Saludos queridos lectores.

Había tenido una muy buena racha actualizando cada semana pero la carga de trabajo volvió y no pude actualizar hasta ahora. Espero que el próximo capítulo no demore tanto. Sin más, los dejo con el capítulo.


You've got the Queen of Hearts and you know
It's a losing game on its own
I got the Queen of Hearts and I know
You'll never belong to me alone

Karin esperaba a Sasuke desde que volvió del ginecólogo pero por algún motivo no volvió a la casa en todo el día, así que apostó a que él entraría a su habitación por la noche y aunque la insistencia de Maadara por llevarla a comer fuera no se pudo evitar, ella supo que esa noche no se libraría de hablar con su amado.

Pensar en aquella plática la torturaba pues se había decidido a romperle el corazón una vez más, no sólo asegurándole que aquél niño en su vientre era de su tío, sino que debía cortar toda relación con él para que Sasuke no volviera a buscarla. Una vez alejándolo, ella podría llevar a cabo su suicidio apenas Maadara tuviera que ir a hacer alguna misión y así no habría nadie que pudiera salvarla.

Le dolía mucho tener que hacer las cosas así, una parte de ella quería despedirse con amor para que su último recuerdo fuera dulce y no amargo como la mayor parte de su vida, pero además de que se arriesgaba a que Sasuke la detuviera, quería que él la odiara para que su muerte no le doliera, por eso cuando el azabache apareció en su habitación y le dijo que debían hablar, ella, le aseguró que sería la última vez.

—¿Qué quieres decir? —preguntó Sasuke esperando que aquella advertencia sólo fuera por motivo del niño en su vientre.

—Imagino que ya has oído las noticias de mi embarazo y mi boda, razón por la que estás aquí, intuyo —respondía Karin— Pero déjame aclararte algo, este niño no es tuyo y llegó en el mejor momento.

—¿De qué estás hablando?

—Tu y yo jugamos mucho tiempo a escondidas de Maadara y nos alejamos, recientemente volvimos a las andadas y la llegada de este niño me hizo ver que todos esos riesgos que tomamos no valen la pena —decía con frivolidad— Admito que creí estar enamorada, razón por la cual actúe como una idiota, pero este niño me ha venido a decir que lo que sentía por ti sólo era una ilusión.

—Karin…

—Le llaman síndrome de Estocolmo me parece.

—No digas estupideces.

—¿Estupideces? ¡Tu y tu familia me secuestraron! ¡Fui tu muñeca por dos años! ¡Por más que te supliqué que me liberaras, no lo hiciste! ¡Me hiciste creer que me protegerías! —exclamó Karin derramando lágrimas por tener que decir todo eso sin darse cuenta que recriminarle a Sasuke sobre aquella promesa lo lastimada en demasía— Me usaste, me desechaste para que otros me usaran y cuando viste a tu tío jugando conmigo volviste por el jueguete que habías olvidado.

—¡Sabes que no es cierto! ¡Tú jamás fuiste mi muñeca! —exclamó Sasuke levantando la voz para luego halar a la chica y abrazarla— Perdóname por no protegerte, pero te prometo que…

—Fui muy tonta al creerles a ti y a tu hermano —respondió Karin soltándose de él cuando esperaron en silencio que nadie fuera a verificar el ruido y nadie llegó— Cuando les pedía que me dejaran ir, no era porque no pudieran ayudarme, era porque no querían hacerlo.

—¿Cómo puedes decir eso? ¡Tú sabías…!

—Itachi me decía una y otra vez que todo estaba muy bien vigilado, que no podría escapar sin ser descubierta y que ustedes no podían salir sin permiso de Maadara —decía tratando de no retractarse de los reclamos— Pero cuando me enviaron al burdel tú estabas allí. Dijiste que escapaste para ayudarme pero si todo estaba vigilado ¿Cómo era que habías podido llegar?

—¡Fue plan de Maadara para…!

—Ese fue su plan para hacerme creer que por eso tú me abandonaste e incluso Itachi me convenció para fingir que estaba contenta de estar con él en la cama para que todo tuviera sentido —lloraba con amargura— Fui muy estúpida en creerles. Me la pasé llorando creyendo sus mentiras y me las volví a tragar cuando regresaste diciéndome que me amabas pero…

—¡No miento! Yo…

—Antes de eso dudaba de tus sentimientos, pero quería creer que realmente había alguien que veía por mi —Karin le había tapado la boca— Me cegué con esas palabras vacías y cuando supe que estaba embarazada…

—¡Tienes que escucharme! —exclamó Sasuke apenas logrando modular su volumen— Lo que pasó esa noche tiene una explicación, Itachi…

—No importa lo que haya ocurrido en el pasado. Cómo te dije, este niño me ha aclarado la mente —siguió Karin sintiendo cómo su corazón también se rompía— Cuando supe que estaba embarazada, estaba aterrada, Maadara me advirtió que me mataría si ocurría y me preguntaba qué debía hacer. ¿Sabes qué pensé?

—¡Yo no dejaría que él te hiciera daño!

—Pero ya lo haz hecho. Quizá de niños no podías hacer nada, pero dime... ¿Hiciste algo en este tiempo? —se le quebraba la garganta— Me viste asfixiándome en sus brazos y sólo te diste la media vuelta —él iba a hablar pero ella no se lo permitió— Lo que pensé fue que no quería un hijo de ninguno de los dos, ni ahora ni nunca porque los odio.

—No puedes decir eso… Karin, voy a sacarte de aquí.

—¡Ustedes arruinaron mi vida! ¿Crees que voy a volver a creerte? —insistió la chica que sentía su corazón flaquear— No hay nada que puedas decir que me haga cambiar de opinión —se alejó de él y le dió la espalda en caso de que ella no pudiera contenerse— Nunca te amé y si voy a tener que quedarme con alguien a quien odio, elijo a Maadara, porque al menos seguiré viva.

Sasuke habría sido menos flexible a oírla decir todo aquello y la habría obligado a escuchar lo que él tenía que decir, pero desde el momento en que ella le recriminó la promesa que le hizo de niños, él se sintió desestabilizado por la culpa y quedó prácticamente desarmado cuando ella le declaró su odio. Él no quería creer esas palabras, pero si eran ciertas… si ella realmente lo odiaba, entonces no podía culparla, pero tampoco podría vivir con eso.

—Voy a sacarte de aquí —declaró Sasuke en un tono de voz tan firme que estremeció a la chica.

El azabache dió media vuelta dirigiéndose al balcón. Si Karin no quería oírlo, entonces iba a demostrarle que para él, ella jamás fue un juego y lo haría con o sin ayuda de Itachi.

Las palabras de Sasuke estremecieron a la pelirroja, jamás lo había visto ni oído tan decidido como con esas palabras y si él de verdad pretendía sacarla de allí, entonces ella debía apresurarse para concluir su plan y evitar así que él se pusiera en peligro.

Si aprecias tu vida, sólo olvídate de mi —advirtió Karin antes de que él saliera de la habitación y él la miró por arriba del hombro— Si te vuelvo a ver aquí o vuelves a intentar algo conmigo, gritaré.

En silencio, Sasuke se fue sin decir más, pero Karin notó que a pesar de amenazarlo, él seguía firme con sus palabras. Esto la hizo temblar, decidiendo que esa misma noche acabaría con su vida. Empero, ella ni siquiera pudo acercarse al lugar donde guardaba el pedazo de espejo, pues comenzó a sentirse mareada y se desmayó de repente.

Cuando Karin abrió los ojos, tardó en reconocer el lugar a pesar de que ya llevaba tiempo durmiendo allí, estaba en su habitación en la mansión Uchiha.

—¡Rosa! —Karin volteó y vio a Maadara acercándose a ella.

—¿Qué pasó? —preguntó queriendo levantarse pero Maadara la detuvo.

—No te levantes, debes descansar —se sentó en el sillón a lado de la cama— Te desmayaste.

Karin se tocó la cabeza recordando poco a poco todo lo que había ocurrido la noche anterior y su angustia regresó.

—Recuerdo que me sentí mareada de repente y luego desperté aquí —contestó Karin esperando saber qué le pasó y cómo la habían encontrado pero sin delatar que había estado hablando con Sasuke.

—¿Hay algo que te preocupa? —preguntó Maadara muy serio, muy diferente del principio en que había sonado verdaderamente aliviado de verla despertar, pero la joven estaba muy desorientada para haber reparado en el cambio de actitud.

—No —contestó la pelirroja temiendo haber sido descubierta.

—No mientas. El doctor te examinó y dijo que debías tener una preocupación muy grande para haberte desmayo así estando embarazada —señaló el Uchiha sin decirle que había otra posible causa del desmayo y que todo se aclararía con los análisis de sangre que le hicieron, pero él quería aprovechar la situación para seguir indagando sobre sus sospechas— Debes decírmelo y es mejor para ti que lo hagas ahora a que yo lo descubra, ya estoy investigando.

Ella estaba muy asustada sin saber qué contestar y aunque tardó en hablar, se arriesgó a usar la única excusa viable que se le ocurrió en ese momento.

—Bien… hay algo, pero vas a enfadarte —contestó Karin titubeante por el temor de ser descubierta pero al mismo tiempo ayudaba a su mentira.

—Enfadarme será poco si no me dices la verdad.

¿La verdad? Se preguntó Karin temiendo que él supiera que su estrés era por la pelea con Sasuke, las noticias de Itachi y sus planes de suicidio, pero esa sólo era la estrategia de Maadara para hacerla hablar.

Ella consideró decir la verdad en ese momento, porque si él le estaba advirtiendo que sería peor si le mentía, quizá podría conseguir un poco de piedad, pero Karin recordó que ella jamás había visto mostrar piedad a Maadara y delatándose o no él igual la torturaria, así que mientras ella no supiera si él sabía o no, prefirió aferrarse a su mentira.

—Tengo miedo de ti…

—No tienes que temer mientras seas fiel y obediente —contestó Maadara tenso, pensando que quizá Obito tenía razón y ella confesaría— ¿Me has traicionado o desobedecido?

—Te desobedecí y aunque pareces satisfecho, me siento insegura —contestó Karin mirando las cobijas haciendo que en un primer momento Maadara estuviera preparado para levantarse iracundo, pero cuando habló sobre él, quedó confundido.

—¿De qué hablas?

—Cuando sospeché que estaba embarazada la primera vez, me tomaste por el cuello y me advertiste que me matarías si era verdad —contestó Karin, discretamente miró a Maadara para ver su reacción y saber si debía seguir. Él se veía desconcertado, así que ella siguió y lo volteó a ver— Te desobedecí embarazándome aunque no fuera intencional y me dijiste que quieres tener al bebé y casarte conmigo.

—Eso…

—¡Tengo miedo de que me estés mintiendo! ¡Y también estoy enojada con esa idea!

—¿Por qué crees que miento?

—Fuiste muy claro ese día y temo que la boda sea sólo un engaño como castigo o porque estés esperando algo en particular —decía Karin con más seguridad en sus palabras— Y también estoy enojada, porque si ese es el caso, tu me estarías traicionando a mí a pesar de que he sido fiel y obediente.

—¿Es eso lo que te tenía preocupada? —preguntó Maadara con alivio, no sólo porque no era la confesión que creía que iba a escuchar, sino que oírla hablar de sentirse enojada y traicionada le hacía sentir simpatía por ella, como si ella pensara como él.

—Te conozco, he visto lo que haces cuando no se cumple lo que ordenas y te fallé en algo en lo que fuiste muy claro ¿por qué no temería? —ella lo miraba enojada— Y claro que también me enfada, porque hasta ahora ha sido mi único fallo y aunque he sido muy cuidadosa, esto no ha estado en mis manos.

Oírla hizo tan feliz a Maadara que no pudo evitar reír. El peso del enfado se había ido por completo y ahora sentía que su decisión sobre hacerla su esposa era lo más acertado. Enamorada o no, ella estaba demostrando lo fiel que le era, incluso podía sentirse enojada por la traición. Si tan sólo ella se enamorara de él… o quizá ya lo estaba, pero así como él, era precavida y no lo admitiría. Fuera lo que fuera, ya habría tiempo de para el amor, ahora él estaba feliz y debía tranquilizarla.

—No puedo creer lo que oigo —dijo el Uchiha alegre.

—¡Créelo! ¡Si estuvieras en mi lugar, te sentirías igual! —insistió Karin temiendo que no hubiese funcionado, pues ella jamás había visto a Maadara tan feliz y pensaba que quizá era parte de su personalidad maníaca el reír al pensar en sus fechorías.

Maadara se levantó del sillón y se acercó a la cama, estiró su brazo y acarició la mejilla de Karin con ¿ternura?

—Estoy hablando enserio, quiero que seas mi mujer… es decir, mi esposa oficialmente —agarró suavemente su mejilla y con el pulgar acarició sus labios mientras la chica, confundida, intentaba mantener su máscara de enojo— No sólo como mi diversión o como una máscara, quiero que seas mi compañera.

—Demuéstramelo —exigió Karin y Maadara, lejos de sentirse molesto con ello, porque lo habría estado con cualquier otra, se sentía satisfecho.

—Te has vuelto muy atrevida.

—Porque tengo a tu hijo en mi vientre y eso cambia las cosas. Me desechas ahora o lo haces después de darlo a luz —contestó Karin manteniendo su papel de seguidora indignada a pesar de que por dentro temblaba de pensar que estaba irritando al Uchiha, pero si se atrevía a continuar, era porque sabía que Itachi le había contado la verdad sobre el sentir de Maadara, y le estaba apostando al deseo de fidelidad del hombre. Si fallaba, seguramente moriría ahí y Sasuke no podría hacer nada o si el hombre decidía mantenerla con vida hasta dar a luz, podría quitarse la vida antes de que ocurriera— En cualquiera de las dos opciones muero, pero si dices la verdad y me quieres como compañera, entonces dejaré de ser tu seguidora y como tal, merezco una prueba.

Maadara se lanzó a besarla loco de felicidad. Ella era cientos de veces mejor que Jackie, esa mujer que se había enamorado de él cuando fue su amante y si, era sumisa y ciento por ciento fiel, lo seguía siendo aún después de desecharla, pero ella tenía dos defectos: el primero era que ella era infértil, razón por la que dejó de ser su amante, pues cuando el decidió tener un hijo con ella lo descubrieron, pero seguía fiel y por ello administraba el burdel, aún con Karin como la cabeza. El segundo defecto era que Jackie era completamente sumisa a él, no era que estuviera mal, pero su sumisión era causada por su afecto, no por su inteligencia y astucia como Karin.

Era verdad que una sumisión como la de Karin podría ser un arma de doble filo, pero él se sentía confiado porque la tendría atada no sólo con el hijo de ambos, sino que al ella actuar por conveniencia, ella no se arriesgaría a traicionarlo al ser él poderoso y de hacerlo, él podría enterarse con tiempo, porque ella planearía. En cambio, la sumisión por amor de Jackie podría desbordarse en cualquier momento si él hacía algo que a ella no le gustara, y la traición aparecería en un reventar de emociones. Él sabía mejor que nadie lo que era explotar por una emoción fuerte.

Cuando Karin sintió a Maadara besarla estaba más que asustada, quizá él se estaba despidiendo antes de matarla y aunque aceptaba su destino, aún si iba a morir torturada, esperaba que fuera lejos de Sasuke para que no interviniera. Empero, Maadara le sonrió al terminar el beso y después besó su vientre.

—Te daré la prueba —se acostó junto a ella abrazándola— Pide y será tuyo.

La pelirroja, confundida, lo miró con desconfianza y Maadara reía divertido por su duda, eso le demostraba que ella estaba consciente de quién era él y ahora iba a mostrarle quién podría ser mientras ella fuera su Reina.

—Admito que no creí que esto fuera real —contestó ella después de unos momentos de silencio— No he pensado en algo.

—Piensalo. No tardes demasiado porque debes estar descansada y relajada y sé que no lo estarás hasta que te dé esa prueba —la besó de nuevo y con una mano acariciaba su vientre— Quiero un hijo fuerte y sano, un verdadero Uchiha.

Obito había sido quien se había dado cuenta del desmayo de Karin por mera casualidad, pues él se dirigía a su habitación cuando pasó frente al cuarto de la chica y oyó un ruido sordo que, en otro momento habría ignorado, pero sabiendo del embarazo y las sospechas que sentía respecto a ella y su primo, decidió prestar atención al incidente y llamó a la puerta. Cuando la chica no contestó, ordenó a los criados llamar al resto de la familia, para saber si alguno de sus primos no aparecía y que Maadara trajera la llave de la habitación.

Para ese momento, Sasuke ya estaba en su recámara, así que ninguno de los criados percibió algo extraño y cuando Maadara finalmente abrió la puerta, vieron a Karin tirada en el suelo frente a su cama.

Itachi ya tenía un mal presentimiento cuando notó que los criados fueron a buscarlo a él, su hermano y Maadara, por lo que se movió rápidamente para estar cerca de su hermano, mantenerlo alejado de la habitación de Karin y ser el primero de los dos en ver lo que ocurría para tener tiempo de controlar a su hermano. Gracias a ello, Itachi evitó que su hermano viera la escena y aunque Sasuke se alarmó al oír gritar a su tío, ello le dió tiempo al mayor de meterlo a su habitación por la fuerza.

Maadara distrajo a Obito cuando vigilaba a los hermanos, por lo que no vio lo ocurrido. El líder de la familia lo llamó para ordenarle que fuera por el auto mientras éste, se precipitada a la pelirroja para cargarla en brazos.

Los criados se alborotaron por la reacción de Maadara y los que hacían otras actividades salieron a ver el alboroto, de modo que nadie notaba que Itachi había entrado a la habitación donde había encerrado a su hermano. Tras golpearlo para hacerlo reaccionar le mintió diciéndole que podría ser un síntoma del embarazo, que su madre los tuvo y si seguía actuando así, los pondría en riesgo. Pese a ello, Sasuke seguía preocupado pero aquello lo calmó lo suficiente para que Itachi saliera a poner la casa en orden en la ausencia de Maadara.

Unas horas después, Maadara regresó con Karin en brazos y la regresó a su habitación, no sin antes haber traído a un médico con él en caso de ser necesario, pues él no había aceptado que ella se quedara en el hospital. Él quería estar junto a ella, pero debía seguir cuidando su imagen, así que no podía estar en un hospital con una desconocida cuando aún no tenía su nueva identidad resuelta.

A Itachi le dio suficiente tiempo para preparar a su hermano en caso de malas noticias, confesando la mentira que le había dicho sobre el supuesto síntoma de embarazo y recordándole que no podía actuar imprudentemente a causa de la preocupación si pretendía mantener a Karin a salvo. Fue por ello que Sasuke peleó contra su furia e impotencia cuando no hubo noticias de la condición de su amada y tuvo que luchar extra cuando supo del regreso de su tío para no correr a buscar respuestas.

Esa noche, ni Sasuke ni Itachi durmieron, el primero por la preocupación de no saber nada y el segundo para vigilar que no hiciera una locura. No podían preguntar directamente o se vería sospechoso. Lo único que consiguieron saber, por boca de uno de los criados, era que Karin seguía inconsciente cuando Maadara la trajo de regreso, así que sólo podían intuir que lo que fuera que le ocurrió, no debía ser tan grave o la habrían internado.

Por la mañana, Sasuke estaba desesperado, quería al menos saber si ella ya había despertado pero tuvo que fingir que no le interesaba lo que había pasado cuando tuvo que bajar a desayunar.

Fue extraño no ver a Maadara en la mesa, sólo estaba Obito e Itachi llegó al poco. Cuando los tres estuvieron en la mesa, el mayor dió la señal para que los criados sirvieran el desayuno.

—¿El tío salió? —preguntó Itachi, pues sólo en esos casos, podían desayunar sin tener que esperar a Maadara.

—No, pero no desayunará aquí —contestó Obito mientras servían los platos.

—¿Qué le ocurrió a Rosa? ¿Tuvo un aborto? —preguntó Itachi como si el tema fuera algo cotidiano.

—No.

—Bueno, sería muy mala suerte que le ocurriera ahora que se convertirá en nuestra tía —rió divertido mientras Sasuke apretaba los puños por debajo de la mesa— No podría imaginarme la frustración de llegar tan lejos y perderlo todo en el último momento.

—Al final tal vez sea desechada después de dar a luz —mintió Obito.

—Tío es muy práctico, así que si ella da a luz a un niño fuerte y sano, tal vez la use para parir otro hijo o dos antes de desecharla —siguió Itachi bebiendo de su café fingiendo tranquilidad pero al pendiente de su hermano— Pero si te soy sincero, no creo que salga un niño saludable de una puta, quién sabe cuántos abortos tuvo antes de tío.

—Está saludable según el chequeo, más de lo que esperaría de una prostituta —comentó Obito.

—¿Saludable? ¿Entonces por qué se desmayaría? —Itachi finalmente había logrado encontrar una excusa para preguntar al respecto.

Sasuke había permanecido callado tratando de delatar su preocupación ni su enfado de oír la forma en la que hablaban de Karin, pero cuando su hermano preguntó sobre la salud de ella, pudo olvidarse de ello para estar al pendiente de la respuesta.

—El médico dará los resultados cuando los tenga —Obito se reservó los detalles— Imagino que de ello también dependerá su destino.

—Espero que se quede un poco más. Hasta ahora, de las amantes del tío, es la que más me ha agradado —contestó Itachi sin querer insistir para no levantar sospechas— Hace menos monótonas las juntas, aunque admito que me tensa cuando nos usa en sus juegos.

Obito no dijo nada pero estaba al pendiente de Sasuke, quien a pesar del gesto impasible, por debajo de la mesa escondía su urgencia por saber sobre Karin y el enfado que le causaba la charla.

—Se les asignó una tarea sobre Rosa el día de ayer —habló Obito de repente antes de que terminara el desayuno— Tío quiere que lo concluyan en tres días.

—¿Cuándo piensa presentarla con su nueva identidad? —preguntó Itachi escondiendo su sorpresa sobre la fecha pronta.

—En cuánto confirme que el niño es de él —contestó el mayor de los Uchiha tensando a Itachi, pues le había dicho a su hermano que ya estaba confirmado.

—Creí que ya se había hecho —contestó Itachi para no levantar sospechas de su hermano.

—¿Qué sentido tiene molestarse por su falsa identidad si aún no está seguro? —preguntó Sasuke antes de que la pregunta de su hermano fuera respondida.

—Quedó embarazada poco después de sus vacaciones sola, hay que estar seguros de la paternidad —dijo Obito terminando lo último de su desayuno— Tío tiene planes sobre esa identidad falsa sin importar el padre de ese niño. Sólo obedezcan.

Itachi notó que su hermano diría algo más, pero lo detuvo, pues notó que todo lo dicho por Obito, era para provocar al menor. Sasuke también se habría dado cuenta, pero seguía preocupado de no saber nada sobre el estado de salud de Karin y estaba consciente que su primo no decía nada a propósito.

—No creo que ella sea tan tonta para haberse metido con nadie más —comentó Itachi— Pero supongo que no está por demás, especialmente en un tema tan delicado como el embarazo —bebió de su café— Como sea, creo que puedo arreglar el asunto de la escuela a más tardar mañana, pero necesito saber el nombre que tendrá.

—Ringu Mizu, 30 años. Fecha de nacimiento 8 de noviembre 1990.

—¿30 años? —rió Itachi.

—Cualquiera se daría cuenta que no tiene esa edad —señaló Sasuke apretando los dientes.

—No tienen por qué preocuparse de eso, sólo obedezcan —dijo Obito levantándose de la silla— Cuando tengan todo listo, me lo reportan a mí.

Sin más, Obito salió del comedor y una vez afuera, Sasuke golpeó la mesa a punto de salir en busca de Karin, necesitaba saber que ella estaba bien, pero Itachi lo detuvo.

—Sé que es presuntuoso, pero tiene la confianza del tío —señaló Itachi para hacer creer a los criados que su reacción era por rivalidad con su primo— Tal vez deje de serlo cuando nazca el bebé.

No siguió caminando. Cada que algo referente a Karin sonaba, a Sasuke le era más difícil contenerse y de no ser que ello arriesgaba su vida, él ya habría mandado la discreción al carajo. Sin embargo, no podría estar tranquilo sino hasta saber cómo estaba ella y por qué se había desmayado.

—Voy a…

—Antes de que vayas a cumplir tu tarea, me gustaría que discutiéramos dónde conseguirás la casa para elegir una escuela que coincida —interrumpió para tranquilizar a su hermano— Antes subiré a buscar al tío para preguntarle sobre la carrera de Rosa, iré a tu habitación cuando lo sepa.

Sasuke apretó los puños y se fue a su habitación. Entendió que su hermano había encontrado una excusa para saber sobre Karin y aunque no le hacía gracia tener que esperar, no podía negar que la propuesta de su hermano era una vía segura.

Pasó media hora en que el más joven de los Uchiha tuvo que esperar hasta que finalmente su hermano llegó con noticias.

—Está bien.

—¡No pudo desmayarse por nada!

—Te lo dije, el estrés le hace daño en su estado, por ello no es bueno que ustedes hablen —contestó Itachi ignorando que Sasuke lo había desobedecido aunque lo sospechaba— Debe ser demasiada carga emocional saberse embarazada de Maadara o tendrá más cosas en mente —notó a su hermano pasar saliva y entendió que si la buscó— Su desmayo fue el estrés y corre riesgo de que le ocurra lo mismo o incluso empeorar si no se relaja.

—¿Cómo podría relajarse? ¡Ella nos odia!

—¿Y aún así quieres salvarla?

—Se lo prometí —respondió decidido e Itachi soltó un suspiro pesado, ni siquiera el desprecio de ella parecía cambiar el objetivo de su hermano.

—Entonces confía en mí. Yo me encargaré de cuidarla hasta que llegue el momento en que debemos actuar. Mientras tanto, mantén tu distancia.

—¿Cómo harás eso?

—Te dije que Maadara la vigilaría mejor ahora que está embarazada y este desmayo le dió más razones —comentó Itachi esperando que la noticia que estaba a punto de darle no fuera a alterarlo— Una vez que aliste los papeles de escuela, tendré que cuidar de ella durante el embarazo.

—¡¿Tu?!

—Maadara preferiría a Obito para la tarea, pero lo necesita para los asuntos políticos y ha sido el propio Obito que quien te señala como su amante aunque no lo digan y ya que me odias, resulto la mejor opción para la tarea —explicó Itachi— Seguiremos con la farsa. Mientras no te de noticias vas a tener que asumir que ella está bien, así que debes trabajar en convencer a esos dos de que no tienes nada que ver con ella.

—Debemos ser rápidos. Entre más avanzado sea el embarazo, ella…

—Lo haremos antes de que sea presentada en sociedad, de lo contrario será problemático —interrumpió Itachi— Pero debes saber que una vez la saquemos de aquí, no podrás volver a verla.

—Si Maadara muere, no habría razón alejarme de ella.

—Vamos a sacarla de aquí de modo que Maadara jamás la busque, no podemos matarlo a él, al menos no por el momento.

—Pero…

—¿Prefieres arriesgar tu vida para intentar matarlo sin garantía de lo que pueda pasar con ella o prefieres poner a Karin a salvo aunque eso pueda significar que no la vuelvas a ver?

Sasuke apretó los puños bajando la mirada mientras lo pensaba y no porque su prioridad no fuera el poner a salvo a Karin, sino más bien porque aun no estaba seguro si confiar en su hermano.

—Si confío en ti y le llega a pasar algo…

—Puedes cobrarte conmigo si pasa algo mal, pero sólo si sigues mis indicaciones al pie de la letra.

Él temía que aún con aquellas palabras de su hermano, no pudiera tener garantía de que Karin estaría bien, especialmente porque cuando ella se fuera, se suponía que no podría buscarla para corroborar que todo había salido bien para no ponerla en riesgo, pero al final, Sasuke aceptó, porque decidió que algo fallaba, no dudaría en lanzarse a asesinar a Maadara.

—¿Cuál es tu plan?


Notarán que el final está muy cerca, así que espero que la historia siga siendo de su agrado. Sin más, los dejo con las respuestas a sus comentarios.

genesis: Agradezco mucho tus comentarios y espero que mi retraso no hay afectado tu interés en la historia n.n En efecto, Itachi tuvo que hablar con Sasuke y Maadara no quiere dudar de Karin, pero toma sus precauciones porque él siempre ha sido minucioso.