¿Que me esta pasando? Parte 2.
Ya saben, lo de la disgrafia, disculpas por los teclazos y horrores del auto corrector.
Y recuerden, Naruto y sus personajes son propiedad de Kishimoto sensei
Review.
Virus pirata.
Ciertamente uno en la posición de Chusai posiblemente haría lo mismo, como dices, se sacaron la lotería con él en varios aspectos, aún así, falta ver qué tanto lo corrompe el poder o que tanto se resiste.
Comenzamos.
Era tarde cuando Chusai se despertó a la mañana siguiente. Un sol brillante entraba a raudales por la gran ventana que daba a la parte frontal de la mansión. Se había despertado solo, ninguna de sus Genio o sirvientas estaba alrededor y él lo prefirió así. Pensativo, había corrido las cortinas de su habitación. Sobre la mesita de noche había una jarra de agua fría. El joven se sirvió un vaso y se acercó a la ventana para mirar mejor la enorme mansión que había adquirido. En la parte de enfrente, solo se veían los jardines y el portón que daba al camino que bajaba a la calle, ya que había elegido está mansión por su relativo aislamiento de las demás residencias de esta zona, algo que fue sencillo de hacer, al desear que los anteriores dueños le vendieran la propiedad.
En la parte trasera, había más jardines, una cancha de tenis y una piscina no muy profunda, con varias tumbonas para tomar el sol, así como un aeródromo para un helicóptero y un garaje con capacidad de diez vehículos diferentes. Y eso era lo que podía ver únicamente.
En su habitación, en un panel que solo él conocía, estaban los anillos de sus Genios, los que dejó ahí, no queriendo hablar con ninguna de ellas, tras lo sucedido ayer. Algo se seguía sintiendo mal para Chusai, por lo que al menos por ahora, no quería ver a ninguna de ellas, en especial a Samui.
Cómo era domingo, la mina no tenía actividades administrativas, algo bueno, ya que no quería lidiar con ello de momento, por lo que bajando las escaleras, se dirigió a la cocina a ver qué podría hacer de comer.
Para su sorpresa, había dos sirvientas y una cocinera, esperando abajo, ya que en ausencia de Tsunami, ellas eran las encargadas de dirigir el lugar. Después sabría que las demás genios tenían una sierva en la misma posición que la cocinera y las Sirvientas, por lo que tuvo que comer lo que se le había preparado para la ocasión.
-¿Algo más que deseé, Amo?- preguntó la cocinera.
El joven negó con la cabeza, por lo que las siervas y la cocinera regresaron a sus demás actividades, no sin antes, pedirle que frote unos cuantos artículos mágicos para que el personal necesario pueda trabajar.
Chusai salió a pasear al jardín, donde una de las "Amazonas" que lo cuidaba, le pidió lo mismo, ya que en ausencia de Shizuka y las demás, ninguna de ellas podría activar los objetos que las ataban a este mundo, por lo que Chusai tuvo que frotar nuevamente los objetos que liberarian a las demás guardias de la mansión. Cansado de esto, sin nada en claro, bajó al sótano que mandó construir en secreto y donde el puso las salvaguardas para atar a todas sus siervas a la casa y dónde contenían los objetos mágicos de casi todas ellas, así como los otros cinco anillos que creó, el libro de hechizos y las estatuillas de las Concubinas mágica que había creado.
Eran diez estatuillas, de las que solo había usado cuatro, contando la de la propia Fubuki que estaba junto a la de las demás miembros de su Harén que podría decirse que eran la élite, al ser solo de compañía para él.
Chusai froto una de las que tenían una Concubina y de este salió una hermosa mujer que vestía únicamente un bodystocking de red de color negro, un piercing de diamante en su ombligo, aretes dorados y nada más. Era una mujer joven, de piel morena y cabellera rubi que le llegaba al culo, ondeado de forma salvaje, que tenía un par de grandes pechos y unas caderas anchas, a juego, así como un par de largas piernas para completar el conjunto de curvas.
-Suzume, vamos a mi habitación- ordenó Chusai.
La joven sonrió contenta de que el Amo la tomé a ella.
La puerta se abrió a la habitación de Chusai cuando ella lo condujo adentro; el joven se movió hacia ella ,tomándola en sus brazos y besando a su Concubina de nuevo. Suzume felizmente devolvió el beso y sus manos se trasladaron a los pantalones de su Amo. Ella se apartó de su beso y lo empujó hacia la cama. Chusai se quitó la camisa negra tirándola al piso, dejándolo solo en sus pantalones.
Suzume se acercó a él y se detuvo una vez que estuvo en la cama con las piernas de Chusai a sus lados. El joven observa como la rubia se arrodillaba, bajándole los pantalones, liberando su miembro. Suzume no dudó en empezar a acariciarlo con cuidado de no apretar demasiado o jalar demasiado.
-Wow, eso se siente bien- soltó un ligero Chusai . La rubia se inclinó lamiendo la punta de su polla, consiguiendo otro gemido de su Amo. Ella suspiró un poco, antes de envolver sus labios alrededor de la punta y tomar su miembro en su boca.
-Oh wow Suzu- gimió el joven sintiendo el calor húmedo de su boca mientras ella comenzaba a succionarlo. Ella hizo todo lo posible para pasar su lengua alrededor de su polla, pero su grosor lo hacía imposible. Chusai pasó una mano por el cabello de ella simplemente disfrutando del trabajo que estaba haciendo.
Suzume comenzó a succionar más rápido, una de sus manos continuó acariciando el eje que no podía tomar. La respiración de Chusai comenzó a volverse más irregular a medida que se acercaba a su límite. La concubina pensó que estaba a punto de correrse por su reacción y el hecho de que su polla latía como loca en su boca. Efectivamente, después de unas pocas sacudidas más, él estalló en su boca; la esclava hizo todo lo que pudo para tragar oleada tras oleada de su semen. Terminó tosiendo un poco al final, era demasiado para tragar.
Ella se limpió los labios. La semilla de su amo le parecía todo un manjar.
-Gracias por la lechita, Amo- dijo la mujer de forma guarra pero al mismo tiempo inocente, antes de comenzar a gatear sobre Chusai. Una vez que estuvo completamente encima de él, antes de que su Amo la inmovilizara contra la cama.
-Mi turno- señaló Chusai antes de comenzar a besar su barbilla, cuello y clavícula. Empezó a tirar de su ropa de red para rasgarla.
-¿Le gusta lo que ve, Amo? - Preguntó la Concubina que obtuvo su respuesta al sentir los besos de su amo en sus senos y un sensual amasamiento de ambos. Besó y lamió sus pezones y todo alrededor de ellos; no dejó ninguna parte de ella sin tocar mientras se movía hacia abajo.
-Haz ese truco- ordenó Chusai masajeando y mordisqueando uno de los pezones de Suzume.
Ella asintió y Chusai sintió en su boca, el sabor de leche llenando su paladar, ya que Suzume en su vida mortal fue una mujer sumamente mojigata en apariencia, que aunque hermosa antes de su radical cambio de apariencia, tenía bastantes fantasías sexuales por cumplir, el darle de beber a su amante, de su propia leche tras dar a luz era uno de esos deseos de hacer algo atrevido que no se atrevía a realizar, hasta su transformación.
Chusai bebió de esa dulce leche, haciendo que Suzume ahogue unos cuantos gemidos, antes de reclamar más atención de su amo, que pasó a su otro seno y comenzó a beber.
Una vez que estuvo saciada su sed, Chusai se concentró en hacer jirones el resto del Fishnet, por lo que la rubia levantó sus caderas dejando a su Amo quitarle el resto de su muy escaso vestido, dejándola tan desnuda como él estaba. Chusai besó su escote y bajó por su pierna; la besó hasta la rodilla y más abajo todavía besando su tobillo. Se movió a su otra pierna besando su otro tobillo mientras subía besando su espinilla, rodilla y muslo. Suzume se rió levemente, sus labios le hacían cosquillas; Chusai no pudo evitar sonreír al escucharla casi reír. Por ello, para terminar, besó justo por encima de su feminidad; y fue recompensado con un leve gemido.
-Amo- gimió ligeramente la rubia cuando el ingeniero alcanzó su condición de mujer, su aliento cálido estaba en sus húmedos pliegues. Suzume se echó hacia atrás mientras él besaba su coño; se mordió el nudillo tratando de contener sus gemidos cuando él comenzó a besar y lamer su sensible hendidura. Chusai empujó su lengua dentro de ella haciéndola gemir de aprobación. Y esa fue toda la aprobación que él necesitaba; pues comenzó a lamerla y follarla con la lengua de forma experta, ya que su amante inmortal comenzó a gemir cada vez más fuerte mientras él golpeaba todos sus lugares de placer con su lengua.
-¡Oh, así, Amo!- gimió Suzume mientras su espalda se arqueaba y sus dedos de los pies se curvaban por el placer. Chusai obedeció y continuó lamiendo y lamiendo el coño de su amante; que había endulzado con su magia sus jugos, dándoles un sabor afrutado, era una dulzura mezclada con un delicioso aroma a mujer ; y quería más de ella. Él se movió tirando de las piernas de ella sobre sus hombros, jalandola a ella un poco hacia arriba mientras comenzaba a devorarla con más vigor. Los gemidos de Suzume se hicieron más fuertes aún, acercándose a gritos lujuriosos mientras sentía llegar su dulce liberación.
La cual golpeó a Suzume con fuerza, como un maremoto golpeando un castillo de arena que fue arrastrada por el placer. Ella gimió el nombre de su amo en voz alta mientras alcanzaba el clímax; poniendo muy celosas a sus hermanas de Harén que oyeron su voz, sintiendo envidia de no ser las afortunadas de estar con él. Mientras, Chusai bebió lo más que pudo de sus dulces jugos antes de dejarla caer sobre la cama. Suzume yacía jadeando en la cama, nunca antes había sentido algo así en su vida mortal, de eso estaba muy segura.
Su Amo besó su camino de regreso a su cuerpo; sus labios se encontraron de nuevo y sus besos lujuriosos comenzaron de nuevo. Suzume se abrió paso encima de Chusai de nuevo con las manos en su pecho; frotando su coño sobre la polla de su Amo; ella comenzó a empujarlo hacia dentro de su feminidad. Él se aferró a sus costados ayudándola a bajar su velocidad. Ella gimió cuando sus paredes se extendieron más de lo que pensaba. Él gimió por su tensión; su coño le apretaba cual vicio y era cien veces mejor que su boca.
Bajando lentamente, Suzume finalmente se sentó en el regazo de Chusai completamente empalada en su miembro. Se sentó simplemente abrazándose a sí misma mientras se adaptaba nuevamente a la sensación, ya que su Amo solo la había tomado una sola vez, el día que la unió al Harén. Chusai se sentó, besó apasionadamente a su amante que correspondió con la misma pasión el beso, separándose ambos, cuando le empezó a faltar el aire a Chusai
-Esta tan grande, Amo- gimió la rubia, cuando Chusai comenzó a moverse hacia arriba mientras ella bajaba sobre su polla; ayudándose mutuamente a mantener el ritmo.
-Así, ya estás aprendiendo- felicitó el jóven a su amante mientras seguía empujando, cada vez más rápido; Suzume colocó sus manos en su hombro agregando fuerza en su brazo a sus rebotes.
Suzume gimió de placer una y otra vez. Chusai envolvió sus brazos alrededor de su cintura y la volteó, inmovilizándola debajo de él nuevamente. La mujer envolvió sus piernas alrededor de su cintura y enganchó sus brazos debajo de los de él mientras Chusai comenzaba a estocarla nuevamente, comenzando a ganar velocidad a medida que se acercaba a su límite.
Chusai se corrio dentro de Suzume, que quedó exánime tras la intensa, pero rápida follada, intuyendo que de ser mortal, seguramente se habría desmayado por el placer, aunque estaba a nada de hacerlo, su nueva condición se lo estaba impidiendo apenas.
Chusai bajó de ella y se colocó a lado suyo, no tan cansado, ya que tenía mucha práctica y resistencia tras llevar poco más de un año con la mayoría de sus Genios, sintiendo orgullo al ver que Suzume estaba a poco de desmayarse.
Verla en ese estado, le hizo recordar a la mujer y como llego a su Harén.
Aunque en la teoría, todas y cada una de las siervas y Genio estaban bajo su Ala, al ser la líder del harén, Samui le había traído a Chusai la petición de seleccionar una serie de Concubinas, al menos diez, para que sean su séquito más íntimo, dedicadas solo a atenderlo.
El joven vio a través de ella, los celos que le daban y la envidia que tenía de que Tsunami, Shiho e incluso Fūka y Shizuka hubieran seleccionado mujeres para ser esclavizadas por su amo, para llevar a cabo sus ambiciones.
Chusai cedió, no queriendo faltar a la promesa que tenía con Samui y ella se dedicó a buscar las mejores candidatas a formar parte de su Harén más exclusivo.
El joven tenía como favorita a Samui, por varias razones, la principal es que había sido su primera creación y además, fue la que se unió en cierto modo, en circunstancias que eran especiales.
Shiho, Fūka y Shizuka intentaron lastimarlo y Tsunami fue una adición para "salvarla". Cierto, Shiho ahora era parte integral de su Harén, mientras que no había tocado a Fūka y a Shizuka, no así a una que otra integrante de su séquito de colaboradoras, aunque el trato con ambas era cada vez más cordial, posiblemente llegaría a verlas como algo más que mujeres que en su día, intentaron perjudicarlo.
Pero Samui era diferente, fue creada por el único motivo de ser su genio, si el hechizo era una farsa, total, solo él sabría del ridículo que hizo y el dinero que perdió. Pero no fue así, la magia era real y aunque la mayoría de los hechizos del libro no le interesaban, estaba aprendiendo uno que otro truco que venía ahí, dándole un mayor contexto acerca de la magia.
Eso le hizo ver la laxitud del ente Mágico que permitía hacer a Chusai prácticamente lo que quiera, siempre que eso garantizará su existencia.
Por ello, al permitirle a Samui buscar Concubinas, ella busco un perfil más enfocado en la hambre de sexo y la disposición tanto para ser esclavizadas, como para probar lo que sea.
Suzume fue una oficinista solterona que aunque guapa, en el exterior era una mujer anticuada y mojigata, que no se atrevería nunca a hacer nada ligeramente emocionante en la cama.
Y aunque tenía una educación muy conservadora, en el fondo era una mujer sumamente guarra que solo deseaba probar el sexo, de muchas maneras que harían gritar a los cielos a sus padres, de saber que hacía ella en la cama.
Cómo resultado, tenía una Concubina muy dispuesta a aprender y a dejarse guiar, cubriendo la plaza y fantasía de la amante novata que con la guía de su Amo, se convertiría en toda una devora hombres.
Así que, aunque estaba contenta de ser parte del harén, Chusai quiso saber si era una decisión permanente.
-Suzume- inició el joven que estaba acostado con su sierva en la cama- si te diera la opción de libérate, ¿La tomarías?
Chusai sin duda que no esperó la reacción a la pregunta de ella.
-¡No, por favor Amo!- exclamó aterrada- no quiero volver a ser humana, mejoraré, con su guía seré la mejor amante de su Harén, pero por favor, ¡No me libere!.
-Suzume, solo….
Ella se subió a horcajadas sobre Chusai, la desesperación estaba en sus ojos muy visible.
-Puedo mejorar, déjeme mostrarle que valgo la pena- intento usar su magia para conjurar un afrodisíaco, pero el miedo no la dejó usar sus poderes a cabalidad, conjurando una botella de Mirna en vez del afrodisíaco líquido que quiso traer- No me dejé, ¡Se lo suplico!
-Regresa a tu lugar- ordenó Chusai.
La mujer intentó aferrarse a la forma de su Amo, aún cuando se convertía en vapor y regresó el vapor a la bóveda con las demás figuras.
Dos de las guardias entraron a la habitación, alertadas por los gritos de Suzume y al explicar Chusai que pasó, ellas de manera algo aprensiva, entendieron que Suzume no intentó nada.
Al hacerles la misma pregunta, ellas reaccionaron igual, intentando demostrar su valía, prácticamente violando a Chusai que tuvo que ordenarles volver también a los objetos a los que estaban atadas.
Estaba metido en un lío gordo. Apenas se daba cuenta de ello.
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Dos días después.
Algo que el libro de Tenji no decía, pero que en su momento Chusai investigó con ayuda de Tsunami, ya que el resquemor de tener a la joven a su servicio estaba ahí, al igual que la culpa por tener a Shiho, era el método para liberar a sus Genios de su carga.
La ama de llaves le reveló que el método era tan simple como destruir la puerta, es decir, el objeto que las ataban a la dimensión mágica y con ello, ellas serían libres.
El único problema e inconveniente era el tiempo.
Al liberar a un Genio, las leyes mortales volvían a regir en ellos, por lo que la edad los alcanzaría. Una genio de veinte años biológicos y de cien de servicio, al ser liberada de forma accidental o consciente, envejecerá de golpe esos cien años, siendo casi seguro su fallecimiento.
Y si era liberada a pocos años, envejecía esa cantidad y como cuando fue atada, la realidad se acomodará, para darle cabida en ella, teniendo la ex Genio, los recuerdos de la vida que no vivió, pero al mismo tiempo, los de la que tuvo.
Por ello, es que Chusai tenía la encrucijada de liberar o no a todo su personal y genios, tejiendo la sospecha de que Samui y la Conciencia Colectiva, de alguna manera lo habían estado usando en beneficio mutuo. Para así tener una suerte de satisfacción. Entonces, con esa sensación, únicamente tenía a Tsunami, Shiho, Fūka y Shizuka a ratos en su presencia, notando todas ellas, el enfriamiento repentino de la actitud de Chusai con Samui que era claramente la favorita de su Amo.
Al tener nuevamente su personalidad, con ciertas limitaciones, en una medida u otra, actuaron en consecuencia, siendo Shiho y Tsunami las que intentaban llegar a la razón de ese enfrentamiento entre su hermana de Harén y su amo, mientras que Shizuka y Fūka, intentaron mejorar su posición con él.
Ahora bien, el paso del tiempo y el deseo en ellas, que les regreso mucho de su albedrío, hizo que los aspectos más negativos de sus personalidades desapareciera, por lo que más que interés por ser la nueva ama del harén (que no negaría ninguna que le encantaría esa posición), trataban de que al fin, su amo las vea cómo mujeres y no como alguien que trato de dañarlo alguna vez.
Fūka sabía que la castigó, dándole una apariencia no humana, que aunque hermosa, hacía distinción significativa a las demás, pues Shizuka, por ejemplo, solo cambio en función de su nueva labor, ya que su anillo fue creado para ese fin y no para vengarse de ella.
Tenía aún trazas de su antiguo yo, como ese orgullo, altivez y autoestima hasta las nubes, pero había endulzado demasiado su actitud, pese a seguir siendo una mujer de temperamento fuerte.
Ya no lideraba su oficina con puño de hierro, se había ganado la reputación de una líder de séquito muy amable con sus subordinadas/ hermanas de Harén, dándoles "incentivos" para mejorar su productividad.
Por incentivos entiendan, atención especial del Amo, o a veces de ella misma o con permiso de las demás, de alguna de sus hermanas de Harén, ya sea placer físico, una atención especial (una dama siempre merece mimarse un poco) hasta alguna comida especial.
Y aunque al principio, ella trataba de mantener su antigua apariencia lo más posible, había terminado abrazando la nueva, al darse cuenta que pese a que la convirtió en algo no humano (físicamente), era en una fémina que estimaba mucho. La reina de una raza alienígena de uno de los viejos animes que a su Amo le gusta y que supo después, fue una fantasía adolecente recurrente.
Con ese contexto, aprendió a amar esa apariencia, ya que era atractiva para él. Porque como había dicho, Fūka era una niña mimada atrapada en el cuerpo de una mujer adulta y con su nueva personalidad o con la antigua, lo que más ansiaba ella era alguien que la quiera sin condiciones. Chusai sería esa clase de hombre y aunque su relación sería un suspiro, tomando en cuenta que ahora era inmortal, la atesoraria, ya que hombres como él, solo una vez en la vida. De lo único que sentía vergüenza, dado lo poco de su vida mortal que recordaba, era la circunstancia en la que se convirtió en la genio del cuarto anillo, no de la vida que eso le había abierto.
"No sé que habrás hecho Samui, personalmente, me agradas, pero no voy a desaprovechar esta oportunidad" pensó Fūka mientras revisaba unos documentos que su amo debía aprobar.
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Una semana después.
Natsuhi era otra de las cortesanas que Samui había seleccionado para su harén más personal, cuya historia cuestionable había hecho que Chusai al principio fuera un tanto reacio a atarla a ella.
Resulta que Natsuhi era una habitante del País de la Estrella, una ex investigadora renombrada en el campo de la física experimental que había sido expuesta en su trabajo a una radiación desconocida de un meteorito que había tenido dos efectos negativos en ella, cáncer y ninfómania.
El tumor inoperable en la mujer hacía imposible tratarlo con una operación y por otro lado, la naturaleza del mismo, la radiación que el meteorito que ella estudiaba, que cayó a su País, hizo casi nula la esperanza de que la quimioterapia puediera hacer algo con él.
Y dada la zona del cerebro dónde este estaba creciendo, Natsuhi estaba desarrollando un apetito sexual muy demandante, inhibiendo demasiadas de sus limitaciones morales y éticas al respecto.
Debido a ello, y que no se sabía en su momento de que ese meteorito era radioactivo (rayos cósmicos), todos crean que la investigadora se había enfermando mentalmente por cualquier cosa menos la causa real y no queriendo saber de ella, su esposo la había internado en un hospital psiquiátrico, dónde era seguro que la mujer iba a fallecer, ya que Chusai supo de su tumor al contarle su genio lo que averigüo con su magia de su candidata.
Ese día que la ato como su sierva, con un par de deseos bien colocados, pudo colarse a la habitación acolchada de la bella mujer y tras decirle que saciaría su lujuria, si antes tomaba entre sus manos la hermosa estatuilla de bronce que traía con él, salió de ahí, sin que nadie fuera más sabio de que Natsuhi alguna vez había existido.
Aunque era su esclava de Harén, Chusai modificó un poco su objeto para además, hacerla conservar sus conocimientos científicos, ya que siempre harían falta, respetando la desicion de la mujer de no saber nada de una vida miserable que no recordaba, ya que si lo que Samui dijo era verdad (algo que Chusai ya comenzaba a dudar) su esposo e hijo la abandonaron ahí e intentaron rehacer su vida. Eso servía para Natsuhi, que era una suerte de Concubina a la que Chusai podría recurrir cuando quería una milf madura para tener una buena sesión de sexo o una plática más "aleccionadora" al consenvar la experiencia que acumuló durante su vida. De lejos era la sierva de mayor edad en su séquito, siendo ahora una genio milf de belleza madura eterna, en el punto donde decian Tsunami y Shiho, una mujer estaba en el apogeo de su belleza y atractivo, aún lo bastante joven físicamente, pero con la suficiente experiencia como para ser mejor que la mayoría de las jovencitas.
Por ello, antes de gozar un rato con ella, le pidió un consejo sobre la situación.
-Sin duda Amo que me está pidiendo opinar en una situación difícil- admitió Natsuhi, sus hermosos ojos verde esmeralda miraban a Chusai con mucha simpatía- Ni yo ni mis otras hermanas lo conocimos hasta que nos volvió parte de su Harén, y aún si lo hubiéramos hecho, nuestra naturaleza nos impide recordar cómo era usted antes de comenzar a crear sus Genios y sus siervas, por lo cual no estoy calificada para darle una opinión
-Eso pensé- asintió el joven, sabiendo que no había nadie que no fuera parcial en su dilema.
-No sé realmente si Samui influye en usted de alguna manera negativa, para hacer su voluntad- agregó la pelipurpura- pero lo que realmente se, es que nos tocó un Amo maravilloso. Samui me contó que estuvo reacio a tomarme, ya que tenía familia, por eso me preguntó, deseando que tenga un momento de lucidez, si prefería esa vida a lo que me aguardaba. La cobarde fui yo, no acepté mi muerte, tenía miedo de ser olvidada, ahora tengo un Amo que me trata como una persona, no como un objeto y que fue tan lejos como para desear que se descubra que ese meteorito es radioactivo y se actúe en consecuencia.
Una persona mala sin duda no actuaría así.
-Eso es lo que me enoja más- sonrió amargamente el joven- yo no me veo haciendo esto, Pero…..
-Lo que puede hacer, si gusta, es pedirle opinión a gente que lo conoce bien- ofreció Natsuhi- puede hablar con alguien de su familia o amigos y ver qué tanto ha cambiado y si es para mal. Si es así, actúe según su corazón, eso es lo único que pido.
-No te liberaría- sonrió Chusai- tu muerte sería en cosa de un año, si tienes suerte, no te preocupes por eso.
-Más a mi favor- sonrió la Concubina, ya no con deseo, sino con amor hacia Chusai- pero eso puede esperar a mañana, déjeme hacerle olvidar sus precauciones por hoy.
Chusai sabía que no podía resistir los encantos del nocaut de mujer que tenía ante él cuando ella lo besó. Una vez más, su cuerpo respondió a este beso, recordándole a Chusai la dicha que sentía al poseer a su Harén.
En estos momentos, ambos estaban desnudos dentro de la piscina, aprovechando las instalaciones de la mansión que Chusai poseía.
Natsuhi estaba emocionada cuando las manos del joven fueron a sus caderas, besándola de vuelta. La luna los iluminó, la piscina ondulando silenciosamente mientras continuaban besándose. El cuerpo húmedo de Chusai comenzó a calentarse mientras las manos de la pelipurpura recorrían su espalda. La mujer se alzó con la victoria por el dominio del otro en el beso, mientras sus manos se familiarizaban con el cuerpo de Chusai mientras sentía a través de su desnudez como su polla estaba presionando contra su muslo.
Al serpararse de beso cuando su amo empezaba a dejar de respirar, ella lo tomo de la mano y lo llevo a la orilla de la piscina para poder estar más cómodos.
Para Chusai ver salir del agua a la mujer madura, era un sueño hecho realidad, uno muy recurrente, poniendo ojos atención a su hermoso trasero antes de que se ella volviera y se sentará en el borde de la piscina, con las piernas abiertas.
-Amo, ¿Podemos comenzar?- preguntó la mujer sonando de alguna manera inocente y muy guarra al mismo tiempo.
Ver a la mujer húmeda y voluptuosa ofrecerle sus mieles mientras la iluminaba la suave luz de la luna encantó a Chusai que se acercó a ella, sus manos alcanzaron sus suaves y anchos muslos antes de inclinarse hacia adelante, su boca se abrió para dejar que su lengua saliera a jugar.
-Oh…- gimió Natsuhi, su cabeza inclinada hacia atrás cuando la lengua de Chusai tocó su punto más dulce que estaba muy mojado. Su mano fue al cabello húmedo de su Amo, mientras le lamía el coño. Chusai se maravilló del dulce sabor de la mujer, tan diferente al de sus otras siervas y genios, algo que le decía era producto del encantamiento, y aunque era el Amo, su lengua estaba lamiendo tiernamente sus suaves pliegues rosados.
-Ohhh… Así- jadeó cuando la lengua de Chusai jugueteó con su clítoris, sus piernas se abrieron más- Oooooh…Amo, se lo suplico, no pare- suplicó la Concubina madura.
Enterrando su rostro en la conchita de la pelipurpura, el joven extendió sus manos y amazo las tetas de Natsuhi. Los gemidos de ella crecieron en intensidad mientras Chusai continuaba lamiendo su clítoris, mientras su mano derecha bajaba lentamente por su suave y tonificado vientre antes de empezar a acariciarlo.
-Sabes bien- expresó antes de seguir en su tarea, obteniendo como respuesta, que ella usará sus sensuales muslos para rodear su cabeza y evitar que dejaré de comerse su coño.
-Ahhh…-gimió la mujer, sus manos fueron a sus pechos y los apretó tiernamente. Se recostó en el frío suelo de piedra, con sus pies colgando en el aire luego de soltar a su Amo, la mujer ahora acariciaba sus pechos mientras Chusai continuaba comiéndola.
-¡Mierda! ¡Usted es tan bueno en esto!- declaró en éxtasis la mujer, cerrando los ojos mientras la tensión en su cuerpo crecía y crecía, como un globo a punto de estallar- ¡Ah! ¡Ohhh! ¡Oooooh!.
-¡Mmmmh!- gimió el dueño de la mansión, sus propios gemidos, y el sonido de sus lamidas al coño de su amante se unieron a los gemidos de ella para crear una sinfonía erótica. Cuando comenzó a acercarse cada vez más a su punto de liberación, las piernas de Natsuhi nuevamente se cerraron alrededor de la cabeza de Chusai, atrapando otra vez su rostro en su coño y su cabeza entre sus suaves muslos. Los dedos que Chusai metió en ella, rápidamente entraron y salieron más rápido, con sus mieles cubrieron su mano mientras su coño se humedecía cada vez más.
Las manos de Natsuhi estaban revolviendo la cabellera de su Amo, arrastrando sus uñas por su cuero cabelludo, Natsuhi de repente vio que las estrellas sobre ella comenzaban a girar cuando los labios de Ichigo tocaron su clítoris nuevamente.
-¡Oh , Dulce Creador! -gritó, arqueando la espalda mientras su mente daba paso a la dicha.
-¡Amo! ¡Me estoy corriendo!- Cerrando los ojos con fuerza, echó la cabeza hacia atrás y soltó un gemido lascivo, su rostro se retorció con absoluto éxtasis mientras su coño se soltaba, dejando que su Amo probara sus jugos plateados de amor.
Chusai disfrutó de la vista de la mujer madura corriéndose, disfrutando de sus jugos mientras masajeaba sus suaves muslos. La ex investigadora finalmente soltó la cabeza de Chusai, dejándolo lavarse la cara en la piscina.
-Ahhh …- suspiró mientras se sentaba la mujer, su cuerpo irradiaba la luz de la luna - Amo, eso fue asombroso, no deja de sorprenderme- alabo sinceramente- Pero creo que es hora de que le devuelva el favor- Se deslizó de nuevo a la piscina y dio unas palmaditas en el borde en el que estaba sentada.
-Siéntese ahí por favor - pidió a Chusai que estaba preguntándose qué tenía en mente ella. El amo de la mansión salió de la piscina y se sentó en el borde.
Su sierva tomó sus enormes pechos y le dedicó una sonrisa sexy- se que esto es de sus placeres favoritos- sonrió con orgullo al ver cómo su Amo sonreía de acuerdo- déjeme ahora hacerlo sentir agradable.
El ingeniero alcanzó el nirvana cuando ella deslizó sus tetas alrededor de su polla, dándole la dicha de obtener un paizuri del tercer par de pechos más grandes de su Harén más exclusivo.
-¡Oh, Natsuhi!- gimió mientras la mujer arrastraba sus tetas hacia arriba y hacia abajo, asfixiando su polla.
-Buen chico…- sonrió la mujer, arrastrando sus tetas hacia arriba y hacia abajo más rápido. Un par de minutos después, vio líquido pre-semen goteando de la punta de la polla de su Amo y supo que estaba cerca de alcanzar el oro blanco.
-Ahora amo, se lo suplico- dijo arrastrando las palabras por la excitación, la mujer , apretando sus tetas aún más fuerte, provocando otro gemido ronco del joven- corrase en mis tetas.
Agarrándose al borde de la piscina, Chusai pudo sentir sus bolas tensarse, sus pechos se sentían celestiales para él.
-¡Natsuhi!- gruñó, cerrando los ojos con fuerza mientras su polla estallaba- ¡Me corro!
-Mmmm- suspiró la belleza sobrenatural cuando su Amo se corrió sobre sus enormes tetas, cubriéndolas con semen blanco. -Tan caliente y espeso ..." ronroneó. Una vez que Chusai terminó de disparar su carga blanca, ésta se convirtió en un collar de perlas alrededor del cuello de su sierva.
-¿Puedes hacer magia?- preguntó sorprendido Chusai.
-Si y no- explicó Natsuhi- puedo transmutar su corrida, la mía y la de mis hermanas de Harén en perlas y ámbar, como este collar, más allá de eso, que sepa, no puedo manipular nada más- sonrió con orgullo y apareció sobre su pecho, varios collares de perlas- todas estas son de las veces que se ha corrido en mis pechos Amo. Las muestro con orgullo a mis hermanas de Harén.
"Parece disfrutar de esto" pensó el joven "Todas lo hacen, y por eso no sé que hacer con Samui" Chusai no pudo evitar pensar eso mientras Natsuhi desaparecía todos los collares menos el último. Así que, se deslizó de nuevo al agua y se acercó a ella. Cuando la ahora pelirroja se dio la vuelta, la rodeó con sus brazos y compartieron otro tierno beso. Metiendo la mano debajo del agua, Natsuhi acarició su polla aún dura y sonrió, así que tomando a su Amo de la mano, ella lo llevó hacia la escalera y salieron de ella y lo llevo al jacuzzi dentro de la misma piscina, que estaba un poco más arriba de donde se encontraban ubicados. Al llegar a su objetivo, ella se sentó en el jacuzzi, haciendo señas a Chusai para que se uniera a ella. Ahuecó una de sus tetas y pasó la otra mano por su suave estómago, abriendo las piernas de manera tentadora.
-No estoy satisfecho todavía Amo y usted tampoco lo está.
Al entrar en el jacuzzi, Chusai se acostó a su lado, sus cuerpos apenas sumergidos en el agua. Se acercó a su sierva y levantó su pierna, su polla apuntando directamente a su coño. Ella se inclinó y abrió sus labios íntimos, ofreciendo su coño húmedo al joven.
La tranquila noche fue interrumpida por dos gritos de éxtasis. Natsuhi dejó escapar un gemido profundo cuando su Amo se deslizó dentro de su coño.
El sonido silencioso de la noche tranquila fue interrumpido por el sonido de furiosos chapoteos y gemidos. Él presionó su pecho contra la espalda mojada de la pelirroja, el agua chapoteando alrededor de ellos mientras la follaba con fuerza.
-¡Oh, Natsuhi!- gimió Chusai en su oído. Siempre había fantaseado con follarse a una milf y ahora aquí estaba, cumpliendo nuevamente esa fantasía, Puede que antes no le hubiera importado que jamás lo llegará a hacer, pero ahora realmente eso no importaba, varias de sus fantasías ya eran realidades, Natsuhi era uno de los ejemplos de ello. Todo gracias a su conocimiento adquirido de forma fortuita.
-¡Oh, Así Amo! ¡Joder!- jadeó la sierva, su mitad inferior derritiéndose por la polla de Chusai martillando en su punto G. Su Amo soltó su pierna y se acercó para tomar sus pechos, amasandolos suavemente mientras se la follaba.
-¡Eres tan bueno en esto!- la pelipurpura giró la cabeza y enfrentó sus labios contra los de él, compartiendo un beso profundo con su amante de medianoche- Así, amo, por favor ¡No pare!
-Con mucho gusto- asintió de acuerdo el joven tras darle otro beso. Su mano apretó su pecho con más fuerza mientras la follaba. El agua alrededor de ellos salpicó más, mientras bombeaba en su coño. Era como si el jacuzzi se hubiera convertido en una olla de agua hirviendo.
Ya cansada de recibir salpicaduras en la cara, Natsuhi se sentó, poniendo fin a su desenfrenada follada. Poniéndose de rodillas, se apoyó contra el borde de la pequeña poza y se volvió hacia su Amo, quien entendió sus intenciones. Sentándose, se arrastró hacia la belleza desnuda antes de abrazarla, compartiendo un jadeó los dos mientras se deslizaba de nuevo dentro de ella. Su cuerpo temblaba con cada fuerte empujón que Chusai hacía, sus tetas rebotaban cada vez que su feminidad estaba llena. Gemidos y jadeos salieron de su boca, sus labios formando una amplia sonrisa.
-¡Oh mierda!- gimió lascivamente, estirando la mano hacia atrás para rodearle el cuello con los brazos. Chusai nuevamente extendió las manos y ahuecó sus tetas, hundiendo las manos en sus suaves montículos. Sus gemidos se volvieron más lascivos mientras su mitad inferior prácticamente se derretía, debido a la destreza de su Amo golpeando todos sus puntos dulces.
-¡Oh! ¡Oh Kami!- jadeó, arqueando la espalda mientras el rubio golpeaba su coño. ¡Voy a correrme!.
Presionando su rostro contra su cabello mojado, el dueño de la casa, agarró algo de fuerza para anunciar que también iba a hacerlo.
-¡Adentro!- gritó Natsuhi, sus manos uniéndose a Chusai para acariciar sus tetas. -¡Por favor, corrase dentro de mi!
La mano izquierda de Chusai se deslizó por su vientre húmedo y comenzó a frotar su clítoris, enviándola al límite. Su agujero apretó con fuerza el miembro de Chusai, lo que finalmente le obligó a soltar su carga.
-¡Ahhhhh!- gritaron al unísono. Los jugos de Natsuhi gotearon en la poza, su sonrisa se ensanchó al sentir a su Amo llenándola de semen.
-Mmmmh …- ronroneó la sierva, sus brazos y piernas se sentían como gelatina. - Eres tan bueno…- logró decir antes de desmayarse y regresar a la estatuilla que descansaba, debido a su momento de pasión, al fondo de la piscina.
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Dos días después, lobby de la mansión.
-Siempre supe que era de gusto refinado, pero esto…- decía admirando la decoración un joven de cabello rubio cenizo, ojos azules y que vestía una camisa polo blanca y un pantalón de mezclilla- Bien que dicen que el dinero hace que todos hagan algo exagerado.
-Pues si lo dices por todas las nenas que trabajan con él, no le veo nada malo- comentó otro joven, este era un muchacho de cabello castaño claro, ojos verdes y que usaba un jersey del equipo local "Blue Cross" y un pantalón deportivo y zapatillas para correr.
-Estoy de acuerdo con Jeikobu- asintió de acuerdo un tercer visitante, este era de cabello y ojos color ónix, vestía una camisa blanca, zapatos casuales negros y un pantalón tipo jersey.
-Bueno, en vez de criticar, deberían estar felices porque prácticamente nuestro amigo se sacó la lotería- les reviró un cuarto visitante, este era un muchacho de cabello castaño y ojos verdes, de piel ligeramente tostada que vestía un pantalón de mezclilla azul, camisa negra y chaqueta roja con blanco y tenis tipo Converse.
-Tu lo que quieres es que te dé trabajo Shiro- lo miró acusadoramente Jeikobu.
-Hay que aprovechar el bug- dijo sonriendo mientras hacía el gesto de rendición el muchacho.
Los cuatro visitantes eran escoltados por Shizuka y tres de sus compañeras guardaespaldas, que estaban siendo incómodas por el muchacho del jersey deportivo y el de la camisa azul.
Para su fortuna, llegaron a la mansión, dónde Tsunami y cuatro de las maid de la casa los recibían, obviamente, usando ropa apta para la ocasión, al igual que las vigilantes y no su ropa de Harén.
-Saludos y bienvenidos sean- les saludo la genio haciendo una reverencia que apenó a los cuatro visitantes- el señor Chusai está en estos momentos atendiendo un asunto relacionado a la mina, pero en breve bajará a verlos.
-Gracias por avisar…- intento saber el nombre de su temporal anfitriona el joven de camisa blanca.
-Perdón, dónde están mis modales- sonrió de forma apenada la Genio que estaba nerviosa al ser estos cuatro, los primeros visitantes a la mansión- Mi nombre es Tsunami.
-Jeikobu- dijo el muchacho del polo.
-Nageru- se presentó el del Jersey.
-Shiro- sonrió el de la chaqueta y añadió viendo a una maid rubia- ¿A qué horas acaba tu turno, cariño?
-Vivo aquí- dijo ofendida la sierva.
-Y yo soy Ryoku- se presentó el último de ellos.
-El señor Chusai bajará en diez minutos- anunció Tsunami- mientras, Ami, Ibara, Amaru y Yukata les traerán algo de beber.
-Agua mineral- dijeron Ryoku y Jeikobu.
-Soda- pidió Nageru.
-Te helado - pidió Shiro.
Tsunami y las maid fueron a hacer lo que les encargaron, dejando a los cuatro amigos en el salón, viendo la decoración.
A Shiro le llamó la atención que en el piso, había aparentemente enterrados en él, bajo un vidrio blindado, cinco anillos de oro, un anillo con un diamante, otro con ámbar, acerina, una perla y una esmeralda respectivamente. Vaya que eso era extraño.
Las maid trajeron sus bebidas y se dieron a la fuga y exactamente cuatro minutos después, haciendo alarde de su Legendaria puntualidad, bajo su amigo que vestía una fina camisa de seda y unos pantalones y zapatos que en su conjunto valían la que la renta de todos ellos juntos de seis meses al menos.
-El rico humillando al pobre- comentó Shiro.
-Hola muchachos, cuánto tiempo sin verlos- saludo el ingeniero muy contento de ver a sus amigos. Si había cambiado demasiado, ellos eran los más imparciales para notarlo y decirle. Si no, puede que no se den cuenta, de ahí que los halla mandado llamar- supongo que quieren saber porque los he mandado traer llamar.
-Si, eso pasó por la cabeza de los cuatro- respondió Ryoku como pseudo portavoz del grupo.
-¿Nos vas a invitar a vivir aquí?- Preguntó Nageru.
-¿Nos vas a aumentar el sueldo?- Preguntaron Shiro y Jeikobu.
-No trabajamos para él- les regaño Ryoku y añadió cayendo en cuenta- ¿A ustedes les pagan?
Ignorando todo eso, Chusai continúo.
-Como saben, con un pequeño premio que gane en la lotería, seguí el único consejo que me dejó mi padre….
-¿El de que eras feo como una blasfemia y tonto como una roca?- Preguntó Jeikobu.
-No, ese no- le fulminó Chusai con la mirada.
"Malditos traumas de la niñez" pensó el ingeniero.
-Que el único negocio seguro son los bienes raices- les recordó otra cosa que les había contado- compré un terreno con esperanzas de que valiera algo a futuro y este es el resultado- señaló todo lo que tenía, abarcando todo con ambos brazos.
-Bonita historia- asintió Shiro- pero ¿Eso como afecta a Ultralord?
Se arrepintió en el acto, porque Shizuka salió de la nada y estaba amagando al simpático muchacho con una katana.
-No voy a permitir que hables así del señor Chusai- le presionó el arma en el cuello.
-Ya les había dicho que él es así- negó exasperado Chusai- Shizuka, suéltalo.
-Pero amo…
-Suéltalo.
-Pero…
-No hay incentivo- amenazó Chusai.
La guardaespaldas puso cara de cachorro regañado y dejó en paz a Shiro que para crédito suyo, todavía tenía los pantalones secos.
-No puedo creer que no haya pedido piedad- le susurró Tsunami a su Amo, ya que ella y Shizuka solo eran invisibles a ojos de ellos.
-Le pasa seguido- le respondió en un susurró Chusai.
-¿En serio?- dijo sin creerlo la guardia.
-Ni él sabe cómo es que sigue vivo- se encoge de hombros Chusai.
Al ver que nadie se sorprendió de ese detalle, si no de que Shizuka salió de la nada, ambas tuvieron que aceptar que era verdad.
-Ahora que tengo su atención- capitaliza el shock de todos al ver aparecer de la nada a la guardaespaldas- quiero revelarles el motivo de su visita, pero quiero advertirles que todo lo que voy a contarles es confidencial.
En eso, Ibara se acercó, traía un carrito de servicio que traía cuatro objetos de cobre, utensilios de cocina, al igual que unas tres estatuillas de latón.
Chusai se quitó un anillo de su mano derecha (que ninguno de ellos notó que traía) y mencionó tras suspirar exasperado.
-Lo que voy a contarles puede sonar loco, pero por eso he traído las pruebas para que vean que es verdad…
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Dos horas después.
-Dejame ver si entendí- comenzó a recapitular Jeikobu- encontraste un libro mágico en un mercado de pulgas, lo compraste, lo leíste y seguiste las instrucciones para crear un Harén de genios mágicas de muy buen ver.
-Si, se que suena loco si lo dices así- admitió Chusai.
-Al menos lo admites- asintió Ryoku de acuerdo- me esperaría esa clase de bromas de Shiro que de tí.
-Si, deberías ver un especialista, médico o Psiquiátrico- estuvo de acuerdo Nageru.
-Te puedo recomendar alguno- asintió de acuerdo Shiro.
-Bueno, sabía que no me creerían- suspiro Chusai que se acercó a la mesa donde estaban las cosas y tomó un cucharón de bronce, finalmente grabado- pero veamos si creen que sigo mintiendo.
El joven frotó delicadamente el objeto y para asombro de todos sus amigos, de la punta del cucharón comenzó a salir humo rojo y momentos después, apareció una hermosa mujer pelirroja que vestía unas zapatillas rojas y un mandil únicamente.
Era una mujer de hermoso cabello rojo en una cola de caballo alta, de ojos color ónix de una silueta muy hermosa.
-¿en qué puedo servirle amo?- Preguntó la joven.
-Solo necesitaba que hagas acto de presencia Ringo- sonrió Chusai al ver la cara de sorpresa de los ahí presentes.- pero creo que Tsunami podría tener algo para que te ocupes de ello.
Para asombro de los presentes, de la nada, tal y como lo hizo Shizuka, apareció la ama de llaves de la mansión, vistiendo ahora su conjunto de Harén, y le dió unas cuantas instrucciones a Ringo, antes de ponerse junto a su amo.
Chusai a continuación, frotó el anillo del que salió Shiho, usando su ropa de Harén, dejando más impactado a los ahí presentes.
-Podría sacar a más de ellas, pero supongo que ahora me creen.- sonrió triunfal Chusai- ¿O me equivoco?.
-Yo, creo…. Que ese humo tenía Cannabis- intento encontrar una explicación lógica Shiro que era el hombre de ciencia del grupo al ser médico, bueno, había dos, ya que Jeikobu era químico especialista en metalúrgica- o algún otro estupefaciente.
-Bueno, entonces explícame algo- decía bastante inquieto Jeikobu- ¿Porque vimos los tres exactamente lo mismo?
-Deseo que el Blue Cross vuelva a ser campeón esta temporada- intentó una jugada Nageru.
Shiho, Tsunami y Shizuka parpadearon un poco por esa petición, lo que extraño a Chusai.
-¿Qué pasa?- Preguntó curioso.
-Ni aunque seamos veinte, podríamos cumplir ese deseo- admitió Shiho- solos Genios, concedemos deseos, no hacemos milagros.
-Cierto- asintieron Shizuka y Tsunami.
-No le veo la gracia- se cruzó de brazos Nageru ante la burla de sus amigos.
-Además, para eso, deberías tener un genio más poderoso- le reveló Chusai- los anillos tienen un poder bastante limitado.
-Así conseguiste la mina- entendió Ryoku.
Su amigo asiente y les explica la jerarquía de genios, pero aún así, Shiro y sobretodo Ryoku, están enojados al entender que Básicamente, todas esas mujeres estaban ahí porque su amigo las había "atrapado".
-¡Así te quería agarrar puerco!- intento aligerar un poco el ambiente Nageru al notar el enojo de Shiro y Ryoku y el temor de Jeikobu a Chusai- nos quitaste a si a nuestras novias, por eso no las recordarnos.
-Los cuatro no hemos tenido novia- aseguró Shiro.
-¿Cómo lo sabes?- Preguntó de vuelta Nageru- hasta donde nos dijo, nadie recuerda que ellas existían.
-Porque dos de ustedes están feos, el otro es tímido y yo soy geek como él- señala Shiro a Chusai.
-¡Oye!- se quejaron los tres.
-Yo no dije cuál era cada uno de ellos- expresó divertido Shiro- pero tienes un punto válido en eso. ¿Cómo sabemos que ninguna conocida nuestra ahora está a tu mando?.
-A mi me molesta eso también- le dió a saber Ryoku a Chusai- y están mal, yo si tengo novia, pero entiendo el punto que Nageru está expresando.
-¿En serio?- preguntó Shiro- vaya, debemos reunirnos más seguido.
-Si, no me imagino mi vida sin ella- retoma el hilo Ryoku- por eso es que me enoja que hagas eso. No te creía esa clase de persona.
-Entiendo- asiente Chusai- de entrada, sepan que la mayoría de las genios fueron una adquisición fortuita- les explico Chusai- a excepción de Shizuka y Samui, todas fueron producto del azar y hasta donde sé, ninguna de ellas tenía novio o familia preocupada por ellos. Las personas que trabajan en esta mansión y en otros lugares, para mí, fueron elegidas de forma concienzuda para evitar esos detalles, no soy un hijo de puta cruel que separaría a familias así.
-Recuerdo que existe un dicho "El poder corrompe"- intervino nuevamente Jeikobu- lo que me recuerda, no creo que solo los llamaste para compartir esta historia.
-Tenía un par de dudas sobre ciertos eventos que no vienen al caso- explicó el ingeniero en informática, robótica y demás de forma vaga- y han aclarado mis dudas al respecto.
-Bueno, pues de nada por eso- dijo algo preocupado Nageru- entonces…¿ya podemos irnos?.
Sinceramente, dado lo que ahora sabían, él prefería estar lejos de Chusai en este momento.
-Claro que no- negó Chusai- no sin antes aclares algo- de la nada salieron varias guardias y amagaron a los cuatro- son mis amigos, las personas en las que confío mi vida, aun así, no me voy a arriesgar a qué suelten la boca con esto.
Los cuatro tratan saliva duro, definitivamente Chusai había cambiado demasiado.
-Shiho, deseo que ellos cuatro sean incapaces de revelar la información que he revelado y que tampoco puedan poner a alguien sobre aviso para que lo descubra por su cuenta- deseo Chusai para alivio de los cuatro. Al menos no iba matarlos.
-Como deseé Amo- asintió ella antes de disparar una cortina de humo de sus labios que envolvió a los amigos.
-¿Y Ahora qué?- Preguntó Shiro .
-Renuncian a sus trabajos- les explico Chusai- podría usar los talentos de un médico, un ingeniero en metalúrgica, un actuario y un ingeniero civil.
-¿Nos estás sobornando?- Preguntó Ryoku.
-Veanlo más cómo una compensación por el mal rato que les hice pasar y por jugar con ustedes con un deseo- le dió la vuelta Chusai.
-¿El doble de lo que gano?- quiso sacar raja de ahí el médico.
Chusai solo se encogió de hombros, podría permitir eso.
-Claro.
Entonces llegó el aluvión de peticiones de sus amigos y Chusai cedió a todas, además les ofreció convertí a una mujer de su elección en una sierva, algo que ellos cuatro "meditaron" y dejaron de lado… de momento.
Cómo supuso, la tentación era grande, ahora faltaba ver, que tanto se podrían resistir sus amigos a ella.
Y corte.
Me tarde bastante, afortunadamente ya estamos en medio del fic.
Y recuerden, si esto realmente fuera un manga, será uno H, es la clase de forma en la que normalmente se resuelven las cosas ahí.
Nos vemos pronto.
Ya saben, dejenme su review, así no solo me animan a escribir, habrá retroalimentación entre nosotros.
