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¡Holis!

Conmigo la palabra pronto es relativa, pero ¡Hey! Me tardé sólo un mes, eso ya es algo. Además me he demorado menos que de costumbre.

Que buen servicio .jpg xDDD

El nuevo capítulo de la Cuarta Temporada, destruyó mi corazoncito y mi lado Lukanette.

Me apena ver que muchos culpan solo a Marinette por el término de la relación, cuando no es así. Tanto Marinette como Luka estaban destinados a fracasar, ella por usarlo y él por dejarse usar. Si tú no te das tu lugar, la otra persona tampoco te lo dará. Y cómo esperas que alguien supere a otra persona si tú permites que lo recuerde constantemente y le perdonas tan fácilmente que te confunda ¿?

Que esto nos sirva de lección. Nunca permitan que alguien los use para superar a otra persona. No somos clínicas de rehabilitación de nadie (lo aprendí de alguien que tiene mucha razón en ese sentido).

Si conocen a alguien así, ¡Salga de ahí soldado! xD

En mi opinión, Luka debió esperar a que Marinette superara a Adrien para poder tener una relación sana y bonita con ella, se habría ahorrado malos tragos, más allá de las obligaciones de Mari como guardiana. (que siento que le seguirán trayendo problemas y espero que en base a esas responsabilidades ella madure). Pero bueno, fue decisión de Luka y muy maduramente se atuvo a las consecuencias de ella.

El que Jagged sea su padre, me sorprendió, aunque ya se teorizaba y se esperaba. Solo espero que de ahora en más, se enfoquen en ver cómo se construye una relación entre ese par y no dejen botados a los personajes.

Ahora a esperar los próximos episodios… Aún no he podido ver el especial de Shanghái, no me maten, lo sé soy una deshonra jajajaja pero me han llovido spoilers y se ve tan cool. Intentaré hacerme tiempo para verlo.

Pero bueno, espero que disfruten este nuevo Capítulo, de verdad :)

Si hay algún error, lo lamento u.u Lo corregiré lo más pronto posible...

Como siempre aclarar que, la historia salió de las locas ideas que rondan en mi cabeza, pero los personajes, elementos y características ya conocidos no son míos, pertenecen al maravilloso mundo creado por Thomas Astruc y por todas esas personas que estuvieron involucradas en ese gran proyecto llamado Miraculous :)

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Capítulo 6: Entre Amigos y Madres

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Revolvió lentamente el contenido de su vaso con la pajilla de acero inoxidable que la pequeña cafetería le había brindado. Aún sumida en sus pensamientos y mirando fijamente un punto en específico, Alya podía ver de reojo a su novio, Nino, masticando ávidamente el tercer emparedado que había ordenado esa tarde.

Como pareja del chico, ella estaba perfectamente al tanto de los hábitos alimenticios de su novio, sin embargo le irritaba de sobremanera que estuviera comiendo tan tranquilamente como si nada estuviese pasando, cuando ambos tenían la intuición, mejor dicho la certeza, de que algo andaba mal.

Harta de su actitud, tomó la revista de cotilleo que tenía a un lado en la mesa y empezó a atizarle con ella.

—¡Quieres-dejar-de-comer! —se despeinó mientras lo golpeaba—. Todo es un desastre aquí.

—Joder Alya —replicó el chico con un mohín—, hiciste que se cayera el tomate de mi sándwich.

—Entonces muestra algo de empatía. No puede ser que sigas como si nada, ignorando lo que está pasando.

—Tampoco es que yo pueda hacer mucho —le contestó el chico distraído, mientras intentaba volver a acomodar su merienda en su posición original—. Si ni siquiera entiendo lo que está pasando. Ni Félix, ni Bridgette nos han comentado nada. No sé que esperas que yo haga, mujer. Además ellos dicen que rompieron pero están bien ¿no? Bueno pues ahí tienes.

—Sabes qué, olvídalo. Nunca percibes nada. Tienes los sentimientos de una piedra.

—Cielo —le susurró él, mientras le daba un beso en la mejilla para contentarla—, ya verás que todo está bien.

Mientras que apuraba lo último de la malteada de fresa que había pedido, Alya refutaba mentalmente lo último que su novio había comentado, puesto que a pesar de que existía gente que se había tragado lo que Brid y el tonto de su ex habían dicho en TV nacional (Nino entre dichas personas), la castaña sabía perfectamente que las cosas estaban mal desde antes ya que fue precisamente ella la que intentaba hacer que su mejor amiga abriera los ojos ante las cosas tan evidentes que estaban sucediendo respecto a Félix.

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..Pocos días antes...

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Previo a salir de su casa Alya se dispuso a revisar una última vez las fotos y argumentos que tenía como evidencia de lo que quería demostrar a su amiga. Satisfecha con lo que tenía se puso en marcha para encontrarse con la pelinegra.

Alya estaba bastante orgullosa de sí misma, pues sabía perfectamente que era muy intuitiva, analítica y una gran observadora. Pero sobre todo era una apasionada de la verdad.

Y no, no estaba siendo vanidosa, ya que simplemente repasaba las características por las que trabajó mucho para poder tener. De una manera personal, Alya sentía que eran las cualidades que todo periodista o aspirante a ello, debía tener. Y puesto que ella estudiaba dicha carrera con miras a ser la mejor profesional posible dentro de esa área, tenía muy en claro de hasta dónde quería llegar y para ello se aseguraría de no volver a cometer ciertos errores.

Después del fiasco con Lila no quería volver a cometer la tontería de adelantarse a los hechos sin pruebas. Menuda vergüenza que fue aquel episodio de su vida cuando estaba en su época estudiantil y se las daba de muy ufana diciendo que estaba en camino a ser la mejor reportera del país, cuando la realidad era que ni siquiera podía cubrir lo básico, ya que creía lo primero que le decían sin verificar sus fuentes.

Si bien Lila había sido mala, y había añadido ciertas malas experiencias en su adolescencia, lo cierto era que le había dado la mejor lección de su vida.

Actualmente, ella tenía la certeza de que Félix había sacado los pies del plato y estaba haciéndole saber eso a su mejor amiga en ese preciso momento:

—Bridgette por favor ¡abre los ojos! Es más que obvio que entre ellos dos pasa algo. No finjas que no lo ves.

—Basta Alya. No es cierto —le dijo ella ligeramente perturbada, devolviéndole su móvil—. Esas fotos no dicen nada.

—Maldición Brid, tú sabes perfectamente que dicen mucho —se exaspero mientras tomaba el teléfono y buscaba entre su registro de llamadas—. Ese día yo te llamé, precisamente porque no quería sacar conclusiones precipitadas, y me dijiste que Félix estaba con su padre en la empresa, resolviendo asuntos de contabilidad. A menos que su padre haya bajado de estatura y su cabello blanco se haya vuelto azul claramente no estaba con él. Ese cabrón te mintió. Deja de negar lo evidente —le plantó de nuevo el celular frente a la cara.

—Mira Alya, probablemente ese día…

—No. No vengas con las típicas excusas que siempre dices para eximir ciertas actitudes de tu novio. Tú y yo sabemos que es verdad. Has visto cómo se miran, aunque me digas que no. Esas miradas sugestivas y de complicidad no son propias entre un par de amigos. Sé lo que te digo. Estoy segura de que esos dos tienen algo.

—Son solo unas fotos —siguió diciendo ella, dudosa —eso no prueba...

—No, yo sé que no prueba nada, pero no es sólo eso. Me has contado que está más huraño de lo habitual. Llega tarde cuando tiene que reunirse contigo y eso si es que llega, ya que últimamente te cancela las escasas citas que suelen tener. Anda distraído. Apenas y lo ves y es sólo porque trabajan en el mismo lugar. No te llama si tú no lo haces. Y para terminar de rematar, pasa más tiempo con ella que contigo, supuestamente trabajando. Ni yo me creo ese cuento. Todo está tan claro. Amiga por favor, date cuenta.

—Alya, fuiste la única a quien le conté todo esto porque necesitaba de ti, no para que lo usaras en mi contra.

—Brid...

—No. Para ya con eso. No ves que me haces daño.

—Por favor eres mi amiga, jamás haría esto de adrede o para hacerte daño. Solo no quiero que te rompan el corazón.

—Pues me lo estás rompiendo tú ahora mismo.

—Agh —rezongó Alya, terminando por frustrarse y para desahogarse pateó una lata que algún imbécil había dejado por ahí a la deriva.

—Hice todo lo que pude —no era la primera vez que tenían una conversación como aquella. La observó seria—. La pelota ya está en tu cancha —Puñetero Nino, después de pasar tanto tiempo con él, ya se le estaban pegando sus frases—. Tú decides si juegas o te dejas ganar, pero luego no vengas llorando si ese cretino termina de romper tu corazón —le amenazó.

No entendía cómo era posible que ella se cerrara de esa manera, como si estuviera aterrada de perderlo, y por eso aceptase hacerse de la vista gorda. Como si aceptase estar dispuesta a lo que sea, aún si le hiciera daño, con tal de que no la abandonase.

No era sano.

No era algo normal.

Y entonces, se dio cuenta. Ella tenía miedo de quedarse sola. Igual que antes.

Brid seguía mal. Ella no había sanado. Lo que había sucedido en la escuela con Lila era una herida que nunca había cerrado y que seguía haciendo estragos en su vida.

Perder a sus amigos de esa forma tan cruel, la había destrozado mucho más de lo que Bridgette había dejado entrever.

Ella y los demás le habían roto el corazón cuando le dieron la espalda y la abandonaron a su suerte gracias a las mentiras de la más grande mitómana con la que Alya alguna vez habría podido cruzarse en su vida.

Felizmente al final, Rossi terminó por enredarse sola en su red de mentiras y todos acabaron descubriendo que su vida entera era una completa farsa. Y con ello, llegó lo más difícil para el séquito de ingenuos que habían caído con sus discursos baratos sin pizca de verdad.

Todos sus amigos, incluida la propia Alya, le habían pedido disculpas a Bridgette, profundamente arrepentidos de haberla insultado y abandonado, por haber creído en las historias fantasiosas de Lila.

Ella en un inicio, se mostró dolida y resentida con ellos, pues habían preferido echar a la basura años de amistad por una recién llegada, pero debido a la nobleza de su corazón, poco a poco, con el paso del tiempo, años incluso, habían ido reconstruyendo los pedazos de respeto, compañerismo y consideración que quedaban entre ellos, y habían vuelto a ser amigos, gracias a los méritos que todos hicieron para recuperar la confianza de la chica de coletas, sin embargo el trauma que esa experiencia dejó en ella al parecer nunca fue superado.

Ahora se sentía mal de haberle dicho lo último que le dijo. Aún así no iba a retractarse, quizás eso la hiciera entrar en razón.

Pero el tiempo pasó y eso no sucedió.

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Fue Alya quien siempre sospechó que el que Félix mostrara un repentino interés en Bridgette de la nada no debía traer nada bueno. Sin embargo, había respetado la decisión y juicio de su amiga sobre darle una oportunidad. Al final se demostró que ella tenía razón.

Alya se conocía perfectamente bien y era consciente de que, debido a su personalidad fuerte y directa, no se resistiría a decirle a Bridgette: te lo dije. Y ni reproches, ni reclamos eran lo que ella necesitaba en ese preciso instante.

Por eso, cuando se encontró con Luka en aquella pequeña tienda de conveniencia decidió que lo más sensato era que él platicara con ella.

Aunque era su mejor amiga, tenía que aceptar que, esta vez, no podría ayudarla. No era la indicada para ello. Lo correcto era hacerse a un lado.

Aun así intentó apoyar a su amiga y estar presente de cualquier manera, por lo que compró ciertos alimentos que sabía eran sus favoritos, y que siempre estaban presentes cuando estaba triste y necesitaba levantar los ánimos: pizza, helado, caramelos, chocolates y otras chucherías.

Siempre comían de esos cada vez que, en la secundaria, Félix la rechazaba y ella acababa enfurruñada en su pijama.

Los viejos y buenos tiempos.

Suspirando, pagó lo que eligió y se los entregó a Luka para que se los llevase, rogando en su interior que él chico pudiera lograr lo que ella no pudo.

Sabía que ahora mismo Bridgette estaba bastante vulnerable y enfocada en curarse a sí misma, sin tener cabeza para nada más, por lo que ella misma se encargaría de defenderla de quienes le habían hecho daño. Con Félix, de quien ya sabía que era un idiota integral, ajustaría cuentas luego. Ahora tenía en la mira a otra persona, una que parecía ser alguien decente cuando la conoció, pero así como Bird, se había equivocado. Solo que ella no era tan noble como su mejor amiga, así que más le valía a cierta japonesa desgraciada estar preparada para cuando se encontrara con ella, porque nada ni nadie la detendría de decirle lo que se merecía.

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Nunca en su vida, al menos no desde la muerte de su madre, Félix se había tan miserable y asqueado de sí mismo.

Su pequeño ángel lloraba y él no podía evitar hacerlo con ella. Avergonzado y humillado, el menor de los Agreste no tuvo más remedio que emprender el regreso a su casa a través de las casi vacías y mojadas calles de París. Sin embargo, no se sentía preparado mentalmente para enfrentarse a su padre por lo que, aprovechándose de que sabía que estaba bastante ocupado con sus socios intentando aclarar la situación y lo que iba a suceder a futuro en la empresa, se desvió bastante del camino y terminó por quedarse sentado en lo más alto de la torre Eiffel, pensando y reflexionando en todo lo que había sucedido hasta que la noche lo sorprendió. Cuando se dio cuenta de lo tarde que era, regresó sobre sus pasos llegando a su casa algunos minutos después, entrando por la ventana de su habitación.

Pronunció las palabras que le devolvían a su forma civil y mientras su Kwami volaba lentamente al pequeño espacio que tenía acondicionado para dormir, Félix se dirigió a su baño para lavarse la cara y ponerse presentable. En cuanto estuvo listo camino hacia su puerta.

—¿A dónde vas? —preguntó Plagg, preocupado y sin poder dormir.

—A la boca del lobo.

—Suerte —dijo el pequeño ser, entendiendo sus palabras.

—Gracias.

Bajó lentamente las escaleras con el fin de retrasar todo lo posible el momento. Su padre era el único ser al que respetaba y temía por igual. Podía imaginar su frío rostro mirándolo furiosamente. Ya sospechaba lo que le diría. Lo que podría ser capaz de hacerle. Pensar en todo eso le dio un escalofrío. Sin embargo, lo mejor era actuar de una buena vez, no podía continuar escondiéndose. No era su estilo.

Tomó valor y cuando estaba a punto de golpear la puerta, oyó una voz salir de la nada:

—Tu padre no está ahí —él se dio la vuelta—, aún no regresa. Después de ir a la empresa, tenía que ir a otro sitio —Nathalie miró el reloj en su muñeca—. Seguramente debe seguir en casa de Tomoe Tsurugi.

—Ah, bueno –se rascó la parte trasera del cuello en símbolo de su momentáneo alivio— ¿No es muy tarde? —preguntó.

Nathalie lo observó severamente como diciéndole: agradece que no está aquí.

Él se aclaró la garganta.

—Supongo que me iré a mi habitación entonces. No tengo hambre.

Se dio la vuelta e inició el rumbo escaleras arriba, sin embargo, la mujer volvió a abrir la boca y el rubio se detuvo.

—¿Quieres hablar? —se corrigió—, es decir ¿Necesitas alguien con quien hablar?

—...

Ella lo intentó de nuevo.

—Solo si quieres Félix, no te estoy forzando a nada, pero sería mejor para ti que sepas que decirle a tu padre. Y también —carraspeó un poco—, si tienes algo más que decir, aquí estoy dispuesta a escucharte. Cuando quieras. Cuando te sientas listo.

Y ahí estaba. El instinto maternal que Nathalie poseía a pesar de nunca haber sido madre. Era una característica que Félix agradecía y temía por igual pues siempre lo hacía ceder.

Ella, al no ver respuesta, se resignó y se dio la vuelta para dirigirse a su habitación.

—Espera —exclamó él, la mujer se giró—. Sí quiero hablar contigo.

Ella sonrió imperceptiblemente y con la mirada le instó a seguirla. Ambos se acomodaron cómplices, al pie de las escaleras principales de la mansión. El silencio se prolongó por varios segundos.

—Has llorado —dijo finalmente ella para romper el hielo.

Félix sonrió amargamente.

—Debí suponer que en esta casa, tú serías la única en notarlo.

—Tu padre también se habría dado cuenta, solo que no te ha visto— intentó animarle ella.

Félix prefirió no responder. Acomodó su cabello, restregó sus manos contra el pantalón, mientras titubeaba.

—No sé cómo empezar —admitió por fin el chico.

—Tal vez lo mejor sea que inicies por el principio.

—Por la forma en que ves, creo que lo mejor es que me digas qué tanto sabes tú —la contradijo él.

Ambos se observaron retadoramente, expectantes por saber quién de los dos sería el primero en ceder.

Era cierto que Nathalie sabía muchas cosas. Era una de las muchas ventajas de ser la sombra andante de cada miembro de esa casa. Siempre dispuesta a hacer de sus vidas más sencillas. Organizando todo y encontrando soluciones incluso antes de que los problemas se presentaran. Gabriel y Emilie la eligieron por eso. Sabía ser leal y en extremo eficiente.

Tener la capacidad de destruir a alguien, por medio de sus secretos más turbios, es la clase de poder que una persona puede obtener cuando sabe fundirse con las paredes y callar ante lo que se escucha. La clase de poder que nunca podrás usar, porque no estás dispuesto a destruir a quienes amas.

Por tanto, ella no estaba dispuesta a admitir que tenía conocimiento de las muchas cosas que sucedían dentro y fuera de la mansión Agreste. Prefería esperar a que Félix se abriera a ella, pues sentía que, si era él mismo quien admitía lo que sucedía, sería más sencillo soltarlo todo y así poder encontrarle la mejor solución.

Siempre lo apoyaría, tanto a él como a su padre. Siempre los protegería y siempre los amaría.

Sería siempre el ángel de la guarda de los dos hombres de su vida.

Su amor imposible y el hijo que nunca tuvo...

Félix, por otro lado, pensaba que Nathalie había sido su soporte, su todo. Siempre ahí cuando necesitaba a alguien silenciosa, leal. Siempre buscando maneras. Siempre pidiendo, intercediendo por él ante el enorme monstruo en que se convertía su padre cuando debía hablar con él o pedirle permiso. Nathalie, la siempre fiel y dispuesta ayudante, que siempre evitaba que tanto su vida, como la de su padre, se fueran en picada a un abismo...

—No cariño, yo no voy a presionarte a nada. —le distrajo de sus pensamientos—. Sólo di lo que quieras decir… Lo que estés dispuesto a darme. Lo resolveremos. Lo resolveremos juntos.

—Todo comenzó hace años, antes de que ella y yo empezáramos a salir —se sincero él—.Cuando íbamos al Liceo, ella me dijo que yo le gustaba. Bueno que me amaba. En ese entonces yo la encontraba tan frustrante y pesada —empezó a molestarse mientras recordaba—. Diablos, me acosaba, me seguía y se aparecía de la nada en todos lados, y no me dejaba respirar. Supongo que mi aversión por ella empezó por eso.

—Vaya —dijo ella—. No creí que te molestara tanto. Pero, si no te caía bien ¿Cómo fue que llegamos hasta aquí?

—Espera, ya llego ahí. —retomó el relato—. Pasó algún tiempo, entre rechazos y persecuciones, y un buen día ella se rindió. Eso lejos de aliviarme me irritó todavía más, no entendía porqué, así que lo olvidé y lo dejé estar. Luego, por alguna extraña coincidencia nos volvimos a ver en la universidad. Pero yo seguí pasando de ella y ella de mí, aunque éramos cordiales y nos saludábamos cada vez que nos veíamos, no teníamos relación alguna.

—A ver, espérame —lo cortó Nathalie—. ¿Me estás diciendo que ella te amó antes y que justo cuando te supero tú fuiste a pedirle para salir y ser novios?

—Si y no.

—¿Cómo? No te entiendo.

Félix no podía decirle que al ser Chat Noir estaba plenamente consciente de la verdadera naturaleza de los sentimientos de Bridgette y que sabía perfectamente que, a pesar de que ella intentaba superarlo poniendo toda la distancia posible entre los dos, no había funcionado. Y lo sabía porque ella misma se lo había confesado, sin querer, al decírselo a Chat Noir en una de las escasas noches en las que ambos extrañamente habían coincidido y se contaban cosas de sus respectivas vidas como dos viejos amigos. No comprendía cómo era posible tanta confianza y familiaridad, así que lo dejó estar, como si fuera una extraña coincidencia del destino y siguió disfrutando de esos momentos como si nada.

—Yo... —retomó la conversación—, por casualidad escuché que Bridgette aún seguía enamorada de mí a pesar de la distancia que había interpuesto entre los dos y del esfuerzo que hacía por superarme.

—Joder… ¿Y aun así te aprovechaste de ella?

—No —suspiro frustrado—. Es complicado…

—Ya pues, tengo toda la noche niño.

—En realidad, quise probar algo.

Un gesto de extrañeza fue lo que obtuvo, así que prosiguió.

—Verás, yo no entendía cómo ella vivía enamorada de mi. Como te digo, no teníamos relación alguna y yo siempre me esforzaba por alejarla de mí, así que no entendía cómo podía conocerme lo suficiente como para tener alguna clase de sentimiento más allá de simple compañerismo o una relación cordial entre conocidos. Así que me puse a analizarlo y me di cuenta que Bridgette vivía enamorada de una idea falsa de mí. Llegué a la conclusión de que vivía enamorada de alguien que no existía.

Hizo una breve pausa.

—Por lo tanto yo dudé, incluso cuando escuché de sus propios labios que ella no me había superado y que seguía enamorada de mí. Si ni siquiera me frecuentaba y la escasas veces en que coincidimos debido a nuestros amigos, no éramos tan cercanos —exclamó ofuscado—. Pero después comprobé que era verdad lo que decía. Sus sentimientos seguían ahí, aún latentes.

—¿Cómo lo hiciste? es decir ¿Cómo estuviste tan seguro de eso?

—Fue sencillo sabes —sonrió serenamente—. Si ella me hubiese dicho que no cuando le propuse salir, si ella me hubiese rechazado, habría sido evidente que el asunto había acabado, pero no fue así —se perdió en sus recuerdos—. A veces aún le sorprendía mirándome de reojo y no entendía como podía seguir fijándose en mí, si yo nunca le había dado alas. Y me preguntaba, que si no podía pasar la página y dejar ir sus sentimientos.

—Creo que ya empiezo a comprender —dijo Nathalie.

—Luego salió ese estúpido artículo —suspiró—, y fue la gota que derramó el vaso. Eso junto a las constantes invitaciones y flirteos baratos de Lila, la obsesividad y toxicidad de muchas fans, y la presión de mi padre, aunados a mi propia estupidez dieron como resultado mi ridículo intento por solucionar todo a la vez.

—Ya veo —dijo ella, finalmente comprendiendo—. Aunque no puedo entender la capacidad de tu cerebro para maquinar tal cosa.

Internamente Félix sabía que si soportaba todo aquello por parte de Bridgette, era porque la comprendía, ya que él precisamente se sentía exactamente igual que ella respecto a Ladybug. Muy en el fondo sabía que era perfectamente igual a Bridgette y por esa misma razón lo dejaba pasar. Él tampoco se había rendido a sus sentimientos por la superheroína de París. Así que decidió que le daría una oportunidad a Bridgette para que se dieran cuenta por sí misma que él no era lo que ella verdaderamente quería y de paso dejarle claro que lamentablemente, él solo tenía ojos para otra chica por lo que no podría ser romántico o amoroso con ella.

El internamente también anhelaba lo mismo que Bridgette: una oportunidad con Ladybug.

Sin embargo, al parecer nunca la tendría, así que por lo menos se encargaría de que la otra chica no siguiera perdiendo su tiempo con él. Pero como le suele suceder a la gente soberbia y engreída en este tipo de planes tontos, todo le salió mal.

—Quise probar algo y me equivoqué.

—Es verdad, te equivocaste Félix, elegiste mal.

Él la miró extrañado.

—¿Dices que debí elegir a otra chica, para que ella lo dejara por la paz? —Nathalie le golpeó la cabeza.

—No tonto, no elegiste mal a la chica, si no el motivo para estar con ella.

—Ya —dijo él mientras se sobaba la parte trasera de su cabeza—. Pero yo… yo no la amo, Nathalie. No la amo y en realidad creo que nunca lo hice.

La mujer permaneció en silencio.

—Todo empeoró casi en el último mes.

—¿A qué te refieres?

—Dormí con Bridgette, Nathalie. Y me gustó, me gustó tanto que me asusté. Así que, como el cobarde que soy, solo hui de ella y me alejé totalmente.

Ella le miró sorprendida.

—Ay, no ¡Félix! —enfatizó su nombre como llamándole la atención, se quitó los lentes y restregó el puente de su nariz—. No es verdad. Dime que no hiciste eso.

—Fui una maldita basura lo sé, nada de lo que me digas no me lo he dicho yo antes pero no sabía qué hacer. Me había prometido a mi mismo no sentir nada por ella y solo fue una vez, ambos lo quisimos. Jamás la obligue a nada, no soy tan vil —se apresuró en aclarar.

—No Félix —se apresuró en negar—, sé que no llegarías a ese extremo, pero no me refería a eso —suspiró quedamente y se dispuso a explicarle su punto de vista—. A lo que yo iba era que para una mujer la primera vez no es solo entregarse y ya. Para nosotras debe ser algo sumamente especial. Te hablo como una persona con experiencia.

—¿A qué te refieres? —cuestionó él, ansioso por saber a qué se refería.

Félix tenía 21 años. Aún con esa edad, el chico se creía un gran conocedor del mundo. Pero a ojos de Nathalie, aún era inocente en tantas cosas que, verlo con esa expresión de curiosidad, la llenó de ternura.

—Pues veras… Aunque mi primera vez fue consensuada y.. es decir yo quería hacerlo —exhaló mirando al techo durante un momento—. Fue un desastre en toda la extensión de la palabra. De romántica no tenía nada. Si pudiese volver en el tiempo habría esperado más tiempo… —rio sin gracia—. Pero, volviendo al punto, lo que intento decir es que me arrepiento porque fue meramente sexo y no hubo amor de por medio. No fue una de las experiencias más agradables de mi vida. Y todo esto que te digo Félix, me hizo pensar en Bridgette —lo observó para saber si él entendería lo que estaba por decirle—. Ahora que ella sabe la verdad, debe sentirse destrozada por haberle dado algo tan importante a alguien que no… Dios Félix la lastimaste mucho y ella te adoraba.

—Soy un monstruo —admitió él—. ¿Me ves como un monstruo Nathalie?

—No. Claro que no. Simplemente eres un arrogante que cree que sus necesidades son más grandes e importantes que las de los demás.

—Muchas gracias Nathalie —contestó él de forma sarcástica.

—Bueno tú querías que yo fuese honesta — le sonrió ella—. Pero ya hablando en serio, solo eres un ser humano que cometió muchos errores, pero no es tarde para arreglarlos Félix y sólo tú puedes hacerlo.

—¿Y qué puedo hacer Nath? Lastimé a mucha gente.

—Pues, empieza por tomar conciencia respecto a todo lo que has hecho...

—Eso no es todo —habló poco después.

—¿Hay más?

—Sí lo hay. Después de ese día, me distancié de Bridgette e intentaba por todos los medios olvidar aquella noche y lo que me hizo sentir. Incluso empecé a beber —estrelló su palma abierta en su rostro—. Un día me emborraché y amanecí al lado de… de Kagami. No me acordaba de nada, pero ella parecía complacida. Y en un intento por olvidar lo que había sentido con Bridgette decidí iniciar algo con ella… y así fue como nos descubrieron ayer.

—Félix, créeme que si pudiera te patearía.

—Ya lo sé —el suspiró—. Y ya lo estoy pagando Nathalie. Otra vez estoy en una relación que verdaderamente no quiero.

—Bueno ahí tienes. Cosechas lo que siembras.

—Lo sé —le respondió él más ofuscado.

Nathalie suspiró y se tomó su tiempo para analizar todo y también para calmar los ánimos.

—Ay Félix, de verdad que has metido la pata hasta el fondo —le asaltó una duda—. Aunque hay algo que no me queda claro, me dices que te asustaste después de alcanzar un profundo nivel de intimidad con Bridgette, que sentiste cosas que no debiste sentir —lo miró fijamente y le preguntó—: ¿Estás absolutamente seguro de que no la amas?

—No. No lo sé —renegó consigo mismo—. Es que ni yo mismo me entiendo. Y eso es lo más estúpido y aterrador, que ni yo mismo no sé lo que quiero. No sé qué sucedió. No entiendo cómo cambiaron las cosas tan de repente. Todo era sencillo al principio y de la nada todo se complicó.

—Tengo una teoría —soltó lo que estaba pensando—. Tal vez en un principio no la viste como más que una herramienta para tus metas y viéndolo de ese modo para ti era más fácil mantener el control sobre todo, pero las cosas evolucionan Félix. Cambian constantemente. Es la ley natural de la vida. Y lo más irónico, es que lo que te sucedió es algo que estaba destinado a ocurrir.

—No entiendo a qué te refieres.

—Corazón, lo único que cambió fue el hecho de que de ser una completa extraña, pasó a formar una parte constante de tu vida. Por lo tanto, ahora le tienes aprecio —le sonrió maternalmente—. Y es que la convivencia humana hace que te acostumbres y sientas cariño por las cosas que son parte de tu día a día. ¿Me entiendes?

—Más o menos…

—Tu padre, tus amigos, incluso yo misma somos ejemplo de ello. —sonrió ella—. Recuerdas cuando apenas había llegado a la mansión —él asintió—. Los primeros días me odiabas porque según tus propias palabras de niño maduro de 7 años, yo era una bruja mala que acababa con la diversión en tu vida porque siempre te mandaba a estudiar o hacer las tareas que dejabas de lado por irte a perder el tiempo —ella rio, mientras recordaba—. Y en ese entonces no tenías ningún problema con que me echaran de la casa porque no me conocías y tampoco me querías… Pero ahora, te pregunto, ¿dejarías que tu padre me eche a patadas de aquí como si nada?

—No, claro que no —se apresuró a responder.

—¿Ahora entiendes lo que te digo?

—Sí —admitió él algo avergonzado.

—Es tan sencillo como eso Fel. No me conocías, no te importaba lo que me pasara. Ahora me conoces y te importa lo que sucede conmigo. Y, mira, lamento si peco de arrogancia —se disculpó anticipadamente ella—, pero creo que eres feliz conmigo aquí, ¿o no?

—Sí —asintió prontamente él—, me agrada y me alegra que estés aquí.

—Muchas gracias. Y aquí es a donde quería llegar. —hizo una pausa y lo miró a los ojos—. Te diré un secreto a voces del que tú no te has dado cuenta. Bridgette Dupain-Cheng te hizo feliz Félix y no intentes negarlo porque sabes que a mi no me puedes ocultar nada —le acarició tiernamente el rostro—. Y es más fácil para un ser humano querer aquello que le hace feliz.

Félix reflexionó un poco y se dio cuenta de que era verdad, a pesar de todo él había sido feliz teniéndola cerca y lo demostró con una simple afirmación.

—Ella nunca me pidió nada y me entregó todo.

Nathalie captó el profundo pesar y dolor que desprendía aquella pequeña frase, frase que resumía tristemente aquella relación. Y aunque Félix era el malo de la historia, la dura mujer no pudo evitar quedarse a su lado puesto que sabía que el resto de personas, que conocían la verdad detrás de todo el asunto, le darían la espalda.

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Poco a poco los sollozos fueron menguando en fuerza y el muchacho se dio cuenta de que era porque se había quedado dormida.

Entonces, Luka la tomó en brazos y con toda la delicadeza que le fue posible, la acomodó y arropó en su cama para que no tuviese frío mientras dormía. Dejó un vaso de agua en su mesita de noche y prendió la tenue luz de la pequeña lámpara que estaba ahí cerca por si despertaba. Cuando terminó, no pudo evitar contemplar su rostro surcado de lágrimas secas, sintiéndose impotente de no poder hacer más por ella.

En ese momento, el chico sintió ruido y movimiento en la planta inferior de la casa. Después de dejar todo en orden en la habitación de Bridgette, bajó al primer piso y se encontró cara a cara con Sabine Cheng, quien lo invitó a quedarse un momento más en la casa. Se acomodaron en la sala y la mujer inició la plática.

—Llegamos hace bastante rato, cuando subí y te vi con ella no quise interrumpir.

—Vaya, no me di cuenta que había estado ahí —él sonrió.

—Cómo está ella, hijo —preguntó ella bastante preocupada.

Luka borró su sonrisa y se quedó en silencio pues no entendía a qué exactamente se refería. Él creía que, a parte de los involucrados, era la única persona consciente realmente del verdadero problema, ya que la versión oficial que tenía todo el mundo era que tanto Brid como Félix estaban tranquilos y en buenos términos.

Sabine volvió a intentarlo:

—Sé que algo anda mal.

—Yo… —dudó mirando alrededor buscando algún rastro del señor Dupain.

—Tranquilo chico. Tom ahora mismo duerme como una piedra. Nadie nos escuchará ni nos interrumpirá —le tranquilizó—. Ahora dime, ¿Qué sucedió? Yo sé que mi niña no está bien. Esta mañana la noté rara. Triste. Hasta el día de ayer suspiraba completamente enamorada de Félix y hoy… No comprendo qué está pasando.

—No quiero cometer una indiscreción, señora. Creo que debe ser ella quien converse con usted. Lo único que puedo decirle es que ella la necesita mucho.

—Sí —convino— Lo entiendo. Entonces será mejor que suba.

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—¿Mamá? —preguntó Bridgette viéndola de pie a un lado de la cama.

—Hola cariño, me encontré con Luka abajo. Ya se fue, tenía cosas que hacer.

—Te… te dijo algo —rápidamente, Bridgette se sentó.

—No. Él no me comentó nada

Bridgette suspiro aliviada.

—Pero yo sé que algo pasa.

El alivio momentáneo se esfumó.

—Mamá, yo..

—Está bien si no quieres contarme. Yo lo entiendo y lo respeto. Pero aquí estoy mi vida. Soy tu madre, sé que algo ha pasado y me hago una idea bastante clara acerca de qué.

Bridgette bajó la mirada.

—Sé que ahora duele, mi cielo —le abrazó contra su pecho acariciándole maternalmente los cabellos—, pero llegará un día en que podrás voltear al pasado y todo estará bien. Porque la vida da muchas vueltas y uno no regresa al mismo punto de la misma manera.

La chica suspiró mientras rodeaba a su madre con sus brazos.

—Ahora tienes que enfocarte en ti y solamente en ti. Hacer lo mejor para ti. Tu prioridad debes ser tú y nadie más que tú. Ya no tienes que preocuparte por nadie más, mi cielo.

—Lo sé mamá —asintió quedamente—. Lo sé. Créeme que ya lo he entendido.

—Debes ser capaz de serenarte lo suficiente para saber qué hacer. Y quiero que sepas que decidas lo que decidas, mamá estará siempre aquí para apoyarte y animarte. Tu padre también. Todos los que te amamos siempre vamos a estar.

Miró a su hija a los ojos.

—Sólo es cuestión de que tú te decidas a ello...

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Hola otra vez lectores hermosos, volví. Mis clases por fin me dejaron un huequito libre, yuupiii. xD

Regresé más pronto que otras veces. Intentaré traerles al menos un capítulo al mes.

También quería contarles que estoy escribiendo un par de one shots :) Uno es Adrinette y el otro es sorpresa. Estoy poniendo mucho empeño en ello y ojalá les gusten.

A continuación datitos sobre la historia:

Empecemos con algo gracioso, ¿Alguien captó la referencia a HP ? Jajajaja lo siento no pude evitarlo. Amo la saga…

Siento que el apodo "princesa" es algo exclusivo de Adrien, así que en esta historia decidí cambiarlo por ángel, ya que es Félix quien lo emplea. Espero que no les incomode…

Hoy quise traerles la razón o explicación de porque Brid se hacía de la vista gorda y dejaba pasar las cosas, visto desde el punto de vista de una tercera persona.

Alya es su mejor amiga, debió estar ahí con ella ¿no? Bueno ahora ya sabemos por qué no estuvo.

Tanto Sabine como Nathalie, al menos en mi historia son las madres de los protagonistas, aunque una de ellas no lo sea de sangre, Félix la siente como su figura materna. Espero que se haya sentido ese sentimiento tan precioso que tienen las madres con sus hijos…

Perdonen si la historia avanza muy lento, pero últimamente mi inspiración anda salida de las profundidades del tártaro (mitología griega) y no es muy buena…

Y siento también si todo esto les parece muy largo o tedioso, pero vivir y sobre todo superar este tipo de situaciones es un proceso bastante largo y por supuesto no es un camino de rosas para ninguna de las partes, aún así, les prometo que ya se viene lo bueno tenganme tantita paciencia please.

Pueden creer que recién sé usar eso de los guiones largos aquí en ff, jajajaja soy un desastre monumental.

Y ahora viene la zona de Reviews Hermosos:

andreitacamino174

Holi, la verdad antes de leer tu comentario, nunca había escuchado la canción. Pero ya lo hice y creo que tienes razón la frase "Me vendiste un amor que jamás existió" le cae como anillo al dedo a esta historia :) La canción es triste y el capítulo también, combinación perfecta para llorar :c *Ven que te doy un abrazo*

Sí ¿verdad? Chat no pintaba nada ahí, como tú dices hubiese sido algo hipócrita que mostrara su traicionera cara.

sonrais777

Hola. Muchas gracias por tus condolencias *corazoncito con mucho amor para ti*. Afortunadamente, todos vamos cada día mejor. Luka es un ser de luz la verdad, lo único que hice fue intentar reflejar la personalidad que percibí en la serie. Pues sí, Félix tiene muchísimas cosas que arreglar, ya lo verás.

MJ Keehl

De nada hermosa, más bien disculpa la demora y gracias por continuar aquí. La verdad que yo también lo prefiero así, creo que ciertas actitudes del Gabriel de la serie *cof Chat Blanc cof* han hecho que le pierda el respeto como villano. Desde el principio Chat estaba out, además creo que de todos los amigos que pudiese tener Bridgette, Luka era el mejor para esto.

tsubasa23

Hola gracias a Dios estoy bien, muchas gracias por tus palabras, me han animado bastante. De verdad te mando un beso y un abrazo enorme.

Volviendo al cap, creo que el dolor de esta pequeña lo sentimos todos y sí, uff pobre Félix ya verás lo que le espera jejejejeje. Efectivamente Luka es un amor, quiero uno en mi vida. Gracias a ti por seguir la historia y por comentar. Intento mantenerme fuerte todos los días :)

meikita-Kiara

Que lindo que te encantó. Nuevamente lamento haber tardado tanto :c Luka merece el cielo. Espero que este cap también te haya gustado, un beso :)

LordThunder1000

Mil gracias por tus palabras, bella, y tienes razón, cada día vamos recuperándonos y aunque lo echamos de menos siempre, prometimos que viviríamos bien y al máximo. Fue un año bastante triste.

De vuelta al cap… Jajajaja si supieran que al igual que ustedes yo también aguardo con ansias el que lean el sufrimiento que le tengo preparado muajajajajaja. Luka es todo lo que dices y más. Es el chico que muchas queremos que sea real y forme parte de nuestras vidas.

karen Agreste

Hola bichito, para mi hay ciertas actitudes que un villano debe tener para ganarse no sólo el miedo sino también el respeto de la gente y la actitud de Gabriel en la serie, al menos en mi opinión, deja mucho que desear. Respecto a Luka, es exactamente como dices y cito textualmente "él es un gran chico y es lo que Brid necesita, un amigo como él". Jajajajaja creo que todos estamos molestos con Félix/Chat Noir. En verdad espero que te siga gustando la historia y aguardaré con mucho cariño tus comentarios. Ojalá que este cap también te haya gustado. Nos leemos :)

arianne luna

Sipi. Gracias :)

Margarces

Tienes razón, es algo que siempre acompañará, pero todo depende de cómo lo lleves o manejes. Gracias por leer y comentar :)

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Gracias por mil a todos por seguir aquí conmigo

Besos y Abrazos de Mar.

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