Capítulo 7

Los estragos de una tormenta

Esa tarde, Yuichiro simplemente evitó encontrarse con sus amigos; los ánimos no le permitieron mantener su sonrisa por más tiempo. Y es que, independientemente de la decisión que Yuma iba a tomar, la relación que tenía con sus hermanos y con su familia en general lo hacían sentir bastante deprimido últimamente, queriendo ahorrar explicaciones sobre lo que pensaba o sentía. No les molestará, suponía Yuichiro, refiriéndose a sus amigos; después de todo, siempre había sido así.

A fin de no ver a Yoichi o a Mitsuba, Yu procuró retirarse lo más pronto posible; quería llegar a casa, encerrarse en su habitación y dormir unas horas para no vivir demasiado.

Caminando por la explanada escolar, divisó fuera de la dirección a Yuichi; sintió un poco de curiosidad sobre el motivo por el cual se mantenía esperando ahí, sabiendo que Yuichi también era de las primeras personas en abandonar el colegio puntualmente. Sin embargo, su mejor decisión fue la de no acercarse, alejar la mirada y seguir su camino, pues el silencio entre ambos no se modificaba; hacer un movimiento erróneo podría enfurecerlo más y ese día especialmente no soportaría una discusión.

Fuera del plantel pudo encontrarse con mayor cercanía al profesor Ichinose, quien se mantenía fumando pese a que estaba a escasos metros del colegio; ya era común escuchar quejas con respecto a Guren sobre su comportamiento y lo poco profesional que era, pero a ese tipo de comentarios nunca le prestaba atención y mucho menos tenía la intención de acatarlos. Aun así, cuando pudo darse cuenta de que Yu caminaba hacia él, tiró el cigarrillo y lo pisó, no evitando, por el contrario, que el olor llegara al estudiante.

一Profesor Guren, ¿puedo fumar también? 一preguntó Yuichiro con una mirada desafiante.

一No, los mocosos tienen prohibido fumar.

Sarcásticamente, Yuichiro exclamó un "ja" sonoro por su respuesta.

一Profesor, usted sí que es hipócrita.

一Que el horario de clases se haya terminado no te da motivos para faltarme al respeto; soy tu superior, niño.

一Sí, claro, un superior hipócrita 一susurró pasando por su lado.

一Como que estás de mal humor, ¿no crees?

一Qué va; es así todos los días.

Debido a que Yuichiro conocía a Guren desde que era pequeño, tenía una relación cercana a él, pese a que se trataba de su profesor, aunque no era de esperarse que recibiera ese trato, considerando su desempeño laboral en el colegio. Fuera del papel de maestro-alumno, Yuichiro solía llamarlo por su nombre; lo tuteaba con normalidad y el trato mutuo consistía en un humor un poco negro a veces, pero así era su relación. En circunstancias más serias, Guren tomó un papel un poco más de consejero para Yu, debido a que perdió cierto contacto con Shinya. De alguna manera, él se había convertido en un puente entre ambos, como un medio de comunicación, aunado al apoyo del profesor Eusford; por ello es que Shinya solía enterarse del estado de ánimo de Yuichiro, a través de Guren, y poco a poco, Ichinose se volvió un experto en analizar el comportamiento de Amane. Sabía que no todos los días la actitud de Yu era la misma, como intentó afirmar.

一Como sea 一habló Guren, deteniendo a Yu一. Espero que no hayas olvidado nuestra charla pendiente sobre tus calificaciones.

Inmediatamente, Yuichiro hizo una mueca de desagrado. No la había olvidado pero al no tener un mínimo interés en ello, tampoco la recordaba todo el tiempo.

一Las clases ya terminaron y me dejaron mucho trabajo por hacer.

一Prácticamente se ha terminado el semestre, Yuichiro 一asevera Guren, dejándolo sin pretextos一. Aunque tienes razón, es hora de ir a casa, por eso, ¿qué te parece si te invito a comer y después te devuelvo? Ya sabes, como una charla entre amigos.

一Me vas a sermonear.

Dando a entender que no iba a ser así, Guren lo tomó del hombro, dando algunas palmaditas; las últimas un poco más fuerte, a manera de molestar al muchacho.

一Es el trabajo de Shinya el sermonear a sus hijos. Yo solo soy un metiche que quiere saber cómo estás.

Dejando de lado el gesto burlesco, tomó mucha más importancia la mención que hizo sobre Shinya.

一¿Qué quieres decir con eso? Con lo que dijiste de papá.

一Vamos a comer y entonces te explicaré. Estoy cansado de esperarlo.

一¿A quién? 一inquirió Yu mientras seguía a su profesor.

一Pues a Shinya. Se ha demorado mucho en esa junta y quiero ir a comer ya.

一Entonces, inicialmente ibas a comer con papá, ¿eh?

Su cuestionamiento no tuvo respuesta, sin embargo, Yuichiro sabía que tenía razón. Durante ese corto camino, tuvo una sonrisa delatadora de su felicidad, porque estaba contento de que la amistad entre Guren y Shinya siguiese existiendo, aun cuando sabía que en esa relación había otras intenciones, más que la de ser amigos solamente.

Así como lo juró, Yuichi se quedó en el colegio solo para esperar a Mikaela, quien se mantenía secretamente hablando con algunos profesores en la oficina del director. Poco a poco se iba notando la ausencia de estudiantes en la institución; estaba seguro de que Yuma probablemente a esas horas debía estar en casa, descansando, así también imaginó que Yuichiro se había ido, quizá en grupo con sus amigos. No le tomaba importancia; en su lugar, se mantuvo forjando teorías en torno a esa conversación que poco a poco se iba prolongando.

Por el contrario, Mikaela había develado sentimientos sumamente profundos, producto de todas sus experiencias de vida en tan cortos 16 años. Fue admirable que tuviese el valor de confesar las agresiones y maltratos que recibió de su padre, y que una vez su madre murió, estos se intensificaron, llegando al punto de golpearlo.

Asumiendo la responsabilidad que tenían como institución educativa, el director se comprometió a realizar una denuncia en contra del señor Shindo, y pensando en una mejor opción para el cuidado de Mika, se recurrió a la familia Tepes, los mismos que viajaron desde la capital hasta el pueblo para el funeral de la señora Shindo. Por supuesto, el viaje tomaría algo de tiempo y se estimaba que la familia llegaría al día siguiente, por lo que, entre tanto, se optó por mantener a salvo a Mikaela en el hogar de quien es su tutor escolar, el profesor Shinya Hiragi. Todos estos temas fueron discutidos, así que era de esperarse que hubiese una prolongación de esta junta, empero, fue algo que no comprendía Yuichi al estar de pie durante media hora, esperando sin tener noción siquiera de lo que estaba sucediendo, todavía más concentrado en pensar, ¿por qué Mikaela lo trató mal? Diciéndose a sí mismo cosas como debería estar feliz de que quiera acompañarlo a su casa; se supone que somos amigos; no debió tratarme de esa manera si no hice nada malo.

Al fin los participantes de esa reunión salieron de la oficina, principalmente Mikaela y Shinya, ya que el consejero escolar y el director tenían trabajo por hacer aún.

一Mika 一llamó suavemente Shinya a su protegido一. Adelántate al estacionamiento, por mientras iré a recoger mis cosas para irnos.

El joven asintió con la permanencia de sus nervios en todo su cuerpo, sintiendo que era difícil incluso el respirar; pensó por un momento que debía tratarse del cubrebocas y quiso retirarlo por un segundo, sin embargo, el golpe todavía era visible. Optó por acatar con apuro la orden de su profesor para no tardar en deshacerse de esa cosa.

Por otra parte, habiéndolos escuchado, Yuichi encaró con disgusto a Shinya, sintiendo que estaba arruinando sus planes con Mika.

一¿A dónde va con él? 一inquirió Yuichi como si fuera un reclamo.

El profesor Hiragi lo miró por un instante con cierto temor, ya que sabía que Yuichi llevaba cierto rencor hacia su persona y no se sentía preparado para enfrentar una muestra de odio o rechazo de su parte.

一Por ciertas razones, Mikaela se va alojar en mi casa durante un corto tiempo.

一¿Qué razones?

Debido a cuestiones de privacidad, le fue imposible a Shinya explicar a profundidad sus respectivos motivos, después de todo, era muy pronto hablar sobre la situación de Mikaela públicamente; solo se necesitaba del apoyo del personal docente y del director, fuera de eso, nadie más requería saber de ello.

一Se trata de algo personal, Yuichi. 一Atinó a contestar一. Después hablamos.

Intentó acercar su mano para acariciar sus cabellos como cuando era niño, sin embargo, contrario a la reacción de Yuichiro, Yuichi se alejó prontamente, saliendo de la institución bastante fúrico con Shinya y Mikaela. Es decir, sus sentimientos se basaban en el pensamiento de que, todo el mundo podía saber sobre la vida íntima de Mika, hasta Yu lo conocía, se dijo a sí mismo. Todos eran bienvenidos menos él, ¿por qué? Ese sentir parecía cavar más y más en su interior, queriendo tocar fondo sin poder encontrar uno.

Comparado con el lugar de comida rápida al que fue con Yoichi, el pequeño restaurante al que fue invitado por su profesor parecía tomarse los pedidos con mayor seriedad, hasta la vajilla era parecida a la que era propiedad de Tenri y los Hiragi.

Entusiasmado porque la comida saldría gratis y por tener el permiso de pedir lo que fuera 一excepto alcohol, por supuesto一, estuvo devorándose grandes trozos de carne, huevo y una ensalada que pidió Guren en su nombre. El haber comido más que un simple paquete de galletas en el colegio, le levantó los ánimos.

一Es como si en casa no te dieran de comer 一dijo Guren mientras digería el espagueti que ordenó.

Limpiando su rostro, está vez apenado, admitió.

一En casa no me gusta comer solo. A veces me compro sopas instantáneas, y cuando cocinan, no siempre sirven carne.

Con esa respuesta, Guren se arrepintió un poco de haber hecho ese comentario, cubriéndose parte del rostro con su mano y apartando la mirada, pensando que este niño es demasiado puro para mí.

En vista de que Yuichiro estaba enfocado en sus alimentos, su profesor prefirió esperar a ver que su estómago quedara satisfecho para finalmente hablar sobre lo que le había estado preocupando no solo a él, sino a sus otros compañeros de trabajo, especialmente a Shinya, de acuerdo a las cuestiones que involucraban a sus hermanos y su reciente trato con ellos.

Habiendo terminado de comer, Yuichiro suspiró con satisfacción, tomándose del estómago como señal de disfrute de cada una de esas comidas, pues como dijo, hacía mucho que no tenía el privilegio de ingerir proteínas en carnes, que era lo que más le gustaba comer.

一Gracias, Guren. Normalmente no haces algo amable por mí sin razón.

Tomándoselo como una ofensa, el profesor chistó.

一Te traigo a comer y lo que haces es llamarme un interesado, qué grosero.

一Pero es la verdad, querías hablar conmigo.

一Sí 一confirmó Ichinose一. Aunque te dije que esta sería una charla de, uh, amigos; en realidad tiene que ver con tus calificaciones y tu desempeño últimamente. Todavía no se han dado a conocer, pero hablando con tus profesores, me han hecho saber que con mucho esfuerzo has logrado acreditar, con una nota mínima, por cierto.

A manera de distracción, Yuichiro se mantenía jugando con su tenedor; si bien estaba escuchando todo lo que Guren decía, mantenía la mirada baja, queriendo realmente no tomarle importancia al asunto.

一Pues es eso, Guren. Me fue mal.

一No eres el chico con las mejores calificaciones, pero en el semestre pasado no mostraste alguna dificultad como ahora, y para serte sincero, estoy seguro de que se debe a tu relación con Yuma y Yuichi.

一Ellos no son el problema 一aseveró Yu con una voz monótona.

一No dije eso tal cual. Pero desde un inicio, tú y tus hermanos no tenían el mejor de los tratos y aun así, nunca se sintió que hubiese problemas, ¿qué fue lo que pasó?

A pesar de este trato cálido en donde su profesor lo invitó a comer mientras pasó un breve momento contento, Yuichiro se mantenía reacio a hablar, pues había ciertas cosas que para los adultos, debían mantenerse en secreto.

Como bien dijo Guren, la relación de los trillizos siempre tuvo problemas, no eran los hermanos más unidos del mundo, sin embargo, tal acontecimiento del que sospechaba Ichinose, fue el de aquel día en que Yuichiro descubrió que golpeaban a Yuichi y decidió intervenir en tal confrontación. Fue a partir de ese punto en que Yuichiro perdió cada vez más y más el trato con su hermano, por no olvidar que había mucha tensión entre Yuma y Yuichi desde siempre, por ser "el favorito" de Tenri Hiragi y contar con muchos más privilegios.

Podría hablar sobre ello con su profesor, no obstante, se vio obligado a no mencionar aquella pelea que tuvo por una promesa que le hizo a Yuichi. "No dirás nada de esto, ¿de acuerdo? Serías un hijo de puta si además vas de chismoso con alguien".

Por otro lado, esta pelea ya había sido notificada al colegio el mismo día en que se suscitó, empero, el colegio no investigó de más y solo el portero fue testigo de quienes participaron, por lo que no fue un evento que se reconoció al momento.

Debido a esta indecisión en Yu, optó por hablar especialmente de las riñas que había entre Yuma y Yuichi, confesando los planes próximos de Yuma sobre su futuro en un seminario.

一Yuichi y Yuma no se hablan para nada; intento no ponerle atención pero, son mis hermanos y ellos me importan.

一Imagino que esto no es de interés de Tenri Hiragi, ¿verdad?

Ladeó negativamente. Por supuesto, el padre pudo estar predicando la palabra de Dios, dando sermones sobre lo que es el bien y el mal, lo correcto y lo inmoral, sin embargo, cuando se trataba de sus hijos, fingía que no existían y los alojaba en una casa aparte, con el supuesto cuidado del hijo mayor, Kureto Hiragi, cuando este hombre era aun más incapaz de darles atención por su trabajo de tiempo completo.

Indignado por la situación, Guren chasqueó los dientes, creyendo firmemente que esos niños deberían estar al cuidado de Shinya como en un principio.

一Escucha, Yu. Sabes que no me entrometo en tu vida normalmente, además no es como que yo tenga la solución a todos tus problemas.

一Suena lógico 一contestó Yu con sarcasmo.

一Aun así, como alguien que te conoce desde pequeño, sé que tus intenciones son las mejores, pero le das demasiada importancia, cuando tienes tus propios problemas, que son los que debes atender.

Sabiendo de alguna manera que tenía razón su profesor, Yu apartó la mirada, como no queriendo aceptarlo incluso así.

En la mentalidad de Yuichiro, los problemas de sus hermanos son sus problemas.

一No lo entiendes, Guren 一aseveró一. Tú no tienes hermanos, ellos son todo lo que tengo.

一Solo porque no tenga hermanos no significa que no pueda comprenderlo.

一Para mí no es así.

Intentando no explotar en medio de una necedad por parte de su estudiante, trató de tranquilizarse en su manera de respirar; liberó algo de tensión con la fuerza de sus puños apretados sobre la mesa, replanteando sus palabras.

一Está bien. Supongamos que no lo entiendo solo por esa razón. 一La mirada de Yu denotaba satisfacción一. Así que lo mejor es que hables sobre el tema con alguien que sí lo entienda, ¿no crees?

一Si, supongo.

一No vas a dejar de trabajar con el consejero escolar, es un tema independiente a esto 一ordenó tajante一. Sin embargo, a estas alturas es muy necesario que hables seriamente con Shinya.

Ni bien escuchó su nombre, la mirada en Yuichiro se iluminó por breves segundos, porque es muy cierto que él era su profesor también; le impartía clases en ciertas asignaturas. No obstante, desde que ingresó a la preparatoria, Shinya mantenía distancia con todos sus estudiantes, remarcando el límite entre el trabajo y la vida personal, especialmente con los trillizos, por ende, no tenía mayor conversación con él más que para pedir explicaciones respecto a los deberes escolares asignados.

Por otro lado, aquella vez que acarició sus cabellos al decirle que hablaría con él, ahora tenían más sentido para Yu. Realmente en algún momento próximo, quien sigue siendo considerado por él como su padre, se acercaría a Yuichiro para conversar sobre el tema de la relación que tiene con sus hermanos.

No estaba seguro de si quería llegar a ese punto, ya que no tenía idea de cómo enfrentarlo, sin embargo, igualmente consideraba esa plática como una oportunidad para poder tener nuevamente contacto con Shinya.

En el fondo quería pedirle ayuda; mucha ayuda.

一Si Shinya quisiera verte para hablar al respecto, ¿lo permitirías? 一preguntó Guren.

Y por supuesto, Yu accedió a ello.

Fue una reacción esperada de su parte y eso mantuvo contento a Guren, empero, sabía que ese problema no se iba a solucionar sólo realizando esa táctica; se tenía que hablar con los tres niños para poder tener cierto avance en su relación y por lo menos sabían que Yuichi sería un caso mucho más difícil en comparación con los otros dos Amane.

Pero no había duda en una sola cosa; Shinya tenía que recuperar la custodia de los trillizos.