"Por favor, sé mi refugio para mi alma exhausta"


VII


-Exquisita-dice el hombre alcoholizado que esta tocándole el culo, la mano áspera intenta colarse bajo el pequeño short.

Sakura ni siquiera sabe su nombre, no se molesto en escucharlo cuando se lo presentaron. Con los años ha aprendido que lo mas sensato para mantenerse en calma es desconectarse de lo que hace, trabajar en piloto automatico es lo que la mayoría de las mujeres hace, pero la pelirosa lo ha llevado a otro nivel.

Los hombres que la buscan suelen aburrirse rápidamente cuando no reciben ni un halago y cuando ellas no les da ni el trato mas frio que daría una puta cualquiera, los hombres suelen entretenerse un rato y hacerse a un lado. Es bueno, puede follarselos y no volverles a ver la cara jamás.

El ninja la mira, le sonríe, ella lo ve en su visión periférica pero no se atreve a apartar la mira del trago que tiene delante. Y eso es bueno. Desde que ha comenzado a beber, puede ver como su día a día se aclara un poco. Una dependencia inútil, reconoce, pero por lo menos es sólo alcohol y no cualquier otra mierda de las que se meten ahí.

-Ella ni siquiera te mira-dice Anko sentándose al lado de hombre-Mirame a mi, shinobi san.

La pelirosa la deja tomar su lugar y discretamente se levanta para irse a buscar un nuevo trago.

El cambio de locación les ha sentado bien a todas, la finca de los clientes preferenciales de Tsunade es hermosa y todas parecen disfrutarla, incluso si deben trabajar en la fiestra privada de los organizadores.

-¿Estas bien? -le pregunta Shizune cuando le tiende un trago rosa a Sakura.

La chica lo toma con delicadeza y mira a las personas alrededor, debe tener mucho cuidado con lo que hace, no quiere llamar la atención.

-Por supuesto-levanta su copa hacia Ino que la mira desde su lugar en las piernas de un hombre flaco y huesudo.

-Un cambio de locación nos sentaría bien, se lo dije a Tsunade sama. Hay aire fresco, agua limpia, ¿puedes tolerarlo?

¿Puedo hacerlo? Puedo hacerlo. Puedo hacerlo...

La chica se mira los dedos de los pies a través de las sandalias de tacón de aguja. Es la pelinegra quien le ha enseñado de manera indirecta, mentir por el bien de otro suele ser la única razón buena para mentir.

Un pequeña mentira no le haría daño a nadie:-Si, por supuesto, Shizune- sonríe y siente como las comisuras de su boca se estiran en un adormecimiento leve. Una buena señal de que el alcohol está empezando a hacer efecto.

Shizune suelta una risita, le ha creido todo.

-Bien-dice-Mas tarde tu y Yugao harán la ultima presentación en el tubo y las demás se encargaran del resto. ¡Mañana tendremos todo el dia libre y solas en este lugar!

-¿Dónde está Tsunade sama?

-Encerrada con esos hombres, no me gusta lo que está pasando, tengo un mal presentimiento.

Sakura bebe la mitad del vodka de golpe: -¿Esta drogada otra vez?

-¿Bromeas? Es el pan de cada día en este lugar. Su nuevo negocio le sienta bien.

Lo que sucede con Tsunade -iría descubriendo Sakura con el tiempo- es su tendencia a las dependencias. Como si necesitará un ancla para mantenerse a flote, tenía una personalidad sumamente dependiente de cualquier cosas que pidiera hacerla sentir bien. Un poco lógico considerando la clase de vida que llevaba, pero contraproducente. ¿Un proxeneta que se prostituye? ¿Un vendedor de drogas que consume su propia mercancía? ¿Alcohólica? Más que todos ahí, la mujer era la receta perfecta para el desastre.

-Da igual-admite-. Sólo no me gusta que este cerca de Ino.

-Ino es una chica fuerte, como nosotras, no caerá en eso.

Y la pelirosa quiere creer que es cierto, Ino es sensata, ha tenido que madurar bruscamente como ella y del modo menos ortodoxo pero por esa misma razón era más que preocupante. Cada quien busca las maneras de atenuar el dolor y si Anko y las demás inhalaban lo que fuese y les funcionaba, tarde o temprano ellas querían intentar. Sólo intentar.

Se termina lo del pequeño vaso sin arrugar la cara, la cosa con el alcohol era esa, que luego de un par de tragos podía empezar a disfrutarlo aunque sea sólo un poco.

Una horas después, Sakura esta deslizándose en el tubo con la gracilidad que la caracteriza. Apenas tiene 17 años y ya ha ganado una pequeña fama por el buen trabajo que suele hacer en el escenario. es delgada y ágil para trepar hasta o alto del tubo y bajar con una pierna enroscada. Su cuerpo es lo suficientemente eslastico para doblegar las piernas y exponer su centro en una pequeña tanga para los hombres. Esta lo suficientemente desconectada para exponer todo su cuerpo sin pensarlo mucho.

Se quita el top y los pechos pequeños y firmes brotan hacia los hombres que lanzan silbidos y vítores al aire. Sakura pasea entre los mas cercanos al pequeño escenario, dejando que un par metan algunos billetes en su tanga. Uno de ellos -el mas gordo y calvo para su desgracia- cuella una mano hasta lo alto de su muslo y roza uno de sus dedos contra los labios de la mujer, Sakura ensancha más su sonrisa y se acerca más hasta el, sus pechos colgando tan peligrosamente cerca de la cara del hombre que este empieza a babear descaradamente.

-Tócame ahí de nuevo y te cortaré las bolas de raíz-dice contra la oreja del hombre.

-Así me gusta, que me maltraten-pero su amenaza es dejada de lado, nadie tenerla de ella, la tierna muñeca rosa.

Tan rápido como empezó, su espectáculo ha terminado y los hombres ahora silban a Yugao y otros se han retirado con las otras chicas, los más viejos-y Tsunade- son conducidos por una sirvienta hasta otro lugar.

Sakura busca su top entre el lugar, Esta con los pechos al aire maniobando entre los presentes. De pronto una mano tiende la prenda hasta ella, es un hombre castaño y alto que la mira fijamente.

Toma la prenda de entre sus manos y empieza a buscar con la mirada a alguien, pero aparentemente todos están perdidos en los movimientos hipnóticos de la bailarina.

-¿Qué quieres? ¿Un servicio? -pregunta acidamente y empieza a caminar hacia una de las barras, como sospecha, el hombre la sigue.

-¿Qué clase de servicio das?

Una pregunta estúpida, considera ella, pero la etiqueta le dice que debe ser sumisa y tonta como cada varón que se le acerca.

A los hombres no les gustan las mujeres inteligentes, porque saben que tarde o temprano pueden empezar a pensar.

-Todo lo que puedas pagar, shinobi san. Y por el tiempo que puedas pagarlo. No eres el único en la fila.

Él mira sobre su hombro, el hombre gordo de antes está mirando con fuego en los ojos.

-Y si te pago ¿Qué estas dispuesta a hacer?

Sakura se muerde el labio. En sus cortos años de vida ha hecho de todo, pero algo en este hombre -el aura asesina que emana- le grita que debe abstenerse.

Así que esto se siente estar al lado de un Shinobi poderoso.

Ella podría acostumbrarse, el aire de poder y dominio que tiene él es algo que le resulta llamativo a la pelirosa.

Talvezpodría...

Él gordo sigue haciendo señas raras hacia ella, es desagradable como la mira, y aunque inspira menos miedo que este hombre, ella sin pensarlo cambiará la repulsión del otro ninja por el peligro que este castaños representa.

Tiene un bonito lunar...

-¡Eh, Sukea!-le llama uno de los hombres que se retiran discretamente a alguna de sus reuniones. Dos enmascarados esperan a sus flancos como una persona importante.

Sukea no se da la vuelta para mirarlo, sólo está mirandola fijamente a ella, y Sakura no sabe exactamente qué hacer o decir, se encuentra apenas vestida y a punto de aceptar la propuesta indecente de un hombre cuyo rostro las luces bajas no le dejan ver y que su sola presencia grita peligro.

-Todo-responde saliendo momentáneamente de su monólogo interno-. Si usted paga mejor que él, haré todo lo que me pida.

Sonríe, la piel cerca de su lunar se extiende un poco, y se da la vuelta para encarar al hombre que le llama.

-¿Qué pasa?

-Se supone que la reunión ya empezó, me mataran si aparezco ahí sin el hombre más importante del negocio-el hombre bate su pie contra el piso impaciente.

Y el otro hombre repulsivo se acerca a ella a paso decidido.

Es entonces cuando ajeno a todo a toda la música a su alrededor y el espectáculo erótico tras él, Sukea se acerca peligrosamente a ella: -Supongo que debo irme.

Murmura cerca de su oído y pone una gran cantidad de dinero en la barra.

-Pagaré el precio de toda una noche si te vas a dormir ahora mismo y no con él.

-¿Qué...

-Y un poco mas extra para que te compres algo que te cubra.

Sakura -que está acostumbrada a sentir miradas de todo tipo en su cuerpo- Se encoge en su lugar cuando siente el peso de la de él aunque ella ni siquiera puede verlo claramente.

-¿Que dices?

La pelirosa se niega a admitirse a si misma de que por primera vez en su vida de puta, está decepcionada de no tener un momento a solas con un hombre.

Asiente aún medio confundida.

-Buena, chica.

Una hora despues, Shizune, Yugao y Sakura se dirigen hasta las habitaciones al otro lado del campo a contar el dinero recolectado.

Sus amigas intercambian palabras en una charla trivial, pero Sakura no se pierde el sonido del agua del rio corriendo peligromasmente cerca o de lo extenso y oscuro que es el lugar. Por la mañana la vista debia ser impresionate, a estas horas de la noche-madrugada era lugubre y mortecino.

-Hicimos lo suficiente para irnos de compras toda la semana-dice Yugao cuando ya están en la habitación que comparten las tres.

Sakura lanza sobre su cuerpo una franelilla de tirantes y una sudadera amplia.

-¿Irnos? -cuestiona-Solo lo harán Kurenai y Shizune. Son las únicas que pueden salir solas.

-Podriamos pedirle a Tusnade sama que vaya con nostras, asi iríamos todas.

-Nunca pasará-dice Shizune-Ino esta harta de pedírselo.

-Puede que ahora lo haga, esta muy de buenas con esos tratos que esta haciendo con los ninjas, como el de ahora.

-Puede ser, Yugao, nunca esperaría nada de Tsunade sama, no menos con los negocios turbios en los que siempre anda. ¿Ya has visto a los de hoy? Parecen gente peligrosa.

Yugao asiente:-Todos tienen escoltas y demás. Gente poderosa.

-Yo solo quiero irme de aquí, estoy cansada-Sakura se tumba en la cama.

-Tu siempre estas cansada, Sakura.

Esta vez es cierto, piensa, estoy tan cansada.

Al rato el alcohol en sus cuerpos ya ha mandado a dormir a las chicas y Sakura aun sin poder dormir y ya plenememte sobria, empieza a sentir el adormecimiento acostumbrado empezar a apoderarse de su cuerpo con mas fuerza que nunca. Es peligroso, recuerda, prefiere mil veces estar ebria y dormida que empezar a sentirse asi nuevamente. Ha descubierto el miedo que suele tenerle a ese momento, donde luego de luchar momentos con él, termina por ceder a la busqueda del alivio, como aquella vez en la bañera, una parte de si actua por su cuenta.

Pone los pies en el piso y sale de la cama.

El aire frio le golpea la cara como una bofetada, pero Sakura no se detiene, ha descubierto un camino recto en la oscuridad que la conduce al rio. Cada paso que da se siente mas librerador, cada metro que avanza el sonido de la corriente chocar contras las piedras la tranquiliza.

Una sonrisa brota de sus labios. Lo esta sintiendo de nuevo, la nada.

Vuelve a ser ligera de nuevo. Esta tan anestesiada que no siente el agua fría tocando sus pies, ni se estremece cuando empieza a meterse al rio, solo puede sentir el alivio extenderse a lo largo de su cuerpo, fluyendo como una presión tan fuerte que estremece cada parte de su alma.

La alegoria de la tubería rota empieza a cobrar mas sentido del que Sakura pudo ver en ese entonces.

Entonces, asi es como se siente.

Ya no puede tocar el fondo de rio. Se sumerge.

Sakura abre los ojos bajo el agua y no puede ver nada. Todo es negro y espeso. Asi que se queda allí por un rato mientras trata de luchar contra la corriente. Es involuntario, decían los libros, el intento básico de sobrevivir que se deja ir una vez que se pierde la consciencia. Sakura sabe que una que vez que se acabe el aire de sus pulmones inevitablemente tendrá que respirar, el agua llenara sus pulmones y la presión empezara a comprimir sus órganos.

Espera desmayarse antes, lo ha pensado, morir ahogada no es el modo que preferiría. Pero ha sufrido mas que eso, la vida misma es un tormento del que la muerte dolorosa solo podría ser liberación.

-¡Sakura!

Balbucea algo, el aire se va, siente su cuerpo irse con él. Esta sedada, pronto dejara de sentir.

-¡Sakura!

Alucina con la voz de una madre, o tal vez es Ino, o Shizune. Es una voz a gritos desgarradores. Sakura lamenta no conocer a su madre, lamenta dejar sola a Ino, lamenta no apoyar a Shizune.

Cuando su visión empieza a apagarse y su cuerpo ha vuelto a ser ligero como una pluma, siente unos brazos arrullarla.

-¡Joder! ... Sa...

Ya no puede ver, ya no escucha, ya solo siente su pecho convulsionando y por primera vez en toda su vida empieza a sentir dolor. El dolor que nunca supo donde estaba, aquel dolor sordo que ha tenido que carcomerla en algún punto, que se mete bajo su piel como fuego que no quema, como hielo que no enfría, aquel dolor por fin aparecía. En algún punto entre la inconciencia y la realidad la chica se preguntaba si la muerte era esta sensación de paz incompleta.

-¡Mierda! -escucha la voz lejana.

Es Kakashi sensei.

-No, no, no... -suena exactamente igual como la ultima vez que lo vió.

Quiere sonreir, es la mejor alucinación que puede tener. Ahora la paz empieza a completarse, aquel círculo vicioso por fin empieza a ver un final.

Estoy cansada, Kakashi sensei, ha sido un dia cansado.

¿Pero por qué siente que no puede irse? Siente que esta ahí, y no puede soltarse, ¿Por qué su cuerpo se aferra a una vida que no quiere?

No sé a dónde ir.

El agua se precipita hasta su boca y la súbita sensación de fulgor y dolor vuelve a ella sorpresivamente más fuerte. Asi que tose, se inclina y tose con tanta fuerza que siente los pulmones moverse de lugar y la garganta se desgarra.

-¡Estas respirando! -esta demasiado oscuro y noblado para verlo, pero Sakura sabe que es él. Esta ahí. Caido del cielo para ella como siempre lo hacia.

Sakura toma una bocanada grande de aire y luego se encuentra tosiendo de nuevo. le duelen las manos, le duele el pecho, le duele el alma. Esta tan mareada y confundida que apenas puede abrir los ojos.

-¡Joder, Sakura! -repite de nuevo, con la voz ronca y desgarrada que ella habia escuchado.

Sus manos estan tan frías como su cuerpo y está empapado de pies a cabeza como ella. Sakura se ha percatado que él no se esta moviendo, la que esta temblando es ella. Ahora repentinamente ha olvidado como hablar, su boca respondiendo solo a un castañeo de los dientes, cada inspiración más dolorosa que la anterior

Kakashi la mece en sus brazos mientras dice algo tan bajo que Sakura no llega a registrar por completo, pero Kakashi la esta abrazando y eso debe ser suficiente, asi que saca fuerza de donde no tiene y le lanza los brazos al cuello como una niña pequeña.

Huele a bosque y aire libre. Huele a él, sin adjetivos.

-Ka-Kaka-shi sensei- no es otra de sus alucinaciones, esta ahí de verdad.

La apreta contra su pecho y no le importa que Sakura tosa sobre él y vuelque el agua vizcosa que emerge de sus pulmones.

-Estas bien-repite-Estas bien.

Y aprieta en sus brazos hasta que pasan uno, dos, diez, veinte minutos, y ella puede respirar bien. Y aún se niega a soltarlo, como si temiese que la vida volviera a arrancarlo de súbito.

-No lo hagas, no lo hagas nunca, Sakura chan, por favor.

La chica se despega un poco y lo mira a la cara, su rostro desnudo desprovisto de una mascara, sin su bandana y un ojo asesino girando.

Pero es él. Siempre es él.

-Ka-kashi sen-sei-su voz se corta, su garganta duele como mil agujas-. Pensé... que habia sufrido suficiente, pero aún queda mucho mas.

-Lo sé.

Las lagrimas se sienten calientes en las mejillas. Esta llorando, ha pasado tanto desde que ha llorado.

-No hay salida. Estoy tan cansada.

Kakashi la toma por las mejillas, sus dedos helados le limpian las lágrimas.

-No te canses, Sakura. Te lo suplico. El dolor nunca se va, no así. El suicidio no acaba con el dolor, lo tranfiere. No nos hagas esto, por favor.

Él está llorando también. Es la primera vez que Sakura ve a aun adulto llorar, es como un gran trago de vodka que le hace arrugar la cara y no querer verlo. Ella no tiene ni la fuerza para explicar por qué lo esta haciendo, ni las ganas de saber por qué esta él ahí, solo quiere permanecer a su lado, ya conseguirá tiempo de darle respuestas, luego ella se las pedirá. Mientras tanto se aferrara a él como si la vida se le fuera en eso, porque después de todo, el ha logrado traerla a la vida de nuevo, Kakashi siempre ha un lugar seguro.

En el tiempo -y se dio cuenta en su ausencia- que pasaba con Kakashi, la vida era mejor. Con las risas de Ino y el tiempo que pasa con Shizune, todo es mejor. ¿Por qué no pueden ser eternos? Se encuentra siempre saliendo de ellos, volviendo a su soledad donde se hunde cada vez más, la posibilidad de una salida ya no es plausible ni siquiera en la muerte.

-Ya no quiero sufrir más.

Kakashi la abraza con fuerza de nuevo y la arrulla en sus brazos como una niña, la pelirosa no puede parar de llorar.

-No te canses, Sakura. Dame tiempo, te ayudare a salir, pero debes prometerme que vas a intentarlo por tu cuenta. Sal por tus propios pies y yo me asegurare de que nunca debas volver.

Y le cree, porque siempre ha querido creerle.

Sakura aspira su aroma. Kakashi sensei huele a libertad...


¡Hola! ¿Todo bien? Este es mi capítulofavoritos de verdad que si. Se que están un poco confundidos, pero se aclarará, por ahora disfruten.

¿Merece comentario?