsquela-.

Fue lo último que le dije antes de abandonar el bar.


¡El momento finalmente había llegado!

Cuando regrese a los laboratorios Cisco y yo descubrimos que la mejor forma para detener a Tony era que Barry lo golpee con un puñetazo supersónico superando el Mach 1.1, Caitlin no estaba de acuerdo con ello ya que había la posibilidad de que al intentarlo nuestro querido velocista terminase con todos los huesos de su cuerpo destruido.

Al final todo se resumía a que Barry lo haga bien y era él quien tendría la última palabra.

No importa la decisión que tome, nosotros estaríamos apoyándolo hasta el final.

Algo que no paso desapercibido para mí fue el cambio personal que Caitlin se dio así misma y el tacto disimulado que compartía con Barry.

Algo había sucedido entre ellos dos el día de ayer.

Durante la tarde del día la hija de Joe West había sido secuestrada por Tony Woodward y ahora que la noche había caído Cisco logró localizarlo en la escuela primaria a la que Barry, Iris y Tony fueron cuando eran niños.

Aunque nosotros no estábamos físicamente presentes en la pelea de Velocidad contra Fuerza, los registros de la velocidad actual de Barry, la forma en la que aceleraba con tanta precisión de un momento a otro, todo eso nos daba a entender que él poseía el control absoluto de la batalla hasta que los altavoces captaron el sonido un relámpago impactar contra algo metálico.

¿A caso él?

Mis pensamientos se vieron interrumpidos cuando los signos vitales de Barry salieron disparados y la presión en su cuello mostraba signos de que estaba siendo ahorcado fuertemente por algo metálico.

-¡Barry! ¡No!-.

Caitlin grito pero de un momento a otro nuestro velocista escarlata logró escapar de las garras de la muerte alejándose hasta una distancia de diez kilómetros de su escuela primaria.

-Logró salir. Apenas-.

Dijo Cisco quien había contenido la respiración cuando su amigo casi muere ahorcado y Caitlin pudo volver a respirar con tranquilidad.

"¡Cisco...! ¡Amigo...! ¡Sigues ahí...!

Barry exclamó cuando pudo recuperar el oxígeno. Sus signos vitales volvían a estabilizarse pero el hecho de que se detuviera a diez kilómetros me era intrigante.

-¡Sí! ¡Aquí estoy amigo! ¿Estás bien?-.

Respondió Cisco bastante preocupado.

"¿Qué tan lejos estoy de la escuela?"

-Diez kilómetros exactamente-.

Le respondió y luego se volteó para ver a Caitlin con una mirada llena de sorpresa y emoción.

Él lo iba a hacer.

"Okey. ¡Tienes que superar la velocidad del sonido...! ¡Supérala Barry! ¡Si no lo haces todos los huesos de tu cuerpo se romperán! ¡Tienes que hacerlo Barry! ¡Necesitas hacerlo! ¡Un golpe es todo lo que necesitas para vencerlo! ¡Pero tienes que moverte más rápido que el sonido! ¡Tú puedes Barry! ¡Corre igual que antes! ¡Corre, Barry! ¡Corre!"

Se dijo así mismo en voz alta y la electricidad alrededor de su cuerpo parecía reaccionar a él.

-¡Barry, espera!-.

-Ni hablar-.

Dijeron al mismo momento Caitlin y Cisco pero en ese preciso momento nuestro velocista escarlata comenzó a correr.

"¡PUMMM!"

Los comunicadores captaron una fuerte explosión sónica y cuando los tres observamos la velocidad a la que Barry avanzaba nos quedamos sin palabras.

Mach 1, Mach 1.1, Mach 1.2, Mach 1.4, Mach 1.6, Mach 1.8...

"¡PUMMMM!"

Mach 2, Mach 2.1, Mach 2.2

-¡Es dos veces más rápido que el sonido! ¡Va hacerlo! ¡Corre, amigo! ¡Corre!-.

Cisco exclamó de una forma muy eufórica.

La sonrisa en mi rostro no tenía precio, Barry acababa de superar mis expectativas.

"¡PUMMMM!"

-¡GOLPE SUPERSÓNICO, BEBÉ!-.

Grito Cisco a todo pulmón y Caitlin quedó incrédula por lo sucedido.

-Y fue el doble de rápido, ¿algo que quieras decir Caitlin?-.

Pregunte a la única chica del actual equipo Flash mientras acomodaba mis lentes.

-Yo...-.

"Chicos, espero tengan lista una celda. Tony fue derrotado"

Interrumpió Barry y desvié la mirada hacia uno de los micrófonos.

-Bien hecho, Barry. Así se hace-.

Lo felicite sintiéndome increíblemente feliz por el resultado.


Luego de celebrar aquí en los laboratorios lo que Barry había logrado me encontré nuevamente solo.

"¿Doctor?"

Hablo de repente una voz que esperaba no volver a escuchar durante el día.

-Detective. ¿Está aquí para hacer más acusaciones?-.

Le dije al detective West quien había ingresado a los laboratorios en el mismo instante en que se fueron Barry, Caitlin y Cisco.

Cuando me di la vuelta para enfrentar a mi invitado él coloco una caja de vino bastante caro en mi escritorio.

-Estoy aquí para enmendarlas. Busqué a Tess Morgan. Lamento su pérdida-.

En el instante en que mencionó a Tess... sentí una fuerte punzada de dolor en mi corazón, la expresión en mi cara mostraba melancolía e invite a Joe a tomar asiento junto a mí.

Agarré la caja de vino con mis manos estando feliz por el detalle que tuvo Joe y luego lo miré como si de un buen colega se tratase.

-¿Eran compañeros de investigación en Maryland?-.

Preguntó amablemente.

-Sí, lo éramos. Estábamos... tan casados con el trabajo como el uno al otro. Después del accidente de auto... no podía regresar al trabajo-.

Asentí colocando nuevamente la caja de vino frente a mí.

-No podía regresar a nuestro laboratorio-.

-Así que se mudó aquí-.

Comprendió el detective mientras asentía tristemente.

-Dónde nadie me conocía. Donde nadie podía recordarme lo que había perdido. Y... Yo... me resultó difícil... comenzar de nuevo, reconstruir... y lo que me tomó catorce años Tess podría haberlo hecho en cuatro, créame, ella... ella...-.

La nostalgia, el dolor de la pérdida, la felicidad que sentía cuando estaba con ella, todas las esas emociones eran claras cuando hablaba sobre ella, el detective lo comprendía perfectamente y sus ojos se veían cristalizados por las lágrimas que le causaban mis dolorosos recuerdos.

-En el momento del asesinato de Nora Allen, el acelerador de partículas que eventualmente creé no era más que una idea, mucho menos una realidad, así que lo quien sea o lo que sea el responsable de su muerte no se originó de mí trabajo o de mí-.

Le dije a Joe.

-Lamento haber dudado de usted-..

Se disculpo el buen detective y me acomode un poco mejor en mi silla de ruedas.

-Pero espero que aún pueda contar con su ayuda.

Al momento que Joe dijo eso algo despertó dentro de mí y me retiré los lentes mientras se dibujaba una sonrisa significativa en mi rostro.

-No se da por vencido, ¿verdad?-.

Pregunte al detective.

-Nop. Hasta que atrape a ese hombre. Le debo eso a Barry y a Henry-.

Nuevamente volví a colocarme los lentes y mire el rostro del detective sin dejar de sonreír.

-Barry es afortunado de tenerlo a su lado, Joe-.

Dije con total sinceridad recibiendo su asentimiento.


Unas horas después Joe se retiró a su casa y una vez más volví a quedarme solo en los laboratorios.

Sin Cisco, sin Barry y Caitlin quienes al parecer ahora estaban juntos de forma oficial.

Las cosas habían tomado un impulso bastante rápido, todo estaba pasando rápido y una prueba de ello era mi querido Barry Allen quien ya era dos veces más rápido que el sonido.

Me había acostumbrado a esta vida durante unos largos catorce años. Ser Harrison Wells fue un rol bastante divertido y educativo.

Los lazos que forme, la amistad que conseguí con Barry, de hecho fue el quien admira ahora a mi persona, me idolatrada.

Incluso Joe me ofreció su amistad para resolver el homicidio de Nora Allen.

A simple vista todo luce perfecto y es así como tienen que mantenerse las cosas...

Pero para ello yo tengo que dar el siguiente paso.

Es hora de mostrar quién soy en realidad.

Volví a entrar en la bóveda del tiempo y luego me levante de mi silla de ruedas estirando un poco las piernas, este es un lugar que solamente yo conozco y mediante la mesa principal de la habitación volví a mirar el futuro, más precisamente el futuro que deparará dentro de diez años.

Abril 25 de 2024

¡FLASH DESAPARECE DURANTE LA CRISIS!

El cielo rojo se desvanece.

El velocista escarlata, el héroe de Central City desaparece en una explosión de luz. Dejando la ciudad bajo la protección de su pareja Killer Frost y el héroe de otra Tierra Godspeed.

Godspeed... por algún extraño motivo ese nombre me da mala espina. Puede que algo haya cambiado en la línea temporal o... puede este individuo sea alguien totalmente diferente a lo que en su momento creí conocer.

Killer Frost... el simple hecho de que sea mencionada como pareja me da a entender que será una mujer bastante problemática para las personas como yo. Pero eso no me importa, me da igual cuantos aliados consiga FLASH en el futuro. El jamás será capaz de detener a su más grande enemigo.

El momento de mostrar la otra cara de una misma había llegado.

De un compartimiento oculto había sacado un anillo dorado con símbolo opuesto al emblema de Flash, en vez de amarillo el rayo era rojo y el fondo de un color negro.

Coloque el anillo de uno de mis dedos de mi mano izquierda y una sensación eléctrica recorrió por todo mi cuerpo.

Habían pasado catorce años desde la última vez utilicé este anillo.

Catorce años...

Hace catorce años intenté matar a Flash cuando el apenas era un niño, no contaba con que su versión futura se había anticipado a mi movimiento y me siguió hasta la casa de sus padres, él logró salvar a su versión joven y con mucha ira y odio yo asesine a su mamá.

Si, así es, yo asesine a la mamá de Barry hace más de catorce años, el motivo era simple. Yo odio a FLASH con todo mi ser, jamás fui Harrison Wells en primer lugar.

Mi verdadero nombre es Eobard Thawne y yo... soy "REVERSE FLASH"

Extendí mi brazo izquierdo tanto como pude y del anillo que me coloqué salio un traje amarillo.

La Speedforce negativa volvió a recorrer cada parte de mi cuerpo como una descarga de relámpagos de color rojo carmesí y con un movimiento rápido vibre y desfase dentro del traje amarillo vistiéndome con ello en tan solo un movimiento.

Ahora si me sentía verdaderamente nostálgico, todos los sentimientos que le había mostrado a Joe West respecto a Tess Morgan fue una mera actuación mía. Jamás estuve enamorado de ella, ni siquiera me importo que muriera, es más fui yo quien la mató.

Y en cuanto a Barry... bueno... si dijera él tampoco me importa sí estaría mintiendo. Todo este tiempo que él y yo compartimos y seguiremos compartiendo en verdad lo atesorare por un buen tiempo, al menos... hasta que él finalmente se convierta en el hombre que yo puedo odiar con tanta naturalidad y pasión.

Sin perder el tiempo en aquel instante en que me coloque mi traje amarillo me dirigí a la casa donde actualmente se encontraba Joe West, la velocidad con la cual me desplace era totalmente superior al patético "Mach 2.2" que Flash había alcanzado la noche de hoy, de hecho si él y yo nos tuviéramos que enfrentar en este momento yo podría desplazarme tan rápido que el propio Flash quedaría suspendido en el espacio-tiempo desde mi perspectiva, de la misma forma que él lo hizo con todos los enemigos que hasta ahora enfrentó.

Cuando llegue la residencia West hubo un corte de luz temporal lo cual me beneficio aún más. El en estos momentos él se encontraba en la sala principal de su casa analizando aún el caso del asesinato de la madre de Barry, una sonrisa diabólica se formó en mi rostro y comencé a desplazarme a una gran velocidad dentro de su sala tomando la forma de una aterradora tormenta de relámpagos carmesí.

Mientras seguía despalzándome me tomé la molestia de ver el verdadero terror en los ojos de Joe y al mismo tiempo me encargaba de llevarme toda la evidencia del caso de Nora Allen dejando al detective con las manos vacías.

Faltaban pocos segundos para que el corte de luz se acabe, pero unos segundos para mí podrían ser horas si me lo proponía. Justo cuando estaba por irme observé una foto de la hija del detective, Iris West.

Para lo que mí me concierne, Iris West era una persona irrelevante para mi futuro. Incluso aunque el detective Eddie Thawne salga con ella en la actualidad en la que me encuentro, sé que no llegarán a algo más lejos, incluso si lo hicieran yo podría manipular al detective.

La diabólica sonrisa en mi rostro fue más amplia y al tomar la foto de Iris la llevé hacia la pared que se encontraba del otro lado de la sala, tomé un cuchillo de cocina y con ello coloqué la foto de Iris donde Joe pueda verla y apuñale su pecho con el cuchillo de la misma forma que lo hice hace tiempo con Nora, no sin antes escribir con el cuchillo la siguiente frase.

"Detente o si no ella también morirá"

Después de ello el corte de luz se había terminado y yo ya no me encontraba en la residencia West al igual que toda la evidencia que Joe podría intentar usar en mi contra.

Oficialmente aún no sería el momento en que me haría presente, ya tenía la fecha especial preparada y cuando ese día llegue... le demostraré a FLASH quién es el verdadero "Hombre más veloz que existe".


The FLASH


Espero hayan disfrutado del capítulo y nos veremos pronto esta vez ya con el capítulo 7 no se lo pierdan :D