Mi primer amor

Por Coqui Andrew

Capitulo Siete

Llegamos a la casa de mi tía, ella tiene buena posición económica, es viuda, no tuvo hijos y no quiso volver a casar, su esposo es su único amor.

-Hija, sube a tu habitación, el baño ya está listo, Amanda se encargará de acomodar tu ropa, mientras relájate en la tina, en un momento subo para curarte – me dice

La verdad es que mi tía me quiere mucho, pero me gustaría saber qué secreto me rodea, por qué mi mamá me odia. Entro en la tina para relajarme, lo disfruto mucho, cierro mis ojos y recuerdo ese beso que me dio Albert, suspiro, fue tan… no sé cómo explicarlo, ¿Tierno? ¿romántico? ¡Ay! Todo esto me hace sonrojar, de repente abro mis ojos, pero… ahora ¿Qué somos? Eso tengo que preguntárselo, escucho que tocan.

-Adelante – digo, veo que entra mi tía con algunos ungüentos

-¿Ya terminaste? – pregunta

-Sí, tía – me pasa una tolla, salgo y seco mi cuerpo, nos dirigimos al lavamanos, nos vemos al espejo, veo mi rostro aún rojo por la bofetada que me dio, mi tía aprieta los labios, parece que va decir algo, pero se contiene, toma una de las pomadas y con mucho cuidado, la unta en mi cara.

-Listo – me dice- con esta pomada, bajará la hinchazón.

Salimos del baño y me coloco crema corporal y me visto con mi pijama. Amanda entra con una charola que contiene una deliciosa cena, la coloco sobre la mesa de café que se encuentra en la habitación, tomo asiento y degusto tan deliciosa cena. Termino, me dirijo al baño a cepillármelos dientes, mi tía me espera.

-Lista mi niña, para que descanses – me dice

-Si tía, estoy muy cansada, puedo llamar a Albert antes de dormir –dije ruborizándome-

-Sí, pero no tardes, que ya no son horas - me da el teléfono, sale de habitación, pero antes me da la bendición y un beso.

-Marco el número de Albert

-¿Bueno? – dice

-Hola Albert, soy Candy -

-¿Cómo te encuentras? –

-Mejor, Albert, ¿Vendrás mañana? –

-Con gusto iré a verte, Candy, en la tarde saliendo de la escuela, posiblemente vayan los muchachos y Tom vaya a verte antes-

-¡Oh! ¡Qué rápido corren las noticias – le digo, él se ríe

- Pues, preciosa, todos están molestos, tú papá ya me conto todo y es obvio que los demás se molestaran – comento

-¿Hablaste con mi papá, después de que me fui? –

-Sí, estaba muy molesto, pero cuando termino de hablar, ya se encontraba mejor –

-Gracias, Albert por escucharlo, me despido, ya es tarde y tu mañana vas a la escuela-le digo más tranquila.

-Sí, que descanses, preciosa, nos vemos mañana – escucho que manda un beso y hago lo mismo, lo bueno es que no está conmigo, si no vería todo mi rostro rojo.

Me acuesto y me quedo dormida inmediatamente.

Albert

Veo cómo se va mi amor, trataré de apurarme para ir mañana a verla

-La amas, ¿verdad? – Me dice el señor White

-Sí, señor, amo a su hija desde que la vi por primera vez, fue cuando ustedes llegaron a vivir a la colonia, bajaba del auto, corrió hacia el jardín y volteo hacia mi ventana siguiendo a un pajarillo y vi sus hermosos ojos verdes, desde entonces la amo – le dije

-Si, hijo lo sé, siempre lo note, Albert ¿Podría platicar contigo? Necesito contarte algo y quiero que me apoyes de ahora en adelante.

-Sí, señor con gusto lo escucho – nos encaminamos hacia mi casa

Charlamos durante un buen rato, todo lo que me dijo me dejo impresionado, pero estoy dispuesto ayudarlo, nos despedimos.

Cuando ingrese a mi casa, mi mamá y hermano se me quedaron viendo

-¿Por qué llegas hasta estas horas? – pregunto mi mamá

Ya había llegado, pero volví a salir porque sucedió algo en la casa de Candy

-¿Qué pasó? –Pregunto mi hermano

-¿Acaso tu novia no te ha dicho nada? –le digo con sarcasmo pues son tal para cual

-No, desde que los deje por el berrinche de Ross, no he sabido nada –nos comento

-Pues qué raro, pero, en fin, la señora golpeo a Candy por culpa de tu novia y su papá tuvo que enviarla a otro lugar.

¡¿CÓMO?! – Preguntaron ambos

-Sí, Candy entro a su casa y la señora la recibió a golpes porque según tu novia, ella te estaba coqueteando, cuando ¡ES MENTIRA! – Dije levantando la voz

-Eso no cierto –dijo mi hermano – Rossana se ha vuelto loca

-Mi madre se cubrió la boca de la impresión - ¿Candy se encuentra bien? –

-No, mamá, ella fue golpeada por la que dice ser su madre, está muy mal, pero sé que es fuerte, pero en el fondo le duele todo lo que le hace esa señora –

-Están muy mal la señora Emma y Rossana – Voltee a ver a mi hermano tenía sus manos en puño y se veía realmente molesto, nunca lo había visto así

-Buenas noches – les digo pues no tengo porque decirles, me dirijo hacia las escaleras cuando escucho la voz de mi hermano

-¿En dónde se está Candy? –

-No lo sé, eso solo lo sabe el señor White – le digo, no pienso darle esa información para que vaya a buscarla e incomodarla

Entro en mi habitación, tomo el teléfono y hago una llamada

-¿Diga? – escucho del otro lado de la línea

-Tom, necesito verte ahora, tengo que hablar sobre Candy, me urge te veo en la casa de Stear – le digo, solo escucho un sí y colgamos, salí de la casa por la ventana sin hacer ruido, por costumbre voltee a hacia la ventana de Candy, me entristecí.

Llegue a casa de Stear ya estaba Tom y Archie, les conté lo qué, hizo la señora a Candy y que faltaría toda la semana, estaban indignados por el proceder de esa mujer, pero van apoyar a Candy, les pedí a Archie y Stear que me dejarán hablar a solas con Tom, lo sentí por Stear, pero hay cosas que él no debe saber porque así me lo pidió el señor White, Tom es el mayor de nosotros y sabe que ayudará a Candy si yo no puedo.

Le platiqué todo lo que me dijo el señor, al igual que yo se quedó sorprendido, pero al final sabía que contaríamos con él.

Nos despedimos, regrese a mi casa e ingrese de la misma manera en la que salí.

Si dormí poco, pero sé que valdrá la pena, por supuesto que me levante tarde y me perdí la primera clase, mi mamá estaba muy molesta, pero no importo, soy aplicado, ya hablaré con el profesor, a quién busque durante el receso. Cuando lo encontré iba saliendo junto con el señor White de la oficina del director, había olvidado que el profesor era el titular del grupo de Candy.

Por su expresión me dio a entender que no había problema con su clase, le agradecí en silencio y me retiré.

-Profesor Cantú – Lo llame, él es el titular de mi clase

-Sí, señor Andrew, ¿En qué lo puedo ayudar? – me dijo

-¿Puedo saltarme las siguientes clases? Necesito arreglar unos asuntos personales –

-Solo por esta vez y lo hago porque sé que eres un buen estudiante, mañana sin falta, jovencito –me da una palmada en el hombro – ve a mi oficina y toma una salida, la llenas para que la muestres a seguridad, si ya están firmadas. No abuses ¿eh? – me dice riendo y se va

-¡Gracias! Profesor – le grito, me voy corriendo a su oficina y está su asistente que es otro alumno, le comento lo del profesor, él va al escritorio y me da el pase. Subo a mi auto me dirijo a la cafetería, necesitaba hablar con George y Dorothy, se encontraban solos, bueno con el personal que trabaja en ese horario, me refiero a que no se encontraban mi madre, ni el antipático de su novio ni mi hermano.

Así que pudimos hablar sin tapujos, sinceramente, estaban muy molestos, querían ir a la estación de policía para denunciar a la señora, pero no lo pueden hacer porque solamente saben mi versión.

-Esa bruja, te lo dije George, no me fiaba para nada de esa Rossana, no que nunca he entendido es por qué la señora odia a Candy, si ella es un amor, he notado la preferencia hacia la otra hermana, ¡pobre Ralph! ¡Qué penitencia están pagando ellos dos!

-¡Cálmate mujer! – le dice George – Estás sacando conjeturas que después te podrías arrepentir –

Yo solo lo veía discutir y eso que todavía no estaban casados, era divertido, en eso entra un empleado

-Señora Stevens, la buscan – dice

Dorothy sale al poco rato llega – Albert, necesito que atiendas la mesa 7, por favor, acaba de salir Mary y hace falta personal. La miré y me sonríe

-Está bien solo por esta ocasión, me dirijo hacia mi casillero y cambio mi ropa, salgo, había unas personas en la mesa al parecer dos mujeres están dándome la espalda – A sus órdenes – dije

-Hola Albert -

Continuará …