Seventh chapter :)
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Song del chapter, (reomendación para que sea ameno el chapter)
You Belong to me – Cat Pierce
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Nota: . Hola, espero que les guste este chapter, si gustan darme un review se los agradeceré millones. Este Chapter tiene algo de Dramione, ha sido mi pareja estrella por los siglos de los siglos, es por eso que decidí escribir un Scorose como si fuera un modo de continuación de legado. Espero les guste tanto como a mi, es uno de mis capítulos más románticos.
Agua
- Harry – dijo Hermione con urgencia – Necesito hablar con Malfoy a solas, ¿puedes encargarte de Ron en ese tiempo? – su interlocutor alzó una ceja, y ella pudo ver a Albus en ese gesto.
- ¿Tú y él? – el auror se acomodó los lentes con cautela – Entiendo a la perfección que quieras a Ron fuera de esto por ahora, ¿pero a mí?, entre tú y yo no hay secretos Mione, no los ha habido nunca
- Mi hija es mi prioridad en estos momentos, y si eso significa tener que pasar sobre ti como ministra de magia lo haré sin pensarlo – Harry pestañeó con confusión – Rose no tiende a perder el control de sus emociones y lo que presencié hace unos minutos fue magia elemental en estado crudo. Draco Malfoy no es ningún tonto y eso ambos lo sabemos, va a ser más fácil hablar con él en condiciones igualitarias, así que te lo pido como mi mejor amigo, déjame hacer esto a mi manera. Usaré Potter Manor, ¿está bien?
Harry cruzó los brazos con aprensión y suspiró sonoramente, él conocía los límites claros y estipulados que no podía sobrepasar con ella. Asintió con la cabeza moviéndose a su derecha para darle el paso libre, Hermione le sonrió con gratitud y con un suave apretón en el brazo dirigió su camino hacia el rubio que aún los miraba con extrañeza.
- Nos apareceré en Potter Manor ¿de acuerdo? – dijo la castaña llegando hasta el slytherin y cogiendo su hombro con elegancia.
- ¿Sin Potter y sin Weasley? – preguntó Draco confundido, el peso de su mano sobre su capa se sentía ligero. Sintió el tirón bajo su estómago y después de un segundo, el piso sobre sus pies le indicó que estaba sobre suelo firme. Observó su alrededor encontrando una gran mansión estilo renacentista color café con ventanas blancas, marquesinas cuadradas y alfeizares del mismo color - ¿Dónde estamos Granger?
- En Potter Manor, es la propiedad principal y más antigua de la familia Potter, aquí vivió James Potter su infancia y adolescencia antes de trasladarse a Godric Valley con Lily Evans. Harry la equipó y la volvió algo parecido a una fortaleza de emergencia para familia y amigos – contestó Hermione abriendo la puerta frontal con magia no verbal y avanzando hacia el interior – Llámame Hermione, supongo que a partir de hoy conviviremos de cerca y es mejor empezar de una buena vez
- ¿De qué estás hablando?
- Ninguno de los dos es ingenuo y mucho menos tonto. Lo que presenciamos hace unos momentos fue la consumación de muchos años de tensión sexual entre tu hijo y la mía – Hermione se dirigió hacia la gran sala de estar que se encontraba del lado derecho de la propiedad y que conectaba con una gran biblioteca que ella adoraba. Draco la siguió con sigilo hasta que la vio sentarse en un sillón juntó a la chimenea, un minuto después decidió imitarla y seguirla - ¿Trinky?
Una elfina color gris apareció frente a ellos y se acercó a Hermione brindándole un cálido abrazo.
- Hola, Trinky, me alegra mucho verte - acarició levemente su cabeza con un dulce gesto y le sonrió – Draco y yo estaremos un tiempo charlando en la sala, ¿crees poder traerme un té de pasiflora y menta con leche?
- Claro señorita Hermione, Trinky estará encantada – la elfina giró con soltura y puso sus curiosos ojos miel sobre Draco con educación - ¿A usted le gustaría tomar algo?
- Lo mismo, pero con limón – respondió el rubio tomando asiento, la elfina desapreció y la imagen de Hermione le pegó de frente completamente. Pudo reconocer la angustia marcada en sus delicadas facciones, poco había cambiado desde Hogawarts – Grang…Hermione, ¿por qué estamos aquí tú y yo solos sin la compañía de tus perros guardianes y estás evitando pisar el ministerio para tener esta conversación?
- Siempre he pensado que eres mucho más inteligente que lo que aparentabas ser en la escuela y en la guerra – dijo la mujer tomando el té que acaba de aparecer en la mesa ratona que los separaba.
- No puedes juzgarme, en la guerra lo único que hice fue tratar de sobrevivir – Draco cogió su taza en un impulso de disminuir su vulnerabilidad – Y si sirve de algo, lamento haber sido un completo estúpido contigo cuando estudiábamos, me di cuenta muy tarde que toda mi crianza estaba construida con base en mentiras y privilegios que al final solo trajeron muerte y dolor
- No soy la persona que te va a juzgar por eso y mucho menos en estos momentos – Hermione dejó el té sobre la mesa y se inclinó un poco hacia él - ¿Desde cuándo Scorpius tiene sentimientos por Rose? – Draco alzó una ceja.
- ¿Es por eso que necesitabas a Weasley fuera de esto? – cruzó las piernas y se recargó sobre el respaldo del sofá. Hermione asintió con la cabeza – Supongo que desde Hogwarts debido su amistad con Albus y su cercanía con Ted, pero lo realicé con seguridad cuando empezaron a ser compañeros de prácticas de campo y me lo verificó su comportamiento en el ataque de la ceremonia de Hogwarts, ¿por qué es relevante?
- Entre las muchas cosas que le heredé a Rose fue la posibilidad de controlar sus emociones en casi cualquier situación, y esa virtud se vio reforzada gracias a nuestra necesidad por quitarla de la mira del ministerio ante su condición de elemental tipo éter. Hoy la vi perder esos estribos por primera vez – Hermione sonrió con pesar y Draco reconoció el gesto como pura y simple tristeza – Y bueno, Scorpius se puso en riesgo letal para resguardarla de Radaghast
- ¿Estás insinuando que no es buena idea mantenerlos juntos por ahora? – inquirió el rubio con recelo.
- No me malentiendas, Draco – respondió negando con la cabeza – No puedo asegurar la postura de Ron al respecto y tampoco una respuesta madura de su parte, pero en lo que a mí concierne, Rose es libre de amar a quien deseé y siendo completamente honesta, estoy agradecida que esa persona sea Scorpius – Hermione le brindó una sonrisa sincera que tomó desprevenido a Draco, nunca la había visto interactuar con tanta soltura ante su presencia – Te vi criar a Teddy como a tu propio hijo y comprobé los resultados de ello, es por esa misma razón que no puedo dudar ni un segundo de Scorpius si su temple viene de tu parte. Lo que si puedo cuestionar es su capacidad de control si Rose llega a estar en riesgo y mi pronóstico es muy simple, tu hijo va a obviar los protocolos, reglas y prioritariamente su seguridad, se pondrá en línea frontal debido a su necesidad de protegerla
Draco observó el té bajo sus dedos y vislumbró como el limón en el líquido provocaba que varias burbujas flotaran hacia arriba. Tomó aire profundamente.
- Cuando críe a Teddy junto a Andromeda y Potter, decidí que mis errores jamás iban a ser repetidos en él – dejó la taza en la mesa - Pero con Scorpius es un asunto desigual. Aunque yo considere a Edward como mío, la realidad es que sigue siendo hijo de sus padres, muchas de las veces puedo encontrar a Nymphadora y a Andromeda en cada uno de sus gestos y Potter dice que reconoce mucho de Lupin en él. En cambio Scorpius…
- Scorpius es igual a ti – terminó Hermione con cuidado, el rubio ladeó una sonrisa.
- A decir verdad, lo mejor de Scorpius fue heredado de parte de Astoria – espetó con un tono cínico que rayaba un poco en lo oscuro – Pero al final del día es un Malfoy a simple vista, mi pasado siempre va a cargar en él de una forma palpable y profunda. Esas son mis culpas y mis errores – Hermione estuvo a punto de hablar, pero fue cortada por un movimiento de cabeza de Malfoy, ella guardó silencio – Scorpius conoce su posición y es consciente de ello, pero lo mejor que he hecho en esta vida es haber logrado criar a un hombre como mi hijo. Si lo que te agobia es la seguridad de Rose, no debes preocuparte en absoluto por ese asunto en cuestión, el amor que le tiene es una fortaleza que estás subestimando
- Pero…
- Scorpius no perderá foco alguno. Su misión es protegerla y va a hacerlo al pie de la letra así tenga que mantener sus sentimientos a raya lo suficiente por el bien de todos. Créeme eso viene de mi parte – Draco se levantó del sillón dando por terminada la conversación e inclinó su cabeza en un indicativo de despedida – Scorpius es mucho mejor hombre de lo que yo he sido jamás, y sé que a comparación mía, va a luchar por lo que ama y quiere con él – soltó una risa baja y grave – Desde Hogwarts he tenido una cierta y muy ilógica debilidad por ti, tengo que reconocer que nunca fui lo suficientemente inteligente o valiente para obviar todos mis prejuicios inútiles y decidir por fin confesártelo. Es francamente irónico y algo cruel que ese gusto particular por tu genética lo haya heredado Scorpius
Hermione quedó en silencio por unos segundos en el sofá, estuvo a punto de decir algo cuando Draco empezó a caminar hacia la salida. Se levantó y lo alcanzó en la puerta deteniéndolo por el brazo causando que él arqueara una ceja con interrogación y se girara a verla.
- Espero que nuestros hijos tomen mejores decisiones que nosotros dos y sean lo suficientemente valientes como para no ignorar lo que tú y yo decidimos no ver
Draco no dijo más, los ojos miel de la mujer lo seguían observando con algo parecido a la nostalgia, no había nada más que decir, ya se habían dicho todo y en la opinión de él, eso le bastaba por lo menos en esa vida.
- ¿Por qué tendrías que correr a San Mungo en este preciso momento si todavía no ha llegado el fin de semana? – preguntó Marian sentada sobre la raíz expuesta de un alto árbol de cedro – Ni siquiera hemos hecho el reporte que tenemos que entregar a Julian por estos 15 días y no es como si en realidad tengamos algo nuevo que informar acerca de la misión que nos otorgaron – Lorcan que se encontraba desvaneciendo la tienda de campaña con un movimiento de varita no se inmutó ante la queja - ¿Lorcan me estás escuchando?, ¡LORCAN!
El rubio por fin giró su rostro para mirarla y arqueó una ceja con cansancio. Suspiró con hastío acostumbrado ya a los exabruptos de su compañera de misión. Marian era un asunto complicado de tratar para él, la naturaleza compasiva e inteligente heredada de su madre lograban tranquilizar todos esos instintos que casi lo obligaban a silenciarla cada vez que la auror emitía un comentario hacia su comportamiento no suficientemente agresivo requerido para esa misión. También estaba ese asunto latente de la eterna tensión sexual unilateral que la castaña le profesaba a Lorcan en algunos momentos y que él prefería ignorar y ni siquiera tratar.
- ¿Cómo no podría escucharte con ese tono de voz tan agudo y en estos momentos altos, Marian? – preguntó el sanador terminando de desaparecer la tienda de campaña y acomodando la varita en el bolso trasero de su jean. Se acercó a ella con parsimonia y Marian juzgó muy injusto que el destino lo hubiera predestinado a otra persona tomando en cuenta lo terriblemente guapo que era. Lorcan le brindó una mano para ayudarla a incorporarse mientras cogía la mochila de la chica y la posicionaba sobre su hombro derecho – Sé que no te agrada la idea de irnos antes de lo anticipado, pero tienes que entender que no voy a quedarme de brazos cruzados si Rose y Scorpius están en San Mungo. A cambio puedo realizar el informe yo solo y entregárselo a Julian personalmente en estos días si eso te preocupa. ¿Podemos irnos ya?, no voy a dejarte sola en medio del bosque rojo
- ¿Podrías dejar de ser esta persona casi perfecta en cualquier maldito instante? – dijo Marian rodando los ojos y cruzando los brazos – Me está matando de verdad. Este sentido de respeto y perfección que llevas marcado en cada poro de tu ser me vuelve loca. Ella tenía razón
El medimago aproximó más su palma hacia ella con una súplica silenciosa que indirectamente le pedía acceder a su petición sin presión y con paciencia. Marian por fin cogió su mano y al levantarse con la ayuda del rubio tropezó con una dura raíz en la tierra que la hizo trastabillar y casi caer. Lorcan de un rápido movimiento jaló de ella con delicadeza y la hizo llegar hasta sus brazos donde la retuvo por la cintura con firmeza para evitar con maestría el golpe debido al impulso. Marian no movió ningún músculo al sentir los brazos del chico a su alrededor, se separó lentamente alzando los ojos y observando el color verde de las pupilas del rubio.
- ¿Te lastimaste? – inquirió comenzando a dejarla ir.
Marian se alzó de puntas acercando sus labios a los de Lorcan y dejó un muy casto beso que apenas duró dos segundos. El medimago abrió los ojos con terror y paralizó sus movimientos dejando caer sus extremidades a cada lado de su cuerpo.
- Marian, yo…
- No digas nada – cortó la auror distanciándose más de él y dándole la espalda – Sé que la amas y que no hay poder en esta tierra que cambie eso, pero no puedes evitar que yo sienta lo que siento por ti – volvió a girar hacia él otorgándole una triste sonrisa que lastimó al rubio y le instauró un raro sentimiento de culpa – Así que lo que te pido es que evitemos hablar de esto, porque al final es lo único que puedo quedarme de ti
- Lo siento, lo último que deseo es que salgas herida en alguna forma – explicó Lorcan desviando la mirada y cerrando los puños con impotencia – Sí lo que necesitas es que pida un cambio de compañero lo haré inmediatamente, puedo hablar más tarde con Harry o Ron y hacer el cambio sin ningún tipo de explicación mayor que signifique exponerte en algún sentido – Marian negó con la cabeza.
- Lo que necesito es tu gran capacidad de ser este mago fantástico que me dejará terminar esta misión como se debe y hacer mis paces con la idea de que nunca serás mío – se acercó a él quitando su mochila del hombre del rubio y deslizándola por el brazo hasta retirársela por completo – No necesito que me acompañes, puedo aparecerme en mi casa desde aquí. Nos vemos el lunes
Lorcan asintió con la cabeza y Marian desapareció en ese instante, cubrió sus ojos con una mano y soltó un gruñido. Iba a tener que hablar con Lily cuanto antes, e iba a ser una larga plática.
Teddy llegó un minuto después que Albus, Taylor y Julian entraran por la puerta de la habitación de Scorpius en San Mungo. Rose se levantó del lado del blondo para darle espacio suficiente a Teddy debido el sentimiento de ansiedad y terror que sintió en el auror apenas cruzó la puerta. Teddy se acercó a Scorpius con celeridad para brindarle un abrazo firme que logró que Albus cruzara los brazos incomodo.
- Vaya, nunca lo he visto preocuparse así por mí – alegó Albus con firmeza e inclinándose hacia Taylor – Ted, voy a empezar a pensar que tu favorito entre los cuatro es Scorpius y eso va a molestar demasiado a Lils. Lo que estoy insinuando es que si no se detiene este claro favoritismo que me indigna en demasía, voy a decirle esto a Lily apenas aparezca, lo juro
Scorpius soltó una risa cínica y palmeó la espalda de Teddy, ese día llevaba el cabello color negro, lo que significaba que su preocupación y ansiedad estaban a punto tope. Además de Draco, Harry y Victoire, había pocas personas que conocían tanto a Edward Lupin como Scorpius.
- Estoy bien, en cuestión de horas van a darme de alta
- Te dije desde un principio que trataras de evitar un enfrentamiento directo con Radaghast. ¡Pudo haber sido mucho peor! – dijo Ted separándose de él – Tuviste que haber lanzado un patronus apenas lo viste aparecer. Radaghast es un elemental categoría 1, Scorp
- ¿Hay categorías dentro del rango elemental? – preguntó Scorpius con confusión - ¿Qué categoría son ustedes?
- Existen 5 categorías rankeadas ascendentemente, Lils y yo somos categoría 2, Rose es categoría 1 al igual que su madre – respondió Albus recargandose en la pared – En la categoría 1 se encuentran la mayoría de elementales tipo éter y los otros tipos con un alcance de poder total de su elemento y del orden de este
- Radaghast derrotó a Albus como si este fuera un mago cualquiera y Rose tuvo suficientes problemas para confrontarlo – dijo Teddy con voz ronca, su cabello se oscureció un poco más llegando casi al negro azabache similar al de Albus y James – No podemos permitirnos bajas y mucho menos si es la tuya. Yo… yo simplemente no puedo afrontar eso
Rose observó a Teddy en silencio, podía sentir la preocupación girar alrededor del auror tan latentemente que empezaba a provocarle dolor de cabeza, supuso si lo ayudaba un poco no iba a haber daño alguno o un uso desmedido de su energía después del último enfrentamiento con Radaghast. Teddy transicionó su cabello a un color castaño casi inconscientemente provocando que Scorpius, acostumbrado a los indicativos cromáticos de color de Teddy referente a su estado anímico, saliera de la cama de un salto y dirigiera sus pasos hacia Rose para rodearla con sus brazos de forma protectora. Albus arqueó una ceja y estuvo a punto de decir algo cuando Teddy lo cogió de un brazo como advertencia.
- ¿Es seguro que ocupes ese tipo de magia después de lo que pasó? – inquirió el rubio con preocupación - ¿Rose?
- No debes de preocuparte, soy medimaga ¿recuerdas? – la pelirroja alzó su palma y acarició levemente la mejilla pálida del blondo – Puedo curarme sola – Rose aún en los brazos de Scorpius giró un poco su cuerpo hacia Teddy – ¿Mejor?
- Definitivamente, gracias Rose – contestó el metaformago asintiendo con la cabeza y soltando a Albus que aún miraba a Scorpius y Rose con recelo.
Julian se aproximó a su hermana para alcanzarla y salir de la habitación cuando un gruñido agudo los detuvo enseguida. Giró el rostro dejando ver a Louis Weasley acercándose como bala hacia ellos con Lily y Victoire detrás.
- ¡Louis, basta! – alegó Lily trató de tomar el brazo de su primo sin éxito – Esto ni siquiera es de tu incumbencia, no puedes hacer nada
- Es mi hermana Lily, ¡se acabó! – Louis aceleró el paso. Taylor volteó a ver a su hermano con preocupación.
- ¿Qué demonios hiciste Juls? – preguntó la rubia al mismo tiempo que Albus la alcanzaba por la cintura y la alejaba de Julian - ¿Qué estás haciendo Albus?
Louis por fin alcanzó la puerta y recorrió la habitación con los ojos hasta identificar al moreno alto que lo observaba con desconfianza. Lily y Victoire entraron por el marco de la puerta justo a tiempo para alcanzar a ver a Louis lanzar un puñetazo seco y directo al rostro de Julian. Taylor gritó y estuvo a punto de correr hacia su hermano cuando Albus la detuvo tomándola por los hombros e impidiéndole que se moviera.
- Déjame ir, es mi hermano
- Lo sé, pero es mi primo y créeme cuando digo que no es conveniente acercarse a Louis en este estado y menos si involucra a alguna de sus hermanas. Vas a salir lastimada si te suelto y eso va a provocar que le parta la cara a mi propio primo – Louis soltó otro golpe que acabó en el estómago de Julian y que lo hizo doblarse del dolor, Julian se incorporó con dificultad y abrió la boca para protestar, pero se encontró con otro duro golpe en la mejilla que lo lanzó hacia la pared – De acuerdo Louis, fue suficiente, ¡deja a Julian en paz!, Dom te va a matar
Albus se acercó a Louis y lo tomó del hombro con fuerza evitando un nuevo asalto. El rubio le brindó una mirada de hartazgo y trató de soltarse sin éxito.
- Quítate de mi camino – exclamó Louis, Taylor corrió hacia su hermano varita en mano mientras Scorpius soltaba a Rose y se ponía frente a Louis cortando el acceso hacia su primo - Albus, si no me sueltas me va a importar poco que seas familia, voy a pasar encima y también de ti Scorpius
- ¿Qué coño está pasando Louis? – inquirió Teddy buscando respuesta en Victoire que aún seguía en el marco de la puerta junto a Lily y observaba todo sombríamente - ¿Vic?
Taylor levantó a Julian al mismo tiempo que invocaba un proteggo que cubría a Scorpius también, conjuró un diagnóstico rápido que dejaba ver como el golpe en el abdomen marcaba un color morado, indicativo de gravedad latente y en necesidad de sanación urgente. Sentó a Julian en la cama antes ocupada por Scorpius y después de un segundo más de contemplación apuntó su varita hacia el tórax y abdomen del auror para sanarlo cuanto antes.
- Dominique está embarazada – dijo Victoire caminando hacia su hermano y soltando el agarre de Albus en Louis – Hoy en la mañana se desvaneció en su oficina y estuvo a punto de perder al bebé, su secretaria la trajo de emergencia a San Mungo, está en pediatría y alumbramiento mágico. Casi muere hace unas horas
Julian abrió los ojos con terror y tapó su rostro con las manos, Taylor que aún estaba curando las últimas heridas del rostro también se detuvo.
- Julian no lo sabía – expresó Lily acercándose a Albus y Louis – Lou escúchame, Julian no lo sabía, Dominique decidió no decir nada hasta saber que iba a hacer, no puedes culpar a Julian por una decisión de tu hermana, era su derecho guardar silencio hasta que estuviera lista
- Eso no importa – le respondió Victoire con frialdad, Teddy sintió escalofríos, nunca había visto a su prometida desplegar ese tipo de rabia gélida que sabía podía lastimar a cualquiera sin importar las consecuencias – Tenías que haber estado con ella. Llevan tiempo en esta dinámica tóxica y en el primer momento que hay un obstáculo ¿tú simplemente lo aceptas y decides no hacer nada? – Victoire entrecerró los ojos – Dominique es complicada, cerrada, infinitamente independiente, terca y a veces fría, pero ella te ama, te ha amado desde hace mucho tiempo. Debiste haber estado con ella y con tu hijo
Julian descubrió su rostro y Taylor observó sus ojos verdes llenos de lágrimas contenidas, Scorpius se acercó al moreno, pero Julian negó con la cabeza deteniéndolo y poniéndose de pie con decisión.
- Tay, quita el proteggo – dijo el auror con calma.
- Juls, espera… - contestó Scorpius dándole una mirada de reojo a Louis.
- Quítalo – Taylor removió insegura el escudo y Albus por precaución cubrió con su cuerpo a su primo para evitar algún nuevo asalto. Julian caminó hasta Louis y al flanquearlo a su derecha se detuvo, Victoire estaba de lado contrario a Albus – Escúchame bien Louis, esta es la última vez que me tocarás en absoluto. Amo a tu hermana más que a mi vida, y aunque me arrepiento como nunca de no haber insistido más estas semanas, tienen que entender los dos, que Dominique no es una niña, es una adulta completamente capaz de tomar decisiones propias. Esta fue su elección, la respeto y acepto sin chistar, pero ahora lo único que importa es ella y nuestro bebé – Julian empezó a avanzar hacia la salida cuando Louis lo detuvo del brazo con fuerza, como respuesta el auror se soltó de un jalón que desequilibró un poco al rubio – Te pido de favor que dejemos esto atrás, lo que mi novia y su hermana necesita de hoy en adelante es paz y seguridad. Tengo que ver a Dominique ahora, les recomiendo que comiencen a hacer paces con la idea de que estoy y estaré en sus vidas para siempre desde hoy, bienvenidos a mi familia Weasleys
Scorpius y Taylor sonrieron en silencio y se hincharon de orgullo al ver salir a Julian tan triunfalmente de la habitación, pocas veces, muy pocas en realidad, existían esos momentos mágicos donde la Familia Weasley, Potter y allegados, recibían ese tipo de cachetada de realidad que les mostraba que aún con todo su poder y presencia histórica, seguían habiendo personas que poco les importaba esa posición real que llevaban consigo. Rose, abrazó a Lily y empezó a reír ganándose una mirada confundida de los presentes.
- ¡Oh vamos chicos!, esto significa que Vic y Teddy no serán los primeros en algo por fin y además de todo – dijo con gracia y brindándoles una mueca de emoción similar a una sonrisa - ¡Todos vamos a ser tíos!
Taylor suspiró con alivio, Albus se le acercó con premura y con delicadeza envolvió sus hombros en un abrazo. Julian iba a ser papá, ella iba a ser tía, y ese era el inicio de una nueva unión, para todos.
Radaghast observó a Rabastan parado frente al puente de madera que conectaba el castillo con la entrada más cercana. Volvió a examinarlo encontrando claras similitudes entre ellos, como por ejemplo la constitución alta y sólida, la barba entrecana que cubría casi toda su mandíbula y mejillas, y aunque no recordaba claramente a su padre, sabía que casi toda la familia Lestrange compartía el inusual color de ojos grises, lo que lo hacía suponer que Rabastan también tenía ese color de ojos.
- ¿Vas a dejarlo entrar? – preguntó Marcus hablando detrás de él y visualizando como Rabastan subía el rostro y miraba hacia el alto ventanal donde se encontraban.
- ¿Tengo opción? - Radaghast cruzó los brazos y aclaró su garganta con un sonido ronco – Dudo mucho que mi querido tío decida aceptar de forma pacífica el rechazo laudo y claro ante un reencuentro familiar de este tipo – con un movimiento de mano el puente de madera bajo de altitud para darle acceso al cruce y a la puerta de entrada – Ordena a Winnie proteger a Alena y aparézcanse en Dumbledore Manor inmediatamente, tú vas con ellas
- Radaghast – objetó Marcus viendo como Rabastan casi llegaba a las altas puertas – Estás subestimándome si piensas que te voy a dejar a solas con él
- Mató a mi esposa y a tu hija, Marcus – el castaño caminó hacia el gran arco de la puerta – La única persona después de mí con el poder suficiente para proteger a Alena eres solamente tú. Esto no es venganza, es un ruego sincero ¡sácala de aquí!, no pienso perder lo único que me queda. ¡Vete y saca a mi hija de aquí!
Marcus suspiró cansado y después de una larga mirada de consternación, tomó el lado contrario al castaño y se alejó con dirección hacia las escaleras. Rabastan apareció por el marco de la entrada a la sala principal y observó con precaución la gran sala de estar junto a la chimenea y los grandes ventanales que rodeaban todo el recinto. Los ojos grises resaltaban sobre el apuesto rostro pálido y la sonrisa se escondía bajo una espesa barba casi blanca, aún con la edad, era casi escalofriante el parecido con Rodolphus y también con Radaghast.
- Jamás pensé que el Castillo de Nurmengard iba a acabar en manos de un Lestrange – Rabastan caminó hacia un sofá verde y se sentó plácidamente sobre él, Radaghast cerró los ojos respirando entrecortadamente, la rabia le estaba carcomiendo el estómago – Puedo sentir tu furia Radaghast, sé que quieres matarme
- El castillo es de Marcus, sabes a la perfección que después de la muerte de Grindelwald este quedó en manos de la familia Dumbledore – dijo el castaño aún sin verlo y cerrando los puños, una esfera de energía amarilla comenzó a formarse en ellos involuntariamente - ¿Te tengo que recordar que fue Marcus el que me adoptó y me crío como su hijo desde que tengo memoria? – Radaghast por fin giró su cuerpo para observarlo directamente y Rabastan ladeó una sonrisa de satisfacción - ¿Ó también necesitas que te recuerde que fuiste tú y tu inútil séquito de escombro quien asesinó a mi esposa? – Rabastan cruzó las piernas - Lárgate
- Nunca entendí la decisión de tu padre ¿sabes?, con tu poder y el mío y nuestras categorías, era solo cuestión de tiempo que quitáramos al señor oscuro de donde se mantenía. Ese acto tan estúpido de entregarte a Marcus Dumbledore fue simplemente ilógico y Rodolphus lo pagó con creces – llevó sus manos a la barbilla y alzó una ceja en un gesto que Radaghast recordaba vagamente haberlo visto en su padre hace mucho tiempo atrás – Los Lestrange nunca han sido sirvientes, solo respondemos a nosotros mismos
Radaghast avanzó unos pasos hacia él y abrió sus puños mostrando dos esferas traslúcidas color ámbar que brillaban con fuerza.
- Sé por qué estás aquí y la respuesta es no, ni yo ni mi hija planeamos apoyarte en sacar a Rodolphus de Azkaban, por mí puede pudrirse hasta que termine siendo solo ceniza, y mucho menos vamos a ayudarte a cumplir esa inútil venganza que estás tramando por la única razón de que perdiste todo y ese todo ahora está en mis manos - Radaghast lanzó una esfera que fue detenida por Rabastan con un escudo de agua que levitó extinguiendo la energía – Estás en desventaja, soy tierra y puedo mirar con claridad lo que te avecina. Mi recomendación es que te largues ahora, no he olvidado que fuiste el causante de la muerte de Elena y eso es algo que me voy a cobrar algún día, pero si quieres que ese día sea convierta en hoy, entonces quédate y averigua hasta donde tu propia sangre puede llegar a ser capaz. Hasta donde tu valiosa herencia puede llegar a destruir
Rabastán se levantó de su asiento y lanzó una ráfaga de agua que golpeó a Radaghast en el pecho y lo disparó hacia un estante de libros.
- De acuerdo sobrino, destruyamos este bonito castillo
Dominique abrió los ojos con lentitud sintiendo un gran dolor en el bajo vientre, intentó incorporarse, pero fue detenida por Julian que la tomó por los hombros con cuidado y la detuvo en el acto. De pronto todos los recuerdos le vinieron a la mente y supuso que Julian estaba al tanto de su embarazo y las consecuencias que eso conllevaba.
- Trata de no hacer ningún esfuerzo, tienes que estar lo más tranquila posible hasta que el riesgo de perder al bebé pase y tu salud mejore – expresó Julian acariciando el hombro de Dominique con asombrosa delicadeza, ella bajó la cabeza con congoja.
- No sé que puedo decirte ahora más que lo lamento de verdad – dijo la rubia con un hilo de voz – Yo no quería ocultarte algo así, es solo que… yo estaba…
- No tienes por qué darme explicaciones Dom – contestó Julian sentándose sobre la cama a su lado y cogiendo su mano – No pienso mentirte a este punto ni jamás en la vida desde este momento, no estoy contento con tu decisión de ocultarme algo así, pero eso es lo menos importante ahora. Lo único que si importa es que tú estás estable y nuestro bebé también, sí es que es tu decisión aún llevar a término este embarazo
- ¿Nuestro bebé? – preguntó Dominique subiendo sus ojos hacia el moreno y mordiéndose el labio.
- Nuestro bebé - Julian depositó un beso en la coronilla de la blonda - Escucha, fui un imbécil por no intentarlo más estas semanas. Conozco a la perfección lo cerrada que puedes llegar a ser cuando te asustas – Dominique le sonrió – Te amo, amo cada fibra de tu ser y cada defecto también, amo mis momentos conmigo y amo a ese bebé que es el comienzo de nuestra vida juntos. Pero si lo que decides es no tenerlo debido a que no estás lista, no habrá cambio alguno en mis sentimientos por ti ni en nuestra relación – el moreno sacó de su bolsillo del pantalón unas llaves plateadas que brillaban en algunos ángulos, Julian las dejó sobre la palma de la chica y respiró hondo.
- ¿Qué es esto? – preguntó Dominique con confusión.
- Estas son las llaves de Hill Flower Manor. Mis abuelos maternos nos heredaron en vida a Taylor y a mí una propiedad a cada uno
- Pero… tú vives aún en tu departamento de soltero en Mayfair – Julian se encogió de hombros.
- Nunca vi la necesidad de mudarme, era demasiado espacio para mí solo. Es una casa encantadora, pero son demasiados cuartos vacíos. Se llama Hill Flower porque toda la casa está rodeada de flores y enredaderas florales, tiene un gran solario principal y una alberca junto a un hermoso árbol de cedro, era la propiedad favorita de mi abuela materna – el auror cogió las mejillas de Dominique entre sus manos con adoración, la rubia alzó su rostro conteniendo las lágrimas que sabían estaban a punto de salir – Tengo un anillo de diamante negro aún en mi departamento desde hace meses Dom, en este momento bien podría pedirte matrimonio con él, pero sé que lo que necesitas es tiempo para asimilar todos los cambios que vamos a tener y la presión de un compromiso es algo que no voy a poner sobre tus hombros – Julian la besó en los labios con ternura rápidamente – Pero si puedo darte esto, estas llaves significan mi futuro contigo y el futuro de nuestro bebé y si la aceptas, juro que ni un día más vas a tener que pasar por lo que experimentaste sola, jamás
Dominique suspiró con agotamiento, había llegado a la conclusión días antes que la mejor decisión para ella habría de ser tener al bebé aún sin el apoyo de Julian si ese fuera el caso. Estaba dispuesta a llamarle y explicarle lo que estaba pasando cuando un dolor en su bajo vientre la invadió de tal forma que no tuvo una solución más al alcance que desplomarse en el suelo de su oficina sin siquiera poder pedir ayuda. Suponía que su familia estaba ya al tanto de la situación y la presencia de Julian a su lado era la prueba. Aún no quería preguntar cuáles habían sido las consecuencias de la noticia sobre su novio debido al carácter explosivo de su hermano y a la férrea frialdad de Victore cada que de verdad estaba molesta, solo agradecía ese momento de infinita sinceridad y de apoyo total que el ojiverde le estaba mostrando en una clara muestra de amor puro e incondicional. Se lanzó a sus brazos con urgencia y Julian la aceptó en ellos con alivio rodeándola por completo con cuidado de no apretarla lo suficiente.
- No me voy a romper – respondió Dominique con risa y alejándose un poco para depositar un llano beso sobre los labios del auror – Y a tu hijo o hija también le haría falta un abrazo aún más apretado para que supiera que su papá está aquí
Julian cerró sus brazos aún más sobre la cintura de la rubia y dejó un rápido beso sobre la cabellera blonda de Dominique.
- Tengo 3 meses – dijo la joven con una sonrisa tan plena que reconfortó a Julian causando que la ansiedad lentamente saliera de su cuerpo – Y Hill Flower suena a un fantástico lugar para criar a nuestro bebé juntos
- ¿En serio? – preguntó el auror mientras Dominique se alejaba un poco de su abrazo para verlo a los ojos.
- De verdad Juls, de una vez te informó que probablemente haga algunos cambios en la propiedad – Julian soltó una carcajada y la volvió a atraer a él.
- Haz todos los cambios que quieras, eres mi vida y futura madre de mi hijo, eres dueña de todo lo que tengo y tendré Dom, lo único que necesito y necesitaré es que estén a salvo. Te amo
Dominique volvió a sonreír, por primera vez en su vida se sentía completa, más le valía disfrutar ese sentimiento, ella sabía e intuía que no por mucho iba a durar.
- Así qué… tú y Scorpius – dijo Lily guiñando un ojo mientras platicaban afuera de la habitación del rubio.
- ¿Por qué todo se debe de centrar en mí y no en como tu hermano no soltó a Taylor ni un momento frente a Lou? – respondió Rose cruzando los brazos, Lily alzó una ceja.
- Es mi hermano, lo conozco al igual que a mi misma, también conozco a la perfección su interés sobre Taylor y ahora entiendo su enamoramiento hacia ella, además… ya deberías saber a estas alturas que nosotros a comparación de papá y el abuelo James preferimos a los rubios – Lily ladeó una sonrisa sarcástica y Rose rodó los ojos sabiendo perfectamente hacia donde iba la conversación – Y al parecer compartes esa misma inclinación
- ¡De acuerdo Lils!, tú ganas. No sé a donde va esto, pero por ahora estoy contenta con la dirección que está teniendo, ¿satisfecha? – expresó Rose suspirando y viendo a Scorpius salir junto a Albus y Taylor que iban tras él - ¿Y Teddy?
- Está con Vic, creo que es la primera vez que los escucho discutir en realidad – dijo Albus cogiendo a Taylor del brazo llamando su atención - ¿Quieres que vayamos a ver a Dom y a tu hermano?
- No quiero ser entrometida y creo que es un momento privado para ellos dos, pero en realidad quiero elaborar un rápido diagnóstico sobre Dominique y el bebé – Taylor le sonrió y Albus asintió.
- ¿Sigues con esa idea, verdad Tay? – inquirió Rose con una gran sonrisa.
- ¿Cuál idea? – preguntó de vuelta Albus confundido y levantando una ceja, guiño que lo hizo parecerse demasiado a Lily.
- Tay quiere especializarse en Pediatría y Neonatal Mágico – dijo Scorpius acercándose a Rose y poniéndose tras la medimaga al mismo tiempo que Hugo flanqueaba el pasillo y caminaba hacia ellos con calma – Es una ironía que sea tan buena con los niños dado que tiene ese horrible carácter
- ¡Oye! – alegaron al mismo tiempo Taylor y Albus causando que Lily riera y tomará de la mano a Hugo para jalarlo hacia ella y deslizar el brazo por la cintura de su primo en un abrazo.
Hugo iba a responder algo cuando Lorcan apareció en medio del pasillo y caminó apresuradamente hacia Lily, al estar frente a la pelirroja la separó de Hugo en un movimiento delicado pero rotundo que causo la molestia de Albus y Hugo al mismo tiempo.
- No jales así a Lily – contestó Hugo con molestia y empezando a acercarse siendo detenido por Rose – ¡Vamos Rose!
- Necesito hablar contigo urgentemente y a solas – dijo Lorcan ignorando a Hugo y obviando la muy notoria molestia de Albus sobre su persona.
Lily asintió con la cabeza y se dispuso a caminar con él cuando una luz azul los cegó por un instante y una onda de energía los impulsó unos pasos atrás de donde se encontraban. Lorcan cubrió con su cuerpo a Lily que automaticamente puso una barrera de agua frente a ellos, Albus hizo lo propio con Taylor, pero le sorprendió que la chica ya había puesto un proteggo frente a los dos evitando cualquier tipo de daño posible. Hugo trató cubrir a Rose encontrándose con fastidio que Scorpius ya había avanzado unos pasos frente a ella y al igual que Lorcan con Lily, cubría con su cuerpo a la pelirroja.
Rose en cambio se soltó de Scorpius al reconocer la energía y abrió los ojos encontrando a Alena frente a ellos. Su semblante lleno de pavor contrastaba diametralmente con el hermoso vestido blanco que delineaba su delgada y delicada figura que resplandecía con majestuosidad. Dio varios pasos hacia ella reconociendo el miedo y la angustia sobre los ojos grises que le pedían ayuda en un grito silencioso, la cogió de las manos al mismo tiempo que la blonda cerraba los ojos.
- ¿Quién es ella? – preguntó Hugo aún impresionado con la rubia tratando de mover sus piernas sin éxito, con horror se dio cuenta de que a partir de ese punto estaba paralizado - ¿Pueden moverse?
- Solo un poco – respondió Lily aún con los brazos de Lorcan a su alrededor - ¿Albus puedes moverte?
- Ligeramente, ¿es una elemental?
- Es la mitad elemental de Rose, es éter, su nombre es Alena Dumbledore – dijo Lily con dificultad, estaba tratando de mover su brazo con esfuerzo. Miró a su alrededor y pudo reconocer que ese efecto era provocado por la chica frente a ellos y que la única inmune era Rose.
Rose acercó su frente a la blonda con parsimonia en un intento de tranquilizarla y Alena dejó salir un gemido gutural de dolor que hizo que la medimaga se estremeciera, era casi como sentir todo la angustia y preocupación sobre sí misma.
- ¿Qué sucedió? – inquirió la pelirroja en voz baja, Alena abrió sus ojos grises finalmente y Rose pudo ver las lágrimas cristalinas empezar a caer sobre las pálidas mejillas.
- Mi papá fue atacado por Rabastan Lestrange, estamos en Dumbledore Manor, está muriendo y no puedo ayudarlo. Te necesito, tienes que venir conmigo – Alena apretó los brazos de Rose con urgencia – Por favor Rose, por favor, no puedo perderlo a él también
- Llévame entonces
Rose se desmayó al mismo instante que Alena desapareció, Scorpius gritó y con un esfuerzo inhumano logró moverse y correr hacia la pelirroja, se arrodilló junto a ella y la tomó en sus brazos para apenas levantarla y cerciorarse que respirara, un suspiro de alivio le invadió la garganta al escuchar el suave jadeo que le informaba que la pelirroja aún estaba con vida.
- ¡Lorcan, Taylor! – gritó el rubio con desesperación - ¡Necesito un medimago ya!
Pd: ¿Qué tal este chapter?, ¿les gustó?, ¿les gustaría que el bebé de Dominique sea niño o niña?. Prometo no tardarme tanto esta vez en actualizar.
Les mando un beso enorme
Kirlatan
