Capítulo 6: La noche de la fiesta
Desde que sus amigos de Liberio volvieron a su hogar, los héroes de Shiganshina y de la humanidad comenzaron a trabajar más horas diarias para poder permitirse el viaje a la boda del Sr. Leonhart y la Sra. Braun. Si bien Levi no estaba interesado en ir, terminó cediendo ante las presiones de sus compañeros, que aunque eran lo demasiado maduros como para comenzar a preocuparse del romance, a veces se comportaban como niños insistentes.
Pese a que trabajaban horas extras, aún quedaban algunas horas sin nada que hacer, por lo que Mikasa y Armin podían continuar yendo casi a diario a ver a Eren en su lugar de descanso bajo el árbol, mientras que los demás iban al menos una vez a la semana. También iban bastante seguido al cementerio, en donde visitaban las tumbas de Erwin y Sasha para decorarlas con flores. Los amigos de esta última decidieron iniciar la tradición de comer junto a la tumba de ella para honrar su memoria. Además, junto a la tumba de Erwin construyeron un pequeño memorial para Hange.
En un día libre que tuvieron un par de semanas antes de la boda Leonhart-Braun, decidieron hacer algunas visitas. En primer lugar, fueron al distrito de Shiganshina, específicamente al edificio donde se estaban quedando los refugiados políticos que perdieron su hogar (Onyankopon, los Azumabito, Yelena y los pocos soldados marleyanos voluntarios sobrevivientes que quedaban), debido a que necesitaban pedirle a Onyankopon que los llevara a Liberio el 14 de enero. Al llegar allí, fueron recibidos por Kiyomi Azumabito. Luego de conversar un rato con ella y los demás refugiados, la mujer llevó a Mikasa a otra habitación, en donde le comentó que durante su estadía, le había preparado un vestido tradicional de Hizuru: un kimono de tipo furisode, el cuál era usado por mujeres asiáticas jóvenes, y que como estaba invitada a una boda, podría utilizarlo allí. Mikasa agradeció bastante y le dijo que no debió preocuparse, pero Kiyomi aún mantenía las esperanzas de ver a la joven Azumabito como la emperatriz de una resurgente nación de Hizuru, sin importar si sus futuros hijos no eran totalmente asiáticos. La mujer dejó el kimono en una silla y salió de la habitación para que Mikasa se lo probara. La chica se desvistió, se puso el calzado, que consistía en dos piezas, llamadas tabi (calcetines) y zori (sandalias), y posterior a eso, se colocó su furisode azul con diseño de flores. Cuando estaba lista, salió de la habitación y le preguntó a Kiyomi si lo estaba usando bien. La mujer, emocionada, dijo que le quedaba estupendo, así que la hizo ir a la habitación principal en donde estaban todos.
En el salón principal, todos quedaron asombrados al ver a Mikasa con ropa tradicional de sus ancestros, y dijeron que le quedaba muy bien, mientras que Jean le dijo que se veía hermosa. Ella solo dio las gracias en general. Si bien seguía siendo amiga de Jean y él se había disculpado, ella no perdonaba lo que le había dicho en su salida. Luego de eso, la chica se fue a cambiar ropa y volvió con su nueva vestimenta doblada entre los brazos.
Continuaron la conversación y acordaron con Onyankopon que viajarían el día 14 de enero y volverían el 16. De paso, el comandante Arlert pidió ayuda a los Azumabito para poder terminar el barco, ya que la estructura general estaba lista luego de haber seguido unos planos de la vez anterior que construyeron uno, pero les faltaba lo relacionado al funcionamiento de la caldera. Además necesitaban que les enseñaran a navegar al menos a dos soldados, y también a pilotear aviones. Ellos aceptaron y pidieron que cuando estuviese listo, los llevaran al que fue su territorio, para intentar reconstruir sus hogares.
Después de un rato, se despidieron de los habitantes de aquella residencia y fueron a su segundo destino: la casa de campo de Historia. Debido a que el 15 de enero estarían en Liberio, decidieron llevarle regalos de cumpleaños por adelantado, y es que la reina siempre les enviaba cartas y regalos para felicitarlos cuando eran los suyos. Levi le dio broches para el cabello, Armin y Mikasa le tejieron un poncho entre los dos, Connie le dio algunos pasteles que había hecho con una receta que le dio Niccolo, y Jean aprovechó sus cualidades artísticas y le regaló un dibujo de la familia de Historia hecha por él. Le preguntaron a la reina si iría a ver la boda en Liberio, ya que fue invitada por Reiner a través de una carta cuando él se encontraba en Paradis, pero dijo que el avión le daba pánico porque Ymir era muy pequeña, aunque aseguró que visitaría a Reiner y Annie pronto, cuando el barco estuviera listo. En esa visita buscaría agradecerles a ellos y a Pieck el haber cooperado con la legión de reconocimiento, además de declararlos ciudadanos honorarios de Paradis, lo que les permitiría unirse a las misiones del cuerpo de exploración no como invitados, sino que como miembros oficiales, si ellos así lo quisieran.
Al irse de la casa de Historia, Connie fue hacia el cuartel general de la Policía Militar, para preguntarle a la comandante Hitch si aceptaba su invitación para ir a la boda del padre de Annie. La chica aceptó con la excusa de que quería preguntarle a Annie por su falta de modales al dejarla sola comiéndose un pie, aunque en verdad tenía curiosidad de conocer el mundo exterior y le llamaba la atención que un chico la hubiese invitado.
Los días avanzaron y el viaje llegó. Luego de algunas horas en avión, estaban ya en Liberio. Cuando sus amigos estuvieron en Paradis, dijeron que aún no terminaban la reconstrucción, pero al llegar allí se encontraron con que habían avanzado bastante, ya que se encargaron de hacer estructuras de material ligero que era más rápido. Annie y Reiner fueron los encargados de guiarlos a su casa, y durante ese día, ayudaron con la decoración del lugar de la boda, mientras se ponían al tanto de los acontecimientos en Paradis y Liberio. A la mañana siguiente comenzaron todos a prepararse temprano, siendo los primeros en levantarse Reiner y su madre, que se fueron a casa de Gabi para que el Sr. Leonhart no la viera antes de la boda. Unas horas antes de la ceremonia, ya estaban todos con su mejor ropa, ya que era la primera vez que asistían a algo de ese tipo, debido a que Historia se casó en secreto luego de embarazarse. Todos los hombres vestían de traje, Annie, Hitch y la madre de Connie usaban traje de dos piezas y el cabello arreglado con adornos, mientras que Mikasa vestía su kimono y algunas pinzas para el cabello.
Los primeros en ir al galpón en donde se realizaría el evento fueron Armin y Annie con el padre de ella, y unos 20 minutos después fueron Mikasa, Hitch, Connie y su mamá, Jean, Levi y Onyankopon. Cuando todos los invitados estaban en el lugar, alguien le fue a avisar a Reiner y éste llegó con su madre al altar. Durante la ceremonia, todos los miembros de las milicias de Paradis pensaban en algo distinto: Armin en que si algún día le pedía la mano a Annie, sería en medio de un viaje, Mikasa se preguntaba si en la realidad alterna se había comprometido con Eren, Jean pensaba en que le gustaría tener la oportunidad de estar en el altar con Mikasa algún día, Connie en que quería casarse en el futuro y tener una familia numerosa, Hitch en que quería casarse con un hombre interesante, y Levi en cómo habría sido tener una vida más normal.
Después de la ceremonia, comenzó un banquete que terminó en una gran fiesta, en la cual todos los jóvenes se embriagaron, a excepción de Gabi y Falco, ya que no los dejaron beber por ser aún muy pequeños.
-Oye Annie, así que estás usando el broche que te di, ¿No? Vaya, vaya. Quieres impresionar a tu novio. Yo pensaba que no te interesaban estas cosas- rió Hitch. Annie y Armin se sonrojaron.
-Quién sabe- dijo Annie. Armin le intentó tomar la mano, pero Hitch lo interrumpió.
-Está prohibido tocar a la chica del cristal- le explicó Hitch
-Pero Annie ya no está en un cristal, y estamos juntos- explicó Armin sonrojado.
-Sigue siendo la chica del cristal- dijo Hitch sacando las manos de Armin, que de nuevo se estaban posando sobre las de Annie.
-Deja de molestar a mi novio y ve con el tuyo, Hitch- dijo Annie- Veo que al fin alguien se dignó a invitarte de forma seria. Estuve cuatro años escuchando tus quejas de que los hombres solo jugaban contigo.
-Connie solo me invitó por cordialidad. Ni siquiera hemos hablado hoy- se quejó Hitch.
-Hey, ¿quieres bailar, Hitch?- preguntó Connie, que llegó luego de estar compartiendo con su mamá.
-Eh… claro. A eso vine- dijo la chica y se fueron a bailar.
Annie y Armin aprovecharon que Hitch los dejó de molestar para poder bailar y conversar. No paraban de hacerse cumplidos el uno al otro porque jamás se habían visto tan elegantes. Como también estaban pasados de copas, se terminaron quedando dormidos mientras se abrazaban en una esquina del galpón. Connie y Hitch continuaban divirtiéndose.
-Oye Hitch, ya que estamos en esto, ¿Por qué no empezamos a salir?- le preguntó Connie. Si bien la encontraba bonita, eso era algo que no se habría atrevido a preguntarle estando sobrio, porque habría recordado a Marlowe.
-Uh, estoy de acuerdo. Salgamos entonces- dijo Hitch, guiñándole el ojo. Indirectamente lo estaba invitando fuera del galpón para estar solos, pero Connie no se dio cuenta.
Por su parte, Jean intentó coquetear con Mikasa diciéndole que se veía bonita, pero pese a que ella le agradeció sus cumplidos y le dijo que también se veía bien, le dejó claro que no tenía oportunidad. Ella siguió bebiendo mientras recordaba que la última vez que lo había hecho, fue el día en que le respondió a Eren que era su familia, mientras que Jean se fue a otra banca, donde estaban Reiner y Pieck. Allí se encontró con que el ex portador del titán acorazado lloraba abrazando una botella de vino.
-Historia, ¿por qué no me esperaste? Me iba a casar contigo- decía Reiner. De vez en cuando bebía de la botella que estaba abrazando. Jean le golpeó la espalda.
-Te ves patético. Jamás tuviste ninguna oportunidad con Historia, así que deja de llorar.- le dijo Jean. Reiner ni siquiera lo escuchó.
-¿Le decías eso a Reiner o a ti mismo, Jean?- le preguntó Pieck para molestarlo. Ella vio cómo el chico estaba coqueteándole a Mikasa.
-¿De qué hablas, Pieck?- le preguntó Jean, haciéndose el idiota.
-Es evidente que te gusta Mikasa, pero ella no te toma en cuenta. Aún ama a Eren- le dijo la antigua portadora del titán carreta. Él se quedó en silencio.- Deberías animarte, hombre. No estás nada mal.- le intentó subir el ánimo, aunque su tono de voz se escuchó ligeramente coqueto. Jean se sonrojó un poco y recordó que Connie lo molestaba con Pieck debido a su gusto por las pelinegras.
-Ah, tú tampoco estás mal, Pieck- dijo él, tratando de fingir neutralidad.
Para distraerse, comenzaron a conversar sobre las rencillas que tuvieron cuando ella era guerrera, ya que ella fue quién les quitó a Reiner a él y Hange, mientras que Jean fue quien la dejó gravemente herida durante el asalto a Liberio. Al rato, Pieck terminó dormida en el hombro del chico, ya que era la primera vez que bebía más de una copa, porque junto a Reiner y Porco siempre terminaban cuidando a Colt. Jean se sonrojó e intentó despertarla, pero ella se aferró a su brazo. Él pensó que Mikasa se pondría celosa, pero ella se había ido a dormir en el hombro libre de Armin. Realmente para él Pieck tampoco estaba mal, y de hecho se veía bastante guapa con el traje que estaba usando y con el cabello ordenado.
Levi bebía té mientras miraba a sus camaradas y se avergonzaba de la poca resistencia al alcohol que tenían. Pensaba que si ellos estaban tan determinados a beber, debían al menos tolerarlo en vez de hacer el ridículo. Gabi y Falco se acercaron a conversar con el "señor Levi" porque estaban aburridos de las conversaciones de los demás adultos y de los jóvenes que estaban ebrios, por lo que Levi se dio cuenta de que todos lo veían con cara de niñera, y que si le habían insistido que fuera a la boda, era para que los cuidara durante la borrachera. Los niños no paraban de preguntarle cosas como cuantos titanes había matado, que cómo se sentía usar el equipo de maniobras para flotar en el aire y si es que había participado en alguna competencia para ser considerado el más fuerte de Paradis.
Los recién casados junto a los demás invitados, que básicamente eran los padres de Gaby y los de Falco, el padre de Pieck, la madre de Connie, y Onyankopon, conversaban sobre qué ocurriría con la relación entre los distintos grupos de sobrevivientes. Todos estaban de acuerdo en que no querían más guerras, pero que era algo inevitable, y que además no terminaban de confiar en los marleyanos, ya que en lugar de decidir vivir juntos y en paz, prefirieron alejarse de Liberio. Más o menos a las 10 de la noche, el señor y la señora Leonhart se despidieron de todos y volvieron a casa, ya que eran personas mayores y estaban cansados. Sus invitados siguieron disfrutando de la fiesta.
En la madrugada, cuando se les había pasado un poco el efecto del alcohol a los más jóvenes, todos se fueron a dormir a sus casas, y en el caso de Mikasa, Jean, Hitch, Connie, Armin, Annie y Reiner, se tiraron a dormir en el piso de la sala de la casa de los ahora esposos Leonhart, porque no fueron capaces de subir a las habitaciones. La madre de Connie, Levi y Onyankopon fueron a sus respectivos espacios en donde habían dormido la noche anterior.
Por la mañana, los primeros en despertar fueron Armin y Annie, ya que fueron quienes primero se habían dormido en la fiesta. Decidieron salir en silencio de casa y caminaron hacia una pequeña playa. Allí, Armin le comentó que el barco de Paradis estaría listo pronto, así que partirían a recorrer el mundo y le gustaría que ella fuera a alguna, aunque le adelantó que Historia la dejaría ser miembro oficial. Annie dijo que ya había hablado con su padre sobre viajar por el mundo y tal vez vivir en Paradis, y que él estaba de acuerdo, ya que la chica debía vivir su vida y solo saber que ella estaba bien lo mantenía tranquilo. También le comentó a Armin que Reiner y Pieck también tenían intenciones de unirse a las expediciones, porque no tenían nada más que hacer. Armin se alegró bastante y le dio un abrazo a su novia. Dentro de la casa, Jean se despertó con un enorme dolor de cabeza y decidió salir a tomar aire. Mientras miraba al cielo, pensaba en que tal vez era mejor rendirse con Mikasa, ya que ella seguía pensando en Eren y no lo dejaría de hacer pronto. Ella salió al rato y lo saludó, pero él no le respondió nada. Mikasa se sintió mal, así que aprovechando que estaban solos, le dio las gracias por quererla durante tanto tiempo y le dijo que era momento de que él fuera con alguien más, a lo que él respondió que eso haría, que el cuerpo de exploración estaba lleno de chicas interesantes. De pronto se escucharon risas estruendosas dentro de la casa, y es que Hitch había despertado recordando que ahora estaba saliendo con Connie, así que a modo de broma decidió despertar al chico diciéndole al oído "buenos días, bebé", para luego explicarle. Ambos tenían un sentido del humor similar, así que aunque les causó gracia y pensaron que eventualmente podría funcionar. Reiner despertó asustado debido a las risas, así que en venganza le tiró los pies a Connie, haciendo que se cayera.
Rato después decidieron servir el desayuno. Luego de eso, los invitados de la vivienda Leonhart fueron a buscar a Pieck, Gabi y Falco, así que tuvieron un día agradable paseando, como si jamás hubieran estado en conflicto. La estadía en Salta había ayudado bastante en ese sentido. La madre de Connie se veía feliz de pasar tiempo con su hijo, conocer nuevos lugares y personas, además se le salieron lágrimas de emoción cuando su hijo le contó que ahora estaba saliendo con Hitch, porque se dio cuenta de lo mucho que el joven había crecido desde que lo vio irse al entrenamiento militar. Cuando el grupo de Paradis estaba por irse, Annie, Reiner y Pieck los sorprendieron con sus maletas: como sus padres se encontraban bien y sus casas estaban construidas, decidieron que estaban listos para ir a Paradis a ayudar con los preparativos para la primera misión de reconocimiento fuera de la isla. Luego de despedirse de sus respectivas familias, embarcaron en el avión con rumbo a Paradis. La compañía Reeves estaba preparando algunas embarcaciones menores para establecer un intercambio comercial entre ambos territorios eldianos, lo que a la vez serviría para que los nuevos integrantes del cuerpo de exploración pudieran enviarse cartas con sus padres.
Al llegar a Paradis posterior al atardecer, los nuevos miembros se asentaron con compañeros de habitación: Pieck y Annie dormirían en una litera que instalaron en la habitación de Mikasa, mientras que Reiner tendría una cama en el cuarto de Connie. Armin le envió una carta a Historia para informar que los ex guerreros habían decidido mudarse a Paradis y ser parte de la legión. Por su parte, Connie se hizo cargo de llevar a Onyankopon a Shiganshina, a su madre a Ehrmich y a Hitch a Stohess, en donde la chica le preguntó que si acaso no la pensaba invitar a una cita, a lo que Connie respondió que podrían ir a comer al restaurante de Niccolo en un par de días. Luego, Connie se despidió con un beso, porque Hitch parecía estar esperándolo de forma muy evidente y sin querer dar el primer paso. Ella sonrió y él la miró sonrojado. Después, se volvieron a despedir y él se fue a casa, llegando por la madrugada.
En la tarde del día siguiente, Armin realizó una pausa durante el trabajo para presentar a los nuevos integrantes de la legión, quienes serian oficializados por la reina cuando ella tuviera tiempo. Fue allí donde surgieron nuevamente algunas disputas: aquellos soldados que habían sido jaegeristas, comenzaron a reclamar por la admisión de aquellos que habían invadido Paradis cuando niños, desconociendo que cuando la reina exigió respeto para los héroes de la humanidad, estaba incluyendo a los antiguos guerreros. Algunos fueron más lejos, llamándolos derechamente traidores de Paradis, sobretodo a Armin, por mantener una relación sentimental con una ex guerrera. Incluso el nuevo cuerpo de desarrollo militar, que era donde estaban participando quienes fueron los jaegeristas más extremos, se vio involucrado, ya que algunos soldados de la legión los fueron a buscar por considerar a los nuevos miembros el cuerpo de exploración como una amenaza para la isla. ¿Cuál era la petición? La expulsión inmediata de los ex guerreros. Los soldados de la unidad de desarrollo militar apuntaron con sus armas a Annie, Reiner y Pieck, quienes levantaron las manos con algo de miedo, porque ahora eran simples seres humanos.
Hola, mucho tiempo sin actualizar. Mi vida fue un caos durante el último mes, desde cosas tan simple como el llanto post final de SNK y escribir mi tesis, hasta vivir en dos ocasiones el miedo de perder a un ser querido (afortunadamente, todo está ok). Si bien seguía escribiendo, comprenderán que no tenía ánimos de subir nada. Sé que había dicho que solo quedaba un capítulo de la primera parte, pero mi mente no lo quiso de esa manera y terminé con el 9. De todas formas, decidí subir todo junto, así que espero disfruten la lectura.
