Había tomado el pergamino prohibido que había creado mi padre en el cual estaban algunos de los secretos del clan Hyuga. Con él me había dirigido al bosque para disponerme a entrenar con el fin de mejorar mi puño suave y sus golpes derivados como la palma de aire, y principalmente practiqué mi rotación y las 64 palmadas golpeando un enorme árbol del bosque.

Así estuve por un largo rato hasta que terminé mis entrenamientos. Me cubrí las heridas de las manos por golpear el árbol con mis vendas y me subí a un árbol disponiéndome a dormir sobre él.

Me despertó el sonido de unas voces y al abrir los ojos pude ver al bravucón al que Lee y yo pusimos en su lugar. Observé que de nuevo estaba molestando a una niñita pero al mirar detenidamente me di cuenta que esta niñita era Hinata.

- Reconozco esta escena - pensé observando la situación - aquí es donde estos niños se quieren desquitar con Hinata por haber chocado con ellos y por querer vengarse de la paliza que le di anteriormente al cabecilla del grupo. Pero Naruto llega y salva a Hinata.

Decidí no alterar la historia y esperar a que Naruto llegue pero este no aparecía por ningún lado y esos niños ya habían empezado a maltratar a Hinata haciéndola arrodillarse y pedirles perdón.

Así que me dispuse a ayudarla yo mismo. Bajé del árbol en el que estaba y encaré a los bravucones.

- ¡Alto! - les ordené.

- Tú de nuevo, niño raro acaso estás en todos lados - me refirió el cabecilla del grupo.

- Vete ahora o te golpearé igual que antes - le advertí activando mi byakugan.

El cabecilla del grupo se asustó recordando la anterior paliza y les ordenó a sus secuaces salir corriendo con él. Entonces me dirigí hacia Hinata.

- ¿Te lastimaron? - le pregunté.

- No, tú llegaste a tiempo - me contestó.

- Ven, vamos a casa.

Levanté a Hinata y me dirigí con ella a la mansión de los Hyuga. Por el camino Hinata conversó conmigo.

- ¿Por qué me ayudaste Neji kun?

- Lo hice porque tú me importas Hinata.

- ¿No me odias, por ser un miembro de la familia principal? Se lo de la marca de maldición y lo de la pérdida de tu padre y lo lamento mucho Neji kun.

- No tienes que disculparte porque nada de eso fue culpa tuya. Y respecto a lo de mi padre, él decidió morir por decisión propia por proteger a los que amaba. Él (al igual que el Neji de la historia original al conocer la verdad) hizo a un lado el rencor, por los suyos. Y yo quiero hacerlo igual.

Hinata me observaba a la vez que le refería estas palabras.

- Hinata, aun no eres fuerte pero yo te ayudaré a serlo, y mientras no puedas defenderte yo te prometo que te protegeré con mi vida.

- Muchas gracias... Neji kun - escuché pronunciar a Hinata despacio recostada a mi.

Cuando entramos al complejo de la rama principal de nuestro clan, un anciano se encontraba en los pasillos de esta. Este era mi abuelo de este mundo, el viejo Hyuga. Al verme en el complejo de la rama principal, este sin pronunciar palabra clavó su mirada en mí. Sentí latir mas fuerte mi corazón al recordar la marca maldita en mi frente y lo que le hicieron a Hizashi y una de mis manos comenzó a temblarme. Recordé las palabras que Hizashi me expresó para superar el miedo. Giré mi vista dejando de mirar al viejo Hyuga y me concentré en Hinata hasta que este pasó de largo.

Dejé a Hinata en su casa y me despedí de ella para tomar el camino a la mansión de la rama secundaria. Por el camino fui analizando los sucesos que habían ocurrido.

- ¡Qué extraño! Primero Jiraiya sama estaba aquí en la aldea antes de tiempo y ahora Naruto no se presentó a salvar a Hinata por lo que yo tuve que hacerlo, sin mencionar que mi madre murió durante el parto, lo que no puedo afirmar si pasó igual que en la historia original. Pero... Será posible que no esté atrapado en el manga de Naruto sino en un mundo real... Un mundo real en que los personajes tienen un mayor libre albedrío que en la historia original. Lo que explica porque Jiraiya decidió pasar antes por la aldea o por qué Naruto no quiso ir al bosque. Nadie está forzado a actuar como en la historia original.

Finalmente llegué a casa y encontré a mis nanas con un niño, me sorprendí al ver que era Naruto.

- ¡Neji nii-chan!

- Naruto ¿qué haces aquí?

- Pasaré el día aquí hoy. Haremos una pijamada juntos.

- ¿Pero ustedes...? - les cuestione a mis niñeras.

- Nosotras no tenemos inconvenientes joven Neji. Su padre nos habló sobre ese pequeño niño llamado Naruto. Él es su amigo sin importar lo que las personas opinen.

- Muchas gracias nanas - les dije agradecido.

Naruto y yo jugamos durante todo el día y practicamos taijutsu. Obviamente Naruto no puede aprender nuestro paso suave pues es algo característico del clan. Pero aun así le enseñé algunas tácticas para golpear al enemigo y le expliqué que el taijutsu conlleva lógica y no se trata solo de golpear a lo bruto. Esto se lo expliqué para que no se quede detrás de Sasuke en cuanto a taijutsu.

Yo le mencioné a Naruto que debe formar vínculos con más personas a parte de mi y que debe tratar de aprender el jutsu clones de sombra a toda costa. Esto lo hice para que Naruto salve a Iruka en su debido momento y no se quede sin aprender su jutsu característico por culpa mía. Naruto me prometió que lo haría y que lograría que todos en la aldea lo respeten a lo que yo le sonreí de forma honesta.

Al anochecer Naruto y yo hicimos una pijamada y conversamos un poco antes de dormirnos.

- ¿Así que estás asistiendo a la academia ninja?

- Así es, Naruto.

- ¡Debe ser grandioso asistir a la academia ninja de veras!

- Lo es, Naruto chan.

- Yo asistire el próximo año y me convertiré en el mejor ninja, de veras.

- Te deseo mucha suerte hermano.

Naruto y yo terminamos de conversar y finalmente nos dormimos.