Star Wars y sus personajes no son propiedad mía sino de Lucas Films y Disney, lo único de mi intelecto es la historia aquí presentada.
Gray estaba oculto en un camarote de la nave de Ezra, Poltergeist. Si antes había sido usado para que alguien pudiese descansar, ahora estaba abarrotado de cables y basura galáctica que había acumulado con los años. No había mucho espacio para alguien de su tamaño, aunque dejó de importarle cuando sintió como la nave despegaba, iba a ser su primer viaje galáctico a solas.
Pasó un tiempo y la puerta se abrió. Él ya estaba oculto, aunque salió de su escondite cuando descubrió que Wynnet era quien lo buscaba.
— ¿Gray? — Preguntó.
— Estoy acá — Respondió mientras al fondo de la habitación le mostraba un lugar que había preparado para que ambos pudiesen sentarse. Wynnet se alegró al ver que él había pensado en ella.
— ¿Emocionado? — Preguntó una vez estuvo acomodaba en su improvisado asiento. — Es tu primera misión, de forma ilegal.
— Bastante. Me gustó sentir el motor rugir en elevación, me emociona, aunque seguramente tú ya te habrás acostumbrado.
Wynnet sintió como el rencor se filtraba por su garganta, decidió detenerlo.
— Te voy a contar lo que he estado haciendo si me prometes que no le dirás a nadie, ¿De acuerdo?
— Desde que ustedes se fueron ya nadie me habla. — Respondió irónico Gray, ella sintió una calada, el lado oscuro estaba a nada de entrar en su corazón.
— ¡Genial! — Fingió estupidez — ¡Entonces te podré contar con lujo de detalles!
Gray se sorprendió por su reacción tan boba, y ella sintió que la oscuridad se alejaba de él, lo había salvado de momento.
— ¿Sabías que Finn es sensible a la fuerza? — Le preguntó, intentando distraerlo con su historia.
— ¿Él? — Preguntó Gray desconcertado.
— Sí, no tanto como nosotros pero tiene algo de percepción, resulta que puede sentir a los usuarios de la fuerza que están cerca de él, y también siente su estado de salud, algo tonto a mi parecer.
— ¿Cómo lo sabes?
— Él fue quien nos envió a Ezra y a mí a nuestra misión, no sé porque, pero nos pidió investigar en todos los templos Jedi conocidos información sobre reencarnaciones y resurrecciones, nos dijo que a menos que fuese estrictamente necesario, no regresáramos hasta que tuviésemos bastante información.
— ¿Qué encontraron?
— Nada — Wynnet soltó un poco de la frustración que cargaba — Ningún Jedi ha dejado información explicita sobre ese tipo de casos, hemos descubierto que se pueden crear nacimientos por medio del uso de la fuerza, pero es complicado, aun así, no se mencionada nada sobre las almas, a lo mucho que llegamos fue conocer el "Mundo entre mundos", pero Finn nos dijo que eso no era lo que quería.
— ¿Por qué crees que él estaría investigando eso?
— No sé, Ezra cree que es simplemente por intentar contactar con alguien del pasado…
— Rey… — Soltó Gray malhumorado, y Wynnet supo que era momento de cambiar de tema.
— O algún líder del pasado, pasado. Mon Mothma, Bail Organa, o su hija Leia Organa, todos ellos fueron grandes políticos que unieron la galaxia.
Gray miró desconcertado a Wynnet.
— ¿Cómo te has memorizado todos esos nombres?
La chica bajó la mirada.
— Ezra no es de nuestra época ¿Te acuerdas? Él vivió antes que el enfrentamiento en Yavin comenzara, fue un Rebelde, pero cuando estaba en sus inicios. Al parecer no le gusta recordar esa época aunque vive en ella, el Poltergeist en la clara evidencia de ello, cuando se involucró en la guerra, vivió y luchó en el Ghost.
Gray entendió la relación.
— ¿Entonces?
— Ezra dice que las cosas han cambiado, pero que la República Cosmos es mucho más cerrada, al menos con nosotros sobre los temas del pasado, él piensa que es porque no saben cómo mencionar la guerra sin temor a repetirla o dar ideas a nuevos extremistas, pero de igual forma la gente tiene dudas, y debe de haber una forma de contestarlas.
— Mientras que no mencionen más a Rey, todo estará bien.
Wynnet asintió.
— Lo sé, pero aun así, no hemos encontrado nada, antes de venir con ustedes estábamos en Jedha, y antes de ahí en Lothal, pero nuestras investigaciones han sido en vano, el único planeta que nos falta por visitar el Ahch-To.
— ¿Ahch-To?
— Suena a estornudo, lo sé, pero al parecer por mucho tiempo ahí se exilió Luke Skywalker.
Gray hizo una mueca de desprecio al escuchar ese nombre, no sabía porque, pero no le agradaba.
— ¿Y si no encuentran nada?
— Tal vez Finn se muestre mucho más accesible en explicar lo que realmente está buscando, prácticamente estamos haciendo todo a ciegas.
Una turbulencia los sacó de sus pensamientos, las luces de la nave cambiaron a un color rojo y Wynnet salió disparada hacia la puerta.
— Debo de investigar que está ocurriendo, no salgas hasta que Ezra o yo vengamos por ti.
Gray asintió mientras volvía a sentir la turbulencia.
Wynnet al verlo concentrado en los movimientos bruscos, se acercó hacia Ezra que estaba piloteando la nave.
— ¿Te hecho una mano?
— No es necesario — Respondió su maestro mientras apretaba los dientes, estaba aterrizando en un meteorito cuyo piso era lo opuesto a liso — Sólo ha sido un cambio de planes.
— ¿Cambio de planes?
— El plan original era investigar el origen de la señal que recibimos. El escuadrón que partió primero que nosotros dice que es de una nave antigua perteneciente al Imperio: esas máquinas son mortales pero sus sensores no son muy buenos para detectar pequeñas capsulas de escape, ahora todos saldrán en ellas para revisar si la nave está abandonada o no, el Poltergeist se quedará aquí de reserva.
— ¿Y qué haremos?
— Mientras las capsulas van hacia el destructor estelar, nosotros en el Shadow Man iremos por otro frente, para distraer su atención. Si encontramos algo nos podremos de acuerdo. Sólo tú, Gray y yo iremos, a los demás los dirigirá Poe.
Wynnet asintió, le sorprendió que antiguos guerreros se unieran a esa sencilla misión.
Una vez eyectadas todas las capsulas de escape disponibles, Wynnet dirigió a Gray al Shadow Man, era una pequeña nave accesoria al Poltergeist, que servía mucho en misiones discretas, aquí sería todo lo contrario, pero también era rápida, así que podían huir mientras el Poltergeist aun podía evacuar a unos cuantos.
Gray evitó hacer comentarios sobre los nombres de las naves, a pesar de que Ezra era Jedi, esos nombres eran demasiado paranormales.
El plan funcionó, lograron llegar al destructor estelar por un hangar en el lado opuesto al que el resto de sus compañeros llegarían. Ezra se había enfocado en que sus atuendos no revelaran a que bando pertenecían, si alguien los atrapaba simplemente podrían decir que eran curiosos de algún planeta perdido.
Por el momento no fue necesario, las instalaciones estaban silenciosas, aunque Ezra se percató que los pisos estaban limpios, no había esa basura cósmica que debería de estar en lugares abandonados por años. Así que estaban con seres que eran demasiado discretos, o la nave había sido usada para enviar el mensaje y después fue abandonada de nuevo.
Desde otra nave, Zorii le estaba pidiendo actualizaciones de la misión constantemente, y Gray tenía que ser muy silencioso por ello, por el momento no se debía saber que Ezra estaba acompañado por dos personas en lugar de una.
De igual forma no fue muy complicado esconder su presencia, en sus viajes, Wynnet le compró un nuevo casco negro a Gray que ya portaba orgulloso, y éste silenciaba su voz o la agrandaba de acuerdo a las necesidades de su dueño.
Caminaron un par de metros e igual todo se veía abandonado, aunque los pisos seguían estando limpios y no se veía ningún droide, quien quiera que estuviese ahí, sabía lo que estaba haciendo. Decidieron ir a los centros de controles para investigar si había alguna pista del mensaje recibido, aunque cuando avanzaron más al centro de la nave, Gray se detuvo de golpe.
— ¿Qué es eso? — Preguntó mientras veía a todos lados, estaba escuchando un canto desconocido para él, pero sabía que le estaba llamando.
— ¿Qué es qué?
— El sonido que se escucha.
Wynnet y Ezra se miraron desconcertados.
— No se escucha nada. — Dijo la morena — ¿Qué es lo que oyes?
— Como un canto, una vibración, algo que me llama.
Ezra entendió lo que estaba sucediendo.
— Como es una nave tan vieja, tal vez haya algunos cristales Kyber abandonados por ahí, enhorabuena, has encontrado el tuyo. Wynnet acompáñalo mientras continúo investigando.
— ¿Estarás bien sólo?
— Los refuerzos no han de tardar en llegar.
El hombre avisó la separación de Wynnet y de él a Zorii y entonces sus caminos se dividieron.
Gray estaba nervioso, nunca había experimentado algo así y de alguna forma sentía que ya lo había vivido. Ese canto era nuevo para él, aunque muy en su inconsciente sabía que ya lo había escuchado.
El par llegó a una sala inmensa, estaba llena de libros y el techo casi parecía infinito por lo alto que estaba, parecía una biblioteca, aunque en el centro de habitación, se encontraba una capsula que tenía algo rojo brillante. Gray y Wynnet sólo se miraron mientras se ponían de acuerdo, eso parecía una trampa, así que ambos irían por frentes diferentes.
Mientras la chica se ocultaba en las sombras que las paredes ofrecían, Gray fue directo a la capsula, era lo que le estaba llamado.
Se sorprendió al ver el cristal Kyber, no era uno en su estado natural, ese ya estaba transformado en un sable de luz.
Con una empuñadura en forma de cruz.
No se detuvo a pensar en que era el mismo sable que se había mostrado en el mensaje de guerra, se perdió en su diseño, era justo como lo que él imaginaba. Lo tomó inmediatamente, aunque cuando lo hizo, un holograma mostró a un hombre mayor, de unos 50 años aproximadamente cuya cabellera pelirroja ya se marchitaba con las canas que le acompañaban.
— Así que es cierto — Dijo mientras veía a un Gray enmascarado. — Te uniste a la Resistencia por la chica.
El joven agradeció que la máscara ocultara sus facciones, porque así no se podía ver su rostro lleno de confusión, de nueva cuenta sentía que se estaba perdiendo de algo, algo importante, porque el sable le llamaba, era suyo.
— Dime ¿La has extrañado? ¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿20 años? A decir verdad creí que estarías como loco buscándola, pero sólo el traidor de FN fue en su búsqueda ¿Qué pasó? Ella estará decepcionada de ti, porque en lugar de perseguirla como siempre hacías, decidiste involucrarte con una chica mucho menor que tú, y yo que pensaba que diez años era una exageración.
Gray se giró asustado al escuchar lo último, cuando lo hizo, Wynnet estaba siendo sujetada por un enmascarado como él.
El holograma se apagó, y en eso él tomó el sable de luz y decidió luchar contra el desconocido, Wynnet intentaba hacer su parte, pero su contrincante era de su estatura, y parecía tener su misma fuerza, por lo que su lucha era prácticamente inútil.
Si Gray pensó que tenía posibilidad de perder contra el desconocido, al luchar junto con ese sable que parecía estar hecho exactamente a su medida, supo que la victoria sería para él y Wynnet.
Al parecer el desconocido tenía la enmienda de no dañar a su compañera, porque si bien luchaba con un brazo contra él, en ningún momento hizo ademán de herirla, Gray sentía como la adrenalina corría por su cuerpo, por fin algo en su irónica vida tenía sentido, y era pelear, se sentía muy bien cuando lo hacía, podía dañar a otros y su acción estaba justificada, perfecto.
El desconocido no pudo contra su fuerza y habilidad que él mismo desconocía, en un momento soltó a Wynnet, aunque en vez de huir como se esperaría, Gray decidió seguir peleando, nadie se metía con una amiga suya y salía ileso como si nada, debía de hacerlo pagar.
La lucha fue mucho más violenta cuando Wynnet cayó al suelo, ambos podían usar sus habilidades a tope, y Gray no daba tregua, tenía un sable perfecto que no dejaba que la espada de su contrincante se acercase, por un momento sintió que el único placer que podría sentir, sería al herir al encapuchado.
Lo hizo.
De un movimiento rápido hizo que una parte de la empuñadura llegase al hombro del desconocido, empezó a quemarle la piel y no le importó, olió el olor a cuero y piel quemada y lo disfrutó, nadie se metía con él, quien se atreviese a hacerlo lo pagaría caro. El grito de dolor proveniente de su contrincante fue un placer para sus oídos.
— Gray ya es suficiente — Escuchó una voz a lo lejos.
La ignoró.
— Basta… Gray ya no se meterá con nosotros.
Siguió disfrutando el dolor que su enemigo ofrecía.
— Gray.
— Gray.
— Gray.
— ¡Gray!
La voz fue demasiado insistente, por lo que inconscientemente giró hacia la voz con el sable de luz aún activo. Todo aquel sentimiento oscuro que lo abrazó por un momento se disipó cuando vio a Wynnet sujetándose el hombro, en su movimiento, la hirió con su arma ya que estaba cerca de él, y ahora estaba sangrando.
Por su culpa.
— ¡Wynnet! — Gritó mientras se acercaba a la chica, la herida era mucho más profunda como esperaba, comenzaba en el hombro, pero le llegó hasta una parte del cuello, ¿Por qué se le hacía acercado tanto si estaba ocupado?
El rostro de la chica se contraía de dolor, sin embargo, cuando se percató que él la observaba, hizo un movimiento con la mano buena para hacerle una señal para que se acercara.
— Vámonos — Le pidió. — Ezra ha de estar preguntando por nosotros.
— Pero… tus heridas.
— Fue un accidente ¿No Gray? No pasa nada, hay que irnos, luego iré a que me revisen.
El chico estaba a punto de debatir, pero ella sólo alcanzó a dar tres pasos antes de desvanecerse en el suelo, puede que estuviese fingiendo, pero el dolor que sentía la había hecho desmayarse, y eso no lo pudo evitar.
Gray sintió como de nuevo varias emociones comenzaban a agobiarlo.
— ¡Es él! ¡Kylo Ren! ¡Está vivo y tiene a Wynny! — Escuchó una voz desconocida, cuando se giró, descubrió que era uno de los chicos que había viajado junto con él en el Poltergeist.
Intentó detenerlo para pedir ayuda, pero el chico fue mucho más rápido, salió disparado gritando y él se preocupó, él no debía de estar ahí en primer lugar, las heridas de Wynnet eran su culpa, y ahora parecía que se había metido en muchos más problemas al sostener el sable de un enemigo.
Se quitó el casco para que viesen su rostro y cargó a la chica para ir en busca de ayuda, apenas dio tres pasos cuando vio que una silueta cruzaba la puerta en donde el chico había salido disparado.
Era Ezra, que ignoraba olímpicamente la voz de Zorii que le pedía información sobre su posición, la noticia se había esparcido.
— Soy yo. — Dijo mientras se acercaba con una Wynnet inconsciente, el rostro de Ezra mostraba demasiadas emociones que no sabía si eran buenas o malas, destrozó con un movimiento rápido su comunicador. — Fue un accidente.
— Lo sé, lo entiendo — Dijo Ezra mientras se acercaba al casco que él había tirado y se lo volvía a colocar. — Debes irte. Ya.
— ¿Irme? — Preguntó asustado, ese era el peor momento para irse — Pero… Wynnet.
— Yo me encargaré de ella —Dijo el hombre mientras la acomodaba en sus propios brazos — Todo este tiempo hemos vivido en una mentira — Le explicó — Acabo de descubrir algo, y ese algo te involucra a ti, necesitas huir antes de que te encuentren, no dejes que vean tu rostro y ocúltate en un planeta tranquilo hasta que yo te llame. Usa el Shadow Man, está conectado con el Poltergeist, abre mi bolsillo.
Gray obedeció temblando, quería escuchar lo que Ezra había descubierto, pero una parte de él prefería ignorarlo, recordó las palabras de Finn: ¡Te matarán apenas salgas del sistema! Y por primera vez creyó que el moreno lo le había estado mintiendo.
Al abrir el bolsillo de Ezra, lo único que encontró fue un holograma con la foto de una chica de su edad.
— ¿Quién es? — Preguntó, la chica era pecosa y con el cabello castaño sujeto en tres bollos.
— Rey — Le explicó Ezra — Escúchame, eres un gran y talentoso hombre, eres honesto y bueno, a pesar del trato que te dio Finn y los demás nunca intentaste dañarlos ni cobrar venganza, esa es tu verdadera identidad, no lo olvides, no dejes que el lado oscuro te seduzca, eres mejor que eso. Yo lo sé, y Rey también, confiamos en ti, pero ahora tienes que irte, no te preocupes por los créditos, tengo unos cuantos guardados por ahí, y comida también, escóndete lo más lejos que puedas, y recuerda, nadie tiene que ver tu rostro. Te explicaré todo en su debido momento, y Wynnet estará bien, tocándola has hecho suficiente.
Pasos comenzaron a escucharse a lo lejos, estaban a punto de rodearlo.
— ¡Vete! — Le volvió a ordenar Ezra y Gray salió disparado hacia donde estaba el Shadow Man, nunca había sentido tanto miedo en su vida, tenía miedo de la situación, del estado de salud de Wynnet y de él mismo ¿Qué rayos le había pasado? ¿Cómo se pudo dejar llevar por sus emociones así? Su única amiga estaba al borde de la muerte por su culpa, y a pesar de que sentía que los demás lo juzgaban por cosas que no había hecho, eso sí era su responsabilidad.
Llegó al Shadow Man y buscó las coordenadas predeterminadas que se encontraban ahí, estaban grabadas las pasadas y las futuras. Ahch-To estaba marcado como próximo destino, y lo haría, por su descuido Wynnet y Ezra detendrían su búsqueda, al menos así podría enmendar un poco su errores.
